Capítulo 33 Al 35

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Capítulo 33: “Ni serán arrancadas sus estacas”

Este capítulo trata de la apostasía, la violencia y la perfidia que precederán la


Segunda Venida. Los justos en Sión orarán para que el Señor los proteja durante
estos tiempos. Cuando el Señor venga en Su gloria los impíos serán destruidos
con fuego devorador. A pesar de la tribulación, Sión y sus estacas nunca serán
removidas y el Señor reinará como Legislador, Juez y Rey.

La tierra es aquí el elemento de principal importancia. Leamos el versículo 1 de


este capítulo 33 de Isaías, que nos lleva a considerar la:
Oración del remanente por liberación
"¡Ay de ti, que saqueas y nunca fuiste saqueado; que haces traición, aunque nadie
contra ti la ha hecho! Cuando acabes de saquear, serás tú saqueado; y cuando
acabes de cometer deslealtad, se cometerá contra ti."
Ésta fue la manera en que Isaías expresó los grandes principios espirituales, que
Dios estableció desde el momento en que el hombre pecó. Están bien definidos en
Gálatas 6:7, que dice: "No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo
que el hombre siembre, eso también segará".
El que causó todo este daño mencionado en el versículo 1, fue Senaquerib, que
vino contra Jerusalén durante el reino de Ezequías
Ésta también es una figura del día final de la consumación, después que Dios
haya reunido nuevamente al Imperio Romano restaurado, y el anticristo destruya
otra vez la tierra de Israel. Dios se ocupará de él en la Segunda Venida de Cristo.
el versículo 2
"Señor, ten misericordia de nosotros, que en ti hemos esperado. Se nuestra
fortaleza cada mañana, sé también nuestra salvación en el tiempo de la
tribulación."
Ésta sería la oración del remanente fiel en aquel tiempo, y en el futuro.
Los versículos 7 y 8, exponen:
Un clamor lastimero de los embajadores que fallaron
"He aquí que sus embajadores darán voces afuera; los mensajeros de paz llorarán
amargamente. Las calzadas están deshechas, cesaron los caminantes; ha
anulado el pacto, aborreció las ciudades, tuvo en nada a los hombres."
Alguien podría pensar que hoy hemos aprendido una lección, pero lastimosamente
no es así, porque mientras unos buscan la paz otro quieren guerra
El versículo 13, que comienza a hablarnos sobre la:
Petición para que todos consideren las relaciones con Dios
"Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros, los que estáis cerca,
conoced mi poder."
Aquí se considera a dos grupos de personas: "los que estéis lejos" son los no
judíos, y "los que estáis cerca" constituyen el pueblo de Israel. Éste es un llamado
para reconocer a Dios.
El versículo 14
"Los pecadores se asombraron en Sión y el espanto sobrecogió a los hipócritas:
¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros
habitará con las llamas eternas?"
"Los pecadores de Sión" son aquellos de Israel que no eran verdaderos israelitas.
Había israelitas impíos, es decir, sin una relación espiritual con Dios, así como
había y hay no judíos que no tienen una relación con Dios.
Aquí "el fuego consumidor" no se refiere al lago de fuego que se menciona en
Apocalipsis, sino al hecho de que nuestro Dios es fuego consumidor (ver Hebreos
12:29). Él es un Dios santo, y tiene la intención de juzgar en aquel día.

