Mintzberg H. La Estructuración de Las Organizaciones 341
Mintzberg H. La Estructuración de Las Organizaciones 341
Mintzberg H. La Estructuración de Las Organizaciones 341
Henry Mintzberg
LA ESTRUCTURACIÓN
DE LAS ORGANIZACIONES
Traducción de
D e b o r a h B o n n e r y J a v ier N ie t o
Ariel
BIBLIOTüOk - FLACSO
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Bo-í.f'ter?
CONFIGURACIONES
ESTRUCTURALES
función, y la una implica la otra» (p. 15). McCleery (1957), por su parte,
describe la «prisión autoritaria» obsesionada con su misión de custodia
(prestando menos atención a la rehabilitación): «Era totalitaria en el
sentido de que todos los procesos necesarios para asegurarse de que la
vida no trascendiera los límites de la prisión estaban sujetos a una deta
llada regulación» (p. 10). Estas prisiones presentaban de hecho gran nú
mero de características propias de la clásica burocracia maquinal: una
jerarquía «disciplinada» con una clara cadena de autoridad, de guardián
a sargento, oficial de vigilancia y capitán superior, etcétera; el poder
correspondiente al puesto, no a la función; fuertes distinciones de status
dentro de la jerarquía de custodia así como dentro de la misma pobla
ción de presos; el flujo de información exclusivamente ascendente, «in
formando m ejor a cada superior que a sus subordinados, y lim itando la
información de los niveles inferiores que pudiera dar pie a cierta libertad
de acción» (p. 13); un control muy estricto de los individuos situados en
la base de la estructura, incluidos «informes sobre el emplazamiento y
desplazamiento de los hom bres a cada hora del día» (p. 11); absoluto
aislamiento del núcleo de operaciones («una cuidadosa censura de todo
contacto con el m undo exterior», p. 15) y una clara centralización del
poder de determinación de estrategias, «siendo el guardián y su ayudan
te los únicos oficiales dedicados a form ular políticas» (p. 10).
Otra condición que contribuye a la instauración de la burocracia ma
quinal es una especial necesidad de seguridad. Las organizaciones que fle
tan aviones o apagan incendios tienen que m inimizar sus riesgos, de ahí
que estas burocracias de seguridad formalicen en grado sumo sus proce
dimientos para garantizar que se desempeñan al pie de la letra. Pocas
personas tomarían un avión de unas líneas aéreas provistas de estruc
tura orgánica, en la que los encargados del m antenim iento hicieran lo
que les pareciera más interesante en vez de seguir listas precisas de de
talles que revisar, y en la que los pilotos concibieran la m ejor forma de
aterrizar en la niebla cuando surgiera la necesidad. Un equipo de bom
beros tampoco puede llegar a la casa en llamas y luego m irar al jefe para
que les dé las órdenes o decidir junto con los demás m iem bros quién
conectará la manguera y quién se subirá a la escalera. Los entornos de
estas organizaciones pueden parecer dinámicos, pero de hecho la mayo
ría de contingencias con que se encuentran son predictibles —las han
visto ya muchas veces— y así han llegado a formalizarse los procedim ien
tos de su tratam iento. (N aturalm ente, una contingencia inesperada obli
gará al equipo a recurrir a una estructura orgánica.)
También podemos nom brar burocracias de contingencia a organiza
ciones como los cuerpos de bomberos.^ No existen con el fin de propor
cionar servicios rutinarios, sino de estar siempre listos para el momento
en que surja la necesidad de servicios no rutinarios. Pero, dado que éstos
son críticos, las organizaciones tienen que planificar procedim ientos ela
borados para poder reaccionar rápida y eficientemente ante todo aconte
cimiento de contingencia que pueda anticiparse. Sus operarios se pasan
el tiempo practicando los procedim ientos y aguardando que suceda un
acontecimiento, que esperan sea una de las contingencias previstas.
CONFIGURACIONES ESTRUCTURALES 377
Por últim o, observamos que la m oda ya no constituye un factor que
favorezca la configuración de la burocracia maquinal, estructura que fue
producto de la Revolución Industrial. En el curso de los dos últim os si
glos, y particularm ente a principios de éste, surgió como configuración
estructural predom inante (Rogers, 1975, p. 83), pero ya pasó la época de
su apogeo. Como veremos en breve, es atacada actualm ente por todos
los costados.
gen un conjunto de tareas sencillas y repetitivas que tienen que ser rea
lizadas precisa y consistentemente por seres humanos, la burocracia ma
quinal es la estructura más eficiente, incluso la única concebible.
Pero entre estas m ism as ventajas de la eficiencia m aquinal se hallan
asimismo todos los inconvenientes de dichas estructuras. Las m áquinas
constan de partes mecánicas; las estructuras organizativas, en cambio,
se form an a p artir de seres hum anos, y es ahí donde la analogía pierde
sentido. En prim er lugar, veremos los problem as hum anos que surgen
en el núcleo de operaciones cuando los individuos se consideran algo
más que m eros factores mecánicos en la producción; en segundo lugar,
com entarem os los problem as de coordinación que surgen en el centro
adm inistrativo cuando los conflictos no pueden resolverse m ediante la
normalización. Pero, en otro sentido, la analogía con las m áquinas se man
tiene y nos ayuda a definir el tercer conjunto de problem as que vamos a
señalar (los de la adaptabilidad en el ápice estratégico). Las m áquinas se
diseñan con fines concretos, y es sum am ente difícil modificarlas cuando
cam bian las condiciones.
Problemas humanos en el núcleo de operaciones. Cuando era ejecuti
vo de Sears, Roebuck & Co., Jam es W orthy (1959) escribió una incisiva y
mordaz crítica de la burocracia m aquinal en su obra Big Business and
Free Men (La gran em presa y los hom bres libres). Intentaba descubrirlas
raíces de los problem as hum anos en dichas estructuras, relacionándolas
con el movimiento de la «gestión científica» que se impuso en América
y, más adelante, en la Unión Soviética5 en el prim er tercio de este siglo,
viendo ai fundador de dicha tendencia, Frederick W. Taylor, como la
máxima expresión de la personalidad atraída por la burocracia maquinal:
Su auténtica obsesión por controlar el entorno que lo rodeaba se
expresaba en todo lo que hacía: en su vida familiar, en el cuidado de
su jardín, en la forma en que jugaba al golf; incluso el paseo que
daba por la tarde no era un asunto casual, sino algo que había que
planear cuidadosamente y cumplir con rigidez. No dejaba nada a
merced de las circunstancias, si podía evitarlo de algún modo...
De sus escritos y de su biografía nos llega una impresión de un ca
rácter rígido e inseguro, desesperadamente temeroso de lo desconocido
y de lo imprevisto, sólo capaz de hacer frente al mundo con cierta ecua
nimidad si se ha hecho todo lo posible por mantener a ese mundo en
5. Fue allí donde vio su «mayor apogeo», fom entado por Lenin «como medio para acelerar
Ja producción industrial» (p. 77). W orhty percibe adem ás los «interesantes paralelism os entre el
com unism o y la gestión científica. En am bos casos, los trabajadores se observan como medios,
no com o fines; m ás como hacedores que como planificadores o iniciadores; para ser manipulados
(m ediante la persuasión, de ser posible, o m ediante la coacción, de ser necesario) según intereses
y necesidades ajenos a Jos suyos» {p. 78). W orthy observa asim ism o una relación en el sentido
contrario, entre la estructura regulada y el gobierno centralizado. Al escribir sobre la descon
fianza am ericana en la planificación nacional, com enta: «Pero dejem os que se produzca un grave
declive del negocio, que el actual funcionam iento uniform e de los m ercados se desm orone bajo
los golpes de la adversidad económ ica, y la costum bre de pensar en térm inos de una organiza
ción m aquinal de la em presa facilitará el concepto de una organización de la economía» (p. 79),
CONFIGURACIONES ESTRUCTURALES 379
su sitio y protegerse contra cualquier cosa que pueda desbaratar sus
minuciosos y concienzudos planes (pp. 74-75).*
W orthy reconoce la aportación de Taylor a la eficiencia, según una
definición lim itada de la misma. Pero la iniciativa del trabajador no en
traba en su ecuación de la eficiencia. Taylor «se imagina los papeles de
las personas dentro de la organización exactam ente del mismo modo en
que se pueda imaginar las partes componentes de un mecanismo. "Una
m áquina complicada, cuidadosam ente ajustada” era su imagen favorita
al hablar» (pp. 65-66). De modo que las organizaciones eficientes llegaron
a describirse como «máquinas de perfecto funcionamiento», los organi
gramas como «planos», y el papel de los analistas de estudios de méto
dos y tiempos como «ingeniería humana» (pp. 66-67).
El problem a fue que «los m étodos de ingeniería han dem ostrado ser
inadecuados para la organización humana» (p. 67). La suposición de que,
tal como lo definió Emery (1971), «pondremos orden en el sistema de
ingeniería y luego simplem ente se tratará de acoplarle el sistema social»
(p. 186), creó toda una serie de dificultades. El interés de Taylor por eli
m inar «todo posible trabajo intelectual» (Worthy, p. 67) de la sección
de taller también eliminó toda iniciativa posible de los trabajadores
de la misma. «... La m áquina carece de voluntad propia. Sus partes no
tienen ansias de actuar con independencia. Los pensamientos y la di
rección, incluso el objeto, tienen que proporcionarse desde fuera o des
de arriba. Para los que han heredado el punto de vista de Taylor, "la
naturaleza hum ana resulta engorrosa —inevitablemente, tal vez, y muy a
pesar nuestro; y hay que tenerla a raya en todo lo posible”» (p. 79). Tra
tar a las personas como «medios», como «categorías de status y de fun
ción en vez de como individuos», tuvo «la consecuencia de destrozar el
propio sentido del trabajo» (p. 70).
