CAPITULO 3 - Modelos de Extrusion en Abaqus
CAPITULO 3 - Modelos de Extrusion en Abaqus
CAPITULO 3 - Modelos de Extrusion en Abaqus
El objeto del trabajo es el estudio general de las cimentaciones por pilotes para puentes de
ferrocarril de alta velocidad, mediante un análisis de una cimentación tipo.
Un encepado cuadrado de 6.5 x 6.5 metros cuadrados y 2 metros de canto. Del encepado
salen 4 pilotes cilíndricos de 1.5 metros de diámetro, de longitud 15 metros, el centro de la
circunferencia del pilote dista 1 metro de los lados de encepado.
El objetivo principal de este trabajo es analizar cómo varía la respuesta del sistema según
la porción de terreno circundante a la cimentación que se incluya en el modelo.
Los modelos usados en este análisis para el suelo son muy simples. Se modela que el
terreno se comporta como una porción de material elástico lineal, lo cual para las
tensiones inducidas por el paso del ferrocarril es bastante exacto, y que las propiedades
de cada estrato son homogéneas en todas las direcciones.
La cantidad de terreno es el parámetro que más interesa estudiar, para visualizar cómo
varía la respuesta del sistema en función de él. Primeramente, se analizarán cuatro
situaciones distintas, modelándose una zona de terreno correspondiente a un encepado
Análisis de la influencia de los parámetros del modelo de elementos finitos en la simulación
de la respuesta de una cimentación por pilotes en viaducto para trenes de alta velocidad 15
(6.5 metros) de distancia a cada lado desde los bordes del encepado hasta el contorno del
modelo (es decir, una sección de 19.5 x 19.5 metros cuadrados con una profundidad de
23.5 metros), luego dos (32.5 x 32.5 metros cuadrados y una profundidad de 30 metros),
tres (45.5 x 45.5 metros cuadrados, 36.5 metros) y hasta cuatro veces la longitud del
encepado (58.5 x 58.5 metros cuadrados, 43 metros). Durante el desarrollo del trabajo se
presentará la necesidad de crear otros modelos ad hoc para comprobar algunas
suposiciones que se vayan proponiendo en función de los resultados obtenidos.
Se estudiará la respuesta del sistema ante dos tipos de impulso, ambos tipo rampa:
El segundo modela un eje del tren pasando a alta velocidad sobre el puente:
∫ ∫ (3-1)
Todos los componentes del sistema se discretizan usando elementos tipo sólido.
Hay que destacar que no en todo el dominio se requiere la misma precisión, por lo que se
puede considerar que el tamaño de los elementos que discretizan el terreno vayan
cambiando de tamaño. También hay que considerar la importancia de que la malla pueda
modelar correctamente la onda.
Para analizar qué tamaño mínimo de elemento aporta resultados lo bastante precisos en
primer lugar se realizarán tres simulaciones en orden a decidir qué tamaño de elemento es
el más adecuado, se probaran L=50 centímetros, L=40 centímetros y L=30 centímetros.
La interfaz de ABAQUS está dividida en módulos [17], en cada uno de los cuales se
encuentran las herramientas necesarias para definir algún aspecto concreto del sistema:
crear la geometría del modelo, asignar propiedades a los materiales, definir las cargas, etc.
El programa ABAQUS no discrimina unidades, es el usuario el que debe definir una base
dimensional congruente con la que trabajar, y debe ceñirse a este sistema a la hora de
introducir las propiedades físicas del modelo y a la hora de interpretar los resultados que
ofrece el programa. En este caso, al ser el problema que se va a abordar un problema
[ ] [ ][ ]
Se explican sucintamente los pasos dados y las opciones elegidas durante el proceso de
construcción del modelo. Cada sección empieza con el nombre del modulo
correspondiente.
3.2.1. Parts
En este módulo se define la geometría del sistema. Aunque ABAQUS presenta unas
herramientas simples que permiten crear la geometría deseada, al no ser el objetivo de
este programa el diseño, no son muy versátiles. Se ha preferido usar la posibilidad de
importar la geometría creada con CATIA v5, ya que se ahorra tiempo, se mejora la
precisión, y permite realizar modificaciones rápidamente, lo que es muy útil a la hora de
realizar estudios paramétricos.
