Livro 2005 Flexitestelmetododelaevaluaciondelaflexibilidad
Livro 2005 Flexitestelmetododelaevaluaciondelaflexibilidad
Livro 2005 Flexitestelmetododelaevaluaciondelaflexibilidad
Editorial Paidotribo
Polígono Les Guixeres
C/ de la Energía, 19-21
08915 Badalona (España)
Tel.: 93 323 33 11 - Fax.: 93 453 50 33
E-mail: paidotribo@paidotribo.com
http://www.paidotribo.com
Primera edición:
ISBN: 84-8019-833-8
Fotocomposición: Bartolomé Sánchez
bartez@telefónica.net
Impreso en España por: Sagrafic
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de la ley de propiedad intelectual sin permiso de la editorial está prohibida y es legalmente punible. Esto rige sobre todo para
reproducciones, traducciones, microfilmado y el almacenamiento y procesado en sistemas informáticos.
Índice
Agradecimientos V
Prólogo VII
Introducción IX
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185
Acerca del autor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185
Índice de tablas y figuras . . . . . . . . . . . . . XXX
Índice alfabético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187
AGRADECIMIENTOS
Escribir un libro sobre un método nuevo no es selección y clasificación de las fotografías digitales
una tarea fácil. Flexitest –una herramienta de para la puntuación del entrenamiento presentada
valoración para la evaluación de la flexibilidad- en este libro y en nuestro sitio web institucional
fue planeado y deliberado durante mi trabajo con (www.clinimex.com.br).
el equipo de natación de la Universidad Gama Estoy encantado de agradecer a los modelos
Filho, entrenado por Roberto de Carvalho Pável. su contribución en las fotos de entrenamiento;
Estoy profundamente en deuda con Roberto mis flexibles hijas, Aline y Claudia; mi mujer,
Pável, un entusiasta de la flexibilidad, por atraer Denise; mi suegra, Dalva Sardinha Mendes; así
mi atención hacia este interesante campo y por como a mi estudiante graduado, Aldair José de
ofrecerme su especialización y su experiencia en Oliveira. Además, debo agradecer a todas las per-
el desarrollo del test. Todavía guardo en mi memo- sonas que consintieron en ser medidas con el fle-
ria nuestras prolongadas conversaciones a lo largo xitest. Su contribución me permitió derivar los
de muchas noches del año 1978. Desde entonces, estándares para la interpretación de los datos del
la oportunidad de utilizar el flexitest ha contri- flexitest.
buido significativamente a mi carrera profesional La organización de nuestro material para ser
y científica. publicado por Human Kinetics ha sido toda una
Muchos estudiantes y profesionales han contri- experiencia, y querría dar las gracias a quienes tra-
buido al avance y a la estandarización del método bajaron directamente conmigo, especialmente el
de flexitest y al desarrollo de un banco de datos asesor editorial Loarn Robertson y la directora de
apropiado. Aunque es imposible citar a todos publicaciones Judy Park. Su confianza en el valor
ellos, querría expresar mi gratitud, por orden alfa- del flexitest y su constante apoyo fueron muy
bético, a Anselmo José Pérez, Antonio Cesar apreciados. Estoy también orgulloso de contar
Cabral de Oliveira, Antonio Claudio Lucas da con mi amigo y anterior presidente del ACSM, el
Nóbrega, Astrogildo Vianna Oliveira Junior, Dr. Barry A. Franklin, para el prólogo de este
Claudia Lucia Barros de Castro, Christianne libro.
Giesbrecht Chaves, Claudio Rebello Velloso, Karla Finalmente, debo dar las gracias a mi familia
Paula Campos, Marcos Becerra de Almeida, Marta por permitirme tan cariñosamente invertir cientos
Inês Pereira, Paulo Cesar Haddad y Vito Agnew de horas trabajando en este libro. Doy las gracias
Lira. Dos de mis anteriores estudiantes, ya gra- especialmente a mi mujer, la Dra. Denise Sardinha
duados, han realizado contribuciones adicionales M.S. Araújo, por mantenerme motivado hasta el
a flexitest y a este libro. El Dr. Paulo de Tarso final del trabajo en los mejores y en los peores
Veras Farinatti ha aplicado, analizado y publicado momentos. Sin su apoyo y estímulo no habría
los datos de flexitest sobre niños; el Dr. Walace podido finalizar este libro. De modo que nada hay
David Monteiros nos ha ayudado con nuestros más lógico y científicamente válido que dedicár-
estudios de fiabilidad y, posteriormente, en la selo a ella.
V
PRÓLOGO
VII
VIII Flexitest
más destacados, así como referencias y datos esta- para los fisiólogos del ejercicio, así como para los
dísticos para defender el texto. Estudia también el médicos y sus asistentes, enfermeras, fisioterapeu-
papel de la flexibilidad en la salud y la enferme- tas y terapeutas ocupacionales, geriatras y especia-
dad; una revisión de la evaluación tradicional de listas de todas las áreas relacionadas con el entre-
la flexibilidad; métodos, prácticas, análisis e inves- namiento deportivo y la medicina del deporte.
tigaciones de apoyo al flexitest; una tabla compa-
rativa de los distintos métodos de evaluación de la Barry A. Franklin, PhD
flexibilidad y la extensa experiencia del autor en Director de rehabilitación cardíaca
el uso del flexitest con distintos sujetos. y de los laboratorios del ejercicio,
William Beaumont Hospital
Este excepcional libro incluye las aplicaciones
clínicas y científicas que ayudarán a cualquier pro- Profesor de Fisiología,
fesional preparado para medir la flexibilidad de un Universidad de Wayne
modo válido y fiable de personas de cualquier tipo Escuela de Medicina
corporal, nivel de fitness (condición física) y El Dr. Franklin ha sido miembro del American College of
estado de salud. De acuerdo con ello, este texto Sports Medicine (1999-2000) y actualmente trabaja como
debería convertirse en una referencia estándar redactor jefe del American Journal of Medicine & Sports.
INTRODUCCIÓN
En este libro presentamos un nuevo y convincente se ha dado cuenta de que aquellos métodos no
método denominado flexitest, que sirve para eva- aportan las respuestas prácticas que necesita para
luar la flexibilidad estática pasiva. Hemos dedi- su vida diaria profesional.
cado los últimos 20 años a desarrollarlo y perfec- La flexibilidad es una importante variable de la
cionarlo, y lo hemos utilizado con éxito en condición física relacionada con la salud. Sin
América del Sur y en Europa. Reunidos en este embargo, su valoración plantea algunas cuestiones.
conciso trabajo por nuestros colegas norteameri- En primer lugar, la flexibilidad es específica de las
canos están los detalles de los principios, admi- articulaciones y el movimiento, lo que quiere decir
nistración, investigación y aplicación del flexitest. que un sujeto puede tener un tronco muy flexible
¡Éste no es un libro que ofrece ejercicios de fle- y a la vez presentar una amplitud de movimiento
xibilidad! Si busca una guía para mejorar su flexi- muy limitada en los hombros o en las caderas. En
bilidad o nuevos ejercicios de estiramiento, éste no segundo lugar, contrastando con otros parámetros
es el libro. Sin embargo, si está interesado en temas del ejercicio como la capacidad aeróbica máxima,
relacionados con la flexibilidad y cree firmemente la fuerza muscular o la potencia, tener unos niveles
que el entrenamiento de la flexibilidad es un deber extremadamente elevados de flexibilidad puede
en toda prescripción correcta del ejercicio, encon- predisponer a una lesión y bastante a menudo se
trará información interesante en esta introducción. asocia a otras entidades como el prolapso de la vál-
Lo más probable es que sea uno de los profesiona- vula mitral. Por tanto, disponer de una herra-
les dedicados al ejercicio y ciencias del deporte que mienta para calcular los valores de la flexibilidad
está de acuerdo en que tanto el entrenamiento de general y específica no es sólo aconsejable, sino
los estiramientos como la buena flexibilidad son que es también el único camino por el que los
necesarios para todo tipo de personas, sanas o médicos concienciados, los entrenadores, los ins-
enfermas, jóvenes o ancianas, sedentarias o depor- tructores o los preparadores físicos pueden alcan-
tistas de elite. Queremos llamar su atención con zar una completa apreciación de la flexibilidad.
una particular frase: “buena flexibilidad”. ¿De qué Este libro puede ser utilizado por un gran
se trata? ¿Qué significa? ¿Cómo medimos y eva- número de profesionales de la salud. Entre ellos se
luamos la flexibilidad? ¿Cuál es el significado real encuentran los profesores de educación física que
de la flexibilidad para la salud y el deporte? Si está trabajan en la escuela primaria y secundaria, así
realmente interesado en estas cuestiones, ¡tiene en como los instructores de fitness, los entrenadores
sus manos el libro ideal! deportivos o preparadores físicos, y los entrenado-
Es bastante sorprendente el hecho de que en res personales que trabajan en gimnasios, clubes,
2003 tengamos todavía que creer en procedimien- centros de fitness e incluso en el domicilio de sus
tos de valoración desarrollados alrededor o justo clientes. Entre los especialistas de la medicina que
después de la Segunda Guerra Mundial, hace más pueden utilizar este libro y flexitest en sus prácti-
de medio siglo. Los métodos como el test sit-and- cas clínicas, se encuentran los que se dedican a
reach, la goniometría, las versiones modificadas primeros auxilios, los médicos del deporte, pedia-
del sit-and-reach y los inclinómetros han sido muy tras, geriatras y cirujanos ortopédicos. Los fisiote-
tratados en la bibliografía, pero es poco probable rapeutas y los fisiólogos del deporte también lo
que se usen habitualmente. La situación es pare- encontrarán valioso, así como los estudiantes y
cida a algo tan dudoso como intentar reparar un postgraduados de educación física y sus profeso-
coche viejo –uno se preocupa por los resultados res, que considerarán este material muy apropiado
efectivos porque la base conceptual es pobre. Esto para los cursos de nivel universitario. Aunque no
no es porque usted crea que la evaluación de la fle- está planteado directamente para deportistas con-
xibilidad no sea importante, sino más bien porque cienzudos, creemos que algunos de ellos pueden
IX
X Flexitest
estar interesados asimismo en aprender acerca del que aprecien un buen enfoque estadístico encon-
método flexitest y cómo ser evaluados con él. trarán en el capítulo 6 un análisis estadístico pro-
El texto está dividido en tres partes que pue- fundo aplicado a los resultados del flexitest, que
den ser estudiadas independientemente. En pri- incluye el único análisis de perfil de variabilidad
mer lugar, un resumen general sobre la teoría de de la flexibilidad.
la flexibilidad en la Parte I, que incluye sus defi- Finalmente, si todavía le quedara alguna duda
niciones, conceptos y terminología, así como las sobre las ventajas del flexitest, lea el capítulo 8,
limitaciones y los factores más importantes de la en la Parte III, que presenta los resultados de
movilidad articular. La Parte I trata también la nuestro profundo y científico análisis compara-
relevancia fisiológica y clínica que la flexibilidad tivo sobre los protocolos disponibles de valora-
tiene para la salud y la calidad de vida, e incluye ción de la flexibilidad. En él ofrecemos nuestros
además una exposición de los trastornos de la argumentos para proponer flexitest como el
hipo y la hipermovilidad, y del papel que la fle- método de referencia en la valoración de la flexi-
xibilidad desempeña en la prevención de lesiones bilidad y la evaluación de sujetos aparentemente
e incidencias. Esta parte incluye, además, una sanos de todos los grupos de edad y nivel de
revisión general de los tests disponibles más actividad, desde los más sedentarios hasta los
recientes de valoración de la flexibilidad y pre- deportistas olímpicos. Finalmente, en el capítulo
senta uno nuevo, un sistema de clasificación de 9 la descripción de estudios ilustra nuestro
18 puntos. manejo de la información sobre flexitest y pro-
Las Partes II y III, comprendidas en seis capí- porciona prácticas referentes a la interpretación y
tulos, constituyen la parte central del libro. La el uso de flexitest en situaciones que pueden des-
Parte II introduce la metodología del flexitest e arrollarse en su propia actividad profesional.
incluye todos los capítulos de referencia y las des- Si le hemos motivado para leer el libro, tal y
cripciones para determinar los 20 movimientos como deseamos, se sorprenderá al comprobar que
articulares utilizados para evaluar la flexibilidad. aprender a utilizar el flexitest es bastante fácil.
Cuestiona también cómo manejar los datos del Después de leerlo y aprender a calificar los resul-
flexitest satisfactoriamente y cómo determinar el tados del flexitest (capítulo 5), estará preparado
índice global de flexibilidad, o flexindex, resul- para evaluar la flexibilidad mediante la aplicación
tado obtenido con la suma de cada uno de los de nuestros datos estadísticos y técnicos, y para
resultados individuales de movimiento. Plan- utilizar los resultados con el fin de llegar más lejos
teamos muchas cuestiones prácticas sobre la eva- en su progreso profesional. Se quedará sorpren-
luación de la flexibilidad en relación con una serie dido y, esperamos, maravillado de ver la rapidez y
de datos científicos obtenidos mediante el flexi- la facilidad con la que aprende el método de flexi-
test. Se educa al lector en el uso de la importante test.
normativa y de las curvas de porcentaje proceden- Existen materiales de entrenamiento adiciona-
tes de los flexindex de hombres y mujeres obteni- les disponibles en el sitio web de la Clínica de
dos de 2.600 sujetos con edades comprendidas medicina do Exercício (CLINIMEX) en Río de
entre 5 y 88 años. También se añaden los resulta- Janeiro, Brasil, en www.clinimex.com.br. Allí
dos del flexitest de participantes de muy diversos encontrará imágenes en color del flexitest y
deportes a partir de los datos obtenidos de más de vídeos digitales, muestras de diapositivas y folle-
400 deportistas, incluidos 12 medallistas olímpi- tos explicativos que le ayudarán en el manejo de
cos. La utilización de esta normativa le permitirá flexitest.
evaluar realmente, más que únicamente medir, la Creemos que una vez haya aprendido y practi-
flexibilidad de individuos de todos los grupos de cado suficientemente el método flexitest, encon-
edad. Con esta información, puede evaluar tanto trará la evaluación de la flexibilidad tan divertida
la flexibilidad general como la flexibilidad especí- como nosotros la encontramos. Creemos también
fica de las articulaciones, y le capacita para crear que su actitud y acercamiento a la flexibilidad,
un programa de estiramientos basado científica- particularmente a su medición y valoración, no
mente con el fin de alcanzar o mantener unos volverán a ser los mismos después de haber leído
niveles apropiados de flexibilidad. Los lectores este libro.
Parte I
Visión general
e historia
Capítulo 1 Introducción a la
flexibilidad
3
4 Flexitest • Parte I: Visión general e historia
usando el término flexibilidad durante un largo mayor que la activa, además de verse influida por
período de tiempo. La mayoría de los individuos, menos variables (p. ej., la fuerza muscular y la
incluso los no entendidos, tienen una idea del sig- coordinación), suele ser preferida en la evaluación
nificado de la palabra e incluso de alguna de sus de la flexibilidad. Consideremos, por ejemplo, la
implicaciones tanto en el entrenamiento físico flexión de la rodilla desde la posición de pie; la
como en la salud. Debido a la amplitud de con- amplitud del movimiento obtenida por la contrac-
ceptos y aplicaciones de la flexibilidad, la presen- ción de los músculos isquiotibiales está limitada
tación de una nueva técnica de valoración de la por la localización de sus inserciones musculares.
flexibilidad debería dirigirse a las diferentes defi- Sin embargo, con la ayuda de otra persona es bas-
niciones existentes en el mundo e, idealmente, tante posible aumentar esa amplitud del movi-
introducir una nueva y completa definición. miento, a menudo hasta el punto de superponer la
La definición más simple considera la flexibili- parte posterior de la pierna y el muslo y alcanzar
dad como “la amplitud del movimiento (ROM= un arco de movimiento sustancialmente amplio.
range of motion) de una articulación” (Stoedefalke Un ejemplo más extremo sería el de una persona
1971; Mathews 1978). Phillips y Hornak (1979) con paraplejía, que no dispone de flexibilidad
añadieron a la definición “o secuencia de articula- activa en su tobillo, pero con una amplitud de
ciones”. La referencia a la medición estrictamente movimiento en el tobillo –dorsiflexión y flexión
fisiológica fue expresada por Reilly (1981), quien plantar– normal o seminormal en la movilización
introdujo “la falta de rigidez” en la definición clá- pasiva.
sica de flexibilidad, y Bosco y Gustafson (1983) El arco de movimiento de una determinada
fueron quienes definieron la flexibilidad como “el articulación está limitado por los factores estruc-
grado de movilidad (ROM) de las partes del cuerpo turales y por las sensaciones desagradables del
sobre sus articulaciones, sin tensión excesiva en sujeto que está siendo evaluado. Ambos factores
ellas o en sus tendones y ligamentos.” Las defini- varían considerablemente en cada individuo e
ciones propuestas más recientemente incorporan incluso en cada uno de los movimientos articula-
“la máxima amplitud del movimiento” (Kell, Bell, res del mismo individuo. Dependiendo del grado
y Quinney 2001). Según esto, la flexibilidad se pre- de movilidad articular que se esté valorando,
senta como “la capacidad de una articulación para habrá distintos factores limitantes. Por añadidura,
moverse en la amplitud total de su arco de movi- existen algunos movimientos para los que alcanzar
miento” (Fahey, Insel y Roth 1999), lo cual, en rea- la amplitud máxima podría generar un alto grado
lidad, simplemente detalla el significado de “la de incomodidad (p. ej., la rotación lateral del
amplitud máxima del movimiento”. Esta defini- hombro o la flexión de la muñeca), mientras que
ción es muy similar a la que se propuso en una no ocurre lo mismo en otros movimientos (p. ej.,
reciente declaración del ACSM (1998a). la extensión de la muñeca o la flexión del codo).
Sin embargo, para evitar una lesión durante la
medición de la flexibilidad, se debe considerar
Distintos autores han definido la flexibili- preferiblemente la amplitud del movimiento fisio-
dad, pero todas las definiciones incluyen la lógica antes que la potencialmente patológica.
expresión “amplitud del movimiento de una
La amplitud del movimiento es un valor espe-
articulación (o articulaciones)”.
cífico más que genérico, y es posible que una per-
sona tenga un mayor arco de movimiento en unas
Una cuestión fundamental en la definición de articulaciones que en otras. Esta característica se
la flexibilidad es aclarar cómo se cuantifica la ha incorporado en la definición de flexibilidad en
amplitud máxima del movimiento. El límite sentido amplio como “especificidad de la flexibili-
máximo de un movimiento articular determinado dad” (Dickinson 1968; Harris 1969a). Por el com-
puede ser alcanzado activamente por una persona ponente estático de la movilidad articular, se
que contraiga sus propios músculos o pasivamente puede detectar que las definiciones de flexibilidad
mediante la asistencia de otra persona para mover disponibles no están dirigidas a algunos de los
la articulación o el miembro. Debido a que la aspectos que acabamos de mencionar.
amplitud del movimiento pasiva es a menudo Una definición de flexibilidad debe tener en
Capítulo 1: Introducción a la flexibilidad 5
no se realizan unas mediciones adecuadas y exten- Posteriormente, este interés fue renovado con
sas. el conocimiento de que la flexibilidad es un com-
ponente físico del fitness para la salud (Bouchard
et al. 1990). Por tanto, cuantificar la flexibilidad
Relevancia –por su falta o por su exceso- es sin duda rele-
Una vez la flexibilidad es presentada, definida y vante. Estos aspectos serán tratados con más pro-
delimitada, es necesario tratar el significado y la fundidad en el capítulo 2. Por añadidura, el estu-
relevancia de la movilidad articular y de su medi- dio y la cuantificación de la flexibilidad son
ción. En el campo de la salud, especialmente también importantes en áreas del conocimiento
cuando consideramos a ancianos o a personas con que van desde la rama de la biomedicina básica
discapacidades físicas, la autonomía, la indepen- hasta las ciencias aplicadas.
dencia y la seguridad (p. ej., minimizar el riesgo
de caída) dependerán de que la persona tenga o no
los niveles adecuados de flexibilidad corporal en Factores limitantes
general, y en particular de la amplitud de algunos Hay diversos factores físicos que restringen la
movimientos articulares (Gersten et al. 1970; movilidad articular, de los cuales trataremos en
Schenkman, Morey y Kuchibhatla 2000; Hauer et este apartado (tabla 1.1) Por razones prácticas, no
al. 2001). La flexibilidad tiene además un impor- consideraremos la parálisis como un factor limi-
tante papel en algunos deportes y artes escénicas, tante. Quienes estén interesados en obtener más
incluso para los músicos, dado que una actuación detalles deben leer otros textos que tratan el tema
excepcional depende de la movilidad de un gran de la movilidad articular desde una perspectiva
número de articulaciones. Por otro lado, no existe anatómica e histórica más profunda (Holland
relación entre la flexibilidad, valorada mediante la 1968; Kapandji y Kandel 1997; Alter 1996).
movilidad de flexión del tronco, y la mayoría de La movilidad articular procede de la acción de
causas de mortalidad (Katzmarzyk y Craig 2002). una fuerza sobre los segmentos conectados por
Los ejercicios regulares para mantener y mejo- una articulación. Si esta fuerza proviene de la con-
rar la movilidad articular han sido recomendados tracción muscular, se ejecuta un movimiento
por casi todos los estamentos institucionales de la activo; si esta fuerza es externa al cuerpo, sea cau-
actividad física (ACSM 2000; Pollock et al. 2000). sada directa o indirectamente por la gravedad o
El interés por la flexibilidad aumentó cuando fue
incluida como una variable física del fitness en los
años 1950 (Corbin y Noble 1980). Tabla 1.1 Factores limítrofes
de la flexibilidad
La flexibilidad es relevante Articular Capsular
• Biofísica
Músculos Ligamentos
• Fisiología
Componentes conectivos
• Cineantropometría
Componentes viscoso-elásticos
• Medicina del ejercicio y el deporte
• Educación física
Grasa Hipertrofia
• Fisioterapia
Subcutis
• Ortopedia y traumatología
• Medicina física
Huesos Vísceras
• Reumatología
• Ergonomía
Piel
• Ingeniería
Capítulo 1: Introducción a la flexibilidad 7
por otro sujeto u objeto, el movimiento es pasivo. consideremos diferentes grupos de edad, sexo y
La movilidad articular, desde los puntos de vista características físicas. Es bastante común, por
anatómico, cinesiológico y fisiológico, es una ejemplo, observar una limitación mecánica en la
característica continua y finita que va desde la flexión del tronco causada por un exceso de grasa
inmovilidad hasta una extraordinaria amplitud del abdominal o un embarazo avanzado.
movimiento. Las estructuras articulares desempeñan tam-
Las principales articulaciones del cuerpo están bién un papel en la restricción del arco de movi-
morfológica y funcionalmente relacionadas con miento causado por factores capsulares y extra-
los diferentes tejidos y estructuras, incluido las capsulares que son considerablemente más
cápsulas articulares, los tendones, ligamentos, importantes en algunos estados mórbidos, como
músculos, grasa, huesos y piel. Hay, sin embargo, los vistos en las diversas formas de lesión articu-
un determinado número de dificultades operati- lar. En algunos estados patológicos las respuestas
vas a la hora de determinar el papel que cada una de inflamación articular caracterizadas por signos
de ellas tiene en la limitación real de la movilidad molestos (dolor, edema, rojeces, etc.) pueden
articular. Además, para cada movimiento y articu- representar una limitación considerable de la
lación, los factores limitantes pueden ser distin- movilidad (Williams 1957); lo mismo nos sirve
tos. Por añadidura, durante la vida individual de para las grandes cicatrices fibrosas (Wilson y
cada sujeto es bastante probable que el papel rela- Stasch 1945). Este tipo de restricción de la movi-
tivo de cada factor vaya modificándose. lidad es más frecuente en pacientes que padecen
Johns y Wright (1962) cuantificaron objetiva- artritis reumatoide o enfermedades relacionadas.
mente la importancia relativa de distintos factores Una considerable cantidad de resistencia al
en el impedimento físico de unos determinados movimiento viene dada por las proteínas de los
movimientos articulares. Las propiedades de una músculos (actina, miosina, distrofina y otras), la
muñeca de gato (teóricamente similar a la articula- interfaz de tejido conectivo- músculo (laminina,
ción metacarpofalángica de los humanos) fueron p. ej.) y el mismo tejido conectivo. Es intere-
cuidadosamente investigadas para cuantificar el sante el hecho de que la amplitud extrema del
papel de cada una en la resistencia del movimiento arco de movimiento dependa de las proporciones
mediante la disección selectiva de cada componente relativas de colágeno y elastina en el tejido conec-
restringente y mediante la medición del torque tivo; debido a que la elastina es fácilmente dis-
(momento). Los resultados revelaron que la inercia tensible, el colágeno es la primera causa de res-
y la viscosidad representaban menos del 10% de la tricción.
resistencia, aunque la plasticidad y la elasticidad Cuando consideramos el músculo esquelético
particular fueran los principales factores a superar como un factor que restringe la movilidad articu-
en la ejecución del movimiento. Desde un punto de lar, es importante especificar las condiciones del
vista anatómico, la cápsula articular fue responsable estudio. Aunque el músculo esquelético tiene un
del 47% de la resistencia; el músculo, del 41%; el papel muy pequeño en el movimiento pasivo de
tendón, del 10%, y la piel, solamente del 2%. Sin nuestras pequeñas articulaciones de los dedos,
embargo, se debe destacar el hecho de que estas puede ser un factor limitante para la flexión del
mediciones fueron hechas en movimientos que úni- tronco si los músculos isquiotibiales presentan un
camente llevaron la articulación hasta la mitad de la aumento de tono y un acortamiento en la posición
máxima amplitud del movimiento. Tal y como sugi- de reposo. En general, la restricción causada por
rieron estos autores, en el punto extremo de la los músculos tiende a ser más evidente en las
amplitud articular los tendones tienen un papel grandes articulaciones. Esto es más fácil de detec-
mucho más importante, especialmente en movi- tar en personas con un mayor desarrollo muscu-
mientos como la flexión de la muñeca. lar, como los culturistas, para quienes una flexión
Mientras este detallado estudio aportó una completa del codo rara vez es posible.
contribución significativa al conocimiento cientí- Sapega y Nicholas (1981) determinaron que las
fico, se debe esperar cierta variabilidad en estas principales causas de resistencia física al estira-
proporciones cuando valoremos a una persona en miento muscular eran los componentes conecti-
distintas articulaciones y movimientos, y cuando vos que definían el esqueleto muscular y no los
8 Flexitest • Parte I: Visión general e historia
2. Un reducido grupo de mujeres de la misma otra vez más rápida en los años siguientes. Parece
familia mostraron una cierta estabilidad de la claro también que las razones de esta pérdida pue-
flexibilidad y una gran variabilidad intersujeto den diferir para cada movimiento y articulación,
cuando fueron evaluadas 15 años después. aunque esta cuestión no ha sido objeto de ningún
estudio prospectivo adecuado. En nuestros datos
Considerando estos datos preliminares, parece hemos detectado una tendencia a la mejor preser-
valioso adquirir unos datos longitudinales a largo vación de la movilidad en los movimientos dista-
plazo sobre la flexibilidad para clarificar las cues- les que en los proximales con el envejecimiento.
tiones de la pérdida de flexibilidad con el enveje- Hemos visto también grandes variaciones de la
cimiento. flexibilidad general de los adultos de mediana
Durante el desarrollo, la masa muscular edad si los comparamos con las de los niños, ado-
aumenta gradualmente para permitir las activi- lescentes y jóvenes. En nuestra opinión, esto ocu-
dades motoras diarias (p. ej., andar, jugar, y sal- rre porque los más jóvenes tienden a ser más acti-
tar). Más adelante, la disminución de la elastici- vos uniformemente (p. ej., acudiendo a las clases
dad de las estructuras de los tejidos conectivos, de educación física obligatoria), mientras que los
debido parcialmente a la alta cristalinidad del niveles de actividad física en los adultos son más
colágeno y al aumento del diámetro de las fibras, variables, desde una total falta de ejercicio hasta
comporta la esperada reducción gradual de la fle- una práctica frecuente e intensa de ejercicio y
xibilidad corporal. Un conocimiento más pro- deporte. De todos modos, es evidente que hay que
fundo de los procesos fisiológicos y bioquímicos desarrollar normas de evaluación de la flexibili-
de la edad en estas cuestiones podría contribuir dad para cada grupo de edad. Es también esencial
al establecimiento de estrategias para mantener realizar grandes estudios longitudinales para que
unos niveles de flexibilidad óptimos en niños y el conocimiento actual, que está basado casi en su
adolescentes. totalidad en estudios transversales, pueda ser con-
firmado o discutido.
Flexibilidad y edad
• Tendencia a la disminución de la flexibili-
El sexo
dad con el proceso de envejecimiento A finales del siglo XIX, Potter (1895) mostró que
hombres y mujeres se diferencian en términos del
• Los valores máximos tienden a alcanzarse
ángulo cubital (figura 1.1). Desde entonces, las
durante la infancia
diferencias de movilidad articular en hombres y
• La variabilidad interindividual también mujeres han sido examinadas en un gran numero
aumenta con la edad de estudios, con distintas conclusiones. Aquí pre-
sentamos los resultados de los estudios más rele-
vantes, y analizamos los movimientos en direc-
Como conclusión de la bibliografía, y en pro ción proximal-distal o craneal-caudal.
de nuestras investigaciones utilizando el método La primera área importante que debe ser consi-
flexitest, está claro que el excesivo tono flexor de derada es la articulación temporomandibular. Ésta
los recién nacidos limita su movilidad en las pri- tiene un importante papel en un gran número de
meras horas de vida. Con el paso de las semanas acciones (tales como hablar, comer, beber y besar),
y los meses, el tono se equilibra y se alcanza la y es la única articulación en la que los hombres tie-
máxima flexibilidad hacia los dos o tres años de nen sistemáticamente una apertura más amplia, o
edad. Desde este momento, la flexibilidad tiende mayor flexibilidad (Wright y Hopkins 1982).
a disminuir gradualmente hasta la vejez. Parece Procediendo a las extremidades superiores, la
ser que la velocidad de la pérdida de movilidad movilidad activa para la rotación lateral y medial
articular no es constante durante el proceso de del hombro se ha encontrado ligeramente mejor en
envejecimiento. La pérdida parece ser más rápida las mujeres (Murray et al. 1985). Muchos autores
desde la infancia hasta el final de la adolescencia, han encontrado en el pasado que las mujeres tienen
mucho más lenta en las siguientes dos décadas, y un mayor ángulo cubital en comparación con los
Capítulo 1: Introducción a la flexibilidad 11
En resumen, existe un consenso general de que articular de la extremidad superior en los tenistas
las mujeres, desde como mínimo el principio de la es considerablemente asimétrica, y Kirby et al.
escuela primaria, son más flexibles que los hom- (1984) identificaron una alta incidencia de dife-
bres en todas las articulaciones excepto en la arti- rencias bilaterales en deportistas comparada con
culación temporomandibular. Es obrio que la téc- los no deportistas. En el fútbol, por ejemplo, un
nica de evaluación puede influir en la magnitud deporte que no favorece especialmente ningún
de las diferencias e incluso, en algunos casos, lado del cuerpo, Oberg et al. (1984) no encontra-
ofrecer unos resultados atípicos. También, por el ron diferencias significativas de flexibilidad entre
hecho de que los valores para ambos sexos están los dos lados del cuerpo de los jugadores.
considerablemente superpuestos, es posible que La valoración de la influencia de la lateralidad
los hombres sean más flexibles que las mujeres de sobre la movilidad también tiene en cuenta otros
edad similar. Las razones biológicas para basarse factores, como la técnica de evaluación seleccio-
en estas diferencias por sexo en la movilidad arti- nada. Esto puede ejemplificarse en los datos de
cular son todavía hoy poco claras, y la compleji- Smahel (1975), quien identificó la misma ampli-
dad metodológica se mantendrá probablemente tud de movimiento en el plano sagital de las dos
en este camino. Nosotros especulamos con que los muñecas, y además que la extensión era mayor en
factores hormonales (p. ej., altos niveles de rela- la muñeca derecha y la flexión mayor en la
xina durante el embarazo), culturales (p. ej., el izquierda.
estilo elegante de la mujer) y morfológicos (p. ej.,
menor tono muscular y ligamentos laxos) desem- Los arcos de movimiento en algunas articu-
peñan un papel en estas diferencias. laciones pueden diferir de acuerdo con el
dominio lateral o el uso preferencial.
la falta de una correlación significativa entre las modelo de componente doble, masa corporal
dos variables (Mathews, Shaw y Bohnen 1957; magra y masa grasa. Aun existiendo algunas limi-
Anderson y Sweetman 1975; Dockerty y Bell taciones en los diferentes métodos y ecuaciones
1985). Debido a que estos autores estudiaron predictivas, parece claro que hay un intervalo de
muestras de grupos de edad relativamente unifor- porcentaje de grasa corporal que refleja unos nive-
mes, la asociación entre pérdidas graduales en la les apropiados de fitness y salud. Una de las estra-
altura y en la flexibilidad causadas por la edad no tegias utilizadas para valorar la composición cor-
interfirió en los resultados. poral, y a la vez obtener información acerca de la
En la mayoría de los estudios realizados entre linealidad relativa del sujeto, es la somatotipología.
