Adaptaciones de Los Animales (INFORME)
Adaptaciones de Los Animales (INFORME)
Adaptaciones de Los Animales (INFORME)
El ejemplo de la historia inicial nos puede servir para explicarlo. El gallipato es un organismo que
para poder sobrevivir, a pesar de su primitivismo, ha tenido que acomodar su cuerpo (piel
engrosada) y su comportamiento (conducta defensiva) al área (charcas estacionales) y fauna
(depredadores acuáticos) que le rodean.
Adaptaciones fisiológicas.
Adaptaciones morfológicas.
1. Adaptaciones fisiológicas
De entre las imnumerables adaptaciones fisiológicas, vamos a describir las más importantes:
Adaptaciones a la temperatura.
Adaptaciones al sustrato.
Adaptaciones a la temperatura
Al igual que el oso de la imagen, los animales que viven en ambientes fríos desarrollan
mecanismos para resistir las bajas temperaturas. Los animales endotermos (mamíferos y aves)
desarrollan estructuras que mantienen el calor corporal (pelo y plumas) y acumulan grasa en
su cuerpo para poder quemarla.
Otros animales han adaptado su cuerpo a vivir en la oscuridad. Para ello han modificado algunas
estructuras sensoriales y sus ritmos biológicos. Las aves rapaces nocturnas, como el búho, son
un ejemplo; presentan ojos muy grandes y su oido está extremadamente desarrollado, de modo
que pueden localizar a sus presas en la oscuridad.
Los animales, como organismos heterótrofos que son, han tenido que adaptar su cuerpo a un
tipo de alimentación concreta. Para conseguir el alimento, han debido adaptar los órganos de
ingestión y desarrollar distintas estrategias Hay dos tipos de alimentación:
Macrofágica
Microfágica.
Entre los Invertebrados se da en algunos grupos de insectos. Estos han desarrollado aparatos
bucales con diversas adaptaciones. Así, tenemos aparatos bucales de tipo masticador, como los
de los saltamontes, escarabajos, etc. o el aparato picador-chupador de los mosquitos.
Los animales herbívoros de gran tamaño han desarrollado dientes especiales que aplastan la
masa vegetal que ingieren y han adaptado su aparato digestivo para aprovechar mejor ese tipo
de alimento, como en el caso de los rumiantes.
Adaptación al sustrato
Los animales dependen del sustrato en el que viven para capturar el alimento, buscar pareja
para reproducirse, etc. La capacidad de moverse en el medio determina la facilidad con la que
se realizan estas funciones, por lo que las adaptaciones al sustrato van ligadas al modo de
locomoción del animal.
Hay animales sésiles, es decir que viven fijos a un sustrato, por lo que deben recurrir a
estrategias que les permitan obtener el alimento. Por ello desarrollan estructuras que mueven
el medio que les rodea, para que así les llegue la materia de la que se alimentan. Del mismo
modo, han adaptado la fisiología de su aparato reproductor para realizar fecundación externa.
Los animales de vida libre presentan distintos tipos de locomoción (acuática, aérea y terrestre)
en función del medio donde viven.
Locomoción acuática
Movimientos de flotación. Desarrollado por los tres tipos de animales, aunque son
los nectónicos los que los han desarrollado mejor. Para ello, han conseguido disminuir
el peso corporal, modificando la densidad de algunos órganos, por medio del desarrollo
de cámaras aéreas o pneumatóforos y el aumento de su masa adiposa, más ligera que
el agua, como sucede con los cetáceos (ballenas) y las focas.
Los animales sin extremidades, deben contraer la musculatura corporal para desplazarse. Este
tipo de locomoción es típica de anélidos y de otros gusanos (platelmintos, nematodos, etc.).
Los animales con extremidades tienen el cuerpo separado del suelo y han adaptado el aparato
locomotor a la marcha en la que las extremidades avanzan alternando su movimiento. En
algunas ocasiones, las extremidades presentan modificaciones como uñas, digitaciones
laminares que les permiten trepar por superficies verticales, etc.
Locomoción aérea
Solamente ha sido conseguida por tres grupos de animales: Insectos, Aves y Mamíferos. Este
tipo de locomoción se conoce con el nombre de vuelo y necesita de estructuras especiales
para poder desplazarse en el medio aéreo.
Los insectos lo han conseguido a través de la modificación de placas dérmicas laminares que se
encuentran muy vascularizadas e inervadas. En el caso de las aves, las extremidades anteriores
se han recubierto de plumas (alas) y han aligerado el esqueleto para facilitar el vuelo. En el
caso de los Mamíferos, los murciélagos han desarrollado una membrana interdigital en sus
extremidades anteriores conformando una estructura llamada patagio análoga a las alas de las
Aves.
2. Adaptaciones morfológicas
Este tipo de adaptaciones están relacionadas con el hábitat en el que viven los animales y su forma
de vida. Así, los que viven en ambientes subterráneos han desarrollado una morfología adaptada a
vivir bajo tierra desarrollando hábitos que están relacionados con la actividad cavadora.
Los que viven sobre el suelo presentan adaptaciones morfológicas en la locomoción como pezuñas,
musculatura desarrollada, órganos voladores y trepadores. Entre los animales acuáticos aparecen
adaptaciones morfológicas a la flotación, natación o a moverse por el fondo marino.
Mecanismos defensivos
Algunos animales sirven de alimento a otros, por lo que, para evitar ser cazados han
desarrollado medios de defensa. Estos medios pueden ser de dos tipos:
Activos. Son estructuras visibles que el animal utiliza si se ve amenazado. Entre ellos
destacan la presencia de colmillos, cuernos, uñas, venenos y la emisión de sonidos
o de gases intimidatorios.
Pasivos. Se trata de modificaciones del aspecto del animal que permiten que este
pase desapercibido. Este tipo de adaptación se conoce con el nombre
de mimetismo. Hay dos tipos:
Comportamiento reproductor