Penologia

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Tarea 1

1. Elaboración de un portafolio que contenga lo siguiente:


a. Cuadro comparativo acerca del objeto de estudio de La
Penología, el Derecho Penitenciario, la Criminología y el
Derecho Penal. b. Una relación de por lo menos tres
definiciones diferentes de penología, y realizar un análisis
crítico de cada una.
Diversas concepciones de Penología.-

La Penología es la ciencia que se ocupa del estudio de la pena, sus aplicaciones y sus
efectos. El fin del delito es la pena. Es una rama de las ciencias penales que estudia los
sistemas de castigo y redención de los criminales, así como de los métodos y
procedimientos legales destinados a prevenir el delito.

La Penología es el "Estudio de las sanciones englobando bajo esta palabra la privación


o limitación de derecho que el reo sufre, pero también la prevención y la corrección
buscadas.

Para algunos estudiosos como Francis Pierre y el Autor John Howard Wines la
Penología es la rama de la ciencia criminal que trata o debe tratar el castigo del delincuente.

El Jurista español, experto en Penología y catedrático de derecho penal de las


universidades de Barcelona y Madrid, Eugenio Cuello Calón, define la penología como: el
estudio de diversos medios de lucha contra el delito, tanto de las penas como las medidas de
seguridad.
Para Cuello Calón es el conjunto de doctrinas e investigaciones relativas a todas las
penas y medidas y a su ejecución.

Contenido de la Penología.-

La Penología contiene toda clase de penas y medidas de seguridad, así como los
medios de ejecución y aplicación de las mismas. Dentro de ella ocupa un sector muy
importante la ciencia penitenciaria, concebida como rama de la penología que se ocupa de
la pena de prisión, de sus métodos de ejecución y aplicación, y de toda la problemática que
la vida en prisión plantea.

Los modernos medios de tratamiento en libertad trascienden de lo puramente


penitenciario, pero quedan dentro de los límites de la penología.

La penología y el Derecho Penal.-

El Derecho Penal sustancial o material, es aquel de que se vale el Estado para


reglamentar los delitos y las penas, los cuales sólo pueden existir a partir de que el Código
Penal o leyes especiales los reglamenten de manera clara e inequívoca.

La relación que guarda la penología con el derecho penal es fundamental ya que


siguiendo la idea del principio de legalidad de las penas establecido en el artículo 4 del
Código Penal Dominicano, tanto las penas como las medidas de seguridad deben estar
contempladas en un título del código penal para que el juzgador pueda echar mano de ellas
al momento de dictar sentencia condenatoria.
El derecho penal abarca todo el ámbito de la penología, ya que no hay más penas que
las que dicen el código penal. El Código Penal también dice las reglas de determinación y
ejecución de las penas.

La Penología y el Derecho Procesal Penal.-

Con el Derecho Procesal Penal, la relación también es intensa, ya que en el proceso


penal se va a determinar si el sujeto es imputable o inimputable, lo que nos lleva a
determinar pena o medida de seguridad, y su alcance y extensión.

El derecho procesal penal corresponde al derecho sancionador, su diferencia con el


Derecho Penal material, es que éste último, establece a priori, e in abstracto el delito y la
pena imponible, mientras que el Derecho Procesal Penal lo hace a posteriori y
específicamente a un hecho material probado mediante la actividad del proceso.

La Penología y el Derecho Constitucional.-

También se relaciona con el derecho constitucional, donde encontramos los límites del
legislador. El Derecho Constitucional tiene una tarea más amplia que la de organizar los
poderes públicos del Estado. Su más cercana relación con la Penología ha de encontrársela
vinculada a los principios y el sistema de garantías establecidas en la Constitución y los
Pactos Internacionales de Derechos Humanos, particularmente en lo tocante a la fase
ejecutiva del control penal.

La Penología y el Derecho Penitenciario.-

Con el derecho penitenciario, encontramos su relación con la pena de prisión, que es


una rama autónoma, ya que incluso tiene propia jurisdicción, que es la del juez de vigilancia
penitenciaria. La relación es especialmente intensa, ya que las penas privativas de libertad
son la columna vertical de nuestro sistema penal.

