Las Reglas Del Método Sociológico

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Las reglas del método sociológico.

Emile Durkheim.

En primer lugar hay que entender por qué Emile Durkheim escribe esta obra. Principalmente
encontramos dos causas:

1- Darle a conocer a la sociedad el método que el utilizó en su obra de la División del Trabajo.
2- Considerando que hasta ese momento los sociólogos no había prestado mucha atención a
la tarea de caracterizar y definir el método que aplican al estudio de los hechos sociales,
Durkheim busca reflejar criterios metodológicos que aplicados sirvan para entender a la
Sociología como una ciencia con un objeto de estudio determinado, científica, objetiva,
metódica (porque sigue a un conjunto de reglas).
3- Durkheim se propone indicar por cuáles signos exteriores se pueden reconocer los hechos
sociales de los que la ciencia debe ocuparse, con el fin de que el investigador pueda
advertirlos donde estén y no los confunda con otros.

Prólogo: Durkheim en el prólogo de su obra va a destacar algunas de las ideas más importantes
que luego podemos encontrar a lo largo de su obra. Algunas de ellas son:

Tratar a los hechos como cosas: Durkheim establece que el desarrollo del trabajo científico
sociológico requiere que los hechos sean tratados como las cosas materiales, cosas que
conforme con su naturaleza no son comprensibles, sino aprehensibles por medio de los
sentidos. No implica que sean verdaderamente cosas, sino que deben tratarse como tales,
es decir que el científico debe tomar una determinada actitud mental frente a los hechos
para realizar sus descubrimientos (como todo científico).
Objetividad: Las intuiciones presentan dificultades para ser analizadas por la conciencia
individual, porque en su mayoría son legadas (las recibimos como herencias de
antepasados). Además, aun en los casos en que si hemos colaborado a su formación,
apenas podemos conocer las verdaderas razones que nos decidieron a actuar y la
naturaleza de nuestra acción. Son por estas razones que el sociólogo debe asumir el
estado del espíritu que caracteriza a los físicos o los químicos a la hora de investigar. Es
preciso que se prepare para hacer descubrimientos que los sorprenderán. El sociólogo,
antes de la investigación, debe dejar la idea preconcebida de los hechos sociales porque
los que importa saber no es cómo el sociólogo se representa los hechos sino el concepto
verdadero que el grupo tiene de él: sólo este es socialmente eficaz.
Entender a los fenómenos sociales como exteriores a los individuos: Como la sociedad
está formada por individuos parece de sentido común que la vida social no tenga otro
sustrato que la conciencia individual. Pero esto no es así ya que la combinación de nuevos
elementos produce fenómenos nuevos, es preciso comprender que estos fenómenos
están, no en los elementos, sino en el todo formado por su unión.
La síntesis sui generis que constituye toda sociedad produce fenómenos nuevos,
diferentes de los que acontecen en las conciencias solitarias, es necesario admitir que
estos hechos específicos residen en la sociedad misma que los produce y no en sus partes,
es decir, los individuos. En este sentido son exteriores a las conciencias individuales
consideradas como tales.
Diferenciar los hechos sociales de los psíquicos: tienen otro sustrato, no evolucionan en el
mismo medio, no dependen de las mismas condiciones. Esto no significa que no sean
psíquicos de alguna manera. Pero los estados de la conciencia colectiva son de una
naturaleza diferente a la de los estados de la conciencia individual, son representaciones
de otro carácter. Y la mentalidad de los grupos no es la de los individuos: tiene leyes
propias.
La materia de la vida social no puede explicarse por factores puramente psicológicos. El
grupo está constituido de distinto modo que el individuo, y las cosas que lo afectan son de
otra naturaleza. Las representaciones que no expresan los mismos sujetos ni los mismos
objetos no pueden depender de las mimas causas. Para comprender cómo la sociedad se
representa a sí misma y la mundo que la rodea, es preciso considerar la naturaleza de la
sociedad y no la de los individuos particulares.
Pueden asemejarse estas representaciones individuales con las colectivas? Puede que sí.
Ambas son representaciones y por lo tanto podría haber leyes abstractas que sean
comunes a los dos dominios. Llegamos así a concebir a la psicología formal que sería un
terreno común entre la psicología y la sociología
El pensamiento colectivo en su totalidad, tanto en su forma como en su materia, debe ser
estudiado en sí mismo y por sí mismo, con el sentimiento de lo que lo caracteriza, y dejar
que el futuro se ocupe de averiguar en qué medida se parece al pensamiento de los
individuos.

¿Qué son los HECHOS SOCIALES?

El objeto de la sociología de Durkheim son los HECHOS SOCIALES, considerados para él “todo
modo de hacer, pesar o sentir; fijo (carácter estructural, permanente, institucionalizado. Cuando
se trata de de una influencia de la sociedad sobre el individuo. Ej.: idiomas, costumbres) o no
(carácter sustancial, no institucionalizado. Cuando se constituye una multitud y genera un clima,
una emoción. Ej.: revoluciones, caída de torres gemelas. Opera el colectivo sobre el individuo),
susceptible de ejercer sobre el individuo una coacción exterior; o bien: que es general en el
conjunto de la sociedad conservando una existencia propia, independiente de sus
manifestaciones individuales”. Éstos no surgen de los individuos, sino que llegan a ellos por vía de
la socialización; son expresiones de la sociedad que se manifiestan en los individuos. Ejemplos de
hecho social podrían ser la lengua en la que hablamos, es decir el lenguaje humano (no el habla de
cada uno de nosotros, porque esto sería individual), la religión, el crimen, las celebraciones, las
costumbres. De la definición de hecho social se desprenden los siguientes caracteres:

EXTERIORES: Porque la sociedad es previa al individuo, están constituidos antes de que


nosotros lleguemos al mundo, y nos llega desde afuera por medio del aprendizaje. Son la moral
objetiva o pura, se trasforman en deporte, religión, derecho, costumbre.

