La Guerra Del Pacifico

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La Guerra del Pacífico

Fue un conflicto bélico,


desarrollado entre 1879 y 1884,
que involucró a tres países
latinoamericanos: Chile, Perú y
Bolivia. Se trató de un conflicto
limítrofe, pero no por la
demarcación territorial en sí
misma, sino porque involucraba
zonas ricas en guano y salitre,
por eso la mayoría de los autores es coincidente en denominarla “Guerra del
Salitre”.

No debe confundirse esta guerra del Pacífico, con la que ocurrió en los albores
de la segunda Guerra Mundial (1937-1945) en la que participaron, Japón por
un lado y por el otro, Estados Unidos, Gran Bretaña y China, entre otros
países.

CAUSAS

Bolivia había ocupado la región


más importante del desierto de
Atacama, situado al sur de su
territorio y al norte de Chile, en la
región de Antofagasta. Esta zona
es muy rica en cobre, hierro y por
sus salares, producto de las aguas
de lluvia que disuelven la sal del
suelo. Al evaporarse el agua,
queda la sal allí acumulada.

Además, Bolivia desde el nacimiento a la vida independiente en el año 1825,


tenía salida al mar por la ya mencionada Antofagasta.
Sin embargo, esa región rica en minerales, era explotada por los chilenos. Allí
establecieron la Compañía de Salitre de Antofagasta, que desde el 1 de mayo
de 1872, inició transacciones comerciales de exportación de salitre con destino
a Europa.

En 1866, Chile y Bolivia habían suscripto un tratado para que los dos países
tuvieran libre acceso a la explotación de la zona cuestionada. En el año 1874,
se decidió rever la cuestión, estableciéndose un nuevo acuerdo por el cual
Bolivia no aumentaría los impuestos a los chilenos a cambio de que ella se
convertiría en la única explotadora de recursos en la zona comprendida entre
los paralelos 23ª y 25ª.

Bolivia respetó cuatro años el arreglo, pero luego, con la asunción del
presidente de facto, Hilarión Daza, en 1879, aumentó el impuesto a las
exportaciones de salitre (cada quintal de salitre pagaría 10 centavos más, como
impuesto de exportación) y programó el remate de las salitreras y ferrocarriles,
para cobrarse la deuda. La subasta fue impedida por el gobierno chileno, que
envió fuerzas militares a Antofagasta.

En tanto, Perú también contaba con una región rica en salitre ubicada en
Tarapacá, donde el gobierno peruano, en 1875, había realizado la expropiación
de las salitreras, de capitales chilenos, a cambio de un pago con certificados.
Seguramente la decisión se había tomado bajo la influencia de un inglés,
Robert Harvey, a quien luego se le asoció un compatriota, John Thomas North.
Ambos influenciaban en los dos países, Chile y Perú para crear rivalidades, a
fin de extraer provecho personal. Estos británicos fueron los principales
compradores de los certificados, gracias a préstamos que les otorgaron los
Bancos de Chile.

EL ENFRENTAMIENTO NAVAL

La región de Antofagasta fue invadida por fuerzas chilenas, por orden del
presidente Pinto, el 14 de febrero de 1879, respondiendo Bolivia, con una
declaración de guerra, a la que se sumó Perú apoyando a Bolivia, país al que
estaba unido por un acuerdo de defensa común, tras intentar vanamente un
arbitraje. El 5 de abril, Chile le declaró la guerra a Perú.
El primer choque de
fuerzas se produjo el
23 de marzo, en la
batalla de Calama o
de Topáter, donde
murieron siete
chilenos y veinte
bolivianos.

Los barcos de la marina peruana eran famosos por su contundencia, entre los
que se destacaban las fragatas Huáscar y la Independencia, pero los chilenos,
no lo eran menos. Ellos se jactaban también de su fuerza naval, representada
particularmente por los acorazados Blanco Encalada y el Almirante Cochrane,
con los cuales bloqueó Iquique, ciudad puerto que había pertenecido al
virreinato del Perú, lugar también muy rico en salitre. La finalidad era impedir a
los peruanos el abastecimiento de sus embarcaciones. Las acciones estuvieron
a cargo de Juan Williams Rebolledo, el 21 del mes de mayo de 1879.

Pereció en esta batalla, el capitán chileno Arturo Prat Chacón, que comandaba
la corbeta Esmeralda, hundida por el accionar del capitán de navío, Miguel
Grau Seminario, a bordo del Huáscar, que tuvo una participación destacada en
todo el conflicto.

Al mismo tiempo, se producía otro enfrentamiento entre dos colosos: la fragata


peruana Independencia, al mando de Juan Guillermo More y la corbeta chilena
Covadonga, a cargo de Carlos Condell, pusieron en juego sus capacidades,
imponiéndose el Perú, a pesar de perder su fragata predilecta (la
Independencia), que quedó con su quilla destrozada, al verse obligada a
navegar en aguas poco profundas, pero levantándose el bloqueo de Iquique.

