Bajo El Laurel Y EL OLIVO
Bajo El Laurel Y EL OLIVO
Bajo El Laurel Y EL OLIVO
Editorial Arandurã
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Asunción-Paraguay
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Diciembre 2011
Introducción
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iniciación masónica, se abre un nuevo campo de estudio y
meditación para los verdaderos portadores de la luz, esto
debido a la profundización en los conceptos aprendidos
y aprehendidos anteriormente y a su aplicación en todos
los aspectos de la vida del Iniciado. El cuarto Grado de la
Masonería del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, denomi-
nado Maestro Secreto, inicia la serie de los llamados gra-
dos inefables, grados éstos que constituyen la puerta de
entrada al Santuario de los Conocimientos Filosóficos de
la Orden.
El presente trabajo tiene por objetivo ilustrar en forma
sintética y a la vez completa los principales aspectos del 4º
Grado de la Masonería del Rito Escocés Antiguo y Acep-
tado, identificando como punto central o apoteosis del
grado el despertar individual de la Conciencia, asiento de
los ideales más elevados que posee el ser humano, aspecto
que lo asemeja a la Divinidad y que en última instancia
implica la coronación del Maestro Secreto, bajo el laurel y
el olivo.
6
Saber
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tres primeros grados simbólicos, dotándose de un gran
sentido no solo simbólico sino también filosófico.
Para culminar, análogamente al Tercer Grado en donde
se experimenta una suerte de Transmigración simbólica
del Maestro Hiram, quien reencarna y renace en cada nue-
vo Maestro Exaltado, en este Grado dicha transmigración
se centra en el Corazón de Hiram, el cual sirve de mode-
lo e inspiración a cada Maestro Secreto que penetra en el
Santuario.
10
La conciencia
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“conciencia” de todo cuanto se encontraba a su alrededor,
si bien esa conciencia era más bien primitiva y se limitaba
sólo a los estadios más rudimentarios de la misma (per-
cepción).
Entonces, llegamos a la primera pregunta dentro de
este proceso: ¿qué es la conciencia, si ésta va más allá de
la mera percepción de aquello que nos rodea? Para respon-
der a esta pregunta demos una mirada al concepto de Con-
ciencia que nos presenta la liturgia del Grado para luego
desglosarlo y estudiarlo parte por parte, integrándolo a lo
mencionado anteriormente:
“Conciencia es el instinto social dado por la Naturaleza
al hombre y a los animales para la conservación del indivi-
duo y de la especie”; ...y continúa así explicando: “...Como
la inmensa mayoría de los últimos, se basta a sí misma
para vivir con los instintos materiales y órganos de ataque
y defensa de que está dotado, su Conciencia tiene por atri-
buto principal la propagación de la especie, limitándose a
responder al halago con la caricia y al mal con el daño, y no
se fecunda ni se desarrolla porque carece de la Razón, peculiar
al hombre...”.
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Pues bien, resulta claro y bastante que en las formas
primitivas de vida, la conciencia se limita solamente a la
preservación de la especie, mediante la percepción senso-
rial de las condiciones circundantes y la adaptación del
organismo viviente a tales condiciones, tal cual reflejo de
ellas, sin mediar un análisis profundo de las mismas ya
que esto sólo es posible a través de las facultades discursi-
vas propias del Ser Humano dotado de Razón.
El instinto en los animales y vegetales responde a un
patrón biológico, mientras que en el Hombre responde
a patrones psíquicos, aunque en cierta medida se vea de
igual manera influenciado por los patrones biológicos (as-
pecto animal o inferior del ser humano).
Y entonces, ¿qué es la Razón y cómo influye ésta en la
capacidad cognoscitiva del ser Humano?
Etimológicamente, proviene del latín ratio, rationis (cal-
cular, dividir), de reor, reris, reri (pensar). La Razón es aquel
elemento intelectual adicional que posee el ser humano, el
cual le permite la elaboración de conceptos a través de los
diferentes procesos discursivos que es capaz de realizar, a
partir de una percepción determinada.
Por lo tanto, permite al ser humano no sólo estar en co-
nocimiento de lo que sucede exteriormente, sino también
permite a partir de esa observación preliminar a través de
los sentidos (percepción y asociación) el análisis interno de
tales situaciones, buscando ya establecer o comprender el
funcionamiento de las leyes de causa y efecto de manera a
poder a partir de ello, modificar ya las circunstancias exte-
riores y no caer en la fatalidad por llamarlo así, de tal ley
natural.