COERCITIVOS: Porque un hecho social se reconoce en el poder de coerción externa que


ejerce o es susceptible de ejercer sobre los individuos; la presencia de este poder se reconoce por
la existencia de alguna sanción determinada. La coacción es fácil de constatar cuando se traduce al
exterior por alguna reacción directa de la sociedad.

Durkheim se basa en cinco reglas para explicar el método de la sociología, ellas son:

1. Reglas relativas a la observación de los hechos sociales.


2. Reglas relativas a la distinción de lo normal de lo patológico.
3. Regla relativa a la constitución de los tipos sociales.
4. Regla relativa a la explicación de los hechos sociales
5. Administración de la prueba.

Estas maneras de obrar, pensar y sentir, exteriores al individuo, y que están dotadas de un poder
coactivo por el cual se le imponen al individuo no puede confundirse con fenómenos orgánicos o
psíquicos. Constituyen pues una especie nueva: fenómenos sociales.

Los hechos sociales son objetivos. No tienen motivo o intención. Durkheim los concibe de esta
forma para seguir el modelo científico hay que cosificar el fenómeno, no se debe humanizar y por
lo tanto no se lo puede dominar.

El hecho social es distinto de sus repercusiones individuales. A la primera impresión parecen


inseparables de las formas que toman en los casos particulares: pero la estadística nos
proporciona medios para aislarlos.

En cuanto a sus manifestaciones privadas pertenecen a la vez a dos reinos: se las podría llamar
socio-psíquicas. Ingresan al sociólogo sin constituir la materia inmediata de la sociología. En el
interior del organismo se encuentran también fenómenos de naturaleza mixta que estudian las
ciencias mixtas, como la química biológica.

Se dirá: un fenómeno solo puede ser colectivo a condición de ser común a todos los miembros de
la sociedad o por lo menos, a la mayoría de ellos, y por consiguiente si es general. Sin duda pero si
es general se debe a que es colectivo y no es colectivo porque es general. Existe en cada parte
porque está en el todo, lejos de que este en el todo porque está en las partes. Es una resultante de
la vida común, un producto de las acciones y reacciones que se desarrollan entre las conciencias
individuales; si resuena en cada una de ellas es en virtud de la energía especial que debe
precisamente a su origen colectivo.

Un hecho social se reconoce en el poder de coerción externa que ejerce o es susceptible de


ejercer sobre los individuos y la presencia de este poder se reconoce a su vez, ya por la existencia
de alguna sanción determinada, ya por la resistencia que el hecho opone a toda empresa
individual que tienda a hacerla violenta. El hecho social existe con independencia de las formas
individuales que toma para difundirse. En efecto la coacción es fácil de constatar cuando se
traduce al exterior por alguna reacción directa de la sociedad como por ejemplo: como sucede con
el derecho, la moral, los usos y modas.

Los hechos pueden ser concebidos como “maneras de ser” o “maneras de hacer”. Las maneras de
ser se imponen al individuo de la misma suerte que las maneras de hacer de qué hemos hablado.
Esta organización solamente puede estudiarse con el auxilio del derecho público, pues es este
derecho el que la determina, de la misma manera que determina nuestras relaciones domésticas y
cívicas. Estas maneras de ser no son más que las maneras de hacer consolidadas. La estructura
política de una sociedad no es más que la manera de como los distintos segmentos que la
componen se han tomado la costumbre de vivir entre sí. Entre ellos hay una diferencia en la
cristalización.

CAP II: REGLAS RELATIVAS A LA OBSERVACION DE LOS HECHOS.

La primera regla y la más fundamental es considerar a los hechos como cosas (de forma objetiva,
sin ningún tipo de humanización o subjetivación). El hombre no puede vivir en medio de las cosas
sin formular sus ideas sobre ellas, y a tenor de las cuales arregla su conducta.

En lugar de una ciencia de realidades, no realizamos más que un análisis ideológico. Pero entonces
los hechos solo interviene de una manera secundaria, como ejemplos: no son objeto de la ciencia.
Esta va de las ideas a las cosas, no de las cosas a las ideas.

Este método no puede producir resultados objetivos. Estas nociones y productos de la experiencia
vulgar, ante todo tienen por objeto poner nuestras acciones en armonía con el mundo que nos
rodea. Ahora bien, una representación puede estar en condiciones de desempeñar este papel
pero, sin embargo, ser falsa.

Estas nociones son algo así como un velo que se interpone entre las cosas y nosotros. Una ciencias
de esta naturaleza, no sólo sería incompleta sino que le faltaría material de qué alimentarse.

Las nociones de que acabamos de hablar son aquellas nociones vulgares o PRENOCIONES que
Bacón señala como la base de todas las ciencias y las cuales toman el lugar de los hechos. Son
aquellas idola, especie de fantasma que desfigura el verdadero aspecto de las cosas y que
tomamos sin embargo como las cosas mismas. Y como este medio imaginario no ofrece al espíritu
resistencia alguna, no sintiéndose este contenido por nada, se abandona a ambiciones sin límites y
cree posible construir o mejor, reconstruir el mundo con sus solas fuerzas y a la medida de sus
deseos.
Los hombres no han esperado a la ciencia social para forjar sus ideas respecto a la moral o el
derecho pues estos hombres las necesitaban para poder vivir. Al ser las cosas sociales un producto
de la actividad humana fueron concebidas por los individuos. El problema es que cuando el sujeto
se quiere liberar de esas prenociones siente su resistencia.