1950 y 1960 que utilizaron mediciones lineales Este concepto se introdujo por primera vez en el
para la valoración de la movilidad articular, una de año 1940 y se hizo más aplicable cuando la técnica
las principales preocupaciones de los investigado- antropométrica desarrollada por Heath y Carter
res fue identificar las asociaciones entre la flexibi- (Heath y Carter 1967; Carter 1970) fue utilizada
lidad y la antropometría. Sin embargo, no se en poblaciones de atletas de elite. En resumen, el
encontró una relación significativa entre la flexi- somatotipo se muestra mediante tres componentes
bilidad y las mediciones antropométricas seleccio- cuyos valores numéricos independientes están ads-
nadas (Broer y Galles 1958; Mathews, Shaw y critos de tal modo que puede ser identificado un
Woods 1959; Burley, Dobell y Farell 1961). predominio relativo (Ross et al. 1979):
Entre las variables morfológicas, sólo la com-
posición corporal y la flexibilidad están regular- 1. Endomorfia, o grasa corporal
mente incluidas en las evaluaciones de salud rela- 2. Mesomorfia, o nivel de desarrollo musculo-
cionadas con la forma física (Bouchard et al. esquelético relativo a la altura
1990). La estrategia más simple para una valora- 3. Ectomorfia, que expresa la linealidad relativa y
ción morfológica completa es calcular el índice se calcula de acuerdo con un recíproco del
de masa corporal (IMC) de un sujeto, que es el índice ponderal
coeficiente entre el peso corporal (en kg) y el
cuadrado de la altura (en metros). Aunque el Diversos estudios han intentado asociar la fle-
cuerpo central de la documentación epidemioló- xibilidad con el somatotipo, pero no se ha encon-
gica sobre el IMC ha tenido en cuenta el estable- trado una relación significativa (Tyrance 1958;
cimiento de los grados clínicos normales que se Laubach y McConville 1966; Beighton, Solomon,
asocian a los resultados de menor morbilidad y y Soskolne 1973). Nuestra experiencia con el fle-
mortalidad, hay un gran número de limitaciones xitest ha confirmado este hecho, aunque cabe
teóricas y prácticas de este índice, como es la señalar algunas tendencias genéricas. En personas
ausencia de valores específicos para niños y ado- de extrema obesidad, el exceso de grasa limita el
lescentes. Existe también el hecho de que uno no grado de amplitud de algunos movimientos arti-
puede diferenciar entre las causas de unos valores culares; la misma tendencia se ve en individuos
altos del IMC –p. ej., cuando la masa sobrante es con músculos excesivamente desarrollados. Por
tejido graso o tejido muscular en sujetos con otro lado, sujetos predominantemente ectomor-
sobrepeso- y la interpretación puede verse com- fos, especialmente mujeres, tienden a mostrar una
prometida cuando la altura es muy superior a los mayor flexibilidad general y valores de laxitud
170 cm (Ricardo y Araújo 2002), lo que indica ligamentosa. Esto puede estar relacionado más
las limitaciones de utilizar el IMC sólo para com- con un perfil genético específico que con una aso-
probar la asociación entre la flexibilidad y la ciación objetiva y causal entre la linealidad rela-
composición corporal. Estas limitaciones pueden tiva y la flexibilidad.
explicar por qué un estudio sobre niños alemanes Cuando consideramos la relación entre la
no encontró ninguna relación entre la flexibili- fuerza muscular o potencia y la flexibilidad, nos
dad y el IMC (Rikken-Bultmann, Wellink y van viene a la mente los culturistas de competición,
Dongen 1997). que tienen unos niveles excepcionales de desarro-
En el ámbito del ejercicio y el deporte la com- llo muscular y, bastante a menudo, unos niveles de
posición corporal es, a menudo, analizada con un flexibilidad corporal muy modestos (Chang,
14 Flexitest • Parte I: Visión general e historia
Buschbacher y Edilich 1988). Datos de sección totalmente las conclusiones que hemos presen-
cruzada recientes han mostrado que los culturistas tado aquí.
tienen un 10% menos de grado de movilidad en la
rotación del hombro que los sujetos de la misma
edad no culturistas (Barlow et al. 2002). En la Entrenamiento físico
bibliografía hay algunas descripciones de resulta- La flexibilidad cambia según el entrenamiento
dos contradictorios procedentes de estudios longi- específico. Hay un gran número de bibliografía
tudinales en los cuales la flexibilidad se midió que describe métodos, técnicas y estrategias apro-
antes y después del entrenamiento de resistencia. piadas para el entrenamiento de la flexibilidad
Es ciertamente posible mejorar la fuerza muscular (Alter 1998; McAtee 1999). Los ejercicios aeróbi-
sin reducir significativamente la movilidad articu- cos que no se relacionan directamente con la fle-
lar en un sujeto con un nivel de flexibilidad nor- xibilidad, sean realizados en agua o en tierra, tien-
mal si se sigue un programa de ejercicios bien den a no incrementar la amplitud del movimiento
estructurado (Massey y Chaudet 1956; Kusinitz y de las articulaciones (Taunton et al. 1996). Para
Keeney 1958; De Vries 1974). En este sentido, es ganar flexibilidad, son necesarios programas de
útil comentar los recientes descubrimientos sobre ejercicios específicos que utilizan rutinas de esti-
ganancias simultáneas de fuerza y flexibilidad en ramientos para los principales movimientos arti-
adultos mayores previamente inactivos (Fatouros culares. Muchos ejercicios combinan dos o más
et al. 2002). Sin embargo, es también cierto que un movimientos articulares para optimizar el tiempo
ejercicio inadecuado puede reducir los niveles de de entrenamiento, que raras veces supera los
movilidad articular (Watson 1981), particular- pocos minutos dos o tres veces por semana (Alter
mente cuando la fuerza del cuádriceps femoral es 1998; ACSM 2000).
incrementada (Moller, Oberg y Guillquist 1985). Los ejercicios balísticos fueron inicialmente
En sujetos hipermóviles, un incremento de la utilizados para incrementar la flexibilidad, segui-
masa muscular tiende a reducir el grado de movi- dos de técnicas que alternaban ciclos de contrac-
lidad articular, minimizando así las nefastas con- ción y relajación. Esas técnicas estaban basadas en
secuencias posteriores de la hipermovilidad. De la teoría de la facilitación neuronal propioceptiva
modo similar, la hipertonicidad muscular aguda, (FNP) (Burke, Culligan y Holt 2000). Posterior-
sea debida a la extenuación causada por el ejerci- mente han sido utilizadas formas predominante-
cio físico realizado o al dolor muscular tardío de mente estáticas. En éstas, un sujeto alcanza una
las sesiones de ejercicio de los días previos, o posición extrema (caracterizada por el momento
incluso a la ansiedad intensa, puede causar una en que empieza a sentir alguna incomodidad) y
reducción de la amplitud del movimiento articu- permanece en esa posición durante un período de
lar. tiempo de 15 a 90 segundos, siendo considerados
óptimos los 30 segundos (Bandy e Irion 1994;
Bandy, Irion y Briggler 1998; Feland et al. 2001).
Existen algunas relaciones modestas entre la Lamentablemente, la mayoría de los estudios han
flexibilidad y otros factores morfológicos, incluido períodos de entrenamiento muy cortos,
incluida la tendencia a una mayor flexibili-
dad en los sujetos más altos y predominan-
rara vez superiores a 1 año (Morey et al.1996).
temente ectomorfos, y a menores niveles de Aunque existe consenso en que los ejercicios
movilidad articular en sujetos endomórficos de flexibilidad deben ser prescritos para sujetos
y mesomórficos. sanos y no sanos y para atletas y bailarines
(ACSM 2000), los mecanismos biológicos res-
ponsables de los efectos favorables de un entre-
Se puede concluir que las variables morfológi- namiento específico son relativamente desconoci-
cas más importantes, tal y como habitualmente se dos. En los años 1980 el énfasis se ponía en los
miden y valoran, se relacionan modestamente mecanismos neurofisiológicos asociados con las
con la flexibilidad. Sin embargo, este tema no se distintas formas de ejercicio (Moore y Hutton
ha investigado por completo, y es todavía posible 1980; Sady, Wortman y Blanke 1982).
que estudios futuros puedan cambiar parcial o Documentos más recientes muestran que la
Capítulo 1: Introducción a la flexibilidad 15
investigación se centra en las propiedades viscoe- miento, la mayoría de los estudios muestran que
lásticas de los músculos y los tendones (Sapega existe una mejora significativa de la flexibilidad
1981; Etnyre y Abraham 1988; Magnusson 1998; con programas de entrenamiento de unas pocas
McHugh et al. 1998; Kubo et al. 2001; Kubo, semanas de duración y en los que figuren sólo
Kanehisa y Fukunaga 2002), y en los mecanismos unos pocos minutos de ejercicios efectivos de esti-
celulares (De Deyne 2001) más que en las teorías ramiento.
neurales.
En una investigación desarrollada cuidadosa- Factores externos
mente, Magnusson ha mostrado que el principal
mecanismo asociado a incrementos agudos y cró- y otros factores
nicos del grado de movilidad articular con entre- Debido a que el calentamiento que precede al ejer-
namiento específico es una mayor tolerancia al cicio provoca un gran número de respuestas fisio-
estiramiento, sin cambio sustancial alguno de lógicas, es apropiado revisar la relación entre la
las propiedades viscoelásticas del músculo flexibilidad y la temperatura. El simple aumento
(Magnusson et al. 1996; Magnusson 1998). La de la temperatura corporal provocado artificial-
investigación correspondiente ha mostrado que mente por motivos externos, como entrar en una
una única sesión de estiramientos específicos de sauna, no parece ser la causa de ningún impor-
5 minutos, comporta un incremento del grado de tante aumento de la flexibilidad corporal. Sin
extensibilidad de los músculos isquiotibiales sin embargo, el ejercicio físico provoca un incremento
afectar a las propiedades de las curvas de rigidez de la temperatura de las articulaciones y los mús-
muscular; este cambio está causado únicamente culos. Hamilton (1967), por ejemplo, mostró que
por el aumento de la tolerancia al estiramiento existe un incremento substancial de la amplitud
(Halbertsma, van Bolhuis y Göeken 1996). articular interfalángica proximal tanto con ejerci-
Magnusson (1998) describió que los efectos agu- cio pasivo como con la combinación de ejercicio
dos del aumento de la movilidad articular indu- y aplicación de calor local. La simple repetición de
cidos por una sesión de estiramientos desapare- un ejercicio durante un determinado número de
cían en menos de 1 hora. A pesar de estos datos, veces comporta un aumento de la movilidad para
Magnusson (1998) no excluye la posibilidad de movimientos específicos (Fieldman 1966; Atha y
que el entrenamiento específico durante largos Wheatley 1976; Frost, Stuckey y Dorman 1982;
períodos de tiempo, como lo realizan los bailari- O’Driscoll y Tomenson 1982), aunque esto no se
nes y atletas, consiga distintos tipos de adapta- relacione necesariamente con el aumento de la
ciones crónicas. Posteriormente, se obtuvo infor- temperatura en la zona. Atha y Wheatley (1976)
mación relevante sobre el comportamiento in tuvieron a un grupo de sujetos realizando 20 fle-
vivo de los tendones durante los ejercicios de xiones de tronco desde la posición sentada y
estiramiento, lo que puede ser útil para una midieron el alcance de sus brazos. Observaron
mejor comprensión de los mecanismos biológi- una mejora de 4 cm entre la 1ª y la 10ª repetición,
cos implicados en el entrenamiento de la flexibi- con una mejora proporcionalmente mayor en las
lidad (Kubo et al. 2001; Kubo, Kanehisa y repeticiones iniciales y una estabilización en
Fukunaga 2002). las últimas, lo que sugiere que el efecto máximo
ya había sido alcanzado.
La actividad física en general puede comportar
Datos recientes muestran que una de las un incremento agudo de la movilidad articular.
principales razones por las que el entrena- Hubley, Kozey y Stanish (1984) describieron que
miento incrementa la amplitud del movi-
los ejercicios estáticos o dinámicos producían una
miento es que aumenta la tolerancia al esti-
ramiento. gran movilidad en la cadera. Los efectos favora-
bles de una sesión de estiramientos permanecían
hasta como mínimo 90 minutos (Moller et al.
Sin considerar los mecanismos biológicos res- 1985a). Hay pruebas de que el calentamiento
ponsables de las adaptaciones de la amplitud del puede mejorar de un modo importante las dife-
movimiento articular a los ejercicios de estira- rencias de movilidad articular existentes entre
16 Flexitest • Parte I: Visión general e historia
deportistas y no deportistas (Kirby et al. 1984) y importante papel de la herencia en los cambios de
entre los brazos “entrenados” y los “no entrena- la flexibilidad a lo largo de los años. Parece claro
dos” de los jugadores de tenis (Chinn, Priest y que los distintos estándares raciales y étnicos dan
Kent 1974). lugar a diferentes valores, como promedio, de
En resumen, en los individuos que mueven las movilidad articular, aunque este aspecto, debido a
articulaciones regularmente, el calentamiento las dificultades metodológicas y operativas, no se
activo, es decir, el realizado por la contracción ha tratado todavía adecuadamente (Wright 1982).
muscular voluntaria, mejora la flexibilidad, mien- Parece ser también que la flexibilidad está
tras que los agentes físicos que incrementan la tem- genéticamente influida, como es claramente evi-
peratura corporal, como los paquetes de calor dente en algunos tipos de presentaciones clínicas
local o las exposiciones en una sauna, tienden a de hipermovilidad y en la proclividad familiar
no ser muy efectivos. Por tanto, antes de realizar para algunos deportes (natación sincronizada) y
una evaluación de la flexibilidad, hay que cuanti- actuaciones físicas (contorsionismo). Los ciclos
ficar y controlar cuidadosamente la intensidad, la biológicos, como el circadiano, el menstrual y los
duración y las características de la actividad física ciclos gestacionales (Calguneri, Bird y Wright
previa. 1982), causan variaciones significativas en la
temperatura corporal y en los niveles de algunas
hormonas, hecho que afecta potencialmente a la
La flexibilidad puede mejorar mediante ejer- laxitud ligamentosa, las propiedades viscoelásti-
cicio (activo) o por factores físicos o exter-
cas de los músculos y tendones y, por tanto, la fle-
nos (pasivos) capaces de inducir incremen-
tos de las temperaturas articular o corporal.
xibilidad corporal. Aunque algunas investigacio-
nes (J.A. Smith 1956) no encontraron una
relación significativa entre la flexibilidad (medida
Teóricamente, cabe presumir que hay otras con tests lineales) y el aprendizaje motor, datos
variables que influyen o dependen de la flexibili- procedentes de nuestro grupo de investigación
dad. Se cree que el máximo grado de movimiento (Farinatti, Araújo y Vanfraechem 1997) sugieren
articular puede estar influido genéticamente, aun- que aprender a nadar es más fácil para los niños
que esto es teórica y metodológicamente complejo con un grado de movilidad mayor en los tobillos
de cuantificar. Datos recientes (Katzmarzyk et al. y hombros –los movimientos que son más impor-
2001) sugieren que el componente genético del tantes para nadar. Un análisis más detallado de la
grado de flexión del tronco es un 64%, más alto influencia de los distintos factores sobre la flexi-
que el componente genético observado en tests de bilidad puede encontrarse en otro libro de
fuerza muscular y resistencia. Además, estos auto- Human Kinetics, Science of Flexibility, segunda
res (Katzmarzyk et al. 2001) han observado un edición (Alter 1996).
Capítulo 2
La flexibilidad en la salud
y en la enfermedad
La flexibilidad es uno de los grandes componentes (Corbin 1984). Revisaremos el papel que la flexi-
del fitness; es importante para realizar tanto los bilidad tiene en la salud, y trataremos aspectos
movimientos simples como los complejos, así relacionados con el mantenimiento de la salud y la
como para la práctica deportiva, el mantenimiento práctica relacionada con el ejercicio.
de la salud y la actividad diaria completa (Cureton
1941; Holland 1968; Harris 1969b; Gersten et al.
1970; Bouchard et al. 1990; Pate et al. 1995; Actividades cotidianas
Rejeski, Brawley y Shumaker 1996; van Heuvelen Recientemente las investigaciones se han reorien-
et al. 1997; Fahey, Insel y Roth 1999). La flexibili- tado desde los métodos deterministas que busca-
dad (o los ejercicios de estiramientos) está hoy en ban alcanzar unos niveles satisfactorios de flexibi-
día incorporada a casi todos los programas de lidad corporal hasta la evaluación de la relevancia
ejercicios y ha sido especialmente recomendada de la práctica regular de ejercicios de estiramien-
tanto para las personas sanas como para las enfer- tos. Lamentablemente, no hay datos evidentes que
mas (Pate et al. 1995; Fletcher et al. 1996; ACSM indiquen cuál es el nivel ideal de flexibilidad para
1998a; Pollock et al. 2000). A diferencia de otros un adulto no atleta. Investigaciones recientes han
componentes del fitness, no obstante, la relación examinado la importancia de la amplitud del
entre el nivel de flexibilidad y la salud no es lineal movimiento fisiológico en las acciones cotidianas
ni directa –los extremos, tanto bajos como altos, –como caminar (Escalante, Lichtenstein y Hazuda
pueden asociarse a morbilidad y a una peor cali- 2001), permanecer en la posición sentada e
dad de vida. A esto se añaden los recientes datos incluso alzarse para coger un objeto de una estan-
longitudinales que han fallado en demostrar una tería- para reflejar la autonomía y la independen-
relación entre la movilidad de la flexión del tronco cia de un individuo (Rikli y Jones 1997). El análi-
y el riesgo de mortalidad en adultos (Katzmarzyk sis del papel de la flexibilidad –tanto estática
y Craig 2002). como dinámica- en las actividades de la vida dia-
ria debería ser multidisciplinario debido a que
hace referencia a distintos aspectos, como la mor-
La flexibilidad fología, la fisiología, el fitness y el bienestar, la
biomecánica y la ergonomía. La limitación de la
en la práctica deportiva movilidad articular, que aparece con los años
Durante muchos años la flexibilidad ha estado como parte del proceso de envejecimiento, puede
asociada a una práctica excepcional dentro del suponer grandes restricciones en la ejecución de
deporte y la danza. A diferencia de otras variables algunos movimientos o incluso impedirlos. En un
del fitness como la potencia aeróbica máxima, no interesante estudio publicado hace aproximada-
está claro que unos buenos niveles de flexibilidad mente una década en Journal of Biomechanics,
o hipermovilidad predispongan al individuo a Fleckenstein, Kirby y MacLeod (1988) observaron
desarrollar patrones neuromusculares anormales que cuando la flexión de la rodilla se limitaba a
(Russek 1999) y problemas musculoesqueléticos 75º, ponerse de pie desde la posición sentada sólo
permanentes (Loudon, Goist y Loudon 1998). Por era posible si se acompañaba de un movimiento
otro lado, la falta de flexibilidad y la correspon- de balanceo de los brazos y la flexión del tronco.
diente posibilidad de desarrollar dolores de Sin embargo, el movimiento máximo, medido en
espalda o una lesión crónica relacionada con la newtons, fue casi el doble que el movimiento eje-
práctica deportiva han sido también investigadas cutado por una persona sin la restricción de la fle-
17
18 Flexitest • Parte I: Visión general e historia
xión de la rodilla, que pudo deteriorar de manera el papel cualitativo y cuantitativo de la movilidad
importante una articulación previamente lesio- articular en la realización de las acciones más
nada o con una prótesis (Fleckenstein, Kirby y importantes de la vida cotidiana.
MacLeod 1988).
La mayoría de las actividades de la vida diaria
requieren una combinación de movimientos com- El deporte y la danza
plejos que implican la contracción coordinada de La idea de que unos niveles altos de flexibilidad
un gran número de grupos musculares y el movi- son importantes para una ejecución superior en el
miento combinado de muchas articulaciones deporte puede ser incorrecta, tal y como muestra
(Knudson, Magnusson y McHugh 2000). Estas la limitada y controvertida información disponible
acciones pueden realizarse encadenando cierto (Holland 1968; Travers y Evans 1976; Corbin
número de combinaciones distintas de ángulos y 1984; Cureton 1941; Leighton 1957a, 1957b;
movimientos articulares. Para alcanzar un objeto Brodie, Bird y Wright 1982; Oberg et al 1984; Lee
que está enfrente de nosotros, por ejemplo, y a una et al. 1989; Chandler et al. 1990; Craib et al. 1996;
altura ligeramente por debajo de nuestras caderas, Decoster et al. 1997; Araújo 1999b; Nelson et al.
alteramos los ángulos de la columna vertebral, de 2001a; Jones 2002).
la cadera, de las rodillas y los tobillos. Sin Desde los estudios preliminares de Cureton
embargo, la amplitud del arco para cada uno de (1941) y Leighton (1957a y b), ha habido datos
estos movimientos puede variar sustancialmente muy limitados para determinar efectivamente el
de un individuo a otro, e incluso de acuerdo con el papel de la flexibilidad en la práctica de los atletas
sexo (Thomas, Corcos y Hasan 1998). de elite. La escasez de datos sobre este tema puede
Las actividades cotidianas habituales en perso- deberse a muchas razones, incluido el poco inte-
nas ancianas, como caminar o levantarse, pueden rés de los deportistas y los entrenadores y la falta
estar también limitadas por una reducción de la de métodos estandarizados de valoración de la fle-
amplitud del movimiento de las articulaciones de xibilidad de acuerdo con los grupos de edad y el
las extremidades (Escalante et al. 1999; Escalante, nivel de capacidad en los deportes. Otro factor
Lichtenstein y Hazuda 1999, 2001). Escalante, que dificulta el estudio es que las expresiones
Lichtenstein y Hazuda (2001) observaron que atleta y deporte de competición tienen en realidad
aproximadamente un 6% de la variación de la muchas posibilidades, engloban un abanico de
velocidad de la marcha puede explicarse por las deportes que va desde el tiro con arco hasta la
diferencias en la flexión de la cadera y las rodillas. gimnasia artística, que varía significativamente en
Recientemente Brach y VanSwearingen (2002) términos de ejecución relativa a los perfiles del
estudiaron a 83 individuos ancianos y encontra- fitness. Los corredores de larga distancia, triatletas
ron que la capacidad para ponerse o quitarse una y nadadores, por ejemplo, inciden primordial-
chaqueta está fuertemente relacionada con el mente en su potencia aeróbica máxima para
grado de movilidad de los hombros, y que el alcanzar rendimientos excelentes, mientras que
caminar rápido y la zancada larga están relaciona- los levantadores de peso y los luchadores requie-
dos con el rango de movilidad activo del tobillo. ren una fuerza y una potencia muscular superio-
Por otro lado, Barrett y Smerdely (2002) no obser- res y, los patinadores sobre hielo y las nadadoras
varon ninguna mejora en la salud y la calidad de sincronizadas necesitan unos niveles de flexibili-
vida después de valorar un cuestionario específico dad extremadamente altos para realizar sus pro-
llamado SF36, tras 10 semanas de entrenamiento gramas.
bisemanal de estiramientos. Los patrones específicos de movilidad articular
La limitación de la movilidad articular, que es en los atletas están asociados a las características
parte del proceso de envejecimiento, puede in- biomecánicas y técnicas específicas de rendi-
crementar el riesgo de caídas (Brach y miento motor de cada deporte determinado, o
VanSwearingen 2002), restringir significativa- incluso a la posición ocupada (Leighton 1957a,
mente la ejecución de algunos movimientos e 1957b; Nelson et al. 1983; Oberg et al. 1984;
impedir totalmente otros. Es posible que en un Chandler et al. 1990; Ellenbecker et al. 1996;
futuro próximo las investigaciones se centren en Hahn et al. 1999; Rozzi et al. 1999). Nuestra expe-
Capítulo 2: La flexibilidad en la salud y en la enfermedad 19
riencia con la valoración de la flexibilidad en atle- que los programas de estiramientos no perjudican
tas de elite lo confirma, y hemos encontrado que los requerimientos submáximos de energía para
en algunos casos particulares o deportes, se dichas actividades. Sin embargo, aunque de algún
alcanzó una excelente actuación olímpica con modo una movilidad deficiente del tobillo puede
unos niveles de flexibilidad medianos o por debajo ser ventajosa para la economía de la carrera, puede
del grupo de edad de los atletas (Araújo, Pereira y también predisponer a las atletas universitarias
Farinatti 1998). Por otro lado, es posible que sean (que no hayan tenido hijos) a una mayor preva-
necesarios niveles muy altos de flexibilidad en lencia de la incontinencia urinaria debido a las
atletas cuya modalidad deportiva requiere la apli- diferencias del sentido de las fuerzas de impacto
cación de criterios subjetivos para valorar la gracia transmitidas al suelo pélvico durante el ejercicio
de la ejecución, como la gimnasia, el patinaje, el (Nygaard, Glowacki y Saltzman 1996).
salto de trampolín y la natación sincronizada. Un área de reciente y renovado interés son los
Es de reciente interés la posible existencia de efectos de los ejercicios de estiramiento en la prác-
una relación inversa entre la flexibilidad de las tica física. Se ha demostrado que una intensa
extremidades inferiores, particularmente del tobi- sesión de estiramientos pasivos de los flexores
llo, y el rendimiento en la marcha y la carrera plantares puede reducir sustancialmente la fuerza
(Knudson, Magnusson y McHugh 2000). Gleim, isométrica durante más de 1 hora. Este tipo de
Stachenfeld y Nicholas (1980) fueron los primeros ejercicio no incrementa específicamente la síntesis
en sugerir que unos niveles de flexibilidad entre de proteínas musculares y, sin embargo, no es un
bajos y normales estaban asociados a una alta eco- estímulo para la hipertrofia muscular asociada al
nomía de movimientos, cuantificada como la can- entrenamiento de la resistencia (Fowles, Sale y
tidad de oxígeno ingerido para una determinada MacDougall 2000; Fowles et al. 2000; Nelson y
velocidad en el caminar o en la carrera. Craib et al. Kokkonen 2001; Nelson et al. 2001b). Por añadi-
(1996) confirmaron estos resultados y señalaron dura, Church et al. (2001) encontraron que una
que las menores amplitudes del movimiento en la rutina específica de flexibilidad estaba correlacio-
dorsiflexión del tobillo y la rotación lateral de la nada con una reducción de los resultados del test
cadera estaban moderadamente correlacionadas del salto vertical de 40 mujeres jóvenes. Las inves-
con la economía de movimientos en una carrera de tigaciones están tan sólo empezando a explorar
10 minutos a 250 m/min, mientras que el grado de los mecanismos de los efectos de corta duración
movilidad de la flexión del tronco no mostraba de los ejercicios de flexibilidad realizados inme-
ninguna asociación. Por otro lado, Jones (2002) diatamente antes de una práctica física (Cornwell,
confirmó que la magnitud de la flexión anterior del Nelson y Sidaway 2002). Estos resultados sugie-
tronco tiene una correlación significativa (r = 0,68) ren que en ciertas circunstancias, los ejercicios de
con la captación de oxígeno en corredores experi- flexibilidad podrían afectar al rendimiento físico
mentados que corren a 16 km/h, y sugirió que de los atletas.
incluso las articulaciones que no están directa- Parecido a los atletas en el deporte, los bailari-
mente implicadas en la carrera pueden ser relativa- nes pueden también tener un óptimo perfil de fle-
mente hipoflexibles en los corredores. Así pues, xibilidad que les permite una mejor actuación y
¿deberían los corredores evitar los ejercicios de una disminución del riesgo de lesión. Los bailari-
estiramientos? Nelson et al. (2001b) trataron esta nes, en general, deben mostrar gracia en su actua-
cuestión incierta mediante la aplicación de un pro- ción, lo que exige la moderación de altos niveles
grama de flexibilidad de 10 semanas a 32 corredo- de flexibilidad estática y dinámica. Cuando
res amateurs, y observaron que las mejoras en la Grahame y Jenkins (1972) compararon la flexibi-
flexión anterior del tronco (el único movimiento lidad de 53 estudiantes del London Royal Ballet
evaluado) no afectaba a la economía submáxima School con la de estudiantes de enfermería, con-
de la carrera. El conocimiento actual sustenta que firmaron que la movilidad de las bailarinas de
de algún modo los bajos niveles de movilidad de ballet era significativamente superior, especial-
las extremidades inferiores, y quizá de la flexión mente en la flexión anterior del tronco. Estos
anterior del tronco, son beneficiosos para la eco- resultados fueron más tarde repetidos en una
nomía del movimiento de la marcha y la carrera, y escuela de danza de Sudáfrica por Klemp y
20 Flexitest • Parte I: Visión general e historia
Learmonth (1984), quienes verificaron que, si Mattiason 1992; Gedalia et al. 1993; Grahame
excluían los datos sobre la flexión del tronco –el 1999; Jesee, Owen y Sagar 1980; Lewkonia y
máximo grado de movilidad que se puede alcanzar Ansell 1983; Mikkelsson, Salminen y Kautiainen
con entrenamiento-, prácticamente desaparecían 1996; Noyes et al. 1980). Tanto los niveles bajos
las diferencias entre el grupo de control y el grupo de flexibilidad general, como los altos, que a veces
de bailarinas. En estudios posteriores, Klemp y representan simples variaciones de la normalidad
Chalton (1989) encontraron que después de un (Jessee, Owen y Sagar 1980), han sido asociados a
período de 4 años de entrenamiento de ballet, la enfermedades o a situaciones clínicas específicas
mayoría de las bailarinas tenían más movilidad en (American Academy of Pediatrics 1984; Beighton
la flexión del tronco, lo que confirmaba la asocia- y Hóran 1969; Campbell et al. 1985; Handler et al.
ción entre el entrenamiento específico y la mayor 1985; Lewkonia y Ansell 1983; Westling y
movilidad adquirida en la flexión del tronco, aun- Mattiason 1992), y la evaluación de la flexibilidad
que no encontraron ninguna relación entre la podría tener un papel importante en el examen
mejora del rendimiento y la generalizada mayor clínico de los individuos (Bird, Brodie y Wright
movilidad. Añadido al incremento de la flexión del 1979; Bridges, Smith y Reid 1992; Carter y
tronco, un gran número de posiciones clásicas del Sweetnam 1960; Dunham 1949; Noyes et al. 1980;
ballet requieren grados de movilidad amplios, par- Rosenbloom et al. 1981). Estos extremos de flexi-
ticularmente en la articulación de la cadera (Reid bilidad se han denominado hipermovilidad e hipo-
et al. 1987; Gilbert, Gross y Klug 1998). Los perfi- movilidad, y se expondrán separadamente en los
les típicos de flexibilidad corporal –en particular, siguientes subapartados.
una mayor rotación lateral de la cadera- existen
tanto para estudiantes de ballet como para bailari-
nes más experimentados (Khan et al. 1997; Khan Los rangos extremos de movilidad se deno-
minan hipomovilidad e hipermovilidad, res-
et al. 2000; Bennell et al. 2001). pectivamente, para arcos de movimiento
Datos recientes disponibles indican que las bai- reducidos y amplios. Aunque estos térmi-
larinas no muestran una hiperflexibilidad global, nos a menudo se utilizan para describir la
pero son posiblemente quienes presentan unos flexibilidad general, también pueden
mayores grados de movilidad localizada en ciertos emplearse para movimientos articulares
movimientos de su actuación. Son necesarios estu- específicos.
dios sobre la flexibilidad de bailarines y atletas de
diferentes niveles para ampliar nuestros conoci-
mientos y establecer unas conclusiones más defi-
nitivas y unas implicaciones más prácticas. La hipermovilidad
El fenómeno de la hipermovilidad y su naturaleza
hereditaria fueron percibidos hace ya mucho
La flexibilidad tiempo, como se evidencia en pinturas de Rubens,
Grünewald y Traversi, desde el siglo XV al XVIII
en la enfermedad (Dequeker 2001). Key (1927) describió que la
Hasta ahora hemos revisado las formas en que la movilidad es de naturaleza hereditaria y está
flexibilidad está relacionada con la salud y la prác- caracterizada por una extrema movilidad articular
tica deportiva; en esta sección se explorará el (figura 2.1). Detectó también que la mayoría de
papel de la flexibilidad en condiciones delicadas. los individuos con hipermovilidad no deberían
Una gran cantidad de conocimientos científicos considerarse anormales, sino preferiblemente
sobre aspectos clínicos de movilidad articular se poseedores de unas características anatómicas
han ido acumulando en las últimas décadas poco comunes. Desde entonces, el empleo del tér-
(Dunham 1949; Carter y Sweetnam 1960; mino flexibilidad ha sido bastante habitual en el
Beighton y Hóran 1970; Rosenbloom et al. 1981; campo médico, sobre todo en reumatología y
Pitcher y Grahame 1982; American Academy of áreas relacionadas.
Pediatrics 1984; Campbell et al. 1985; Handler et El término síndrome de hipermovilidad fue pro-
al. 1985; Bridges, Smith y Reid 1992; Westling y bablemente utilizado por primera vez por el Dr.
Capítulo 2: La flexibilidad en la salud y en la enfermedad 21
mes de Ehlers-Danlos y
Marfan (Grahame 2000c). El
síndrome de Marfan está aso-
ciado frecuentemente con la
muerte súbita durante el ejer-
cicio físico (Maron et al.
1996), un hecho que incre-
menta la importancia de esta-
blecer un diagnóstico diferen-
cial.
La prevalencia de la hiper-
movilidad depende del criterio
utilizado para caracterizarla.
A pesar de las diferencias
metodológicas en los distintos
estudios, la hipermovilidad es
un hallazgo bastante fre-
cuente, que comprende entre
el 1 y el 35% de la población
Figura 2.1 Hipermobilidad (Forleo et al. 1993; Decoster et
al. 1997; Grahame 1999;
Russek 1999; Seow, Chiow y
J.A. Kirk y colegas en junio de 1967, en un artí- Khong 1999; Duró y Vega 2000). Las prevalencias
culo publicado en Annals of the Rheumatic de la hipermovilidad y la hiperlaxitud ligamentosa
Diseases (Kirk, Ansell y Bywaters 1967). demuestran unos componentes hereditarios
Posteriormente, muchos autores lo utilizaron en (Sturkie 1941; Carter y Sweetnam 1960; Wynne-
un sentido médico (Wood 1971; Wynne-Davies Davies 1970) y poligénicos (Grahame 1999), la
1971; Scharf y Nahir 1982; Biro, Gewanter y mayoría dominantes (Beighton y Hóran 1970;
Baum 1983), y algunos incluyeron el término Russek 1999; Martin e Ives 2002), pero a veces
benigno (Jessee, Owen y Sagar 1980; Grahame y recesivos (Hóran y Beighton 1973). Existen claras
Bird 2001). La llamada nosología de Berlín diferencias étnicas (Beighton, Solomon y Soskolne
(Grahame 1999; Russek 1999) ha propuesto el 1973; Wordsworth et al. 1987; Forleo et al. 1993;
término síndrome de hipermovilidad articular fami- Birrell et al. 1994; Mikkelsson, Salminen y
liar para subrayar el componente genético, pero Kautiainen 1996; Rikken-Bultman et al. 1997; El-
este uso no está difundido. Garf, Mahmoud y Mahgoub 1998; Seow, Chiow y
Aunque no existe ningún consenso sobre los Khong 1999; Verhoeven, Tuinman y Van Dongen
criterios diagnósticos médicos para la hipermovi- 1999; Vougiouka, Moustaki y Tsanaktsi 2000), y
lidad, el enfoque de Klemp (1997) parece válido las prevalencias tienden a ser superiores en las
(véase la exposición de Beighton-Hóran en el mujeres y a disminuir con la edad en los adultos
capítulo 3 en la página 44). En los adultos con (Beighton, Solomon y Soskolne 1973; Dungy y
síndrome de hipermovilidad están presentes unos Leupp 1984; Larsson, Baum y Mudholkar 1987;
niveles séricos anormalmente altos de la hormona Mikkelsson, Salminen y Kautiainen 1996;
del crecimiento, de insulina y de IGF-1, y si esto Decoster y col. 1997; El-Garf, Mahmoud y
se confirma, su medición puede ser una posibili- Mahgoub 1998; Qvindesland y Jónsson 1999),
dad interesante para establecer un diagnóstico de después de alcanzar sus máximos a la edad de dos
laboratorio (Denko y Boja 2001). Aunque la pre- a tres años (Wynne-Davies 1970). La hipermovili-
sencia de hipermovilidad es típicamente benigna y dad puede verse también en sólo un movimiento
el pronóstico es, por tanto, bastante favorable, es articular, p. ej., genu recurvatum (Loudon, Goist y
a menudo el único signo externo de enfermedades Loudon 1998), en unas pocas articulaciones (refe-
médicas complejas, particularmente los síndro- rido como pauci-articular cuando es en menos de
22 Flexitest • Parte I: Visión general e historia
cinco articulaciones), o ser de una naturaleza más movilidad benigna y síndrome Ehlers-Danlos de
general (Grahame 1999). tipo III es mínima, si es que existe. La hipermovi-
Considerando la relativamente alta prevalen- lidad es inusual en individuos con Ehlers-Danlos
cia de la hipermovilidad articular y el interés tipo IV, que es denominado la forma vascular por
médico en establecer relaciones entre signos y su alto riesgo de rotura vascular y vasos viscerales,
síndromes, no es un milagro que numerosos estu- y se caracteriza por una mutación del gen proto-
dios sobre la hipermovilidad hayan sido relacio- colágeno de tipo III (Pepin et al. 2000). Por otro
nados con otras características o situaciones lado, la hipermovilidad es una característica
médicas. Se publicó un gran número de docu- importante en algunos otros tipos de síndrome
mentos sobre este tema desde finales de los años Ehlers-Danlos.