Se ha creado un “Part” para los pilotes y ocho para el terreno: cuatro para el primer
estrato y otros cuatro para el segundo, cada uno de los cuatro corresponde a una de las
distintas secciones de terreno que vamos a modelar. Posteriormente, a medida que se
decidan nuevos análisis se generarán más modelos.
Para cada uno de los tamaños de terreno se creará un “Product” en el que se incluyen
pilotes, estrato blando y estrato duro correspondientes, debidamente ensamblados.
Importando directamente este “Product” obtenemos en ABAQUS las distintas partes del
modelo colocadas en las posiciones relativas que han de ocupar.
3.2.2. Property:
3.2.3. Assembly
En este modulo se crea un “Instance” de cada “Part” (un “instance” es s lo una copia del
“part” sobre el que se van a realizar ciertas operaciones, por ejemplo mallar, se crean para
poder mantener el “part” original sin alterar, por si se quisiera crear un nuevo elemento
con la misma geometría pero con distintas propiedades). También se realiza la definición
de puntos, nodos o superficies que serán usados posteriormente para definir las
interacciones entre los elementos y las salidas que deseamos obtener tras resolver el
modelo.
trabajo.
Se han de especificar las relaciones de contacto entre las distintas partes del modelo. Estas
relaciones se imponen a través de las superficies límites de cada “Part”, por lo que
conviene definir primeramente dichas “Surfaces” Se definen en total ocho:
2. “pilotes inf” área de los pilotes que está en contacto con el segundo estrato.
6. “terreno pilotes” área del primer estrato en contacto con los pilotes.
8. “terreno pilotes” área del segundo estrato en contacto con los pilotes.
1. “encepado-terreno encepado”
2. “pilote inf-terreno pilotes”
3. “pilote sup-terreno pilotes”
4. “terreno -terreno ”
3.2.5. Steps
Por tanto, en primer lugar sobre el modelo definido con sus condiciones de contorno pero
sin carga se ejecutará un “Job” con un step tipo “Linear Perturbation Frequencies”, se
selecciona la opción de extracción usando el método de Lanczos para las 100 primeras
frecuencias naturales del sistema.
Conocidos las frecuencias se pueden calcular los parámetros del método de Rayleigh. Sus
valores se añaden a las propiedades de los materiales en la opci n “Damping”
Una vez definidas las propiedades de amortiguamiento del sistema para cada malla y para
cada tamaño de terreno modelado podemos pasar a realizar el análisis dinámico.
El tiempo de simulación será 1 segundo. Se elige este intervalo para poder analizar cómo
es la respuesta suficientemente tiempo después de haber aplicado la carga. Respecto al
Debido a que la geometría presenta formas cilíndricas a causa de los pilotes, se opta por
usar elementos finitos sólidos tipo tetraedro en vez de hexaedros. La forma de la malla se
discutirá y justificará más adelante Los elementos a usar serán tipo “C 4D” de la
biblioteca estándar de ABAQUS, es decir, elementos para cálculo elástico tetraédricos con
cuatro nodos y con interpolación lineal entre nodos.
3.2.7. Load
En este módulo se define la magnitud de la carga y su evolución temporal, así como las
condiciones de contorno.
Amplitude: Para cada tipo de rampa (impulso largo o impulso corto) se define la amplitud
de forma tabular, mediante cuatro pares magnitud/tiempo. Dados estos puntos el
programa interpola linealmente entre ellos.
La carga transmitida por el paso del tren a través de la pila hasta la cimentación se
representa como una presión uniforme sobre el encepado. Evidentemente, la realidad es
bien distinta: primeramente la resultante de la carga no tiene por qué ir centrada sobre el
encepado y segundo, la presión que transmite la pila al encepado no es constante en la
primera sección del encepado, lo que sí es cierto es que si el encepado es suficientemente
rígido la carga se reparte equitativamente entre los pilotes si su resultante está centrada.
El objetivo de este trabajo no es estudiar el comportamiento resistente de la cimentación,
por lo que a efectos operativos da igual que la carga se reparta directamente
homogéneamente desde el encepado hasta los pilotes, como es el caso al introducir la
carga de esta manera.
En este módulo se da la orden de ejecutar los modelos diseñados a partir de los módulos
anteriores.
