Bajo El Laurel Y EL OLIVO

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 76

Ludwig H.

Michael Augsten Candia

Bajo el Laurel y el Olivo


© Ludwig H. Michael Augsten Candia

Editorial Arandurã
Tte. Fariña 884
Asunción-Paraguay
Telefax: (595 21) 214 295
e-mail: arandura@hotmail.com
www.arandura.pyglobal.com

Registro de Derecho de Autor (inédito) N° 14.483.

Diciembre 2011
Introducción

La Francmasonería, como escuela Iniciática, posee a


modo de método didáctico el avance progresivo de sus
miembros en la senda de conocimientos y misterios ex-
puestos por cada grado. Cada uno de estos grados o pel-
daños en la escala evolutiva, tanto intelectual como moral
y su consecuente reflejo en el campo espiritual y el influ-
jo de este último en los sucesivos pasos que se dan en el
camino iniciático, establecen la base del acervo iniciático
en el vasto universo de la Masonería. De manera a que
estos conocimientos no queden expuestos a las miradas
indiscretas, incluso dentro de los mismos miembros de la
Institución que aún no se encuentren en condiciones de
embarcarse en el viaje interior que la iniciación plantea,
nuestra orden ha dispuesto de la división de sus enseñan-
zas en tales grados, los cuales poseen un cúmulo de cono-
cimientos y temas de estudios propios a ellos.
La utilización de símbolos, alegorías, leyendas y mitos
se constituye en las herramientas de que dispone nuestra
Augusta Orden para transmitir sus conocimientos y per-
petuarlos en el tiempo, de manera a que continúen con la
mayor fidelidad posible con las antiguas tradiciones de las
cuales ha tomado y adoptado sus elementos.
Dentro de la primera serie de grados, los denominados
grados simbólicos, se ilustran los temas que se constituyen
en la piedra angular de la Masonería, puesto que a partir
de ellos, una vez ingresado a los grados superiores de la

5
iniciación masónica, se abre un nuevo campo de estudio y
meditación para los verdaderos portadores de la luz, esto
debido a la profundización en los conceptos aprendidos
y aprehendidos anteriormente y a su aplicación en todos
los aspectos de la vida del Iniciado. El cuarto Grado de la
Masonería del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, denomi-
nado Maestro Secreto, inicia la serie de los llamados gra-
dos inefables, grados éstos que constituyen la puerta de
entrada al Santuario de los Conocimientos Filosóficos de
la Orden.
El presente trabajo tiene por objetivo ilustrar en forma
sintética y a la vez completa los principales aspectos del 4º
Grado de la Masonería del Rito Escocés Antiguo y Acep-
tado, identificando como punto central o apoteosis del
grado el despertar individual de la Conciencia, asiento de
los ideales más elevados que posee el ser humano, aspecto
que lo asemeja a la Divinidad y que en última instancia
implica la coronación del Maestro Secreto, bajo el laurel y
el olivo.

6
Saber

“Conócete a ti mismo y conocerás


al Universo y a los Dioses”.
(Templo de Apolo, Delfos)
Aspectos generales del grado
de Maestro Secreto

El grado de Maestro Secreto o 4º Grado de la Masonería


del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, es el primero de los
llamados grados inefables, y constituye el punto de parti-
da dentro del estudio de la filosofía masónica, así como el
grado de aprendiz lo es con respecto a lo que el simbolis-
mo masónico y su estudio se refieren.
Este grado, posiblemente uno de los más importantes
dentro de esta nueva serie, se concentra en el estudio de la
Consciencia y a su despertar, la cual representa al Maes-
tro Secreto inmanente dentro de cada uno de nosotros, y
a tenerla como única ley en nuestras vidas, puesto que la
esencia de la naturaleza reside en ella y es en ella en donde
debemos encontrar el rumbo de nuestra existencia.
El estudio de la mente humana, del aspecto tanto cons-
ciente como inconsciente y los procesos voluntarios e in-
voluntarios, la dualidad propia del Ser Humano, así como
la penetración en los misterios propios de los primeros
cuatro números, coronados en el Tetragrama, son algunos
de los temas propios del grado desarrollados en este libro.
Aparecen numerosos símbolos nuevos en lo que al ce-
remonial del grado se refiere; un Triángulo de Oro, un Ce-
tro de ébano, la llave blanca de marfil, la corona de laurel
y olivo, la tumba de forma piramidal, el arca de la alianza
y el corazón del maestro, son algunos de ellos, los cuales
difieren un tanto de los símbolos estudiados durante los

9
tres primeros grados simbólicos, dotándose de un gran
sentido no solo simbólico sino también filosófico.
Para culminar, análogamente al Tercer Grado en donde
se experimenta una suerte de Transmigración simbólica
del Maestro Hiram, quien reencarna y renace en cada nue-
vo Maestro Exaltado, en este Grado dicha transmigración
se centra en el Corazón de Hiram, el cual sirve de mode-
lo e inspiración a cada Maestro Secreto que penetra en el
Santuario.

10
La conciencia

A través del devenir de las eras las diferentes formas


de vida han ido atravesando un largo y progresivo pro-
ceso evolutivo. Este desarrollo evolutivo también ha traí-
do consigo el consecuente desarrollo de las capacidades
propias inherentes de cada estadio de evolución, desde los
procesos asociativos de átomos sueltos que luego adquie-
ren la forma de moléculas, la formación de los elementos
químicos que más tarde por asociación dieron lugar a la
formación de galaxias, estrellas y planetas hasta tomar los
primeros rasgos concretos y apreciables de existencia ya
en la Tierra, formando los reinos mineral, vegetal y ani-
mal, dando lugar de esta manera a las primeras manifes-
taciones de vida tal y como la conocemos.
Precisamente dichas manifestaciones, pertenecientes a
los diversos “reinos” o estados evolutivos de vida, fueron
desarrollándose a su vez respondiendo a las diversas cir-
cunstancias presentadas por el medio en el que se desen-
volvían. Es así que esa capacidad de adaptación dependía
también de las características de cada organismo viviente,
puesto que cada uno de ellos “percibía” de diversas ma-
neras aquellas condiciones que posibilitaban el desarro-
llo de su vida, adaptándose a ellas y en algunos casos, ya
posteriormente, modificando el entorno para hacerlo más
favorable de acuerdo a esas percepciones.
Estas primeras apreciaciones posibilitaban a los diver-
sos organismos conocer el entorno que les rodeaba, es de-
cir y hablando con más propiedad, les permitían tomar

11
“conciencia” de todo cuanto se encontraba a su alrededor,
si bien esa conciencia era más bien primitiva y se limitaba
sólo a los estadios más rudimentarios de la misma (per-
cepción).
Entonces, llegamos a la primera pregunta dentro de
este proceso: ¿qué es la conciencia, si ésta va más allá de
la mera percepción de aquello que nos rodea? Para respon-
der a esta pregunta demos una mirada al concepto de Con-
ciencia que nos presenta la liturgia del Grado para luego
desglosarlo y estudiarlo parte por parte, integrándolo a lo
mencionado anteriormente:
“Conciencia es el instinto social dado por la Naturaleza
al hombre y a los animales para la conservación del indivi-
duo y de la especie”; ...y continúa así explicando: “...Como
la inmensa mayoría de los últimos, se basta a sí misma
para vivir con los instintos materiales y órganos de ataque
y defensa de que está dotado, su Conciencia tiene por atri-
buto principal la propagación de la especie, limitándose a
responder al halago con la caricia y al mal con el daño, y no
se fecunda ni se desarrolla porque carece de la Razón, peculiar
al hombre...”.

12
Pues bien, resulta claro y bastante que en las formas
primitivas de vida, la conciencia se limita solamente a la
preservación de la especie, mediante la percepción senso-
rial de las condiciones circundantes y la adaptación del
organismo viviente a tales condiciones, tal cual reflejo de
ellas, sin mediar un análisis profundo de las mismas ya
que esto sólo es posible a través de las facultades discursi-
vas propias del Ser Humano dotado de Razón.
El instinto en los animales y vegetales responde a un
patrón biológico, mientras que en el Hombre responde
a patrones psíquicos, aunque en cierta medida se vea de
igual manera influenciado por los patrones biológicos (as-
pecto animal o inferior del ser humano).
Y entonces, ¿qué es la Razón y cómo influye ésta en la
capacidad cognoscitiva del ser Humano?
Etimológicamente, proviene del latín ratio, rationis (cal-
cular, dividir), de reor, reris, reri (pensar). La Razón es aquel
elemento intelectual adicional que posee el ser humano, el
cual le permite la elaboración de conceptos a través de los
diferentes procesos discursivos que es capaz de realizar, a
partir de una percepción determinada.
Por lo tanto, permite al ser humano no sólo estar en co-
nocimiento de lo que sucede exteriormente, sino también
permite a partir de esa observación preliminar a través de
los sentidos (percepción y asociación) el análisis interno de
tales situaciones, buscando ya establecer o comprender el
funcionamiento de las leyes de causa y efecto de manera a
poder a partir de ello, modificar ya las circunstancias exte-
riores y no caer en la fatalidad por llamarlo así, de tal ley
natural.