1960 hasta principios de los años 1980. Sin No se han encontrado diferencias en la absor-
embargo, probablemente a causa de las dificulta- ción pasiva de energía para un determinado
des en establecer un diagnóstico etiológico y pro- ángulo de movimiento articular submáximo en
porcionar un tratamiento adecuado para los indi- mujeres con y sin hipermovilidad general
viduos hipermóviles, el interés decayó. Más (Magnusson et al. 2001). Estos datos sugieren que
recientemente, la atención hacia el tema ha las propiedades pasivas de una unidad musculo-
aumentado debido a la identificación de otras tendinosa no son diferentes por sus condiciones y
asociaciones e implicaciones médicas. A pesar del que la mayor flexibilidad de las mujeres hipermó-
renovado interés, esta entidad médica es todavía viles no está causada por los cambios de las pro-
relativamente desconocida y descuidada, incluso piedades fisiológicas de la unidad (Magnusson et
por los reumatólogos (Grahame y Bird 2001) y al. 2001).
particularmente por quienes trabajan en los Se han realizado investigaciones dentro de las
ámbitos de la ortopedia, la medicina física y la bases de la genética del síndrome de hipermovili-
terapia física (Russek 1999). Esto causa mucho dad articular benigna, pero los lugares y las muta-
sufrimiento y angustia a la gente que padece ciones que causan la hiperlaxitud ligamentosa no
hipermovilidad articular (Grahame 2000b), han sido todavía definidos (Grahame 1999). El
muchos de los cuales son considerados hipocon- síndrome es bastante poligénico y afecta a las
dríacos (Russek 1999). Para una detallada expo- estructuras de tipo I y III de las moléculas de colá-
sición del tema, consúltese los excelentes artícu- geno, con una proporción relativamente superior
los de revisión publicados por los Drs. Rodney del tipo III (Russek 1999; Grahame 2000c). Datos
Grahame y Patrick Klemp (Klemp 1997; recientes sugieren que una anomalía en la región
Grahame 1999, 2000a, 2001). q24-26 del cromosoma 15 puede relacionarse con
Sutro (1947) describió cinco casos de extrema la hiperlaxitud articular y los trastornos psiquiá-
movilidad articular y sugirió que la hiperextensi- tricos a menudo demostrados por esos individuos
bilidad de los tejidos ligamentosos y capsulares es (Gratacos y col. 2001).
responsable de la hipermovilidad. Esta conclusión La hipermovilidad puede causar un gran
es todavía válida, porque se cree que el síndrome número de síntomas inespecíficos, que implican
de hipermovilidad articular benigna está causado problemas psicosociales y a menudo afectan signi-
por la excesiva laxitud ligamentosa asociada a las ficativamente a la calidad de vida de quienes la
alteraciones de los genes responsables de la sínte- presentan (Grahame 2000c). La hipermovilidad
sis de tres proteínas: el colágeno, la elastina y la implica eventualmente artralgia, dolor de espalda,
fibrilina (Grahame 1999). La hipermovilidad y torceduras y luxaciones frecuentes (Nef y
benigna, entendida como el primero de una amplia Gerber 1998). Esta sección del capítulo 2 está
lista de cambios que tienen lugar en el tejido dirigida a los principales aspectos clínicos de la
conectivo, es una forma de disfunción adquirida hipermovilidad articular –la cual está determinada
genéticamente (Grahame 1999, 2001). Desde el más frecuentemente por los tests de hiperlaxitud
punto de vista médico, la superposición de carac- ligamentosa-, incluida su asociación con los cam-
terísticas dentro de este abanico es amplia, de bios músculoesqueléticos y el prolapso de válvula
modo que la distinción entre síndrome de hiper- mitral.
Capítulo 2: La flexibilidad en la salud y en la enfermedad 23
más frecuente en pacientes, especialmente muje- mitral, con una prevalencia del 1 al 5% de la
res, con hipermovilidad de la rodilla, lo que población adulta. El prolapso de la válvula mitral,
sugiere un papel etiológico para esta dolencia. que es más frecuente en mujeres, puede ser defi-
Existen también datos sobre el hecho que la os- nido como una protrusión anómala, durante la
teoartritis y la condrocalcinosis pueden ser com- sístole ventricular, de una o dos hojas valvulares
plicaciones tardías en articulaciones extremada- mitrales dentro de la aurícula. Esto ocurre por una
mente móviles (Bird, Tribe y Bacon 1978). Más excesiva elasticidad de las hojas o de uno de sus
recientemente, Punzi et al. (2001) describieron componentes tendinosos y tiene un claro compo-
que la hipermovilidad era un signo habitual en sus nente genético. En la mayoría de los individuos,
pacientes femeninas con artritis reumática. no se produce reflujo ni síntomas significativos, y
Además, la hiperlaxitud ligamentosa se ha encon- el pronóstico clínico es excelente.
trado a menudo en individuos con escoliosis idio- Debido a que los cambios del colágeno son
pática (Veliskasis 1973) y en aquellos, parti- característicos de ambas entidades médicas
cularmente mujeres, que buscaban clínicas (Malcolm 1985), es bastante razonable creer que
especializadas para corregir defectos congénitos los individuos con prolapso mitral serían típica-
de las extremidades (Hassoon y Kulkarni 2002). mente hiperflexibles. La población de bailarines
Parece haber una asociación moderada entre la de ballet, entre la cual existe una alta predisposi-
hipermovilidad articular general y localizada y la ción a la hipermovilidad articular y a la hiperlaxi-
existencia de entidades clínicas musculoesqueléti- tud ligamentosa (Grahame y Jenkins 1972) es un
cas y articulares (Wynne-Davies 1970). Se debería modelo adecuado para estudiar la relación entre la
realizar el diagnóstico diferencial, incluidos datos hipermovilidad articular y el prolapso de la válvula
de laboratorio, en los casos de hipermovilidad mitral. Aunque Klemp y Learmonth (1984) no
articular e hiperlaxitud ligamentosa para descartar encontraron casos de prolapso de la válvula mitral
la posibilidad de trastornos reumáticos. La identi- en un grupo de hombres y mujeres bailarines de
ficación temprana de hipermovilidad articular ballet, Cohen et al. (1987) encontraron una preva-
puede contribuir a un mejor planteamiento tera- lencia muy alta del 42% en una población de 44
péutico y a una prescripción de ejercicio más ade- mujeres bailarinas profesionales de ballet. Esta
cuada (Grahame 2001). Así pues, parece apro- diferencia puede explicarse por la inclusión que
piado incluir tests bien estandarizados sobre Klemp y Learmonth hicieron de los hombres,
movilidad articular en la valoración clínica de que son menos propensos a sufrir este trastorno, y
niños y adultos con molestias musculoesqueléti- por la relativamente baja prevalencia de hipermo-
cas inespecíficas, particularmente en las mujeres y vilidad de su grupo (menos del 10%). Se utilizaron
en las personas en quienes no se puede identificar también distintos criterios para identificar la pre-
fácilmente una razón etiológica. sencia de prolapso de la válvula mitral.
Marks et al. (1983) no encontraron hipermovi-
lidad entre hombres y mujeres adultos con pro-
Prolapso de la válvula lapso mitral, pero otros investigadores sí observa-
ron importantes relaciones entre las dos entidades
mitral y otros trastornos clínicas (Grahame et al. 1981; Pitcher y Grahame
cardiovasculares 1982; Handler et al. 1985; Rajapaske et al. 1987;
Ondrasik et al. 1988; Rodriguez et al. 1991;
Los individuos con hipermovilidad articular pue- Bulbena et al. 1993). La incidencia de prolapso
den presentar alteraciones del tejido conectivo no mitral en individuos hiperflexibles es de 2 a 10
solo en las estructuras implicadas directamente en veces superior que en individuos de la misma
la locomoción, sino también en otros sistemas cor- edad sin hipermovilidad, alcanzando hasta un
porales. Por tanto, parece apropiado revisar las 30% de la muestra (Grahame et al. 1981; Russek
conexiones entre la hipermovilidad articular y las 1999). Muchos de estos individuos también pre-
estructuras anormales del sistema cardiovascular. sentan síntomas musculoesqueléticos que podrían
Entre las alteraciones estructurales del cora- pasar desapercibidos en una valoración estricta-
zón, la más frecuente es el prolapso de la válvula mente cardiovascular (Ondrasik et al. 1988). Por
Capítulo 2: La flexibilidad en la salud y en la enfermedad 25
nuestra experiencia (Chaves, Araújo y Araújo Parece ser que algunas alteraciones cromosó-
2001), la presencia de signos de hiperlaxitud liga- micas predisponen a la hiperlaxitud ligamentosa y
mentosa fue de cuatro a cinco veces más frecuente a la hipermovilidad articular. Baughman et al.
en mujeres con prolapso de la válvula mitral, que (1974), por ejemplo, confirmaron que el ángulo
tendían a ser más flexibles en la mayoría de los de carga (o ángulo cubital) alcanzaba el máximo
principales movimientos articulares. con el fenotipo XO y el mínimo con cromosomas
Uno de los trastornos cardiovasculares con más extranumerarios X o Y. De acuerdo con Biro,
riesgo de muerte en el que el prolapso de la válvula Gewanter y Baum (1983), las personas con triso-
mitral es prominente y común, es el síndrome de mía del cromosoma 21 (síndrome de Down) pue-
Marfan. En este síndrome, que es un trastorno del den presentar también hipermovilidad. Los niños
tejido conectivo autosómico dominante, se produce con síndrome de Down tienden a ser más flexibles
una mutación del gen fibrilina-1 que codifica para que otros niños de su misma edad (Semine et al.
la fibrilina un importante componente de las micro- 1978; Parker y James 1985), aunque los casos de
fibrillas extracelulares. Su prevalencia es aproxima- hiperlaxitud ligamentosa extrema son infrecuen-
damente 1 por cada 10.000 individuos. Los indivi- tes (Livingstone y Hirst 1986). Además, estos
duos con el síndrome de Marfan tienen un alto individuos parecen presentar inestabilidad de la
riesgo de disección o rotura aórtica, que es a columna cervical, particularmente de la articula-
menudo fatal y contribuye a una baja esperanza de ción atlantoaxial (Semine et al. 1978), que tiende
vida media de 32 años en los casos sin tratar a ser asintomática. Este problema condujo a la
(Nienaber y Von Kodolitsch 1999). En este sín- American Academy of Pediatrics Committee on
drome, la hipermovilidad tiene un papel impor- Sports Medicine (1984) a recomendar que los
tante. Grahame y Pyeritz (1995) investigaron a 27 niños o adolescentes con síndrome de Down que
niños y a 48 adultos que tenían un diagnóstico esta- practicaran un deporte que comportara un riesgo
blecido de síndrome de Marfan, y confirmaron la de traumatismo o de lesión en la cabeza o en el
existencia de hiperextensibilidad articular en un cuello, fueran sometidos a una valoración clínica
85% de los casos. La frecuencia de la hipermovili- y radiológica antes de que se les permitiera practi-
dad disminuye gradualmente con la edad. Los casos car esos deportes.
de síndrome de Marfan en los que la hipermovili- La hipermovilidad –específicamente, los cam-
dad extrema es la principal característica clínica son bios en la posición de la cadera y la relajación de
bastante raros (Walker, Beighton y Murdoch 1969). los ligamentos pélvicos– es habitual en el emba-
Estos estudios muestran la importancia de uti- razo (Abramson, Roberts y Wilson 1934). Estos
lizar un enfoque multidisciplinario para valorar la cambios vienen causados por la hormona rela-
relación entre la hipermovilidad articular y los xina, cuyos niveles séricos aumentan diez veces a
cambios estructurales cardiovasculares. Por ejem- lo largo de las cuatro últimas semanas de emba-
plo, ante la presencia o la sospecha de prolapso razo (Calguneri, Bird y Wright 1982). Estos auto-
mitral y sus síntomas típicos –taquicardia, palpita- res encontraron la más alta extensibilidad de la
ciones, ansiedad y dificultad respiratoria– es clíni- articulación metacarpofalángica durante la
camente relevante aplicar tests de medición de la segunda mitad del embarazo en comparación con
movilidad articular y la hiperlaxitud ligamentosa. la de las primeras semanas después del parto
(Calguneri, Bird y Wright 1982), similar a los
datos de Dumas y Reid (1997) sobre laxitud de los
Otros estados hipermóviles ligamentos de la rodilla. También relacionado con
Se han realizado otros tipos de asociaciones –algu- el embarazo, un estudio piloto prospectivo
nas incluso accidentalmente– entre la hipermovili- reciente (Tincello, Adams y Richmond 2002)
dad articular y entidades clínicas específicas. A valoró si las mediciones de la movilidad articular
veces es posible establecer relaciones en estas enti- realizadas en mujeres embarazadas primíparas
dades con cambios del tejido conectivo, pero otras podían predecir la incidencia de la incontinencia
veces los mecanismos son desconocidos y es difícil, urinaria después del parto. Los autores observaron
o incluso imposible, establecer relaciones de causa que aunque las puntuaciones para la hipermovili-
y efecto. dad general no fueron útiles para su propósito, la
26 Flexitest • Parte I: Visión general e historia
que la determinación de los datos bifásicos aporta articular limitada en el percentil 25 más bajo para
un coeficiente de correlación muy bajo. la altura, una incidencia tres veces superior de
En resumen, la hipomovilidad y el dolor lum- retinopatía, y un incremento del doble de neuro-
bar están a menudo conectados. A pesar de que patía sintomática (Rosenbloom et al. 1982;
este descubrimiento es acertado en muchos casos, Rosenbloom et al. 1984; Starkman et al. 1986).
la conexión puede ser inapropiada etiológica- Estos datos han sido confirmados por otros inves-
mente porque el dolor lumbar ha sido también tigadores (Benedetti et al. 1975; Benedetti y
asociado a la hipermovilidad (Sutro 1947). Un Noacco 1976; Starkman y Brink 1982; Fitzcharles
estudio intervencional interesante (Lankhorst, et al. 1984; Kennedy et al. 1982; Rossi y
Van De Stadt y Van Der Korst 1985) investigó a 31 Fossaluzza 1985; Madácsy et al. 1986; Starkman
pacientes con dolor lumbar idiopático, quienes et al. 1986).
mejoraron sintomatológicamente cuando su La movilidad articular limitada es una conse-
movilidad lumbar fue reducida, hecho que corro- cuencia de la diabetes mellitus en los tejidos blan-
boró que, al menos en estos pacientes, la hiper- dos. Está principalmente restringida a las manos,
movilidad más que la hipomovilidad estaba aso- empieza en el quinto dedo y se desplaza lenta-
ciada al dolor lumbar. mente hacia los otros dedos (Kennedy et al. 1982;
Rosenbloom et al. 1982; Shinabaerger 1987). Los
pacientes rara vez lo describen espontáneamente,
Diabetes mellitus porque no causa ningún impedimento funcional
La hipomovilidad clínica, especialmente en las (Rosenbloom et al. 1982; Fitzcharles et al. 1984).
manos, ha sido estudiada en pacientes diabéticos Esta alta incidencia –entre el 8 y el 36%– y la ele-
(Lundbzaek 1957). Sin embargo, fue sólo en 1974 vada especificidad del signo clínico son útiles para
cuando los endocrinólogos pediátricos de Florida la detección y el pronóstico (Kennedy et al. 1982;
presentaron un nuevo síndrome basado en tres Rosenbloom et al. 1983; Campbell et al. 1985). El
casos que estaban caracterizados por la limitación primer síntoma es la rigidez de las manos, que
de la movilidad articular y el déficit del creci- aparece normalmente alrededor de la segunda
miento en la diabetes mellitus infantil década de la vida y viene seguida, unos 2 años
(Rosenbloom y Frias 1974). A este informe preli- después, por angiopatías microvasculares e impli-
minar le siguieron otros estudios procedentes del caciones de otras articulaciones mayores
mismo grupo de investigación que incorporaron (Rosenbloom et al. 1984; Shinabaerger 1987). Si
un gran número de pacientes y otras variables la hipomovilidad empieza a una edad temprana,
(Grgic et al. 1975, 1976; Rosenbloom et al. 1981, antes del estirón de la pubertad la altura final
1982, 1983, 1984). Estos estudios demostraron alcanzada es menor (Rosenbloom et al. 1982). En
que en la diabetes infantil con una movilidad arti- un interesante informe, neumólogos asociados
cular limitada había unos niveles séricos normales con Rosenbloom (Schnapf et al. 1984) identifica-
de suero de hormona del crecimiento (Grgic et al. ron una compliancia pulmonar reducida y una
1975) y que existía una relación entre la duración menor elasticidad de los pulmones, lo que induce
de los trastornos y la prevalencia y significación un patrón respiratorio restrictivo, en los indivi-
de las alteraciones articulares (Grgic et al. 1976). duos diabéticos.
En una amplia muestra, encontraron que la movi- Posteriormente, Arkkila, Kantola y Viikari
lidad articular estaba limitada en un 28% de los (1997) encontraron que, cuando se controlaban
niños con diabetes en comparación con factores de confusión como la edad y la duración
un baremo del 1% en niños sanos (Grgic et al. de la diabetes, los pacientes diabéticos hipermóvi-
1976). les tenían de tres a cuatro veces más riesgo de de-
Los niños diabéticos con movilidad articular sarrollar enfermedades coronarias y cerebrovascu-
limitada tienen un riesgo significativamente más lares o nefropatía, e incluso un mayor riesgo de
alto de desarrollar a largo plazo complicaciones retinopatía proliferativa. En otro estudio, se asoció
microvasculares (Rosenbloom et al. 1981). Otros la movilidad limitada pasiva y activa del tobillo
datos clínicos relevantes descubiertos incluyen el con un déficit sensorial cutáneo (Simmons,
ranking de 75% de niños diabéticos con movilidad Richardson y Deutsch 1997), lo cual tiene impli-
Capítulo 2: La flexibilidad en la salud y en la enfermedad 29
caciones prácticas para el cuidado del pie y para Con el desarrollo y el uso extenso de los tests
las pautas de actividad física para los pacientes de flexibilidad en las pruebas clínicas, es probable
diabéticos. que en el futuro otras enfermedades revelen par-
Aunque las bases bioquímicas de una movili- cial o general hipomovilidad como parte de sus
dad disminuida no están todavía completamente signos y síntomas.
establecidas, está claro que incluyen cambios del
colágeno –principalmente un incremento del
número de interconexiones moleculares o cone-
La flexibilidad en las
xiones cruzadas y altos niveles de glucosilación lesiones y el dolor
(Campbell et al. 1985). A pesar de la sugerencia
de Grgic et al. (1976) de muchos años antes acerca
muscular retardado
de que es un área de investigación interesante, La práctica deportiva está frecuentemente aso-
hasta ahora la resistencia pasiva del quinto dedo ciada con lesiones del sistema locomotor. Estas
de la mano y la flexibilidad dinámica no han sido lesiones pueden producirse por un traumatismo
formalmente evaluadas en los pacientes diabéti- directo, como una colisión entre dos jugadores, o
cos. Con ello se podría aportar una información por un mecanismo indirecto, como una rotura
clínica relevante. ligamentosa causada por un movimiento anormal
de la articulación. Las lesiones dependen también
de factores extrínsecos como el tipo de deporte, el
Otros estados hipomóviles modo de practicarlo y las condiciones materiales y
Además de la diabetes mellitus y el dolor lumbar, ambientales, y de factores intrínsecos como las
existen otros procesos clínicos en los que la hipo- condiciones físicas, psicológicas y sociales del
movilidad es una característica importante que individuo (Lysens et al. 1984). Frecuentemente,
puede afectar a la vida diaria. Las técnicas ambu- las lesiones están causadas por el sobreuso de una
latorias para personas que padecen artritis crónica determinada estructura del sistema locomotor.
difieren significativamente de las técnicas para los Por ejemplo, McHugh et al. (1999) encontraron
sujetos sanos en términos de frecuencia y grado de que los sujetos con rigidez eran más propensos a
movilidad de la rodilla (Brinkmann y Perry 1985). desarrollar una lesión muscular inducida por el
En la artritis reumática juvenil, la sustancial pér- ejercicio después de seis tandas rápidas de con-
dida de amplitud del movimiento de las articula- tracciones submaximales excéntricas e isocinéti-
ciones afectadas provoca discapacidades funciona- cas a media velocidad de los isquiotibiales. En
les (Len et al. 1999). Hay datos (Cranney et al. general, estas lesiones son más frecuentes en suje-
1999) que demuestran que la limitada movilidad tos sometidos a programas de entrenamiento
articular observada usualmente en esta enferme- físico de alta intensidad y de larga duración, como
dad está asociada a procesos genéticos e inflama- triatletas o soldados. Una de las principales razo-
torios, como se ha demostrado mediante marca- nes para estudiar la flexibilidad es la valoración
dores específicos. En un raro síndrome que del papel de tales variables en la prevención y, por
combina las dos formas de diabetes –mellitus e tanto, en la reducción de la incidencia de lesiones
insípida- y la atrofia óptica, también se encuentra relacionadas con la actividad física.
la hipomovilidad; más específicamente, se encon- Durante muchos años se ha creído que los ejer-
tró en dos hermanos una deformidad de flexión cicios de estiramiento y unos niveles “adecuados”
fija de todas las articulaciones interfalángicas de flexibilidad ayudaban a prevenir las lesiones
(Fitzgerald, Greally y Drury 1978). deportivas. En un excelente artículo de revisión,
La hemofilia, enfermedad en la que la sangre Gleim y McHugh (1997) analizaron datos proce-
no se coagula, está asociada también a la hipo- dentes de 18 estudios, la mayoría de ellos retros-
movilidad. Johnson y Babbit (1985) describieron pectivos, y concluyeron que no existe una eviden-
cambios articulares genéticos, incluida la hipo- cia definitiva que sugiera que la realización de
movilidad, en 48 pacientes hemofílicos que pre- ejercicios de estiramiento prevenga las lesiones.
sentaban limitaciones funcionales y alteraciones Posteriormente, Shrier (1999), ampliando el
radiológicas. ámbito de la revisión para incluir documentos
30 Flexitest • Parte I: Visión general e historia
publicados en Francia, confirmó que los ejercicios ción de los reclutas, verificaron que los individuos
de estiramiento realizados antes de la actividad menos flexibles presentaban una mayor probabili-
física no previenen las lesiones. El autor presentó dad de lesionarse. Parece ser que existen otras
cinco razones por las que los ejercicios de flexibi- variables implicadas como el tipo de deporte y el
lidad no evitan las lesiones: sexo. En estudiantes de danza, Wiesler et al. (1996)
no encontraron ninguna relación entre la flexibili-
1. En los animales, el incremento de la distensibi- dad del tobillo y la sucesión de lesiones en un pe-
lidad muscular inducido por el calor favorece ríodo de 1 año. Tyler et al. (2001) observaron que
la rotura de los tejidos. no existía ninguna diferencia en la movilidad de
2. Los estiramientos previos al ejercicio no tienen aducción de la cadera entre los jugadores profesio-
efectos prácticos en actividades en las que no nales de jockey que habían sufrido o no lesiones de
se alcanza la amplitud máxima del movi- los músculos aductores de la cadera durante la tem-
miento, como el footing. porada. Finalmente, Krivickas y Feinberg (1996)
3. El estiramiento no afecta a la distensibilidad investigaron a 201 estudiantes universitarios de
muscular durante la fase excéntrica, cuando se ambos sexos y verificaron únicamente en los hom-
producen la mayoría de las lesiones. bres una relación inversa entre la laxitud ligamen-
4. El estiramiento en sí mismo puede lesionar tosa y las lesiones de la extremidad inferior.
algunas estructuras. Basándonos en la bibliografía parece apropiado
5. El estiramiento puede enmascarar el dolor estar de acuerdo con la sugerencia de Hartig y
muscular en el ser humano. Henderson (1999) acerca de que la relación entre la
incidencia de lesión y la flexibilidad tiene forma de
Es mejor adoptar un enfoque menos dogmá- U, lo que muestra que los niveles de flexibilidad
tico en el mundo real. Aunque parece claro que extrema tienden a estar asociados con una alta pre-
los estiramientos antes de empezar una actividad, disposición a la lesión. Posteriormente, Herbert y
como caminar, correr y montar en bicicleta, no Gabriel (2002) realizaron una revisión sistemática
reducen la ya baja oportunidad de lesión en los de la bibliografía y no encontraron evidencia
individuos no deportistas, pueden ser útiles para alguna de que los programas de estiramiento reali-
los tenistas, patinadores y gimnastas, cuyas actua- zados antes o después del ejercicio protegieran de la
ciones requieren estallidos cortos y precisos de sensibilidad dolorosa retardada.
movimientos de alta intensidad. Para estos gru- Cuando se expone el papel de la flexibilidad en
pos, parece lógico tener una rutina de calenta- la predisposición y la prevención de lesiones, es
miento, incluidos ejercicios en los que se alcance importante también advertir que los ejercicios de
la amplitud máxima del movimiento, incluso si no estiramiento en sí mismos pueden causar lesiones
hay (y puede que no haya nunca) una confirma- tendinosas y musculares, sobre todo si el estira-
ción científica del beneficio. miento no se realiza adecuadamente. Por ejemplo,
A pesar de que el efecto agudo de los ejercicios cuando Askling et al. (2002) examinaron a 97
de estiramiento no parece importante para la pre- estudiantes de danza, encontraron que una gran
vención de lesiones en el deporte, el papel de la fle- mayoría habían tenido, como mínimo, una lesión
xibilidad en la prevención de lesiones es menos de isquiotibiales en los últimos 10 años, de las
cierta cuando se compara la incidencia de lesiones cuales casi un 90% había sido causado durante
deportivas en personas con distintos niveles de fle- ejercicios preliminares con estiramientos lentos.
xibilidad. Por ejemplo, Kirby et al. (1984) observa- En los individuos no acostumbrados a este tipo de
ron que las gimnastas más flexibles tenían una entrenamientos, Smith et al. (1993) detectaron
mayor predisposición al dolor de espalda; que una sola sesión de estiramientos, fueran estos
McMaster, Roberts y Stoddard (1998) encontraron estáticos o balísticos, incrementaba los niveles de
una correlación entre la laxitud de los hombros y el suero sanguíneo de creatincinasa y producía una
dolor de hombro en los nadadores de elite. Por otro sensibilidad muscular dolorosa retardada mode-
lado, Jönhagen, Nemeth y Eriksson (1994), estu- rada. Son necesarios ensayos clínicos aleatoriza-
diando a esprínters, y Hartig y Henderson (1999), dos controlados para comprender mejor las rela-
siguiendo los entrenamientos militares de prepara- ciones entre la flexibilidad general y específica y
las lesiones relacionadas con la actividad física.
Capítulo 3
La evaluación clásica
de la flexibilidad
Este capítulo revisa brevemente los distintos des, como se ha expuesto en el capítulo 2. Esta
métodos y protocolos disponibles para evaluar la característica distingue la flexibilidad de otros
flexibilidad. En primer lugar, se exponen las prin- componentes de la condición física relacionados
cipales contribuciones relevantes para evaluar la con la salud (como la potencia aeróbica máxima y
flexibilidad desde una perspectiva histórica. En la fuerza y la potencia musculares máximas), en
segundo lugar, se analizan los distintos sistemas los que unos valores más elevados generalmente
de clasificación disponibles para la evaluación de están relacionados con unos estándares más eleva-
la flexibilidad, incluida nuestra propia propuesta dos de salud y de ejecución física en todos los gru-
de 18 criterios. En el proceso presentamos una pos de edad. En este sentido, la flexibilidad puede
sinopsis de algunos de los métodos más utilizados estar más cerca de parecerse a la composición cor-
para evaluar la flexibilidad en las diferentes áreas poral, en la que es deseable un limitado abanico
profesionales. Finalmente, se exponen los instru- de valores y los resultados extremos están a
mentos y aparatos utilizados para las mediciones menudo relacionados con la enfermedad o condi-
de la amplitud del movimiento (ROM: range of ciones anormales.
motion) articular. A pesar de sus características especiales, que
deben tenerse en cuenta en los programas de eva-
luación, es sabido que la evaluación de la flexibi-
Perspectivas generales lidad puede ofrecer una información valiosa en el
e históricas contexto de la valoración de la forma física. La
figura 3.1 presenta diversas situaciones prácticas y
La flexibilidad está ampliamente reconocida como potenciales en las que la medición de la flexibili-
uno de los principales componentes de la forma dad puede ayudar a desarrollar estrategias de
física (Cureton 1941; Corbin y Noble 1980; Reilly salud y condición física.
1981; Bouchard et al. 1990; Pate et al. 1995; El hecho de que exista una gran variedad de
Borms y Van Roy 1996; Fahey, Insel y Roth 1999; protocolos, técnicas, métodos, instrumentos y apa-
Cooper Institute for Aerobic Research 1999; ratos para la evaluación de la flexibilidad confirma
ACSM 2000). Es, por tanto, lógico integrarla en la relativa importancia y la aplicación de la flexibi-
las baterías de test de la forma física (Silman, lidad en diferentes situaciones. Por ejemplo, la
Haskard y Day 1986; Skinner, Baldini y Gardner evaluación de la flexibilidad puede ser utilizada
1990; Borms y Van Roy 1996; Suni et al. 1998; por los educadores físicos como parte de su valo-
Cooper Institute for Aerobic Research 1999; ración de la forma física (Cureton 1941), por los
ACSM 2000). Sin embargo, sería inapropiado con- médicos del equipo como un instrumento para
siderar la flexibilidad como una variable o carac- valorar el riesgo de lesión durante una temporada
terística única y uniforme, porque es específica de competición (Nicholas 1970), por los reumató-
para unos determinados movimientos (Harris logos para identificar la hipermovilidad benigna en
1969). Como tal, un único arco de movilidad arti- una mujer joven (Biro et al. 1983) y por pediatras
cular probablemente no reflejará la movilidad endocrinólogos para determinar el potencial de un
general o la flexibilidad del individuo; esta consi- adolescente diabético insulino-dependiente para
deración es prioritaria en la evaluación de la flexi- sufrir microangiopatía (Rosenbloom et al. 1981).
bilidad. Es probable que ciertas ROM estén aso- La evaluación de la flexibilidad no es una
ciadas a las necesidades de salud y ejecución. En cuestión nueva. En realidad, algunos estudios
efecto, unos niveles extremadamente bajos o altos sobre este tema ya se realizaron en el siglo XIX,
de ROM articular suelen asociarse a enfermeda- tal y como expuso Elward (1939). A finales del
31
32 Flexitest • Parte I: Visión general e historia
Dorinson y Wagner 1948; Dunham 1949; Duvall tos de 1954 –acerca de que los niños europeos
1948; Nemethi 1953; Salter 1955; Schenker 1956; estaban más en forma que los americanos– hizo
Steel y Tomlinson 1958; Storms 1955). En un que sus trabajos posteriores fueran mucho más
estudio publicado en 1948, Kendall y Kendall se famosos (Kraus y Hirschland 1954). A partir de
organizaron para que todos los instructores de entonces, los protocolos de evaluación se hicieron
educación física del sistema de educación de muy conocidos. Los estudios mencionados son a
Baltimore, Maryland, recogieran datos sobre dos menudo citados como las fuentes primarias por
tests de flexibilidad que establecían resultados de los investigadores no familiarizados con el trabajo
sí/no. Los datos de unos 5.000 sujetos, distribui- de 1941 de Gurewitsch y O’Neill (Wells y Dillon
dos proporcionalmente desde 1 año hasta 22 años 1952; Kraus y Hirschland 1954). A finales de los
en ambos sexos, les permitieron presentar resulta- años 1950, Leighton, quien anteriormente había
dos de curva de población para las pruebas de desarrollado un mecanismo para medir el arco de
tocar los dedos de los pies y de flexionar el tronco movimiento en la mayoría de las articulaciones
hasta que la frente alcance las rodillas (Kendall y (1942), publicó una serie de artículos (Leighton
Kendall 1948). Sus datos mostraron que es muy 1955, 1956, 1957a, 1957b) en los que estudiaba la
raro que los niños mayores de 4 años sean capaces evaluación de la flexibilidad con la aplicación de
de tocar con la frente las rodillas extendidas y que la técnica del flexómetro en colegiales y en atletas
el porcentaje menor de sujetos capaces de tocar los de distintas disciplinas deportivas.
dedos de los pies con la punta de los dedos estaba Contrastándolo con las técnicas más simples
entre los 11 y 12 años de edad. empleadas en estudios previos, la tecnología fue
Algunas de las contribuciones más significati- introducida para la evaluación de la flexibilidad a
vas en el área de la evaluación de la flexibilidad principios de los años 1960. Johns y Wright
resultaron del trabajo derivado de la tesis máster (1962) fueron coautores de un trabajo clásico que
de Moore. En tres artículos publicados secuencial- describía la importancia relativa de diversos teji-
mente en Physical Therapy Review (Hellebrandt, dos en la movilidad de la articulación de la
Duvall y Moore 1949; Moore 1949a, 1949b), muñeca de gatos anestesiados. Cuando Karpovich
Moore, un fisioterapeuta, presentó una amplia y Karpovich (1959) introdujeron el potencióme-
revisión de la bibliografía anterior, detalló el uso tro para medir el ángulo durante un movimiento,
de la goniometría para las mediciones de la ROM iniciaron el uso de la electrónica para medir la
articular e introdujo formalmente los temas de ROM articular. Poco después, la American
evaluación y credibilidad. También señaló Academy of Orthopaedic Surgeons (1965) publicó
(1949b) muy claramente la complejidad derivada un folleto que describía las técnicas para la medi-
de la distinta terminología y las marcas de refe- ción y los estándares normales para la ROM arti-
rencia utilizadas en este ámbito y, más específica- cular. Los individuos que presentaban hipermovi-
mente, la necesidad de estandarización en un sis- lidad general empezaron a ser formalmente
tema de referencia para las mediciones de la ROM identificados mediante un sistema de clasificación
en grados, por lo que hay muchos sistemas distin- (Carter y Wilkinson 1964) basado también en el
tos (p. ej., el geométrico 180º de arco y la posición trabajo original de Sutro (1947). Siguieron otros
anatómica de 0º de movimiento). protocolos de clasificación y evaluación más sofis-
A principios de los años 1950 hubo dos impor- ticados aunque todavía sencillos de realizar
tantes contribuciones en el campo de la evalua- (Beighton y Hóran 1970). En otra relevante con-
ción de la flexibilidad, una, la de Wells y Dillon tribución en este momento, el grupo de investiga-
(1952), y otra, la de Kraus y Hirschland (1954). ción de Wright extendió posteriormente el uso de
Ambos estudios, utilizando grandes muestras, un protocolo alemán conocido como el método de
pretendieron desarrollar estándares para la evalua- Schober para las mediciones de la ROM del tronco
ción de la flexibilidad en individuos en edad esco- en distintos planos (Macrae y Wright 1969).
lar. Kraus había sido coautor de un trabajo ante- En el año 1970 Nicholas relacionó un perfil de
rior en el que se describía el protocolo del test de flexibilidad baja con el riesgo de lesión durante la
tocar los dedos de los pies (Weber y Kraus 1949), temporada de competición en jugadores universi-
pero la enorme repercusión de sus descubrimien- tarios de fútbol americano, poniendo una especial
34 Flexitest • Parte I: Visión general e historia
et al. 1985; Bonci, Hensal y Tiorg 1986; Silman, excepcionales (Magnusson et al. 1996). Sin
Haskard y Day 1986; Tucci et al. 1986; Krivickas y embargo, datos experimentales han demostrado
Feinberg 1996; Fredriksen et al. 1997; Tyler et al. una buena asociación entre los componentes diná-
1999). La mayor contribución en el área de la mico y estático de la flexibilidad (Gleim y
medición del grado de movilidad durante este McHugh 1997).
tiempo fue la publicación de un trabajo Clinics in Debido a que existen dos tipos básicos de fle-
Rheumatic Diseases dedicado en su totalidad a esta xibilidad (Holland 1968; Clarke 1975; Fahey,
cuestión (Badley y Wood 1982; Smith 1982; Insel y Roth 1999), un primer paso lógico fue cla-
Wright y Hopkins 1982). Como ya señalamos en sificar la evaluación de la flexibilidad en estática y
el prólogo (Wright 1982), existe todavía espacio dinámica. La mayoría de los protocolos de evalua-
suficiente para avances en la medición y evalua- ción dinámicos miden las curvas de rigidez articu-
ción de la ROM. lar, esto es, la cantidad de torque requerido para
En los últimos 20 años, la mayoría –sino mover la articulación y un predeterminado arco
todos– de los libros relacionados con el ejercicio y de movimiento (Wright y Johns 1960; Johns y
las ciencias del deporte (Johnson y Nelson 1979; Wright 1962). La evaluación de la flexibilidad
Phillips y Hornak 1979; Borms y Van Roy 1996; dinámica es rara vez utilizada en la práctica clínica
Fahey, Insel y Roth 1999; ACSM 2000), y la medi- o en la arena deportiva; se considera primaria-
cina y la rehabilitación física (Cole 1982; Kottke mente como una herramienta de investigación.