En resumen:

Los fenómenos sociales son cosas y deben ser tratados como tales. Basta con constatar
que son el único datum de que puede echar mano el sociólogo. En efecto, es cosa todo lo
que es dado, todo lo que se ofrece o mejor, lo que se impone, a la observación. Tratar los
fenómenos como cosas es tratarlos como DATOS que constituyen el punto de partida de la
ciencia.
Es preciso consideras a los fenómenos sociales en sí mismos, desligados de los sujetos
conscientes que se los representas: es precios estudiarlos objetivamente como cosas
exteriores, pues con este carácter se presentan a nuestra consideración.
Los hechos sociales, bien lejos de ser un producto de nuestra voluntad, la determinan
desde fuera; son como moldes que contornean nuestras acciones y es por esta razón que
para estudiarlos objetivamente es preciso un esfuerzo más o menos laborioso a causa de
la resistencia que nos opone pero que puede vencerse en todos los casos.
De esta forma la sociología estaría pasando de estadio subjetivo al objetivo.
Los hechos sociales presentan todos los caracteres de la cosa. El derecho existe en los
códigos, los movimientos de la vida cotidiana se revelan en las cifras de la ESTADISTICA, en
los momentos de la historia, las modas en los vestidos. Es decir los hechos son
complicados para ser interpretados pues son complejos pero a su vez son más fáciles de
obtener en comparación con la psicología.
Debe analizarse en este carácter toda la realidad social, sin discriminación de ningún tipo
de hecho/conducta.
Para la observación es que no debe presumirse el carácter convencional de los mismos, las
más de las veces son arbitrarias, lo cual muestra la mayor constancia y regularidad de los
fenómenos (dado que son impuestos).
En cuanto a los hechos raros y maleables, y solo momentáneos, hay que someterlos a un
riguroso control para evitar que se contrabalancee su influencia en la sociedad. El
científico debe tener una disciplina rigurosa a la hora de considerar los hechos, y es por
eso que Durkheim formula corolarios que cooperen con esto:

Corolarios:

1- EVITAR PRENOCIONES/PREJUICIOS:

Siguiendo de Descartes Durkheim afirma que aquellos conceptos que reconozcan otros orígenes
deben rechazarse por los menos, provisoriamente. Es precioso que el sociólogo, ya en el momento
en que determina el objeto de sus investigaciones, ya en el curso de sus demostraciones, se
prohíba e empleo de todos aquellos conceptos que se han formado con independencia de la
ciencia y para necesidades que no tienen nada de científicas. Es necesario que se libere de todas
aquellas falsas evidencias que dominan al espíritu vulgar. Sin embargo, si algunas veces la
necesidad le obliga a recurrir a ellas, que se percate, por lo menos, de su escaso valor, a fin de que
no desempeñen en la doctrina un papel preponderante.

En sociología lo que hace difícil esta liberación es la intervención del sentimiento. Los hombres, en
efecto, nos apasionamos por nuestras creencias políticas y religiosas, por nuestras prácticas
morales, y este apasionamiento toma mayores vuelos que en las cosas del mundo físico: y más
tarde, este carácter pasional se comunica a la manera como concebimos y nos explicamos las
primeras. Las ideas que de ellas tenemos se arraigan en nosotros al igual que sus objetos y de esta
forma toman tal autoridad sobre nosotros que no permiten la menor contradicción: toda opinión
opuesta es tratada como enemiga.

Se debe ‘poner en blanco’. Emplear conceptos científicos, y desarraigarse de todos los


sentimientos que puedan intervenir ejerciendo algún tipo de influencia. Las dificultades se
presentan por las impresiones y experiencias emocionales de todos los individuos frente a
determinados hechos.

2- AGRUPAMIENTO FENOMENOS: para estudiar los fenómenos sociales objetivamente el


sociólogo en primer lugar debe dirigirse a la definición de las cosas de que trata, a fin de que sepa
y lo sepa bien, de los que ha de ocuparse. Esta es la condición primera y más indispensable de
toda prueba y de toda comprobación.

Solo se ha de tomar como objeto de investigación un grupo de fenómenos anteriormente


definidos por ciertos caracteres exteriores que le son comunes y comprender en la misma
investigación a cuantos respondan a esta definición.

Lo que importa es constituir conceptos completamente nuevos, apropiados a las necesidades de la


ciencia y expresarlos con el auxilio de una terminología especial.

Para ser objetiva, la ciencia no debe partir de conceptos que se han formado sin su concurso, sino
de la sensación. De los datos sensibles debe sacar directamente los elementos de sus definiciones
iniciales. Y, en efecto, basta representarse en qué consiste la obra de la ciencia para comprender
que no puede proceder de otra manera. La ciencia tiene necesidad de conceptos que expresen
adecuadamente las cosas tales como son, no tales como es útil a la práctica concebirlas. Y los que
se han formado con independencia de su acción no responden a esa condición. Es preciso, por lo
tanto, que crea nuevos conceptos y, para esto, que, evitando las nociones comunes y las palabras
que los expresan, vuelve a la sensación, materia primera, y necesaria de todos los conceptos. Es de
la sensación donde se derivan todas las ideas generales, verdaderas o falsas, científicas o no. El
punto de partida de la ciencia o conocimiento especulativo no puede ser otro que el del
conocimiento vulgar o práctico. Las divergencias comienzan después cuando se elabora esta
materia común.
Pero la sensación es fácilmente subjetiva. Por lo tanto como regla se deben evitar los datos
sensibles que se inclinan a identificarse demasiado con la personalidad del observador, para
retener exclusivamente aquellos que presentan un suficiente grado de objetividad.

