Exegesis Del Salmo 1
Exegesis Del Salmo 1
Exegesis Del Salmo 1
SALMO 1
I. ANÁLISIS
Estrofa 1 (v.1-3)
Estrofa 2 (v.4-5)
7. Describe la vida del hombre ‘injusto’, también de tres maneras (aunque resumido):
8. ‘No permanecerán’ – “son como el tamo que arrebata el viento” (v.4)
9. ‘No serán aprobados en el juicio’ – “no se levantarán…en el juicio” (v.5)
10. ‘No integrarán el pueblo de Dios’ – “[no estarán] en la congregación de los justos”
Estrofa 3 (v.6)
El deseo de Dios, nuestro Creador, es que seamos felices – tanto en esta vida, como en la
vida venidera. Para ello, nos da consejos acerca de cómo vivir para ser realmente felices.
Satanás también ofrece una ‘felicidad’, pero ésta es ilusoria y pasajera (1 Juan 2:15-17); y
nos destruirá eternamente. Dios nos ofrece una felicidad completa y real que nos bendecirá
para siempre.
Verso 1
“Bienaventurado el varón…”
El término en hebreo (‘ésher’) significa ‘feliz’ o ‘dichoso’. El salmista usa la forma plural
(‘felices’), que es en la forma que esta palabra se emplea casi siempre en el AT. En el original,
la expresión es exclamativa: ‘¡Oh la felicidad del varón…!’ o ‘¡Qué feliz el varón…!’.
La palabra, “varón”, es genérica (‘ish’). Se aplica a toda clase de persona – rico, pobre;
educado, ignorante; joven, viejo; poderoso, débil; conocido, desconocido; amo, esclavo;
varón, mujer[1].
¿A qué se debe la felicidad de esta persona? El resto del Salmo lo va a aclarar. Sin embargo,
por el momento podemos observar que la palabra ‘ésher’, que deriva de un verbo en hebreo
(‘ashar’) significa ‘ser recto’. Se podría decir entonces que la verdadera felicidad se halla por
medio de una vida recta, porque tal vida está libre de tropiezos, de mala conciencia y de otras
cosas que militan contra la verdadera felicidad. Satanás también ofrece felicidad, pero es
una felicidad falsa; primero por que no es permanente, segundo porque se basa en un
comportamiento que no se ajusta a la Palabra de Dios, y por último, porque trae una serie de
consecuencias negativas (una mala conciencia, la disciplina de Dios, etc.), que producen
tristeza en la vida del ser humano.
Aquí comienza una serie de descripciones, que presentan las características de un verdadero
creyente. Dios conoce a Sus hijos por nombre; pero nosotros solo podemos conocer quienes
son verdaderos creyentes por su carácter y comportamiento.
La palabra, “malos”, traduce el término ‘rashá’ – una persona moralmente mala. En los
Salmos esta palabra es traducida “perversos” (Sal 3:7); “inicuos” (Sal 7:9); “impíos” (Sal 26:5).
Es la palabra que Abraham usó para describir al hombre pecador, cuando intercedió por
Sodoma (Gén 18:23, 25; “impío”). A la luz de estos versos, vemos que el antónimo de ‘rashá’
es ‘tsaddic’ (“justo”).
El verbo, ‘andar’, aquí, es ‘jalák’, que significa ‘caminar’. Sin embargo, en el AT este término
tiene una variedad de acepciones, según el contexto en el cual sea usado
Los “consejos” (‘etsá’) de los cuales habla el Salmista son aquellos propósitos o planes que
rigen la vida de los malos, y que les lleva a vivir una vida contraria a la voluntad de Dios. El
hombre ‘justo’ no establece su forma de vida sobre las recomendaciones o sugerencias de
los hombres perversos, sino por la Ley de Jehová (v.2).
El significado del verbo, ‘amád’ (‘estar’), depende del contexto en el cual se usa. A veces, el
contexto indica que el verbo significa ‘estar parado’ (ver Gén 18:8, 22; 24:30, 31; etc.). En
este caso, el verbo está vinculado con el “camino (‘dérek’) [de pecadores]”; por tanto, el verbo
se podría traducir, ‘Ni estuvo parado en camino de…’[3].