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Dicho de otra manera, el ser humano al estar dotado
de razón puede realizar un análisis de sus pensamientos y
actos, puede trazarse metas e ideales en su vida (Justicia,
Igualdad, Libertad, entre otros) y lograrlos a través de di-
ferentes caminos; aquí es él quien establece las causas y los
efectos, es él quien piensa, siente y se emociona para luego
plasmar en algo concreto aquellos ideales. Esto le permi-
te estar por encima de cualquier forma de vida conocida
hasta hoy día, le permite una “visión más amplia” de todo
cuanto sucede en su vida.
Podríamos entonces a modo de conclusión establecer
que la Conciencia es “poder darse cuenta de...”.
- Es poder darnos cuenta de aquellas situaciones que nos
rodean gracias al trabajo de recolección de información
que realizan los sentidos (Percepción o nivel inicial de
conciencia).
- Es poder darnos cuenta de la influencia que esas situa-
ciones o circunstancias exteriores imprimen en nuestra
vida (Asociación).
- Es poder darnos cuenta de que tales circunstancias pue-
den ser también modificadas y superar la fatalidad de
estar sometidos a tales circunstancias, dado que nada
tiene un carácter absoluto (Genio o ingenio).
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- Es poder darnos cuenta de que a partir de todo lo men-
cionado anteriormente, de su comparación y evalua-
ción, es posible la evolución en todos los ámbitos de la
vida, por poseer el libre albedrío y el discernimiento de
elegir lo que más nos convenga, es decir, ser dueños del
mundo (Razón).
- Es poder darnos cuenta de que todos somos parte de
un gran sistema de partes diseminadas en todo el Uni-
verso y que a partir de tal reconocimiento y de que
existe un proceso constante de cambio en él, podemos
comprender cada vez más el funcionamiento de dicho
proceso al estar nosotros siendo partícipes de tales
cambios (Evolución... Estados más Avanzados de Con-
ciencia... Intuición).
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Dualidad. Discernimiento
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muchas ocasiones tomar una decisión implica necesaria-
mente desechar otra. Esta posibilidad de tomar decisiones
se debe a que poseemos Voluntad, y más específicamente
el Discernimiento, que como elemento interno de aquella
nos permite realizar un análisis más minucioso de las cir-
cunstancias, considerar las opciones que tenemos y tomar
una decisión una vez que elegimos un camino a tomar de
entre todos los que se nos presentan.
Es decir, una cantidad innumerable de sucesos que se
excluyen unos con otros, que en apariencia son tan distan-
tes unos con otros, conforman algo único que los reúne en
sí, la vida.
Podríamos imaginarnos a modo de ilustración, que la
vida es un fin en sí misma y a la vez un camino, el cam-
po en donde se desenvuelve el libre albedrío a través del
Discernimiento que nos permite tomar diferentes caminos
para realizar un mismo fin. Sería útil, para concluir con
este apartado, ilustrar estas ideas con las respuestas a tres
grandes preguntas existenciales, a las cuales nuestra Or-
den responde con Sabiduría, convicción (Fuerza) y Belleza:
- ¿de dónde venimos?, provenimos de una unidad, de un
mismo inicio común a todos, llámese este inicio Dios,
Creador, instante previo al Big Bang, Conciencia Uni-
versal, ...Aquí está implícito el Misterio de la Unidad.
- ¿quiénes somos?, somos la dualidad que buscamos en-
contrar el camino para nuestra realización. Aquí nos
encontramos con los Misterios pertenecientes al núme-
ro 2.
- ¿hacia dónde vamos?, somos la dualidad que busca el
camino de retorno al Origen, el retorno a la Unidad.
Aquí completamos la secuencia adentrándonos en los
Misterios de la Trinidad o Tri-Unidad.
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La mente. El pensamiento
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realizada por las Neuronas (Percepción y Transmisión de
Estímulos), principalmente en la corteza del Cerebro oca-
siona que dicho órgano esté recibiendo constantemente
información, la cual va almacenando (Memoria) y la que
posteriormente, mediante procesos de relacionamiento es uti-
lizada para la elaboración de nuevas ideas, las cuales aso-
ciadas unas con otras, nuevamente, dan lugar a otras y así
sucesivamente se produce lo que llamamos Pensamiento
(Razón).
Ahora bien, comprendido el aspecto más palpable del
proceso cognitivo realizado por los órganos del sistema
nervioso central, cabe ahora explicar el aspecto abstracto
de dicho proceso. Para ello es necesario primero establecer
qué es la Mente. Y, ¿qué es la mente?
Para comprender el funcionamiento complejo de lo que
llamamos mente, la teoría del Psicoanálisis ha realizado
una división de la misma, señalando la función que cum-
ple cada una y su interrelación, y la manera en que ellas
determinan el comportamiento humano:
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bastante determinante en el desarrollo posterior del niño
o futuro adulto. En esta división de la mente al no haber
noción del bien y el mal, no se encuentran conflictos, lo
único que hay aquí son impulsos y gran cantidad de in-
formación.