13
Dicho de otra manera, el ser humano al estar dotado
de razón puede realizar un análisis de sus pensamientos y
actos, puede trazarse metas e ideales en su vida (Justicia,
Igualdad, Libertad, entre otros) y lograrlos a través de di-
ferentes caminos; aquí es él quien establece las causas y los
efectos, es él quien piensa, siente y se emociona para luego
plasmar en algo concreto aquellos ideales. Esto le permi-
te estar por encima de cualquier forma de vida conocida
hasta hoy día, le permite una “visión más amplia” de todo
cuanto sucede en su vida.
Podríamos entonces a modo de conclusión establecer
que la Conciencia es “poder darse cuenta de...”.
- Es poder darnos cuenta de aquellas situaciones que nos
rodean gracias al trabajo de recolección de información
que realizan los sentidos (Percepción o nivel inicial de
conciencia).
- Es poder darnos cuenta de la influencia que esas situa-
ciones o circunstancias exteriores imprimen en nuestra
vida (Asociación).
- Es poder darnos cuenta de que tales circunstancias pue-
den ser también modificadas y superar la fatalidad de
estar sometidos a tales circunstancias, dado que nada
tiene un carácter absoluto (Genio o ingenio).

14
- Es poder darnos cuenta de que a partir de todo lo men-
cionado anteriormente, de su comparación y evalua-
ción, es posible la evolución en todos los ámbitos de la
vida, por poseer el libre albedrío y el discernimiento de
elegir lo que más nos convenga, es decir, ser dueños del
mundo (Razón).
- Es poder darnos cuenta de que todos somos parte de
un gran sistema de partes diseminadas en todo el Uni-
verso y que a partir de tal reconocimiento y de que
existe un proceso constante de cambio en él, podemos
comprender cada vez más el funcionamiento de dicho
proceso al estar nosotros siendo partícipes de tales
cambios (Evolución... Estados más Avanzados de Con-
ciencia... Intuición).

15
Dualidad. Discernimiento

Es propio del Ser Humano en su proceso de aprendi-


zaje, realizar un análisis de las situaciones que se le pre-
sentan a diario, de manera a utilizar todo aquello que le
sea de provecho en su vida y desechar aquello que no lo
es. Desde el momento que nos encontramos con dos op-
ciones mutuamente excluyentes entre sí, ingresamos en
el campo de la Dualidad. Es por lo tanto, un fenómeno
natural de nuestra especie estar siempre sometido a esta
suerte de toma de decisiones ya que lo dual es propio del
Ser Humano; concebir una idea elevada tiene implícita-
mente como fundamento la posibilidad de abandonar una
posición inferior a la que aspira dicha idea, pensar en lo
que es bueno o lo que es el bien tiene como contrapartida
la concepción de lo que es el mal. En realidad se trata de
un esfuerzo intelectual que realiza el Hombre por tratar
de explicar diferentes facetas que hacen a una misma Rea-
lidad. Pongamos el siguiente ejemplo: tomemos una mo-
neda y observémosla; ella tiene dos caras, una en la que
aparece el valor pecuniario que representa y la otra algún
sello que identifique su pertenencia. Ambos lados de esa
moneda son diferentes y sin embargo ambas conforman
una sola cosa: Una Moneda.
Entonces tomemos el ejemplo y apliquémoslo a un
campo algo más general, como por ejemplo, la vida: po-
dríamos decir que nuestras vidas son una sucesión de
eventos a lo largo del tiempo que originan diversas con-
secuencias de acuerdo a las elecciones que tomemos, en

16
muchas ocasiones tomar una decisión implica necesaria-
mente desechar otra. Esta posibilidad de tomar decisiones
se debe a que poseemos Voluntad, y más específicamente
el Discernimiento, que como elemento interno de aquella
nos permite realizar un análisis más minucioso de las cir-
cunstancias, considerar las opciones que tenemos y tomar
una decisión una vez que elegimos un camino a tomar de
entre todos los que se nos presentan.
Es decir, una cantidad innumerable de sucesos que se
excluyen unos con otros, que en apariencia son tan distan-
tes unos con otros, conforman algo único que los reúne en
sí, la vida.
Podríamos imaginarnos a modo de ilustración, que la
vida es un fin en sí misma y a la vez un camino, el cam-
po en donde se desenvuelve el libre albedrío a través del
Discernimiento que nos permite tomar diferentes caminos
para realizar un mismo fin. Sería útil, para concluir con
este apartado, ilustrar estas ideas con las respuestas a tres
grandes preguntas existenciales, a las cuales nuestra Or-
den responde con Sabiduría, convicción (Fuerza) y Belleza:
- ¿de dónde venimos?, provenimos de una unidad, de un
mismo inicio común a todos, llámese este inicio Dios,
Creador, instante previo al Big Bang, Conciencia Uni-
versal, ...Aquí está implícito el Misterio de la Unidad.
- ¿quiénes somos?, somos la dualidad que buscamos en-
contrar el camino para nuestra realización. Aquí nos
encontramos con los Misterios pertenecientes al núme-
ro 2.
- ¿hacia dónde vamos?, somos la dualidad que busca el
camino de retorno al Origen, el retorno a la Unidad.
Aquí completamos la secuencia adentrándonos en los
Misterios de la Trinidad o Tri-Unidad.

17
La mente. El pensamiento

Compete ahora dedicar la atención al producto de aque-


llo que marca la diferencia definitiva entre el Ser Humano
y el animal, esto es, al producto de la Razón denominado
Pensamiento. Sin embargo, antes de adentrarnos en con-
sideraciones abstractas o filosóficas, demos un vistazo al
proceso fisiológico de la actividad humana por excelencia:
pensar.
Todos los estímulos e impresiones que nuestro orga-
nismo recibe continuamente, sean éstos provenientes del
exterior o de sí mismo, son recogidos por innumerables
células receptoras que llevan esta información a los cen-
tros nerviosos donde se decide en una milésima de segun-
do cómo debe el cuerpo reaccionar ante ellos.
Ahora bien, todo este proceso es realizado como ya lo
mencionamos por los receptores y centros que conforman
el sistema nervioso, y en especial por el Encéfalo. El encé-
falo constituye la mayor parte de este sistema, está com-
puesto por el cerebro, el cerebelo y el bulbo raquídeo el
cual a través de los diferentes nervios se conecta en forma
continua ya fuera del cráneo con la médula Espinal.
Estos nervios provienen tanto de la médula como del
encéfalo y son prolongaciones de las neuronas, cumplien-
do la función de recepción de estímulos o de transmisión
de las respuestas originadas a partir de ellos, mediante pe-
queños impulsos eléctricos que conforman una corriente
nerviosa, como si se tratara de un circuito. Esa actividad

18
realizada por las Neuronas (Percepción y Transmisión de
Estímulos), principalmente en la corteza del Cerebro oca-
siona que dicho órgano esté recibiendo constantemente
información, la cual va almacenando (Memoria) y la que
posteriormente, mediante procesos de relacionamiento es uti-
lizada para la elaboración de nuevas ideas, las cuales aso-
ciadas unas con otras, nuevamente, dan lugar a otras y así
sucesivamente se produce lo que llamamos Pensamiento
(Razón).
Ahora bien, comprendido el aspecto más palpable del
proceso cognitivo realizado por los órganos del sistema
nervioso central, cabe ahora explicar el aspecto abstracto
de dicho proceso. Para ello es necesario primero establecer
qué es la Mente. Y, ¿qué es la mente?
Para comprender el funcionamiento complejo de lo que
llamamos mente, la teoría del Psicoanálisis ha realizado
una división de la misma, señalando la función que cum-
ple cada una y su interrelación, y la manera en que ellas
determinan el comportamiento humano:

“...El ello es la parte oculta de la personalidad, viene


siendo la primera manifestación de la mente humana, es
decir, el estado mental del recién nacido. En esta división
no son válidas las leyes lógicas del pensamiento conscien-
te, el ello sólo busca la satisfacción de los impulsos orgáni-
cos, no se halla aquí prácticamente noción del tiempo y no
hay noción de lo que está bien o mal. Es una “máquina de
crear impulsos para su ego”.
Aquí se encuentran todos los datos almacenados desde
que hemos nacido, y hasta incluso algunos recuerdos del
vientre de la madre, y del momento del parto, momento

19
bastante determinante en el desarrollo posterior del niño
o futuro adulto. En esta división de la mente al no haber
noción del bien y el mal, no se encuentran conflictos, lo
único que hay aquí son impulsos y gran cantidad de in-
formación.
Aquí es donde se comienzan a formar nuestros pensa-
mientos, que son en su momento inicial tan sólo impulsos
a satisfacer una necesidad del organismo.
El Yo: Es lo que está en contacto con la realidad, viene
siendo algo así como la parte consciente del ello, o una
parte más exterior o la que se ha modificado por estar en
contacto con la realidad. El yo y la próxima división que
veremos que es el “súper yo”, como se encuentran en con-
tacto con la realidad, saben que si no pasamos antes por la
caja registradora para pagar no se puede agarrar y abrir
un paquete para comer, porque no está permitido. Tal es
así que el yo le envía continuamente información al ello
“como tratando de hacerle entender la realidad”.