Los caracteres exteriores por los cuales define el objetos de sus investigaciones deben ser lo más
objetivos posibles.

Hay que definir los hechos por sus caracteres exteriores, y a partir de esto clasificarlos. La
clasificación no puede ser arbitraria, por tanto hay que partir de agrupamiento de hechos
conforme con las características exteriores que son las únicas visibles (independientemente de
que luego del estudio resulten diferentes por sus caracteres interiores. Es necesario tener una
base para tomar como punto de partida de esta clasificación). Implican un groso modo de
considerarlos. Los caracteres que se tomaran deben ser lo más objetivos posibles para dar mayor
fijeza al objeto de estudio y menor lugar para las impresiones subjetivas.

CLASES: Considerar a los hechos como cosas no como fenómenos intelectuales o intersubjetivos.
Los hechos sociales presentan de modo mucho más natural e inmediato todos los caracteres de la
cosa. Los hechos sociales son morales, pero se los debe considerar como cosas para no perder
cientificidad.

El derecho existe en los Códigos, los movimientos de la vida cotidiana en estadísticas,


monumentos de la historia, modas son HECHOS SOCIALES.

En virtud de su propia naturaleza tienden a constituir fuera de las conciencias individuales, puesto
que las dominan.

Corolarios: 1- Hay que desechar sistemáticamente prejuicios e ideas previas sobre lo que se va a
estudiar; 2- el sociólogo debe definir las realidades de que se ocupa por sus caracteres exteriores,
e incluir en su investigación a todos aquellos fenómenos que no se agrupan bajo esa definición.

CAP III: REGLAS RELATIVAS A LA DISTINCION ENTRE LO NORMAL Y LO PATOLOGICO:

La distinción entre lo normal y lo patológico es útil sobre todo a fin de iluminar la práctica.

Habitualmente se considera que el sufrimiento es indicador de la enfermedad, y ciertamente


entre esos dos hechos existe una relación, pero una relación que carece de constancia y de
precisión.

La salud sería el estado de un organismo en el que estas posibilidades alcanzan su punto máximo y
la enfermedad por el contrario, todo lo que produciría una disminución en las mismas. Sin
embargo, no es seguro que la enfermedad tenga siempre como consecuencia ese resultado que se
le quiere atribuir.

Para DISTINGUIR LOS HECHOS NORMALES DE LOS PATOLÓGICOS debemos buscar algún signo
exterior, inmediatamente perceptible y objetivo que nos permita distinguirlos.
Todo fenómeno sociológico tiene la capacidad de revestir formas diferentes según los casos y
continuar siendo el mismo en su esencia. Ahora bien, dentro de estas formas encontramos dos
tipos. Unas son generales en toda la extensión de la especie, se encuentran si no entre todos los
individuos o al menos en la mayor parte de ellos y si no se repiten de idéntico modo en los sujetos,
las variaciones que se observan están comprendidas dentro de límites. Hay otras por el contrario
que son excepcionales; no solo se encuentran en menos casos, sino que incuso cuando se
producen lo más frecuente es que no duren para toda la vida del individuo.

Entonces estamos en la presencia de dos tipos de fenómenos diferentes: Llamaremos NORMALES


a los hechos que presenta las formas más generales y daremos a los otros el nombre de
MORBIDOS O PATOLOGICOS.

Desde luego que no es posible determinar el tipo medio con la misma precisión que un tipo
individual ya que sus atributos fundamentales no son completamente fijos sino que pueden variar.

Un hecho social sólo puede ser llamado normal en una especie social determinada en relación con
una fase igualmente determinada de su desarrollo; por tanto, para saber si puede denominarse de
este modo, no basta con observar bajo qué forma se presenta la generalidad de las sociedades
que pertenecen a esta especie, sino que se deben considerar en la fase correspondiente de su
evolución.

En relación con el tipo normal, un hecho debe ser encontrado útil o necesario para que se le
pueda calificar a él mismo de normal. Pero si bien todo lo que es normal es útil, no todo lo que es
útil es normal. En cuanto a esto, Durkheim utiliza el ejemplo del enfermo al que es útil el remedio,
pues aunque podría considerarse como un fenómeno normal, es evidentemente anormal; sólo
tiene utilidad en circunstancias anormales.

Una vez que ha sido contrastada la generalidad del fenómeno, se pueden confirmar los resultados
del primer método haciendo ver de qué forma es útil. Durkheim establece, entonces, tres reglas:

"1º. Un hecho social es normal para un tipo social determinado, considerado en una determinada
fase de su desarrollo, cuando se produce en el término medio de las sociedades de ese tipo,
consideradas en la fase correspondiente de su evolución.

2º. Los resultados del método precedente se pueden verificar haciendo ver que la generalidad del
fenómeno depende de las condiciones generales de la vida colectiva en el tipo social considerado.

3º. Es necesario efectuar esta verificación, cuando ese hecho se refiere a una especie social que
aún no ha terminado la totalidad de su evolución".

