Motores - Control de La Propulsión
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CONTROL DE LA PROPULSIÓN
CONTROLANDO LA HÉLICE
Las hélices pueden ser de diversos tamaños y venir en diferentes colores, pero
básicamente son de dos clases: de paso fijo y de velocidad constante. En un avión con
hélice de paso (ángulo) fijo (como el C-152), una palanca (el acelerador) controla tanto
la potencia como las rpm de hélice, siendo el tacómetro el único instrumento que le
proporciona información sobre la misma.
Pensemos que un avión con hélice de paso fijo es como un automóvil con una caja de
cambios con una única marcha. Lo mismo que cuando un automóvil sube o baja una
cuesta muy empinada el aumento o disminución de la velocidad aumenta o disminuye el
número de r.p.m. del motor, el aumento de la velocidad aerodinámica del avión produce
un aumento de las r.p.m., por lo cual es conveniente vigilar el tacómetro en descensos
con mucha velocidad para asegurar que permanezcan dentro de los límites.
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Sin embargo, muchos aviones poseen lo que se conoce como hélice de velocidad
constante, que quiere decir que existen controles distintos para la potencia y para las
rpm de hélice.
La hélice de paso fijo del C-152 tiene el ángulo de ataque fijo, el cual se establece de
forma permanente durante el proceso de fabricación. En definitiva, no es posible
modificar ángulo de la pala a menos que se reemplace la hélice. No es que las
hélices de paso fijo sean perfectas para todo, pero sí lo más práctico en mucho casos.
Representan el equilibrio entre el mejor ángulo de ataque de una pala de la hélice y el
mejor ángulo para el vuelo de crucero. Las hélices de paso fijo no presentan dificultad
alguna a la hora de operar con ellas y, además, su mantenimiento es más simple (esto es,
menos caro).
Como ya he dicho, en los aviones con este tipo de hélice, como el C-152, el control de
la potencia y de las rpm del motor se realiza a través del acelerador. Todo (potencia y
rpm) por medio de una palanca. Y no hay más. Sin embargo, los aviones complejos
tienen lo que se denomina hélices de velocidad constante (o de paso variable).
Los aviones con este tipo de hélice cuentan generalmente con un acelerador y un control
de hélice, de manera que la potencia y las rpm de la hélice se controlan por separado, tal
y como se muestra en la figura anterior.
En los aviones con hélices de velocidad constante, será el movimiento del acelerador lo
que determine la cantidad de combustible y de aire que llega a los cilindros. Dicho de
otra forma más simple, el acelerador establece cuánta potencia puede desarrollar el
motor. El movimiento del control de la hélice altera el cabeceo de ésta (el ángulo de
ataque), lo que repercute directamente en el control de la velocidad de giro de la hélice
(rpm), tal y como se muestra en la figura siguiente.
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Ahora bien, el movimiento hacia delante del control de hélice provoca que las dos
mitades de la hélice giren alrededor de sus ejes y ataquen el viento con un ángulo
inferior (esto es, toman un menor volumen de aire), tal y como se muestra en la figura
siguiente…
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se mueve el control de hélice hacia delante, las rpm de la hélice aumentarán. Así, si este
control se mueve hacia atrás, la hélice atacará el viento con un ángulo de ataque mayor
(es decir, tomará un mayor volumen de aire). La resistencia de la hélice aumentará,
mientras que las rpm disminuirán, tal y como se muestra a continuación.
Del mismo modo que el taquímetro indica la velocidad de giro de la hélice (sus rpm), el
manómetro del colector/múltiple de admisión señala cuanta aceleración se está
aplicando, al tiempo que proporciona una medida aproximada de la potencia de motor
utilizada.
Tal y como se muestra en la figura, si abre un poco el acelerador, la presión del colector
aumenta.
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En condiciones normales, la presión del colector del motor no puede superar los niveles
de la presión atmosférica. La atmósfera tan solo puede empujar una cantidad
equivalente a su peso. Así, la presión atmosférica al nivel del mar pesa lo suficiente
como para empujar una columna de 30”Hg (pulgadas de mercurio) en un tubo de cristal
que contiene vacío como veremos a continuación.