El yo domina la descarga de los impulsos que en-


vía el ello.
Existe lo que es denominado “súper yo”, que es la parte
ética y moral que ha sido creada en el hombre. Esta parte
ética y moral se fue formando por enseñanzas de nuestros
padres o cuidadores y por las creencias religiosas que nos
frenan; es algo más que el yo, es un yo moral o religioso.
Si todos tuviéramos más desarrollada nuestra parte moral
o religiosa todos estaríamos mejor...”.

20
Entonces decimos a modo de aproximación que la
mente es la actividad realizada y realizadora de los pro-
cesos psíquicos, causa y fenómeno de sí misma, tiene exis-
tencia por sí misma, constituyéndose en el puente entre
lo abstracto y lo material, puesto que tiene su “asiento”
en los órganos del sistema nervioso encargados del proce-
samiento de informaciones y elaboraciones de respuestas,
conectando nuestras ideas y deseos con la materialización
de ambos. Constituye la parte más inmaterial del intelecto
humano, la cual obtiene su conexión con el mundo circun-
dante a través de las acciones que traducen los pensamien-
tos contenidos en él a un mundo sensible.

21
Acción. Materia

Como parte final del proceso podemos concluir en que


todo pensamiento para cobrar vida necesita producir ne-
cesariamente un efecto. Para lograr esto el ser humano ha
desarrollado a lo largo de su evolución sistemas de co-
municación que hacen posible darse a entender unos con
otros, permitiendo de esta manera la comunicación de las
ideas y haciendo posible la vida en forma gregaria. Esta
transmisión de las ideas y su materialización en algo vi-
sible constituyen el punto final de todo el proceso de ra-
ciocinio, pero constituye un final solo parcial puesto que
finaliza el proceso para la idea en cuestión, esta volverá a
constituirse en una causa para futuras ideas que ocasio-
narán sus respectivos efectos en una espiral cada vez más
amplia, dando así a entender que necesariamente, como
regla de la evolución, los estados de conciencia serán cada
vez más y más amplios.
Los diagramas a continuación resumen las ideas ex-
puestas anteriormente:

22
DIVISIÓN DE LA MENTE
YO
SÚPER YO
ELLO (instintos y emociones)
CONCIENCIA: - Sensorial (Percepción)
- Razonamiento (Memoria, Asociación,
Procesos Discursivos Inductivos y
Deductivos)
- Síntesis (Elaboración de Ideas y Conceptos
Nuevos; puntos de vista más amplios)

Evolución

23
Proceso de Concienciación

Sentimientos
Estímulos externos
Mente
Estímulos Internos
Emociones

Proceso de Generación y Creación

MENTE Realización
Sentimiento Pensamiento Acción
Voluntad

Causa Oculta Causa Aparente (Visible) Efecto (Realización) Nueva Causa ∞


(Acción)
PASADO PRESENTE FUTURO ∞
Causa Acción Resultado
Hipótesis Tesis Antítesis Síntesis

24
Grabado medieval Alquímico simbólico de la Dualidad del Ser Humano

25
Cuadratura del círculo

Geométricamente, el círculo está formado por un pun-


to central, equidistante de todos los demás puntos que
forman su circunferencia. Puesto que no está delimitado
por un número específico de Lados, a partir de él pueden
formarse todas las demás figuras posibles, partiendo de
ese punto ubicado en el centro, equidistante de todos los
demás. Precisamente por eso, simboliza al Mundo Ideal,
es decir, la posibilidad infinita de manifestación a partir
de un Origen.
Aunque geométricamente distintos en su forma, el Cír-
culo y el Cuadrado por una identidad trigonométrica son
iguales, puesto que ambos poseen una medida angular de
360º, por lo que en Esencia resultan idénticos.
Al poseer una forma bien puntualizada, cuatro lados
iguales de cuya unión resultan cuatro ángulos rectos, o sea
360º, el Cuadrado representa aquella Posibilidad de ma-
nifestación ya plasmada en una figura definida, marcada
por la rectitud de sus ángulos medidos a través de la Es-
cuadra. Es justamente esa igualdad de Esencia materiali-
zada en algo ya definido, lo que llamamos Cuadratura del
Círculo, o sea, la Manifestación de lo Inmanifestado, que
aunque distintos en Forma son idénticos en Esencia. Está
en analogía con la Segunda He del Tetragrama, la cual re-
presenta la manifestación en el Mundo de los Fenómenos
de aquel atributo o posibilidad de manifestarse a partir
de un mismo Origen. Esta cuadratura del círculo es pre-
cisamente una representación del Camino de la Luz, ir de

26
Oriente a Occidente o Mundo Fenoménico, de las Ideas a
las Formas, para luego retornar al Punto de Origen luego
de haber completado su ciclo.
Básicamente este símbolo representa el proceso de crea-
ción de vida, puesto que a partir de los cuatro elementos
que disgregados se encuentran aparentemente inanima-
dos, al combinarse y al vibrar en armonía los átomos que
los constituyen dan paso al movimiento, el cual origina
nuevas formas más complejas de ánima dando paso a lo
que llamamos quinto elemento o Vida.
Esta quintaesencia, también llamada Amor, es sinóni-
mo de vida, puesto que es precisamente esa vibración sim-
pática que conjuga y une átomos de elementos diferentes
en apariencia el origen de las diversas formas que aprecia-
mos en el mundo de la materia a través de los diferentes
sentidos, completando así el ciclo y de esta manera plas-
mando lo ideal a lo visible.
Dicho de otra forma, el círculo de las infinitas posibi-
lidades adopta ya una forma determinada, cuadrándose
dentro del dominio de los elementos.

27
Querer

“Busquemos la verdad, con la confianza


de un niño, y la voluntad de un iniciado”.
(Helena Petrovna Blavatsky)
El inicio. El mago. (eheieh)

El Arcano Nº 1 del Tarot representa el punto de inicio


en el camino de los misterios del Grado 4, puesto que es
sinónimo de iniciación en el conocimiento del Principio
de la Creación y su Dominio. El descubrimiento y la com-
prensión de las leyes que rigen el universo tangible y aún
la aproximación de ese conocimiento en lo que se refiere
al universo intangible se resumen en este arcano mayor
del Tarot, esto es, desde el origen de la creación situado
en el mundo de los pensamientos, hasta la realización de
la Obra en su manifestación material. La comprensión del
papel que desempeñan los cuatro elementos simbólicos
Aire, Agua, Fuego y Tierra corresponden a este Arcano,
siempre moviéndonos dentro de la dualidad Humana/
Divina y el papel de este Poder de Crear dentro de la Na-
turaleza y la existencia del Ser Humano.
Las ideas ordenadas conllevan a la construcción de
conceptos, los cuales son construcciones mentales abs-
tractas, representativas e inteligibles de la realidad. Estas
representaciones mentales todavía no son tangibles sino
hasta el momento de materializarse, momento en el cual
se cierra el ciclo que da lugar a su existencia. Dicho de otra
manera, del Pensamiento a la Manifestación.

31
Ilustraciones del Arcano Nº 1 del Tarot de Rider Waite,
Tarot de París y Tarot de Marsella

Se encuentra la carta del Mago en correspondencia con


el Número uno (1) y con la Letra A del alfabeto, por ser
ambos símbolos de inicio o punto de partida. Dentro de
nuestra orden es de notar la importancia atribuida princi-
palmente al alfabeto hebreo, el cual encierra un vasto con-
tenido dentro del simbolismo masónico, correspondiendo
en este caso a la letra Aleph, . De significado “Buey”,
hace alusión a lo mencionado anteriormente, el dominio
de las fuerzas y la utilización de ellas; la irradiación y la
atracción así como su equilibrio y el dominio de los cuatro
elementos se resumen este Arcano.
Astrológicamente encuentra correspondencia con el
Planeta Sol en la Casa de Leo, significando esto básica-
mente grandeza, actividad y movimiento. El Sol es un pla-
neta eléctricamente positivo, ejerciendo influencia a través
de la fuerza centrífuga manifestada por sus rayos. El Sol
permite la Vida brindando las condiciones necesarias para
que ésta se origine y se mantenga, posibilita la creación
material en el plano físico y simboliza al Ego en el plano

32
mental, es decir, la creación de ideas. El signo Zodiacal de
Leo encuentra correspondencia con el Corazón dentro del
cuerpo humano, el cual es el motor que permite a los seres
vivientes más evolucionados y dotados de él, la vivencia
de las más diversas experiencias en el plano físico y emo-
cional, siendo sinónimo de fuerza y coraje, de sacrificio y
compensación. Ambos en conjunto, Sol en Leo, son sinóni-
mo de lo que mueve y da vida.