El problema del crimen:

Si hay un hecho cuyo carácter patológico parece indiscutible es el crimen. Al menos si la tasa de
criminalidad tendiera a disminuir a medida que las sociedades pasan de los tipos inferiores a los
más elevados, se podría creer que, sin dejar de ser un fenómeno natural, el crimen tendía a perder
ese carácter; pero no tenemos ninguna razón que nos permita creer en la realidad de tal agresión.

Hacer del crimen una enfermedad social equivaldría a admitir que la enfermedad no es accidental,
Puede suceder que el crimen mismo presente formas anormales: es lo que sucede, por ejemplo,
cuando alcanza una tasa exageradamente alta. Es indudable que este exceso es de naturaleza
mórbida. Lo que es normal es que haya criminalidad, siempre y cuando éste alcance, sin
superarlo, un cierto nivel para cada tipo social.

Clasificar el crimen entre los fenómenos de sociología normal no es solamente decir que es un
fenómeno inevitable, aunque lamentable, debido a la incorregible maldad humana; es afirmar que
es uno de los factores que determinan la salud pública, la cual es parte integrante de toda
sociedad sana. Aun en el caso de que esta condición pudiera cumplirse efectivamente, no por ello
desaparecería el crimen, sino que cambiaría de forma, pues la propia causa que haría que se
secasen las fuentes de la criminalidad, haría que brotasen inmediatamente otras nuevas.

Para Emile Durkheim la conducta delincuente es interpretada como una respuesta "normal" ante
un ambiente "malo". El factor desencadenante de las conductas delictivas es la misma sociedad.
Es decir que, para acabar con la delincuencia y la criminalidad hay que hacer una reforma social
profunda del entorno. La teoría sociológica parte de que el delincuente se hace y no "nace"; los
rasgos constitutivos no son heredados. Todos los ciudadanos pueden ser delincuentes sangrientos
o personas ejemplares. Los delincuentes, por tanto, son miembros sanos que crecen en una
comunidad enferma, en una comunidad donde el estilo de vida delictivo es más accesible y se
aprende con más facilidad que las normas de convivencia éticas y sociales.

Pero el teórico plantea que el crimen es necesario; está en relación con las condiciones
fundamentales de la vida social y, por esa misma razón, es útil; pues tales condiciones de las que
es inseparable, son indispensables para la normal evolución de la moral y el derecho.

Hoy en día ya no es posible poner en duda no sólo que el derecho y la moral varían de un tipo
social a otro, sino también que en un mismo tipo cambian si se modifican las condiciones de la
existencia colectiva.

El criminal ya no aparece como un ser radicalmente asocial, como una especie de parásito o de
cuerpo extraño o inadmisible introducido en el seno de la sociedad; es un agente regular de la vida
social.

Durkheim plantea que "si el crimen es una enfermedad, el castigo sería el remedio de esta
enfermedad y no puede ser concebido de otro modo; de este modo todas las discusiones a que da
lugar versan sobre el problema de saber cómo debe ser a fin de desempeñar su papel de remedio"

Paralelo con la División del Trabajo Social.

Además esta diferenciación entre dos clases de fenómenos podemos observarla en la obra de
Durkheim “la división del trabajo social”. En esta obra se visualiza que:
Por un lado, encontramos la división del trabajo normal, representada en la sociedad orgánica
donde cada individuo trabaja acorde a sus capacidades y aptitudes, complementándose las
distintas actividades y logrando así la cohesión social.
Por el otro lado, encontramos formas patológicas: la división del trabajo anémica (en la cual la
sociedad evoluciona más rápido que el soporte normativo, es decir, hay faltas de normas
adecuadas para regular los vínculos de la nueva diferenciación social); la división del trabajo
coactiva o forzada (donde cada individuo realiza actividades que no se corresponden con sus
capacidades) y la división del trabajo débil (poco desarrollada en relación a su capacidad de
evolución)

CLASES: Distinción entre lo normal y lo patológico: Todo fenómeno sociológico reviste formas
distintas. Unos son generales por su extensión y otros excepcionales.

Un hecho social es normal para un tipo social determinado, considerado en una determinada fase
de su desarrollo, cuando se produce en el término medio de las sociedades de ese tipo,
considerándolas en la fase correspondiente a su evolución.

Dependiendo la sociedad de la que estemos hablando, va a variar la normalidad o anormalidad de


un hecho.

El crimen se observa en todas las sociedades, por lo tanto es normal. Puede ser que se presente en
formas anormales: tasa exageradamente alta.

Algo interesante:

¿Permite la ciencia esta distinción entre lo denominado normal y lo patológico? En realidad a la


ciencia le interesa conocer y no juzgar los hechos. Las cuestiones de valor van más allá del trabajo
científico. Las cuestiones de la medicina relativas a la determinación de las enfermedades, sus
consecuencias mortales y demás resultan impracticables en el ámbito de la sociología, donde las
formas patológicas son demasiado variables, por ello hay que tener criterios para determinar que
es una forma general y que una patológica:

1. FORMAS GENERALES: son comunes a toda la extensión de la especie, o al menos a la mayoría


manifestándose incluso variaciones pero de poca monta. Son normales en una especie social
determinada (en un tipo de sociedad en una fase de su desarrollo), es decir que la generalidad
tiene que ver con esos dos aspectos; el relativo al tipo de sociedad y también el relativo al
contexto dentro de ese tipo social, que tiene que ver con la fase de la evolución en que se
encuentra, ya que algo puede ser normal en un momento de la evolución y patológico en otro.