los versículos 20 y 21, constituye la Alabanza a Dios por la liberación final


"Mira a Sión, ciudad de nuestras fiestas solemnes. Tus ojos verán a Jerusalén,
morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus
estacas ni ninguna de sus cuerdas será rota. Porque ciertamente allí será el Señor
poderoso para con nosotros. Y será un lugar de ríos y canales muy anchos, por el
cual no navegará galera de remos ni pasará nave poderosa."
Babilonia podía jactarse del río Éufrates; Asiria podía jactarse del Tigris; y Egipto
podía enorgullecerse del Nilo, pero Jerusalén era una ciudad rodeada de tierra
que no tenía río ni puerto. Sin embargo el profeta Zacarías pronunció una profecía
sorprendente que nos lleva a creer que Dios proveerá un puerto para Israel
durante el Reino (ver Zacarías 14:4-8). Creemos que el terremoto que él describió
abrirá un valle profundo hacia el Mar Mediterráneo, y Jerusalén será un puerto de
mar durante la época del Reino.
El cumplimiento literal de la profecía también tiene una aplicación espiritual. Dice
el versículo 21 que "El Señor poderoso. . . será un lugar de ríos y canales muy
anchos". El Señor mismo será la fuente de la defensa y bendición de Israel.
El versículo 24, dice:
"No dirá el morador: Estoy enfermo. Al pueblo que more en ella, le será perdonada
la iniquidad."
Aquí tenemos un futuro glorioso previsto para Jerusalén. El ojo de la fe mira más
allá de las circunstancias difíciles inmediatas, hacia la perspectiva gloriosa del
futuro. Ése será el día en que el Rey estará en Jerusalén. El príncipe de Paz
traerá entonces paz a la tierra.

Capítulo 34: “Y sus muertos serán arrojados, y de sus cadáveres se


levantará hedor”
El Capítulo 34 describe la destrucción apocalíptica precedente de la Segunda
Venida del Señor que acontecerá a las naciones de la tierra que se opongan al
Señor y Su pueblo. Los ejércitos del mundo serían destruidos, el hedor de los
cadáveres de los muertos se alzará de la tierra, y los montes se desmoronarán
con su sangre. Las naciones que se opusieron a Sión y su establecimiento serán
inhabitadas, y solamente los animales silvestres permanecerán para heredar la
tierra.
en este. Dios llamó sólo a las naciones de la tierra para que fueran testigos de su
juicio final sobre las naciones.

Observemos cuidadosamente las palabras que han sido seleccionadas para


describir ese juicio: indignado, destruirá, entregará al matadero. Son las
expresiones más fuertes que se podían haber utilizado.
Este juicio será universal, y severo. No será solamente un tiempo de angustia
para Jacob (como dijo Jeremías 30:7) sino que será también el tiempo del
sufrimiento de la tierra. Y nuestro Señor habló acerca de este período como una
época de sufrimiento sin paralelo con otra en toda la historia del mundo.
Las trompetas, los sellos, y las copas que se mencionan en el libro de
Apocalipsis, todos intensifican y confirman este sufrimiento.
El versículo 3 dice
"Los muertos de ellas serán arrojados, de sus cadáveres subirá el hedor y los
montes se disolverán con la sangre de ellos."
Creemos que éste es uno de los versículos más terribles que tenemos en la Biblia,
por la imagen repulsiva que presenta. No podemos imaginarnos una escena peor
que ésta. Confirma lo que el Señor Jesucristo dijo cuando estaba en esta tierra y
lo que el libro de Apocalipsis enseña sobre el juicio que se aproxima sobre la tierra
Edom, representando a todos los enemigos de Dios
"Porque en los cielos se embriagará mi espada; descenderá sobre Edom para
juicio, y sobre el pueblo de mi maldición."
Aquí se habla de la espada de Dios en el cielo, y es un detalle importante a tener
en cuenta. Cuando una persona toma la espada en sus manos, es con un
propósito de venganza, o por algún otro motivo. Pero cuando Dios la toma, es
para traer justicia sobre esta tierra. La espada de Dios en el cielo está lista para
ser usada para juicio.
Aquí se menciona a Edom, y Edom es Esaú, y Esaú representa la carne, es decir,
la naturaleza humana controlada por las pasiones. Esaú representa a toda la
humanidad que estaba en Adán, que desciende de Adán, que está en rebelión
contra Dios y contra Su
Aquí se menciona a Edom, y Edom es Esaú, y Esaú representa la carne, es decir,
la naturaleza humana controlada por las pasiones
Esaú representa a toda la humanidad que estaba en Adán, que desciende de
Adán, que está en rebelión contra Dios y contra Su pueblo.
Dios dijo en romanos 9:13: "A Jacob amé, más a Esaú aborrecí", Dios juzgará a
Edom, porque ese pueblo está contra Dios, contra Su pueblo, contra Su Palabra, y
contra todo lo que es bueno y justo.