Ello ha resultado «un enorme derroche para la industria y la socie
dad», al «no reconocer y utilizar debidam ente el recurso más valioso de
la gestión; las complejas y m últiples capacidades humanas» (pp. 70, 69).
Las organizaciones han pagado un precio muy alto por estos enfoques
en las distintas manifestaciones de la resistencia obrera: ausentismo,
cambios frecuentes de personal, trabajos descuidados, huelgas, inclu
so auténticos sabotajes (Bjork, 1975). La fascinante obra de Studs Terkel
titulada Working (Trabajando, 1972), en la cual «los individuos hablan
de lo que hacen todo el día y de lo que sienten acerca de lo que hacen»,
proporciona capítulos que evidencian las reacciones de los trabajadores
ante las burocracias maquinales. Así es como describe su puesto un sol
dador de una fábrica de m ontaje de Ford en Chicago:
6. W orthy observa la expansión de esta m entalidad entre Jos seguidores de Taylor, desde la
sección de la fábrica hacia la estructura adm inistrativa y hacia íuera, hacia el propio entorno
de la organización, y, finalmente, hacia la sociedad culm inando con la propuesta realizada por
Gant en 1916, correspondiente a «una organización fantástica, denominada la "nueva m áquina”...
por lo visto, una especie de estado corporativo, vagamente previsto, cuyo sistema económico
consistiría ante todo en corporaciones de asistencia pública, gestionadas, naturalm ente, por in
genieros preparados en el cam po de la gestión científica» (pp. 76-77).
380 ESTRUCTURACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
la batalla cuando supo el jefe de síaff del ejército que había estado dan
do órdenes de que los hom bres avanzaran a través de un m ar de ba
rro» (p. 21).
La dicotomía form ulación/aplicación presupone dos condiciones fun
dam entales para poder funcionar con efectividad: 1) el form ulador dis
pone de inform ación completa, o al menos la m ejor disponible para el
aplicador, y 2) la situación es lo suficientemente estable o predictible
como para garantizar que no se precise una reform ulación durante la
aplicación. A falta de una de estas condiciones, se desmorona la dicoto
mía, surgiendo sim ultáneam ente la formulación y la aplicación, en una
m odalidad más adaptativa que planificadora (Braybrooke y Lindblom,
1963; Mintzberg, 1973b).
Sí el director general no puede conseguir la inform ación que necesita,
bajo ningún concepto será capaz de form ular una estrategia sensata. La
burocracia m aquinal está diseñada de acuerdo con la dudosa suposición
de que, incluso en épocas de cambio, el SID proporciona la información
necesaria a través de la jerarquía hasta llegar a la cum bre. El caso del
m ar de barro presenta el ejemplo más literal de la incapacidad de mane
jo de inform ación «blanda» del SID. Tal como describió Crozier (1964)
en el caso de las agencias gubernam entales francesas, el problem a de es
tas estructuras es que el poder de formulación de estrategias se sitúa en
un lugar distinto a la información necesaria.
El diseño de la burocracia m aquinal supone asimismo que la estra
tegia form ulada en un lugar puede luego aplicarse en otro, suposición
que resulta razonable en condiciones estables, con tal que el m undo se
esté quieto (o al menos experim ente cambios previsibles) m ientras se
va desplegando el plan. Desafortunadam ente, son demasiados los casos
en que el mundo se mueve e insiste en cam biar de modo imprevisible.
Ello impone la necesidad de adaptación, de alterar la estrategia en el
curso de su aplicación. «La dirección racional de grandes masas requie
re una planificación, y ésta, a su vez, precisa un alto nivel de estabilidad
y de calma. Las condiciones del combate son fluidas, sometidas en gra
do sumo a m erced del azar» (Feld, 1959, p. 17). Bajo condiciones tan
fluidas, bien el formulador tiene que aplicar su propia estrategia a fin
de poder reformularla durante su aplicación, tal como sucede en la es
tructura simple, rodeada por un entorno sencillo y dinámico, o bien los
aplicadores tienen que responsabilizarse de la formulación, prestándose
a la adaptación, tal como sucede en la adhocracia, que descentraliza el
poder de determinación de estrategias en vista de su entorno complejo
y dinámico.
A partir de este comentario, surgen dos conclusiones: En prim er lu
gar, que las estrategias tienen que ser formuladas fuera de la estructura
de la burocracia maquinal si han de ser realistas, y en segundo lugar,
que la dicotomía entre la formulación y la aplicación deja de tener re
lieve en épocas de cambios imprevisibles. Juntando estas dos conclu
siones, vemos que las burocracias maquinales son, fundamentalmente,
estructuras poco propensas a la adaptación, poco dispuestas a cambiar
sus estrategias. Pero esto no tiene por qué sorprendem os: al fin y al
CONFIGURACIONES ESTRUCTURALES 391
cabo, las m áquinas se conciben como objetos especiales, no generales, y
ello podría afirm arse también de las burocracias maquinales.
Como señaló R. G. H unt (1970), son organizaciones de rendim iento, y
no de solución de problemas. Los diagnósticos estratégicos no forman
parte de su repertorio de procedim ientos normativos de funcionamien
to. Las burocracias maquinales dan el m ejor resultado en entornos esta
bles porque han sido diseñadas para misiones específicas y predeterm i
nadas. Su fuerte no es la innovación sino la eficiencia. Una organización
no puede ponerle anteojeras al personal y luego esperar que tenga una
visión com pleta de lo que ocurre alrededor. Los directivos de la burocra
cia m aquinal son recompensados por m ejorar la eficiencia operativa, re
duciendo costes y hallando m ejores controles y normas, pero no por
arriesgarse, poner a prueba nuevos com portam ientos ni por fom entar la
innovación. Los cambios desbaratan por completo los procedimientos
normativos de operación; en la burocracia maquinal todo está perfecta
mente acoplado, m inuciosamente coordinado; si se cambia un eslabón,
tiene que diseñarse de nuevo toda la cadena de operaciones; si se cam
bia un elemento de una estrategia integrada, la estrategia se desintegra.
Así pues, las em presas siderúrgicas y las oficinas de correos no son
notables innovadoras, y el automóvil actual dista poco del fabricado en
tiempos de Henry Ford. (Comparemos las generaciones de ordenadores
o de aviones en los últim os veinticinco años —productos de estructuras
muy distintas, como veremos en el capítulo 21— con los automóviles de
los últimos cincuenta.) Como señalan Hlavacek y Thompson (1973);
Vemos que, en un extremo, no se reconocen la necesidad ni los proble
mas de la innovación; no se proporciona una estructura especial; la
innovación de nuevos productos no es una condición importante para la
supervivencia. La industria automovilística representa un ejemplo de
este extremo: los cambios correspondientes a nuevos productos son su
perficiales; las apariencias de cambio suelen surgir a consecuencia de
los enormes gastos de publicidad que defienden la singularidad del nue
vo modelo. El problema de la innovación no alcanza ninguna expresión
organizativa, y la burocracia ejerce su suprema soberanía (p. 365).
Cuando las burocracias maquinales se ven obligadas a cam biar de
estrategias, los altos directivos suelen actuar de modo ideosincrático; al
no tener costum bre de instaurar sem ejantes cambios, sus SID han ocul
tado en cierta medida los cambios necesarios, y las estructuras de que
disponen no están preparadas para recibir el cambio que se acabe pro
poniendo (Normann, 1971, p. 214). Los altos directivos sólo parecen te
ner éxito cuando tienen la fuerza suficiente como para dejar de lado
sus sistemas burocráticos de información y de control y responsabili
zarse personalm ente de los asuntos. En otras palabras, paradójicam en
te, los altos directivos sólo consiguen cambiar la burocracia maquinal
revirtiéndola provisionalmente a la estructura simple, más escueta y
flexible.
En conclusión, la burocracia m aquinal es una configuración estructu
ral inflexible. Al igual que una m áquina, está diseñada para un solo fin.
392 ESTRUCTURACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
LA ESTRUCTURA BASICA
El trabajo del núcleo de operaciones. Vemos tam bién aquí una con
figuración com pacta de los parám etros de diseño. Cabe subrayar que la
burocracia profesional cuenta para su coordinación con la normaliza
ción de las habilidades y con el correspondiente parámetro de diseño,
la preparación y el adoctrinamiento. Contrata a especialistas debidamen
te preparados y adoctrinados —profesionales— para su núcleo de opera
ciones, confiriéndoles a continuación un control considerable sobre su
propio trabajo. El trabajo está sum am ente especializado en la dimen
sión horizontal, pero am pliado en la vertical.
El control sobre su propio trabajo implica que el profesional traba
ja con relativa independencia de süs colegas, pero en estrecho con
tacto con su clientela. Por ejemplo, «la autonom ía de los m aestros está
reflejada en la estructura de los centros escolares, dando pie a lo que
podría denom inarse su soltura estructural. El m aestro trabaja solo en
la clase, relativam ente oculto de sus colegas y superiores, y dispone de
una am plia libertad de acción dentro de los lím ites de la clase» (Bid-
well, 1965, pp. 975-976). Muchos médicos atienden asimismo a sus enfer
mos de este modo, y los contables m antienen un contacto personal con
las em presas cuyas cuentas intervienen.