33
El velo. La sacerdotisa.
(bachour)

El Segundo Arcano del Tarot representa en la figura


de la Sacerdotisa el velo de los conocimientos secretos y
ocultos, tanto del mundo exterior como del mundo in-
terno (mente). Este Arcano simboliza la receptividad y la
reflexión, es el aspecto femenino, la Sabiduría que media
entre los dos principios que brindan el conocimiento y que
en nuestro simbolismo están representados por las colum-
nas B∴ y J∴
Con la Sacerdotisa las imágenes toman forma, pues-
to que representa el proceso de introspección a partir de
aquello que nos toca desde el exterior y su análisis, el dis-
cernimiento que implica la dualidad representada en esta
carta, llegar a lo consciente a partir de lo desarrollado en
el inconsciente o mundo emocional, por la imaginación y
en una mayor medida, la intuición.
El Ser Humano se mueve entre dos principios, un Prin-
cipio Activo y otro Pasivo, a partir de los cuales se obtiene
Conocimiento (Gnosis) y comprensión, realizando síntesis
de todo aquello que percibe volviéndose sabio a medida
que atraviesa las diferentes experiencias que marcan su
vida.
Esta Carta del Tarot encuentra correspondencia con el
número 2, puesto que implica moverse tanto dentro de
los planos conscientes e inconscientes, ambos diametral-
mente opuestos pero inseparables al momento de actuar

34
la mente humana, también simbolizando la comprensión
de los opuestos y de la existencia de la vida mediante la
interacción de esos opuestos, materializados en el plano
físico en los sexos, a través de los diferentes intercambios
químicos que dan lugar a dicha interacción.

Ilustraciones del Arcano Nº 2 del


Tarot de Rider Waite, Tarot de París y Tarot de Marsella

También obtiene correspondencia en la letra B del alfa-


beto y como mencionamos anteriormente dentro del alfa-
beto hebreo, esta vez le corresponde la letra Beth, , cuyo
significado es el de “Casa”. La figura de esta letra impli-
ca la dualidad y su significado pudiera estar relacionado
tanto al sentido de casa-cuerpo humano (microcosmos)
como al sentido de casa-Universo(macrocosmos) puesto
que ambos son una misma cosa, expresadas en diversas
magnitudes.
Asimismo, la palabra casa pudiera indicar a la vida
misma, puesto que es la condición de asiento del ser hu-
mano durante su ciclo de evolución.

35
Por último, el sentido astrológico de esta carta está re-
presentado por la Luna en la casa de Cáncer; la Luna está
relacionada con los sentimientos semi-intelectuales y el
plano emocional, representado también por el elemento
Agua. Es el “Alimento Inconsciente” que nos permite en
última instancia ser conscientes, pero en mayor o menor
medida influenciados por el aspecto emocional. Cáncer re-
presenta la receptividad y la sensibilidad; juntos, Luna en
Cáncer, el manantial de vida y sabiduría que nos mantiene
emocional e intelectualmente activos.

36
Retribución. La rueda de la fortuna. (iah)

Encontramos en el Arcano Mayor 10 del Tarot el ciclo


completo del Denario, puesto que resume aquí las leyes de
causa y efecto que intervienen en el equilibrio cósmico. La
rueda de la fortuna representa la vida misma con sus al-
tos y bajos, con sus pares de opuestos y con las elecciones
tomadas que necesariamente acarrean una consecuencia
ineludible.

Ilustraciones del Arcano Nº 10


del Tarot de Rider Waite, Tarot de París y Tarot de Marsella

Es símbolo de la Fatalidad a la que está sujeta el Ser


Humano como ser Evolutivo, puesto que ella dependerá
de las decisiones que tome y de las lecciones que aprenda
a partir de ellas, volviéndose cada vez más sabio o giran-
do eternamente en la rueda hasta romper el ciclo que lo
detiene. La correspondencia astrológica de esta carta pre-
cisamente se encuentra con el planeta Plutón, símbolo de

37
fatalidad, de la lucha del bien y el mal, de los cambios y de
los ciclos de transformación, actuando conjuntamente con
el Escorpión, el cual es el asiento en el ser humano de los
órganos sexuales y por ende, símbolo tanto de generación
ya sea en su aspecto positivo o de regeneración o en su
aspecto más bajo, es decir, degeneración.
Dentro del alfabeto hebreo, encuentra correspondencia
con la letra Iod, primera letra del nombre sagrado ex-
presado en el Tetragrammaton, , y primera manifes-
tación del Verbo en la Materia, letra a la cual corresponde
el valor numérico de 10 (1), es decir, el retorno al punto de
origen.

38
La palabra sagrada.
El tetragrammaton

Todo lo que existe se genera a partir de una idea que lo


representa conceptualmente. El mundo material entonces
es una derivación de un mundo de ideas, el cual se consti-
tuye en un modelo a precipitarse en dicho plano material.
El nombre sagrado o Tetragrammaton representa pre-
cisamente esa conexión entre el Arquetipo Primordial y su
materialización o “reflejo”, representando los Velos suce-
sivos a través de los cuales la presencia de esas Ideas va
manifestándose progresivamente ante nuestros ojos.
Puesto que no es la Idea Primordial misma sino sim-
plemente su representación en la materia, es sím-
bolo del Microcosmos, reflejo a imagen y semejanza del
Macrocosmos.
La primera letra, la Yod, representa al Principio Crea-
dor en sí, es decir, a la Esencia Primera y Causa de todo
lo manifestado o Unidad, la cual posee la capacidad o
posibilidad de manifestarse en el mundo de la materia, a
través del Atributo que simboliza la segunda letra, la He,
representado así la Dualidad de manifestación; la Tercera
letra es la Vau, la cual simboliza aquello proveniente de la
Unidad, ya Creado, sirviendo de unión entre la Unidad y
sus Posibles Materializaciones o Dualidad, para llegar así
a la Trinidad o Unidad Perfecta, Principio, Posibilidad de
Ser y Creación como manifestación de aquel Principio. Por
último, la letra He, simbolizando aquella creación como

39
reflejo del Principio ya manifestado en el Mundo de los
Fenómenos, dicho de otra forma, la Manifestación o Reve-
lación en el Mundo Material de lo Inmanifestado.
Señala Helena Petrovna Blavatsky en su obra “La Cá-
bala, los Cabalistas y otros escritos”, 1ª Edición, Bervera
Editores S.A. de C.V., The Teosophy Company, en su pág.
32 y en la nota 22 de pie de página, lo siguiente:
“...Ahora bien: Tetragrammaton es Padre-Madre y
el Hijo en uno. Es Jehová, cuyo nombre IHVH y cuyas
letras, leídas simbólicamente según el método revelado
durante la Cuarta Iniciación, tendrán una interpretación
doble. Consta de dos letras masculinas (I y V) y dos carac-
teres femeninos (dos H, he) o la H “superior” e “inferior”.
La primera es la “madre suprema” o “el Jehová femenino
representado por Binah”; la otra es la H “inferior” o el
décimo Sephiroth, Malkuth...”.
Continúa diciendo:
“...debe tener presente que Jehová, como nombre, es
siempre masculino y femenino o andrógino. Está com-
puesto por dos palabras Jah y Hová o “Ja eve”. Sólo Jah es
masculino y activo... Sin embargo, al nombre masculino
lo simboliza una sola letra: Yod, cuyo sentido es entera-
mente fálico...”.
La palabra sagrada del Grado , ∴ ∴ ∴, relacionada
con el tetragrama mencionado anteriormente, simboliza el
punto de unión entre los aspectos superiores e inferiores
del ser, conjugados en la Conciencia, en donde el Ser Hu-
mano se constituye en descubridor, discípulo y regente,
en forma progresiva, de ella. De esta manera se llega al
Súmmum del drama trazado en el Ritual del Grado 4: el
despertar de la Conciencia, el Corazón ardiente del Maes-
tro, el Maestro Secreto.