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Como medida de peso de la atmósfera, se dice que la presión del aire externo es de 30
pulgadas de mercurio. Por lo tanto, la presión del colector del motor a la máxima
aceleración es de un poco menos de 30”Hg (un poco menos debido a la fricción del aire
y a las limitaciones de admisión dentro del sistema de inducción). En definitiva, una
presión del colector cercana a las 30”Hg indica que el motor está desarrollando más
potencia. En el lado opuesto, una presión del colector baja (por ejemplo, 15 pulgadas)
indica que se desarrolla menos potencia, por cuanto la cantidad de aire y combustible en
los cilindros es menor.
Cuando el avión esté en proceso de ascenso, observará que la presión del colector
disminuye a pesar de tener el acelerador a fondo. ¿Por qué? La presión atmosférica es
menor a medida que se sube, en concreto alrededor de una pulgada de mercurio menos
por cada mil pies de altura, tal y como se muestra en la figura siguiente (y viceversa; es
decir, aumenta en la misma proporción por cada mil pies de altitud perdidos).
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La presión del colector aproximada que se puede desarrollar al nivel del mar con el
acelerador a fondo es de 30”Hg. Sin embargo, a 5000 pies MSL la presión del colector
con el acelerador a fondo será de aproximadamente 25”Hg.
No olvide que, en condiciones normales, la atmósfera no puede hacer que el aire entre a
la fuerza en el sistema de inducción con una presión mayor que la suya propia (su
mismo peso).
Hemos comentado que el acelerador controla la potencia del motor. Esto en principio es
cierto, pero la potencia puede variar según las rpm que se hayan seleccionado; es decir,
la potencia total que un motor produce es en realidad el resultado de la combinación de
la presión del colector y de las rpm del motor. Esto por ejemplo ocurre en un avión de
hélice de velocidad constante: se pueden usar distintas combinaciones de presión del
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colector y de rpm del motor (pala de la hélice) para conseguir una potencia determinada.
Las figuras siguientes ilustran el modo en que esto funciona.
Otros ejemplos…
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Los aviones equipados con hélices de velocidad constante proporcionan mucha más
versatilidad al operar. Así, los aviones con hélices de paso fijo tienen las hélices
configuradas permanentemente (con paso) para un vuelo de crucero rápido, un ascenso
rápido o cualquier fase intermedia (como el C-152). No es posible cambiar el paso en
pleno vuelo. Sin embargo, en los aparatos con paso variable se pueden reorganizar las
hélices cambiando el paso desde la cabina. Esto quiere decir que se puede obtener el
mejor ángulo de ataque para los ascensos o los vuelos de crucero.
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final es que existen pocas probabilidades de que el auto se quede en la subida. Si no,
preste atención la próxima vez que suba por una cuesta escarpada: verá cómo da
muchos pasitos cortos (altas rpm) en lugar de grandes saltos como haría en llano.
La potencia del motor depende de sus rpm. Para que un motor desarrolle la máxima
potencia, debe funcionar al máximo valor de rpm permitido. Con un valor de rpm
inferior, el motor desarrollaría sólo una parte del total de caballos de potencia. Esta es la
razón por la que al despegar queremos que la hélice esté establecida en la posición de
cabeceo más baja (máximas rpm) ó también conocida como PASO FINO, es decir, con
la palanca de la hélice totalmente hacia delante. En tal posición, la hélice opone menor
resistencia al aire y, como consecuencia, las rpm son más altas (figura, posición B). En
estas condiciones el motor desarrolla su potencia máxima y, por tanto, el impulso
necesario para el ascenso y la aceleración.
Ahora quizá se pregunte cómo es posible que la hélice desarrolle el máximo impulso sin
tomar un volumen de aire mayor. Piénselo de este modo: si la hélice tomara un volumen
grande de aire (un ángulo de ataque grande), es probable que se obtuviera un mayor
impulso, pero únicamente si la hélice continuara girando a gran velocidad. Ahí está el
problema si tomara grandes volúmenes de aire, aumentaría la resistencia de la hélice
(igual que un ala con un ángulo de ataque grande). De esta forma, la velocidad de la
hélice aumenta desproporcionadamente y se evita que el motor desarrolle la máxima
potencia (el aparato se queda, como le pasaba al coche). El resultado último es que la
hélice produce un impulso menor del que es capaz de conseguir.