1982; Norkin, White y White 1995) han presen- Para clasificar la flexibilidad de tipo estático,
tado estudios sobre la evaluación de la flexibili- Harris (1969a) abogó por un enfoque cinesioló-
dad. Su intención ha sido establecer una asocia- gico, en el que las acciones corporales son consi-
ción entre la flexibilidad y la probabilidad de deradas para ser realizadas por una o múltiples
lesión y la prevención tanto en el deporte como en articulaciones moviéndose en uno o más planos
la salud relacionada con la calidad de vida y el fit- anatómicos. De acuerdo con Harris, existen dos
ness, reforzando de este modo la relevancia de tipos de mediciones:
este tipo de mediciones (Fleckenstein, Kirby y
MacLeod 1988; Krivickas y Feinberg 1996; 1. Acción articular simple
Decoster et al. 1997; Jackson et al. 1998). 2. Acción articular compuesta
específica del cuerpo, y los tests absolutos son los Los temas de fiabilidad y validez inter e intraeva-
que miden únicamente la ejecución en relación luación, así como otras propiedades estadísticas
con una meta absoluta, tal como la distancia lineal de los resultados deben ser conocidos porque
entre el cuerpo ejecutor y el suelo en un esquat están relacionados con el tipo de medición de la
lateral. Johnson y Nelson también señalaron que escala y con las características inherentes a la dis-
las mediciones de la flexibilidad pueden ser trata- tribución de los datos. Hay que identificar la pre-
das como lineales (presentadas en pulgadas o cen- sencia o ausencia de efectos de “techo” y “suelo”,
tímetros determinados con una cinta adhesiva o sumados a las propiedades de distribución de los
una vara de medición) o rotatorias (en grados de datos no-gaussiana; éstos podrían ser importantes
rotación obtenidos con el uso de instrumentos para la elección del método más apropiado para
transportadores o similares). una situación de evaluación particular.
Maud y Cortez-Cooper (1995) introdujeron
una terminología distinta con la designación de
dos métodos de evaluación: Los distintos sistemas de clasificación para
los tests de flexibilidad estática se distin-
1. Indirectos guen unos de otros en función del tipo de
2. Directos acción articular y de los modos en que las
mediciones se realizan.
Esta división está relacionada con el tipo de
medición realizada. Los métodos indirectos miden
la distancia lineal entre dos partes o segmentos Después de considerar la necesidad de incluir
corporales, mientras que los métodos directos son todos estos aspectos en la valoración de la flexibi-
aquellos en los que los ángulos articulares –esto lidad, desarrollamos nuestra propia clasificación
es, ángulos entre partes o segmentos corporales– de protocolos de evaluación de la flexibilidad.
son medidos en grados. Integramos dentro de nuestro sistema algunos de
Por otro lado, Reilly (1981) utilizó la expresión los conceptos presentados por otros autores, para
test de ejecución para medir situaciones que impli- después ir un poco más allá con la incorporación
caban más de una articulación y tenían un com- de la evaluación de la flexibilidad clínica en el
ponente claramente activo, esto es, condiciones ejercicio, la medicina del deporte, la reumatología,
en las que la ROM máxima era obtenida por el y las disciplinas relacionadas, dentro de un sis-
sujeto evaluado sin ningún soporte o ayuda tema de clasificación único. En cuestiones de
externa. medición y evaluación, existen dos criterios aña-
A pesar de que la mayoría de los tests de flexi- didos para ser considerados en la clasificación o
bilidad estática pueden ser realizados tanto de sistema taxonómicos: el coste y los aspectos de
modo activo como pasivo, dependiendo de sus seguridad. Sin embargo, debido a que el coste está
protocolos respectivos y de sus metas de evalua- de algún modo relacionado con la instrumenta-
ción, se debe tener en cuenta que los resultados y ción y la cantidad de tiempo requerido para com-
la interpretación subsiguiente varían considera- pletarla (ambos ya estaban incorporados en el
blemente, en especial en términos de factores modelo propuesto) y debido a que los riesgos sig-
limitantes para la amplitud máxima. nificativos para la salud son inusuales en la valo-
Hasta ahora hemos tratado algunos aspectos ración de la flexibilidad, la inclusión formal de
del enfoque de la evaluación de la flexibilidad. estos aspectos fue desestimada. Nuestro sistema
Existen muchos otros aspectos relevantes para ser de clasificación considera 18 aspectos principales
considerados. Por ejemplo, los métodos de valora- de técnica o protocolo de evaluación, divididos en
ción varían en términos del número de articula- 8 criterios metodológicos, 4 operacionales y 6
ciones y movimientos medidos, los instrumentos relacionados con la ciencia, que presentamos en la
requeridos y el tiempo necesario para completar el tabla 3.1 y exponemos brevemente a continua-
test, así como también los aspectos estadísticos. ción.
Capítulo 3: La evaluación clásica de la flexibilidad 37
Metodológico
Operativo
Científico
14 Estabilidad 17 Aplicabilidad
Sumado a la alta fiabilidad mostrada entre las Algunos aspectos de un protocolo pueden
mediciones recogidas por el mismo o distintos
evaluadores, un buen protocolo de evaluación interferir en el espectro de individuos o con-
de la flexibilidad debe ser estable; esto es, los diciones en las que ese protocolo de evalua-
resultados han de tener una variabilidad limi- ción de la flexibilidad puede ser empleado.
tada cuando todos los factores externos, Idealmente, un método de evaluación debe-
como la temperatura, la actividad física previa ría ser válido para toda la población, inclui-
y el momento del día, son estudiados. En dos niños, adultos y ancianos de ambos
cuanto a la variación entre los resultados obte- sexos, sanos o enfermos, o con distintos
nidos en dos días distintos, los métodos de
evaluación de la flexibilidad pueden clasifi- niveles de actividad física regular (desde los
carse en tres niveles de estabilidad: alta (<5%), más sedentarios a los deportistas de elite).
media (5 a 10%) y baja (>10%). Además, debería ser capaz de evaluar a indi-
viduos en los extremos de las escalas de fle-
xibilidad; es decir, las personas con hipo o
hipermovilidad. La aplicabilidad de un test
15 Validez de flexibilidad puede considerarse: muy
baja, baja, media, alta y muy alta.
La posibilidad de medir “verdaderamente” la
variable que está siendo considerada, se llama
validez. Aunque existen distintos aspectos de
validez, existe un consenso general de que
todos los métodos de evaluación son válidos 18 Características de los datos
si son utilizados en la práctica o en investiga- de distribución
ción. Como no hay un patrón real en la eva-
luación de la flexibilidad, no es factible deter- La estadísticas paramétricas son mucho más
minar directamente la validez de un método o
un instrumento concreto de evaluación de la veraces y fáciles de utilizar e interpretar que
flexibilidad. Sin embargo, es posible estimar los métodos estadísticos no paramétricos.
la validez elaborada y actualizada de la mayo- Sin embargo, algunas asunciones básicas
ría de los métodos, siendo ésta calculada deben ser cumplidas antes de poder utilizar
mediante coeficientes de correlación pro- estadísticas paramétricas, a saber, un alto
ducto-momento en comparación con otros nivel en la escala de medición (es decir, al
protocolos de “referencia”. Los métodos de menos una puntuación de tipo interválico) y
evaluación de la flexibilidad pueden clasifi-
carse arbitrariamente en términos de validez una distribución de datos normal o gau-
como baja (r ≤ 0,4), media (0,4 < r < 0,6) o ssiana. En este sentido, las rutinas de eva-
alta (r ≥ 0,6). luación de la flexibilidad pueden dividirse
mediante el manejo de los datos estadísticos
en paramétricas y no paramétricas.
16 Poder discriminatorio
o sensibilidad
Una técnica de valoración debe ser capaz de
detectar diferencias reales estén dónde estén, Revisión de los métodos
tanto en un enfoque de sección cruzada como
en uno intervencional. Esta propiedad susti- existentes para la evalua-
tuye a la pertinencia del intervalo de puntua-
ción, idealmente sin efectos de medición de ción de la flexibilidad
techo y suelo –muy rara vez se encuentran
puntuaciones extremas. La sensibilidad de las Con nuestro sistema de clasificación en mente, dis-
técnicas en la identificación de los efectos
intervencionales está también influida por el ponemos del marco para exponer los métodos
nivel de flexibilidad del grupo de población principales de evaluación de la flexibilidad (el
que se esté evaluando. A la luz de esta limita- capítulo 8 utilizará el sistema de clasificación de 18
ción potencial, parece suficiente valorar los
protocolos para la valoración de la flexibilidad
puntos para comparar los métodos de flexibilidad
de acuerdo con su poder discriminatorio en con más detalle). Si hay que elegir el criterio más
cinco niveles arbitrarios: muy bajo, bajo, importante por razones didácticas de agrupación,
medio, alto y muy alto. el criterio de unidad (punto 12) es el más apro-
Capítulo 3: La evaluación clásica de la flexibilidad 41
piado. En este contexto, se presentan en esta sec- fuentes (AAOS 1965; Norkin; White y White
ción los protocolos históricos más importantes 1995; Clarkson 1999) los posibles movimientos
para la evaluación de la flexibilidad. de cada una de las articulaciones principales y la
correspondiente terminología. Debe dejarse claro
que las mediciones goniométricas son difíciles o
Métodos angulares incluso imposibles de realizar en algunas articula-
Los métodos angulares para la medición de la ciones o situaciones específicas, especialmente
amplitud del movimiento (ROM) son aquellos cuando el movimiento global ocasiona una movi-
que proporcionan resultados en grados de arco lidad pequeña en articulaciones pequeñas, como
–por ejemplo, cuando el ángulo formado por el eje ocurre con la flexión del tronco (Buck et al. 1959).
longitudinal del antebrazo y el brazo se mide Para la estandarización, en este libro se adoptaron
durante la flexión del codo. La goniometría, la algunos términos para la descripción de ciertos
medición de los ángulos, es el término utilizado movimientos, incluidos la dorsiflexión del tobillo y
comúnmente para identificar estos métodos. Los la flexión plantar como correspondencia de la fle-
métodos angulares pueden ser utilizados tanto en xión y extensión del tobillo, rotación lateral y
versiones activas como pasivas, aunque se aplican medial como correspondencia de la rotación
con más frecuencia activamente porque son nece- externa e interna, e hiperextensión para describir el
sarios, como mínimo, dos evaluadores entrenados exceso de la posición neutra de la articulación.
para una goniometría pasiva bien realizada. Tenemos una excepción importante para esta regla
Históricamente, los métodos angulares fueron en los movimientos de tronco, en los que la hipe-
los primeros en ser desarrollados en respuesta a la rextensión simplemente se reemplaza por exten-
demanda del sistema de asistencia sanitaria de sión.
métodos para evaluar la discapacidad y los resul- Existen como mínimo tres modos distintos de
tados del tratamiento en los veteranos heridos de medición del arco de movimiento, dependiendo del
la Primera Guerra Mundial (Albee y Gilliland sistema de referencia utilizado (Moore 1949a).
1920; Gilliland 1921; Glanville y Kreezer 1937; En la goniometría clásica (AAOS 1965), la posi-
Elward 1939). Una gran cantidad de conocimien- ción anatómica erguida está considerada como 0º
tos se ha ido acumulando sobre este tema y los de movilidad. Las mediciones de cada arco
libros (Norkin, White y White 1995; Clarkson empiezan lógicamente desde este valor y progre-
1999), capítulos de libros (Maud y Cortez-Cooper san hacia los 180º, con la única excepción de las
1995; Borms y Van Roy 1996), monografías magnitudes de pronación y supinación, para cada
(AAOS 1965; Clarke 1975; Wright 1982) y artícu- una de las cuales el punto medio del movimiento
los de revisión (Duvall 1948; Moore 1949b; se considera la posición de inicio y la movilidad
Storms 1955) cubren ampliamente todos los está graduada de 0 a 90º en ambas direcciones. La
métodos y técnicas disponibles para la valoración limitación de la ROM se asocia con valores angu-
angular de la ROM articular. Para prácticamente lares numéricos pequeños y cabe conseguir fácil-
todas las articulaciones, hay disponibles normas y mente tanto intervenciones diagnósticas como
límites de la ROM normal (Moore 1949a; Salter terapéuticas. Debido a que en la práctica esta
1955; Leighton 1956; Kottke y Mundale 1959; aproximación contradice claramente la geometría
AAOS 1965; Boone y Azen 1979; Bell y Hoshizaki clásica (Moore 1949a), algunos profesionales han
1981; Fitzgerald et al. 1983; Woods 1985; preferido utilizar un sistema en el que un movi-
Pellecchia y Bohannon 1998; Fahey, Insel y Roth miento de flexión alcanza 0º y una articulación
1999), muchos de ellos con sexo y edad específi- completamente extendida alcanza 180º. En con-
cos (Leighton 1955; Clayson et al. 1962; Coon et traste con la goniometría clásica, los valores de
al. 1975; Bower 1982), lo que permite al evalua- baja movilidad están asociados a valores de
dor la apreciación comprehensiva y apropiada de muchos grados. Una tercera aproximación mide
los resultados obtenidos. Es fundamental prestar grados únicamente para un arco de movimiento
una cuidadosa atención a estas descripciones para articular en un único plano (Moore 1949a;
asegurarse una fiabilidad de medición alta (Brown Leighton 1956), más que considerar una contri-
y Miller 1998). Están disponibles también en otras bución relativa de cada acción aislada. Por ejem-
42 Flexitest • Parte I: Visión general e historia
plo, 130º de arco de movimiento del codo pueden 1998), hecho que puede ser útil en el diagnóstico
corresponder a 130º de flexión desde la posición diferencial clínico de los factores limitantes de la
extendida neutra o a una combinación de puntos movilidad.
de amplitud del límite de extensión y flexión, tal La técnica de medición angular de Leighton
como 10º de hiperextensión del codo y 120º de (1956) ha sido ampliamente utilizada por educa-
flexión del codo, teniendo cada escenario un sig- dores físicos y entrenadores deportivos, posible-
nificado clínico distinto (Buck et al. 1959). Hay mente debido a la disponibilidad inmediata de
que insistir en que las mediciones angulares obte- datos de referencia de varones universitarios y de
nidas en distintos sistemas no son intercambia- algunas modalidades deportivas (Leighton 1955,
bles debido al gran riesgo de una mala interpreta- 1957a, 1957b) y a las normas recientemente dis-
ción. El sistema elegido debe estar claramente ponibles para hombres y mujeres de 18 a 88 años
establecido en el informe de datos (Moore 1949a; (Brown y Miller 1998). En la descripción original
Buck et al. 1959; Kottke 1983). Además, ninguno de la técnica (Leighton 1956), se midieron activa-
de estos sistemas permite cuantificar pequeñas mente los ángulos de un total de 30 arcos de
translaciones concomitantes, que se producen movimiento articular realizados en ambos lados
con bastante frecuencia durante los movimientos del cuerpo y distribuidos a lo largo de las extre-
articulares supuestamente de un único plano midades superiores e inferiores y del tronco.
(Buck et al. 1959). Por otro lado, los fisioterapeutas adoptaron el
test de elevación de la pierna recta (straight-leg-
Los métodos angulares para la medición de raising) (Gajdosik y Lusin 1983; Hsieh, Walker y
la flexibilidad cuantifican la ROM en grados Gillis 1983; Bohannon, Gajdosik y LeVeau 1985)
mediante el uso de instrumentos diseñados para evaluar la rigidez de los isquiotibiales en
especialmente.
pacientes con dolor lumbar. Richard Bohannon
(Bohannon, Gajdosik y LeVeau 1985; Gajdosik,
Si tenemos unas instrucciones claras para la LeVeau y Bohannon 1985), un fisioterapeuta, ha
posición del sujeto, la relajación, el alineamiento contribuido significativamente en la comprensión
y las condiciones apropiadas de iluminación son de los efectos de las distintas articulaciones en los
aspectos críticos para la medición angular (Kottke resultados del test straight-leg-raising. Debido a su
1983; Moore 1949b). También es importante un habitual utilización en conjunción con otros
buen conocimiento anatómico y cinesiológico métodos de medición angular, este test puede rea-
para identificar correctamente los objetivos nece- lizarse tanto en la versión activa como en la pasiva
sarios para la medición. Puede ser correcto utilizar cada una de ellas tiene diferentes valores
un lápiz para marcar los lugares identificados pre- (Bohannon, Gajdosik y LeVeau 1985), y en una o
viamente, especialmente el fulcro, la marca repre- las dos piernas.
sentativa del eje de movimiento. En estudios de
revisiones médicas de población o de una gran
muestra, únicamente se utilizan mediciones angu- Métodos lineales
lares seleccionadas, normalmente en el lado dere- Los métodos lineales de valoración de la flexibili-
cho del cuerpo (Kottke 1983; Brown y Miller dad no miden directamente ángulos entre seg-
1998). Sin embargo, en los casos clínicos, es a mentos óseos, sino que expresan resultados en
menudo útil comparar los arcos de movimiento términos de una escala de distancia graduada,
articular bilaterales cuando se sospecha un dete- básicamente en unidades de centímetros o pulga-
rioro de la movilidad en una determinada articu- das. Los primeros estudios con métodos lineales
lación, para compararla con su articulación con- fueron publicados 20 ó 30 años después de los pri-
tralateral supuestamente normal, con el fin de meros artículos descriptivos goniométricos y fue-
evitar sesgos u otros problemas asociados con el ron principalmente destinados a la evaluación de
uso de normas de referencia (Moore 1949b). la flexibilidad en los niños.
Algunas veces la medición del mismo arco de En 1941 se publicaron dos protocolos inde-
movimiento realizada en distintas posiciones cor- pendientes, aunque de algún modo similares, para
porales aporta valores distintos (Sabari et al. la valoración lineal de la flexibilidad, que implica-
Capítulo 3: La evaluación clásica de la flexibilidad 43
ban básicamente cuatro movimientos distintos un punto de inicio 0 para medir el alcance (de la
(Cureton 1941; Gurewitsch y O’Neill 1941). vara) por parte del sujeto, mientras las nalgas,
Ambos estudios aportaron normas de referencia espalda y hombros se mantenían en contacto con
de edad para estos tests. Los procedimientos de la pared. Se midió la magnitud de la flexión del
Gurewitsch y O’Neill se centraron en la flexibili- tronco, es decir, el desplazamiento de la punta de
dad lumbar e isquiotibial. La batería de valoración los dedos de las manos en relación con el punto 0
de la flexibilidad de Cureton evaluaba la flexión y (Maud y Cortez-Cooper 1995). La tercera adapta-
extensión del tronco, la flexión del hombro y el ción fue el test sit-and-reach “back-saver”. El
arco de movimiento del tobillo; lo que posibilitó sujeto se sienta en un banco con las rodillas fle-
determinar una puntuación de flexibilidad global xionadas en ángulo recto y los pies sujetos en el
promediando los percentiles de movimientos indi- suelo, mientras el tronco se flexiona y los brazos
viduales. están completamente extendidos para llegar tan
Estos protocolos de evaluación fueron segui- lejos como sea posible. Con este método se pierde
dos por otras importantes y bien conocidas con- la influencia de los isquiotibiales en la actuación
tribuciones a los tests de flexibilidad (Weber y (Hui y Yuen 2000).
Kraus 1949; Wells y Dillon 1952; Kraus y Un estudio posterior muy interesante de Holt,
Hirschland 1954). En 1952, Wells y Dillon intro- Pelham y Burke (1999) prolonga considerable-
dujeron el test de flexibilidad sit-and-reach, que mente el test original sit-and-reach mediante la
tenía como objetivo valorar la flexibilidad lumbar incorporación de una forma pasiva y un total de
e isquiotibial. Para la valoración, como el nombre seis maneras distintas de realizarlo (tres posicio-
sugiere claramente, el sujeto adopta una posición nes en dos modos de ejecución): desde la posición
sentada con las rodillas completamente extendi- original, con las rodillas completamente extendi-
das y los pies fijados contra un objeto inmóvil que das y las caderas rotadas lateralmente, y tal y
tiene una vara sujeta que se extiende por detrás. El como acabamos de describir pero con las caderas
sujeto realiza una flexión y con los brazos estira- y rodillas flexionadas hasta 145º. Mediante esta
dos alcanza el punto más alejado que le sea posi- aproximación tan creativa para aislar la contribu-
ble detrás de la vara. Entonces, se registra la dis- ción de los isquiotibiales en la flexión del tronco
tancia lineal entre los pies y la punta de los dedos con las piernas completamente extendidas, los
de las manos (Wells y Dillon 1952; Corbin y autores afirmaron que podían distinguir los facto-
Noble 1980; Reilly 1981). En la descripción ori- res limitantes del movimiento.
ginal (Wells y Dillon 1952), los sujetos habían
calentado previamente y se realizaba un total de 8
intentos para identificar la mejor puntuación. Los métodos lineales para la medición de la
Existen muchas versiones del test sit-and- flexibilidad más importantes son los tests de
tocar los dedos de los pies y sit-and reach,
reach, incluidas la versión modificada, el back-
los cuales expresan sus resultados en pulga-
saver y el YMCA, que difieren ligeramente en el das o centímetros.
método y en las normas de referencia (Looney y
Plowman 1990; Maud y Cortez-Cooper 1995;
Schmidt 1995; Cornbleet y Woolsey 1996; AAH- El segundo test lineal de flexibilidad más popu-
PERD 1988; Brown y Miller 1998; Jackson et al. lar es –toe touch (tocar los dedos de los pies)
1998; Cooper Institute for Aerobic Research 1999; (Kraus y Hirschland 1954). El sujeto empieza
Hui y Yuen 2000). Se realizaron tres grandes cam- desde la posición sentada con las rodillas comple-
bios del test original en estas versiones. Primero, tamente extendidas y entonces intenta tocar los
la escala de medición fue cambiada para permitir dedos de los pies con las yemas de los dedos de las
únicamente resultados positivos mediante la colo- manos. Este método pretende valorar la movilidad
cación de una marca de 38 centímetros represen- de la flexión del tronco y puede medir también la
tando el punto en el que las puntas de los dedos extensibilidad de los isquiotibiales. A pesar de que
de las manos están en línea con las de los dedos de en la descripción original los resultados eran eva-
los pies (Cornbleet y Woolsey 1996; Jackson et al. luados en una dicotomía de apto / no apto, estu-
1998). La segunda gran adaptación fue establecer dios posteriores adoptaron un banco elevado e
44 Flexitest • Parte I: Visión general e historia
incorporaron la medición de la distancia lineal por Wilkinson 1964). La hipermovilidad, que fue
exceso o por defecto en centímetros o pulgadas en diagnosticada cuando aparecieron tres o más de
relación con los pies, que se consideraban la marca los cinco puntos, se observó cinco veces más a
de referencia 0 (Kippers y Parker 1987; Kuo et al. menudo en los niños con luxación de cadera pre-
1997). via que en los escolares normales. Mediante el
Otro método para valorar la movilidad del manejo estadístico de los datos originales y el cál-
tronco lo describió en dos estudios el mismo culo de la estadística del chi-cuadrado en tablas de
grupo de investigación (Macrae y Wright 1969; contingencia, confirmamos la existencia de una
Moll y Wright 1971). Después de identificar con diferencia significativa entre los grupos en un
precisión las marcas anatómicas en la columna, se nivel de probabilidad del 1%.
marcan los puntos de referencia con el sujeto en la En 1969, Beighton y Hóran publicaron un artí-
posición anatómica. Para las mediciones lineales culo en el que describían los hallazgos sobre
se utiliza una simple cinta flexible, y las diferen- hipermovilidad en 100 pacientes con el síndrome
cias causadas por la flexión lateral o anterior del de Ehlers-Danlos estudiados en dos hospitales de
tronco son registradas y evaluadas (Moll y Wright Londres. En este trabajo, los autores propusieron
1971). una modificación del sistema de puntuación origi-
Algunos de los primeros artículos y capítulos nal de Carter y Wilkinson para realizar medicio-
de libros sobre la medición y evaluación de la fle- nes en articulaciones emparejadas e incrementar
xibilidad abogaban por la utilización de otros pro- la puntuación máxima de 5 a 9. La movilidad arti-
cedimientos lineales de evaluación para otras arti- cular en una población africana típica de unos
culaciones importantes (Clarke 1975; Johnson y 1.000 sujetos fue evaluada sobre la misma escala
Nelson 1979). Sin embargo, la gran mayoría de 0-9, pero mediante la utilización de un sistema de
estos protocolos de evaluación de la flexibilidad, a puntuación ligeramente distinto (Beighton,
parte de defender su veracidad, no han sido vali- Solomon y Soskolne 1973). Este sistema de pun-
dados y atienden a unas necesidades muy especí- tuación ha sido utilizado desde entonces en varios
ficas del deporte o de la danza que hoy en día se trabajos y citado de muchas maneras distintas.
consideran anticuadas (Cornbleet y Woolsey Algunos investigadores lo han llamado simple-
1996; Johnson y Nelson 1979). mente escala o puntuación de Beighton (Pountain
1992; Grahame y Pyeritz 1995; Rikken-Bultman,
Wellink y van Dongen 1997), pero otros han
Métodos adimensionales hecho referencia a las contribuciones originales
Los métodos adimensionales son aquellos que no describiéndolo como escala de Wilkinson-Beighton
utilizan unidades de medición angulares ni linea- (Decoster et al. 1997) o la escala de Carter y
les. Existen muchos ejemplos de este tipo de Wilkinson modificada por Beighton et al. (Bird,
mediciones en la ciencia del ejercicio y la medi- Tribe y Bacon 1978; Bird, Brodie y Wright 1979;
cina; uno de ellos es el método internacional Biro, Gewanter y Baum 1983; Seow, Chiow y
ampliamente utilizado de apreciación de la salud Khong 1999).
de los recién nacidos mediante la determinación Lo relevante del uso del método adimensional
de su puntuación Apgar (Feinstein 1999). Este es la falta de estandarización para una puntuación
apartado revisará los sistemas de puntuación adi- de corte de la hipermovilidad. Los usuarios del
mensionales más comunes para la valoración de la método de Carter-Wilkinson están de acuerdo en
hipo y la hipermovilidad. que la presencia de tres o cinco factores caracteri-
En 1964, Carter y Wilkinson aportaron datos zan la hipermovilidad (Biro, Gewanter y Baum
obtenidos de 285 niños y niñas de 6 a 11 años 1983; Gedalia et al. 1993), en concordancia con la
mediante el uso de un protocolo de valoración de la propuesta original (Carter y Wilkinson 1964). Sin
movilidad de cinco puntos. Las puntuaciones de los embargo, debido a que Beighton, Solomon y
niños fueron comparadas con puntuaciones obte- Soskolne (1973) trataron las puntuaciones de la
nidas en una muestra aleatoria de 91 muchachos movilidad como un continuo, otros autores que
y muchachas de edades similares que habían han utilizado su método han establecido una
nacido con luxación de cadera (Carter y variedad de criterios de corte y terminologías dis-
Capítulo 3: La evaluación clásica de la flexibilidad 45
tintos. Grahame y Pyeritz (1995) examinaron a un incrementos de medio punto de acuerdo con los
grupo de sujetos que cumplían criterios diagnós- grados de referencia presentados en el trabajo
ticos estrictos para el síndrome de Marfan y deter- (Goldberg et al. 1980). Mediante la suma de los
minaron que la mayoría (81%) de los adultos resultados, se pueden obtener valores entre 0 y 10
tenían alguna evidencia (>1/9) y el 56% tenía con- para la parte inferior del cuerpo, y entre 0 y 6 para
siderable evidencia (>2/9) de hipermovilidad arti- la parte superior, entre 0 y 16 para la flexibilidad
cular. general, que oscila desde la máxima rigidez en 0
Al-Rawi y Al-Rawi (1982) utilizaron un crite- hasta la máxima pérdida en 16 (tabla 3.2).
rio de cuatro puntos mínimos para definir la Goldberg et al. encontraron que los deportistas
hipermovilidad en mujeres con prolapso genital, que puntuaban en los extremos inferiores o supe-
mientras que Bird, Tribe y Bacon (1978), y riores de la escala eran más propensos a sufrir
Decoster et al. (1997) propusieron una escala lesiones durante la competición, lo que convierte
que designaba una puntuación de >4 a 9 como al protocolo en un instrumento útil para definir
diagnóstico de hipermovilidad. Pountain (1992) estrategias de prevención, que pueden incluir
identificó a los adultos con extrema laxitud arti- ejercicios de estiramiento o de fuerza.
cular cuando sus puntuaciones estaban entre Otros métodos adimensionales han sido tam-
7 y 9. bién utilizados para identificar la hipomovilidad.
El método adimensional de valoración de la La investigación pediátrica ha demostrado que los
flexibilidad fue también aplicado en el trabajo pio- niños con diabetes mellitus, que tienen manos
nero de Nicholas (1970), realizado con jugadores rígidas e hipomóviles presentan un riesgo incre-
de fútbol americano; este método fue adaptado mentado de desarrollar enfermedades microvas-
posteriormente a un protocolo de evaluación de culares (Rosenbloom et al. 1981; Rosenbloom et
preparticipación en el deporte (Goldberg et al. al. 1982). En el método de Rosenbloom et al.
1980). El protocolo de evaluación de la flexibili- (1981) se pidió a los sujetos que aproximaran con
dad de Nicholas consiste en una evaluación visual fuerza las superficies palmares de las articulacio-
de la amplitud de ocho movimientos corporales, nes interfalángicas de ambas manos con los dedos
cinco de los cuales implican la parte inferior y tres abiertos. Si la superposición completa no se alcan-
la parte superior del cuerpo. Cada movimiento se zaba, el examinador confirmaba la limitación y
gradúa en una escala de 0 a un máximo de 2 en extendía pasivamente los dedos de los sujetos:
Extremidad inferior Tocar los dedos de los pies Chicos: 3,0 – 5,5
Recurvatum de rodilla Chicas: 4,5 – 7,0
Dedo dentro
Dedo fuera
Posición de loto
*Cada arco de movimiento se gradúa desde 0 a 2 en intervalos de 0,5; todos los gráficos de referencia de
la evaluación muestran las tres posiciones correspondientes a las puntuaciones 0, 1 y 2.
46 Flexitest • Parte I: Visión general e historia
• Goniómetro pendular (Leighton 1956) Mielenz 1997), aunque uno intentó mejorar la
• Electrogoniómetro (Karpovich y Karpovich legibilidad del transportador (Wilmer y Elkins
1959; Finley y Karpovich 1964; Kettelkamp et 1947). Considerando la complejidad y la relevan-
al. 1970; Adrian 1973; Hershler y Milner 1980a, cia clínica de los movimientos del cuello, no es
1980b) sorprendente que muchos estudios hayan pro-
puesto técnicas e instrumentos de medición de su
La mayoría de las mediciones angulares en la movilidad (Buck et al. 1959; Kadir et al. 1981;
muñeca, codo, tobillo, rodilla y cadera se realizan Pellecchia y Bohannon 1998). Ellis et al. (1979)
con goniómetros transportadores, mientras que el adoptaron un enfoque interesante utilizando un
inclinómetro y la “burbuja” o hidrómetro, son goniómetro muy ligero que se fijaba rígidamente
más frecuentemente utilizados en evaluaciones en el cuerpo del sujeto, que era filmado con una
del tronco y el cuello. El tipo péndulo, ejemplifi- cámara de alta velocidad para medir la función de
cado por el flexómetro de Leighton (Leighton la cadera mientras caminaba.
1956), realiza mediciones de ángulos en casi todas Un flexómetro es un dial ponderado a 360º y
las grandes articulaciones, así como de los movi- un señalizador ponderado montado en una caja,
mientos del tronco. El uso de electrogoniómetros operando ambos libre e independientemente de
está restringido en gran medida a laboratorios acuerdo con la fuerza de la gravedad (figura 3.3).
sofisticados clínicos o de investigación (Hershler El dial y el señalizador están provistos de pulsa-
y Milner 1980a, 1980b). dores de bloqueo independientes, lo que hace
Unos pocos estudios han presentado gonióme- posible detener su movimiento en cualquier posi-
tros modificados o aparatos similares, la mayoría ción (Leighton 1956). Los flexómetros disponi-
de los cuales han sido fabricados a medida para bles en el mercado se fijan normalmente al seg-
unas necesidades muy específicas (Wainerdi mento corporal que está siendo evaluado para
1952; Schenker 1956; Noer y Pratt 1958; Buck et registrar cualquier movimiento de más de 20º
al. 1959; Weiss 1964; Clayson, Mundale y Kottke fuera del plano horizontal. Aunque el flexómetro
1966; Wagner 1977; Siegler et al. 1996; Danis y es portátil, de fácil mantenimiento, simple de usar
48 Flexitest • Parte I: Visión general e historia
Capítulo 4 El método
del flexitest
51
52 Flexitest • Parte II: Principios y administración
mientos articulares del tobillo, la rodilla, la registran utilizando números romanos en una
cadera, el tronco, la muñeca, el codo y el hombro. perspectiva de distal a proximal. La tabla 4.1 pre-
Se realizan ocho movimientos de las extremidades senta las articulaciones evaluadas y las descripcio-
inferiores, tres del tronco y los nueve restantes de nes cinesiológicas simplificadas de los 20 movi-
las extremidades superiores. Los movimientos se mientos que constituyen el flexitest.
luación que corresponde a la ROM máxima obte- fraccionados o intermedios. Es importante saber
nida. Por ejemplo, cuando la amplitud del movi- que se da un punto adicional únicamente cuando
miento del sujeto alcanza la posición 1 en el el sujeto alcanza la amplitud especificada para la
mapa, se obtiene 1 punto hasta que el movi- puntuación. Incluso si el grado de movilidad está
miento del sujeto alcanza el nivel correspon- muy cercano a la puntuación próxima más alta,
diente a la puntuación 2 en el mapa de evalua- debe valorarse en la más pequeña, es decir, la
ción, y así continuamente. No existen valores puntuación ya conseguida.