40
Osar

“Jacob luchando con el Ángel” – Gustave


Doré, 1855 (Collection Granger , New York)

“Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré


peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y
tu cayado me inspiran confianza”.
(Salmo 23)
La tumba y la cruz. El corazón

El cuerpo humano se constituye en el Templo viviente


del Ser Humano, puesto que sin él le sería imposible desa-
rrollar sus actividades dentro del plano material en el que
se desenvuelve. Resultaría una suerte de paradoja afirmar
lo siguiente, pero resulta tan cierto que no se cae en una
falacia el afirmar que también ese cuerpo humano, sea una
vez que hayan cesado los procesos biológicos vitales pro-
pios de la vida orgánica, o en vida habiendo sucumbido a
todo aquello que le resulte nocivo en su camino evolutivo
(muerto en vida), o aún muriendo en nombre de ideales
propios, se convierte en el Sepulcro del Ser Humano.
La Muerte de la Luz en la Obscuridad es igualmente
transitoria, pues ella permanece inmanente y retorna de
las regiones inferiores (infierno) para volver a situarse en
los planos superiores o cielo simbólico, de donde es origi-
naria.
Es precisamente lo que el Ritual de este grado preten-
de enseñar con el descenso simbólico a los rincones más
recónditos del Templo, simbolizado por el viaje al interior
de la conciencia, hasta llegar al Santuario en donde se en-
cuentra el corazón de Hiram, el cual aún vivo, simboliza
que la virtud se sobrepone a la muerte física y permanece
latente para quien quiera tomarla y hacerla parte de sí.
La Naturaleza contiene la esencia de las cosas y la Con-
ciencia que sintonice con ella puede servirse de tal esencia
utilizándola para su progreso o para su retroceso, puesto

43
que al intentar destruirla (tan sólo parcial y aparentemen-
te puesto que ella permanece inalterable) destruye una
parte de sí misma.
El símbolo de la Cruz, expresa la Tumba del Ser hu-
mano al simbolizar su muerte en el ámbito de la materia
al cual está ligado, pero aún dentro de la misma muerte
la luz continúa brillando y esto es también expresado por
este símbolo, puesto que señala el camino a seguir para
liberarse de los lazos encadenantes de la materia, deter-
minado por los cuatro elementos básicos constitutivos de
ella: Aire, Fuego, Agua y Tierra. Nuevamente nos encon-
tramos ante un símbolo que expresa sentidos duales y que
indican ambos procesos, sea de evolución o de involución,
hasta romper el ciclo.
A la par de la constitución de la materia por dichos ele-
mentos, se encuentra en el simbolismo de la Cruz el sentido
astrológico implícito en ella, y su relación con el Corazón
de Hiram. La Cruz en cada uno de sus brazos describe las
constelaciones de Leo, Escorpio, Tauro y Acuario, corres-
pondiéndose con ellas las figuras de los Cuatro Animales
Sagrados, el León, el Águila, el Buey y el Ser Humano y su
relación con el centro del Drama de este Grado, el Corazón
Ardiente de Hiram.

44
La Autoconciencia o Autodeterminación propia del
elemento fuego y simbolizada por el León, en conjunción
con el Dominio de las Fuerzas, simbolizado por el Buey o
Tauro, permite vencer las ilusiones que se hallan repre-
sentadas por la Constelación del Escorpión, el asiento de
los órganos sexuales, permitiendo la regeneración de un
Hombre Nuevo, en este caso, encarnado por Acuario.
Este proceso resume la carrera del Sol por dichas Casas
Astrológicas, desde su aparente muerte desapareciendo
en ellas, hasta su nuevo Renacimiento y centelleante apa-
rición en los cielos, proceso también simbolizado por los
solsticios ya desde tiempos inmemoriales.

Leo
(León)

Escorpio Tauro
(Águila) SOL (Buey)

Acuario
(Hombre)

La carne muere pero las ideas sobreviven a ella, por


tanto, cuando las Tinieblas invadan al Santuario, al cesar
la obscuridad el Sol nuevamente estará iluminando el fir-
mamento y aquellas verdades e ideales elevados perma-
necen inalterados e inmutables a través de los tiempos.

45
La llave y la urna

Al ingresar al Santo Sanctorum nos encontramos ante


la presencia de una Urna de Oro, metal que representa el
aspecto más elevado de la sublimación en la alquimia, en
donde precisamente se encuentra el Corazón Ardiente de
Hiram, constituyéndose éste también en el receptáculo de
los ideales más elevados y sublimes que esperan a aflorar
una vez encontrados y encarnados por quien los halla.

Pero encontrarlos no basta para que puedan ser en-


carnados, sino que también deben ser analizados y com-

46
prendidos en su esencia más pura a través del discerni-
miento, que se constituye en la verdadera llave maestra la
cual puede abrir la Urna de Oro (representada por la llave
simbólica de marfil, joya del Maestro Secreto) y que nos
permite acceder a tales ideas y conceptos tan profundos
enraizados en el rincón más recóndito de la conciencia del
ser humano.

Es, en resumidas cuentas, lo que expone una frase sen-


cilla de los antiguos iniciados griegos y que nuestra orden
toma tan sabiamente desde los primeros grados, aunque
no resulte para nada sencillo cumplir con dicho menester:
“Conócete a ti mismo”. Sólo una vez conocidos no sólo los
aspectos fisiológicos del templo cuerpo, sino también de
los aspectos psíquicos, de las virtudes y de los vicios que
todavía subyazcan en nosotros, que se podrá realmente
empezar a conocerse a uno mismo y a comenzar la progre-
siva Transmigración Individual hasta que nuestro corazón
y el Corazón Ardiente se fusionen en uno solo.

47
Las siete luces

Siete Luces iluminan el Santuario, siete luces que acom-


pañan al Maestro desde sus primeros pasos del Aprendi-
zaje hasta el Magisterio, las cuales han debido ser apren-
didas y aprehendidas por él durante los 7 primeros años
iniciáticos. Estas siete luces, símbolo del conocimiento del
pasado y del presente las cuales iluminarán el futuro, se
resumen en las Siete Ciencias y Artes liberales de las cua-
les el Maestro Masón ha debido adquirir conocimiento
para que sirvan de verdaderas guías en su vida:
La Gramática, la Lógica y la Retórica constituyen la pri-
mera tríada de las siete, siendo completadas por el conoci-
miento y manejo de la Aritmética, la Geometría, la Astro-
nomía y la Música, constituyendo estas últimas cuatro, el
Quadrivium de las ciencias y artes.
Obviamente al hablar desde un punto de vista iniciá-
tico, el estudio y aprendizaje de estas Ciencias y Artes
se extiende aún más allá de la simple concepción exoté-
rica de ellas, debiéndose ajustarse el estudio de ellas al
V.I.T.R.I.O.L. iniciático con el objeto de desentrañar el ver-
dadero alcance de su contenido y aplicación.
La Gramática, primera de las siete ciencias, se consti-
tuye en el estudio de la palabra y de su composición. El
idioma es el medio de comunicación que tienen los seres
humanos que viven agrupados en sociedad. Cada idioma
tiene su peculiaridad, puesto que las letras que lo compo-

48
nen son también símbolos que poseen un sentido propio,
“vida propia”.
El estudio de la gramática comprende el papel que
desempeñan las palabras en su rol de manifestaciones del
pensamiento, puesto que para que puedan ser comprendi-
das por los demás individuos, las ideas deben expresarse
a través de esos símbolos que constituyen las letras y en su
conjunción, las palabras.
Así mismo, también comprende el estudio del origen
de esas palabras, a través de la etimología que tienen ellas,
ya que ahí se encuentra el origen de su existencia, pues-
to que ese sentido etimológico es el que expresa en forma
primaria la idea que se busca transmitir o describir a tra-
vés de ella.
Y todavía avanzando un poco más, tenemos el estu-
dio de cada letra y su simbolismo, puesto que una palabra
engloba una idea determinada pero sus componentes, es
decir, las letras que la conforman, engloban ideas propias
a cada una de ellas. He ahí el Poder Creador de la Palabra,
la materialización o transmisión de una idea en símbolos
comunes y entendibles por todos los individuos capacita-
dos para ello.
La Lógica, segunda en la lista del Trivium, permite
realizar la combinación de tales ideas para llegar aún más
lejos en el proceso de comunicación y por qué no, de crea-
ción. De Ideas Particulares (letras) que articuladas y orde-
nadas forman una idea (Palabras), y éstas a su vez combi-
nadas con otras ideas (o palabras) forman Conceptos más
y más extensos, constituyen una muestra de la tarea que
la lógica desempeña, en este caso, la inducción. Podemos
también ir por el camino de regreso desde conceptos más
generales hasta llegar a los más Particulares, teniendo así