2. FORMAS PATOLOGICAS: son patológicas, enfermas, anormales en el mismo contexto de


observación; no tienen generalidad, no son conformes con las pautas generales.
Es importante controlar los resultados luego de comprobada la generalidad de un hecho, verificar
haciendo ver que el fenómeno depende de las condiciones generales de la vida colectiva; esto es,
ver cuáles fueron las condiciones que han determinado una forma de actuar en el pasado y tratar
de comprobar la subsistencia en el presente. En caso de subsistencia la forma aparece como
normal.

Todo esto es un complejo procedimiento de determinación ya que los hechos son complejos y
mutables, por lo tanto el sociólogo debe ser muy precavido. Un supuesto es el relativo al crimen,
fenómeno que aparece como normal en todo el desarrollo de la sociedad industrial y que no ha
tenido tendencia a disminuir. Seria anormal un exagerado aumento en un determinado contexto
de las tasas de criminalidad. Pero es un fenómeno general, ya que aparece como imposible la
concepción de una sociedad librada del crimen, dado que requeriría una conciencia común exacta,
una mayor intensidad de los sentimientos encontrados. Incluso aparece como un fenómeno útil
para la evolución de la moral y el derecho. Ha determinado la evolución de lo determinado como
crimen (por ejemplo en relación al libre pensamiento o la libertad de expresión, que antes
constituían delitos) así como también para reforzar los sentimientos colectivos. El criminal
entonces aparece como un agente regular de la vida social, sometido a las reglas penales que
buscan un respeto a un formalismo lógico.

CAP IV. REGLAS RELATIVAS A LA CONSTITUCION DE LOS TIPOS SOCIALES:

Para evitar caer en los equívocos de los historiadores y los filósofos, Durkheim propone partir de la
consideración de las sociedades más simples y elementales como el clan o la tribu, entendiendo
por simple como “aquella completa ausencia de partes”, para luego proceder a comparar una
sociedad con otra. Con ello, se pueden los tipos de sociedades humanas que existen con sus
infinitas combinaciones.

La noción de la especie social presenta la ventaja de proporcionar un término medio entre las dos
concepciones colectivas que han dividido el pensamiento por mucho tiempo: el nominalismo de
los historiadores, y el realismo radical de los filósofos; para el primero, las sociedades constituyen
individualidades heterogéneas, incompatibles entre sí, para el segundo, todos los grupos sociales,
no son otra cosa que combinaciones contingentes y provisionales sin realidad propia.

Es por haber ignorado la existencia de las especies sociales, por lo que Comte creyó que podía
representar el progreso de las sociedades humanas, en referencia a un único pueblo, desde el cual
los otros diferirían solamente en grados, más o menos perfectos. De este modo el desarrollo
histórico pierde la unidad real y simplista que se le atribuía: se fragmenta en una infinidad de
ramales que es imposible unir de un modo continuo.

I.

¿Qué hay que hacer para constituir estas especies sociales?

Al parecer, no habría otro modo de proceder que el estudiar cada sociedad en particular,
elaborando una descripción tan exacta como sea posible, comparándolas luego para ver en qué
concuerdan y en qué difieren, clasificando a los pueblos de acuerdo a estas conclusiones. El único
medio sería el de la observación.

La crítica que hace Durkheim, es que en la observación se perdería un sesgo de objetividad y


precisión, pues entre más numerosos sean los caracteres que sirvan para la base de la
clasificación, más difícil será que las diferentes maneras como se combinan los casos particulares
presenten semejanzas o diferencias lo bastante marcadas como para permitir la constitución de
grupos o subgrupos definidos. A través de este método, el trabajo científico es eterno. Una
clasificación debe tener por objeto acortar el trabajo científico y simplificarlo, sustituyendo la
multiplicidad indefinida por un número de tipos.

Es por esto que señala que la investigación debe estar centrada no en todos los casos individuales,
sino más bien en un pequeño número representativo de ellos, cuidadosamente elegidos. En estas
condiciones, las conclusiones no sólo servirán para poner un poco de orden a los conocimientos ya
establecidos, sino que permitirán la obtención de nuevos conocimientos. Así pues, para la
clasificación se deben definir caracteres particulares esenciales.

Sabemos que las sociedades se componen de partes añadidas unas a otras, y que estas partes
constitutivas son sociedades más simples que ellas. Así pues, si conocemos la sociedad más simple
que ha existido nunca, para elaborar la clasificación que se busca, sería necesario sólo seguir el
modo como se juntan dos sociedades simples de ese tipo y el modo como los compuestos se unen
entre sí a su vez.

II.

“Hemos visto, que la evolución social empieza por pequeños agregados simples; que progresa por
medio de la unión de algunos de sus agregados formando agregados más grandes, y que, después
de haberse consolidado, esos grupos se unen con otros semejantes a ellos, dando lugar a
agregados aún mayores. Nuestra clasificación debe pues comenzar por sociedades del primer tipo,
es decir, del tipo más simple” – Spencer, Sociología II.

El término simplicidad sólo tiene sentido si significa una completa ausencia de partes. Por sociedad
simple hay que entender, pues, toda sociedad que no encierra otras más simples que ella, que no
sólo está reducida a un segmento único, sino que además no presenta rastro alguno de una
segmentación anterior. Esto lo reduce al término de “horda”. Una vez teniendo claro este
concepto, se tiene el punto de apoyo necesario para construir la escala de los tipos sociales.