54 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento I
Posición del sujeto: Tumbado en posición supina o sentado en el suelo con la pierna dere-
cha relajada y completamente extendida.
Posición del evaluador: Arrodíllese perpendicular al sujeto. Coloque su mano derecha
encima de la rodilla derecha del sujeto. Empuje el pie derecho del sujeto dorsalmente con la mano
izquierda, flexionando el tobillo mediante la presión contra la región metatarsiana mientras man-
tiene un ángulo recto entre su mano y el pie del sujeto.
*Comentarios: Es importante eliminar la resistencia muscular al movimiento del sujeto. Alcanzar un ángulo
recto entre el pie y el gemelo implica una puntuación de 1.
**Sugerencias: Es común que el talón se eleve del suelo durante la ejecución, pero esto no debería afectar a la
evaluación. Indique al sujeto que flexione la rodilla izquierda de modo natural para aclarar la visión de la pierna
derecha.
Capítulo 4: El método del flexitest 55
Movimiento II
Posición del sujeto: Tumbado en posición supina o sentado en el suelo con la pierna dere-
cha relajada y completamente extendida.
Posición del evaluador: Arrodíllese perpendicular al sujeto. Coloque la mano derecha
encima de la rodilla derecha del sujeto. Coloque la mano izquierda en la región anterior del pie
derecho del sujeto para producir la flexión plantar del tobillo.
*Comentarios: La posición de los dedos del sujeto no es relevante para la medición. Se obtiene una puntua-
ción de 4 cuando la región metatarsiana toca el suelo.
**Sugerencias: Hay que prestar atención a mantener la rodilla derecha del sujeto completamente extendida.
56 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento III
Posición del sujeto: Tumbado en posición prona en el suelo con los brazos estirados por
encima de la cabeza y la rodilla derecha flexionada.
Posición del evaluador: Arrodíllese al lado de la pierna izquierda del sujeto y coloque
ambas manos en la espinilla derecha del sujeto para realizar una flexión de la rodilla derecha.
*Comentarios: No es necesario que la parte posterior del muslo y la pantorrilla se toquen para puntuar 3. Para
puntuar 4 es necesario dislocar suavemente la pantorrilla lateralmente en relación con el muslo, lo cual debe reali-
zarse muy lenta y cuidadosamente para evitar lesiones ligamentosas en la estructura de la rodilla (para obtener una
puntuación de 4 no estamos haciendo un movimiento natural, es casi una dislocación).
**Sugerencias: No tenga en consideración la posición del pie derecho del sujeto cuando evalúe el movimiento.
Esté atento a la tensión espástica de los músculos anteriores que a menudo limitan la flexibilidad de la rodilla, espe-
cialmente en sujetos mayores y sedentarios.
Capítulo 4: El método del flexitest 57
Movimiento IV
Posición del sujeto: De pie con los pies juntos y forzando la extensión de la rodilla sin
anteversar la cadera.
Posición del evaluador: Véase comentarios.
*Comentarios: Aunque este movimiento es tan simple que la mayoría de los sujetos pueden realizarlo fácil-
mente sin asistencia, a veces es apropiado ayudar a empujar el muslo justo por encima de la rodilla derecha con la
mano. Preste especial atención a evitar movimientos de cadera concomitantes.
**Sugerencias: La posición neutra corresponde a la puntuación de 2. Una puntuación de 4 se denomina clíni-
camente genu recurvatum.
58 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento V
Posición del sujeto: Tumbado en posición supina en el suelo con los brazos estirados
por encima de la cabeza, la pierna izquierda extendida y la rodilla derecha parcialmente flexio-
nada.
Posición del evaluador: De pie, mantenga la pierna izquierda del sujeto extendida contra
el suelo mediante la presión firme de la cresta ilíaca con su mano derecha mientras realiza la fle-
xión de la cadera del sujeto con la mano izquierda sobre la espinilla derecha del sujeto.
*Comentarios: En algunos casos, por conveniencia, puede utilizar su peso corporal para ayudar a que el sujeto
alcance una amplitud del movimiento (ROM) pasiva máxima. Una puntuación de 3 ó 4 puede obtenerse únicamente
si se permite alguna abducción de la cadera simultáneamente, aunque sea mínima.
**Sugerencias: Es muy importante evitar la rotación de la cadera o el desplazamiento contralateral de la pel-
vis, lo cual puede ser fácilmente detectado mediante la observación de la nalga izquierda elevándose del suelo o
por la imposibilidad de mantener la cresta ilíaca izquierda fija.
Capítulo 4: El método del flexitest 59
Movimiento VI
*Comentarios: El problema más importante al realizar este movimiento es evitar que el sujeto eleve la ilíaca
derecha. De nuevo, no hay que considerar la posición del pie durante la evaluación de la ROM de la cadera.
**Sugerencias: Pida al sujeto que empiece el movimiento para facilitar su trabajo.
60 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento VII
Posición del sujeto: Sentado en el suelo con el tronco y la región lumbar mantenidos lo
más erguidos posible, la pierna izquierda completamente extendida, la rodilla derecha flexionada
aproximadamente unos 90º y realizar la aducción de la cadera.
Posición del evaluador: Arrodíllese enfrente del sujeto y utilice la mano izquierda para
mantener la cadera derecha del sujeto de modo que no rote mientras realiza la aducción de la
cadera mediante la colocación de su mano derecha en la parte lateral y distal del muslo derecho
del sujeto.
*Comentarios: Es de extrema importancia evitar que el sujeto rote la cadera derecha. El pie derecho del sujeto
seguirá el movimiento de la pierna de modo natural, pero no es relevante para la evaluación del ROM. Cuando la
rodilla derecha del sujeto alcance la línea media corporal, se obtiene una puntuación de 2, mientras que en una
puntuación de 4 debe haber contacto completo entre el lado medial del muslo y el pecho del sujeto.
**Sugerencias: Mantenga la espalda del sujeto en contacto con la pared o utilice su pierna izquierda como
soporte. Alternativamente, puede pedir al sujeto que ponga sus manos al lado de las caderas para aguantar el
tronco y ayudar a mantener la columna vertebral erguida.
Capítulo 4: El método del flexitest 61
Movimiento VIII
Posición del sujeto: Tumbado en posición lateral con los brazos extendidos por encima de
la cabeza. La pierna izquierda está completamente extendida y la pierna derecha, con la rodilla
doblada y el pie en posición natural, se alinea con el eje corporal.
Posición del evaluador: Arrodíllese al lado del sujeto para realizar la abducción de la
cadera. Presione la mano derecha contra la cresta ilíaca derecha del sujeto para evitar la rotación
de la cadera mientras trae la pierna derecha del sujeto hacia el tronco en un plano frontal con la
mano izquierda.
*Comentarios: Alcanzar un ángulo recto entre el tronco y el muslo derecho corresponde a una puntuación de
3. Preste especial atención para evitar cualquier rotación mínima, que podría incrementar significativamente la
ROM.
**Sugerencias: Para minimizar la rotación de la cadera derecha, insista en que el sujeto mantenga su pierna
izquierda completamente extendida.
62 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento IX
Posición del sujeto: Sentado con las piernas completamente extendidas y realizando un
ángulo recto con el tronco. Los brazos flexionados y las manos juntas detrás del cuello.
Posición del evaluador: Arrodíllese detrás del sujeto y coloque las palmas de ambas
manos debajo de los hombros del sujeto con sus brazos en posición supina.
*Comentarios: Es obligatorio que las nalgas del sujeto se mantengan en contacto con el suelo y que las rodi-
llas estén completamente extendidas durante la medición. Cuando el movimiento se realiza en posición sentada,
tal y como nosotros recomendamos, permanezca detrás del sujeto y empuje su tronco hacia las piernas. Si el sujeto
no puede alcanzar la posición inicial sin flexionar las rodillas, la medición es de 0. Cuando se observa sólo un movi-
miento cervical, la puntuación es de 1, pero, si existe movimiento lumbar, la puntuación es como mínimo de 3. Una
puntuación de 4 se consigue cuando el tronco y el muslo anterior están completamente superpuestos.
**Sugerencias: Pida al sujeto que inicie el movimiento de flexión del tronco para reducir sustancialmente su
esfuerzo. No se distraiga por la movilidad de la cabeza o cervical; la evaluación debe considerar primeramente las
regiones torácica y lumbar de la columna.
Capítulo 4: El método del flexitest 63
Movimiento X
Posición del sujeto: Tumbado en posición prona con ambas piernas extendidas con las
manos detrás del cuello.
Posición del evaluador: Arrodíllese o póngase de pie con el tronco parcialmente flexio-
nado y mantenga el cuerpo del sujeto entre sus rodillas o pies. Ejecute la extensión del tronco
del sujeto con sus manos colocadas encima de los hombros del sujeto.
*Comentarios: Tal y como se ha sugerido en el movimiento IX, pida al sujeto que inicie activamente el movi-
miento. Para la evaluación fíjese en la extensión del tronco para evitar los potenciales efectos de confusión y dis-
tracción de la posición de la cabeza y los brazos.
**Sugerencias: Teniendo sus pies en contacto con el área de la cadera lateral del sujeto podrá detectar más
fácilmente si la cresta ilíaca se eleva del suelo; o, coloque un espejo en una pared lateral para controlar el movi-
miento.
64 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento XI
*Comentarios: El sujeto debe realizar el movimiento sin la extensión de la columna. Por ejemplo, su pecho
debe separarse mínimamente del suelo.
**Sugerencias: Como hemos mencionado previamente en los dos movimientos del tronco, pida al sujeto que
inicie el movimiento. Observe también la curvatura de la columna cuando la espalda del sujeto esté desnuda para
una mejor valoración.
Capítulo 4: El método del flexitest 65
Movimiento XII
Posición del sujeto: De pie con el brazo y el codo derechos extendidos hacia delante en
posición prona (en ángulo recto con el eje longitudinal principal del cuerpo).
Posición del evaluador: De pie al lado del sujeto (visión medial), y con la mano derecha
en posición supina manteniendo el brazo derecho del sujeto completamente extendido, realice la
flexión de la muñeca con la mano izquierda; aguante la mano derecha del sujeto colocando su
mano sobre la región metacarpiana posterior del sujeto para formar un ángulo recto entre sus
manos y las del sujeto.
*Comentarios: No permita que el codo se flexione para obtener una valoración fiable. El brazo del sujeto debe
estar extendido enfrente del cuerpo sin abducción del hombro correspondiente. Observe el movimiento desde el
lado medial (previamente denominado interno) del brazo del sujeto.
**Sugerencias: La presión que ejerza para realizar la flexión de la muñeca no debe realizarla sobre los dedos
del sujeto pero sí sobre la región metacarpiana. Las posiciones de los dedos no deberían tenerse en cuenta en la
evaluación.
66 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento XIII
Movimiento XIV
Posición del sujeto: La misma que en los movimientos XII y XIII, exceptuando que ahora el
codo derecho está flexionado.
Posición del evaluador: La misma que en los movimientos XII y XIII, pero ahora sitúese en
la zona lateral del sujeto (previamente denominada externa) para una visión lateral. Su mano
derecha estará todavía por debajo del codo, pero coloque su mano izquierda sobre la porción dis-
tal del antebrazo del sujeto para realizar una flexión correcta del codo.
*Comentarios: Una superposición completa del antebrazo sobre el brazo se puntúa con un 3. Observe el movi-
miento desde el lado del brazo del sujeto.
**Sugerencias: Para una puntuación de 4, como en el movimiento III (flexión de la rodilla), es necesario des-
plazar suavemente el antebrazo lateralmente en relación con el brazo.
68 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento XV
Movimiento XVI
Posición del sujeto: De pie con la cabeza flexionada ligeramente hacia delante y el hom-
bro en posición de abducción empezando a 180º.
Posición del evaluador: De pie detrás del sujeto, empuje suavemente la parte superior de
la espalda del sujeto con su mano izquierda para estabilizarlo mientras con su mano derecha,
colocada sobre la porción distal del brazo, ejecuta el movimiento.
*Comentarios: Cuando el brazo derecho del sujeto está paralelo al eje longitudinal del cuerpo, la puntuación
es de 1. Cuando el codo derecho está exactamente por encima de la línea media del cuerpo, la puntuación es de 2.
El sujeto debe informarle cuando alcance la ROM máxima. No debe haber flexión lateral del tronco.
**Sugerencias: Mantenga al sujeto de frente y presione su pecho contra la pared. Esta alternativa fue incluida
en la descripción original del flexitest, pero ahora se utiliza sólo en algunas ocasiones.
70 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento XVII
Posición del sujeto: Tumbado en posición prona con la barbilla sobre el suelo, las piernas
extendidas y los brazos abducidos y extendidos, las palmas mirando al suelo.
Posición del evaluador: La misma que en los movimientos X y XI, pero sostenga las pal-
mas del sujeto con sus manos para ejecutar el movimiento.
*Comentarios: Cuando se alcanza un ángulo recto entre el tronco del sujeto y los brazos, la puntuación es de
2. En un sujeto con unas proporciones normales de tronco y extremidades, cuando las muñecas se sobreponen, la
puntuación es de 3 y cuando los codos se sobreponen, la puntuación es de 4.
**Sugerencias: Antes de empezar el movimiento, pida al sujeto que relaje los brazos. Recuérdele que presione
sus manos cuando alcance la ROM máxima tolerable.
Capítulo 4: El método del flexitest 71
Movimiento XVIII
Posición del sujeto: La misma que en el movimiento XVII, aunque los brazos no están
abducidos.
Posición del evaluador: La misma que en el movimiento XVII. Sostenga suavemente las
manos del sujeto para ejecutar el movimiento.
*Comentarios: Para empezar el movimiento, debe asumir la posición “cero”, asegurándose de que los brazos
del sujeto no están abducidos. Este movimiento debe realizarse muy lentamente para reducir el riesgo de lesión.
**Sugerencias: De nuevo, haga que el sujeto le presione las manos cuando alcance la ROM máxima tolerable.
El sujeto se puede sentir de algún modo inseguro con este movimiento, así que es vital que lo realice lentamente.
72 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento XIX
Posición del sujeto: En posición prona, manteniendo los dos hombros en contacto con el
suelo, con el brazo derecho abducido y el codo flexionado (ambos a 90º) mientras el hombro está
en una posición de rotación lateral de 90º. El brazo izquierdo debe estar colocado a lo largo del
cuerpo.
Posición del evaluador: Arrodíllese al lado del sujeto para ejecutar el movimiento con la
mano derecha, sujetando el antebrazo derecho del sujeto cerca de la muñeca mientras coloca la
mano izquierda entre el acromion derecho y el cuello para mantener el hombro derecho del sujeto
contra del suelo.
*Comentarios: Un aspecto muy importante a considerar en esta valoración es el ángulo entre el antebrazo
derecho del sujeto y el eje longitudinal del cuerpo, sin tener en cuenta las posiciones de la mano y los dedos.
Asegúrese de que el hombro derecho del sujeto permanece en contacto con el suelo.
**Sugerencias: Sostenga el brazo del sujeto firmemente, pero evite restringir la rotación del hombro.
Capítulo 4: El método del flexitest 73
Movimiento XX
Posición del sujeto: La misma que en el movimiento XIX, pero colocando el hombro en una
posición de rotación medial de 90º.
Posición del evaluador: La misma que en el movimiento XIX, pero utilice la mano derecha
para realizar la rotación medial del hombro derecho del sujeto.
*Comentarios: Básicamente los mismos que en el movimiento XIX. No poder realizar la posición inicial debido
a la limitada movilidad del hombro representa una puntuación de 0. Si coloca sus dedos entre el suelo y el ante-
brazo del sujeto sin que el sujeto eleve el codo, se obtiene una puntuación de 1.
**Sugerencias: Evite distraerse en su evaluación por los movimientos de la muñeca o los dedos.
74 Flexitest • Parte II: Principios y administración
lolistesis o afección de un disco intervertebral 20. Puede pedir al sujeto que empiece activa-
en la ejecución de los movimientos X y XI. mente el movimiento y después ayudarle a
15. Cuando mida el movimiento IX, flexión del alcanzar la máxima amplitud posible. Esto es
tronco, pida al sujeto que coloque las piernas esencial si usted pesa mucho menos que el
contra la pared únicamente si le parece que va sujeto.
a alcanzar una puntuación de 4. De otro
modo, facilite el movimiento ejecutándolo Información para recordar:
desde la posición de sentado y vigile que las
rodillas estén extendidas y las piernas estira- 1. Cuando anuncie una puntación en voz alta al
das contra el suelo. registrador de datos, mantenga su tono de voz
16. El movimiento XVI puede ser realizado por el tan neutro como sea posible y nunca utilice
sujeto usando el brazo izquierdo para estirar expresiones negativas o positivas.
el derecho. La pared no será necesaria habi- 2. Si trabaja con un registrador, éste debe conocer
tualmente, pero vigile que el sujeto no haga la secuencia adecuada y los números de los
una flexión lateral del tronco. No utilizar la movimientos y debe repetir la puntuación en
pared puede ser beneficioso, ya que permite un tono de voz neutral, a la vez que la va ano-
que la columna cervical se flexione ligera- tando.
mente, haciendo el movimiento más fácil. 3. Cuando finalice la ejecución de los 20 movi-
17. Los sujetos postrados en cama pueden ser mientos, compruebe de nuevo las puntuacio-
evaluados inicialmente con un estirador nes para asegurarse de que no hay ningún
médico, cambiando la secuencia de movi- error, porque posteriormente será muy difícil
mientos propuesta, ajustándolos de acuerdo identificar los errores.
con las circunstancias individuales. Si es 4. Si es posible, registre los resultados en una hoja
necesario, los movimientos XVII y XVIII se de cálculo electrónica que incluya las fórmulas
ejecutarán utilizando sólo el brazo derecho, necesarias para calcular el flexindex y los índi-
con la porción anterior del hombro izquierdo ces de variabilidad.
mantenida contra la camilla. 5. Si no hay un registrador de datos, registre sólo
18. En sujetos con muy baja tolerancia al ejercicio las puntuaciones que no son 1 para ancianos, 2
(p. ej., una capacidad funcional inferior a 4 a para adultos y 3 para niños. Esto reducirá signi-
5 MET), la posición para algunas mediciones ficativamente el tiempo necesario para ejecutar
–en particular, la posición prona- puede cau- el procedimiento, porque es muy probable que
sar un acortamiento de la respiración, cianosis sólo haya que anotar unas pocas puntuaciones.
y molestias en el pecho. Si éste es el caso, los 6. El cálculo mental del flexindex es fácil si consi-
movimientos que implican la flexión del dera únicamente los movimientos con puntua-
tronco y la extensión lateral deben realizarse ciones distintas a 2 y empieza en los 40 puntos.
desde la posición de pie con las caderas con- Sume 1 punto para cada puntuación de 3 y 2
tra la cara lateral de la camilla mientras usted puntos para cada puntuación de 4; por el con-
está en pie directamente detrás del sujeto. La trario, reste 1 y 2 puntos para puntuaciones de
mayoría de estos sujetos puntuarán de 0 a 1 1 y 0, respectivamente. Por ejemplo, si el sujeto
en estos movimientos y se identificará fácil- puntúa un 4 en uno, un 3 en dos movimientos,
mente la limitación de la movilidad. un 1 en otros dos, y un 2 en el resto, tenemos
19. Tómese su tiempo cuando realice un movi- 40 + (2 x 1) + (1 x 2) – (2 x 1) = 42 puntos. Para
miento, y realícelo uniformemente y sin inte- los niños, registre las puntuaciones únicamente
rrupción. Debe ser capaz de realizar el flexi- para los movimientos que no puntúan un 3 y
test fácil y cómodamente en menos de cinco empiece en 60 puntos; entonces sume y reste
minutos. como hemos descrito previamente.
78 Flexitest • Parte II: Principios y administración
El flexitest es un método sencillo y efectivo que se cuando se realiza el flexitest. Por tanto, las pun-
utiliza para medir y evaluar la flexibilidad en una tuaciones de 2 tienden a ser más frecuentes. Las
amplia variedad de propuestas profesionales. Para puntuaciones de 0 ó 4 pueden no estar represen-
valorar la flexibilidad de un sujeto, sea estudiante, tadas en una muestra para un determinado movi-
paciente o deportista, hay dos pasos importantes: miento. Utilice los mapas de evaluación (véase
la calidad de ejecución del movimiento y la cuantifi- páginas 54 a 73 en el capítulo 4) para puntuar
cación del resultado. Una vez el movimiento del cada una de las fotografías. Escriba las puntuacio-
flexitest está correctamente ejecutado, la capaci- nes de evaluación en una hoja de papel a parte, no
dad para evaluarlo adecuadamente es muy impor- en el mismo libro, de modo que pueda repetir el
tante. Esta cuestión se expone en el presente capí- entrenamiento tantas veces como crea necesario
tulo, lo que le permitirá practicar y dominar el para mejorar sus habilidades de puntuación.
procedimiento de evaluación.
En las páginas siguientes encontrará un total
de 120 fotografías divididas en dos series. La pri- Los materiales de entrenamiento adicionales
mera serie presenta 4 fotografías para cada uno de del flexitest –imágenes digitales en color,
los 20 movimientos (figuras 5.1 a 5.20) en dife- diapositivas de muestras y cintas de vídeo–
rentes arcos de movimiento. La segunda serie –las están también disponibles para ver o des-
últimas 40 fotografías- le da la opción de valorar cargar en www.clinimex.com.br
su capacidad para puntuar el flexitest en dos
secuencias completas de 20 movimientos (figuras
5.21 y 5.22). Estas series fueron diseñadas para Algunos movimientos son naturalmente más
entrenarle en dos pasos progresivos: inicialmente, difíciles de puntuar y, en raras ocasiones, puede
tiene la opción de practicar la puntuación de cada ser muy difícil decidir cuál de las dos puntuacio-
movimiento antes de ir a la segunda serie y probar nes (p. ej., 2 ó 3) es la más adecuada.
sus conocimientos mediante la evaluación de dos Afortunadamente, estas situaciones son la excep-
flexitests completos. La fotografía de cada movi- ción que confirma la regla, y con práctica no le
miento se identifica claramente (p. ej., 5.1a), y la será difícil evaluar las fotografías rápida y ade-
puntuación correcta se presenta al final del capí- cuadamente. Su margen de error no debe exceder
tulo (tabla 5.1 en la página 111 para las figuras 5.1 1 punto para cada fotografía. Si comete errores
a 5.20, tabla 5.2 en la página 112 para la figura de evaluación en más del 10% de las fotografías
5.21, y tabla 5.3 en la página 112 para la figura o de más de 1 punto en cada movimiento indivi-
5.22) de modo que puede comprobar sus aprecia- dual (p. ej., si anota una puntuación de 3 cuando
ciones. Estas fotografías tienden a reproducir la el valor correcto es un 1), su margen de error es
visión desde las posiciones del evaluador y el demasiado alto. Vuelva al capítulo 4 y lea de
observador vistas en los mapas de evaluación. No nuevo en las páginas 54 a 73 las descripciones de
obstante, para proporcionarle, tan exacto como los movimientos, prestando especial atención a
sea posible, el ángulo de visión del evaluador, la la parte de los comentarios y a las sugerencias.
posición del evaluador en la fotografía a veces es Puede ser también de ayuda discutir su ejecución
distinta a la que recomendamos en la descripción con un colega que tenga ya experiencia pun-
y, en algunos casos seleccionados aparece en la tuando el flexitest o que ya haya realizado el
fotografía. Las fotografías fueron elegidas para autoentrenamiento de este capítulo. Es así como,
reflejar las situaciones ordinarias que transcurren en la mayoría de los casos, podrá identificar y
79
80 Flexitest • Parte II: Principios y administración
rectificar los errores que son la causa de un mar- siempre como guía la descripción del método, las
gen de error alto. sugerencias y los comentarios, y los mapas de eva-
Después de finalizar el autoentrenamiento con luación presentados en el capítulo 4. Encontrará
las fotografías de este capítulo, practique eva- que este aparentemente subjetivo método es, de
luando a personas –haga que sus amigos, familia- hecho, bastante objetivo, fácil de aprender, fácil de
res y colegas le ayuden en su aprendizaje. Utilice aplicar y fácil de interpretar.
Capítulo 4: El método del flexitest 81
Movimiento I
Figura 5.1
d
82 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento II
Figura 5.2
d
Capítulo 4: El método del flexitest 83
Movimiento III
Figura 5.3
d
84 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento IV
Figura 5.4
a b
c d
Capítulo 4: El método del flexitest 85
Movimiento V
Figura 5.5
d
86 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento VI
Figura 5.6
a b
d
Capítulo 4: El método del flexitest 87
Movimiento VII
Figura 5.7
a b
c d
88 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento VIII
Figura 5.8
a b
d
Capítulo 4: El método del flexitest 89
Movimiento IX
Figura 5.9
a b
d
90 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento X
Figura 5.10
d
Capítulo 4: El método del flexitest 91
Movimiento XI
Figura 5.11
a b
c d
92 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento XII
Figura 5.12
d
Capítulo 4: El método del flexitest 93
Movimiento XIII
Figura 5.13
d
94 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento XIV
Figura 5.14
a b
c d
Capítulo 4: El método del flexitest 95
Movimiento XV
Figura 5.15
d
96 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento XVI
Figura 5.16
a b
c d
Capítulo 4: El método del flexitest 97
Movimiento XVII
Figura 5.17
a b
c d
98 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento XVIII
Figura 5.18
a b
d
Capítulo 4: El método del flexitest 99
Movimiento XIX
Figura 5.19
a b
d
100 Flexitest • Parte II: Principios y administración
Movimiento XX
Figura 5.20
a b
d
Capítulo 5: La práctica del flexitest 101
Secuencia 1 de movimiento
Figura 5.21
a b
c d
101
102 Flexitest. Parte II: Principios y administración
Secuencia 1 de movimiento
Figura 5.21 (continuación)
e f
g h
102
Capítulo 5: La práctica del flexitest 103
Secuencia 1 de movimiento
Figura 5.21 (continuación)
i j
k l
103
104 Flexitest. Parte II: Principios y administración
Secuencia 1 de movimiento
Figura 5.21 (continuación)
m n
o p
104
Capítulo 5: La práctica del flexitest 105
Secuencia 1 de movimiento
Figura 5.21 (continuación)
q r
s t
105
106 Flexitest. Parte II: Principios y administración
Secuencia 2 de movimiento
Figura 5.22
a b
c d
106
Capítulo 5: La práctica del flexitest 107
Secuencia 2 de movimiento
Figura 5.22 (continuación)
e f
g h
107
108 Flexitest. Parte II: Principios y administración
Secuencia 2 de movimiento
Figura 5.22 (continuación)
i j
k l
108
Capítulo 5: La práctica del flexitest 109
Secuencia 2 de movimiento
Figura 5.22 (continuación)
m n
o p
109
110 Flexitest. Parte II: Principios y administración
Secuencia 2 de movimiento
Figura 5.22 (continuación)
q r
s t
110
Capítulo 5: La práctica del flexitest 111
113
114 Flexitest • Parte II: Principios y administración
la más baja hasta la más alta. El cálculo y la inter- tintas una de otra. También puede ser necesario
pretación de una puntuación mediana deben reali- agrupar los resultados de puntuaciones extremas,
zarse cuidadosamente, porque pueden producirse porque la información no puede ser utilizada
algunas distorsiones con una escala que tiene sólo cuando ninguna de las casillas de la tabla está
cinco posibles puntuaciones, especialmente vacía (o presenta menos del 5% de las cifras), es
cuando el tamaño de la muestra sea pequeño. La decir, cuando la frecuencia es 0.
variabilidad puede definirse como los límites de Otra posibilidad evaluativa permitida por la
los resultados extremos para un movimiento en naturaleza ordinal de los datos del flexitest es la
una determinada muestra o como la proporción aplicación del test de Kolmogorov-Smirnov, que
de sujetos con puntuaciones distintas del modo. identifica las diferencias cruciales en cada pun-
De nuevo, hacer uso de las técnicas de análisis de tuación cuando se comparan dos muestras. Sin
variabilidad más avanzadas, tales como la desvia- embargo, este procedimiento puede ser demasiado
ción estándar y el error estándar de la mediana, conservador en el sentido que es muy difícil
presenta las mismas limitaciones conceptuales encontrar diferencias significativas, lo que limita
que el uso de la mediana y, en principio, no debe- su uso práctico. Cuando se comparan tres o más
ría estar incluida en el análisis de los datos del fle- grupos o se evalúa repetidamente el mismo grupo,
xitest para un movimiento individual. las estadísticas del chi-cuadrado pueden calcu-
Los resultados pueden estar también simple- larse mediante técnicas de comparación post hoc
mente listados desde el valor más inferior hasta el utilizadas para identificar distribuciones que difie-
valor más superior; en este caso, es apropiado ren una de otra. Con muestras grandes o distribui-
indicar el rango relativo del sujeto como una pro- das regularmente, y con las mismas limitaciones
porción de toda la muestra. Para este propósito, teóricas y restricciones, puede aplicarse la estadís-
se pueden utilizar cuartiles (separan la población tica paramétrica –incluidos los tests de la t y los
en cuatro porciones, cada una de ellas con el 25% análisis de la variancia.
de los individuos), deciles (divisiones del 10%), y, Si su propósito es determinar la fiabilidad de
más a menudo, percentiles (1%). En una muestra dos conjuntos de datos para el mismo movimiento
de 100 estudiantes, por ejemplo, con puntuacio- (es decir, comprobar su técnica de ejecución), no
nes individuales del flexitest en ambos extremos, es aconsejable determinar la proporción de coinci-
un estudiante con percentil 25 (P25) o cuartil 1 dencia, aunque la estadística de kappa puede ser
(Q1) tiene una flexibilidad general mayor que la utilizada porque corrige las coincidencias. Nadie
del 25% de sus compañeros y menor que la del utiliza la correlación producto-momento de Pearson
otro 75%. Esta técnica se usa frecuentemente recomendada, porque ésta mide sólo la asociación
para comparar las alturas y los pesos de estu- entre dos series, que puede ser alta incluso cuando
diantes con las curvas de crecimiento, y es espe- existen diferencias significativas entre los dos con-
cialmente útil para interpretar los resultados de juntos de medición. En su lugar, es preferible cal-
un sujeto para distintos movimientos y el flexi- cular el coeficiente de correlación intraclase, que se
test completo como una función de la edad y el obtiene a partir de un análisis de variancia y
sexo. estima la variabilidad real en dos o más evaluado-
Los tests de hipótesis comparan resultados entre res, reflejando así con más realismo el índice dese-
dos o más grupos de sujetos, o entre distintas ado.
mediciones dentro del mismo grupo de sujetos, Además, para identificar cualquier asociación
para permitir al investigador inferir si las diferen- existente entre los resultados del flexitest y
cias extrapoladas son parecidas a las distinciones cualquier otra variable, se utilizan técnicas de
actuales o se deben primariamente al azar. En esta correlación y de análisis de regresión. Hay libros
técnica (estadística del chi-cuadrado para compa- de estadística aplicada que detallan los procedi-
rar los resultados de un solo movimiento) se ela- mientos que sugerimos aquí, así como paquetes
bora una tabla de contingencia y se calcula la esta- comerciales de software de estadística e incluso
dística del chi-cuadrado. Es posible entonces hojas de cálculo electrónicas que pueden ser
determinar si las distribuciones de dos grupos de utilizados para el análisis de los datos del flexi-
resultados de flexitest son significativamente dis- test.