Este análisis se realiza para analizar cuál es la influencia del contorno del modelo sobre la
evolución de los desplazamientos y para ver como afectan los fenómenos de reflexión de
ondas. Los efectos de una carga más realista se estudiarán con el impulso largo, que
modela más fielmente la carga que transmiten los ejes del tren a la estructura.
Para ello sobre este primer modelo se compararán los resultados obtenidos para una
misma salida (el asiento bajo en punto medio del encepado) con una malla de 50 cm de
lado en todo el modelo:
El primer modelo tiene 375814 elementos con 212295 variables y el segundo 62377
elementos con 12772 variables. Ante la simple vista de estos números se intuye que el
tiempo de cálculo será mucho mayor en el primer caso, y así ocurre; el primer modelo
requiere casi cuatro veces el tiempo que precisa el segundo para ser resuelto.
El siguiente paso es decidir con qué tamaño de elemento en la malla anterior obtenemos
precisión suficiente en los resultados. Se analizan tres mallas distintas con diferente
longitud de lado del elemento finito:
- 50 cm
- 40 cm
Se calculan como salidas la aceleración y el asiento bajo el punto medio del encepado y se
comparan los valores máximos (en valor absoluto) obtenidos:
Por último, para definir totalmente el proceso de resolución numérica que ABAQUS usará
para resolver el sistema falta por definir la partición del intervalo de integración. En lo que
respecta al tamaño mínimo de paso se conviene que el paso inicial debe ser
significativamente pequeño para que el programa empiece a buscar la convergencia de los
resultados de forma precisa y consecuente con las condiciones de carga a las que se ve
sometido al comienzo de la simulación. Respecto al tamaño mínimo de paso se escoge en
principio 5·10-6 segundos, si el sistema no converge incluso tras aplicar ese tamaño de
paso se abortará la simulación. Respecto a los pasos intermedios hay dos opciones: dejar
que ABAQUS los elija de acuerdo con los algoritmos que lleva implementados para
garantizar maximizar la precisión en los resultados y minimizar el tiempo de cálculo, o
imponer un paso elegido por el usuario. Para comparar la precisión de cada método se
comparan los resultados obtenidos para el asiento bajo el encepado en el modelo pequeño
(19.5x19.5 metros cuadrados sección y 23.5 metros profundidad) sometido al impulso
corto:
Ya se puede pasar a comparar los resultados obtenidos para el impulso corto para los
cuatro tamaños distintos que se van a analizar en primer lugar:
y para la aceleración:
Figura 3-36. Comparación aceleración impulso corto. Nota: sólo se representan los 160 ms primeros a partir
de ahí la aceleración es prácticamente nula en todos los casos.
Y gráficamente:
Un parámetro más adecuado en función del que representar el asiento máximo sería la
masa total del sistema:
Y para la aceleración:
En ambos casos (asiento y aceleración) se aprecia que los resultados apenas difieren en un
5% en el caso del desplazamiento y un poco más del 10% en el caso de la aceleración.
Donde sí se aprecia una notable diferencia es en la evolución temporal del asiento sobre
todo a partir de los primeros 100 ms.
Esta discrepancia entre los resultados se puede justificar de dos maneras: puede que la
reflexión de las ondas en el borde del modelo introduzca fenómenos que no se pueden dar
en una situación física real, lo que evita que los resultados se parezcan; o bien el problema
del modelo puede ser que no se movilice el terreno de forma realista, de manera que no se
Se analiza la posibilidad de que este comportamiento extraño sea causado por los
fenómenos que experimentan las ondas al llegar al borde del modelo.
Para ello, se estudia en primer lugar las velocidades de las ondas en los distintos medios
que conforman el sistema, de acuerdo con las fórmulas (2-24), (2-28), (2-30):
Material ( ) ( ) ( ) ( )
Estrato blando 3 0.35 49.07 23.57 22.03
Estrato duro 30 0.35 155.16 74.54 69.68
HA-30 30000 0.2 3651.5 2236.1 2038.5
Se tiene que analizar en que cara del contorno incide antes la onda: en todos los modelos
se han añadido tamaños de terreno proporcionales a un cierto número de longitudes del
encepado (1, 2, 3 y 4) a partir del contorno del encepado y de la punta de los pilotes, por
tanto las ondas que viajan a través de los pilotes y luego por el estrato duro son las
primeras en llegar al límite del modelo y las primeras que empezarían a afectar a los
resultados. Dentro de las distintos tipos de ondas las primeras serán las primarias.