Aquí es donde se comienzan a formar nuestros pensa-
mientos, que son en su momento inicial tan sólo impulsos
a satisfacer una necesidad del organismo.
El Yo: Es lo que está en contacto con la realidad, viene
siendo algo así como la parte consciente del ello, o una
parte más exterior o la que se ha modificado por estar en
contacto con la realidad. El yo y la próxima división que
veremos que es el “súper yo”, como se encuentran en con-
tacto con la realidad, saben que si no pasamos antes por la
caja registradora para pagar no se puede agarrar y abrir
un paquete para comer, porque no está permitido. Tal es
así que el yo le envía continuamente información al ello
“como tratando de hacerle entender la realidad”.
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Entonces decimos a modo de aproximación que la
mente es la actividad realizada y realizadora de los pro-
cesos psíquicos, causa y fenómeno de sí misma, tiene exis-
tencia por sí misma, constituyéndose en el puente entre
lo abstracto y lo material, puesto que tiene su “asiento”
en los órganos del sistema nervioso encargados del proce-
samiento de informaciones y elaboraciones de respuestas,
conectando nuestras ideas y deseos con la materialización
de ambos. Constituye la parte más inmaterial del intelecto
humano, la cual obtiene su conexión con el mundo circun-
dante a través de las acciones que traducen los pensamien-
tos contenidos en él a un mundo sensible.
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Acción. Materia
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DIVISIÓN DE LA MENTE
YO
SÚPER YO
ELLO (instintos y emociones)
CONCIENCIA: - Sensorial (Percepción)
- Razonamiento (Memoria, Asociación,
Procesos Discursivos Inductivos y
Deductivos)
- Síntesis (Elaboración de Ideas y Conceptos
Nuevos; puntos de vista más amplios)
Evolución
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Proceso de Concienciación
Sentimientos
Estímulos externos
Mente
Estímulos Internos
Emociones
MENTE Realización
Sentimiento Pensamiento Acción
Voluntad
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Grabado medieval Alquímico simbólico de la Dualidad del Ser Humano
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Cuadratura del círculo
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Oriente a Occidente o Mundo Fenoménico, de las Ideas a
las Formas, para luego retornar al Punto de Origen luego
de haber completado su ciclo.
Básicamente este símbolo representa el proceso de crea-
ción de vida, puesto que a partir de los cuatro elementos
que disgregados se encuentran aparentemente inanima-
dos, al combinarse y al vibrar en armonía los átomos que
los constituyen dan paso al movimiento, el cual origina
nuevas formas más complejas de ánima dando paso a lo
que llamamos quinto elemento o Vida.
Esta quintaesencia, también llamada Amor, es sinóni-
mo de vida, puesto que es precisamente esa vibración sim-
pática que conjuga y une átomos de elementos diferentes
en apariencia el origen de las diversas formas que aprecia-
mos en el mundo de la materia a través de los diferentes
sentidos, completando así el ciclo y de esta manera plas-
mando lo ideal a lo visible.
Dicho de otra forma, el círculo de las infinitas posibi-
lidades adopta ya una forma determinada, cuadrándose
dentro del dominio de los elementos.
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Querer
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Ilustraciones del Arcano Nº 1 del Tarot de Rider Waite,
Tarot de París y Tarot de Marsella
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mental, es decir, la creación de ideas. El signo Zodiacal de
Leo encuentra correspondencia con el Corazón dentro del
cuerpo humano, el cual es el motor que permite a los seres
vivientes más evolucionados y dotados de él, la vivencia
de las más diversas experiencias en el plano físico y emo-
cional, siendo sinónimo de fuerza y coraje, de sacrificio y
compensación. Ambos en conjunto, Sol en Leo, son sinóni-
mo de lo que mueve y da vida.
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El velo. La sacerdotisa.
(bachour)
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la mente humana, también simbolizando la comprensión
de los opuestos y de la existencia de la vida mediante la
interacción de esos opuestos, materializados en el plano
físico en los sexos, a través de los diferentes intercambios
químicos que dan lugar a dicha interacción.
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Por último, el sentido astrológico de esta carta está re-
presentado por la Luna en la casa de Cáncer; la Luna está
relacionada con los sentimientos semi-intelectuales y el
plano emocional, representado también por el elemento
Agua. Es el “Alimento Inconsciente” que nos permite en
última instancia ser conscientes, pero en mayor o menor
medida influenciados por el aspecto emocional. Cáncer re-
presenta la receptividad y la sensibilidad; juntos, Luna en
Cáncer, el manantial de vida y sabiduría que nos mantiene
emocional e intelectualmente activos.
