John B Watson

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John B.

Watson: biografía, teoría, experimentos, aportes


John B. Watson (1878 – 1958) fue un psicólogo estadounidense que
revolucionó por completo el estudio del comportamiento humano con la
creación del conductismo, una de las teorías psicológicas más
importantes de la historia. Sus ideas dominaron esta rama de la ciencia
durante varias décadas del siglo XX.

Watson consiguió un doctorado en psicología de la Universidad de


Chicago en 1903, centro en el cual se convirtió en profesor. Más tarde,
en 1908, se trasladó a la Universidad Johns Hopkins y creó un
laboratorio de psicología comparativa, donde desarrolló la mayoría de las
ideas que luego pasarían a formar parte del conductismo.

Durante su carrera, Watson trató de extrapolar las técnicas utilizadas en


la psicología comparativa (que emplea animales para tratar de entender
las bases del comportamiento) al campo de la conducta humana. En
especial, intentó promover el uso del condicionamiento clásico como una
metodología válida para el estudio del comportamiento de las personas.
John B. Watson publicó varias obras muy influyentes a lo largo de su
vida, desarrolló gran parte de las bases del conductismo, y realizó una
serie de experimentos muy controvertidos que le hicieron saltar a la
fama. Por desgracia, debido a un escándalo relacionado con su vida
personal tuvo que abandonar su carrera como investigador antes de
tiempo.

Biografía

Primeros años

John B. Watson nació el 9 de enero de 1878 en Carolina del Sur, lugar


donde también pasó sus primeros años de vida. Fue criado en el seno de
una familia muy religiosa: su madre promovía estándares muy estrictos
de conducta, y desaprobaba toda clase de comportamientos, como por
ejemplo beber y fumar. A pesar de esto, Watson creció para convertirse
en alguien muy en contra de la religión.

Durante sus primeros años de vida, Watson tuvo que enfrentarse a todo
tipo de problemas académicos y personales. A pesar de entrar en la
Universidad Furman con tan solo 16 años, gracias a las conexiones
profesionales de su familia, no encontró su camino con facilidad y acabó
desarrollando problemas de depresión.

Varios años más tarde de graduarse, Watson, al borde del suicidio,


decidió hacer un experimento consigo mismo: trataría de actuar como si
fuese a tener éxito en todo lo que se propusiera durante un año, y se
quitaría la vida si no conseguía mejorar su situación.

Este experimento le llevó a estudiar psicología, campo en el que acabó


recibiendo un doctorado por la Universidad de Chicago, en 1903.

Vida laboral
En 1908, cinco años después de obtener su doctorado, John B. Watson
comenzó a ejercer como profesor de psicología en la Universidad Johns
Hopkins. Allí comenzó a desarrollar las ideas que más tarde darían lugar
al conductismo, una corriente que iba en contra de casi todas las
prácticas que se llevaban a cabo en el campo del estudio de la mente
humana en aquella época.

En 1913, dio una charla muy famosa en la Universidad de Columbia


titulada «Psicología desde el punto de vista de un conductista», en la
que explicó su teoría sobre el comportamiento humano.

Básicamente, defendía que la psicología debería ser una ciencia


experimental y empírica, y que la introspección (principal método usado
hasta entonces) no tenía ninguna validez.

Durante este tiempo continuó haciendo experimentos sobre diversos


aspectos del conductismo, como por ejemplo el condicionamiento clásico
y los efectos de los refuerzos y castigos sobre el comportamiento en
animales.

Su idea era extrapolar aquello que iba descubriendo a la conducta


humana, dejando de lado cualquier intento de entender el
funcionamiento interno de la mente.

Experimento del «Pequeño Albert»

Durante su época, John B. Watson fue un personaje muy controvertido


dentro del mundo de la psicología. Esto se ve reflejado perfectamente en
uno de sus experimentos más famosos: el del «Pequeño Albert». En este
estudio, Watson, ayudado de su asistente Rosalie Rayner, trató de
probar que el origen del miedo es el condicionamiento operante.

Para lograrlo, Watson utilizó esta técnica para crear una fobia en un
bebé al que llamó «Pequeño Albert». El método fue el siguiente: los
investigadores le presentaron al niño un peluche con forma de rata, al
mismo tiempo que reproducían un sonido que le asustaba. Así, cuando
se repitió esto varias veces, el niño mostraba miedo simplemente al ver
el peluche.