Se pasa a calcular el momento a partir del cual la onda ha llegado hasta el contorno y ha
vuelto hasta la punta del pilote (técnicamente, si la influencia de la onda no es
despreciable, a partir de este momento la simulación, incluso en el caso de que la masa
movilizada fuera suficiente, deja de representar una aproximación válida al
comportamiento real). El resultado buscado se evalúa de la siguiente manera:
6
( ) ( )
En esta gráfica parece que los resultados apenas divergen antes de la contribución de las
ondas y a partir de ahí lo empiezan a hacer de forma notoria.
Para confirmar estas hipótesis se realizará otra serie de simulaciones sobre modelos
“híbridos”, en los que se mantiene la cantidad de terreno adyacente por los laterales y se
añade “un encepado” más por la punta de los pilotes, para comprobar si las discrepancias
entre estos modelos cambian de acuerdo a la variación del tiempo de viaje mayor antes del
rebote de las ondas En la siguiente tabla se incluyen los nuevos tiempos de viaje (t’) junto
con los anteriores (t):
A continuación se muestran los resultados que se obtienen para los distintos tamaños de
modelos “híbridos”:
Los resultados niegan la hipótesis que se enunció a la vista de la imagen anterior: las
divergencias entre las gráficas no pueden deberse a la reflexión de ondas ya que en este
caso las diferencias son notables (especialmente en los modelos más pequeños) desde
antes que se puedan producir efectos asociados a la reflexión de las ondas.
Para entrar más en detalle se va a mostrar a continuación las gráficas de los modelos de
dos en dos incluyendo también la del modelo híbrido intermedio:
Pasamos a visualizar como varían los desplazamientos en el contorno del modelo para los
distintos tamaños de la zona de terreno adyacente a la cimentación:
Después del primer segundo se producen desplazamientos del orden del 30% (el doble de
lo estimado en la simulación corta), lo que representa un porcentaje importante del total
que no puede ser despreciado. Atendiendo a estos resultados, parece que ni siquiera el
modelo más grande tiene suficiente cantidad de terreno como para movilizar toda la masa
necesaria para asemejarse a la respuesta real.
Antes de acabar con este modelo se debe comentar un aspecto llamativo: la forma de la
evolución del asiento. La respuesta presenta un comportamiento típico para un sistema
con amortiguamiento menor que el crítico, pero su forma no es exactamente la que se
esperaría. Después del asiento máximo se produce una brusca oscilación cuando
aparentemente la tendencia es de “rebotar hacia arriba” En la siguiente imagen se
remarca:
Para todos los tamaños se produce siempre en el mismo instante, aunque a medida que se
aumenta el tamaño del modelo disminuye la magnitud del rebote.
Se debe de recordar antes de empezar a buscar una explicación a este fenómeno que las
gráficas anteriores representan el desplazamiento vertical experimentado por un punto en
el centro de la cara inferior del encepado.
Entre las varias explicaciones, una posible es que el resultado que vemos es la
superposición de, digamos, dos desplazamientos distintos: el primero es el asiento
propiamente dicho de la cimentación como un todo, y el segundo la deformación de la
cimentación. Esquemáticamente, se puede representar por la siguiente figura:
Para comprobar este punto realizamos una simulación sobre el modelo más pequeño en la
que se cambia el módulo elástico del hormigón por el doble de su valor actual
( 6 ). Al aumentar la rigidez del hormigón se espera que las
deformaciones que se produzcan en él sean menores y por tanto el comportamiento
asociado a la flexión del encepado sea menos acusado. Se cambia el modelo, se recalculan
los nuevos parámetros de amortiguamiento, se ejecuta el modelo dinámico y se obtiene:
Figura 3-51. Variación del asiento al doblar el módulo elástico del hormigón.
La respuesta no varía apenas, sólo un poco el asiento máximo experimentado pero nada
reseñable. El comportamiento oscilatorio que se quiere explicar sigue produciéndose.
Otro de los parámetros que caracteriza los materiales es el peso específico (densidad). Se
realiza un análisis de sensibilidad frente a este parámetro, doblando el valor de la
densidad del hormigón ( ) y se obtiene:
Figura 3-53. Variación del asiento con el peso específico del hormigón.