La m ayoría de la coordinación necesaria entre los profesionales opera
tivos corre a cargo de la normalización de sus habilidades y conocimien
tos, es decir, según lo que han aprendido a esperar de sus colegas. «... El
sistem a funciona porque todos saben que los demás tienen idea de lo
que está pasando» (Meyer, citado en Weick, 1976, p. 14). D urante una
intervención tan larga y com pleja como es la de corazón abierto, «es muy
poco lo que se dicen [el anestesista y el cirujano] antes de abrir el pe
cho y durante el procedim iento quirúrgico en el corazón en sí; las líneas,
los ritm os y las señales luminosas de los equipos indican lo que tiene que
hacer y hacen cada uno de ellos. Las operaciones transcurren en un si
lencio absoluto, particularm ente m ientras se está abriendo, el pecho»
(Gosselin, 1978). Quizá se verá más claro si lo exponemos a la inversa,
como en el chiste que m uestra a cuatro cirujanos alrededor del paciente
tendido en la mesa de operaciones, y uno de ellos pregunta: «¿Quién
abre?» * Las asignaturas de Política y de Marketing de las escuelas em
presariales pueden integrarse de forma parecida sin que se hayan cono
cido jam ás los dos profesores en cuestión. M ientras los temas estén nor
malizados, cada uno sabe más o menos lo que enseña el otro.
* Who opens?, en el original. El chiste juega con el doble sentido de quién abre al enfermo
y quién abre en una partida de bridge. (N. de los T.)
CONFIGURACIONES ESTRUCTURALES 395
El grado de normalización del trabajo profesional de complejidad
considerable puede ilustrarse en un artículo que leyó Spencer (1976)
antes de una reunión de la Sociedad Internacional Cardiovascular. Spen
cer señala que «para llegar a ser un buen cirujano clínico hay que atra
vesar una larga preparación, de cinco años o más» (p. 1.178). Un im por
tante aspecto es la «práctica repetitiva» para crear un «reflejo autom á
tico» (p. 1.179), autom ático hasta tal punto, que Spencer tiene una serie
de «recetarios» quirúrgicos en los que enumera, incluso para las ope
raciones «complejas», las etapas esenciales en forma de cadenas de trein
ta o cuarenta símbolos en una sola hoja que «deberán repasarse men
talm ente en 60/120 segundos en algún momento del día anterior a la
intervención» (p. 1.182).
Pero, por normalizados que estén los conocimientos y las habilidades,
su com plejidad garantiza que se siga teniendo una considerable liber
tad de acción a la hora de aplicarlos. Nunca habrá dos profesionales (dos
cirujanos, dos m aestros ni dos asistentes sociales) que los apliquen de
forma idéntica. Se requieren muchos juicios, tal como señala Perrow
(1970) respecto a los policías, entre otros:
Existen numerosos planes: cuándo suspender la asistencia, cuándo de
senfundar la pistola, cuándo aislar una zona, cuándo llamar al FBI,
y cuándo sacar a un niño de su hogar. La existencia de estos planes
no proporciona un criterio para elegir el más efectivo... La decisión no
depende de un ordenador, sino del juicio humano. El policía tiene que
decidir si va a intentar dispersar a la pandilla callejera o llamar para
que le envíen refuerzos. El funcionario de asistencia pública es quien
decide si los muebles nuevos representan un gasto admisible y el asesor
del instituto de enseñanza media tiene que decidir si va a recomendar
un programa universitario preparatorio o vocacional. Las categorías
canalizan y dan forma a estos juicios humanos, pero no logran susti
tuirlos (p. 216).
La preparación y el adoctrinam iento constituyen un asunto complica
do en la burocracia profesional. La preparación inicial suele recibirse
durante varios años en una universidad o institución especializada.
Aquí las habilidades y los conocimientos de la profesión serán formal
mente program ados en el incipiente profesional. Pero en muchos casos
ello sólo representa una prim era etapa, aun siendo la más im portante;
va seguida a menudo de un largo período de preparación práctica, como
el que atraviesan los internos en los hospitales o los aprendices de con
tabilidad. En estos casos se aplican los conocimientos formales y se per
fecciona la práctica de las habilidades bajo la estricta supervisión de
miembros de la profesión. La preparación práctica completa asimismo el
proceso del adoctrinam iento, que se inicia durante la educación formal.
Una vez concluido dicho proceso, la asociación profesional suele exami
nar al candidato para determ inar si dispone de las habilidades, las nor
mas y los conocimientos necesarios para introducirse en el campo. Ello
no implica, sin embargo, que el individuo «se examine por última vez
en su vida, ni que se le considere absolutam ente completo» de modo
396 ESTRUCTURACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
1, Un excelente ejem plo relacionado con esto, una com paración de la prisión como burocra
cia m aquinal (desorientación hacia la custodia) y como burocracia profesional (de orientación
ha<pia el rehabiJitam ieilto), es el ofrecido por Cressey (1958 o 1965, pp. 1.044-1.048). Van de Ven y
Delbecq (1974) com entan tam bién esta tricotom ía de acuerdo con program as «sistematizados»
que especifican en detalle tanto los medios como los fines, program as «de libertad de acción» que
especifican los fines y un repertorio de medios, pero requieren que el operario seleccione los
medios según los fines, y program as «de desarrollo», para las tareas sum am ente variables, que
pueden especificar los fines generales pero no los m edios para alcanzarlos.
400 ESTRUCTURACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
1
Subdirector Subdirector Subdirector Subdirector Subdirector Subdirector
planificación finanzas administración Macdonald investigación académico
Nota: Este organigrama, que no es oficial, fue confeccionado por el autor en base a documentos de la propia Universidad.
cierto control sobre las decisiones que atañen a su trabajo. Por otra
parte, los adm inistradores de dedicación exclusiva que desean ejercer
un poder sobre estas estructuras tienen que ser m iem bros titulados de
la profesión, y, preferiblem ente, haber sido elegidos por los operarios
profesionales, o al menos designados con el beneplácito de los mismos.
Lo que surge, por consiguiente, es una estructura adm inistrativa bas
tante democrática; los jefes de cada departam ento de la universidad,
electos en su mayoría, junto con los decanos, los subdirectores y el
director (todos académicos por obligación), tienen que trabajar junto
con una jerarquía paralela de comités de profesores, electos también
en su mayoría, que com prenden desde el comité de curriculum de un
departam ento hasta el poderoso senado de la universidad (mostrado
junto con sus propios subcomités en la fig. 19-2). Ello puede observar
se claram ente en la figura 19-3, que m uestra el organigrama de un hos
pital clínico típico. La plétora de comités figura en el lado derecho,
partiendo de los departam entos médicos y subiendo a través del Con
sejo de Médicos y Dentistas directam ente hasta el Consejo de Admi
nistración, y prescinde com pletam ente de la jerarquía directiva. (Ob
servemos asimismo el gran núm ero de servicios de apoyo en la orga
nización y la relativa ausencia de unidades tecnocráticas.)
La naturaleza de la estructura adm inistrativa —que recurre a la adap
tación m utua para su coordinación— indica que los dispositivos de enla
ce, poco frecuentes en el núcleo de operaciones, sí son parám etros de di
seño im portantes en la línea media. Abundan los comités permanentes
y los equipos de trabajo ad hoc, corno pudo observarse en la figura 19-3;
se designa cierto núm ero de puestos para integrar los esfuerzos admi
nistrativos, como sucede con el jefe de cirugía en un hospital; y algunas
burocracias profesionales incluso utilizan estructuras m atriciales en la
administración.
Debido al poder que ostentan sus operarios, las burocracias profe
sionales se denominan a veces organizaciones «colegiales». De hecho, al
gunos profesionales las describen como pirám ides invertidas, en las que
los operarios profesionales aparecen encima y los adm inistradores aba
jo, dispuestos a servirlos, para asegurarse de que las instalaciones qui
rúrgicas se mantengan limpias y que haya siem pre tiza en las clases. Así
comenta el conocido sociólogo Amitai Etzioni (1959):
...en las organizaciones profesionales, la correlación experto-sí«// di-
rectivo-línea, si es que existe la correlación ya en un principio, queda
invertida... Los directivos de las organizaciones profesionales se encar
gan de actividades secundarias, administrando los medios para la acti
vidad principal realizada por los expertos. En otras palabras, si existe
alguna relación staff- línea, los expertos constituyen la estructura de
línea (la autoridad principal) y los directivos, el staff... La decisión in
terna final permanece, desde un punto de vista funcional, en manos de
varios profesionales y de sus cuerpos decisores. El profesor decide qué
investigación va a iniciar y, en un grado considerable, qué va a ense
ñar; el médico determina el tratamiento que habrá que administrarle
al enfermo (p. 52).
Consejo de médicos y Dentistas
Consejo asesor del Director
personal hospitalario ejecutivo Comité ejecutivo
te estable como para permitir que estas habilidades queden bien defini
das, llegando incluso a normalizarse. De ahí que el entorno sea el princi
pal factor de contingencia para la burocracia profesional.