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Retribución. La rueda de la fortuna. (iah)
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fatalidad, de la lucha del bien y el mal, de los cambios y de
los ciclos de transformación, actuando conjuntamente con
el Escorpión, el cual es el asiento en el ser humano de los
órganos sexuales y por ende, símbolo tanto de generación
ya sea en su aspecto positivo o de regeneración o en su
aspecto más bajo, es decir, degeneración.
Dentro del alfabeto hebreo, encuentra correspondencia
con la letra Iod, primera letra del nombre sagrado ex-
presado en el Tetragrammaton, , y primera manifes-
tación del Verbo en la Materia, letra a la cual corresponde
el valor numérico de 10 (1), es decir, el retorno al punto de
origen.
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La palabra sagrada.
El tetragrammaton
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reflejo del Principio ya manifestado en el Mundo de los
Fenómenos, dicho de otra forma, la Manifestación o Reve-
lación en el Mundo Material de lo Inmanifestado.
Señala Helena Petrovna Blavatsky en su obra “La Cá-
bala, los Cabalistas y otros escritos”, 1ª Edición, Bervera
Editores S.A. de C.V., The Teosophy Company, en su pág.
32 y en la nota 22 de pie de página, lo siguiente:
“...Ahora bien: Tetragrammaton es Padre-Madre y
el Hijo en uno. Es Jehová, cuyo nombre IHVH y cuyas
letras, leídas simbólicamente según el método revelado
durante la Cuarta Iniciación, tendrán una interpretación
doble. Consta de dos letras masculinas (I y V) y dos carac-
teres femeninos (dos H, he) o la H “superior” e “inferior”.
La primera es la “madre suprema” o “el Jehová femenino
representado por Binah”; la otra es la H “inferior” o el
décimo Sephiroth, Malkuth...”.
Continúa diciendo:
“...debe tener presente que Jehová, como nombre, es
siempre masculino y femenino o andrógino. Está com-
puesto por dos palabras Jah y Hová o “Ja eve”. Sólo Jah es
masculino y activo... Sin embargo, al nombre masculino
lo simboliza una sola letra: Yod, cuyo sentido es entera-
mente fálico...”.
La palabra sagrada del Grado , ∴ ∴ ∴, relacionada
con el tetragrama mencionado anteriormente, simboliza el
punto de unión entre los aspectos superiores e inferiores
del ser, conjugados en la Conciencia, en donde el Ser Hu-
mano se constituye en descubridor, discípulo y regente,
en forma progresiva, de ella. De esta manera se llega al
Súmmum del drama trazado en el Ritual del Grado 4: el
despertar de la Conciencia, el Corazón ardiente del Maes-
tro, el Maestro Secreto.
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Osar
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que al intentar destruirla (tan sólo parcial y aparentemen-
te puesto que ella permanece inalterable) destruye una
parte de sí misma.
El símbolo de la Cruz, expresa la Tumba del Ser hu-
mano al simbolizar su muerte en el ámbito de la materia
al cual está ligado, pero aún dentro de la misma muerte
la luz continúa brillando y esto es también expresado por
este símbolo, puesto que señala el camino a seguir para
liberarse de los lazos encadenantes de la materia, deter-
minado por los cuatro elementos básicos constitutivos de
ella: Aire, Fuego, Agua y Tierra. Nuevamente nos encon-
tramos ante un símbolo que expresa sentidos duales y que
indican ambos procesos, sea de evolución o de involución,
hasta romper el ciclo.
A la par de la constitución de la materia por dichos ele-
mentos, se encuentra en el simbolismo de la Cruz el sentido
astrológico implícito en ella, y su relación con el Corazón
de Hiram. La Cruz en cada uno de sus brazos describe las
constelaciones de Leo, Escorpio, Tauro y Acuario, corres-
pondiéndose con ellas las figuras de los Cuatro Animales
Sagrados, el León, el Águila, el Buey y el Ser Humano y su
relación con el centro del Drama de este Grado, el Corazón
Ardiente de Hiram.
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La Autoconciencia o Autodeterminación propia del
elemento fuego y simbolizada por el León, en conjunción
con el Dominio de las Fuerzas, simbolizado por el Buey o
Tauro, permite vencer las ilusiones que se hallan repre-
sentadas por la Constelación del Escorpión, el asiento de
los órganos sexuales, permitiendo la regeneración de un
Hombre Nuevo, en este caso, encarnado por Acuario.
Este proceso resume la carrera del Sol por dichas Casas
Astrológicas, desde su aparente muerte desapareciendo
en ellas, hasta su nuevo Renacimiento y centelleante apa-
rición en los cielos, proceso también simbolizado por los
solsticios ya desde tiempos inmemoriales.