49
otra función lógica del pensamiento y del razonamiento
humano, la Deducción.
Del Caos Primigenio al Orden obtenido a partir de él,
es eso lo que la lógica nos enseña, el recto uso de la Razón
en las actividades del Pensar, de modo a obtener ideas or-
denadas traducidas en conceptos, los cuales luego, para
continuar con el proceso, tienden a materializarse en algo
palpable a los demás sentidos, cerrando así el ciclo de ma-
nifestación (nótese que es el sentido de la audición el que
primero comienza a recibir la información de tales forma-
ciones mentales, ya sea en la reproducción silenciosa de
ella captada interiormente como así también en el momen-
to de la Exteriorización a través de la palabra, y más espe-
cíficamente, de la palabra hablada).
La Retórica, el arte del buen hablar, se refiere tanto a
la correcta enunciación de las ideas para su entendimien-
to por parte de todos los receptores de tales mensajes así
como también al arte de la correcta pronunciación de las
palabras para que éstas puedan acabar desempeñando su
poder creador. Una correcta pronunciación provoca una
fuerte impresión en el mensaje enviado por parte del emi-
sor en quienes se constituyen en receptores de ellos, de
nuevo, tenemos aquí el poder creador de la palabra.
La Idea es creada y luego asociada con otras a través de
palabras, estas palabras correctamente articuladas confor-
man conceptos que transmiten un mensaje. La fuerza que
pueda contener tal mensaje, o las palabras que lo confor-
man y su permanencia en la “memoria colectiva” depen-
derá de la intensidad con que se comunique el mismo, y
eso depende a su vez, de la fuerza con que se manifieste
la pronunciación, esto es, modulación adecuada de la voz
en la energía con la que se pronuncian las palabras y la

50
altura correspondiente que se le imprima a esa pronun-
ciación, además de ser un mensaje claro y conciso para
quienes lo descifran. Un discurso ferviente realizado ante
grandes masas muchas veces llega más por la forma de
enunciación que por el mensaje. Una oración o un mantra
correctamente pronunciado genera efectos positivos en el
cuerpo humano, la sugestión a través de la hipnosis o de la
regresión dependen en mucha medida de la modulación
de la voz en lo que a resultados se refiere. Las palabras
Sagradas de los diversos grados de nuestra orden se cons-
tituyen en verdaderos mantras, dependiendo de la pro-
nunciación que se dé a cada palabra y a cada letra.
Todas las escuelas iniciáticas de la antigüedad, así
como las herederas de ellas que se desenvuelven en la ac-
tualidad, dentro de las cuales se encuentra la Francmaso-
nería moderna, han prestado atención en mayor o menor
medida a este trivium, considerado como “las artes de la
palabra”.
Dentro del Quadrivium, la primera ciencia estudiada
es la Aritmética, la cual se desempeña dentro del univer-
so de los números. Los números son las “ideas abstrac-
tas por excelencia”, puesto que son conceptos universal-
mente aceptados; así la unidad, el dos, el tres y los demás
números son los mismos en cualquier parte del mundo,
representan la misma idea para todos los individuos. Es-
tas ideas universales encuentran correspondencia o me-
jor dicho, determinan la correspondencia con otras ideas
que son derivadas de ellos: las letras del alfabeto tienen un
valor numérico asignado, las figuras geométricas materia-
lizan en formas apreciables tales abstracciones, las notas
musicales de acuerdo a su altura se corresponden con un
número determinado.

51
La Geometría, tal y como lo mencioné anteriormente
es la materialización o exteriorización visible de las ideas
representadas en los números. La geometría se dedica al
estudio de las formas y figuras que nacen de ellos; así, un
punto en el plano universo representa a la unidad, una
recta que se proyecta en el espacio en direcciones opuestas
es símbolo de la dualidad o del número dos, el triángulo,
del número tres y así sucesivamente, para cada número
una figura geométrica determinada.
Esto, aplicado a los estudios más profundos, represen-
ta la constitución misma del ser humano y del universo
conocido, las reglas de materialización responden a los
parámetros establecidos por los números y determinados
por las formas geométricas que los manifiestan; es así que
el Templo Masón y a su vez el Templo cuerpo responden
a una fórmula matemática que sirve como base para su
construcción. Incluso observando las formas que poseen
los diversos caracteres que el ser humano utiliza para co-
municarse, los diversos signos y símbolos que utilizamos,
todos ellos responden a patrones geométricamente esta-
blecidos por una causa primera que las origina.
La Astronomía, la ciencia de los cielos, es la que se de-
dica al estudio del comportamiento de los diferentes cuer-
pos celestes, así como su influencia en el contexto en que
nos desenvolvemos (No confundir con Astrología). El co-
nocimiento de las estrellas, de los ciclos planetarios y de
su manifestación en los diferentes fenómenos que vivimos
diariamente, tales como el día y la noche, los solsticios,
los equinoccios, las estaciones, el transcurso de los años
y el proceso en sí de creación y expansión constante del
universo son algunos de los preciados regalos que esta be-
lla ciencia nos ofrece y que nosotros utilizamos constan-

52
temente en nuestras ceremonias, muchas veces repitien-
do las preguntas y respuestas sacramentales que se nos
presentan en los diversos rituales y que precisamente nos
exponen tales enseñanzas, sin prestarles la debida aten-
ción. (No es un reproche, sino simplemente un llamado de
atención).
Por último nos encontramos con la más inmaterial de
estas Ciencias y Artes que destellan en el Santuario y que
proveen de Luz a quienes ven en ellas verdaderas antor-
chas que iluminan sus vidas, quizá la más bella de todas,
la Música.
La música reúne en sí todas las ciencias y artes ante-
riormente mencionadas, reúne tanto conocimientos de
geometría y aritmética al asignársele un valor dentro de
una escala a cada nota y a cada figura determinando am-
bas las tonalidades de las notas musicales y los tiempos de
duración de cada nota.
Es así que una escala musical se compone de las si-
guientes notas: DO RE MI FA SOL LA SI y completando
la octava nuevamente DO, es decir, cerrando el ciclo de
creación musical, si consideramos a cada escala un “pe-
queño universo”; las figuras o notaciones musicales, como
las blancas, redondas, negras, corcheas, semicorcheas, fu-
sas y semifusas y sus silencios, determinan la duración
que tiene cada nota dentro de una composición. Basta con
haber escuchado alguna vez las Fugas de J.S. Bach para
comprender mis palabras.
El orden astronómico ha sido siempre fuente de inspi-
ración en la composición de obras musicales, los planetas
en sí constituyen una fuente de inspiración para los artis-
tas, tanto clásicos como modernos. Ejemplo de esto son
obras que se constituyen en verdadero patrimonio de la

53
humanidad: “Claro de Luna” de Chopin, “Pequeña Sere-
nata Nocturna” de W.A. Mozart o la célebre “Sonata Cla-
ro de Luna” de Ludwig Van Beethoven, inspiradas todas
ellas por la belleza de la noche y de la Luna.
Así, también las artes del Trivium entran a participar
de la música, puesto que ellas son una forma de expre-
sión de ideas tanto en sonidos como en palabras, las cuales
también representan los sonidos utilizados en la música.
Como ejemplo de esto tenemos las óperas de los compo-
sitores clásicos, así como las composiciones de los más
diversos estilos musicales que han sido desarrollados du-
rante el transcurso del tiempo.
Toda vibración sonora lleva implícita la existencia de
una idea o de una palabra que la denomine en sí, por ende,
toda composición musical, aún cuando no se escuchen pa-
labras en el sentido más literal de la expresión, constituye
una especie de lenguaje, un lenguaje musical que también
transmite una idea, expresada en sonidos.

54
Bajo el laurel y el olivo

Culmina la iniciación del Maestro Secreto con la corona-


ción bajo el Laurel y el Olivo. Ambas plantas, consagradas
al Dios griego Apolo y a la Diosa Atenea, se constituyen
en símbolos de paz, pureza y del triunfo que ha alcanzado
quien ha accedido al Santuario en busca del Corazón Ar-
diente y lo ha logrado.

Apolo y Dafne (1621 - 1624), estatua realizada por el italiano


Gian Lorenzo Bernini. (Galleria Borghese, Roma)

55
Junto con el Cetro que porta el Maestro Secreto, se
constituyen entonces en símbolos de Poder, el cual ha sido
alcanzado al triunfar sobre sí mismo, al descender a los
rincones más recónditos y profundos de su Ser-Templo y
obtener de nuevo la Luz que se había perdido de vista con
la muerte de Hiram, más que nunca se había extinguido,
puesto que las Tinieblas mientras más densas sean, presa-
gian la pronta aparición de la Luz, la cual renace de nuevo
los ideales y principios más nobles que habían sido con-
servados en el lugar más sagrado del Santuario, esperan-
do por quien se hiciere digno de recibirlos y encarnarlos
nuevamente.