El “pecador” es aquel que ha errado al blanco (no vive en perfecta conformidad con la voluntad
de Dios). Esto lo ha hecho, transgrediendo la Ley, que era la expresión de la voluntad de
Dios para el pueblo de Israel.
Verso 2
El inconverso rechaza la ley de Dios, y no se quiere someter a ella pero el creyente la ama
(Sal 19:7-10).
La palabra, “delicia” (‘kefets’), significa ‘ago muy placentero’, ‘algo muy deseado’. Se usa,
en 1 Sam 15:22, del deleite que Dios tiene con nuestra obediencia; y en Prov. 3:15, de las
cosas más deseables de este mundo (como joyas, etc.).
El verbo, ‘meditar’ (‘jaga’), significa ‘murmurar’ o ‘hablar’; ver Sal 2:1 (donde la palabra,
“piensan”, significa ‘hablan’); 35:28; 71:24; etc. ¡La meditación del judío no era silenciosa!
Este repetía en voz alta la Palabra de Dios, con el fin de ayudarse a concentrar, para ‘exprimir’
cada gota de significado del texto. Era la mejor manera de alimentarse de la Palabra de
Dios. No bastaba con leerla, había que ‘rumiar’ con ella.
Verso 3]
Las “aguas”, aquí, parecen apuntar al Espíritu Santo (ver Juan 7:37-39; comparar Juan 4:13-
14 e Is 44:3). Mientras el creyente viva en obediencia a la Palabra de Dios, recibe
constantemente la llenura del Espíritu Santo (‘agua de regadío espiritual’); esto es lo que lo
mantiene ‘fresco’.
La meta del Labrador es el fruto espiritual. En el caso del creyente que medita en la Ley de
Dios constantemente, y desarrolla su vida en conformidad con la Palabra de Dios, su Labrador
Divino no sufre una decepción – habrá “fruto en su tiempo”. Ver la promesa en Sal 92:14.
Cristo habló de la importancia de llevar ‘fruto’ en nuestras vidas (Juan 15:1-8). Nos ha dado
el Espíritu Santo, para que esto sea una realidad (ver Gal. 5:22-23).
Cada cosa tiene su tiempo (Ecle 3:1-8), y cada tiempo tiene su correspondiente ‘fruto’.
“Y su hoja no cae”
La “hoja, aquí, parece representar el testimonio del creyente. Es cierto que todo creyente
experimenta altibajos en su vida espiritual, y no siempre siente un tremendo vigor espiritual.
Sin embargo, aun en medio de estos tiempos de ‘sequedad’ espiritual, el creyente que medita
constantemente en la Palabra de Dios, mantiene vivo su testimonio cristiano. ¿Por qué?
¡Porque sus raíces son profundas (ver Prov. 12:3, 12)! Comparar Sal 92:14.
“Y todo lo que hace, prosperará”
La promesa de prosperidad para los justos se halla en textos tales como Sal 128:1-4 e Is
3:10. La piedad (es decir, una profunda reverencia por Dios, que conlleva a una vida de
obediencia a Él), permite al ser humano vivir bajo la bendición de Dios, y experimentar Su
‘shalom’ (1 Tim 4:8).
Tres Advertencias:
Esta frase puede ser malinterpretada (o mal aplicada); por lo tanto, habría que tomar en
cuenta tres advertencias:
(1) Esta frase promete que todo lo que el ‘justo’ hace prosperará; no dice que el ‘justo’
siempre estará contento y feliz. ¡Esta es una distinción importante! La vida de Job es un
buen ejemplo de ello. Además, habría que tomar en cuenta la promesa de Rom 8:28. Hay
momentos cuando el ‘justo’ pasa por situaciones muy difíciles; sin embargo, a la larga todas
estas cosas ‘ayudan para bien’. La vida de José es un buen ejemplo de ello también (ver
Gén 50:20).