Leo
(León)
Escorpio Tauro
(Águila) SOL (Buey)
Acuario
(Hombre)
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La llave y la urna
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prendidos en su esencia más pura a través del discerni-
miento, que se constituye en la verdadera llave maestra la
cual puede abrir la Urna de Oro (representada por la llave
simbólica de marfil, joya del Maestro Secreto) y que nos
permite acceder a tales ideas y conceptos tan profundos
enraizados en el rincón más recóndito de la conciencia del
ser humano.
47
Las siete luces
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nen son también símbolos que poseen un sentido propio,
“vida propia”.
El estudio de la gramática comprende el papel que
desempeñan las palabras en su rol de manifestaciones del
pensamiento, puesto que para que puedan ser comprendi-
das por los demás individuos, las ideas deben expresarse
a través de esos símbolos que constituyen las letras y en su
conjunción, las palabras.
Así mismo, también comprende el estudio del origen
de esas palabras, a través de la etimología que tienen ellas,
ya que ahí se encuentra el origen de su existencia, pues-
to que ese sentido etimológico es el que expresa en forma
primaria la idea que se busca transmitir o describir a tra-
vés de ella.
Y todavía avanzando un poco más, tenemos el estu-
dio de cada letra y su simbolismo, puesto que una palabra
engloba una idea determinada pero sus componentes, es
decir, las letras que la conforman, engloban ideas propias
a cada una de ellas. He ahí el Poder Creador de la Palabra,
la materialización o transmisión de una idea en símbolos
comunes y entendibles por todos los individuos capacita-
dos para ello.
La Lógica, segunda en la lista del Trivium, permite
realizar la combinación de tales ideas para llegar aún más
lejos en el proceso de comunicación y por qué no, de crea-
ción. De Ideas Particulares (letras) que articuladas y orde-
nadas forman una idea (Palabras), y éstas a su vez combi-
nadas con otras ideas (o palabras) forman Conceptos más
y más extensos, constituyen una muestra de la tarea que
la lógica desempeña, en este caso, la inducción. Podemos
también ir por el camino de regreso desde conceptos más
generales hasta llegar a los más Particulares, teniendo así
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otra función lógica del pensamiento y del razonamiento
humano, la Deducción.
Del Caos Primigenio al Orden obtenido a partir de él,
es eso lo que la lógica nos enseña, el recto uso de la Razón
en las actividades del Pensar, de modo a obtener ideas or-
denadas traducidas en conceptos, los cuales luego, para
continuar con el proceso, tienden a materializarse en algo
palpable a los demás sentidos, cerrando así el ciclo de ma-
nifestación (nótese que es el sentido de la audición el que
primero comienza a recibir la información de tales forma-
ciones mentales, ya sea en la reproducción silenciosa de
ella captada interiormente como así también en el momen-
to de la Exteriorización a través de la palabra, y más espe-
cíficamente, de la palabra hablada).
La Retórica, el arte del buen hablar, se refiere tanto a
la correcta enunciación de las ideas para su entendimien-
to por parte de todos los receptores de tales mensajes así
como también al arte de la correcta pronunciación de las
palabras para que éstas puedan acabar desempeñando su
poder creador. Una correcta pronunciación provoca una
fuerte impresión en el mensaje enviado por parte del emi-
sor en quienes se constituyen en receptores de ellos, de
nuevo, tenemos aquí el poder creador de la palabra.
La Idea es creada y luego asociada con otras a través de
palabras, estas palabras correctamente articuladas confor-
man conceptos que transmiten un mensaje. La fuerza que
pueda contener tal mensaje, o las palabras que lo confor-
man y su permanencia en la “memoria colectiva” depen-
derá de la intensidad con que se comunique el mismo, y
eso depende a su vez, de la fuerza con que se manifieste
la pronunciación, esto es, modulación adecuada de la voz
en la energía con la que se pronuncian las palabras y la
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altura correspondiente que se le imprima a esa pronun-
ciación, además de ser un mensaje claro y conciso para
quienes lo descifran. Un discurso ferviente realizado ante
grandes masas muchas veces llega más por la forma de
enunciación que por el mensaje. Una oración o un mantra
correctamente pronunciado genera efectos positivos en el
cuerpo humano, la sugestión a través de la hipnosis o de la
regresión dependen en mucha medida de la modulación
de la voz en lo que a resultados se refiere. Las palabras
Sagradas de los diversos grados de nuestra orden se cons-
tituyen en verdaderos mantras, dependiendo de la pro-
nunciación que se dé a cada palabra y a cada letra.