Capítulo 6: El análisis del flexitest 115
80
75
70
65
60
55
50
45
40
35
30
Flexindex (puntos)
25
20
15
10
0
5 6 7 8 9 10-11 12-13 14-15 16-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-45 46-50 51-55 56-60 61-65 66-70 71-75 76-88
Flexitest. Parte II: Principios y administración
Edad (años)
97 percentil 40 percentil
90 percentil 25 percentil
75 percentil 10 percentil
60 percentil 3 percentil
75
70
65
60
55
50
45
40
35
30
Flexindex (puntos)
25
20
15
10
0
5 6 7 8 9 10-11 12-13 14-15 16-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-45 46-50 51-55 56-60 61-65 66-70 71-75 76-88
Edad (años)
97 percentil 40 percentil
90 percentil 25 percentil
75 percentil 10 percentil
60 percentil 3 percentil
5 30 52,3 52,9 53,0 53,9 56,0 56,0 57,0 57,0 58,0 58,6 59,0 60,0 61,0 61,0 61,0 62,0 62,8 63,1 63,7 64,2 66,6 67,0 67,0
6 42 51,4 52,2 53,0 53,1 54,0 54,0 56,0 56,3 57,0 57,0 58,0 58,5 59,0 59,0 60,0 60,0 60,8 64,0 64,0 65,9 69,0 69,0 70,2
7 62 48,0 48,8 49,0 51,1 52,0 52,4 55,0 56,0 56,0 57,0 57,0 57,0 58,0 59,0 60,0 61,0 61,0 64,0 64,0 65,0 66,0 66,0 66,4
8 77 38,5 43,8 47,6 49,0 50,0 50,9 53,0 53,8 54,0 55,0 56,0 56,0 57,0 57,0 58,0 59,0 59,0 62,0 62,0 63,0 63,2 64,7 65,5
9 60 45,0 46,5 47,0 48,0 49,0 50,0 51,0 52,0 52,7 53,0 54,0 54,0 55,0 56,0 57,0 58,3 59,0 59,0 59,2 61,0 62,1 63,0 64,6
10-11 96 39,0 42,6 43,8 45,0 45,0 45,0 47,0 48,0 49,0 49,0 50,0 50,5 51,0 53,0 53,0 53,0 54,0 56,0 57,0 58,0 61,0 62,1 69,0
12-13 73 36,7 37,0 37,6 40,0 41,0 41,0 45,0 46,0 47,0 48,0 48,0 49,0 50,0 50,0 50,8 52,0 53,0 54,0 54,0 55,0 56,4 58,7 63,8
14-15 81 35,0 35,4 36,0 38,0 39,0 39,0 41,0 42,0 43,0 43,0 44,0 45,0 45,0 46,0 47,0 47,0 48,0 51,0 51,0 51,0 53,0 54,6 57,4
16-20 123 31,9 35,7 36,0 38,0 39,0 39,0 40,5 41,0 42,0 42,0 43,0 44,0 45,0 45,2 46,0 47,0 48,0 50,3 51,0 53,0 54,9 55,3 56,8
21-25 84 29,0 30,0 30,2 34,0 35,0 36,0 39,0 40,0 41,1 42,0 42,0 43,5 44,0 44,8 46,0 47,0 48,0 48,9 49,6 52,0 55,9 56,0 58,7
26-30 58 22,3 24,7 30,1 35,0 36,6 37,0 41,0 42,0 43,9 44,0 44,0 46,0 47,0 48,0 49,1 50,9 51,0 54,6 56,0 59,3 62,0 62,0 64,6
31-35 90 22,8 25,3 27,5 31,9 34,4 36,0 37,3 39,0 40,0 40,0 41,1 42,5 43,0 45,0 45,0 46,3 47,8 49,9 51,0 52,1 55,0 56,7 65,2
36-40 111 17,3 22,6 25,5 30,0 31,0 32,0 34,0 35,0 36,0 36,0 38,0 40,0 41,0 43,0 43,5 45,0 47,0 49,3 51,0 53,0 56,0 58,4 61,9
41-45 129 22,3 24,8 25,0 28,0 29,0 30,0 32,0 33,0 34,0 36,0 36,0 37,0 38,0 39,0 40,2 42,0 42,0 43,0 44,0 46,2 49,6 52,6 58,4
46-50 128 20,5 24,8 27,4 29,0 30,0 30,0 31,8 33,0 34,0 35,0 35,0 36,0 37,0 38,2 39,0 41,0 42,0 43,0 44,0 45,0 47,7 48,2 50,7
51-55 152 15,5 17,1 20,6 24,0 25,0 26,0 28,0 30,0 31,0 32,4 34,0 35,0 37,0 38,0 38,2 39,7 41,0 42,3 43,0 44,0 46,0 47,5 49,5
56-60 149 9,0 12,4 16,8 21,0 23,2 25,0 27,0 28,0 29,0 30,0 31,0 32,0 33,0 34,0 35,0 36,0 38,0 41,8 42,0 44,0 47,0 48,0 49,6
61-65 106 14,0 14,5 17,3 18,0 19,0 19,9 22,0 25,0 25,8 27,0 28,0 30,0 31,0 32,0 34,0 35,0 36,0 38,0 38,3 39,0 41,0 41,9 47,0
Capítulo 6: El análisis del flexitest
66-70 80 9,6 11,1 13,0 14,9 17,0 17,0 20,0 22,0 23,0 25,0 25,0 26,0 27,0 28,4 29,4 31,0 32,0 34,1 35,0 36,1 43,0 44,3 45,4
71-75 63 8,6 9,9 12,0 14,0 16,0 16,5 17,0 18,0 19,0 20,0 22,8 24,0 25,0 26,2 27,0 28,4 30,0 31,0 31,7 34,8 36,9 46,3 54,0
76-88 52 9,6 11,0 11,0 12,0 14,8 15,0 15,0 17,0 18,0 19,0 20,0 21,0 21,6 22,0 22,0 23,4 27,0 27,3 29,0 29,8 35,2 37,9 40,9
119
Tabla 6.3 Percentiles del flexindex en mujeres (N = 1269)
120
120
Edad N 1 3 5 10 15 17 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 83 85 90 95 97 99
(años)
5 33 55,3 56,0 56,6 58,0 58,0 58,4 60,0 60,0 61,2 62,0 63,0 63,0 64,0 64,2 65,0 66,4 67,0 67,6 68,0 68,8 71,0 71,2 73,7
6 38 53,0 53,1 53,9 56,7 56,0 57,3 59,0 59,0 60,0 60,0 60,0 61,0 61,0 61,2 62,1 63,0 64,8 65,7 66,9 70,0 70,5 72,7 73,6
7 63 45,5 48,7 51,0 53,0 54,0 54,0 57,0 58,0 59,0 60,0 60,9 61,0 62,0 63,0 64,0 64,0 65,5 68,0 68,0 68,0 71,7 72,1 73,6
8 66 45,0 46,0 48,3 50,5 53,8 54,0 55,3 56,5 57,0 58,0 58,0 59,0 59,8 60,0 60,0 61,0 61,8 63,0 63,0 64,5 66,0 66,2 69,4
9 50 44,5 45,0 45,0 45,9 49,4 50,3 51,3 53,0 54,0 54,0 55,0 55,0 56,0 57,4 58,0 59,0 59,8 61,7 62,0 63,0 64,0 65,1 67,5
10-11 79 39,6 42,0 42,9 46,0 46,0 47,0 48,0 49,0 49,0 50,0 51,0 52,0 52,9 53,0 54,0 54,0 57,0 59,0 60,0 62,0 65,1 66,0 70,2
12-13 69 44,4 47,0 47,0 49,0 50,0 50,0 51,0 51,4 52,0 52,0 52,0 54,0 54,0 54,0 55,0 55,0 56,0 58,0 58,8 61,6 66,0 66,0 69,9
14-15 61 39,8 42,6 43,0 44,0 46,0 46,0 47,0 47,0 48,0 48,0 49,0 49,0 51,0 52,0 53,0 54,0 54,0 56,0 57,0 60,0 66,0 68,2 70,2
16-20 107 37,1 40,2 42,3 43,0 44,0 45,0 46,0 47,0 48,0 49,0 50,0 52,0 52,0 52,6 53,0 53,2 54,0 56,0 56,0 58,0 59,0 60,6 64,8
21-25 78 36,8 39,6 41,9 42,7 44,6 45,0 47,0 47,0 48,0 49,0 50,0 51,0 51,0 52,0 53,0 53,0 54,0 56,0 56,0 57,0 59,0 60,4 64,2
26-30 59 41,6 42,0 42,0 43,0 46,7 47,9 49,0 49,0 50,3 52,0 53,0 53,0 54,9 55,8 57,7 58,6 60,5 64,0 64,0 66,0 67,0 67,3 68,4
Flexitest. Parte II: Principios y administración
31-35 58 34,1 35,0 35,9 38,4 40,0 40,0 43,3 44,0 45,0 46,8 48,0 49,0 50,0 52,0 53,1 54,0 56,5 60,6 62,0 63,3 65,2 66,9 69,4
36-40 84 34,8 36,5 38,2 40,6 43,0 43,0 44,0 46,0 47,0 48,0 48,4 49,0 50,0 50,8 52,0 54,1 56,0 57,9 58,6 59,7 62,0 62,0 67,3
41-45 72 20,1 28,1 29,6 32,4 37,0 37,1 39,8 41,0 43,0 44,0 46,0 47,5 49,0 50,0 51,0 52,0 53,3 55,0 56,4 58,0 61,0 61,9 63,6
46-50 79 19,8 22,7 28,7 32,8 34,0 35,3 39,0 39,4 41,0 43,0 44,0 45,0 45,0 46,0 47,0 48,0 49,0 51,0 51,0 53,0 60,0 60,0 62,7
51-55 79 18,6 20,0 21,9 28,9 32,0 33,0 34,0 36,4 39,0 39,6 40,6 42,5 43,0 44,4 45,0 46,3 47,0 49,6 50,2 52,0 54,0 54,0 56,3
56-60 62 27,2 29,7 30,0 31,0 32,0 32,0 34,3 36,3 38,4 39,4 41,0 42,5 44,0 44,0 45,0 46,0 47,0 49,6 50,9 52,0 56,0 56,2 57,8
61-65 43 19,4 21,6 26,1 28,0 30,6 32,0 34,0 35,0 35,7 36,8 39,7 40,0 41,0 44,0 45,0 45,0 45,5 47,9 48,0 49,8 53,7 54,0 56,9
66-70 38 15,4 16,1 16,9 19,7 30,0 30,0 32,3 34,0 34,0 34,8 36,0 36,5 37,4 38,2 39,1 40,0 42,0 43,7 44,5 45,3 46,2 46,9 53,3
71-75 27 13,3 15,9 17,3 18,6 19,9 20,8 24,5 27,4 30,1 31,4 32,0 33,0 33,6 36,2 37,0 38,0 39,5 41,6 42,1 43,0 44,4 45,4 46,5
76-88 24 11,5 12,4 13,2 14,6 16,0 16,0 17,8 19,8 20,0 20,4 22,0 22,5 23,7 24,0 30,7 32,0 32,0 33,1 33,6 36,8 39,7 42,8 46,9
Capítulo 6: El análisis del flexitest 121
• La presencia de lesiones agudas o crónicas o Después de recoger los datos del flexitest de
limitaciones parciales del aparato locomotor cientos de deportistas de competición de alto nivel
(lo que conduce a la infravaloración de la ROM (muchos de ellos de calibre olímpico o internacio-
máxima real) nal, especialmente en voleibol playa femenino) de
• El uso frecuente de medicaciones que pueden ambos sexos entre los 15 y los 35 años de edad e
afectar a la movilidad (por ejemplo, antiinfla- implicados en distintas modalidades deportivas,
matorios y relajantes musculares) concluimos que los deportistas tienen niveles de
• Por encima de todo, el grado de excelencia o flexibilidad general similares a los de los no
habilidad del deportista en comparación con el deportistas. Las figuras 6.3 y 6.4 reflejan estas
de sus iguales en el momento de la medición puntuaciones del flexitest.
No deportistas (n = 296)
Voleibol (n = 13)
Esgrima (n = 4)
Taekwondo (n = 6)
Voleibol playa (n = 4)
Ping-pong (n = 6)
Deportes
Tenis (n = 7)
Ciclismo (n = 7)
Vela (n = 13)
Natación (n = 14)
Remo (n = 26)
Baloncesto (n = 22)
Judo (n = 26)
Fútbol (n = 47)
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Flexindex (puntos)
No deportistas (n = 296)
Taekwondo (n = 6)
Squash (n = 5)
Ping-pong (n = 6)
Judo (n = 5)
Natación sincronizada (n = 12)
Natación (n = 7)
Deportes
Voleibol playa (n = 9)
Voleibol (n = 13)
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Flexindex (puntos)
Es de esperar que los deportistas de elite dedi- renciales paramétricos convencionales, como el
quen más tiempo a los ejercicios de estiramiento test de la t de Student, o su equivalente no paramé-
que los que no lo son, y esto puede explicar su trico, el test de Mann-Whitney, cuando la naturaleza
gran ROM en movimientos como la flexión del de la distribución de la puntuación no está muy
tronco y la aducción de la cadera, que están habi- clara o el tamaño de la muestra es pequeño.
tualmente incluidos en el entrenamiento o en las Cuando sea necesario el análisis de dos muestras,
series de calentamiento de la competición. Es se recomienda el uso del test de Wilcoxon para
interesante ver que la movilidad del hombro muestras emparejadas (es decir, conjuntos de datos
tiende a ser menor en los deportistas que en los procedentes de la evaluación y la reevaluación).
no deportistas, con la excepción de los deportis- La valoración de la fiabilidad de los resultados
tas implicados en cualquier modalidad de nata- del flexindex, similar a la valoración de movimien-
ción. Esto puede deberse a la gran masa muscu- tos individuales, puede ser realizada por la estadís-
lar de los deportistas, factor que puede restringir tica de kappa o, preferiblemente, mediante la deter-
la amplitud de la rotación y de los movimientos minación del coeficiente de correlación intraclase;
posteriores del hombro. Hemos encontrado que cuanto más se acerca el resultado a 1, mayor es su
una excelente actuación deportiva –incluidas las fiabilidad. Una alternativa válida utilizada para
medallas de oro olímpicas y los títulos de cam- estimar el nivel de acuerdo entre tres o más evalua-
peón del mundo en judo, fútbol y voleibol– dores es el coeficiente de correlación de Kendall.
puede ser obtenida por deportistas con niveles de Para estudios de correlación, las puntuaciones
flexindex en general en los intervalos de P25 a P50 del flexindex pueden considerarse como variables
para su edad y sexo, pero con una movilidad interválicas y, dependiendo de las categorías esta-
superior en algunos movimientos especialmen- dísticas de otras variables, se puede determinar el
te relevantes para su modalidad deportiva. Por coeficiente de correlación del producto-momento
tanto, los deportistas de algunas modalidades de Pearson.
deportivas necesitan claramente un nivel de fle-
xibilidad superior al de otros, como las mujeres
en la natación sincronizada y los nadadores en
Análisis del movimiento
general si los comparamos con yudocas, regatis- Tal y como hemos mencionado anteriormente,
tas, futbolistas y jugadores de voleibol y balon- existen cinco resultados posibles procedentes de
cesto. Además los deportistas que practican el un movimiento único del flexitest, representados
mismo deporte pueden tener perfiles significati- por los números enteros del 0 al 4. La escala fue
vamente distintos de flexibilidad, dependiendo desarrollada para ajustarse a la distribución de
de su técnica de lanzamiento favorita (es decir, el Gauss (en forma de campana, tendiendo a ser la
o-soto-gari frente a ippon-seoi-nage en judo) o puntuación 2 la más frecuente; las puntuaciones 1
posición (es decir, portero de fútbol frente a y 3, ocasionales, y las puntuaciones extremas 0 o
defensa). 4, raras). En la práctica, no es común obtener las
cinco puntuaciones en un determinado movi-
miento en una muestra pequeña de sujetos adul-
Análisis de los datos tos. Las frecuencias absolutas y relativas de cada
de grupo puntuación, detectadas como porcentajes, son las
descripciones más habituales de un resultado de
Los resultados del flexindex pueden ser también movimiento. Los resultados pueden agruparse y
analizados con estadística paramétrica, especial- obtenerse frecuencias acumulativas, que van de
mente si la muestra incluye a más de 10 o 20 suje- las puntuaciones más bajas a las más altas.
tos. Pueden usarse desviaciones medias y estándar
o, si se prefiere un enfoque más conservador, valo-
res de media y de intervalo o variaciones inter-
Análisis de los datos individuales
cuartiles. La interpretación de las puntuaciones por el
Para comparar los resultados del flexindex pro- movimiento para un individuo determinado se
cedentes de muestras, se pueden elegir tests infe- realiza eficientemente a través del flexograma –la
Capítulo 6: El análisis del flexitest 123
presentación gráfica de las puntuaciones de cada tos puntuó un 0, un 10% puntuó un 4, un 10%
uno de los 20 movimientos en función del están- puntuó un 1, un 30% puntuó un 3 y el 40% res-
dar esperado para la edad y el sexo tomado de tante puntuó un 2. Para el movimiento XX, apro-
una población grande. Cada frecuencia acumula- ximadamente el 40% puntuó un 0 o un 1, otro
tiva de movimiento para el grupo relevante de 40% puntuó un 2 y el 20% restante de sujetos
edad y sexo, registrado en el banco de datos, se puntuó un 3 o un 4.
utiliza para generar el flexograma, que aporta una Los flexogramas de la muestra para grupos de
comparación gráfica de los resultados para cual- hombres y mujeres de diversas edades se presen-
quier movimiento del flexitest con la distribución tan en las figuras 6.6 a 6.23, así como hay flexo-
en nuestro banco de datos. Cada barra representa gramas para futbolistas, judocas y nadadores y
los resultados para un movimiento en el 100% de varones, en las figuras 6.24 a 6.26. A partir de su
la población de la muestra, con diferentes colo- flexograma se puede deducir que los judocas
res o sombreados que reflejan el porcentaje de alcanzaron habitualmente puntuaciones de 2 ó 3
sujetos que alcanzaron cada una de las cinco en los movimientos del flexitest, a excepción de
posibles puntuaciones. El flexograma de la figura unos pocos sujetos que puntuaron 4 en los movi-
6.5, por ejemplo, muestra que para el movi- mientos II, III y VII, y un deportista que puntuó
miento XV, aproximadamente un 10% de los suje- un 0 en el movimiento X.
124 Flexitest. Parte II: Principios y administración
100%
80%
60%
40%
20%
0%
I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
100%
80%
60%
40%
20%
0%
I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
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60%
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0%
I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
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I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
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0%
I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
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I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
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80%
60%
40%
20%
0%
I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
100%
80%
60%
40%
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0%
I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
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80%
60%
40%
20%
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I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
100%
80%
60%
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0%
I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
100%
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60%
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0%
I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
80%
60%
40%
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I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
100%
80%
60%
40%
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I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
100%
80%
60%
40%
20%
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I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
100%
80%
60%
40%
20%
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I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
100%
80%
60%
40%
20%
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I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
100%
80%
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40%
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I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
100%
80%
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I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
100%
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I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
100%
80%
60%
40%
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I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
100%
80%
60%
40%
20%
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I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
100%
80%
60%
40%
20%
0%
I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX
Hombres
Muy atípica < P5 < 0,44 < 0,21 < 0,80 < 0,74 < 0,74
Atípica P5–P17 0,44–0,54 0,21–0,28 0,80–0,93 0,74–0,86 0,74–0,87
Normal P18–P83 0,55–0,78 0,29–0,54 0,94–1,29 0,87–1,25 0,88–1,30
Atípica P84–P95 0,79–0,85 0,55–0,64 1,30–1,71 1,26–1,64 1,31–2,09
Muy atípica > P95 > 0,85 > 0,64 > 1,71 > 1,64 > 2,09
Mujeres
Muy atípica < P5 < 0,48 < 0,21 < 0,83 < 0,78 < 0,75
Atípica P5–P17 0,48–0,54 0,21–0,28 0,83–1,00 0,78–0,88 0,75–0,83
Normal P18–P83 0,55–0,79 0,29–0,54 1,01–1,29 0,89–1,18 0,84–1,13
Atípica P84–P95 0,80–0,88 0,55–0,64 1,30–1,51 1,19–1,44 1,14–1,74
Muy atípica > P95 > 0,88 > 0,65 > 1,51 > 1,44 > 1,74
IVIM: índice de variabilidad intermovimiento; IVIA: índice de variabilidad interarticular; IVFE: índice de variabilidad
flexión-extensión; IVES: índice de variabilidad entre segmentos; IVDP: índice de variabilidad distal-proximal.
en sujetos mayores, sedentarios, y tienden a dis- mujeres de 36 a 55 años de edad, puede obser-
minuir después de un entrenamiento de estira- varse que la flexibilidad general de la mujer es de
mientos. Por otro lado, existe un patrón de movi- algún modo baja, entre el percentil 25 y el 40
lidad infantojuvenil, que refleja una movilidad (mucho más próximo a 25 que a 40), y que debe
pasiva distal menor que la proximal y consecuen- mejorarse en conjunto. El análisis de cada movi-
temente da lugar a un IVDP bajo. Finalmente, un miento permite la identificación de limitaciones
IVDP alto muestra que la movilidad pasiva de los específicas que hay que abordar inicialmente.
movimientos articulares distales –en tobillo, rodi- La dorsiflexión de la mujer es extremadamente
lla, muñeca y codo- excede bastante de la movili- limitada, y su extensión de cadera, tronco y
dad pasiva de las articulaciones proximales, es muñeca es algo menor de lo habitual en mujeres
decir, la cadera y el hombro. de este grupo de edad. Por otro lado, hay una
Los deportistas tienen un perfil de flexibilidad movilidad superior a la media para la aducción
más heterogéneo por movimiento que los no posterior del hombro y para la flexión de la
deportistas, un hecho obvio en los cinco índices cadera, hecho que facilita algunos movimientos
de variabilidad. La única excepción es el IVDP de deportivos específicos. La causa más frecuente de
las mujeres, en el que las deportistas y las no la restricción comparablemente más alta de uno
deportistas muestran valores similares. Por tanto, de los movimientos de tobillo en las mujeres es el
a menudo se observan unos perfiles de flexibilidad uso habitual de zapatos de tacón, lo cual puede
heterogéneos superiores en aquellos individuos conllevar un acortamiento crónico de los múscu-
dedicados a los deportes de competición. En estos los del tobillo y una movilidad limitada. El acorta-
individuos, los niveles más altos de flexibilidad se miento relativo de la movilidad de extensión en
encontraron en las articulaciones que realizaban otros movimientos se debe probablemente a la
movimientos biomecánicamente relevantes para falta de entrenamiento específico y al poco uso
el rendimiento deportivo, que variaba de acuerdo que se hace de los grupos musculares relaciona-
con la modalidad deportiva, las características y dos. La reducción de la extensión de la muñeca es
las posiciones de juego. habitual en los tenistas que deben agarrar firme-
mente sus raquetas para ejecutar lanzamientos de
revés y de derecha. Finalmente, el incremento de
Consideraciones la movilidad de esos otros movimientos limitados
estadísticas finales
En este capítulo, se han propuesto Tabla 6.6 Datos del flexitest para una
distintos enfoques y se han dado diver-
sos ejemplos para el análisis estadístico mujer moderadamente
de los datos del flexitest. Se ha tratado activa de 36 años de edad
en detalle el flexindex, los movimien- Movimiento Puntuación Movimiento Puntuación
tos individuales y los perfiles de homo-
geneidad, y se han proporcionado nor- I 0 XI 2
mas de referencia de edad y sexo para II 2 XII 2
la comparación. A continuación se III 2 XIII 1
presenta un ejemplo para ilustrar la IV 3 XIV 2
aplicación de algunas de las técnicas V 3 XV 2
expuestas. Se presentan ejemplos adi- VI 2 XVI 3
cionales con los estudios de casos en el VII 3 XVII 3
capítulo 9. VIII 3 XVIII 3
La tabla 6.6 presenta los datos del IX 2 XIX 3
flexitest para una mujer de 36 años de X 1 XX 2
edad, moderadamente activa. Con
estos datos, la curva o tabla de percen- Flexindex 44
til apropiada, y el flexograma para
140 Flexitest • Parte II: Principios y administración
permite mejorar el servicio y alcanzar las pelotas En la figura 6.27 presentamos una secuencia
cortas cerca de la red. Este perfil de datos de flexi- lógica y sencilla de los pasos recomendados para
bilidad es compatible con una larga historia de hacer el análisis de los datos del flexitest, con el
práctica del tenis y el uso habitual de tacones altos objetivo de guiar al lector en la utilización del
por una mujer de 36 años de edad. material presentado en este capítulo.
1. Empiece interpretando los resultados con el flexindex. Analice su valor absoluto para ver si
apunta a una hipo, hiper o una movilidad normal. Después, compare el valor con las nor-
mas de referencia de edad y sexo para determinar el percentil del flexindex correspon-
diente.
2. Consulte los índices de variabilidad para identificar valores que se desvían de los interva-
los normales.
3. A continuación, haga un análisis comparativo para las articulaciones y, finalmente, para
cada movimiento, basado en los resultados absolutos y en la proporción de esa puntuación
para grupo de edad y sexo.
4. Idealmente, uno debe ofrecer al sujeto una retroalimentación (feedback) objetiva cuando se
han completado las mediciones, y esto se hace mejor si se refiere a la puntuación del fle-
xindex. No tema presentar el resultado como un percentil para la edad y el sexo; incluso los
niños, para asombro de algunos, entienden el significado de ser clasificados en relación con
100 colegas de la misma edad y el mismo sexo.
5. Intente indicar en su informe qué movimientos debe trabajar el sujeto para mejorar sus ROM
máximas. No se centre únicamente en la mejora para alcanzar los valores de referencia para
la edad y el sexo, sino también en la mejora de los movimientos que se adapten a los pro-
pósitos específicos del sujeto.
6. Tenga presente que la hipermovilidad no es habitualmente una meta, y que puede incluso
ser perjudicial para la práctica de algunos deportes (por ejemplo, la hiperflexión plantar del
tobillo en los corredores adultos) o de algunas actividades cotidianas.
Capítulo 7 Investigaciones
del flexitest
Desde su desarrollo, el flexitest ha sido utilizado y de la evolución del flexitest a lo largo de los últi-
en muchas situaciones de investigación por el mos 20 años, las posibles aplicaciones del test, las
autor y otros investigadores. Como hemos deta- relaciones interesantes entre la flexibilidad y otras
llado en el capítulo anterior (páginas 113–140), se variables, y la respuesta corporal a intervenciones
ha recogido una gran cantidad de datos durante como la actividad física regular y el calentamiento.
los últimos años, y parte de este material perma-
nece sin publicar. La tabla 7.1 enumera la mayoría
de los materiales científicos del flexitest presenta- Estudios de fiabilidad
dos y publicados en distintos formatos e idiomas.
Esta tabla también incluye las direcciones web En el campo de la medición y la evaluación, las
donde se pueden encontrar y descargar los docu- cuestiones de fiabilidad son de gran importancia.
mentos completos o los resúmenes. El idioma en La fiabilidad es un concepto que implica múltiples
que cada resumen y documento fue publicado aspectos que deben ser considerados cuando se uti-
también está anotado en la tabla. Este capítulo liza el flexitest para la valoración de la flexibilidad.
presenta alguna de las investigaciones que han Idealmente, las mediciones consecutivas obtenidas
hecho uso del flexitest, centrándose primero en en la ausencia de intervención deberían aportar
los estudios en los que nuestro grupo de investi- valores idénticos. Sin embargo, las potenciales
gación ha participado directamente en la recogida fuentes de error están siempre presentes y deben
de datos y en la interpretación de los resultados. ser identificadas y cuantificadas con precisión.
Para facilitar las referencias durante la lectura, el
número de estudio correspondiente a la tabla 7.1
está citado en el texto (p. ej., [4]). Los estudios no
Fiabilidad interobservador
se describen en orden cronológico, sino en gru- Datos originales (14) y parcialmente reanalizados
pos, de acuerdo con la naturaleza o las caracterís- para este resumen.
ticas del estudio. Los estudios se clasifican en
cinco categorías distintas: • Razonamiento:
La fiabilidad está relacionada con la estabilidad de
1. Estudios de fiabilidad los resultados de un test (es decir, el grado de con-
2. Estudios de validez concurrente sistencia encontrada en los resultados). Se expresa
3. Estudios estrictamente metodológicos habitualmente como un coeficiente de correlación
4. Estudios de observación entre dos o más series de resultados independien-
5. Estudios de intervención tes procedentes de un grupo particular de sujetos,
y cuanto mayor es el coeficiente, mayor es la fia-
Para cada estudio, aportamos el razonamiento bilidad de un test. Idealmente, las puntuaciones
de la investigación y sus objetivos. A continuación, valoradas independienteme<nte deberían ser
presentamos una breve descripción de la muestra, idénticas, pero esto, de hecho, no ocurre en la
la estrategia metodológica y los principales resul- práctica. Siempre habrá discrepancias, y está en
tados del estudio. Por último, se hace una inter- manos de los investigadores identificar su origen.
pretación concisa de la investigación y la interpre- Dependiendo del diseño del estudio, se puede
tación de la flexibilidad. Creemos que leer el valorar la fiabilidad de dos o más puntuaciones de
resumen de los hallazgos ayudará al lector a alcan- evaluadores o de dos o más mediciones tomadas
zar una mejor comprensión de las bases científicas por el mismo evaluador.
143
144 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones
30 Araújo CGS Documento completo Sports & Medicine Today 2001; 1(2):34-37
otro, y los evaluadores se iban alternando para ser dores (p< 0,05). Hubo una alta asociación de los
los primeros en realizar el test. Los evaluadores ano- valores individuales, con un coeficiente de correla-
taban sus puntuaciones sin decir nada a los sujetos. ción intraclase de 0,89 (p< 0,01) (figura 7.1).
El estudio fue diseñado de modo que los evaluado- En la evaluzación de los resultados de los movi-
res hicieran sus propias mediciones y puntuaran sin mientos individuales, los evaluadores estuvieron en
conocer los resultados de los demás. desacuerdo en 205 puntuaciones (35%) de las 580
mediciones (29 sujetos x 20 movimientos); la dife-
• Resultados: rencia fue superior a un punto en sólo el 10%. Sin
La distribución de los resultados y la tendencia cen- embargo, cada evaluador dio una puntuación menor
tral del flexitest fueron similares para ambos evalua- que el otro aproximadamente el mismo número de
150 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones
20
n = 32 Fiabilidad
intrafotográfica
0
0 20 30 40 50 60 70 Datos originalmente de [1, 13-15] y parcial-
Flexindex (puntos): evaluador 2 mente reanalizados para este resumen.
mente los resultados extremos. El propósito de la con una mediana de 0,93, todos significativa-
segunda serie fue reflejar los datos alcanzados en mente distintos de 0. Para la segunda serie de
situaciones más convencionales. Para la primera fotografías hubo casi una total concordancia entre
serie de fotografías, se obtuvieron todas las pun- las dos mediciones realizadas por el mismo eva-
tuaciones posibles para cada movimiento, sin luador, con una medición de correlación intra-
hacer referencia a la secuencia lógica. Después, clase de 0,99. La media de error para las dos medi-
todas las fotografías de un determinado movi- ciones del flexitest fue sólo un punto, esto es, 1 de
miento se imprimieron en blanco y negro en una 20 mediciones.
única hoja de papel fotográfico que media 20 x 28 En términos de fiabilidad interobservador, los
cm; las fotografías, que median aproximadamente evaluadores experimentados y no experimentados
25 x 35 mm fueron numeradas secuencialmente dieron puntuaciones algo distintas. El análisis de
para la valoración. Se realizó el mismo proceso fiabilidad interobservador reveló unos niveles
con la segunda serie de fotografías, que presentó ligeramente más bajos de acuerdo con el análisis
secuencialmente todos los movimientos del flexi- intraobservador; pero aún así fue siempre signifi-
test de un sujeto de modo que fue posible evaluar cativo, con promedios de coeficiente de correla-
el flexitest completo del primer sujeto antes de ción intraclase de 0,88 y 0,83 para evaluadores
evaluar el segundo. De nuevo, las puntuaciones de experimentados y no experimentados, respectiva-
los movimientos individuales fueron anotadas mente, en la primera serie de fotografías. Sólo en
antes de que los resultados fueran considerados dos movimientos –dorsiflexión del tobillo y fle-
como definitivos. xión de tronco- hubo coeficientes de correlación
Para establecer la fiabilidad intraobservador se intraclase no significativos para el evaluador expe-
realizó dos veces la puntuación de cada movi- rimentado. El promedio de error del flexindex
miento fotografiado del flexitest de las dos series para los dos evaluadores fue similar, aproximada-
una semana después. Después de analizar la hoja mente dos puntos. Para las series de fotografías de
de resultados y calcular los índices apropiados, sujetos que realizaron el flexitest completo, los
las fotografías que recibieron distintas puntuacio- coeficientes de correlación intraclase fueron bas-
nes en las dos valoraciones fueron reanalizadas tante altos y similares para los dos evaluadores en
para establecer una puntuación final. Esta pun- aproximadamente un 0,95, y no hubo diferencias
tuación final se utilizó entonces en el análisis de en los promedios del flexindex. Se observó que
fiabilidad interobservador. La fiabilidad entre cada evaluador cometió un error de en torno al
observadores se determinó mediante la compara- 10% de la puntuación en sólo un sujeto (7% de los
ción de mediciones de dos evaluadores, uno bas- casos). Es interesante que el mayor número de
tante experimentado en el uso de la técnica y el errores se produjera en la valoración del movi-
otro no, con el fin de comprobar la influencia de miento XI –flexión lateral del tronco-, que contó
la experiencia en la fiabilidad intraobservador. con algo más del 10% de las mediciones erróneas.
Antes de la valoración actual, los evaluadores En sólo el 25% de las fotografías hubo un error de
revisaron el método del flexitest y puntuaron un 2 puntos en la puntuación sobre la escala sin
número pequeño de fotografías extra que no per- dimensión; tres cuartos de esas interpretaciones
tenecían a ninguna de las dos series. Todas las erróneas fueron realizadas por el evaluador expe-
fotografías las tomaron fotógrafos profesionales rimentado.
utilizando una cámara Nikon Nikkormat FTn
con lentes de 50 mm, de una apertura de 1,4, y • Conclusión:
utilizando una película de 400 ASA en blanco y La valoración con el flexitest de la ROM articular
negro para prevenir distorsiones de ángulo y per- presentó unos niveles extremadamente altos de
mitir utilizar la luz natural. fiabilidad intra e interobservador no solamente
para la primera serie de movimientos individua-
• Resultados: les, sino también específicamente para el flexitest
El estudio de la fiabilidad intraobservador para la en su totalidad. Estos datos sugieren que el mar-
primera serie de fotografías mostró unos coefi- gen de error tiende a ser ligeramente superior para
cientes de correlación intraclase entre 0,78 y 0,99 valores extremos y evaluadores menos experimen-
152 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones
tados. Es cierto que, aunque el análisis fotográfico los estudiantes emparejados mientras practicaban
es un modo creativo y original de controlar la la realización con los mapas (un estudiante era el
influencia de la variabilidad biológica de los suje- sujeto evaluado y el otro era el evaluador). A con-
tos valorados, no incorpora una potencial fuente tinuación, una muestra voluntaria de los estu-
de error, que es la ejecución real de los movimien- diantes (alrededor del 7% del total de la clase) fue
tos. Por otro lado, el nivel de diversificación de los de nuevo objeto del flexitest por los instructores,
valores propuesto en la primera serie de fotogra- quienes tenían un conocimiento de los resultados
fías introdujo un grado de dificultad bastante infe- encontrados por su pareja en el test previo. Las
rior al uso diario del flexitest. Incluso puede asu- mediciones valoradas por la pareja durante el
mirse que la fiabilidad in vivo es algo inferior a la entrenamiento fueron posteriormente compara-
puntuación obtenida con el uso de las fotografías, das con las de los evaluadores expertos.
puesto que la mayoría de las mediciones in vivo
tienden a puntuar 2. Concluimos que utilizar pre- • Resultados:
viamente fotografías estandarizadas es una pode- Los sujetos mostraron los perfiles de flexibilidad
rosa herramienta para entrenar a futuros usuarios esperados para su edad y sexo, y los evaluadores
del flexitest. expertos determinaron el intervalo de las puntua-
ciones del flexindex entre 33 y 57 puntos, con una
mediana de 50. No hubo diferencias entre los
Los evaluadores entrenados muestran una
resultados del flexindex medido por evaluadores
alta fiabilidad intra e interobservador para expertos y por los estudiantes en su primer
las mediciones con flexitest. intento. Sin embargo, hubo diversos errores indi-
viduales que determinaron un coeficiente de
correlación intraclase bastante modesto de 0,68
(véase figura 7.2). Las diferencias en las puntua-
Primer intento ciones del flexindex obtenidas por evaluadores
Datos originalmente de [7] y parcialmente reanaliza- expertos e inexpertos, que oscilaron entre -9 y +11
dos para este resumen. puntos, ocurrieron en aproximadamente el 40%
• Razonamiento:
Una herramienta de medición debe com- 70
portar unos altos índices de fiabilidad y
Flexindex (puntos): evaluador experto
• Objetivo: 50
• Métodos:
Como parte de un curso de flexibilidad, se
presentó la teoría y los métodos del flexi- Figura 7.2 La fiabilidad del Flexindex entre un
test a la clase. Un evaluador experto evaluador experto y uno “inexperto”. El círculo medio
demostró el método y después supervisó a vacío representa tres puntos de coincidencia.