En una segunda fase del experimento, Watson y Rayner consiguieron


generalizar la fobia que habían creado en el niño a otros mamíferos y
objetos con aspecto de animal.

Hoy en día, se suele señalar la falta de ética de este experimento:


aunque la intención de Watson era descondicionar al bebé más adelante,
nunca llegó a hacerlo debido a que fue despedido de su puesto poco
tiempo después.

Durante años, diversos investigadores trataron de encontrar al Pequeño


Albert para ver qué efectos había provocado este estudio en él; pero en
el 2009 se descubrió que había muerto poco tiempo después, a la edad
de seis años, debido a un caso grave de hidrocefalia. Además, se
descubrió que había tenido problemas neurológicos durante su infancia.

Retirada de la vida universitaria

John B. Watson continuó ejerciendo como profesor e investigador en la


Universidad Johns Hopkins hasta 1920. En ese año, se descubrió que
mantenía una relación extramarital con Rayner, su ayudante en el
experimento del Pequeño Albert. Tras esto, Watson tuvo que renunciar a
su puesto y dejar a su mujer, tras lo cual se casó con su ayudante y
empezó a trabajar en una agencia de publicidad.

Tras la muerte de Rayner en 1935, y su jubilación en 1945, Watson se


retiró a vivir sus últimos años en una granja de Connecticut, donde
permaneció hasta su muerte en 1958.

Debido a su mala relación con su familia, a las críticas que recibía y a su


resentimiento contra el mundo, poco antes de su fallecimiento decidió
quemar gran parte de sus documentos personales, investigaciones y
cartas.
Sin embargo, a pesar de su caída en desgracia, las aportaciones de
Watson dieron forma al conductismo, que fue la corriente predominante
en la psicología académica hasta la década de los 50.

Incluso hoy en día, muchas de sus ideas siguen utilizándose en el campo


de la salud mental, lo que le convierte en uno de los psicólogos más
influyentes de todos los tiempos.

Teoría del conductismo


El conductismo es una teoría psicológica que enfatiza los métodos de
investigación observables, objetivos y científicos. Watson la desarrolló
en contraposición con las teorías predominantes en su época, que
utilizaban principalmente la introspección para tratar de comprender
mejor el funcionamiento de la mente humana.

Para evitar el elemento subjetivo que surgía de la introspección, Watson


(y el resto de psicólogos que desarrollaron esta corriente) decidió
centrarse en el único elemento realmente observable de la psicología: el
comportamiento humano. Así, comenzó a estudiarlo en base a dos
fenómenos ya conocidos en su época, el condicionamiento clásico y el
condicionamiento operante.

En su artículo «Psicología desde el punto de vista de un conductista»,


John B. Watson postuló los principios y las asunciones que rigieron el
desarrollo de esta corriente del estudio del ser humano. A continuación
veremos los más importantes.

Todo el comportamiento es aprendido del entorno

Uno de los debates más importantes en psicología es el de la genética


vs. el entorno. Desde la aparición de esta disciplina como ciencia, los
investigadores se han preguntado si el comportamiento se aprende a lo
largo de la vida o si, por el contrario, está determinado por nuestra
carga genética. Watson, y en consecuencia todo el modelo conductista,
creía que todos los comportamientos son 100% adquiridos.

De hecho, para Watson tan solo existía un pequeño número de


mecanismos por los cuales una persona podía adquirir un
comportamiento, forma de pensar o de sentirse. Los más importantes
eran los dos tipos de condicionamiento ya mencionados, pero también
existían otros, como la habituación, la imitación o la sensibilización.

Como consecuencia, además, John B. Watson veía todos los


comportamientos humanos como provocados por una serie de
asociaciones estímulo – respuesta. De hecho, creía que el aprendizaje
humano y el animal eran esencialmente iguales.

La psicología es una ciencia empírica

Para el conductismo, la psicología debe seguir los mismos métodos que


el resto de ciencias naturales; es decir, debe estar basada en
observaciones objetivas, medibles y empíricas. Por lo tanto, la mayoría
de investigaciones que se habían realizado hasta el momento no se
consideraban válidas desde esta perspectiva.