En cambio, los factores de la edad y del tam año son de m enor impor
tancia; las organizaciones profesionales de gran envergadura suelen
estar algo formalizadas (Holdaway et al., 1975; Bidwell, 1965, p. 1.017)2
y tienen que tener estructuras de apoyo de staff más desarrolladas (Bid-
well, 1965, p. 977), pero ello no implica que no puedan existir burocra
cias profesionales pequeñas o de corta edad. La burocracia maquinal
necesita un tiempo de arranque debido a que deben consolidarse las nor
mas dentro de la organización, y atraviesa una etapa de estructura sim
ple antes de que empiecen a rutinizarse sus procedim ientos. En cambio,
en la burocracia profesional los empleados cualificados aportan las nor
mas a la organización, trayéndolas consigo cuando se vinculan a ella;
por consiguiente, el período de arranque es breve. Si introducim os a
un grupo de médicos en un nuevo hospital o a un grupo de abogados en
un despacho nuevo, no nos damos ni cuenta y ya están funcionando
como si llevaran años ahí. El tam año parecería constituir un factor de
contingencia de relativam ente poco relieve por el mismo motivo, y tam
bién porque los profesionales trabajan independientem ente en la mayo
ría de los casos. El contable que trabaja por cuenta propia se ajusta a
las mismas norm as profesionales que los 2.000 que trabajan en la em
presa de contabilidad, por lo cual las burocracias profesionales apenas
atraviesan un etapa de estructura simple durante sus años de formación.
El sistema técnico es un importante factor de contingencia, al me
nos por las características que no presenta dentro de la burocracia pro
fesional: no es ni sumamente regulador, ni sofisticado, ni automatizado.
Los operarios profesionales de esta configuración estructural requieren
una considerable libertad de acción en su trabajo, de modo que sirven
a menudo directa y personalm ente a sus clientes y el sistema técnico no
puede así ser excesivamente regulador, y bajo ningún concepto puede
automatizarse. Como señalan Heydebrand y Noell (1973), el profesio
nal se resiste a la racionalización de sus habilidades —la división de éstas
en etapas de fácil ejecución— porque ello las hace program ables por la
tecnoestructura, destruyendo su base de autonom ía y conduciendo a la
estructura hacia una forma de burocracia maquinal.
Tampoco puede sofisticarse el sistema técnico, puesto que ello obli
garía al profesional a entablar una relación de trabajo más estrecha con
sus colegas y más distante con sus clientes, haciendo que la organiza
ción adoptase otra estructura (la forma adhocrática). El cirujano utiliza
el bisturí y el contable el lápiz; ambos tienen que estar bien afilados,
2. Boland (1973) las encuentra tam bién más dem ocráticas, lo que parece radicar en su ma
yor formalización: «El profesorado de las instituciones mayores desarrolla m ucho m ás frecuen
tem ente un fuerte gobierno de sí mismo. En cam bio, el de las instituciones m enores se ve más
a m enudo a la merced de los decretos de los oficiales adm inistrativos» (p. 636). Ello nos re
cuerda la situación descrita por Crozier en la que los operarios de las grandes organizaciones
burocráticas introducen reglas que protegen sus propios intereses. Pero ello parece beneficiar más
a los operarios en las burocracias profesionales que en las m aquinales; en las prim eras, las re
glas fijan los medios para el verdadero autogobierno, m ientras que en las segundas establecen una
m era protección de los trabajadores contra los deseos arbitrarios de los jefes.
CONFIGURACIONES ESTRUCTURALES 413
pero aparte de eso son instrum entos sencillos y comunes; no obstante,
perm iten que sus usuarios desarrollen independientem ente lo que pueden
llegar a ser funciones de suma complejidad. Los instrum entos más sofisti
cados, como el ordenador de una em presa de contabilidad o la unidad
de cuidados coronarios en un hospital, reducen la autonom ía del pro
fesional obligándole a trabajar en equipos m ultidisciplinarios, como lo
hace la adhocracia. Dichos equipos se ocupan en gran parte del diseño,
de la modificación y del m antenim iento de los aparatos, cuya operación
despersonaliza la relación entre el profesional y los clientes por ser
generalm ente reguladores y estar a menudo automatizados. De ahi que
en la forma pura de la burocracia profesional, la tecnología de la orga
nización —su base de conocimientos— es sofisticada, a diferencia del
conjunto de instrumentos que utiliza para aplicar dicha base de cono
cimientos, que no lo es.
Así pues, el perfecto ejemplo de burocracia profesional es la organi
zación de servicio personal, al menos aquella cuyo trabajo es estable y
complejo. Las escuelas y las universidades, las em presas de considting,
las asesorías jurídicas y contables, y las agencias de asistencia social re
curren a esta configuración estructural m ientras no se concentran en la
innovación de soluciones para problem as nuevos sino en la aplicación
de program as normativos a problem as bien definidos. Lo mismo puede
afirmarse de los hospitales, al menos en los casos en que disponen de
sistemas técnicos sencillos. (En las zonas que requieren equipos más
sofisticados —de núm ero creciente, según parece, particularm ente entre
los hospitales clínicos—, el hospital se inclina por una forma híbrida, con
características propias de la adhocracia. Las fundaciones de investigación
también parecen encam inarse en la misma dirección, así como la uni
versidad, orientando la investigación más hacia la innovación que ha
cia la práctica clínica y que hacia la enseñanza.3 Son parecidas las reper
cusiones de las condiciones dinámicas del entorno, también de creciente
frecuencia en los hospitales clínicos. Pero todas estas fuerzas quedan mi
tigadas en gran medida por la enorme preocupación por la seguridad
que presentan los hospitales: sólo puede utilizarse con los clientes re
gulares lo que ha sido com probado en detalle. Las instituciones a las cua
les se confían las vidas de sus clientes tienen una natural aversión a
las estructuras orgánicas menos controladas, como la adhocracia.)
Gran parte del sector de servicios de la sociedad actual aplica de
hecho program as norm ativos a problem as claram ente definidos, de ahí
que la estructura de la burocracia profesional suela predom inar en las
mismas. Y, dado el enorme crecimiento del sector en las últim as décadas,
vemos que la burocracia profesional ha llegado a convertirse en una de
las configuraciones estructurales predom inantes.
H asta el momento, todos los ejemplos que hemos visto corresponden
3. No obstante, la descripción de Kuhn (1970) respecto a las investigaciones científicas nos da
la clara im presión de que por lo general (concretam ente, durante las épocas de lo que él deno
mina ciencia «normal», cuando los investigadores están elaborando y perfeccionando un «para
digma» determ inado) la estructura de la burocracia profesional puede ser igualmente adecuada.
Sólo es durante las «revoluciones» científicas cuando la adhocracia resulta, evidentem ente, m ás
adecuada.
414 ESTRUCTURACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
una sola vez» (p. 1.181). Ello plasm a la sensación de seguridad que ex
perim entan los profesionales y sus clientes en las burocracias profesio
nales. El alfarero provenzal anticipa pocas sorpresas cuando abre el hor
no, al igual que los pacientes del doctor Spencer al tenderse en la mesa
de operaciones. Saben que el program a ha sido ejecutado tantísim as ve
ces —tanto por este cirujano como por tantos otros cuyas experiencias
conoce a través de las publicaciones—, que la posibilidad de que se co
m eta un error ha quedado minimizada. Los hospitales ni siquiera llegan
a ejecutar nuevos program as con sus pacientes regulares hasta que han
sido exhaustivam ente puestos a prueba y aprobados por la profesión.
De modo que el cliente de la burocracia profesional puede quedar satis
fecho sabiendo que el profesional que va a servirle recurrirá a enormes
cantidades de experiencia y de habilidad, las aplicará de modo perfec
cionado y no experim ental, y sin duda estará sum am ente motivado al de
sarrollar el procedim iento.
Pero hallam os precisam ente entre estas mismas características de
dem ocracia y de autonom ía los principales problem as de la burocracia
m aquinal, puesto que no existe prácticamente control alguno del trabajo
fuera de la profesión, ni forma alguna de corregir las deficiencias que los
propios profesionales decidan pasar por alto. Y lo que suelen pasar por
alto son los im portantes problem as de coordinación, libertad de acción
e innovación que surgen en dichas estructuras.
Problemas de coordinación. La burocracia profesional sólo puede
coordinarse efectivamente m ediante la normalización de las habilida
des. La supervisión directa y la adaptación m utua quedan descartadas
como violaciones directas de la autonom ía profesional, en el prim er caso
por parte de los adm inistradores, y en el segundo por parte de los co
legas. Y la normalización de los procesos de trabajo y de los outputs no
resulta efectiva para un trabajo tan complejo, con outputs de difícil
definición. Pero la normalización de las habilidades es como máximo
un mecanismo de coordinación poco estricto, incapaz de hacer frente
a las múltiples necesidades que surgen en una burocracia profesional.
Existe en prim er lugar una necesidad de coordinación del profesional
con el staff de apoyo. Para el profesional, la solución es fácil: él da las
órdenes. Pero eso sitúa al m iem bro del staff de apoyo entre dos sistemas
de poder que lo presionan de modos distintos, quedando por encima
suyo el poder vertical de la autoridad de línea y a su lado el poder
horizontal de la experiencia profesional.