(3) Este cuadro tiene validez siempre y cuando la persona continúa viviendo justamente. Lo
que pasó con Israel, en el AT, es un testimonio elocuente del peligro de dar las espaldas a
Dios, y comenzar a vivir en desobediencia (ver Ezeq 17:8-10; 19:10-14).
Verso 4
El personaje descrito en los v.1-3 no fue nombrado explícitamente; eso viene en los v.5-6
(“justos”). Pero su contraparte es identificada inmediatamente – “los malos”. El término en
hebreo es ‘rasha’, que describe una persona que es mala en su comportamiento[8]. Ésta es
la palabra que se usa para nombrar a la gente que vivía en Sodoma (Gén 18:23, 25, “impío”).
En los Salmos, esta palabra es traducida en diferentes maneras – “perversos” (Sal 3:7);
“inicuos” (Sal 7:9); “malo” (Sal 9:5, 17).
El “tamo” es el cascarón que rodea el grano. Luego de la cosecha, el grano es trillado, para
sacarlo del cascarón que lo envuelve. Parar eliminar el cascarón, toda la cosecha, ya trillada,
es lanzada al aire, con el fin de que el viento se lleve la paja y el cascarón.
Verso 5
La muerte no es lo peor que le pasa al pecador; mil veces peor es el día del juicio divino. Este
parece ser el tema del v.5.
Llegará un día de juicio para todos; pero los “malos” (‘rasha”) tendrán tremenda vergüenza, y
no podrán ‘levantarse’ para defenderse. Lejos de pararse, estarán temblando ante la
presencia de Dios, y ante la inminencia de Su justo juicio y castigo eterno (ver Sal 130:3, y
comparar Sal 5:5; 24:3ss; Lucas 21:36).
Aquí, la palabra “pecadores” (‘chatta’) significa ‘un ofensor’, ‘un criminal’; alguien que ‘no da
en el blanco’ de la ética moral. Sin embargo, en este contexto la palabra se está usando como
un sinónimo de “malos”.
La palabra, “congregación”, significa ‘una asamblea’. En los libros históricos, esta palabra
generalmente está relacionada con “Israel” (ver Ex 12:3, 6; etc.). Sin embargo, a veces la
palabra va sola, indicando simplemente una concurrencia de personas (Ex 16:22; 34:31).
Verso 6
En Sal 37:18, David afirma, “Conoce Jehová los días de los perfectos…”. Otros versos que
hablan del conocimiento que Dios tiene de Su pueblo incluyen Job 23:10; Nahum 1:7; Juan
10:14; 2 Tim 2:19.
El Señor no solo conoce, sino aprueba el camino de los justos (Sal 37:23). Esta aprobación
se va a notar con mayor claridad, en el dictamen del juicio del día final.
El “camino de los justos” significa su forma de vida, y la meta que tienen por delante. Dios
no solo conoce íntimamente este “camino”, sino que guía al justo en él (Sal 139:24b). Y
más aún, el justo anhela que Dios esté examinando su camino, durante toda su existencia,
para ver si hay en él “camino de perversidad” (Sal 139:24a).
En este salmos podemos encontrar hasta tres tipo de sermon puede ser textual, etico-moral,
evangelistico.
Usar los textos donde aparece la palabra ‘Bienaventurados’, para armar el bosquejo
Todo ser humano anda en busca de la felicidad. La felicidad que ofrece Satanás se encuentra
de diferentes maneras…sin embargo, aparte de Dios, estas cosas no traen una felicidad
verdadera ni permanente. Por ende, enfrentamos la pregunta: ‘¿Dónde se encuentra la
verdadera felicidad?’ Este Salmo, especialmente en los primeros dos versos, nos indica
dónde no encontrarla, y dónde sí encontrarla.
La forma que vivimos aquí en la tierra es determinante. No solo determina nuestra vida en
este mundo, sino que determina nuestra eternidad. Por ende, Dios nos invita a considerar
con mucha seriedad cómo vivimos. Al finalizar este Salmo, que tiene como tema principal las
características de dos clases de personas - el hombre ‘justo’, y el hombre ‘malo’, el Salmista
comenta sobre el destino final de ambos.