Como consecuencia, el conductismo se centra tan solo en los


comportamientos observables, y deja completamente de lado otros
fenómenos como las emociones o los pensamientos, ya que no los puede
medir empíricamente.

Además, desde esta perspectiva se piensa que ni sentimientos ni


pensamientos tienen ninguna influencia sobre la manera de actuar, por
lo que se descartan como irrelevantes.

Aunque esto permitió avanzar mucho en las investigaciones sobre el


comportamiento humano, también acabó provocando la caída del
conductismo.
Con la llegada de corrientes como la psicología cognitiva, los
investigadores se dieron cuenta de que para comprender a las personas
es fundamental entender también su mundo interno.

Conductismo en la actualidad

El conductismo fue la rama predominante en la psicología académica


durante varias décadas; pero con la aparición de otras corrientes, como
el humanismo, la psicología evolucionista o el cognitivismo, acabó
perdiendo vigencia. Muchos de sus descubrimientos, sin embargo,
siguen siendo utilizados hoy en día.

Así, muchas de las terapias psicológicas más utilizadas actualmente,


como la cognitivo – conductual, utilizan muchas de las técnicas
desarrolladas por los conductistas durante las primeras décadas del siglo
XX. Además, sus estudios sobre el aprendizaje y otros aspectos del
comportamiento humano siguen utilizándose para explicar algunos
fenómenos psicológicos concretos.

Experimentos destacados
A pesar de que realizó muchas investigaciones en diferentes campos a lo
largo de su vida, el experimento más famoso de Watson fue el del
Pequeño Albert, en el que condicionó a un niño de corta edad para que
desarrollase un fuerte miedo a los animales y a los peluches.

Este experimento fue muy controvertido ya en su época, y hoy en día se


considera que se salta los límites éticos aceptables para la práctica de la
psicología.

Sin embargo, aunque John B. Watson no tuvo tiempo para deshacer el


condicionamiento del Pequeño Albert como era su intención, sí que
realizó otros experimentos en los que buscaba conseguir el efecto
contrario: encontrar un método para eliminar miedos utilizando
únicamente las técnicas de condicionamiento.
Así, en un experimento con otro niño (el Pequeño Peter), Watson
desarrolló una de las técnicas más utilizadas hoy en día para el
tratamiento de fobias: la desensibilización sistemática. En este estudio,
consiguió eliminar el miedo de Peter a los conejos de forma
completamente exitosa.

Otros aportes
El aporte más importante de Watson fue, probablemente, el manifiesto
que ya hemos mencionado anteriormente: «Psicología desde el punto de
vista de un conductista». En esta obra, basada en su charla
universitaria, explicaba los conceptos básicos del conductismo y los
principios por los que se rige esta rama de la ciencia del comportamiento
humano.

Sin embargo, Watson se dedicó a muchos otros temas a lo largo de su


vida. Una vez que abandonó el mundo académico debido a sus
escándalos personales, trabajó mucho tiempo en el mundo de la
publicidad, donde también desarrolló gran cantidad de técnicas de
márketing y persuasión orientadas a mejorar las ventas.

Por otra parte, este psicólogo clínico también trabajó durante mucho
tiempo en el campo del desarrollo infantil. Una de sus ideas más
importantes en este sentido era la de que los primeros años de vida eran
críticos para la salud mental de una persona.

Por lo tanto, recomendaba a los padres que no fueran excesivamente


afectuosos con sus hijos, de tal manera que estos pudieran desarrollar
las habilidades que necesitaban para desenvolverse de manera adecuada
en el mundo.Además de esto, el trabajo de Watson tuvo una influencia
muy marcada en el debate sobre la influencia de la genética y el
aprendizaje en el comportamiento humano. Durante las siguientes
décadas, la teoría de la tabula rasa predominó en el campo de la
psicología debido a sus contribuciones.
Obras publicadas
– Sensaciones orgánicas y kinestésicas: su papel en las reacciones de la
rata blanca al laberinto (1907).

– Psicología desde el punto de vista del conductista (1913).

– Comportamiento: una introducción a la psicología comparativa (1914).

– Reacciones emocionales condicionadas (1920).

– Cuidados psicológicos de niños e infantes (1928).

– Una historia de la psicología en autobiografía (1936).

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