56
La tetraktys

Este Símbolo adoptado por la Escuela Pitagórica, es


sinónimo del concepto o idea que utilizaban para conce-
bir a un Ser Supremo, el cual abarcaba los misterios de
la Unidad, la dualidad, la Trinidad y su manifestación en
el Cuaternario. El símbolo de la tetraktys consistía en un
triángulo formado por diez puntos, distribuidos en orden
descendente, desde el primer punto ubicado en la cima
de la pirámide, el cual representaba simbólicamente a la
Mónada Primigenia, se derivaban las manifestaciones su-
cesivas de ella, siguiendo la Dualidad o Separación de di-
cha mónada en sus dos aspectos para luego encontrar en
la Trinidad el punto medio o de equilibrio entre ambas, la
Tri-Unidad, y culminando el ciclo con su manifestación en
la materia, a través del Cuaternario.

Si bien es un símbolo que de buenas a primeras repre-


senta un triángulo, es de notarse que cada lado del trián-
gulo consta de 4 puntos, es decir, la Tetraktys es una mani-
festación de dicha tri unidad en la materia, los Principios

57
Activos, Pasivos y Neutros, Rajas, Tamas y Sattva en los
elementos que constituyen la materia.

Es de tal forma, al igual que el Tetragrammaton, símbo-


lo del Microcosmos, la manifestación o Reflejo del Ser Su-
premo en la Naturaleza, o bien, dicho de otra manera, su
progresiva manifestación a través de velos sucesivos que
hacen posible su percepción en el Mundo Fenoménico.
Desde un punto de vista antropológico, podría consi-
derarse a este símbolo como una especie de descripción de
la constitución del Ser humano, partiendo desde los cua-
tro puntos que sirven de base al triángulo en su parte más
baja, representando al plano Físico, ascendiendo y pasan-
do por los planos Astral, Espiritual hasta llegar al punto
más elevado, el cual representa el origen de la Vida.

58
El mandil. Simbolismo general y
descripción del mandil del 4º grado

El mandil, Símbolo del Trabajo, en tiempos lejanos era


utilizado por los constructores operativos como forma de
protección corpórea en la edificación de las obras por ellos
realizadas.
Así también, en la Masonería Especulativa se constituye
en el principal instrumento de Construcción, debido a que
su utilidad reside en la protección de la zona denominada
Plexo Solar, separando el cuerpo en dos mitades, la parte
elevada o sutil de la parte densa, de manera a controlar el
influjo de ambas durante la realización de las Ceremonias.
Geométricamente, toma la figura de un Pentágono, a
partir de la cual se intuye la Estrella de Cinco Puntas o
Símbolo del Microcosmos, representando así a la constitu-
ción del Hombre Primigenio, con sus Perfectas y Exactas
medidas.

59
Detallando más el estudio de nuestro mandil, ese Pen-
tágono al ser dividido en dos partes está conformado por
dos formas geométricas diferentes: Un triángulo equilá-
tero y un cuadrado. El primero está asociado al número
Tres, es decir el ternario divino o Unidad Perfecta repre-
sentado por las tres gunas indias: Rajas (Principio Acti-
vo), Tamas (Principio Pasivo) y Sattva (Equilibrio o Rit-
mo); así como las tres dimensiones que rigen al Universo
(Macrocosmos, y por analogía también al Microcosmos):
Largo, Ancho y Profundo. Representa también a las Tres
Virtudes a las cuales debemos encarnar: Fe, Esperanza y
Caridad.

Sattva Fortaleza

Fe Esperanza Prudencia Justicia

Rajas Caridad Tamas Templanza

La segunda figura, asociada con el número cuatro, sim-


boliza a la materia constituida por los Cuatro Elementos:
fuego, aire, tierra y agua; las cuatro direcciones del Espa-

60
cio (Norte, Sur, Este, Oeste), y las cuatro Virtudes Cardi-
nales: Justicia, Templanza, Fortaleza y Prudencia.
El mandil con la Babeta apuntando hacia abajo simbo-
liza el Alma ingresando en la Materia, sinónimo de vida o
animación de esta última, así como también haciendo alu-
sión al papel del Corazón en el Cuerpo Humano, el cual
se constituye en soporte vital del mismo y en asiento del
Alma, Principio de Vida de Todo Ser Creado.
En lo que respecta al mandil del Grado de Maestro Se-
creto, el mismo, si bien presenta la misma forma geométri-
ca y la misma disposición del Ternario y del Cuaternario
en él implícitos, manifiesta las siguientes particularidades:
El borde del mandil es de color negro, simbolizando el
luto por la Muerte del Maestro Hiram, y a su vez, el as-
pecto oculto al penetrar el Maestro Secreto al Santo Sanc-
torum, ese aspecto oculto que se constituye en la Cons-
ciencia que debe ser hallada y despertada de su letargo, el
Maestro Secreto interior.
Se encuentra en la Tríada superior, el ojo que simboliza
la presencia del G∴A∴D∴U∴ en la creación, en este caso,
su presencia en el interior del Ser Humano. También es
símbolo de la vigilancia y del cuidado con el que se pre-
sidirán los trabajos. El Triángulo es de color Azul, color
asociado con la Espiritualidad, a la que hace referencia tal
presencia y que reside en el ser humano y se comunica con
él a través del Alma.
Una vez cruzado el umbral, el mandil toma el color
blanco que siempre es sinónimo de pureza, en el cual se
hallan así mismo completando tal sentido, a ambos cos-
tados del mandil dos ramas, una de laurel y otra de oli-
vo, símbolos de pureza, paz, y triunfo de la vida sobre la
muerte.

61
La letra Z enmarcada en el centro del mandil, represen-
ta la Palabra de Pase del Grado, palabra que ha diferido
en su significado de acuerdo a las diferentes y numerosas
interpretaciones que les han dado los estudiosos de la ma-
teria. Entre tales significados están los de Zizah, nombre
del Hijo de Jonathan, el cual aparece en el siguiente pasaje
bíblico: Libro de 1 Crónicas 23:10 “...Y los hijos de Simei
fueron, Jahat, Zizah, y Jeús, y Briah. Estos cuatro fueron
los hijos de Simei...”; Zaza: palabra de origen hebreo re-
lacionada al vocablo movimiento, hace alusión a la vida;
dicha palabra en árabe significa floreciente, símbolo de la
quintaesencia, es decir, de la vida (símbolo de la rosa en la
cruz); Zerbal: es aquel que de entre los Maestros, logró le-
vantar a Hiram. También determinados autores han seña-
lado que la Palabra que simboliza la Z es la de Zohar, que
significa “Esplendor”, también haciendo alusión al triunfo
de la Luz sobre la Obscuridad.

62
Callar

“Dios es el gran silencio del infinito. El mundo entero habla de


Él y para Él. Nada de lo que se diga lo representa tan bien como
su silencio y su calma eterna”.
Alphonse-Louis Constant (Eliphas Lévi)
Breve resumen de la instrucción
del grado de maestro secreto

Aparecen como protagonistas del Ritual del 4º Grado


del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, SALOMÓN, quien
preside el Grado y el cual es llamado “SAPIENTÍSIMO
MAESTRO”; ADONHIRAM, palabra que significa señor,
excelso, “el que se elevó a Dios” y que es usada para de-
signar al PRIMER VIGILANTE, también llamado “INS-
PECTOR”; AZARÍAS o AZARIAH, de significado “Dios
Ayuda”, representa al SEGUNDO VIGILANTE, el cual es
denominado “INTRODUCTOR”. El Guarda Templo toma
el nombre de “GUARDA DEL SANTUARIO”.
Los trabajos simbólicamente empiezan cuando “el alba
aparece en el horizonte, las tinieblas se disipan y la Gran
Luz penetra el Santuario”, es decir, al amanecer.
El Drama desarrollado en el Ritual del Grado, implica
que con la pérdida de Hiram, los trabajos están suspendi-
dos hasta que se presente un Maestro capaz de sucederle;
dicho de otra manera, el Maestro Secreto o el Maestro Por-
tador de los Secretos ha muerto, las obras han de aguardar
a quien sea digno de ocupar tal sitio y proseguir con ellas.
Para poder ocupar el sitial que pertenecía a Hiram, el
aspirante a hacerlo debe primero hallar el Secreto y su for-
ma de manifestación, es decir, hallar a la Consciencia que
reside en su interior, comprenderla y ponerse en contacto
con ella, y de esta forma, constituirse en Maestro Secreto.
De esta manera, se representa una suerte de transmi-
gración de las almas entre Hiram y el nuevo Maestro Se-

65
creto que ha de ser digno de ocupar su lugar y de encar-
narle nuevamente, permaneciendo su memoria viva en su
corazón.
Culminada la representación del ritual, se pasa a la ins-
trucción del grado, que como los anteriores, también po-
see signos, toques y palabras especiales.
El S∴ de Disc∴ se realiza estando al Or∴, con la m∴
d∴ en e∴ y el d∴ p∴ apoyado en el plexo solar. Posterior-
mente se lleva a la b∴ los d∴ i∴ y m∴ de ella.
El toque consiste en la G∴ de M∴ seguida de el ade-
lantamiento de m∴ al c∴ mutuamente balanceándolas en
s∴ v∴, al mismo tiempo se aproximan las p∴ d∴ por el
interior hasta el contacto.
La Edad, al igual que la palabra de pase del grado, po-
see de distintas interpretaciones de acuerdo a la explica-
ción que cada autor da de ella, siendo todas perfectamente
válidas puesto que implican todas la finalización de un ci-
clo y el nacimiento de uno nuevo. Sostienen algunos auto-
res que la edad es de 8 años o el cubo de 2, pasando enton-
ces de los s∴ a∴ y m∴, a través del pasaje representado
por el m∴ de tal cifra. También hay quienes consideran
que la edad del Maestro Secreto es de diez años, en alusión
a los misterios de la Década o Denario, propios del Grado.
La b∴ de g∴ es de c∴ g∴
El M∴ S∴ fue recibido bajo el laurel y el olivo y se cons-
tituye como tal por conocer los dictados de su corazón,
asiento del alma, de la consciencia y del mismo corazón de
Hiram, el cual es ahora junto con el suyo, uno solo.
Los trabajos culminan cuando la Luz desaparece de la
Logia, a la hora en que las Tinieblas invaden el Santuario.