La localidad y puerto de Antofagasta fue escenario de dos combates, el primero


el 26 de mayo, mientras se celebraba un homenaje a Carlos Condell. El
Huáscar, persiguió al vapor Rímac, que logró escapar. Ante ello, el Huáscar,
regresó al puerto para capturar a Covadonga, y al no conseguirlo destruyó los
fuertes. El segundo, se produjo el 28 de agosto, iniciándose con el fin de
bloquear las comunicaciones, cortando un cable submarino, pero fueron
atacados por los chilenos. El Huáscar terminó destruyendo a la nave chilena
Abtao.

Finalmente el Rímac, fue capturado por Grau, el 23 de julio de 1879, lo que


ocasionó el cambio de mando en la escuadra chilena, siendo Rebolledo
suplantado por el comodoro Galvarino Riveros Cárdenas.

El 8 de octubre se produjo el combate de Punta Angamos, donde Grau


Seminario murió heroicamente, y el Huáscar terminó en manos enemigas.

LOS ENFRENTAMIENTOS EN TIERRA

Los chilenos habían


demostrado en el mar
ser los triunfadores, y
esto les permitió estar
mejor posicionados,
también en tierra.

Los chilenos iniciaron


las hostilidades en
tierra, ocupando el
departamento de
Tarapacá al norte de
Atacama.

La primera batalla se libró en Piragua, el 2 de noviembre de 1879, que terminó


con el triunfo chileno y la ocupación de esa ciudad peruana.

El motivo de la elección de este lugar era impedir la comunicación entre las


fuerzas peruano-bolivianas que se hallaban al norte y al sur de esa localidad.

El 27 de noviembre de 1879, los peruanos lograron vencer a sus rivales.


El 26 de mayo de 1880, se produjo la batalla de Tacna, donde nuevamente los
chilenos se impusieron a las fuerzas conjuntas peruano-bolivianas,
produciéndose el retiro de Bolivia del conflicto, y el bloqueo del puerto de Arica.
El presidente de Bolivia Narcizo Campero, había reemplazado en el mes de
enero de ese año, al presidente Hilarión Daza, pero a pesar del esfuerzo por
reforzar sus fuerzas, nada pudo hacer para oponerse a los chilenos.

La última batalla tuvo lugar en Arica, el 7 de junio de 1880, la que les permitió a
los chilenos avanzar sobre Lima.

Para mediar en el conflicto, y con la ayuda Argentina, Perú trató de lograr que
Brasil realizara dicha gestión, pero obtuvo una rotunda negativa, que sólo sirvió
para precipitar los acontecimientos.

En enero de 1881, las fuerzas chilenas, al mando del general Manuel


Baquedano, ingresaron a Lima, tras vencer en la Batalla de San Juan. Esta
victoria les permitió ocupar las localidades de Chorrillos, y luego la de
Barranco, después de la batalla de Miraflores. La ciudad de Lima, el 17 de
enero, debió sufrir el saqueo y el incendio, como también había acontecido en
Miraflores.

El entonces presidente peruano, Nicolás de Piérola, dejó su cargo para


continuar con la resistencia desde Ayacucho. Como presidente Provisional de
la República, fue elegido Francisco García Calderón, el 12 de marzo de 1881,
pero esta designación no fue aceptada por los chilenos quienes se negaron a
negociar con él.

Llegar a una paz con Chile resultaba dificultoso ya que exigían la entrega del
Departamento de Tarapacá, que Perú, contando con el apoyo de Estados
Unidos se negaba a ceder. Estados Unidos se fundaba en que solo sería válida
la dación en pago del territorio peruano en caso de demostrarse
fehacientemente la imposibilidad de pago de otra manera, de los costos de
guerra.
LA HEROICA RESISTENCIA

En la zona de la breña de Los


Andes Centrales, los peruanos,
dirigidos por el coronel Andrés
Cáceres, organizaron la resistencia,
en base a la estrategia de la guerra
de guerrillas. Si bien obtuvieron
logros, que les permitieron hostigar
a los chilenos por un espacio de
tiempo prolongado, fueron finalmente vencidos, el 10 de julio de 1883, en
Huamachuco.

EL TRATADO DE ANCÓN Y LA PAZ ENTRE CHILE Y PERÚ

Se firmó la paz en Ancón, entre Chile y Perú, a pesar de que Bolivia había
solicitado a Perú que no hiciera la paz por separado, el 20 de octubre de ese
año, y se instituyó como nuevo presidente peruano al general Miguel Iglesias.

Por dicho tratado, Perú perdió definitivamente el departamento de Tarapacá,


mientras que la administración chilena se impondría por diez años en las
provincias de Tacna y Arica. Transcurrido ese lapso de tiempo, la soberanía
sobre dichos territorios sería decidida mediante consulta popular.

Pasaron más de los diez años estipulados y nada se había resuelto, ni ningún
plebiscito se había convocado. En 1929, con mediación de Estados Unidos, se
suscribió el Tratado de Lima, por la cual Tacna pasó a manos peruanas y Arica
a las chilenas.

LA PAZ ENTRE CHILE Y BOLIVIA

Bolivia se retiró de la guerra, luego de la derrota de Tacna en 1880. En 1885,


Bolivia recuperó el uso de uno de sus puertos, ya que Chile se comprometió a
respetar el ingreso a Bolivia a través del puerto de Arica, con derechos de
importación y exportación de bienes, pero recién se llegó a un tratado de paz,
en 1904, que fue totalmente perjudicial para Bolivia.

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