leamos ahora el versículo 8, de este capítulo 34 de Isaías, que nos habla sobre:
La intención del Señor
"Porque es día de venganza del Señor, año de retribuciones en el pleito de Sión."
Éste es el Día de la venganza del Señor. Veremos este tema nuevamente en el
capítulo 63:1-6 de Isaías.
Y uno no puede hacer nada para detenerlo, así como no puede detener la caída
de agua de una catarata. Es totalmente imposible. Dios dijo que los asuntos de
esta tierra tenían que ser corregidos.
Y para corregirlos, Él tiene que reprimir el mal y al hombre rebelde que habita en
este mundo. Muchas personas no se inclinarán ante Dios; pero, ya que éste es el
universo de Dios, ¿a dónde irán? Él sólo tiene un lugar para ellos, que se llama
infierno. Ahora, usted puede tener su propia idea al respecto, pero indudablemente
será muchísimo peor que un lugar de fuego literal.
La Palabra de Dios es inviolable y el Señor Jesucristo dijo, en Mateo 5:18, "ni la
letra más pequeña ni una tilde pasará de la Ley, hasta que todo se haya
cumplido".
Capítulo 35: “El yermo se regocijará y florecerá como la rosa”

Al llegar a este capítulo damos gracias a Dios porque la batalla de Armagedón no


va a ser el final de todas las cosas.
Este capítulo 35 es una joya poética que describe las bendiciones del milenio, una
imagen del Reino. Hay un elevado sentido de justicia poética en este capítulo, que
concluye esta sección sobre el juicio. Los fuegos del juicio ya se han apagado, la
espada de justicia ha sido envainada. La noche de los problemas de este mundo
ha llegado a su fin, y la mañana de las delicias del Reino ha llegado.
Esta sección concluye con en el tema sublime de la paz, después de haber
pasado a través del sufrimiento a la paz, de la noche a la mañana, del juicio a la
salvación, y de las lágrimas a la alegría de la mañana.
La calma de este capítulo está en contraste con las tormentas de los juicios del
capítulo anterior, e incluso de los capítulos que lo precedieron.
Podemos decir, como el escritor del Cantar de los Cantares en 2:11 y 12: "Ya ha
pasado el invierno. . . y han brotado las flores en la tierra".

Comenzamos con el párrafo que afirma que:


La tierra material será restaurada
Se nos dice que los desiertos de este mundo en la actualidad están aumentando
su extensión, en vez de disminuir. Se está produciendo una desertización del
planeta en diversas áreas. Las sequías y la erosión del suelo están apresurando el
proceso. Y la contaminación ambiental está llenando esta tierra.
Todo este panorama de desolación, este proceso irreversible en la actualidad, será
invertido en el reino milenario.
Toda la contaminación ambiental será quitada, y también será removida la
maldición del pecado.
La conocida y hermosa frase "el desierto. . . florecerá como la rosa" es una
adecuada y feliz imagen del futuro de la tierra.
El apóstol Pablo nos dijo en su epístola a los Romanos 8:22, que toda la creación
todavía gime, como si tuviera dolores de parto, mientras que en el reino, toda la
creación se alegrará.
El segundo párrafo afirma que:
Los seres humanos serán renovados
Es decir, que los cuerpos de los hombres serán renovados, así como la parte
psicológica del hombre.
En medio de las tormentas de juicio, el pueblo de Dios podrá alegrarse porque
ellos saben que Dios vendrá y los salvará.
La iglesia tiene además la alegría y esperanza añadidas de que nunca
experimentará ese período de la Gran Tribulación.
Las enfermedades, dolencias físicas y todas las aflicciones son el resultado del
pecado del hombre. Todas éstas serán quitadas en el Reino.

Último párrafo, declara que:


Los miembros de la familia de Dios regresarán a Sión
Y aquí vemos el espíritu de la tierra, es decir, que el hombre será renovado
espiritualmente.
Esta escena no sólo incluye a Israel sino que incluirá también a los redimidos que
entren en el Reino sobre la tierra. En Zacarías 14:16-17 leemos: "Todos los que
sobrevivan de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año
para adorar al Rey, al Señor de los ejércitos, y para celebrar la fiesta de los
Tabernáculos. Y acontecerá que si alguna familia de la tierra no sube a Jerusalén
para adorar al Rey, al Señor de los ejércitos, no habrá lluvia para ellos".

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