66
El retiro. El ermitaño

El Arcano Nº 9 del Tarot expresa retiro, soledad y aisla-


miento. Precisamente hace alusión a la difícil tarea que de-
berá emprender quien quiera que desee encarnar la figura
del Maestro Secreto, representado aquí por el Ermitaño. A
través de la soledad, de la meditación, del aislamiento de
toda perturbación exterior es que cada individuo puede
lograr un contacto con los rincones más recónditos de su
interior, penetrar tal y como lo señala el V.I.T.R.I.O.L., por
debajo de las apariencias externas y hallar la piedra oculta.
Este arcano representa el desapego del aspecto perso-
nal de la dualidad persona – individuo propia de cada ser
humano, el desprendimiento de las máscaras y aparien-
cias para permitir el encuentro con el Yo Interno, con la
verdadera manifestación individual del ser, expresada a
través de la conexión que logre establecer con su conscien-
cia.
Dicha figura encuentra su correspondencia con la no-
vena Sefiroth, Yesod, el Fundamento, el aspecto que sim-
boliza a la Consciencia del Ego, permite percibir el mundo
tanto superior (su reflejo) como inferior, permitiendo la
conexión entre ambos, siendo una especie de Nexo entre
ellos.

67
Ilustraciones del Arcano Nº 9 del Tarot,
Rider-Waite, Tarot de París y Tarot de Marsella

La Letra del Alfabeto Hebreo que se corresponde con


esta carta es la “Teth”, , de valor numérico 9, símbolo de
la iniciación y último dígito antes de culminarse la década
o el denario (existen interpretaciones acerca de que la le-
tra Teth, a pesar de poseer un valor numérico de nueve y
de ser por lo tanto, símbolo del novenario, se corresponde
con la Carta Nº 8 del tarot, idea que a mi parecer no es co-
rrecta por razones bastante obvias).
Señala este Arcano del Tarot su correspondencia as-
trológica con el planeta Marte en Aries, ambos Planeta y
Signo de Fuego, y por tanto, expresiones de la Fuerza de
Voluntad elevada a su máximo nivel, hace precisamen-
te alusión al esfuerzo en el que debe incurrir el Maestro
Secreto al despojarse de los aspectos más personales para
dar nacimiento a la individualidad o al Ser interior que en
estado latente reside en su interior y al que sólo a través de
la ascesis iniciática puede ser capaz de llegar.

68
El silencio

El Silencio abarca todo el proceso evolutivo al cual esta-


mos unidos y que llamamos Iniciación (interna y que por
ser la verdadera termina por manifestarse exteriormente).
En la Antigua Grecia, el Iniciado era denominado con la
palabra miste, etimológicamente relacionada con la pala-
bra misterio, la cual deriva de la raíz mu y de donde pro-
vienen los verbos muô y muein, que significan “callarse”,
“enmudecer”; es decir, estar en silencio. Significa entonces,
privación de hablar.
El silencio, más que una obligación representa una de
las virtudes más difíciles de cultivar, siendo este el cuarto
verbo del Mago, con el cual cierra el ciclo de la tétrada (4 =
1; 1+2+3+4= 10; 1+0=1). Se vuelve imprescindible su ejer-
cicio, ya que se constituye en una herramienta más que el
iniciado dispone para lograr la Comunión consigo mismo
y con los Lazos Superiores que rigen la Manifestación.
En el Silencio, las Ideas se clarifican, se purifican y re-
finan, permitiendo una mayor y mejor comprensión del
Universo que nos rodea, en el cual se asienta la expresión
de aquel Principio Único e Inmutable de la Unidad.
En el Primer Grado, el signo correspondiente al Apren-
diz al ponerse al Orden hace alusión al juramento de Si-
lencio que el mismo hace al ingresar a la Orden, con el ob-
jeto de proteger y mantener los secretos a cubierto, puesto
que los conocimientos esotéricos sólo deben ser develados
a quienes tengan “ojos para ver y oídos para oír” y cuya falta

69
terminará por acarrear la penitencia que el Signo describe:
arrancar la lengua de raíz y cortar la garganta, retirándosele
así el Poder del Verbo, cuya utilización Consciente se la
ganará a través de la práctica de la Virtud del Silencio. En
este cuarto grado, el silencio implica la protección de los
Secretos hallados a través del viaje interior realizado por
el Maestro en el Templo interno hasta llegar al lugar más
Sagrado del mismo (y de él mismo), asiento del Corazón
Ardiente Del Maestro Hiram.
Es pues, debido no sólo rectificar con la escuadra los
impulsos animales que se agitan en nuestro interior y
que se manifiestan hacia el exterior en forma de palabras
sino también calmar las pasiones que pudieran esclavizar
nuestros pensamientos, de manera a lograr un estado de
ecuanimidad que permita resplandecer en los corazones
el Logos que hará posible la construcción Física, moral,
intelectual y Espiritual del Templo Sagrado.

70
Bibliografía

 MANUAL DEL MAESTRO SECRETO


Aldo Lavagnini, 1ª Edición, 11ª reimpresión
Editorial Kier - Buenos Aires, Argentina
Año 2005

 MANUAL DEL MAESTRO MASÓN


José Díaz Carballo
Editorial Herbasa – Col. Asturias México D.F.
Año 2008

 EL MAESTRO SECRETO Y SUS MISTERIOS


Dr. Jorge Adoum, 1ª Edición, 2ª Reimpresión
Editorial Kier – Buenos Aires, Argentina
Año 2006

 LA CÁBALA, LOS CABALISTAS Y OTROS ESCRITOS


Helena Petrovna Blavatsky
Berbera Editores S.A. de C.V., México D.F.
Año 2008

 EL LIBRO NEGRO DE LA FRANCMASONERÍA


Serge Reynauld de la Ferriere, 1ª Edición (1970), 9ª
Reimpresión (1978)
Editorial Diana – México D.F.
Año 1978

 DOGMA Y RITUAL DE LA ALTA MAGIA


Eliphas Levi, 1ª Edición, 17ª Reimpresión
Editorial Kier – Buenos Aires, Argentina
Año 2008

71
 TAROT RIDER WAITE
Editorial Solar Cía. S. en C. – Bogotá, Colombia

LA CÁBALA.- TRADICIÓN SECRETA DE OCCIDENTE


.
Papus
www.tarotdeparis.com

 TAROT DE PARÍS
J. Philip Thomas, Inspira Editions, Estados Unidos de
América, 2009.

72
Índice

Saber
Aspectos generales del grado de Maestro Secreto..................9
La conciencia...............................................................................11
Dualidad. Discernimiento.........................................................16
La mente. El pensamiento.........................................................18
Acción. Materia...........................................................................22
Cuadratura del círculo...............................................................26

Querer
El inicio. El mago........................................................................31
El velo. La sacerdotisa...............................................................34
Retribución. La rueda de la fortuna.........................................37
La palabra sagrada. El tetragrammaton..................................39

Osar
La tumba y la cruz. El corazón ................................................43
La llave y la urna........................................................................46
Las siete luces..............................................................................48
Bajo el laurel y el olivo...............................................................55
La tetraktys..................................................................................57
El mandil. Simbolismo general y descripción del
mandil del 4º grado....................................................................59

Callar
Breve resumen de la instrucción
del grado de maestro secreto....................................................65
El retiro. El ermitaño..................................................................67
El silencio.....................................................................................69

Bibliografía........................................................................................71

73
Se terminó de imprimir en diciembre de 2011.
Arandurã Editorial
Tte. Fariña 884
Teléfono: (595 21) 214 295
e-mail: arandura@hotmail.com
www.arandura.pyglobal.com

También podría gustarte