Quizá sean más graves los problem as de coordinación entre los mis
mos profesionales. A diferencia de las burocracias m aquinales, las buro
cracias profesionales no son entidades integradas, sino colecciones de in
dividuos que se reúnen para aprovechar recursos y servicios de apoyo
comunes, pero que por lo demás prefieren que se los deje en paz. Mien
tras el proceso de encasillamiento funcione efectivamente, no se los mo
lesta; pero ese proceso nunca puede ser capaz de evitar que las contin
gencias logren introducirse en las ranuras que existen entre los progra
mas normativos. El m undo es un sistema entrem ezclado y continuo; lo
CONFIGURACIONES ESTRUCTURALES 419
dividimos en pedazos para poder com prenderlo, pero eso, inevitablemen
te, lo deforma. Las necesidades que quedan en el margen o que coinciden
con partes de dos categorías suelen verse obligadas —artificialmente— a
encajar dentro de una u otra. En la medicina contemporánea, por ejem
plo, el cuerpo hum ano no se trata como un sistem a integrado con partes
interdependientes, sino más bien como una colección de órganos conecta
dos entre sí que corresponden a especialidades distintas. Para el enfermo
cuyo mal encaja perfectam ente en una de ellas, no surgen problemas
de coordinación, pero para otros —el enfermo situado a medio camino
entre la psiquiatría y la medicina interna, por ejemplo— ello implica re
petidos traslados en busca del departam ento adecuado; un proceso lento
cuando el tiempo representa un factor crítico. En las universidades, el
proceso de encasillam iento puede ser igualmente artificial, como sucedió
con el profesor interesado en la estructura de los sistemas de produc
ción situados a medio camino entre los departam entos de operaciones y
de com portam iento organizativo de su escuela de ciencias empresariales,
motivo por el cual no consiguió que se le otorgara un puesto.
En realidad, el proceso de encasillamiento resulta ser fuente de mu
chísimos conflictos en la burocracia profesional. Son numerosas las lu
chas políticas que surgen a raíz de la continua revalorización de con
tingencias, imperfectamente concebidas, formando programas artificial
mente diferenciados.
Problemas de libertad de acción. La suposición subyacente en el
diseño de la burocracia profesional es que el proceso de encasillamiento
retiene toda la incertidum bre en determ inados puestos profesionales.
Tal como hemos visto, dicha suposición resulta a menudo falsa, en de
trim ento del rendim iento dé la organización. Pero incluso cuando fun
ciona surgen problem as, puesto que deja toda la libertad de acción en
manos de profesionales individuales cuyas complejas habilidades, por
normalizadas que estén, requieren el uso de un juicio considerable. Pue
de que ello sea adecuado para los profesionales competentes y concien
zudos, pero, desafortunadam ente, no todos lo son, y la estructura de la
burocracia profesional no puede hacer frente fácilmente a los profesio
nales incompetentes o inconscientes.
Nunca son idénticas las habilidades de dos profesionales, de modo
que el cliente que se ve obligado a elegir entre ellos (a elegir en la igno
rancia, porque, a partir del momento en que precisa una ayuda profesio
nal, se sobreentiende que carece de los conocimientos especializados para
poder valerse por sí mismo), viéndose expuesto a una especie de ruleta
rusa, casi literalm ente en el caso de la medicina, en la que una sola deci
sión puede ser cuestión de vida o m uerte. Pero ello es inevitable y no se
puede hacer gran cosa, aparte de utilizar los mejores procedimientos de
selección para los candidatos de las escuelas de preparación.
Es todavía más grave el caso de los profesionales inconscientes, los
que se niegan a actualizar sus habilidades una vez conseguido el títu
lo, que se preocupan más por sus ingresos que por los clientes, o que se
quedan tan fascinados por sus habilidades, que olvidan las necesidades
420 ESTRUCTURACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
LA ESTRUCTURA BÁSICA
Los parámetros de diseño. Cabe subrayar que la forma divisional
recurre a la agrupación a base del mercado para las unidades de la
parte superior de la línea media. Se crean divisiones según los m erca
dos a los que se atiende, a las que se concede acto seguido control so
bre las funciones operativas precisas para servir a los mismos. De ahí
que en la figura 20-1, que m uestra un organigram a típico de la em presa
de fabricación divisionalizada, cada división se ocupa de sus propias
actividades de com pras, ingeniería, fabricación y marketing. La disper
sión (y duplicación) de las funciones operativas minimiza la interde
pendencia entre divisiones, de modo que cada una de ellas puede fun
cionar como entidad semiautónoma, sin necesidad de coordinarse con
las demás. Según los térm inos de Weick (1976), el sistema está «apenas
acoplado», «vinculado débil o infrecuentem ente, lentam ente o con in
terdependencias mínimas» (p. 5), lo que permite a su vez que gran nú
mero de divisiones queden agrupadas al mando de la sede central, es
decir, que en la forma divisional el ámbito de control del ápice estraté
gico puede ser bastante amplio.
Esta disposición estructural conduce naturalm ente a una acusada
descentralización de la sede central: a cada división se le delega el po
der necesario para tom ar las decisiones correspondientes a sus propias
operaciones. Pero la descentralización que precisa la forma divisional está
sumamente limitada: no tiene por qué trascender de la delegación de los
pocos directivos de la sede central a unos cuantos más, que están al man
do de las divisiones. En otras palabras, la forma divisional requiere una
descentralización de tipo paralelo, vertical y limitado. En realidad, las es
tructuras divisionales pueden resultar de naturaleza algo centralizada.
Multiversity, en el original. De uni-versidad a m ulti-versidad. [N. de los T.)
428 ESTRUCTURACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
nal, como suele suceder en las estructuras simples, las burocracias ma
quinales y las adhocracias, el director de división se ve obligado a utili
zar un sistema de planificación de acciones para garantizar que el per
sonal de la división se encamine hacia los objetivos de rendim iento. La
planificación de acciones impone norm as todavía más concretas respecto
a las decisiones y acciones entre el personal bajando por la línea de auto
ridad. Ello equivale a una presión a favor de la formalización (y la buro-
cratización) de la estructura de la división, particularm ente de la estruc
tura simple y de la adhocracia, que ya parten de una base orgánica. De
modo que la forma divisional hace que las divisiones se vuelvan más cen
tralizadas y formalizadas de lo que serían si funcionaran independiente
mente. (Éste sería, naturalm ente, el efecto previsto según la hipótesis 14,
dado que la sede central proporciona una forma específica de control ex
terno de la división.) Son éstas dos características típicas de la burocra
cia maquinal. Concluimos así que la divisionalización conduce a la es
tructura de las divisiones hacia la forma de la burocracia maquinal, in
dependientemente de cuáles sean sus tendencias naturales. El sistema de
control del rendim iento de la forma divisional debilita la naturaleza orgá
nica de la estructura simple y de la adhocracia; m inando asimismo la
noción de la autonom ía del operario en la burocracia profesional.2 La
burocracia maquinal es la única forma cuya estructura fundam ental no
cambia con la divisionalización.
¿Por qué sucede pues que se utiliza tan a menudo en la literatura el
térm ino «divisionalización» como sinónimo de «descentralización» (e, im
plícitamente, de desburocratización)? Hallarem os sin duda la respues
ta en los orígenes de la configuración: a m edida que determ inadas cor
poraciones americanas de estructura burocrática maquinal crecieron y
diversificaron sus mercados a principios de este siglo, la gestión se volvió
cada vez más difícil por ser tan burocráticas y centralizadas. El desarro
llo de la forma divisional —en DuPont, en el año 1921 (Chandler, 1962)—
les cayó del cielo. En vez de diseñarse una estructura funcional integrada,
podía crearse un conjunto, con una para cada mercado. Se evitaban así
los embotellamientos del ápice estratégico, perm itiendo menos centrali
zación y formalización, de modo que, com parada con la estructura de la
burocracia maquinal —es decir, con una burocracia maquinal global para
todos los mercados—, la forma divisional reducía la centralización glo
bal de la estructura, creando m uchas burocracias maquinales menores
y más concentradas sobre un aspecto determinado.
2. De hecho, no podía suceder de otro modo. Si las divisiones seguían siendo burocracias
profesionales, por ejemplo. Jos operarios profesionales conservarían su poder acostum brado y su
control sobre la estructura adm inistrativa se extendería p or tanto m ás allá de ellas llegando
hasta la sede central; en consecuencia, el puesto del directivo de división no revestiría una espe
cial im portancia y toda la organización adoptaría la form a de una burocracia profesional. Lo
que hace que la estructura se divisionalice es la autonom ía directiva o de unidad, y no la au
tonom ía profesional. Por otra parte, si se concede una gran cantidad de poder a los directivos
de departam ento de una sola burocracia profesional, la estructura tiende a adoptar una form a di
visional. Esto sucedió, aparentem ente, cuando los decanos y Jos jefes de departam ento asum ie
ron m ucho poder en las universidades alem anas de principios de siglo, y por lo visto sucede
tam bién, por el mismo motivo aunque en m enor grado, en las universidades británicas actua
les (Beyer y Lodahl, p. 110).
CONFIGURACIONES ESTRUCTURALES 433
¿Pero cabe afirm ar que la form a divisional está intrínsecam ente des
centralizada, o, más concretam ente, más descentralizada que las demás
configuraciones estructurales? Desde luego que lo está más que la estruc
tura simple, cuyo poder está exclusivamente concentrado en un único
puesto. El caso de la burocracia m aquinal (que funciona en un m erca
do, tal como dicta su diseño) ya no está tan claro. ¿Cómo se sabe cuáJ
distribuye más am pliam ente su poder, una burocracia con descentraliza
ción horizontal lim itada, en la que unos cuantos analistas de la tecnoes-
tructura com parten el poder con los directivos del ápice estratégico, o la
provista de una descentralización vertical lim itada, en la que un con
junto de directivos de la parte superior de la línea m edia com parten
dicho poder? Resulta evidente que no está más descentralizada que la
burocracia profesional o la adhocracia, susceptibles de extensa descen
tralización hasta el fondo de la estructura lineal y hacia fuera, hasta
gran núm ero de especialistas operativos o de staff.