Existe un presupuesto de que cada tipo superior esta formado por una repetición de las
sociedades de un mismo tipo, pero es posible que sociedades de especies diferentes, situadas a
diferente altura en el árbol genealógico de los tipos sociales se agrupen y formen una nueva
especie. Sin embargo, es probable que, en general, la distancia entre las sociedades que integren
el compuesto no debe ser muy grande, pues de otro modo no podría existir entre ellas ninguna
comunidad moral.

III.
Un determinado elemento no puede combinarse consigo mismo y a su vez los componentes que
resultan de esta primera combinación, no pueden combinarse entre sí más que según un limitado
número de formas. La gama de las combinaciones es por tanto, finita, y por consiguiente, deberán
repetirse al menos la mayor parte de ellas. Es por esta razón que existen las especies sociales.

Así, hay especies sociales por la misma razón que hace que haya especies en biología. Éstas son
debidas al hecho de que los organismos no son sino diferentes combinaciones de una unidad
autonómica. Lo que diferencia a las especies sociales de las biológicas, es el carácter hereditario,
que en los segundos, mantendría idénticos los rasgos propios por el factor genético, y en los
primeros estos contornos no serían tan definidos como en biología, sino más bien variables y
modificables, por acción de las circunstancias.

CLASES: la clasificación debe tener por objeto, ante todo, acortar el trabajo científico sustituyendo
la multiplicidad indefinida de los casos individuales por un número reducido de tipos.

No solo servirá para poner un poco de orden en conocimientos ya establecidos, sino que permitirá
obtener nuevos conocimientos.

CAP V: REGLAS RELATIVAS A LAS EXPLICACIONES DE LOS HECHOS SOCIALES.

Durkheim propone escapar a las explicaciones psicológicas – aquella contenida en los “estados de
conciencia individuales”- y encontrar la explicación de un hecho social en otro hecho social que le
precedió.

Durkheim hace la crítica a los sociólogos que han descrito fenómenos sociales a partir de su
función. El autor sostiene que una función no define al fenómeno. Hay fenómenos sociales que
carecen de función como hay otros que la cambian en el tiempo sin alterar su naturaleza. Las
causas de un fenómeno son independientes de su finalidad.

Durkheim afirma que cuando se quiere explicar un fenómeno social hay que buscar por separado y
en este mismo orden: la causa eficiente que lo produce y la función que desempeña.

Autores conciben los fenómenos sociales como abstractos aunque tal concepción también sería
equivocada pues a ejemplo del autor por más que queramos devolver a un gobierno la autoridad
necesaria no nos bastaría con sentir la necesidad de hacerlo sino que hay que hay que dirigirse a
las fuentes de las que deriva la autoridad: tradición, espíritu en común, etc.

También hay autores que asignan tendencias de los fenómenos que justificarían su origen. De ese
modo, la división del trabajo, por ejemplo, se habría originado ya que en un medio adverso, existe
en el hombre la tendencia de la supervivencia. Durkheim niega esta concepción ya que para él, las
tendencias sólo tienen influencia mientras estén presentes las condiciones del fenómeno.

Otro tipo de método que han seguido los Sociólogos es el psicológico. Para ellos se ha de entender
la sociedad como un sistema constituido por conciencias individuales. La sociología, por tanto, sólo
debería ocuparse a establecer leyes más generales de la Psicología.
Crítica de Durkheim: PERO, si la vida social fuera una extensión de la vida
individual el individuo no se vería invadido por autoridades externas, por ejemplo.
Los fenómenos sociales tienen su característica esencial en el poder que ejercen
desde fuera en las conciencias individuales.

Un todo, para el autor, no es igual a la suma de sus partes, sino algo mayor. Por lo tanto no
podemos entender lo social como suma de la parte psíquica de cada individuo.

Estas conciencias asociadas y combinadas forman la vida social y aquí se debe buscar una
explicación. Esta fusión da a lugar a la conciencia colectiva que es distinta de las individuales.

De esta forma no se podría decir que el origen de lo social esté en la naturaleza psicológica ya que
hay mucho que no nace del propio individuo y al que es obligado a adherir (como los deberes y
normas).

Se llega a la primicia: “La causa determinante de un hecho social debe ser buscada en los hechos
sociales precedentes, y no en los estados de conciencia individual. Eso se aplica tanto a la
determinación de la causa como a la de función.

“Aunque la vida colectiva no se deriva de la vida individual, una y otra están en estrecha relación:
aunque la segunda no puede explicar la primera, al menos puede facilitar la comprensión de la
misma”

Los fenómenos psíquicos sólo pueden tener consecuencias sociales cuando tienen una relación tan
estrecha con ciertos fenómenos sociales que la acción de ambos es necesariamente indisociable.
Ejemplo: un funcionario es una fuerza social, pero al mismo tiempo un individuo.

Como el conjunto determinado que forman por su unión los elementos de todo género que entran
en la composición de una sociedad constituye su medio interno, podremos decir: el origen
primero de todo proceso social de alguna importancia debe ser buscado en la constitución del
medio social interno.

Los elementos del medio son de dos clases:

Las cosas más objetos materiales incorporados a la sociedad, los productos de la actividad
artística anterior, el derecho, las costumbres establecidas, los monumentos literarios y
artísticos, etc. Los supuestos impulsos que determinarían los fenómenos sociales no
pueden provenir de éstos.
Las personas.
Hay factores que podrían contribuir a ejercer acción sobre el curso de los fenómenos sociales:
volumen de la sociedad y el grado de concentración de la masa (densidad dinámica) que abarca
tanto unión material como moral.