La Penología y la Criminología.-

La Criminología es la ciencia empírica e interdisciplinaria que se ocupa del delito, del


delincuente, de la víctima y del control social del comportamiento desviado y basa sus
fundamentos en conocimientos propios de la psicología, la psicopatología y de la
sociología, tomando para ello el marco conceptual que delimita el derecho penal.

La Criminología, también puede ofrecer informaciones al legislador, que conlleve a


que se legisle para abolir penas, modificar o crear otras.

La Penología y la Sociología del Derecho.-

La Sociología del Derecho y la Penología se relacionan en el sentido de que a la


sociología le interesa e interviene en los aspectos sociológicos de la pena, estudiando
básicamente las causas y consecuencias sociales de la misma, y las repercusiones sociales
que conlleva su aplicación y ejecución. La Sociología del Derecho, se interesa también por
el estudio sociológico del sistema penitenciario, ya que la prisión no debe ser estudiada de
manera aislada, porque hay que tomar en cuenta cuáles son los beneficios de la misma,
tanto para el condenado, como para la sociedad, de ahí su vinculación con la Penología.

La Penología y la Política Criminal.-

La Política Criminal es la ciencia de la lucha contra el delito, es la que sugiere al


Estado cuál es la actividad idónea para prevenir y reprimir la criminalidad.
Cada vez que se redactan códigos, se crean nuevas sanciones, se eliminan otras, se
crean nuevas figuras jurídicas y se definen políticas para mejorar las condiciones
necesarias, se hace Política Criminal.

Penología y la Política Criminal guardan mucha afinidad porque la primera se ocupa


del estudio de la pena en toda su amplitud, su creación ejecución y también estudia al
delincuente aún después que haya salido de la prisión, estableciendo mecanismos para que
éste vuelva a su estado natural de libertad como un ente sano y capaz de respetar las normas
morales y legales, con lo cual se asemeja mucho a la Política Criminal, al extrema de que
algunos autores concuerdan que la Penología cae en el campo de dicha ciencia.

La Penología y la Política Penitenciaria.-

La Política Penitenciaria y la Penología andan de las manos. La Política Penitenciaria


deberá preocuparse fundamentalmente por formular explícitamente los grandes objetos del
sistema penitenciario y deberá establecer además cómo funcionará ese sistema para
lograrlo.

La Penología y la Antropología Criminal y Penitenciaria.-

La Antropología es la ciencia que estudia al ser humano, en sus caracteres físicos y


psíquicos, en su poder de idealización y de sentimiento. Lombroso, efectuaba sus
investigaciones antropológico-criminales teniendo como presupuesto al atavismo en el
delincuente. Además intentó establecer cuál era el tipo criminal, mediante la búsqueda de
ciertos rasgos fisonómicos. Sus aportes más valiosos fueron sus investigaciones sobre la
herencia como causa directa de la delincuencia.

Los antropólogos criminalistas, también llamados positivistas, consideraron que el


delincuente es fruto de un retorno atávico, degenerado por herencia, variedad bien definida
de la especie humana. Otro aporte importante de dicha escuela fue haber atraído la atención
hacia el estudio del delito en sí y como consecuencia, haber provocado la educación y
humanización de las sanciones.

La Penología y la Psicología Criminal y Forense.-

La Psicología Criminal, es una parte de la psicología general que tiene por objeto de
estudio al individuo delincuente dentro del sistema de la criminalidad.

La relación de la Psicología Criminal con la Penología se justifica en el sentido, de que


la primera sirve de auxiliar al juez en el proceso penal, ya que en ocasiones para determinar
la responsabilidad penal del imputado, y tomar una decisión con equidad es necesario
auxiliarse de la Psicología Criminal, y como ya se ha dicho la Penología tiene como eje
fundamental el estudio de la pena, por eso en la medida en que el Psicólogo Criminal
oriente al juez, en la conducta del imputado, podría conducir al Magistrado a adoptar la
decisión más justa.

La Penología y Derechos Humanos.-

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin
distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color,
religión, lengua, o cualquier otra condición. Estos derechos son interrelacionados,
interdependientes e indivisibles.