Por otra parte, existe otra alternativa más lógica que la form a divi
sional —la fragm entación com pleta de la organización— que resulta
también más descentralizada. Se alejan poco de las divisiones semiautó-
nomas controladas por una sede central las organizaciones totalm ente
autónomas, controladas cada una por su propio consejo de adm inistra
ción. En realidad, la form a divisional no surge a partir de la «descentra
lización» de una burocracia m aquinal que funciona en muchos mercados,
sino de la «centralización» de un conjunto de organizaciones indepen
dientes que funcionan en mercados distintos. Se consolidan formando
una sola «federación» con una configuración estructural de form a divi
sional, cediendo de paso cierto poder a una nueva sede central.
Paradójicam ente, es esto lo que sucedió en el ejemplo más famoso de
divisionalización, el que más frecuentem ente se pregona como «descen
tralización», la reestructuración instaurada por Alfred P. Sloan en Gene
ral Motors en los años veinte. Fue éste el ejemplo que inició las prim e
ras olas de divisionalización entre los 500 de Fortune, y el que ilustra la
falacia de la relación según la cual «divisionalización significa descen
tralización», puesto que, aunque Sloan sí divisionalizó General Mo
tors, bajo ningún concepto la descentralizó en absoluto. Como señaló
un conocido estudioso de sus acciones, «si tuviera que definirse en una
sola palabra la estructura de gestión de General Motors, tal como fue re-
concebida por Sloan y el excelente equipo que le rodeaba, ésta no sería
descentralización, sino centralización » (Harold Wolff, citado en Perrow,
1974, p. 38). Tal como cuentan Chandler (1962) e incluso Sloan (1963),
William C. D urant compuso la General Motors como un holdi'ig, pero
no llegó a consolidarlo formando una sola entidad. Se llamó a Sloan paia
que lo hiciera, y éste introdujo controles centrales que reducían el poder
de los directivos de unidad sometiendo el rendim iento de los mismos al
control de la sede central. En otras palabras, consolidó la estructura
de la forma divisional, centralizándola. (Más adelante en el presente
capítulo veremos que este proceso de centralización del poder en Gene
ral Motors ha seguido m anteniéndose hasta el día de hoy, de modo que
434 ESTRUCTURACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
9. Controlan también parte de las com pras de fuentes exteriores, la contratación, los des
pidos y la promoción de su propio personal («hasta cierto punto», p. V-37) y la asignación de
trabajo entre las fábricas de su jurisdicción.
CONFIGURACIONES ESTRUCTURALES 453
(b) Negocio en 19 69
Divisiones D ivisiones
Venta distribución de aparatos Tecnología y sistem as energéticos Program as linees aéreas Negocio sistem as comunicación
Negocio servicio aparatos Productos de turbinas de gas Proyectos motores comerciales M ateriales de construcción
Negocio equipos contratista Productos de energía nuclear Ingeniería del grupo Negocio compañía de suministro
Ventas industriales Operaciones de ventas de sistemas Fabricación del grupo General Electric
Negocia matates y mecanismos de fuerza Proyectos motores miniares Negocio servicios de información
de transmisión Productos de generadores de Negocio sistem as de transporte
Negocia mecanism os arranque turbinas a vapor
Negocio equipos distribución
y transformadores
Negocio de ocio Producios aire acondicionado Relaciones program as aeroespaciales Negocio Europa Negocio piezas electrodomésticos
iG
« doméstico
Negocio utensilios
domésticos
Ingeniería electrodomésticos
Fabricación electrodomésticos
Gestión productos electrodomésticos
Productos equipos aeronáuticos
Productos sistem as electrónicos
Productos sistem as de medio
Negocio lejano Oriente
Ventas internacionales
Negocio Am érica Latina
Química
Negocio
Negocio
y metalurgia
elementos electrónicos
sistem as médicos
« Negocio lámparas Operaciones venta y distribución ambiente y reentrada Canadran Geeeral Electric Negocio plásticos
o General Electric electrodomésticos Productos espaciales Company Lim ited'
£
•ë Broadcasting Company lnc* General Electric Technical
S (emisora radio) Services Company, Inc.*
General Electric (servicios técnicos)
Cablevision Corporation*
£ General Electric
o Credit Corporation*
Espectáculos Tomorrow, Inc.*
* Filial
10. Salter (1970) introduce otra etapa antes de esta últim a, las «empresas de producto único
que están geográficamente descentralizadas» (p. 30). Pero, según su definición, éstas correspon
den exactam ente a nuestras burocracias duplicadas. Se han comentado antes en este capítulo
porque parecen constituir un caso especial de burocracia m aquinal que no encaja en este con-
tinuum de creciente divisionalización.
460 ESTRUCTURACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
Xp Xo
Xp
Xo Xo
/ ingeniería indus
trial Xp Xp
8. Planificación y calendario de
los outpuis
9. Com pras
x0
x0 Xo
Xo
10. Ingeniería (aparte de la indus
trial) Xp
11. Investigación y desarrollo Xo. P Xo Xo
* X indica que la unidad de la sede central desem peña determ inadas funciones en campos
especificados para las divisiones. P indica que la participación corporativa tiene como fin esta
blecer políticas (establecer políticas, asesorar, proporcionar planteam ientos básicos). O indica la
responsabilidad de operaciones de la unidad de la sede central (desem peñar algunas actividades
de com pras para determ inadas divisiones, por ejemplo).
CONFIGURACIONES ESTRUCTURALES 461
glomeradas desempeñaban menos actividades en la sede central, con
centrándose en el control financiero, la planificación a largo plazo, la ase
soría jurídica y las relaciones laborales. Las em presas integradas pre
sentaban todas estas funciones además de la investigación y el desarrollo
(al igual que uno de los conglomerados), la planificación central y el
calendario de ontputs, así como com pras centralizadas.
Una cosa que sí puede variar enorm em ente en la forma conglome
rada es la precisión del sistema de control del rendim iento, aunque
siempre siga siendo financiero. En un extremo vemos el conocido sistema
de ITT, descrito del modo siguiente por uno de sus directivos:
Desde el despacho de Nueva York aplicamos un rígido sistema de con
troles de inventario, de cobros, niveles de deuda, gastos de capital,
gastos generales y administrativos, previsiones de beneficios, etc.,
mediante un sofisticado sistema de informes. Por ejemplo, ninguna sub
sidiaria puede aumentar su nivel de deuda en relación al presupuesto
sin la justificación ante el despacho de tesorería y su posterior apro
bación por el mismo. Es también característico de nuestra continua
atención el hecho de que efectuamos una revisión mundial de las
previsiones de beneficios de cada división dos veces al mes. Si cual
quier subsidiaria prevé una caída de los niveles presupuestarios apro
bados en cualquiera de las zonas antes mencionadas, se toman de inme
diato las medidas pertinentes para solucionar la situación, efectuando
visitas a los lugares en cuestión, bien el personal correspondiente de
Nueva York o el de la misma región (Martvn, 1967, p. 17).
En realidad, en el momento en que escribo esta obra parece obser
varse una clara tendencia hacia estos estrictos sistemas de control, al
menos si hemos de fiarnos de los recientes hallazgos de Alien (1978).
Diecisiete de las treinta em presas que supervisaba aum entaron signi
ficativamente «la im portancia atribuida a los sistemas de planificación
a largo plazo, las revisiones presupuestarias mensuales, los inform es men
suales sobre operaciones, los sistemas formales de determ inación de ob
jetivos y los sistemas de evaluación del rendim iento/com pensación por
incentivos para los ejecutivos divisionales» (p. 29). En realidad, el conglo
m erado 4 de la tabla 20-1 del libro de Alien y Lorsch parece correspon
der a dicha empresa, con abundante personal en la sede central supues
tam ente necesario para aplicar el estricto sistema de control financiero.
En el otro extremo hallamos el Holding, mucho menos en boga, una
federación de negocios tan independientes que apenas cabe considerar
la como una sola entidad. El Holding no suele disponer de sede central
ni de sistema de control, salvo la reunión ocasional de los distintos pre
sidentes. Ésta es la conclusión lógica de nuestro comentario de las eta
pas en la transición hacia la forma divisional: la fragmentación de la
estructura hasta el punto en que ya no podemos hablar de una sola or
ganización .11
11. El Holding constituye de hecho una form a inestable, que a la larga acaba consolidán
dose en una estructura divisional m ás com pacta o dividiéndose en em presas independientes.
Chandler (1962, p. 4) inform a de que los Jioldings de las industrias que estudió solían consolidar
se ya en 1909 en organizaciones únicas, centralizadas y funcionales. En cambio, de haber existido
la form a divisional en dicha época, seguram ente habrían optado por la estructura de esta última.
462 ESTRUCTURACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
tenían reputación de ser artesanos más hábiles que los de los talleres
de producción (p. 133).
La figura 21-1 m uestra el organigrama del National Film Board of
Cañada (Consejo Cinematográfico Nacional de Canadá), que, como vere
mos, constituye una clásica adhocracia operativa (aunque produzca un
organigrama que cambia con frecuencia, cabe añadir). El Board es una
agencia del gobierno federal de Canadá, y produce principalmente cor
tometrajes, documentales en su mayoría. El organigrama m uestra un
gran número de unidades de apoyo así como de puestos de enlace (coor
dinadores de investigación, técnicos y de producción, por ejemplo). El
núcleo de operaciones también puede ser incluido en agrupaciones poco
Oireclor
comisonado
¡Planificación e investigación i-
Director
adjunto
Coordinador Coordinador
de investigación técnico
□
' En el organigrama inicial no aparecen lineas que conecten los programas regionales con los estudios ni con los cineastas.