Desde el punto de vista mecánico no es tan fácil encontrar una explicación de por qué el
peso específico es el que condiciona este comportamiento. Desde luego, lo que sí se puede
confirmar es que este comportamiento está relacionado con la masa que contiene el
modelo y en consecuencia al comportamiento intrínsecamente dinámico de la carga que lo
solicita.
Se puede razonar que en la cimentación se pueden deformar (recordar figura del modelo)
tanto los pilotes como el encepado, contribuyendo ambas partes a la deformación total.
Se analizan las deformaciones del encepado como una placa. Para ello se visualizan
conjuntamente, para la situación de impulso corto y densidad normal, el asiento que
experimenta el punto medio del encepado y un punto del encepado anejo a uno de los
pilotes. Si el encepado se deforma como una placa se espera que el asiento en el punto
medio del encepado sea mayor que en el otro punto. Se obtiene:
Figura 3-54. Comparación asiento punto medio encepado y punto junto al pilote.
Para analizar este fenómeno se vuelve a representar el asiento en un punto del encepado
anejo al pilote esta vez junto con el asiento que experimenta la punta del pilote:
Las compresiones se dan cuando la gráfica es positiva y las tracciones en el pilote cuando
es negativa. La máxima diferencia no coincide con el momento en que se alcanza el asiento
máximo, sino antes, debido al retardo en la respuesta de la punta del pilote.
La diferencia máxima son 0.86142 milímetros, que representa una diferencia máxima del
48.2% si comparamos con el asiento que se produce en la punta en el mismo instante y un
27.26% respecto al asiento máximo (3.1598 milímetros), se produce a los 0.010207 s de
simulación.
Se representan ahora las dos gráficas anteriores superpuestas para intentar deducir la
influencia de la deformación de los pilotes en el fenómeno oscilatorio que intentamos
explicar.
La cuantía del rebote, medida como la diferencia entre el punto en que cambia la tendencia
y el mínimo descenso alcanzado en esta zona, es
6 4
4
Si la carga fuera estática el máximo axil que experimentaría cada pilote sería de
( )
Figura 3-60. Comparación asiento punto medio encepado y punto junto al pilote peso específico doble.
Igual que en el caso anterior, la máxima compresión se produce poco después del impulso
y corresponde en este caso a 0.77098 milímetros de diferencia entre extremos a los
0.0102 segundos de simulación, lo que representa un 63.83 % de diferencia entre el
asiento experimentado en la cara inferior y la superior, y un 27.63 % si comparamos la
diferencia con el asiento máximo que se produce en toda la simulación (2.7906 mm).
Figura 3-62. Visualización diferencia entre asientos en extremos peso específico doble.
Se puede concluir que el fenómeno que tratábamos de explicar está causado por él, y que
está asociado a la densidad del material. Que el fenómeno esté asociado a este parámetro
(la masa) indica que tiene una naturaleza básicamente dinámica, asociada no tanto a la
rigidez del material frente a cargas estáticas sino al comportamiento inercial del sistema.
Hay que recordar que el hecho de que se produzca el rebote no afecta al objetivo principal
que se busca a la hora de realizar estas simulaciones, que no es otro que conocer el asiento
máximo que experimenta la cimentación.
Tras analizar un tipo de carga que no se corresponde con la realidad pero que servía para
analizar la influencia de la propagación de ondas sobre el modelo se pasa a analizar un
caso más realista, el del impulso largo simulando el efecto de un eje pasando sobre el
puente.
Se analizarán de nuevo los cuatro modelos principales que se vieron para el caso de carga
rápida, cambiando la amplitud anterior por la correspondiente al impulso de duración
larga. No hay que recalcular las constantes de amortiguamiento pues no dependen de la
forma de la carga externa.
Figura 3-66. Asiento máximo en función de masa del modelo (impulso largo).
El asiento va aumentando a medida que se modela más cantidad de terreno y parece que
converge hacia un valor de aproximadamente 1,32 milímetros.
Puesta en comparación con la aceleración brusca que se daba en el impulso corto las
asociadas a este nuevo impulso son prácticamente nulas; teniendo en cuenta esto,
podemos razonar que la variación que se apreciaba en las gráficas es en promedio
prácticamente nula y que las variaciones que se observan van asociadas a los errores
intrínsecos a la resolución numérica (discretización).