Todas las escuelas iniciáticas de la antigüedad, así
como las herederas de ellas que se desenvuelven en la ac-
tualidad, dentro de las cuales se encuentra la Francmaso-
nería moderna, han prestado atención en mayor o menor
medida a este trivium, considerado como “las artes de la
palabra”.
Dentro del Quadrivium, la primera ciencia estudiada
es la Aritmética, la cual se desempeña dentro del univer-
so de los números. Los números son las “ideas abstrac-
tas por excelencia”, puesto que son conceptos universal-
mente aceptados; así la unidad, el dos, el tres y los demás
números son los mismos en cualquier parte del mundo,
representan la misma idea para todos los individuos. Es-
tas ideas universales encuentran correspondencia o me-
jor dicho, determinan la correspondencia con otras ideas
que son derivadas de ellos: las letras del alfabeto tienen un
valor numérico asignado, las figuras geométricas materia-
lizan en formas apreciables tales abstracciones, las notas
musicales de acuerdo a su altura se corresponden con un
número determinado.
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La Geometría, tal y como lo mencioné anteriormente
es la materialización o exteriorización visible de las ideas
representadas en los números. La geometría se dedica al
estudio de las formas y figuras que nacen de ellos; así, un
punto en el plano universo representa a la unidad, una
recta que se proyecta en el espacio en direcciones opuestas
es símbolo de la dualidad o del número dos, el triángulo,
del número tres y así sucesivamente, para cada número
una figura geométrica determinada.
Esto, aplicado a los estudios más profundos, represen-
ta la constitución misma del ser humano y del universo
conocido, las reglas de materialización responden a los
parámetros establecidos por los números y determinados
por las formas geométricas que los manifiestan; es así que
el Templo Masón y a su vez el Templo cuerpo responden
a una fórmula matemática que sirve como base para su
construcción. Incluso observando las formas que poseen
los diversos caracteres que el ser humano utiliza para co-
municarse, los diversos signos y símbolos que utilizamos,
todos ellos responden a patrones geométricamente esta-
blecidos por una causa primera que las origina.
La Astronomía, la ciencia de los cielos, es la que se de-
dica al estudio del comportamiento de los diferentes cuer-
pos celestes, así como su influencia en el contexto en que
nos desenvolvemos (No confundir con Astrología). El co-
nocimiento de las estrellas, de los ciclos planetarios y de
su manifestación en los diferentes fenómenos que vivimos
diariamente, tales como el día y la noche, los solsticios,
los equinoccios, las estaciones, el transcurso de los años
y el proceso en sí de creación y expansión constante del
universo son algunos de los preciados regalos que esta be-
lla ciencia nos ofrece y que nosotros utilizamos constan-
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temente en nuestras ceremonias, muchas veces repitien-
do las preguntas y respuestas sacramentales que se nos
presentan en los diversos rituales y que precisamente nos
exponen tales enseñanzas, sin prestarles la debida aten-
ción. (No es un reproche, sino simplemente un llamado de
atención).
Por último nos encontramos con la más inmaterial de
estas Ciencias y Artes que destellan en el Santuario y que
proveen de Luz a quienes ven en ellas verdaderas antor-
chas que iluminan sus vidas, quizá la más bella de todas,
la Música.
La música reúne en sí todas las ciencias y artes ante-
riormente mencionadas, reúne tanto conocimientos de
geometría y aritmética al asignársele un valor dentro de
una escala a cada nota y a cada figura determinando am-
bas las tonalidades de las notas musicales y los tiempos de
duración de cada nota.
Es así que una escala musical se compone de las si-
guientes notas: DO RE MI FA SOL LA SI y completando
la octava nuevamente DO, es decir, cerrando el ciclo de
creación musical, si consideramos a cada escala un “pe-
queño universo”; las figuras o notaciones musicales, como
las blancas, redondas, negras, corcheas, semicorcheas, fu-
sas y semifusas y sus silencios, determinan la duración
que tiene cada nota dentro de una composición. Basta con
haber escuchado alguna vez las Fugas de J.S. Bach para
comprender mis palabras.
El orden astronómico ha sido siempre fuente de inspi-
ración en la composición de obras musicales, los planetas
en sí constituyen una fuente de inspiración para los artis-
tas, tanto clásicos como modernos. Ejemplo de esto son
obras que se constituyen en verdadero patrimonio de la
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humanidad: “Claro de Luna” de Chopin, “Pequeña Sere-
nata Nocturna” de W.A. Mozart o la célebre “Sonata Cla-
ro de Luna” de Ludwig Van Beethoven, inspiradas todas
ellas por la belleza de la noche y de la Luna.
Así, también las artes del Trivium entran a participar
de la música, puesto que ellas son una forma de expre-
sión de ideas tanto en sonidos como en palabras, las cuales
también representan los sonidos utilizados en la música.