Entre los principios que recoge la declaración universal de los Derechos Humanos y
que guardan una estricta vinculación con la justicia penal y por ende con la Penología se
pueden mencionar:

a) El derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.


b) Ninguna persona podrá ser sometida a torturas ni a penas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes.

c) Todos los individuos son iguales ante la ley y se le debe proteger por igual.,

d) Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrada.

e) Toda persona tiene derecho en igualdad de condiciones, a ser oída pública y con
justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y
obligaciones o para el examen de cualquier acusación que se formule en su perjuicio en
materia penal.

f) Toda persona acusada de la comisión de una infracción penal, tiene derecho a


que se le presuma inocente, hasta que la autoridad competente determine su culpabilidad, en
el juicio, oral, público y contradictorio, donde se le hayan asegurado todas las garantías
necesarias para su defensa.

g) Ninguna persona podrá ser condenada por actos y omisiones que en el momento
de cometerse no constituían infracciones penales. Tampoco se podrá aplicar una pena mayor
que la establecida, al momento de la comisión de la acción delictuosa.

Tarea 2
1- Elaboración de un cuadro sinóptico que contenga las
diferentes escuelas o teorías que explican el derecho del estado
de imponer penas, incluyendo sus representantes y los
postulados fundamentales de cada uno.
La escuela clásica.-

Es una corriente de origen Italiano que apareció en el siglo XVIII a raíz de las
nuevas ideas surgidas como reacción vigorosa a la venganza y a la antigua forma de
ver el Derecho Penal y alcanzo su esplendor en el siglo XIX. Se propuso la
humanización por medio del respeto a la ley, el reconocimiento a las garantías
individuales y de la limitación al poder dominante del Estado.
La escuela clásica nace con el tratado con los delitos y de las penas, de
Becaria y finaliza con Carrara, “escuela clásica y tenía como misión hacer digna la
justicia penal y buscar la armonía entre el derecho objetivo y subjetivo. La escuela
clásica se amparó principalmente en los ideales de la revolución francesa

Los representantes de esta corriente y que dieron origen a la misma son: Ferri
como creador, Carrara como el máximo exponente clásico, además de
Giandoménico Romagnossi, Pellegrino Rossi, Hegel, Giovanni Carmignani,
entre otros.

La escuela neoclásica.-

Se considerada como un método que se distancia de las investigaciones


criminológicas, sociológicas y antropológicas para poder precisar lo único que
consideran importante para el derecho penal, que es la norma, ya que el delito,
el delincuente y la pena son interpretaciones gramatical o literal con ayuda del
espíritu de las normas (dogmática). Sus principales autores fueron Ortolan,
Rossi, Grizot y Jouffroy.

Escuela positivista.-

Surge como reacción contraria a la escuela clásica. La Escuela


positivista se fundamentó en bases científicas que corresponden a las ciencias
naturales, dándoles importancia a la antropología y la psiquiatría resaltando el
estudio del delincuente y no del delito, además proponiendo que se prestara
más atención a la sociedad que al individuo.

Sus principales seguidores son: Enrico Ferri, Rafael Garófalo y Cesar


Lombroso. Enrique Ferri encaró aspectos sociológicos, Rafael Garófalo, se
encargó de los elementos jurídicos y Cesar Lombroso aportó conocimientos
médicos.

Los postulados de la escuela positiva constituyen la negación de los


señalados por la clásica y son los siguientes:

Para los positivistas el delincuente es una persona a quien debe


prestársele atención profesional para readaptarlo y que debe ser apartado de la
sociedad para protección de esta.

Para los positivistas el delito no es el centro de atención, sino la persona


que lo comete; a su vez, el delincuente es el objeto de estudio, mientras que el
delito es solo la consecuencia. Ven el delito como un fenómeno natural,
producido por el medio en que se desarrolla el hombre que lo comete (raza,
analfabetismo, factores antropológicos, físicos, sociales, religiosas, políticas,
etc.). Por esta razón que los positivistas no admiten la pena como castigo, si
no como medio de defender la sociedad.

Los positivistas creen que, al igual que la medicina, es más conveniente


prevenir que curar.

