Penologia
Penologia
Penologia
La Penología es la ciencia que se ocupa del estudio de la pena, sus aplicaciones y sus
efectos. El fin del delito es la pena. Es una rama de las ciencias penales que estudia los
sistemas de castigo y redención de los criminales, así como de los métodos y
procedimientos legales destinados a prevenir el delito.
Para algunos estudiosos como Francis Pierre y el Autor John Howard Wines la
Penología es la rama de la ciencia criminal que trata o debe tratar el castigo del delincuente.
Contenido de la Penología.-
La Penología contiene toda clase de penas y medidas de seguridad, así como los
medios de ejecución y aplicación de las mismas. Dentro de ella ocupa un sector muy
importante la ciencia penitenciaria, concebida como rama de la penología que se ocupa de
la pena de prisión, de sus métodos de ejecución y aplicación, y de toda la problemática que
la vida en prisión plantea.
También se relaciona con el derecho constitucional, donde encontramos los límites del
legislador. El Derecho Constitucional tiene una tarea más amplia que la de organizar los
poderes públicos del Estado. Su más cercana relación con la Penología ha de encontrársela
vinculada a los principios y el sistema de garantías establecidas en la Constitución y los
Pactos Internacionales de Derechos Humanos, particularmente en lo tocante a la fase
ejecutiva del control penal.
La Penología y la Criminología.-
La Psicología Criminal, es una parte de la psicología general que tiene por objeto de
estudio al individuo delincuente dentro del sistema de la criminalidad.
Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin
distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color,
religión, lengua, o cualquier otra condición. Estos derechos son interrelacionados,
interdependientes e indivisibles.
Entre los principios que recoge la declaración universal de los Derechos Humanos y
que guardan una estricta vinculación con la justicia penal y por ende con la Penología se
pueden mencionar:
c) Todos los individuos son iguales ante la ley y se le debe proteger por igual.,
e) Toda persona tiene derecho en igualdad de condiciones, a ser oída pública y con
justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y
obligaciones o para el examen de cualquier acusación que se formule en su perjuicio en
materia penal.
g) Ninguna persona podrá ser condenada por actos y omisiones que en el momento
de cometerse no constituían infracciones penales. Tampoco se podrá aplicar una pena mayor
que la establecida, al momento de la comisión de la acción delictuosa.
Tarea 2
1- Elaboración de un cuadro sinóptico que contenga las
diferentes escuelas o teorías que explican el derecho del estado
de imponer penas, incluyendo sus representantes y los
postulados fundamentales de cada uno.
La escuela clásica.-
Es una corriente de origen Italiano que apareció en el siglo XVIII a raíz de las
nuevas ideas surgidas como reacción vigorosa a la venganza y a la antigua forma de
ver el Derecho Penal y alcanzo su esplendor en el siglo XIX. Se propuso la
humanización por medio del respeto a la ley, el reconocimiento a las garantías
individuales y de la limitación al poder dominante del Estado.
La escuela clásica nace con el tratado con los delitos y de las penas, de
Becaria y finaliza con Carrara, “escuela clásica y tenía como misión hacer digna la
justicia penal y buscar la armonía entre el derecho objetivo y subjetivo. La escuela
clásica se amparó principalmente en los ideales de la revolución francesa
Los representantes de esta corriente y que dieron origen a la misma son: Ferri
como creador, Carrara como el máximo exponente clásico, además de
Giandoménico Romagnossi, Pellegrino Rossi, Hegel, Giovanni Carmignani,
entre otros.
La escuela neoclásica.-
Escuela positivista.-
1. Penas de intimidación.
2. Medidas de seguridad
3. Penas reformadoras.
Es por ello que esta nueva escuela entiende que la autoridad sólo debe
castigar a los malvados si es para enmendarlos y no más.
Esta escuela plantea fundamento de la pena la enmienda del reo, de ahí
su frase célebre “No ya castigar, sino corregir”.