Comité de i elaciones
de personal
Comité de asuntos públicos
Nuevos
Productos
Exploración recursos Logística «Marketing»
químicos
de energía
Venta de
Oleoductos Transporte
Producción hidrocarburos
árticos crudos y ligeros
Coordinación
productos
petrolíferos
1
Asuntos Relaciones
"
- Controlador — sistemas y Compras —
-
corporativos de personal
ordenadores
L Directivos Transporte
Asistencia i-
corporativos - Tesorero - Investigación aereo y -
médica
regionales reservas
han sido preparados para identificar sus fines y objetos últimos, fijar
objetivos que los ayuden a alcanzarlos y desarrollar acto seguido los
planes de operaciones. Desafortunadamente, esta confortante y lógica
secuencia se desbarata en el mundo real de los grandes sistemas. Los
objetivos claros ocultan, a menudo, propósitos contradictorios, reflejos
de las divergencias entre los grupos provisionalmente aliados en la fe
deración... La planificación resulta ser un proceso dinámico e iterativo,
lo que inevitablemente dispersa la autoridad, puesto que un pequeño
grupo de «planificadores» expertos de alto nivel no pueden definir la
estrategia (Chandler y Sayles, 1971, p. 7).
Los roles del ápice estratégico. Los altos directivos del ápice estra
tégico de la adhocracia no dedican mucho tiempo a la formulación de es
trategias explícitas, pero sí a las batallas que surgen en torno a las elec
ciones estratégicas y en la gestión de muchas otras anomalías prove
nientes de todas las partes de estas estructuras fluidas. La adhocracia
combina los acuerdos de trabajo orgánica en lugar de burocráticamen
te, sustituyendo la autoridad formal por el poder del experto; al unirse
estas condiciones, surgen agresividades y conflictos. Pero la labor de los
altos directivos no consiste en reprimir dicha agresividad, como sucedía
en la burocracia maquinal (puesto que sería imposible), sino en encau
zarla hacia fines productivos. De ahí que, al desempeñar los roles de lí
der y de gestor de anomalías, el director general de la adhocracia (así
como los pertenecientes a su línea media) tenga que disponer de un
perfecto dominio de las relaciones humanas, mostrándose capaz de re
currir a la persuasión, a la negociación, a la coalición, a la reputación,
a la conformidad o a lo que fuere a fin de reunir a los expertos indivi
dualistas en equipos multidisciplinarios de funcionamiento eficaz. Los
altos directivos también tienen que dedicar mucho tiempo al control
monitor de los proyectos. El trabajo de proyectos innovadores es espe
cialmente difícil de controlar. No se puede confiar en ningún S1D para
reunir los resultados completos sin ambigüedad alguna; de ahí que ten
ga que efectuarse un minucioso control monitor personal de los proyec
tos para asegurar que se finalicen de acuerdo con las especificaciones,
dentro del plazo previsto y dentro de las estimaciones realizadas (o, con
cretamente, ni demasiado tarde ni con un excedente de costes demasiado
elevado). En la NASA:
En la práctica, la dirección general ha tenido generalmente una fun
ción de control: medir, principalmente a posteriori, el grado en que se
gastan los fondos; en que se cumplen los plazos previstos, y en que todo
el personal federal, de contratación y demás políticas, son apoyados por
ambas oficinas y centros de programas (Chandler y Savles, 1971, p, 173).
Pero tal vez el rol más importante de la dirección general en la adho
cracia (especialmente en, la adhocracia operativa) sea el de enlace con el
entorno externo. Las demás configuraciones estructurales suelen prestar
más atención a los mercados claramente definidos, y están seguras de
disponer de un flujo de trabajo más o menos continuo. No sucede así en
CONFIGURACIONES ESTRUCTURALES 497
la adhocracia operativa, que pasa de un proyecto a otro y desaparece al
carecer de ellos. Dado que cada proyecto es distinto, la adhocracia ope
rativa nunca puede estar segura de dónde aparecerá el próximo; por
otra parte, en la burocracia profesional son a menudo los operarios quie
nes atraen a sus propios clientes, lo que no es tan frecuente en la adho
cracia operativa, cuyos operarios trabajan en equipos. La responsabili
dad cae así en manos de los altos directivos, que se ven obligados a de
dicar mucho tiempo a afianzar un flujo constante y equilibrado de nue
vos proyectos. Ello implica el desarrollo de contactos de enlace con po
sibles clientes y la subsiguiente negociación de contratos.
Lo vemos con toda claridad en la empresa de Consulting, particu
larmente cuando presenta un planteamiento innovador y, en consecuen
cia, una estructura adhocrática. En cierta ocasión, un ejecutivo le co
mentó al autor que «toda empresa de consuliing está a tres meses de Ja
quiebra». En otras palabras, con tres meses sin trabajo se agotarían los
fondos de seguridad, sin que quedara nada para pagar los elevados sala
rios profesionales. De modo que, cuando un asesor se convierte en socio
de una de estas empresas, introduciéndose en el ápice estratégico, suele
dejar la calculadora en el cajón para dedicarse todo el día a las ventas.
Es una curiosa característica de la adhocracia operativa el que la función
de ventas se produzca literalmente en el ápice estratégico.
El trabajo de proyectos plantea problemas similares en la adhocra
cia administrativa, produciendo resultados parecidos. Reeser (1969) for
muló a un grupo de directivos de tres empresas aerospaciales la pre
gunta siguiente: «¿Cuáles son algunos de los problemas humanos que
surgen en la gestión de proyectos?» Entre las respuestas más frecuentes
figuraban dos relacionadas con el equilibrio de la carga de trabajo:
• La naturaleza provisional de la organización produce, a menudo, la
necesidad de encargos con miras a «crear trabajo» para los miem
bros desplazados tras el desmembramiento de la organización, hasta
que se logre hallar puestos productivos para estos individuos. A ve
ces, los encargos de «crear trabajo» duran tanto tiempo que los in
dividuos pierden iniciativa.
• Los miembros de la organización que son desplazados debido a la
supresión del trabajo que desempeñaban tienen que esperar, a veces,
un largo tiempo antes de dar con otro encargo que les proporcio
ne un nivel de responsabilidad tan elevado (p. 463).
De ahí que los altos directivos de la adhocracia administrativa tengan
que dedicar también mucha atención a los roles de enlace y de negocia
dor a fin de asegurar un flujo continuo de trabajo. Como señalaron
Chandler y Sayles (1971) en el caso de la NASA, que depende de presu
puestos del gobierno y del apoyo público en general, «gran parte del tiem
po de los directores generales se dedicaba a las relaciones externas con
diversas unidades del Ramo Ejecutivo, con el Congreso y con impor
tantes grupos públicos que representaban al sector privado, a universi
dades, a la comunidad científica y a distintos intereses internaciona
les (p. 173).
498 ESTRUCTURACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
CONDICIONES DE LA ADHOCRACIA
Entorno básico. Las condiciones del entorno son las más impor
tantes para esta configuración; concretamente, la adhocracia está clara
mente situada en un entorno a la vez dinámico y complejo. Según las
hipótesis 9 y 10, un entorno dinámico precisa una estructura orgánica,
y un entorno complejo requiere que la estructura sea descentralizada.
La adhocracia es la única configuración que es a la vez orgánica y está
relativamente descentralizada. De hecho, al ser impredictible el trabajo
de innovación, se relaciona con un entorno dinámico; y el hecho de que
la innovación tenga que ser sofisticada significa que es difícil de enten
der; en otras palabras, que está relacionada con un entorno complejo.
Toffler (1970) estudia estas dos características en su comentario sobre
la adhocracia: «...cuando se acelera el cambio, surgen cada vez más pro
blemas para los cuales no existen precedentes, y las formas de organi
zación tradicionales resultan inadecuadas»; más tarde, «es la demanda
combinada de más información a una mayor velocidad lo que mina las
grandes jerarquías verticales típicas de la burocracia» (pp. 135, 139).
Toffler sugiere que las condiciones del entorno dictan los parámetros
de la estructura. Pero, como ya hemos señalado para todas las configura
ciones, las organizaciones que prefieren estructuras particulares también
intentan «elegir» entornos que les resulten adecuados, lo que se ve con
toda claridad en la adhocracia operativa. Como vimos más atrás, las agen
cias publicitarias y las empresas de C o n s u l t i n g que prefieren la estructura
de la burocracia profesional buscan entornos estables,, y las que prefie
ren la adhocracia descubren entornos dinámicos, en los que las necesida
des del cliente son iinpredictibles. En cualquier caso, hallamos adhocra-
cias siempre que prevalezcan juntas las condiciones de dinamismo y de
complejidad, en organizaciones como las unidades de guerrilla y las agen
cias espaciales. No hay otra forma de luchar en la selva o de conseguir
que el hombre pise la Luna por primera vez:
Tanto los del Vietcong como los Boinas Verdes intentan mantener... una.
flexibilidad estructural incorporada. Ambas organizaciones aspiran a
poder introducirse en un poblado y, según las circunstancias, iniciar un
programa sanitario, establecer un gobierno civil o destruir al enemigo.