La responsabilidad para los positivistas es legal o social y para ellos


debe responder tanto a los que tratamos como imputables como a los
inimputables. La colectividad, al tener en cuenta la posible predisposición
hacia el delito en determinados sujeto, debe tomar las medidas necesarias para
prevenirlo y, en un momento dado, defenderse.
En esta corriente se niega que la pena tenga o deba tener
proporcionalidad directa con el delito, y se asegura que debe ser proporcional
al estado peligroso, independientemente del tipo y gravedad del delito.

La pena para ellos equivale a una medida de seguridad social y a una


manera de readaptar al delincuente. La medida de la seguridad es más
importante que la pena. En vez de castigar se debe prevenir y, por tanto,
aplicar las medidas de seguridad para evitar las penas.

A diferencia de los clásicos niega el libre albedrío. Esta escuela afirma


que el hombre no escoge libremente y de manera consiente el mal sobre el
bien; dado que es un ente natural y, en algunos casos, con anormalidades que
evitan su sano y libre discernimiento, no puede elegir. Los positivistas lo
fundamentan en la actividad psicofísica del agente inimputable

Los positivistas utilizaron el método inductivo (ir de lo particular a lo


general), conocido también como experimental. A partir de estudios realizados
acerca de un delincuente o sujeto antisocial concreto, llegan a sus
conclusiones y desarrollan hipótesis, con lo que crean sus tesis relacionadas
con el comportamiento criminal.

Se proponen los sustitutivos penales como medios para evitar la


abundancia y crueldad de las penas. Los positivistas consideran ineficaces a
las penas y se plantean numerosos sustitutivos: religiosos, médicos,
psicológicos, etcétera.
La escuela de defensa social.-

Es un movimiento de política criminal Esta escuela que apareció en el


1947 con el maestro Filippo Gramático en Italia y el sabio Marc Ancel en
Francia, a la que le importa fundamentalmente la efectiva defensa de la
sociedad de las conductas delictivas, coordinando la criminología y las
políticas criminales con el derecho penal.
La Escuela de defensa social a diferencia de la positiva no desliga el
derecho penal de la criminología y pretender ver el proceso penal como único,
haciendo de la ejecución de la pena de una etapa imprescindible e inseparable
del mismo.

Teoría de la Defensa social: es una reflexión de la escuela positivista


italiana. Se fundamenta en la defensa de la persona consignada en tres
modalidades de penas:

1. Penas de intimidación.
2. Medidas de seguridad
3. Penas reformadoras.

La nueva defensa social.-

Marc Ancel, bajo el nombre de “Nueva Defensa Social”, lucha por su


ejecución con miras a una política criminal humanitaria centrada en el
tratamiento de delincuente. La medida de defensa social la establece como
curativa, educativa, orientada a proteger a la sociedad contra las empresas
criminales, prima así, la llamada prevención individual sobre la prevención
colectiva. La personalidad del criminal es eje de esta “nueva” concepción.
La teoría de la nueva defensa social se trata de un replanteamiento de la
Criminología Tradicional consistente en que la persona debe protegerse de
quien le causa daño.

Actualmente se considera la defensa social como “el conjunto armónico


de acciones destinadas a alcanzar la justicia social”. “Se trata de
multidisciplinas en interdisciplinas, se trata de nociones y criterios
dinámicos”.

Actualmente la defensa social se preocupa por un problema más amplio


de política criminológica.

La escuela humanitaria de los criminalistas modernos.-

Esta escuela nació desde un principio a la luz del día, inaugurándose


con el sistema penitenciario. Fortificada por los abusos las antiguas penas
desmoralizadoras y la perversión de la viejas cárceles.

La nueva escuela quiso hacerse señora de la justicia: quiso prescribir la


medida de los castigos, erigir barreras más allá de las cuales no pudiese
aquella llenar su misión y consiguió al fin mirar su trono, negándole la
autoridad de castigar a los malvados, si no tenía por objeto el obtener su
enmienda.

Es por ello que esta nueva escuela entiende que la autoridad sólo debe
castigar a los malvados si es para enmendarlos y no más.
Esta escuela plantea fundamento de la pena la enmienda del reo, de ahí
su frase célebre “No ya castigar, sino corregir”.

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