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El resultado global con altas rpm de motor en el avión es que se obtiene el mayor
impulso del motor cuando la hélice gira más rápido, incluso cuando las palas están en
una posición de cabeceo más baja o paso fino.
Los aviones funcionan de manera parecida en los vuelos de crucero (figura, posición B),
ya que no es preciso desarrollar la máxima potencia. Nuestro interés reside en obtener
una velocidad de aire razonablemente rápida consumiendo poco combustible. Al fin y al
cabo, podríamos operar el avión en vuelo de crucero con el acelerador a fondo... ¿pero
por qué? La gran resistencia que va unida a las máximas velocidades se traduciría en un
consumo desmesurado de combustible y, además, no nos permitiría desplazarnos mucho
más rápidamente (no olvide que la resistencia total aumenta muy significativamente
cuanto mayor sea la velocidad del aire). Por lo tanto, un vuelo de crucero es el resultado
del equilibrio entre una velocidad del aire alta y un consumo de combustible bajo.
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El motivo de que un avión cuente con hélices de velocidad constante es que se reduce la
carga de trabajo del piloto, ya que, en lugar de tener que reajustar las rpm cada vez que
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la potencia cambia, tan sólo hay que fijarlas y permanecerán invariables. Ocurre como
con un termostato, que mantiene una temperatura constante.
¿Cuáles son las ventajas de tener una hélice que mantiene una velocidad (constante)
preestablecida? Por lo pronto, hay un elemento menos que reajustar mientras se controla
la potencia. Supongamos que el manual operativo para pilotos del avión recomienda
emplear 25”Hg de presión del colector y 2500 rpm como método más eficaz para la
potencia del motor en los ascensos. A medida que ascienda, la presión del colector irá
decreciendo una pulgada por cada mil pies de altitud ganados (puesto que la presión del
aire externo disminuye en la misma proporción). Dado que posee una hélice de
velocidad constante, las rpm se establecerán automáticamente en 2500, con
independencia de las variaciones que la presión del colector (o las posiciones del
acelerador) pudiera sufrir. Todo lo que ha de hacer es seguir acelerando para conservar
la presión del colector deseada en el ascenso. Las rpm no necesitan ningún ajuste.
Si tomamos nuevamente el Beechcraft Baron como ejemplo, todos los despegues han de
realizarse con el acelerador a fondo (a aproximadamente 29”Hg de presión del colector)
y con los controles de hélices totalmente hacia delante, con lo cual se alcanzará un valor
de 2700 rpm. Esto se denomina potencia de despegue, y con ella se garantiza el máximo
impulso en esta situación. No obstante, cuando el aparato llegue a una altitud de
seguridad, reduciremos la potencia a 25”Hg de presión del colector y a 2500 rpm. Así,
se evita la sobrecarga del motor y, en consecuencia, que éste sufra algún daño por un
calentamiento excesivo.
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Si se quiere aumentar tanto la presión del colector como las rpm, empiece por esto
último y, seguidamente, haga lo propio con la presión. En otras palabras, primero
mueva el control de hélice hacia delante y, a continuación, el acelerador.
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Además de planear adecuadamente los descensos, hay algo más que puede hacer para
evitar que el motor se caliente en exceso durante un ascenso o se enfríe demasiado en
vuelos de crucero y en descensos. Nos estamos refiriendo al empleo de algo
denominado flaps de refrigeración o también conocidos como FLAPS DE CAPOT
(COWL FLAPS)
Los flaps de refrigeración son secciones de metal móviles situadas debajo del carenaje
del motor que el piloto puede abrir o cerrar manualmente desde la cabina con tan sólo
accionar una pequeña palanca.
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Evidentemente, no todos los aviones cuentan con flaps de refrigeración móviles, sino
que por lo general se encuentran en aeroplanos con motores de grandes dimensiones (de
200 HP como mínimo), como puede ser el BE-58 Baron.
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