Capítulo 7: Investigaciones del flexitest 153
1970) y el flexitest. Todos ellos se realizaron de mejor asociación fue con el test de Beighton-
acuerdo con sus métodos originales. Todos los Hóran, que valora principalmente la hiperlaxitud
procedimientos fueron administrados con un ligamentosa. Sin embargo, a diferencia del flexi-
único evaluador en la misma secuencia estandari- test, los valores de suelo y techo en el test de
zada, sin calentamiento ni actividad física previos, Beighton-Hóran son frecuentes, aunque se mini-
y sin que los sujetos supieran el objetivo del estu- mice su poder discriminatorio. De hecho, el 20%
dio. El tiempo medio de evaluación fue 10 minu- de los sujetos de nuestra muestra puntuaron 0, y
tos por sujeto. un niño alcanzó la puntuación máxima, redu-
ciendo el grado de asociación con el flexitest.
• Resultados: Considerando la naturaleza de la especificidad del
Los resultados del signo de Rosenbloom (la impo- movimiento para ambas articulaciones y movi-
sibilidad de superponer las caras y los dedos de las mientos, no es deseable que las correlaciones
manos) fueron negativos en todos los individuos y entre el flexitest (que implica 20 mediciones) y los
por tanto se los excluyó del análisis estadístico otros dos tests (que miden un sólo movimiento)
subsiguiente. En el test de tocarse los dedos de los fueran sólo ligeras. Este estudio, por tanto, corro-
pies (toe-touch), únicamente siete de los sujetos bora la validez del flexitest mientras, además, des-
(23%) fueron capaces de tocarse la punta de los taca su peculiar característica de falta de efectos de
pies con la punta de los dedos de las manos sin suelo y techo y su grado potencialmente alto de
doblar las rodillas. En el test de Beighton-Hóran, generalización en la valoración de la flexibilidad
se alcanzaron los valores extremos de la escala (0 general de un sujeto.
y 9 puntos), con un promedio de 3 y una clara dis-
tribución asimétrica de los resultados, lo que
reveló una tendencia a concentrarse en el extremo La puntuación del flexitest está más correla-
cionada con puntuaciones del test de
inferior de la escala. Esto no ocurrió en el test sit- Beighton-Hóran (dadas para nueve movi-
and-reach, para el que los resultados fueron de -15 mientos) que con los resultados del sit-and-
a +25 cm, con un promedio de 7 cm y una justa y reach (un movimiento).
normal distribución de los resultados. Para el fle-
xitest, los resultados no alcanzaron los extremos
de la escala y fueron de 35 a 68 puntos con una
mediana de 49 puntos, exponiendo una distribu- Estudios estrictamente
ción gaussiana. Hubo una pequeña asociación de metodológicos
los resultados del test de Beighton-Hóran con los
de los tests sit-and-reach y toe-touch, con coefi- El desarrollo de un nuevo protocolo de evaluación
cientes de correlación de 0,26 y 0,40, respectiva- requiere un tiempo y un esfuerzo considerables
mente. Estos últimos dos tests estuvieron clara- para asegurar una cuidadosa estandarización de
mente relacionados con los demás (r = 0,91). El los procedimientos. Mientras desarrollábamos el
flexitest, representado por el valor del flexindex, flexitest, realizábamos diversos estudios especial-
se relacionó significativamente en distintos grados mente relacionados con sus aspectos metodológi-
con todos los tests, teniendo la mejor concordan- cos. Algunos de ellos se exponen brevemente en
cia con el de Beighton-Hóran (r = 0,81). esta sección.
• Conclusión:
A pesar de que hubo una significativa correla-
Dimorfismo lateral
ción entre los resultados del flexitest (presentados Datos originalmente de [6] y parcialmente reanaliza-
por el flexindex) y los otros tests, lo cual sugería dos para este resumen.
la existencia de una validez concurrente, los gra-
dos de asociación fueron relativamente modestos. • Razonamiento:
Esto indicó que no se puede predecir con exacti- Para la mayoría de los seres humanos, una parte
tud los resultados de ningún otro test mediante el del cuerpo tiene una mayor predominancia que la
uso de los resultados del flexitest, o viceversa. La otra, una tendencia que se denomina lateralidad.
Capítulo 7: Investigaciones del flexitest 155
La mayoría de los individuos son diestros, aunque puntuación más alta con más frecuencia en el lado
una pequeña proporción –aproximadamente el derecho. De hecho, casi dos tercios de las asime-
10%– tiene un predominio motor del lado trías se vieron en los movimientos articulares de
izquierdo. En los deportes, la lateralidad tiene un hombro. Aproximadamente el 10% de los estu-
papel importante, sea en la pierna de impulsión diantes presentó algún grado de asimetría en la
sea en el brazo de lanzamiento, y a menudo está longitud máxima de los movimientos del codo. Por
asociada a una clara asimetría morfológica. Sin otro lado, las diferencias bilaterales en los movi-
embargo, hay muy poca información sobre la exis- mientos del tobillo, rodilla y muñeca fueron
tencia de este dimorfismo lateral para la flexibili- inusuales, ocurriendo en menos del 3% de los suje-
dad. tos. Las diferencias bilaterales fueron igualmente
frecuentes en todas las puntuaciones de las ROM,
• Objetivo: es decir, con ROM bajas o altas.
El objetivo de este estudio fue identificar la prefe-
rencia de un dimorfismo lateral en la flexibilidad • Conclusión:
general y específica en jóvenes y adultos física- Los adultos jóvenes y físicamente activos, fue-
mente activos de ambos sexos. ran hombres o mujeres, no mostraron niveles
altos de dimorfismo lateral en su flexibilidad. Las
• Muestra: diferencias estuvieron restringidas únicamente a
Noventa y dos estudiantes de educación física (46 algunos movimientos, particularmente a la rota-
de cada sexo), todos aparentemente sanos y sin ción lateral del hombro. Debido a que este movi-
restricciones locomotoras importantes, se presen- miento es importante en algunos deportes básica-
taron voluntarios para este estudio. Eran física- mente unilaterales, como el tenis, el voleibol y el
mente activos, con edades comprendidas entre los baloncesto, la flexibilidad en la articulación puede
18 y los 22 años. estar específicamente afectada por el entrena-
miento y por la actividad motriz repetida al reali-
• Métodos: zar el movimiento de extensión. Por tanto, en
Un único evaluador experto hizo las mediciones. general, no existe razón alguna para medir la fle-
Cada sujeto realizó 16 movimientos bilateral- xibilidad de ambos lados del cuerpo. Incluso
mente (se omitieron los movimientos IX, X, XVII cuando hay un entrenamiento deportivo previo, el
y XVIII). lado derecho tiende a representar mejor la mayor
ROM máxima pasiva. Por otro lado, cuando algo
• Resultados: impide o dificulta la medición del lado derecho
Los valores del flexindex estuvieron en línea con (p. ej., una fractura reciente inmovilizada en un
las expectativas para los grupos de edad y sexo de cabestrillo), la medición de la extremidad contra-
los estudiantes, con puntuaciones medianas de 42 lateral debe reflejar fiablemente el grado usual de
(intervalo 29 a 58) y 49 (intervalo 37 a 61) puntos movilidad sin riesgo de comprometer significati-
para hombres y mujeres, respectivamente. Los vamente la puntuación del flexindex.
valores bilaterales del flexindex fueron virtual-
mente idénticos y resultaron en un coeficiente de
correlación intraclase muy alto –r >0,98– para
ambos sexos. Un poco más de la mitad de los suje- En relación con el
tos, hombres y mujeres indistintamente, tuvieron dimorfismo lateral
una diferencia de flexibilidad de al menos 1 punto
entre ambos lados del cuerpo en un movimiento • En general la flexibilidad es similar en los
dos lados del cuerpo tanto en los hom-
específico. En ningún caso hubo una diferencia de
bres como en las mujeres.
más de 1 punto para el mismo movimiento reali- • En algunos sujetos con patologías parti-
zado en los dos lados del cuerpo. De las 68 dife- culares o en los deportistas con predomi-
rencias encontradas (que representan el 5% de nancia unilateral, se aconseja medir
todas las mediciones bilaterales), el 42% fue en la ambos lados.
rotación lateral del hombro, en la que se observó la
156 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones
• Resultados:
Variabilidad circadiana
Los valores del flexitest para los 30 reclutas fueron
Datos originalmente de [18] y parcialmente reanali- bastante variables, yendo de 35 a 56 puntos y
zados para este resumen. correspondiendo a percentiles de 3 a 99 para el
grupo de edad, con una puntuación media de 43
puntos (percentil 45). En ninguna medición del
• Razonamiento: flexitest (cuatro tandas x 30 sujetos x 20 movi-
Uno de los ritmos biológicos más importantes es mientos) se obtuvo una puntuación de 0, mientras
el circadiano, que funciona aproximadamente las que se dio una puntuación de 4 en un pequeño 2%
24 horas. Durante el ciclo circadiano, los niveles de las mediciones de movimientos individuales.
de actividad hormonal y autonómica son fluc- Los resultados principales del flexitest mostraron
tuantes, cambios que se reflejan en los estados de una variación limitada (entre 42,4 y 44,9 puntos)
sueño o vigilia y en otras condiciones fisiológicas y hubo una buena correlación entre ellos (0,68 < r
como la temperatura corporal. Algunos bailarines < 0,91; p < 0,01), sin ninguna influencia marcada
de ballet han observado que en momentos especí- de acuerdo con el tiempo de medición (p = 0,26).
ficos del día les es más fácil adoptar algunas pos- En otro enfoque que consideró la hora del día en
turas que requieren la ROM máxima. Por otro que los sujetos tuvieron sus mejores y peores pun-
lado, algunas molestias reumáticas imponen a pri- tuaciones, se encontró que los valores más altos
mera hora de la mañana restricciones de movi- de flexibilidad eran más frecuentes a primera hora
miento que progresivamente mejoran a lo largo de la tarde y por la mañana (p< 0,01). No hubo
del día. Hay muy poca información disponible correlación entre el flexindex y la variabilidad cir-
sobre las fluctuaciones de la flexibilidad durante cadiana observada. El análisis de los datos indivi-
el día en los sujetos sanos. duales mostró que los cambios del flexindex osci-
laban entre 2 y 11 puntos sobre las cuatro
• Objetivo: mediciones, siendo la mediana 5 puntos, o en
El objetivo de este estudio fue determinar los torno al 11% del valor absoluto del flexindex. La
patrones circadianos en la flexibilidad de jóvenes valoración del comportamiento circadiano de la
sanos no deportistas. flexibilidad para cada movimiento mostró que
aproximadamente la mitad de las puntuaciones
• Muestra: fueron constantes para los cuatro movimientos, y
Participaron voluntariamente en el estudio 30 muy raramente hubo una variación de 2 puntos
reclutas del ejército brasileño. Estaban entre los (3% de los casos). Las variaciones de las medicio-
18 y los 20 años de edad y realizaban un entrena- nes fueron más frecuentes para los movimientos
miento militar, pero no destacaban en el deporte o de cadera y de hombro y raras para la dorsiflexión
la actividad física. del tobillo, la extensión de la rodilla y el codo, y la
extensión y flexión de la muñeca.
• Método:
Un evaluador experto realizó cuatro tandas com- • Conclusión:
pletas de mediciones del flexitest durante un Nuestros datos demostraron que el ciclo circa-
período de 24 horas. La primera tanda de medi- diano tiene poco impacto sobre la flexibilidad en
ciones se realizó por la noche, y después se fueron los jóvenes sanos no deportistas, con unos resul-
repitiendo cada seis horas, con los sujetos en el tados ligeramente más altos a primera hora de la
mismo orden cada vez. La última tanda de medi- tarde y por la mañana a pesar del alto grado de
ciones empezó a las 6 de la mañana del día variabilidad entre sujetos en este sentido. La varia-
siguiente. Los reclutas fueron instalados en un bilidad circadiana de la flexibilidad fue básica-
edificio militar durante todo el tiempo del estudio, mente baja (11%), y podría estar algo enmasca-
dejando la habitación sólo para comer y para ser rada por el margen de error de un evaluador
sometidos a las mediciones de flexibilidad. Se res- experimentado (sobre el 5%). Esta variabilidad no
tringió la actividad física el día anterior y durante dependía del nivel de flexibilidad del sujeto eva-
el período de medición. luado y parecía estar causada principalmente por
Capítulo 7: Investigaciones del flexitest 157
los cambios de la movilidad en el movimiento de ciones entre estas diferentes variables dependen
hombro y cadera, las articulaciones más impor- de las características de la población en investiga-
tantes que se ven restringidas por los músculos y ción, su sexo, y su grupo de edad, y los datos reco-
el tejido conectivo. Es posible que en sujetos alta- gidos en determinadas situaciones no pueden
mente flexibles, como los bailarines, el ciclo circa- duplicarse en otra. Esto también es cierto cuando
diano desempeñe un papel importante. De se valoran grupos específicos, como deportistas de
acuerdo con nuestros datos, es aconsejable esta- disciplinas concretas. Un enfoque más apropiado
blecer un horario fijo para hacer mediciones repe- del análisis cineantropométrico puede ser deter-
tidas en un individuo con el fin de evitar la poten- minar los niveles de asociación entre las variables
cial, aunque pequeña, interferencia circadiana en mediante datos de una muestra de población más
los resultados. heterogénea.
• Objetivo:
En relación con la El objetivo de este estudio fue determinar la aso-
variabilidad circadiana ciación de los componentes de las mediciones de
• Los cambios de la flexibilidad general son altura y peso, de la relación altura-peso y del
mínimos. somatotipo con la flexibilidad general y la especí-
• La flexibilidad del hombro y la de la ca- fica.
dera son las más influenciadas.
• No existe un patrón claro de mañana- • Muestra:
tarde-noche. Se sometió a 254 personas (116 hombres y chicos
• Para el seguimiento del análisis de los
y 138 mujeres y chicas) con una edad media de 48
datos, estandarice el tiempo de medición.
años (entre 13 y 82 años) en dos grupos de ambos
sexos a una valoración clínico-funcional en una
clínica especializada. Los sujetos fueron seleccio-
Estudios de observación nados retrospectivamente, y se excluyó a los que
participaban en deportes de competición o cuyas
Después de haber valorado la fiabilidad y la vali- mediciones fueran erróneas o incompletas.
dez concurrente, y analizado las cuestiones meto-
dológicas más relevantes relacionadas con el flexi- • Métodos:
test, ahora revisaremos algunos de nuestros Las mediciones antropométricas se realizaron de
estudios de observación. La mayoría de estos estu- acuerdo con los métodos bien establecidos. Para
dios analizaron la relación entre la flexibilidad la relación altura-peso se calculó el índice de
valorada por el flexitest y otras variables morfo- Quetelet, más conocido como el índice de masa
funcionales. corporal (IMC). Ésta es la relación entre el peso
calculado en kilogramos y el cuadrado de la
altura medida en metros (kg/m2). El somatotipo
Relación altura-peso se determinó utilizando la técnica antropométrica
y somatotipo de Heath-Carter descrita originalmente en los
años 1960. La flexibilidad fue medida con el
Datos originalmente de [9] y de material de labora- flexitest.
torio no publicado.
• Resultados:
• Razonamiento: Las mediciones para la altura y el peso y la rela-
La valoración cineantropométrica implica aspec- ción altura-peso para hombres y mujeres fueron
tos como las mediciones de la altura y el peso, la respectivamente (media ± desviación estándar)
relación altura-peso, la proporcionalidad, la com- 175 ± 6 y 161 ± 6 cm, 79 ± 14 y 67± 15 kg, y 26 ±
posición corporal, la fuerza muscular y la flexibi- 4 y 26 ± 7 kg/m2. Como se esperaba para el soma-
lidad. Cierto número de estos elementos forma totipo, las mujeres tuvieron valores más altos para
parte del concepto de condición física. Las rela- la endomorfia y la ectomorfia y puntuaciones más
158 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones
pequeñas para la mesomorfia, con valores medios los movimientos del tronco en comparación con
de 5,5-5,1-0,7, mientras que los valores corres- los más altos (p < 0,05).
pondientes a los hombres fueron 4,5-5,5-1,3 (p<
0,05). Nuestra muestra tuvo valores de flexibili- • Conclusión:
dad medios en el percentil 40 para los hombres y Hubo algunas relaciones significativas entre las
63 para las mujeres en edades equivalentes. Las mediciones antropométricas, el somatotipo y la
mujeres fueron más flexibles en todos los movi- flexibilidad corporal. Los adultos más altos ten-
mientos y articulaciones y tuvieron mayor flexibi- dieron a ser más flexibles en algunos movimien-
lidad general: 46 ±11 en las mujeres frente a 34 ± tos. El mayor peso debido a los músculos o la
11 puntos en el flexindex en los hombres. Hubo masa grasa, especialmente en las mujeres, afectó
algún grado de asociación entre la altura y la fle- negativamente a la flexibilidad corporal, en parti-
xibilidad general, con coeficientes de correlación cular a la ROM máxima de la cadera. La hipomo-
de 0,15 para los hombres y 0,21 para las mujeres. vilidad relativa fue típica de los patrones de soma-
Comparando los 20 sujetos más bajos y más altos totipo de la endomorfia y la mesomorfia, mientras
para cada sexo, se observó que los sujetos más que la hipermovilidad fue más prevalente en los
altos eran aproximadamente un 15% más flexibles sujetos ectomórficos, especialmente mujeres. Sin
(p = 0,13 para los hombres y p = 0,02 para las embargo, debido a la considerable superposición
mujeres). El peso corporal y el IMC se relaciona- de datos y a las asociaciones relativamente modes-
ron inversamente con la flexibilidad, en particular tas, no fue posible inferir la flexibilidad de un
en las mujeres (r ≥ -0,50; p< 0,01). Para otros determinado sujeto basado sólo en las mediciones
componentes del somatotipo, existió una relación antropométricas o en el somatotipo.
inversa inexpresiva entre la mesomorfia y la flexi-
bilidad, pero la linealidad relativa, expresada por
la ectomorfia, estuvo directamente relacionada Los sujetos endomórficos y mesomórficos
son típicamente menos flexibles, mientras
con la flexibilidad, ligeramente más en las mujeres
que los ectomorfos tienden a ser más flexi-
(r = 0,59) que en los hombres (r = 0,39). En los bles.
sujetos predominantemente ectomorfos, los per-
centiles medios del flexindex estaban distorsiona-
dos positivamente en comparación con los per- Fuerza de prensión
centiles medios del grupo completo, ocupando el
25% de 12 mujeres ectomórficas percentiles del y capacidad para sentarse
flexindex más altos de 90 para sus edades respec- y levantarse del suelo
tivas. La movilidad articular de las extremidades
inferiores, particularmente de la cadera, tendió a Datos procedentes de material de laboratorio no
ser inferior que el peso corporal, el IMC y los publicado.
valores de endomorfia y mesomorfia.
Como para los movimientos, se observó que • Razonamiento:
las puntuaciones de la aducción y la abducción de Mantener una adecuada calidad de vida depende,
la cadera estaban inversamente relacionadas con al menos en parte, del mantenimiento de unos
el peso, el IMC y los valores de endomorfia. Fue niveles satisfactorios de condición física. Hoy en
especialmente evidente en las mujeres una rela- día existe una creciente preocupación acerca de la
ción inversa entre la movilidad en cinco movi- autonomía y la calidad de vida de los ancianos.
mientos –flexión de la rodilla, extensión y aduc- Con el envejecimiento hay una tendencia hacia la
ción de la cadera, y aducción posterior y disminución de los niveles aeróbicos y de flexibi-
extensión posterior del hombro– y los valores de lidad y un aumento de la sarcopenia (una reduc-
endomorfia y mesomorfia, así como una asocia- ción progresiva de la masa muscular que dismi-
ción directa de éstos a la linealidad relativa, con nuye los niveles de fuerza y potencia máximos).
unos valores del coeficiente de correlación absolu- Cuando se asocia a la hipomovilidad, la sarcope-
tos que iban de 0,43 a 0,66 (p < 0,01). Los hom- nia tiende a restringir la autonomía de los sujetos
bres más bajos tenían una movilidad limitada en de mediana y tercera edad.
Capítulo 7: Investigaciones del flexitest 159
• Muestra:
Se estudió a 52 sujetos (34 hombres y 18 mujeres) • Conclusión:
con edades entre los 19 y los 51 años. Trece eran De manera genérica, la autopercepción de la flexi-
deportistas, 19 estaban físicamente activos y 3 bilidad fue apropiada; sin embargo, sobre una base
eran sedentarios. Para el propósito de este estudio, individual, el margen de error fue excesivo y
se definió a los deportistas como los que partici- puede influir sobre las eventuales mejoras que
paban en deportes de competición o los que podrían obtenerse con un entrenamiento especí-
seguían regularmente un entrenamiento depor- fico. Las discrepancias entre los valores subjetivos
tivo, y los físicamente activos fueron quienes y objetivos de la flexibilidad parecían estar rela-
hacían ejercicio como mínimo tres veces por cionados con el nivel global de flexibilidad e inde-
semana. pendiente de la participación en un patrón de
ejercicio regular. Los individuos más flexibles
tienden a subestimar sus niveles reales de flexibi-
• Métodos: lidad, y los menos flexibles tienden a sobreestimar
Se explicó el procedimiento del flexitest y se mos- su estatus de flexibilidad, lo que implica final-
traron los mapas de evaluación a todos los sujetos. mente una tendencia de regresión hacia la media.
Se valoró a estos en función de su nivel general de
flexibilidad de acuerdo con una escala ordinal de
seis niveles (los percentiles correspondientes La autopercepción de la flexibilidad en adul-
tos tiende a ser razonablemente precisa, a
están entre paréntesis): muy malo (< P10), malo
pesar de que los errores individuales pueden
(P10-25), promedio bajo (P26-50), promedio alto ser sustanciales.
(P51-75), bueno (P76-90) y excelente (> P90). Los per-
Capítulo 7: Investigaciones del flexitest 161
res adultas. Por otro lado, la flexión del tronco, largo plazo. En el primer caso es fundamental
habitualmente valorada con el test sit-and-reach, valorar si el calentamiento afecta a la flexibilidad
tuvo un menor poder discriminatorio para identi- corporal, lo que podría tener unas implicaciones
ficar la presencia de PVM en las mujeres adultas. metodológicas relevantes para la aplicación del
El flexitest, sea mediante 2 de sus movimientos, o flexitest.
sea mediante el conjunto completo de 20 movi- La estandarización de una serie o una rutina de
mientos, contribuye a la exploración física y a la calentamiento es probablemente posible sólo en
valoración clínica de las mujeres adultas con situaciones deportivas altamente controladas,
PVM. como son las sesiones de entrenamiento de un
equipo de competición de alto nivel. Pero los
entusiastas de los deportes típicamente solitarios
Aunque la hipermovilidad general es un suelen carecer de una rutina sistemática de calen-
hallazgo habitual en las mujeres con prolapso
de la válvula mitral, la hipomovilidad en la
tamiento, bien porque no conocen las técnicas,
extensión del codo y la rotación medial del bien porque no lo valoran o no lo priorizan como
hombro excluye prácticamente su presencia. para dedicar tiempo a realizarlo.
• Objetivos:
El objetivo de este estudio fue cuantificar los efec-
tos de un calentamiento activo, no estandarizado
Estudios de intervención y autoplanificado para la flexibilidad general y
Para terminar este capítulo, presentamos tres estu- específica en sujetos aparentemente sanos de dis-
dios en los que se describen concisamente las res- tintas edades y registros deportivos. Las diferen-
puestas de flexibilidad a distintas intervenciones y cias causadas por el calentamiento podrían estar
se exponen las implicaciones potenciales. Estos relacionadas con la edad, el nivel de flexibilidad
estudios requirieron mediciones del flexitest de inicial y el patón de actividad física.
evaluación y reevaluación, y son probablemente
útiles para el lector interesado en aplicar el • Muestra:
método en este contexto. Participaron en este estudio un total de 109
voluntarios (57 hombres y niños y 52 mujeres y
niñas) entre las edades de 6 y 35 años. Los patro-
Efectos del calentamiento nes de actividad física variaron entre los sujetos e
Datos originalmente de [11] y parcialmente reanali- incluyeron a niños que recibían las clases de edu-
zados para este resumen. cación física y de natación en el colegio y a adul-
tos físicamente activos o sedentarios.
• Razonamiento:
Es habitual en deportistas y en sujetos físicamente • Métodos:
activos empezar la sesión de entrenamiento con Un único evaluador experimentado llevó a cabo el
ejercicios de estiramientos. Para algunos deportis- flexitest en el lado derecho de todos los sujetos
tas –gimnastas y bailarines, por ejemplo– estos antes y después de cinco minutos de un calenta-
ejercicios se consideran obligatorios, y hay que miento activo y autoplanificado. El calentamiento
tomarlos en serio y ejecutarlos durante un período se realizó independientemente durante unos 10
bastante largo de tiempo en cada sesión práctica. minutos después de que el sujeto fuera instruido
Es de sentido común que haciendo esto se prepara en “calentar” las articulaciones corporales
el cuerpo para la principal y más importante parte mediante el movimiento. Con el fin de simular las
de la sesión de entrenamiento y se minimiza o se condiciones diarias y permitir la extrapolación de
reduce el riesgo de lesión del sistema locomotor. los resultados a personas normales que hacen ejer-
Es también bastante posible que los ejercicios de cicio, no se controló el tipo, la intensidad, la
estiramiento contribuyan a un significativo secuencia o la magnitud de la ROM articular
aumento de la flexibilidad, sea una respuesta de alcanzada durante los ejercicios de calentamiento.
corta duración, sea un proceso de adaptación a Se aplicaron técnicas estadísticas adecuadas des-
Capítulo 7: Investigaciones del flexitest 163
enfermedad coronaria; sus edades oscilaban entre izquierdo y derecho, respectivamente. Los sujetos
los 38 y los 76 años (57±19 años). Los suje- fueron entrevistados una vez en una sesión, des-
tos que cumplían completamente los criterios si- pués de meses de entrenamiento y se les pidió que
guientes fueron seleccionados entre la población marcaran en la escala su estimación del nivel de
de pacientes de un programa de ejercicio físico dificultad antes y después del entrenamiento. La
supervisado: distancia en milímetros entre las dos marcas se
consideró que representaba el nivel de cambio
• Valoración de la flexibilidad realizada después debido al entrenamiento y podría ser positivo,
de completar el programa y con un entrena- indicando mejora, o negativo, mostrando empeo-
miento de 3 a 18 meses. ramiento. Esta estimación fue determinada para
• Participación regular en el programa de más de cada acción individual y para el conjunto en total.
tres veces por semana, sin intercurrencias clí- El programa de ejercicio supervisado incluía unos
nicas significativas y con una tasa de cumpli- 30 minutos de un trabajo aeróbico diseñado para
miento superior al 75% durante el período alcanzar una frecuencia cardíaca determinada con
entre las dos evaluaciones de la flexibilidad. objetivo individual de acuerdo con los resultados
• Administración del flexitest por el mismo eva- del test de esfuerzo cardiopulmonar inicial, 8 a 10
luador las dos veces. ejercicios de fortalecimiento muscular realizados
en dos series de seis a ocho repeticiones cada uno
• Métodos: y unos 10 minutos de ejercicios de estiramientos
Como parte de una amplia rutina de tests clínicos activos y pasivos habilitados para cada sujeto con
y funcionales, se utilizó el flexitest para evaluar la el objetivo de aumentar la movilidad en quienes
flexibilidad de 20 sujetos. Cada sujeto fue eva- resultaron más limitados en la valoración inicial.
luado y reevaluado por el mismo evaluador, que
era bastante experto en la utilización de la técnica. • Resultados:
Además, para la realización de estos tests, los suje- El programa de ejercicio supervisado provocó un
tos fueron entrevistados y respondieron a un cues- aumento del 10% como promedio de la flexibilidad
tionario específico de 11 puntos para ayudarnos a general e indujo mejoras de los movimientos articu-
valorar eventualmente cualquier beneficio deri- lares de la cadera, el tronco y el hombro. Se obser-
vado del ejercicio físico supervisado. El cuestiona- varon mejoras en los movimientos de extensión y
rio buscó establecer el grado de facilidad que cada aducción de la cadera, flexión lateral del tronco,
sujeto mostró en la ejecución de las siguientes rotación del hombro y extensión de la espalda.
acciones: Hubo también un aumento significativo de la facili-
dad para pedalear en la bicicleta, subir y bajar las
1. Subir y bajar escaleras escaleras y andar sobre una cinta, y también una
2. Entrar y salir de un coche mejora menos espectacular en las acciones de cru-
3. Atarse los zapatos zar las piernas sentado y levantarse de la cama. La
4. Ir en bicicleta mejora del flexindex fue positiva y se relacionó sig-
5. Caminar en una cinta nificativamente con un alto nivel de facilidad en la
6. Cruzar las piernas estando sentado ejecución general de las acciones diarias valoradas
7. Alcanzar la espalda para rascarse o limpiarse (r = 0,45; p < 0,04). Además, se vieron también aso-
cuando se ducha ciaciones significativas entre: a) la extensión de la
8. Alcanzar un objeto en lo alto de una estantería rodilla flexionada y la facilidad de entrar y salir de
9. Caminar un coche, y b) calzarse y atarse los zapatos y levan-
10. Levantarse de la cama tarse de la cama con un aumento de la movilidad de
11. Agacharse la flexión del tronco.
A pesar de estos resultados, una posterior subdivi-
El nivel relativo de facilidad para cada una de sión de la muestra de acuerdo con el peso corporal
las 11 acciones fue determinado en una escala ana- mostró que únicamente quienes habían sufrido una
lógica visual de 10 cm de largo, con un “muy difí- significativa pérdida de peso (es decir, un 5% de su
cil” y un “muy fácil” indicados en sus extremos peso corporal original) tuvieron una mayor ganancia
Capítulo 7: Investigaciones del flexitest 165
de flexibilidad: ninguno de los cuatro sujetos que continúa; una vez interrumpido, estos beneficios
ganaron peso durante el período de estudio tuvieron tienden a perderse. Además, los beneficios son bas-
ninguna mejora en la flexibilidad. De hecho, hubo tante específicos: el entrenamiento de fuerza mus-
una correlación inversa y significativa entre el peso cular no se centra en los aspectos aeróbicos de la
corporal y las variaciones del flexindex (r = -0,66; condición física y de un programa basado sólo en
p< 0,05). Se detectó también que los sujetos quienes ejercicios aeróbicos no debe esperarse una mejora
tenían unos niveles iniciales de flexibilidad menores, considerable de la flexibilidad. Otra cuestión
experimentaron las mayores ganancias con el entre- importante se relaciona con la duración del segui-
namiento supervisado (r = -0,65; p = 0,05). miento. La mayoría de los estudios que utilizan el
ejercicio físico como intervención duran sólo unas
• Conclusión: semanas y rara vez unos pocos meses, lo que limita
Los adultos sometidos a un programa de ejercicio la extrapolación de la información para un indivi-
supervisado mejoraron su flexibilidad especial- duo físicamente activo durante un largo plazo. No
mente en las articulaciones más importantes, lo que se han estudiado los beneficios de la flexibilidad
se reflejó en el aumento del grado de facilidad con acumulados durante los programas de fitness.
que realizaban las acciones cotidianas. Sin embargo,
hubo variaciones importantes interindividuales en • Objetivo:
los resultados que parecían depender del grado ini- El objetivo de este estudio fue determinar el perfil
cial de flexibilidad y la presencia de cualquier cam- específico y general de flexibilidad en sujetos
bio concurrente del peso corporal. Debido a que la adultos que asistían a un programa de fitness
autonomía puede ser afectada adversamente por el supervisado.
proceso de envejecimiento, es posible que unos pro-
gramas de ejercicio físico con aeróbic, fortaleci- • Muestra:
miento muscular y estiramientos ayuden a minimi- Catorce sujetos adultos de 61 ± 10 años de edad
zar o incluso a revertir parcialmente estas con enfermedad cardíaca participaron en un pro-
limitaciones en la ejecución de las tareas diarias, grama de ejercicio supervisado (relación típica de
especialmente en individuos que tratan de perder personal a paciente de 1:3) que incluyó ejercicios
peso y tienen un bajo nivel de flexibilidad inicial. aeróbicos, de fortalecimiento muscular y de flexi-
bilidad en sesiones de 60 a 90 minutos de dura-
Los sujetos con deficientes niveles de flexi- ción de tres a seis veces por semana.
bilidad son quienes muestran mayores
mejoras en la ejecución de las actividades de • Métodos:
la vida diaria después de participar en un Al principio del programa, se sometió a los sujetos
programa de ejercicio supervisado que a una valoración detallada, que incluyó la medi-
incluye ejercicios de estiramientos. ción del consumo máximo de oxígeno, la fuerza
muscular y la flexibilidad y la evaluación de la
Programa de ejercicio capacidad de trabajo utilizando un protocolo de
rampa en un cicloergómetro. La flexibilidad se
supervisado valoró con el flexitest. Basándose en los resulta-
dos, cada sujeto asistió a un programa de ejercicio
Datos procedentes de material de laboratorio no individualizado que se prescribió y se ajustó fre-
publicado. cuentemente para proporcionar los estímulos
apropiados para la mejora de todos los aspectos de
• Razonamiento: la forma física. Después de un período promedio
La práctica regular de ejercicio físico implica toda de 6 meses (intervalo de 3 a 14 meses), las rutinas
una serie de cambios físicos positivos, y comporta del test fueron repetidas por el mismo evaluador.
la mejora de los más importantes aspectos de la Con el objetivo de evitar un sesgo potencial, este
forma física. Sin embargo, está claro que la mayoría evaluador no tuvo acceso a los resultados del
de los beneficios fisiológicos de un programa regu- anterior flexitest en el momento de reevaluar al
lar de fitness se mantienen sólo mientras éste se sujeto.
166 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones
1. El flexitest
2. La técnica de Leighton Un método ideal para la evaluación de la
3. La goniometría flexibilidad requiere:
4. El test de Beighton-Hóran • Alta fiabilidad inter e intraevaluador
5. El test de Nicholas • Mucha seguridad (sin riesgo significativo
6. El test Rosenbloom de lesión o muerte)
7. El test de Cureton • Simplicidad (sin aparatos caros ni una
8. El test sit-and-reach duración prolongada)
• Facilidad para los evaluadores del entrena-
El sit-and-reach es el test lineal más utilizado miento
en el campo de la educación física y el fitness, y • Disponibilidad de normas específicas de
presenta distintas versiones y adaptaciones (Jones edad y sexo
et al. 1998; Holt, Pelham y Burke 1999). Una de • Información específica del movimiento y la
las principales razones por las que este test es tan articulación y comparaciones
ampliamente utilizado es porque las tablas de cri- • Disponibilidad de un criterio específico
terios de ejecución para los distintos grupos de para las comparaciones de perfiles de fle-
edad y ambos sexos están fácilmente disponibles, xibilidad
así como por el hecho de que lo han aprobado • Distinción entre mediciones activas y pasivas
renombradas instituciones científicas (ACSM • Cálculo de una puntuación de flexibilidad
2000). El test de Cureton, muy utilizado en el general con la distribución de Gauss
pasado, se utiliza cada vez menos, a pesar de su
inclusión meritoria de un gran número de movi- Figura 8.1 Requisitos para un método ideal
mientos. El sit-and-reach y el test de Cureton ser- de evaluación de la flexibilidad.