Otra forma de intuir este comportamiento es observando la forma en que varía el asiento,
siguiendo prácticamente la evolución de la carga, como muestra la siguiente figura.
La hipótesis que se formula a la vista de estas gráficas es que los resultados dependen de
las carga externas y que en los análisis para este tipo de carga pueden despreciarse los
fenómenos inerciales, simplificándose en gran medida el cálculo y disminuyéndose el
tiempo de computación.
Para confirmar este punto se repite el análisis para el modelo de 32.5 x 32.5 metros
cuadrados de sección sometido al impulso largo cambiando el tipo de análisis a cuasi-
estático:
Las diferencias son inaceptables; el error cometido en el asiento máximo para el análisis
cuasiestático, considerando el asociado al análisis dinámico como exacto, es de un 19.35
%. Un error de tal magnitud puede deberse a que no se ha discretizado el intervalo
temporal de forma adecuada. De hecho, no existe ningún punto de iteración para el caso
cuasiestático cercano al instante en que se produce el máximo asiento en la simulación
dinámica. Repetimos el análisis cuasiestático, pero ahora imponiendo que se calcule la
solución como mínimo para cada 0.02 segundos. El resultado es el siguiente:
Figura 3-73. Comparación análisis cuasi-estático paso por defecto y paso 0.02 s (modelo 19.5x19.5x23.5)
Con esta cantidad de terreno se acerca más la solución del problema cuasi-estático a la del
dinámico, la diferencia en este caso entre los asientos máximos es del 4.34%.
Por último se realizan una serie de simulaciones en las que el parámetro que se varía es la
longitud de los pilotes. En las simulaciones anteriores la longitud de los pilotes era de 15
metros, ahora se aumenta a 20 metros.
El objetivo de estos nuevos análisis es doble: por un lado, ver si el modelo reproduce
fielmente el comportamiento real: se espera que al aumentar la longitud del pilote se
produzca una disminución del asiento; y por otro, si, como se espera, se sigue produciendo
el efecto de rebote que se estudió anteriormente. Para el terreno se seguirán usando los
cuatro modelos de distinto tamaño que se usaron al principio.
Se aprecia el la misma evolución temporal que con los pilotes de 15 metros, y también el
fenómeno oscilatorio que ya se comentó anteriormente.
Los valores máximos de aceleración y de asientos para cada tamaño de modelo son los
siguientes:
En las siguientes gráficas se muestra como los resultados concuerdan con las previsiones:
al aumentar el tamaño de los pilotes disminuye la aceleración a la que se ve sometida la
cimentación y el asiento que experimenta.
Figura 3-78. Comparación aceleraciones máximas impulso corto pilotes cortos y largos.
Figura 3-80. Comparación asientos máximos impulso largo pilotes cortos y largos.
Los resultados son los esperados y siguen la misma tendencia para los dos tipos de pilotes.
Para poder garantizar que el modelo ofrece resultados correctos (realistas) hay que
cumplir dos requisitos:
Cumplir con el primer punto se podría hacer de dos maneras: añadiendo contornos
absorbentes en los límites del modelo, o bien creando uno lo bastante grande como para
que los fenómenos de ondas no tengan tiempo de manifestarse, al menos en la zona del
modelo que más interesa (cimentación).
Cumplir con el segundo punto (sin variar las propiedades de los materiales) sólo puede
hacerse añadiendo más terreno al modelo, es decir, aumentando su tamaño.
El tamaño del modelo lo dicta la condición sobre la influencia de la onda. Suponiendo que
el tiempo de simulación va a seguir siendo de 1 segundo, el tamaño necesario para que una
onda primaria que parte de la punta del pilote no llegue de vuelta a la punta recorriendo el
trayecto más corto hasta el final de la simulación puede calcularse como sigue:
6 6
( )6 6
6
Por tanto, el modelo tendrá una sección de 162.5x162.5 metros cuadrados y una
profundidad total de 95 metros (7 metros estrato blando más 10 metros de estrato duro
hasta la punta de los pilotes más 12·6.5=78 metros de estrato duro hasta borde inferior).