Sin embargo ello no significa que tenga que haber un hecho último en la sociedad o que ésta se
encamine hacia un fin. El estado en que se encuentra una sociedad depende de las causas sociales,
algunas inherentes a cada sociedad, y otras a las acciones y reacciones que se intercambian entre
esa sociedad y las que le rodean.

Hay que tener en cuenta de que los acontecimientos actuales de cada sociedad derivan de otros
anteriores, pero las etapas que recorre la humanidad no se engendran unas de otras. De ser así las
sociedades actuales serían una proyección de las pasadas.

Sobre las concepciones de la sociedad y la vida colectiva existen dos concepciones opuestas.

Autores como Hobbes y Rousseau sostienen que el hombre es “naturalmente refractario a la vida
en sociedad” y sólo se resigna a vivir cuando se le fuerza a hacerlo. Por lo tanto, para lograr que el
individuo persiga fines sociales es necesario ejercer sobre el la coerción. Así la sociedad, que
somete al individuo, sólo puede ser considerada como artificial pues no tiene su fundamento en la
naturaleza y es creada por el hombre.

Para otros autores, entre ellos Spencer, la vida social es completamente espontánea y natural ya
que encontraría su fundamento en el individuo. Según esto el hombre tendría inclinación natural
por la política, doméstica o religiosa. Y es de estas inclinaciones naturales de dónde derivaría la
organización social. No necesita fuerza coercitiva a excepción de circunstancias anormales.

Para Durkheim, la coerción es un rasgo característico de cada sociedad. Se debe al hecho de que el
individuo se encuentra ante una fuerza le domina y ante la cual se inclina. Esta fuerza natural no se
deriva de la voluntad humana sino que nace de la misma realidad: es producto de causas ya dadas.
Para que el individuo se someta a esto basta con que tome conciencia de su dependencia e
inferioridad natural. Sostiene también que la vida social es natural porque deriva directamente del
ser colectivo que es por sí mismo una naturaleza sui generis3.

Al igual que los primeros autores, Durkheim ve la vida social que se presenta en forma de coerción
y admitiendo de los segundos autores que es producto espontáneo de la realidad. Una realidad
que es superior a los individuos.

Estas reglas otorgan a la sociología un espíritu de disciplina en la investigación que le permitirá


realizarse junto con la razón y la verdad.

CLASES: Sobre la explicación de los hechos sociales: mostrar para que sirve un hecho no equivale a
explicar cómo ha surgido, no por qué es como es. Función no es lo mismo que causa. Función es
más fácil de explicar pero la función no explica la causa.

Función= Para qué / Causa: Por qué


Cuando se requiere explicar un fenómeno social hay que buscar por separado la causa eficiente
que lo produce y la función que desempeña. Es natural que tratemos de buscar cual es la causa de
un fenómeno antes de intentar determinar los efectos que produce.

La causa determinante de un hecho social debe ser buscada en hechos sociales precedentes y no
en estados de conciencias individuales.

Ningún hecho individual puede ser causa de un hecho social.

Científico debe encontrar explicación de carácter colectivo y no conformarse con una explicación
de carácter individual.

La función del hecho social debe ser buscada siempre en la relación que mantiene con algún fin
social.

Causa es siempre anterior mientras que función es siempre posterior.

CAP VI: REGLAS RELATIVAS A LA ADMINISTRACION DE LA PRUEBA:

La forma de demostrar que un fenómeno causa otro es mediante el método comparativo. “A un


mismo efecto siempre corresponde una misma causa”. Allí Durkheim consagrar el método de las
“variaciones concomitantes”. Este método parte de la construcción de series de hechos (“series de
variaciones regularmente constituidas”) que deben ser examinadas en los términos de las posibles
variaciones que puedan producirse en ellas. Se debe, en consecuencia, “…seguir su desarrollo
integral a través de todas las especiales sociales”.

El método experimental para probar las tesis científicos sociales es suficiente y refiere a la
producción artificial para ser observada por el científico (queda a juicio de este). Pero existen
situaciones que no pueden probarse por este método que no resulta factible, y por ello aparece
como alternativa preferible el método comparativo que implica echar mano a la experiencia
indirecta (es decir, aproximar los hechos sociales tal y como se presentan objetivamente en la
realidad con el objeto de establecer un cotejo entre los caracteres de los mismos que permite
probar fehacientemente los caracteres diferenciales de los mismos.

El método comparativo es el método de prueba de la sociología (las variaciones concomitantes


constituyen un instrumento por excelencia para las investigaciones sociológicas, consistentes en
comparar series continuas y amplias de variaciones y no variaciones aislados).

CLASES: El método comparativo o experimentación indirecta es el método de prueba de la


sociología.

Las variaciones concomitantes constituyen el instrumento por excelencia para la investigación en


sociología; es necesario comparar series continuas y amplias de variaciones y no variaciones
asiladas.
Experimentación indirecta es que por ejemplo no voy a los barrios para ver cuanta pobreza hay
sino que me siento en mi escritorio y estudio estadística.

CARACTERES DEL METODO

1. ES DISTINTO DEL METODO DE LA PSICOLOGIA (Porque le interesan las totalidades sociales.


La sociología es autónoma).
2. El método es independiente de toda filosofía, la sociología debe emanciparse y
contentarse con ser sociología y nada más.
3. El método postula el objetivismo ya que está dominado por la idea de que los hechos
sociales son cosas y por ende, deben ser tratados como tales
4. El método debe ser exclusivamente sociológico, ya que un hecho social puede ser
explicado únicamente por otro hecho social.

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