Como ejemplo de esto tenemos las óperas de los compo-
sitores clásicos, así como las composiciones de los más
diversos estilos musicales que han sido desarrollados du-
rante el transcurso del tiempo.
Toda vibración sonora lleva implícita la existencia de
una idea o de una palabra que la denomine en sí, por ende,
toda composición musical, aún cuando no se escuchen pa-
labras en el sentido más literal de la expresión, constituye
una especie de lenguaje, un lenguaje musical que también
transmite una idea, expresada en sonidos.
54
Bajo el laurel y el olivo
55
Junto con el Cetro que porta el Maestro Secreto, se
constituyen entonces en símbolos de Poder, el cual ha sido
alcanzado al triunfar sobre sí mismo, al descender a los
rincones más recónditos y profundos de su Ser-Templo y
obtener de nuevo la Luz que se había perdido de vista con
la muerte de Hiram, más que nunca se había extinguido,
puesto que las Tinieblas mientras más densas sean, presa-
gian la pronta aparición de la Luz, la cual renace de nuevo
los ideales y principios más nobles que habían sido con-
servados en el lugar más sagrado del Santuario, esperan-
do por quien se hiciere digno de recibirlos y encarnarlos
nuevamente.
56
La tetraktys
57
Activos, Pasivos y Neutros, Rajas, Tamas y Sattva en los
elementos que constituyen la materia.
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El mandil. Simbolismo general y
descripción del mandil del 4º grado
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Detallando más el estudio de nuestro mandil, ese Pen-
tágono al ser dividido en dos partes está conformado por
dos formas geométricas diferentes: Un triángulo equilá-
tero y un cuadrado. El primero está asociado al número
Tres, es decir el ternario divino o Unidad Perfecta repre-
sentado por las tres gunas indias: Rajas (Principio Acti-
vo), Tamas (Principio Pasivo) y Sattva (Equilibrio o Rit-
mo); así como las tres dimensiones que rigen al Universo
(Macrocosmos, y por analogía también al Microcosmos):
Largo, Ancho y Profundo. Representa también a las Tres
Virtudes a las cuales debemos encarnar: Fe, Esperanza y
Caridad.
Sattva Fortaleza
60
cio (Norte, Sur, Este, Oeste), y las cuatro Virtudes Cardi-
nales: Justicia, Templanza, Fortaleza y Prudencia.
El mandil con la Babeta apuntando hacia abajo simbo-
liza el Alma ingresando en la Materia, sinónimo de vida o
animación de esta última, así como también haciendo alu-
sión al papel del Corazón en el Cuerpo Humano, el cual
se constituye en soporte vital del mismo y en asiento del
Alma, Principio de Vida de Todo Ser Creado.
En lo que respecta al mandil del Grado de Maestro Se-
creto, el mismo, si bien presenta la misma forma geométri-
ca y la misma disposición del Ternario y del Cuaternario
en él implícitos, manifiesta las siguientes particularidades:
El borde del mandil es de color negro, simbolizando el
luto por la Muerte del Maestro Hiram, y a su vez, el as-
pecto oculto al penetrar el Maestro Secreto al Santo Sanc-
torum, ese aspecto oculto que se constituye en la Cons-
ciencia que debe ser hallada y despertada de su letargo, el
Maestro Secreto interior.
Se encuentra en la Tríada superior, el ojo que simboliza
la presencia del G∴A∴D∴U∴ en la creación, en este caso,
su presencia en el interior del Ser Humano. También es
símbolo de la vigilancia y del cuidado con el que se pre-
sidirán los trabajos. El Triángulo es de color Azul, color
asociado con la Espiritualidad, a la que hace referencia tal
presencia y que reside en el ser humano y se comunica con
él a través del Alma.
Una vez cruzado el umbral, el mandil toma el color
blanco que siempre es sinónimo de pureza, en el cual se
hallan así mismo completando tal sentido, a ambos cos-
tados del mandil dos ramas, una de laurel y otra de oli-
vo, símbolos de pureza, paz, y triunfo de la vida sobre la
muerte.
61
La letra Z enmarcada en el centro del mandil, represen-
ta la Palabra de Pase del Grado, palabra que ha diferido
en su significado de acuerdo a las diferentes y numerosas
interpretaciones que les han dado los estudiosos de la ma-
teria. Entre tales significados están los de Zizah, nombre
del Hijo de Jonathan, el cual aparece en el siguiente pasaje
bíblico: Libro de 1 Crónicas 23:10 “...Y los hijos de Simei
fueron, Jahat, Zizah, y Jeús, y Briah. Estos cuatro fueron
los hijos de Simei...”; Zaza: palabra de origen hebreo re-
lacionada al vocablo movimiento, hace alusión a la vida;
dicha palabra en árabe significa floreciente, símbolo de la
quintaesencia, es decir, de la vida (símbolo de la rosa en la
cruz); Zerbal: es aquel que de entre los Maestros, logró le-
vantar a Hiram. También determinados autores han seña-
lado que la Palabra que simboliza la Z es la de Zohar, que
significa “Esplendor”, también haciendo alusión al triunfo
de la Luz sobre la Obscuridad.