Antes de continuar, hay que realizar un comentario acerca de la malla que se va a emplear
para resolver este modelo. Si respecto al tamaño de los elementos tetraédricos
mantenemos la proporción usada en los modelos anteriores (50 centímetros en la
cimentación y aumentando desde ella hasta en el contorno del modelo 250 centímetros)
se obtiene una discretización formada por 771813 elementos.
Se comparan los resultados asociados a este modelo con los de los modelos anteriores
para los dos tipos de impulsos.
Como se esperaba, la desaparición de la oscilación significa que los pilotes sólo están
sometidos a compresiones; resulta interesante comprobar como en este modelo la
evolución de la compresión se ajusta casi a la perfección a la de la presión aplicada sobre
el encepado, llegando a su máximo a la vez que la carga y desapareciendo la compresión
progresivamente al desparecer la carga. También se apreciaba este comportamiento al
cuadriplicar la densidad del hormigón en el modelo de 58.5 x 58.5 metros cuadrados.
La convergencia en los resultados indicaría que la masa del modelo moviliza la masa total
que contribuye a la respuesta. Como ya se comentó, una forma de comprobar si esto
ocurre es observar el desplazamiento que se produce en los bordes del modelo. Si el
desplazamiento fuera nulo significaría que esa zona no está “enterada” de que hay una
acción que solicita a la cimentación y esto a su vez lo que quiere decir es que la masa total
del modelo es mayor que la masa total movilizada en la realidad. El desplazamiento en el
extremo para todos los tamaños se representa a continuación:
Figura 3-87. Comparación asientos impulso corto en el extremo incluyendo modelo grande.
Figura 3-88. Comparación asientos impulso corto en el extremo incluyendo modelo grande (intervalo 5 s)
Igual que ocurrió en el primer caso, los desplazamientos máximos se dan fuera del
intervalo de 1 segundo, y parece lógico afirmar, a la vista de las gráficas, que se dan en el
intervalo de hasta 5 segundos, pues después de alcanzar unos valores máximos parece que
empiezan a decrecer. El desplazamiento máximo en este caso es de 0.14263 milímetros,
para el modelo original 0.90573 milímetros. La amplitud máxima del desplazamiento en el
extremo ha disminuido en un 84.3 %, pero tampoco puede decirse que sea despreciable,
pues representa un 5.42% del asiento máximo.
La conclusión que se extrae a la vista de estas gráficas es que tampoco en este modelo se
logra movilizar toda la masa efectiva, sin embargo que en los extremos del intervalo
tengan lugar desplazamientos apreciables no afecta a la respuesta que interesa.
Se comprueba que cualitativamente las gráficas son muy similares, solo que en el modelo
grande es el comportamiento oscilatorio se corresponde casi con un sistema críticamente
amortiguado, a diferencia que en los menores.
El resultado para el asiento máximo modelo grande es muy similar al de los modelos de
58.5 x 58.5 metros cuadrados y al de 45.5 x 45.5 metros cuadrados de sección:
Figura 3-90. Asiento máximo en función de sección de terreno incluyendo modelo grande (impulso largo)
Figura 3-92. Asiento máximo en función del cociente incluyendo modelo grande
(impulso largo)
La semejanza entre estos resultados plantea la posibilidad de que para este tipo de carga sí
se haya alcanzado la convergencia en los resultados. Para comprobarlo se procede igual
que con la carga de impulso rápido, analizando cómo se comporta el borde del modelo.
Figura 3-94. Comparación asientos impulso largo en el extremo incluyendo modelo grande (intervalo 5 s)
Por otro lado, los resultados para el asiento máximo en este caso parecen contradecir lo
dicho en el párrafo anterior, pues como se ha visto parece lógico concluir que se ha
alcanzado la convergencia en los resultados. A efectos prácticos, lo que interesa es conocer
el asiento bajo en encepado y para este tamaño sí se puede concluir de forma clara que se
ha alcanzado la convergencia en el resultado.
De la misma manera que se hizo con los modelos originales, se va a volver a resolver el
modelo grande sometido a la carga lenta como si fuera un sistema cuasi-estático, y se va a
comparar el resultado con el que ofrece la resolución como sistema dinámico:
Los resultados son aún más parecidos que para los modelos originales: la diferencia entre
el asiento máximo en cada uno de los análisis es del 4.1% (en el modelo de 58.5 x 58.5
metros cuadrados de sección era del 4.34%). Cualitativamente ambas gráficas son casi
semejantes.