La lectura tiene muchos beneficios como mejorar la imaginación, el vocabulario, la agilidad mental y el rendimiento académico de una persona. La historia de la Cenicienta se origina de una leyenda egipcia y fue popularizada por cuentos de hadas europeos como el de Charles Perrault. La Cenicienta vive con su malvada madrastra y hermanastras después de que su padre muere, y es tratada como una sirvienta. Gracias a la intervención mágica de su hada madrina, puede asistir a un ba
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La lectura tiene muchos beneficios como mejorar la imaginación, el vocabulario, la agilidad mental y el rendimiento académico de una persona. La historia de la Cenicienta se origina de una leyenda egipcia y fue popularizada por cuentos de hadas europeos como el de Charles Perrault. La Cenicienta vive con su malvada madrastra y hermanastras después de que su padre muere, y es tratada como una sirvienta. Gracias a la intervención mágica de su hada madrina, puede asistir a un ba
La lectura tiene muchos beneficios como mejorar la imaginación, el vocabulario, la agilidad mental y el rendimiento académico de una persona. La historia de la Cenicienta se origina de una leyenda egipcia y fue popularizada por cuentos de hadas europeos como el de Charles Perrault. La Cenicienta vive con su malvada madrastra y hermanastras después de que su padre muere, y es tratada como una sirvienta. Gracias a la intervención mágica de su hada madrina, puede asistir a un ba
La lectura tiene muchos beneficios como mejorar la imaginación, el vocabulario, la agilidad mental y el rendimiento académico de una persona. La historia de la Cenicienta se origina de una leyenda egipcia y fue popularizada por cuentos de hadas europeos como el de Charles Perrault. La Cenicienta vive con su malvada madrastra y hermanastras después de que su padre muere, y es tratada como una sirvienta. Gracias a la intervención mágica de su hada madrina, puede asistir a un ba
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La lectura les ayuda a desarrollar su imaginación y a aprender sobre el mundo que les
rodea, mejora su vocabulario y su riqueza lingüística, les ayuda a desarrollar una
mayor agilidad mental, les ayuda a mejorar académicamente, aumenta su cultura, aprenden a expresar mejor sus ideas y sentimientos
La Cenicienta es uno de esos cuentos de hadas milenarios que mucho
antes de que fueran filmados o animados ya gozaba del gusto popular. Se origina de la leyenda de Rhodopis(Mejillas Rosas), una esclava de origen europeo que obtuvo el favor de Horus y que se habría casado con Amosis I. En esta, no hay hada madrina sino un amo bondadoso que, desconociendo su condición de esclava, le obsequia unas sandalias de oro rosado y cuero debido a que le deleitaba verla bailar cerca del Nilo. Su boda ocurriría después de que un halcón robara una de sus sandalias, que le habría entregado al faraón, y que este habría interpretado como un mensaje del divino Horus. La historia de La Cenicienta, tal como la conocemos, parte de un cuento de Giambattista Basile, aunque probablemente el más popular sea el de Charles Perrault. La Cenicienta Cuenta una vieja historia que en un bello país había un rico comerciante que tenía una bella hija llamada Cenicienta. Padre e hija vivían solos en una esplendorosa casa porque el comerciante había enviudado. La madre de Cenicienta había sido tan bella como la hija, pero una repentina enfermedad había acabado con su vida. Solos vivieron unos años hasta que el padre decidió que su hija merecía las atenciones y el cuidado de una nueva madre. Por ello contrajo matrimonio con una respetable señora, que también tenías dos hijas de la misma edad aproximadamente de Cenicienta, aunque ante la belleza de esta las dos deslucían completamente. Por ello, desde el principio la nueva madrastra y sus hijas miraban con profunda envidia a la tierna Cenicienta. Pasaron otros pocos años y la desgracia se apoderaría de la bella muchacha. Su