62
Callar
65
creto que ha de ser digno de ocupar su lugar y de encar-
narle nuevamente, permaneciendo su memoria viva en su
corazón.
Culminada la representación del ritual, se pasa a la ins-
trucción del grado, que como los anteriores, también po-
see signos, toques y palabras especiales.
El S∴ de Disc∴ se realiza estando al Or∴, con la m∴
d∴ en e∴ y el d∴ p∴ apoyado en el plexo solar. Posterior-
mente se lleva a la b∴ los d∴ i∴ y m∴ de ella.
El toque consiste en la G∴ de M∴ seguida de el ade-
lantamiento de m∴ al c∴ mutuamente balanceándolas en
s∴ v∴, al mismo tiempo se aproximan las p∴ d∴ por el
interior hasta el contacto.
La Edad, al igual que la palabra de pase del grado, po-
see de distintas interpretaciones de acuerdo a la explica-
ción que cada autor da de ella, siendo todas perfectamente
válidas puesto que implican todas la finalización de un ci-
clo y el nacimiento de uno nuevo. Sostienen algunos auto-
res que la edad es de 8 años o el cubo de 2, pasando enton-
ces de los s∴ a∴ y m∴, a través del pasaje representado
por el m∴ de tal cifra. También hay quienes consideran
que la edad del Maestro Secreto es de diez años, en alusión
a los misterios de la Década o Denario, propios del Grado.
La b∴ de g∴ es de c∴ g∴
El M∴ S∴ fue recibido bajo el laurel y el olivo y se cons-
tituye como tal por conocer los dictados de su corazón,
asiento del alma, de la consciencia y del mismo corazón de
Hiram, el cual es ahora junto con el suyo, uno solo.
Los trabajos culminan cuando la Luz desaparece de la
Logia, a la hora en que las Tinieblas invaden el Santuario.
66
El retiro. El ermitaño
67
Ilustraciones del Arcano Nº 9 del Tarot,
Rider-Waite, Tarot de París y Tarot de Marsella
68
El silencio
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terminará por acarrear la penitencia que el Signo describe:
arrancar la lengua de raíz y cortar la garganta, retirándosele
así el Poder del Verbo, cuya utilización Consciente se la
ganará a través de la práctica de la Virtud del Silencio. En
este cuarto grado, el silencio implica la protección de los
Secretos hallados a través del viaje interior realizado por
el Maestro en el Templo interno hasta llegar al lugar más
Sagrado del mismo (y de él mismo), asiento del Corazón
Ardiente Del Maestro Hiram.
Es pues, debido no sólo rectificar con la escuadra los
impulsos animales que se agitan en nuestro interior y
que se manifiestan hacia el exterior en forma de palabras
sino también calmar las pasiones que pudieran esclavizar
nuestros pensamientos, de manera a lograr un estado de
ecuanimidad que permita resplandecer en los corazones
el Logos que hará posible la construcción Física, moral,
intelectual y Espiritual del Templo Sagrado.
70
Bibliografía
71
TAROT RIDER WAITE
Editorial Solar Cía. S. en C. – Bogotá, Colombia
TAROT DE PARÍS
J. Philip Thomas, Inspira Editions, Estados Unidos de
América, 2009.
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Índice
Saber
Aspectos generales del grado de Maestro Secreto..................9
La conciencia...............................................................................11
Dualidad. Discernimiento.........................................................16
La mente. El pensamiento.........................................................18
Acción. Materia...........................................................................22
Cuadratura del círculo...............................................................26
Querer
El inicio. El mago........................................................................31
El velo. La sacerdotisa...............................................................34
Retribución. La rueda de la fortuna.........................................37
La palabra sagrada. El tetragrammaton..................................39
Osar
La tumba y la cruz. El corazón ................................................43
La llave y la urna........................................................................46
Las siete luces..............................................................................48
Bajo el laurel y el olivo...............................................................55
La tetraktys..................................................................................57
El mandil. Simbolismo general y descripción del
mandil del 4º grado....................................................................59
Callar
Breve resumen de la instrucción
del grado de maestro secreto....................................................65
El retiro. El ermitaño..................................................................67
El silencio.....................................................................................69
Bibliografía........................................................................................71
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Se terminó de imprimir en diciembre de 2011.
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