167
Tabla 8.1 Comparación de los protocolos de evaluación de la flexibilidad más importantes
de acuerdo con un sistema de clasificación de 18 criterios
168
12 Unidad de medición Puntos Grados Grados Puntos Puntos Sí o no Pulgadas (cm) Pulgadas (cm)
Científico
13 Fiabilidad Alta Alta Alta Media Media Media Alta Alta
14 Estabilidad Alta Alta Alta Alta Alta Alta Alta Alta
15 Validez Alta Alta Alta Alta Baja Baja Media Media
16 Poder discriminatorio o Muy altos Muy altos Muy altos Medios Bajos Bajos Medios Medios
sensibilidad
17 Aplicabilidad clínica y Muy alta Muy alta Muy alta Baja Baja Baja Baja Media
deportiva
18 Características de dis- Paramétricas Paramétricas Paramétricas No paramétricas No No Paramétricas Paramétricas
tribución de los datos paramétricas paramétricas
existe muy poca información disponible sobre la lar y la coordinación motriz desempeñan un
medición angular en deportistas o en grupos espe- importante papel en el último método. Esto se ve
ciales como los bailarines. Para la comparación, claramente en el movimiento de flexión de la rodi-
utilizaremos la goniometría convencional y la téc- lla realizado cuando el sujeto está de pie. Si el
nica de Leighton. sujeto realiza el movimiento únicamente contra-
La mayoría de los tests adimensionales se uti- yendo los músculos flexores, el lugar anatómico
lizan para situaciones y propósitos específicos. de los músculos limita significativamente la ROM.
Merece la pena mencionar el test de Beighton- Por otro lado, si el movimiento se repite mientras
Hóran (Beighton y Hóran 1969), diseñado para el sujeto utiliza las manos para tirar de la pierna
identificar los casos de hipermovilidad, el test de hacia el muslo, la ROM es considerablemente
Nicholas, que valora a los jugadores de fútbol mayor. De hecho, en la flexión pasiva de la rodilla
antes de la temporada, y el test de Rosenbloom las porciones posteriores de la pierna y el muslo
(Rosenbloom et al. 1981), utilizado para evaluar pueden quedar a menudo superpuestas, lo que
la movilidad articular de la mano para valorar el demuestra que la ROM activa estaba limitada por
riesgo futuro de microangiopatía en adolescen- imposición de los músculos contraídos y no por
tes diabéticos. El flexitest es un test adimensio- una flexibilidad deficiente. Otro ejemplo todavía
nal para propósitos médicos y deportivos más sorprendente de la diferencia entre la flexibi-
(Araújo 1986, 2001). Estos cuatro tests adimen- lidad activa y la pasiva lo ilustra la persona con
sionales fueron seleccionados para nuestra com- paraplejía que no puede flexionar voluntaria-
paración de métodos lineales, angulares y adi- mente la cadera pero que tiene una ROM normal
mensionales. en la flexión pasiva de la cadera.
A menudo se formulan dos cuestiones en rela-
ción con la valoración de la flexibilidad pasiva:
Criterios metodológicos ¿cuánto esfuerzo debe aplicar el evaluador? y ¿có-
Antes de empezar, hemos de reconocer que nues- mo se sabrá cuándo ha alcanzado su límite la
tra comparación de los tests seleccionados se movilidad pasiva? Es necesaria una buena fuerza
limita a las mediciones de la flexibilidad estática, muscular para aplicar métodos pasivos, especial-
porque la valoración de la flexibilidad dinámica mente para realizar movimientos específicos en
está confinada en su mayor parte a situaciones sujetos muy fuertes u obesos. Sin embargo, con
especiales de investigación y a laboratorios sofisti- habilidad técnica y la fuerza habitual de una
cados. mujer joven de estatura media, es posible para un
Los tests difieren en los detalles de su ejecu- evaluador aplicar el flexitest y los otros métodos
ción: algunos recogen las mediciones de la flexi- pasivos sin dificultad. Al principio de casi todos
bilidad activa, otros compilan las de la flexibilidad los movimientos articulares, la ejecución es bas-
pasiva e incluso otros mezclan las mediciones tante fácil, pero se va dificultando a medida que se
activas y pasivas, como el test de Nicholas, y se aproxima a la ROM máxima. Las posiciones extre-
clasifican como tests mixtos. Algunas de las técni- mas de la mayoría de los movimientos, cuando se
cas de medición de la amplitud de movimiento emplea una fuerza adicional, causan molestias
(ROM), como la goniometría, pueden aplicarse repentinas al sujeto evaluado. La definición de fle-
tanto de manera activa como pasiva, a pesar de xibilidad que hemos presentado en el capítulo 1 es
que la forma pasiva se utiliza menos a menudo la única que establece explícitamente que la flexi-
porque requiere típicamente dos evaluadores. Este bilidad debe medirse en los límites fisiológicos, lo
aspecto es bastante importante para distinguir que significa que no se debe causar lesión alguna.
entre los tests de flexibilidad. Incluso cuando otras definiciones no abordan
Cuando se valora una variable biológica espe- específicamente esta cuestión, parece claro que la
cífica como la flexibilidad, es mejor que el resul- medición de la flexibilidad debe realizarse sin
tado no esté contaminado o influido por otras riesgo de daño. De acuerdo con esto, la adminis-
variables. Para medir específicamente la flexibili- tración del flexitest debe ser realizada cuidadosa-
dad variable, es preferible la medición pasiva mente y buscar la obtención de la máxima ampli-
como opuesta a la activa, porque la fuerza muscu- tud fisiológica de un determinado movimiento
170 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones
número de variables que intervienen (Shephard, ción de oxígeno durante el ejercicio. El equipa-
Berridge y Montelpare 1990). En los tests que miento utilizado para los tests de flexibilidad es
incluyen un indeterminado número de movimien- menos sofisticado, con la excepción de la electró-
tos, todos los movimientos han de medirse en la nica utilizada en la electrogoniometría o en las
misma escala y los resultados iguales deben tener mediciones de flexibilidad dinámica. Los tests de
el mismo significado. Este problema es, desafortu- flexibilidad pueden clasificarse de acuerdo con el
nadamente, una de las mayores limitaciones de la nivel de sofisticación que requiere el equipa-
goniometría (y de la técnica de Leighton), porque miento, partiendo de la técnica de Leighton y su
un arco de movimiento de 90º para la flexión- flexómetro como el más sofisticado, seguido por
extensión de la cadera refleja una movilidad limi- distintos tipos de goniómetros de plástico o metal
tada, pero en el tobillo refleja hipermovilidad. Por y el banco estándar del sit-and-reach, y por último,
tanto, puede realizarse la medición goniométrica las tablas comparativas utilizadas para evaluar la
de cada ángulo de movimiento, pero los resulta- flexibilidad con los tests de Beighton-Hóran,
dos no pueden agruparse para llegar a la puntua- Nicholas y el flexitest.
ción global. La medición del flexitest de 20 movi- Otro aspecto esencial para la elección de un
mientos sobre una única escala confiere a cada test es el grado de dificultad implicado en el
puntuación el mismo significado técnico y esta- aprendizaje y en llegar a ser habilidoso en su apli-
dístico y permite que todas las puntuaciones se cación e interpretación. La mayoría de los tests de
sumen para llegar a una puntuación global de la evaluación de la flexibilidad no se aprenden en
flexibilidad, denominada flexindex. En el sistema cursos universitarios o de licenciados. Los cursos
de puntuación del flexitest, las articulaciones más extras o los talleres pueden ser útiles, pero, más a
grandes como la del hombro y la de la cadera, menudo, el evaluador novel los emprende por sí
influyen en mayor medida en el resultado final al mismo mediante la asociación con un practicante
ser evaluadas en cinco (25%) y cuatro (20%) de que ya conozca la técnica, o mediante el estudio
los movimientos, respectivamente. Esto no ocurre de textos técnicos y científicos como el que usted
en el test de Beighton-Hóran, que también puede está leyendo ahora mismo. Aunque algunos tests
ofrecer una puntuación global que va de 0 a 9 son bastante simples (por ejemplo, el de
puntos, pero no mide la movilidad del hombro o Rosenbloom o el sit-and-reach), otros requieren
de la cadera. un entrenamiento específico (como la goniome-
tría), y algunos requieren un tiempo incluso
mayor de aprendizaje a causa del equipamiento
Criterios operativos que se debe utilizar o de la técnica en sí misma
Hemos expuesto los ocho primeros criterios (técnica de Leighton). A este respecto, el flexitest
metodológicos del sistema de clasificación de los es moderadamente difícil de aprender porque se
tests de flexibilidad, de modo que ahora avanza- requiere estudiar el método, así como estudiar las
mos hacia los temas operacionales. Es interesante, tablas de evaluación para centrarse en las posicio-
a pesar de que el reconocimiento de la flexibilidad nes relativas del evaluador y del sujeto y el ángulo
ha ido aumentando como un importante aspecto de visualización adecuado para hacer una valora-
de la valoración de la forma física y de la prescrip- ción. Sin embargo, mediante la lectura del capí-
ción del ejercicio, que se haya hecho tan poco para tulo 4 de este libro y la práctica con los métodos
promoverla. En la mayoría de las situaciones pro- de autoentrenamiento presentados en el capítulo
fesionales, el tiempo, el personal y los materiales 5, el profesional será capaz de empezar a evaluar
necesarios para valorar la forma física y sus prin- a sujetos casi inmediatamente. Con el soporte de
cipales variables son escasos, y la carencia es toda- los datos de referencia del capítulo 5 y los recur-
vía más marcada en relación con la flexibilidad. sos estadísticos presentados en el capítulo 6, el
Una de las limitaciones más claras para imple- lector podrá utilizar el flexitest efectiva y eficien-
mentar un método de evaluación en una situación temente.
profesional es el requerimiento de equipamiento Una de las mayores limitaciones operacionales
caro y sofisticado, como el necesario para medir para la evaluación de la flexibilidad es la cantidad
directamente la ventilación pulmonar y la aspira- de tiempo que se necesita. Los tests de flexibilidad
172 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones
deben durar lo menos posible para optimizar el en situaciones controladas tienden a ser idénticos,
uso del tiempo del evaluador. Algunos tests nece- es decir, con mínima o nula variabilidad. La fiabi-
sitan menos de un minuto para realizarse en una lidad permite que los resultados sean comparados
situación previamente preparada, como el sit-and- antes y después de una intervención (por ejemplo,
reach. Otros tests, entre ellos el flexitest, requieren un programa de entrenamiento) o entre sujetos,
entre 2 y 5 minutos para su realización, y unos de modo que se pueda entender el significado de
pocos tests, como la técnica de Leighton y la cualquier diferencia detectada. En general, los
goniometría, pueden durar más de 10 minutos, tests de flexibilidad son altamente fiables, con la
dependiendo de cuántos movimientos sean medi- excepción de los tests adimensionales como el de
dos. El flexitest tiene un perfil de uso del tiempo Beighton-Hóran y el de Rosenbloom, que ofrecen
favorable, ya que mide 20 movimientos en menos un intervalo pequeño de puntuaciones. El flexitest
de 5 minutos. no es una excepción, ya que presenta resultados
Además, los tests deben ser realizados en unas altamente fiables para puntuaciones inter e
condiciones ambientales adecuadas, tal como una intraobservador –similares a y mejores que los de
habitación apropiada con buena iluminación. Los otros métodos. La fiabilidad mejora cuando la
ocho tests seleccionados para la comparación aplicación y los métodos de interpretación se
pueden ser fácilmente o bastante fácilmente eje- siguen cuidadosamente y el evaluador es lo sufi-
cutados, siendo el más difícil de realizar la técnica cientemente habilidoso para identificar las dife-
de Leighton y el test sit-and-reach, y los más fáci- rencias menores. Por ejemplo, cualquiera de no-
les, los tests adimensionales simples como el de sotros podría ver quién es el más alto de dos
Beighton-Hóran y el de Rosenbloom. La dificultad sujetos estando de pie uno junto al otro, aunque
de administrar el flexitest es intermedia, y el test la diferencia de estatura sea sólo 1,5 cm, o menos
es aplicable en casi cualquier situación, desde el del 1%. Hemos dirigido estudios pilotos que han
despacho de un médico a una sala de evaluación, mostrado que una diferencia angular superior al
una pista, una sala de fitness o incluso en la zona 3% entre dos segmentos lineales es identificada
de servicios. correctamente en más del 95% de las ocasiones, y
Una manera alternativa de distinguir y clasifi- un margen de error inferior al 5% es menos que el
car los tests de flexibilidad que se basan en el cri- margen de error aceptado habitualmente en las
terio operacional es categorizarlos mediante la mediciones goniométricas. Esta capacidad visual
unidad de medición utilizada, sea linear, angular o para discernir las diferencias explica la alta fiabili-
adimensional. Los tests lineales son siempre cuan- dad de las puntuaciones de movilidad articular
tificados con unidades lineales como los centíme- pasiva valoradas mediante la comparación visual
tros o las pulgadas. Los resultados de los tests con las tablas del flexitest.
angulares se expresan en grados. A pesar de que Los principales métodos de valoración de la
no hay unidades formales para expresar los resul- flexibilidad son altamente estables y presentan
tados de los tests adimensionales, éstos se pueden resultados coherentes siempre que se realicen en
cuantificar en puntos/puntuaciones (escalas de situaciones controladas. Los dos factores principa-
relación e interválicas), índices progresivos (esca- les que afectan a la estabilidad de la evaluación de
las ordinales), o respuestas de sí/no (escalas nomi- la flexibilidad son la percepción o la tolerancia del
nales). dolor, y la realización de ejercicio físico inmedia-
tamente antes de la medición. La sensibilidad y la
tolerancia del dolor varían de un sujeto a otro, y
Criterios científicos de un momento a otro en el mismo sujeto, de
El último grupo de criterios que hay que tratar en modo que en presencia de una lesión reciente, la
este capítulo se relaciona con los aspectos científi- movilidad articular puede mostrar poca estabili-
cos de los tests y se centra en su fiabilidad, estabi- dad de acuerdo con la sensibilidad del sujeto y la
lidad, validez, sensibilidad, aplicabilidad y la tolerancia del dolor. Algunas investigaciones han
naturaleza de su distribución de los resultados. destacado que incluso un solo estiramiento puede
Revisando los significados de estos términos, afectar a la tolerancia del sujeto al estiramiento
un test fiable es aquel cuyos resultados alcanzados siguiente (Magnusson 1998). El ejercicio físico
Capítulo 8: Análisis comparativo de los métodos de evaluación 173
para la selección de deportistas de distintos depor- acuerdo con una curva normal y entonces tanto
tes. Los tests de Nicholas y de Cureton se centran pueden tener parámetros matemáticamente cono-
en grupos muy específicos, limitando así su aplica- cidos, como fracasar para encontrar estándares de
bilidad. A pesar de que el sit-and-reach ha tenido distribución, siendo denominados no paramétri-
un papel histórico en la estimulación de la activi- cos. Los tests lineales y angulares presentan resul-
dad física y en la mejora de la forma física de los tados muy cercanos a la curva gaussiana y se los
estudiantes norteamericanos, su aplicabilidad es considera habitualmente paramétricos. Por otro
probablemente bastante restringida, e incluso fra- lado, los tests adimensionales, debido a las carac-
casaron los intentos para relacionar una mala eje- terísticas de sus escalas de medición, son conside-
cución en este test con el dolor de espalda (Jackson rados generalmente como no paramétricos. El fle-
et al. 1998). La goniometría tiende a una aplica- xitest, la excepción de esta regla, es el único test
ción más general, y es probablemente el test ele- adimensional con una distribución de resultados
gido cuando uno necesita unas mediciones de fle- intencionadamente paramétrica para cada movi-
xibilidad muy precisas para un determinado miento y para el conjunto de movimientos. Por
movimiento, de modo que se puedan tomar deci- tanto, el análisis estadístico de sus resultados
siones clínicas (por ejemplo, para la valoración de puede hacer uso de recursos y procedimientos
la flexión de la rodilla después de la reconstrucción estadísticos más apropiados.
del ligamento cruzado anterior). El flexitest tiene
un amplio sistema de puntuación que cubre todos
los grados de movilidad desde la hipo hasta la Conclusión
hipermovilidad, movimiento a movimiento, en las
siete articulaciones corporales más importantes. Cuando un deportista o una persona se lesiona, se
Los movimientos y articulaciones principales produce a menudo una reducción extrema de la
implicados en casi todos los movimientos corpora- movilidad de una o más articulaciones. De modo
les más importantes están incluidos en el flexitest. similar, en un plazo de tiempo mucho más lento a
Además, el método ofrece la característica única de lo largo de los años, la movilidad también dismi-
una puntuación global consolidada sin efectos de nuye debido al proceso de envejecimiento. En
suelo y techo, hecho que mejora por tanto consi- ambos casos, el sujeto advierte la reducción de su
derablemente la aplicabilidad del método. Una movilidad, aunque no es capaz de cuantificarla
característica única del flexitest es la posibilidad de con exactitud; lo único que sabe es que su ROM
analizar el patrón de variabilidad de la flexibilidad máxima o su flexibilidad están disminuyendo. Un
entre los movimientos y las articulaciones y entre profesional de la salud puede confirmar este dato
los segmentos corporales. El hecho de que el flexi- mediante la aplicación de un examen físico breve,
test ofrezca una base de datos amplia y unas curvas utilizando principalmente su visión y especializa-
de percentil para la edad y el sexo de casi 3.000 ción clínica para juzgar si los grados de movilidad
personas de ambos sexos, deportistas y no depor- son normales o no. Aunque esta estrategia es
tistas y, con edades comprendidas entre los 5 y los práctica, la falta de un protocolo de evaluación
88 años, fomenta todavía más a su utilización para formal con mediciones y criterios de evaluación
propósitos médicos y deportivos, porque tiene establecidos implica unos resultados de fiabilidad
probablemente la mayor aplicabilidad de todos los y validez bajos, y la alteración del diagnóstico del
tests de flexibilidad. establecimiento de una intervención apropiada, y
Las características de distribución de los resul- del seguimiento a largo plazo de los resultados. Es
tados para un análisis estadístico son también en este sentido más amplio de la forma física rela-
importantes en la valoración de los métodos de cionada con la salud en el que encaja la necesidad
evaluación. Los datos pueden estar distribuidos de de medir y evaluar la flexibilidad.
Capítulo 9
Estudios con
el flexitest
175
176 Flexitest. Parte III: Investigaciones y aplicaciones
Medicina del Deporte y del Ejercicio justo antes Cuando se observa el estilo de juego de la juga-
de participar en los Juegos Olímpicos de Atlanta, dora, se puede ver que la condición aeróbica y la
Georgia, en los que su equipo ganó una medalla. potencia muscular están ciertamente por encima
Se encontraba en una excelente forma física de la media, sus habilidades técnicas son exce-
cuando se realizó la evaluación y no tenía ningún lentes en todas las bases del voleibol y tiene un
impedimento médico en el sistema locomotor. Los rendimiento extremadamente regular. No destaca
datos del flexitest se presentan en la tabla 9.2. en términos de defensas excepcionales, en las
Puntuó sólo 44 puntos en el flexindex, lo que que se requieren unos niveles más elevados de
corresponde a un percentil de 17, que refleja una flexibilidad. Una mayor movilidad del tobillo,
movilidad general bastante baja. Los índices de tronco y hombro favorece su habilidad técnica,
variabilidad indican un perfil de flexibilidad especialmente en el ataque y el bloqueo. La dor-
homogéneo, con una variabilidad interarticular e siflexibilidad del tobillo, aproximadamente la
intermovimiento baja. El análisis por articulación media y por debajo de la media para su edad y
muestra una ROM más elevada en el tobillo, el sexo, es un hallazgo común en los jugadores de
tronco y el hombro. Únicamente cuatro movi- voleibol playa y puede relacionarse con una
mientos recibieron puntuaciones de 3. transferencia mecánica ventajosa para el salto
Estos resultados son un tanto sorprendentes cuando hay menos elasticidad en esta área. Se
para una medallista olímpica e indican que se podría beneficiar si mejorara la flexibilidad, espe-
puede alcanzar un rendimiento excelente en el cialmente la de los movimientos de cadera y la
voleibol playa con un nivel de flexibilidad menor aducción posterior del hombro, que son útiles
que el promedio para la población de referencia. para el voleibol.
fortalecimiento muscular específico para minimi- mente el tobillo y el codo. Las puntuaciones para
zar la posibilidad de caídas o torsiones. todos los movimientos van de 2 a 4, sin signos de
hipomovilidad localizada.
Estudio 5 Estos resultados muestran una condición de
hipermovilidad general, que está frecuentemente
El estudio 5 es una mujer de 52 años de edad que asociada con el prolapso de la válvula mitral. En
pesa 67 kg y mide 169 cm de altura que padece estos casos, hay una tendencia a los movimientos
prolapso de la válvula mitral y aqueja de palpita- primariamente limitados por los ligamentos para ser
ciones relacionadas con el ejercicio. Vino a nos- más flexibles. Sin embargo, esto no se ve en los suje-
otros buscando consejo sobre actividad física y tos mayores de 40 ó 50 años de edad. Su excepcional
afirmando que había sido muy activa hasta hacía movilidad en la flexión del tronco se debe probable-
dos años, cuando disminuyó la intensidad de su mente al entrenamiento de la flexibilidad en los años
ejercicio físico regular. Nos dice que padece previos y a una resistencia muy pequeña del tejido
dolor en las rodillas cuando sube escaleras. Los conectivo al estiramiento, bastante frecuente en per-
datos del flexitest se presentan en la tabla 9.5. sonas con prolapso de la válvula mitral. La puntua-
Tiene una puntuación de flexindex de 54 pun- ción de 4 en el movimiento XIV es bastante inusual
tos y muestra una hipermovilidad considerable en esta edad, y quizás esta movilidad debería ser
para su grupo de edad, con puntuaciones por reducida con ejercicios de fortalecimiento muscular
encima del P99. Los patrones de variabilidad de la específicos. Se sugiere que los niveles actuales de fle-
movilidad son normales. Algunas articulaciones xibilidad se mantengan, sin participar en ninguna
tienen una hipermovilidad más marcada, especial- clase de estiramientos.
185
186 Flexitest
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Bibliografía 199
Acerca del autor
Claudio Gil Soares de Araújo, MD, PhD, FACSM, es profe-
sor de la Universidad Gama Filho y director médico de
CLINIMEX en Río de Janeiro, Brasil. Es médico de la medi-
cina del deporte y del ejercicio que está dedicado a una
productiva investigación. Ha aplicado el flexitest a más de
4.000 personas a lo largo de su carrera profesional desde el
año 1979.
El Dr. Araújo ha trabajado en la supervisión de progra-
mas de ejercicio y en la evaluación cardiopulmonar del
ejercicio desde la década de 1980. Ha coordinado también
la evaluación médica de los deportistas brasileños durante
los Juegos Olímpicos de 1988 y 1996.
Obtuvo su MD, MSc y PhD en la Universidad Federal
Río de Janeiro. Como parte de su formación médica, parti-
cipó en la investigación en las áreas cardiorrespiratoria y
del ejercicio en 1979 en la Universidad McMaster de
Canadá. El Dr. Araújo es miembro del American College of
Sports Medicine (ACSM), miembro del comité, y ponente
habitual de los encuentros anuales del ACSM.
201
ÍNDICE DE TABLAS
Y FIGURAS
Tablas
1.1 Factores limítrofes de la flexibilidad, 6
6.1 La expresión de la evaluación en relación con los percentiles del flexindex, 115
6.2 Percentiles del flexindex en hombres, 119
6.3 Percentiles del flexindex en mujeres, 120
6.4 Ejemplo de disparidad de la puntuación articular con idéntico flexindex, 135
6.5 Valores de referencia basados en los intervalos del percentil para los índices de variabilidad del
flexitest, 137
6.6 Datos del flexitest para una mujer moderadamente activa de 36 años de edad, 139
7.1 Flexitest: lista de material científico, 144
203
204 Flexitest
Figuras
1.1 Ángulo cubital, 11
2.1 Hipermovilidad, 21
2.2 Hipomovilidad, 27
5.1 Movimiento I, 81
5.2 Movimiento II, 82
5.3 Movimiento III, 83
5.4 Movimiento IV, 84
5.5 Movimiento V, 85
5.6 Movimiento VI, 86
5.7 Movimiento VII, 87
5.8 Movimiento VIII, 88
5.9 Movimiento IX, 89
5.10 Movimiento X, 90
5.11 Movimiento XI, 91
Índice de tablas y figuras 205
207
208 Flexitest
Barnett, CH 8 C
Barrett, CJ 18 cadera
Baughman, FA 11, 25 abducción 61f
Baum, J 21, 25, 44 aducción 60f
Beals, RK 11, 34 extensión 59f
Beighton, P 9, 11, 13, 20, 21, 25, 34, 44 flexión 58f
Beighton, puntuación 44 graduación práctica 85ff-88ff
Beighton-Hóran, criterio 21 guía de puntuación para practicar 111t-112tt
Bell, G 4, 41 rotación, asimetría 27
Bell, RD 13 Calguneri, M 16, 25
Benedetti, A 28 caminar, ROM, 18
Bennell, KL 20 Campbell, RR 20, 26, 28
Berridge, M 9, 171, 173 Cantrell, EF 11
Bird, HA 11, 16, 18, 20, 21, 24, 25, 44 Carter, C 33, 34, 44
Biro, F 21, 25, 31 Carter, JEL 13, 20, 21, 23
Blanke, D 15 Carvalho, ACG 51
Bohannon, RW 32, 34, 41, 42, 47 Chalton, D 20
Bohnen, M 13 Chandler, Tj 18
Boja, B 21 Chang, DE 14
Bonci, CM 35 Chaudet, NL 14
Boone, DC 9, 12, 41 Chaves, CPG 25, 51
Borms, J 31 Chinn, CJ 12, 16
Borms, J 35, 41, 46 Chiow, PK 21
Bosco, JS 4 Chung, PK 173
Bouchard, C 6, 13, 17, 31 Church, JB 19
Bower, KD 34, 41 ciclos biológicos 16
Brach, JS 18 Clarke, HH 35, 41, 44
Brawley, LR 17 Clarkson, HM 41, 46
Bressel, E 26 Clayson, SJ 34, 46
Bridges, AJ 20 Clinics in Rheumatic Diseases 34
Briggler, M 14 CLINIMEX (Clínica de Medicina do Exercício) viii
Brinkman, JR 29 Cobbold, AF 8
Brodie, DA 18, 20 codo
Broer, MR 13 aducción/abducción 8
Brown, DA 9, 41, 42 extensión 68f
Buck, CA 41, 42, 47 flexión 67f
Bulbena, A 24, 26 guía de puntuación para la práctica 111t-112tt
Burke, DG 14, 43, 167 práctica de graduación 94ff-95ff
Burley, LR 13 coeficiente de correlación de Kendall 122
Burton, KE 34 coeficiente de correlación intraclase 114
Buschbacher, LP 14 Coelho, CW 51
Bywaters, EGL 21, 23 Cohen, JL 24
colágeno 7
Índice alfabético 209
Gersten, JW 6, 17 Hauer, K 6
Gewanter, HL 21, 25, 44 Haznedaroglu, S 23
Gilbert, CB 20 Hazuda, HP 18
Gilliland, AR 8, 32, 34, 41, 46 Heath, BH 13
Gillis, K 42 Hellebrandt, FA 33
Gillquist, J 14 hemofilia 29
gimnastas y dolor de espalda 27, 30 Henderson, JM 30
Glanville, AD 12, 32, 41 Hensal, FJ 35
Gleim, GW 19, 29, 35 Herbert, RD 30
Glowacki, C 19 herencia y flexibilidad 16
Göeken, LNH 15 Hershler, C 32, 47
Gogia, PP 34 hidrómetro 46
Goist, HL 17, 21 hiperextensibilidad de tejido capsular 23
Goldberg, B 11, 45 hiperextensión 41
Goldman, Ja 23 hiperflexibilidad del pulgar 26
goniometría 41, 167 hiperlaxitud 9
goniómetro pendular 47f hipermovilidad
goniómetro transportador 47f características históricas/fisiológicas 22
goniómetros 46, 47f criterio 44
Grahame, R 3, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 44 dedo 21f
Grana, WA 11 en lesiones 23-24
Gratacos, M 22 en niños con síndrome de Down 25
Greally, JF 26, 29 entidades clínicas 26-29
Grgic, A 28, 29 familiar 20-21
Gross, MT 20 fibromialgia 23
Grünewald (artista) 20 plasmada en el arte 20
Gurewitsch, AD 9, 32, 33, 43 prevalencia 22
Gustafson, WF 4 prolapso de la válvula mitral 24
signos predominantes en niños 23
H síndrome de hipermovilidad
Haas, SS 8 Hipócrates 3
Haddad, PCS 51 hipomovilidad y síntomas psiquiátricos 26-29, 27f
Hahn, T 18 Hirschland, RP 32, 33, 42
Halbertsma, JPK 15 Hirst, P 25
Hall, MG 26 Hoffer, MM 8
Hamilton, GF 15 Holt, LE 14, 167
Handler, CE 20,24 Holland, GJ 6, 17, 18, 34, 35
Harreby, M 26 hombro
Harris, ML 4, 17, 31, 34, 35, 38, 170 aducción posterior 69f
Hartig, DE 30 abducción posterior o extensión 70f
Hasan, Z 18 extensión posterior 71f
Haskard, D 31, 35 gradiente de práctica 96ff-100ff
Hasson, A 24 guía de puntuación para la práctica 111t-112tt
Índice alfabético 213
R S
Rajapaske, CN 24 Sabari, JS 34, 42
recién nacidos, tono muscular 10 Sady, SP 15
Reid, DC 20 Sagar, KB 20, 21
Reid, J 20 Sahmann, SA 26, 27
Reid, JG 25 Sale, DG 19
Reilly, T 4, 8, 31, 35 Salminen, JJ 20, 21
Rejeski, WJ 17 Salter, N 32-33, 41
resistencia de movimiento 6-8 Saltzman, CL 19
Reynolds, PMG 34 Sanchez-Guijo, P 23
rezende, AR 12 Sapega, AA 7, 15
Ricardo, DR 13 Scharf, Y 21, 23
Richardson, C 29 Schenker, AW 33, 47
Richmond, DH 25 Schenkman, M 6
rigidez 4 Schmidt, GJ 43
Rikken-Bultmann, DG 13, 21, 44 Schnapf, BM 28
Rikli, RE 17, 34 Science of Flexibility 16
Roaas, A 12 Semine, AA 25
Roberts, A 30 sensibilidad técnica 40
Roberts, SM 25 Seow, CC 21
Índice alfabético 217
Shaw, V 13 Suni, JH 31
Shephard, RJ 9, 171, 173 Sutro, CJ 22, 28, 33
Shinabaerger, NI 28 Sweetnam, R 20, 21, 23
Shrier, I 29
Shumaker, SA 17 T
Sidaway, B 19 Taunton, JE 14
Siegler, S 34, 47 técnica de Kraus-Weber 11
signo de Rosenbloom 153 técnica de Leighton 42, 167, 171
Silman, AJ 31, 35 técnica de Nicholas de valoración de la flexibilidad
Silva, LPS 51 11
Silverman, S 9 técnica del flexómetro, Leighton 33
Simmons, RW 28 técnicas de análisis 114
síndrome de Down 25 tensión elástica 7
síndrome de Ehlers-Danlos 3, 8, 23 terminología estadística 113-114
síndrome de Marfan 24 Tesis Máster de Moore 33
síntomas musculoesqueléticos 22-23 test de Beighton-Hóran 153-154, 169, 170, 172,
síntomas psiquiátricos e hipomovilidad 25, 26-29, 173
27f test de Cureton 167
sistema de clasificación de dieciocho criterios 37t test de Kolmogorov-Smirnov 114
sistema locomotor 3 test de la t de Student 122
Skinner, JS 31 test de Mann-Whitney 122
Smahel, Z 9, 11, 12 test de Nicholas 169, 171
Smerdely, PA 18 test de Rosenbloom 169
Smith, E 20, 30, 35 test de Wilcoxon 122
Smith, JA 16 test sit-and-reach 43, 167
Soares, PPS 51 tests absolutos 35
Solomon, L 9, 11, 21, 34, 44 tests angulares 167
somatotipología 12-13 tests relativos 35
Soskolne, CL 9, 11, 13, 21, 34, 44 Thomas, JS 18
Stachenfeld, NS 19 Tincello, DG 25
Stanish, WD 15 Tiorg, JS 35
Starkman, H 28 TMJ 10
Stasch, WH 7 tobillo
Steel, FLD 33 dorsiflexión 11, 54f
Stillman, BC 173 dorsiflexión del tobillo 41
Stoddard, TA 30 flexión plantar 55f
Stoedefalke, KG 4, 12 guía de puntuación para la práctica 111t-112tt
Storms, H 33, 41 lesión de tobillo 23
Stowe, J 11, 150 páginas de práctica de graduación 81ff-82ff
Stratford, P 34 toe touch 43
Stuckey, LA 15 tolerancia al estiramiento 15
Sturkie, PD 21 Tomenson, J 14
Sugahara, M 9 Tomlinson, JDW 33
218 Flexitest
torque 35 Wainerdi, HR 47
Travers, PR 18 Walker, BA 25
Traversi 20 Walker, JM 42
Tribe, CR 24, 44 Watson, AWS 14
tronco Waugh, KG 8, 34
extensión 63f Weber, S 33, 43
flexión 7, 62f Weiss, M 47
flexión lateral 64f Wellink, L 13, 44
gradiente de práctica 89ff-91ff Wells, KF 32, 33, 34, 38, 43, 48
guía de puntuaciones para la práctica 111t 112tt West, CC 32
valoración de la movilidad 43-44 Westling, L 20
Tsanaktsi, M 21 Wheatley, DW 15, 150
Tschernogobow, A 3 White, DJ 41
Tucci, SM 35 White, J 41
Tuinman, M 21 Wiechec, FJ 32, 46
Tully, EA 173 Wiesler, ER 30
Tyler, TF 30, 35 Wilkinson, J 33, 44
Tyrance, H 13 Williams, P 7
Wilmer, HA 47
V Wilson, GD 7
validez 40 Wilson, PD 25
validez de instrumentos de medición 173 Wolf, SL 11
valoración cardiovascular 24 Wood, OHL 21
valoración del espasmo muscular 32 Wood, PHN 35
valores de referencia 137t Woods, JB 13, 41
Van Bolhuis, AI 15 Woolsey, NB 43, 44, 46, 173
Van De Stadt, RJ 26, 28 Wordsworth, P 21
Van Der Korst, JK 26, 28 Wortman, M 15
Van Dongen, PW 13, 21, 44 Wright, V 7, 9, 10, 16, 18, 20, 25, 33-34, 35, 41,
Van Heuvelen, MJG 17 44, 48
Van Roy P 31, 35, 41, 46 Wynne-Davies, R 9, 21, 24
Vanfraechem, JHP 16, 51
VanSwearingen, JM 18 Y
Vega, E 21 Yuen, PY 43, 173
Veliskasis, KP 24
Verhoeven, JJ 21
Veteranos de la I Guerra Mundial 41
Viikari, JS 26, 28
Von Kodolitsch, Y 25
Vougiouka, O 21
W
Wagner, ML 33-34, 47