padre también murió de forma imprevista, por lo que el control de la casa y la fortuna familiar recayó sobre la madrastra, quien lo malgastó satisfaciendo sus caprichos y los de sus hijas. Bajo el régimen despótico de estas, Cenicienta acabó siendo sirvienta en la casa que la vio nacer, y que por derecho merecía más que estas. Sus jornadas se tornaban tortuosas, pues tenía que hacerlo todo en la casa, mientras sus hermanastras y madrastra vivían rampantes, sin hacer nada salvo explotarla Un día a la casa llegó la noticia de que el rey ofrecía un baile donde se seleccionaría la chica a la que el príncipe desposaría. Cenicienta, que había visto al príncipe en alguna que otra ocasión y sentía simpatías por él, le preguntó a la madrastra si podía ir. Con burla, esta le dijo que si hacía todos los deberes para esa fecha y encontraba un vestido decente le permitiría asistir con sus hijas. Sin embargo, durante esos días recargó tanto de tareas a la muchacha, que si no hubiese sido por la ayuda de los animales de la casa, los únicos amigos de Cenicienta, esta ciertamente no hubiese terminado en tiempo y mucho menos hubiese tenido un vestido hermoso con el que ir. Así, llegó la fecha marcada y Cenicienta, con todo terminado, bajó a la sala en un lindo vestido que había sido de su madre y sus amigos le habían ayudado a preparar para la ocasión. Muertas de envidia las hermanastras se arrojaron sobre ella y destruyeron su vestido, con lo que a Cenicienta no le quedó otra que echarse a llorar de impotencia mientras la madrastra y sus envidiosas y poco agraciadas hijas iban al baile. Tanto lloró Cenicienta que sus sollozos llegaron a los oídos del hada madrina de las causas imposibles, quien fue hasta la otrora casa de un rico comerciante y su linda hija. Al ver a la muchacha y conocer la causa de su llanto, el hada madrina le dijo que haría posible que fuese al baile, con la condición de que regresara antes del término de las 12 campanadas que anunciaban la medianoche. Cenicienta accedió y con tan solo unos golpes de varita del hada, quedó vestida divinamente para la ocasión. Asimismo, tenía a su disposición un bello carruaje hecho a partir de una calabaza y personal de servicio, que eran sus amigos animales transformados por arte de magia. Sin perder un segundo Cenicienta fue al palacio y apenas llegó todos quedaron maravillados por su belleza, incluido el príncipe, que la invitó a bailar de inmediato. Toda la noche danzaron juntos, pues en el corazón del joven no había cabida para ninguna otra de las asistentes al baile. Aunque les resultaba familiar la misteriosa muchacha, ni la madrastra ni sus hijas pudieron reconocer a Cenicienta, que apenas empezaron a sonar las campanadas de medianoche se percató de su descuido y huyó de los brazos del príncipe. Este quedó destrozado y la siguió por unos instantes, pero no le fue posible darle alcance a la mujer con la que sentía debía casarse sin perder un día más. Por suerte para él, en su carrera Cenicienta dejó una de las zapatillas de cristal que el hada le había dado para que calzase, así que su pena podría tener solución Al día siguiente todo era igual que siempre en casa de Cenicienta, salvo por una cosa. Aguardaban a la caravana real, que estaba yendo casa por casa y probando la zapatilla de la misteriosa joven a todas las muchachas de la comarca. A la que calzase la zapatilla, sería llevada de inmediato a palacio para contraer nupcias con el príncipe. Cuando llegaron a casa de Cenicienta, que había sido encerrada por su madrastra para no optar por la rara prueba, las dos hermanastras se esforzaron por que les sirviese la zapatilla, pero todo fue en vano. Como no parecía haber más nadie en ese domicilio la caravana estaba a punto de partir, más una vez más los animalitos ayudaron a Cenicienta y la liberaron de su encierro. La chica pudo probarse su zapatilla y casarse con el príncipe, con lo que puso punto final a todo su infortunio y ganó la felicidad total para toda su vida.