Cada una de estas diversas funciones requiere variaciones estructura
les y de roles. El miembro de la guerrilla con mayores cualificaciones
médicas no será tal vez el individuo de rango superior o el más com
petente en un combate mano a mano; no obstante, la organización tiene
que ser capaz de cambiar su estructura según las necesidades de la
tarea (Segal, 1974, p. 229).
En lo que atañe a enviar a un hombre a la Luna, al menos por vez
primera, resultó ser una tarea increíblemente compleja que precisó la
aplicación coordinada de una multitud de las ciencias más sofisticadas
de la sociedad. Por otra parte, la tarea era impredictible, al no haberse
intentado nunca antes, y resultaba más dinámica por el hecho de que sé
CONFIGURACIONES ESTRUCTURALES 499
realizaba contra reloj, en competencia con los rusos. Bajo estas condicio
nes, a la NASA no le quedaba otra salida que estructurarse a modo de
adhocracia.
Organizaciones basadas en el laboratorio. Tanto los laboratorios que
no hacen otra cosa como las corporaciones de sectores de alta tecnología
que se ven muy influidas por sus esfuerzos de investigación tienden a
adoptar la configuración adhocrática, dada la naturaleza sumamente com
pleja de su trabajo, su impredictibilidad, así como su carácter competi
tivo. Incluso los hospitales y las universidades descritas en el capítulo 19
como cercanas a la burocracia profesional dado su trabajo rutinario clí
nico y educativo tienden hacia la adhocracia cuando realizan investiga
ciones innovadoras. Su orientación hacia el pensamiento convergente y
deductivo en el trabajo rutinario impide una auténtica innovación. De
modo que, aunque los profesionales son a menudo capaces de trabajar
solos cuando aplican habilidades y conocimientos normativos, general
mente tienen que vincularse formando equipos multidisciplinarios y or
gánicos para crear nuevos conocimientos y habilidades.
Fuerzas dispares en el entorno. La hipótesis 13 del capítulo 15 indi
caba que las disparidades en el entorno de una organización estimu
lan su descentralización selectiva hacia las distintas constelaciones de
trabajo; en otras palabras, su estructuración en forma de adhocracia ad
ministrativa. La organización tiene que crear distintas constelaciones de
trabajo para hacer frente a los distintos aspectos de su entorno e inte
grar acto seguido todos sus esfuerzos.
Esto parece haber sucedido recientemente en el caso de una serie de
empresas multinacionales. Durante largos años, estas empresas estaban
predispuestas a hacer uso de la forma divisional, agrupando sus prin
cipales divisiones bien por regiones o por líneas de productos .6 Pero los
recientes cambios de sus entornos han dado lugar a casi un equilibrio
de las presiones de adoptar cada una de estas dos bases de agrupa
ción, haciendo que resultara terrible la decisión de una en lugar de la
otra. La elección de la divisionalización por regiones negaba las inter
dependencias que surgían al comercializar los mismos productos en lu
gares distintos, produciendo, por ejemplo, la duplicación de centros de
fabricación en cada región. Por otra parte, la elección de la divisionali
zación por líneas de productos no hacía caso de las interdependencias
entre las mismas, que precisaban, por ejemplo, muchas unidades de mar
keting distintas en la misma región. Esforzándose por conservar la for
ma divisional, estas empresas sacrificaban una interdependencia por otra,
o bien se hallaban actuando de modo esquizofrénico, cambiando las ba
ses de agrupación una y otra vez en una especie de tenis de mesa per
petuo.
No obstante, al surgir la estructura matricial, estas empresas dieron
con una solución lógica para su dilema. Podían establecer divisiones re
6. Algunas utilizaban la form a divisional m últiple, disponiendo de divisiones de ambos tipos,
pero siem pre predom inaba una de ellas en la jerarquía.
500 ESTRUCTURACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
cambio estructural expuesto, lista que puede, de hecho, ser útil para
cualquier organización divisional que desee avanzar hacia la adhocracia.
Entre las recomendaciones figuran: la eliminación de un rango de la
jerarquía divisional (el nivel de vicepresidente de grupo, por ejemplo,
en la corporación de divisiones múltiples) para reducir la importancia
atribuida a la supervisión directa; la integración de las funciones de pla
nificación y de programación en la sede central, que funcionaría con las
nuevas redes de conocimientos; el uso de más trabajo en equipo en la
sede central; una reducción del uso de las técnicas de control del ren
dimiento; en su lugar, instaurar «largas visitas» ocasionales de un equi
po de la sede central, con una orientación más amplia que la funcional
y bajo el mando de un director; la institución de la estructura matricial;
el fomento de la profesionalidad en los planteamientos, el tipo de traba
jo, las pautas de las trayectorias profesionales y la preparación; la re
orientación del puesto del director regional hacia una supervisión profe
sional superior en vez de administrativa; y la reorientación de los flujos
de comunicación interna para estimular el diálogo, la solución de pro
blemas y el aprendizaje, más que la presentación de informes, el control
y las explicaciones.
Frecuentes cambios de producto. Cierto número de organizaciones
tienden a adoptar la estructura adhocrática dadas las condiciones diná
micas que surgen a raíz de los frecuentes cambios de producto. El caso
extremo es el productor de unidades, la empresa de fabricación que con
fecciona a medida cada uno de sus productos para cumplir con un en
cargo, como sucede en la empresa de ingeniería que produce prototipos.
Dado que cada pedido de un cliente representa un nuevo proyecto, la
organización se inclina por estructurarse a modo de adhocracia operati
va. Woodward (1965) describe dicha estructura en las empresas de pro
ducción de unidades de su estudio, orgánicas, algo descentralizadas, pero
con ingenieros de desarrollo de nivel medio dotados de bastante poder.
Las funciones principales de estas empresas «no se separaban fácilmente
en el tiempo ni en el espacio», dando lugar a que «se precisara una co
laboración estrecha y continua entre los directivos y supervisores res
ponsables del desarrollo y del marketing respectivamente; las actividades
de los distintos departamentos tenían que ser integradas en el nivel de
operaciones cotidianas» (p. 134). Samuel y Mannheim (1970) describen
de modo parecido el caso de las empresas de fabricación israelitas per
tenecientes a los sindicatos:
...tienen entre 20 y 30 trabajadores, producen pequeños lotes de equipos
fabricados por encargo, pertenecen a empresas cuyos propietarios son
los sindicatos, con unos 200 empleados, y fueron establecidas hace unos
30 años. Su característica estructura burocrática no está claramente
delimitada; se ejercen distintas intensidades de control estructural; las
pautas de funcionamiento son rudimentarias (cinco o seis distintos pues
tos que precisan cualificación, estando la mayoría de trabajadores con
centrados en uno o dos de ellos); las relaciones superior-subordinado
son neutrales, limitándose al lugar de trabajo en un clima poco íntimo
CONFIGURACIONES ESTRUCTURALES 503
pero informal; y sus normas se caracterizan por los escasos procedi
mientos escritos que emplean y aun menos reglas de comportamiento
(p. 226).
Es parecida al productor de unidades la pequeña empresa de alta
tecnología, como las cercanas a Boston, en la Ruta 128. Por lo general,
realizan sofisticados proyectos —diseño y a veces fabricación— en con
tratos directos con el gobierno de los EE. UU. o con las grandes cor
poraciones de los sectores de defensa, aerospacial y de energía ató
mica. Al ser complejo su trabajo y dinámicos sus entornos, estas em
presas dependen de los expertos sumamente preparados que traba
jan en equipos interdisciplinarios de proyectos. Pero estas empresas son
también pequeñas y pertenecen a empresarios individuales que conser
van un control personal (únicamente porque están tan preparados como
sus empleados, naturalmente). De modo que la estructura deviene un
híbrido entre la adhocracia operativa y la estructura simple, que deno
minaremos adhocracia empresarial*
Otra variante del productor de unidades es el periódico o la revista.
Desde un punto de vista editorial, cada producto —es decir, cada nú
mero— es distinto. Por otra parte, el entorno es por lo general suma
mente dinámico y a menudo bastante complejo, especialmente en el caso
de los periódicos diarios y de las revistas de noticias que tienen que
informar respecto a un inmenso mundo de acontecimientos en constan
te cambio en plazos brevísimos. Además, tienen que integrarse en un
solo producto los esfuerzos de reporteros, fotógrafos, redactores y demás
colaboradores; de ahí que sea necesaria una estructura adhocrática para
el departamento de redacción. Pero desde el punto de vista de las funcio
nes de la imprenta y de la distribución, existe una gran repetición (miles,
a veces millones de ejemplares del mismo número). Y el entorno es su
mamente estable, pues las tareas no cambian independientemente de cuál
sea el contenido del número. Así pues, se necesita una estructura de buro
cracia maquinal para estas funciones. La necesidad de dos estructuras
distintas se resuelve mediante el truncamiento, permitiendo que ambas
se mantengan completamente separadas y sirviendo de único vínculo los
outputs normalizados. El departamento de redacción adhocrático realiza
su trabajo vertiéndolo acto seguido á un formato normalizado: textos
mecanografiados, maquetas de página y fotografías recortadas, que devie
nen inputs para el proceso burocrático de producción. En el caso de la re
vista dominical de rotograbado estudiada por un grupo de estudiantes
de McGill, la función de redacción (junto con las relaciones del perió
dico y la publicidad) y la función de impresión se habían constituido
como empresas separadas aunque el propietario fuera el mismo.
Algunos fabricantes de productos de consumo funcionan en merca
dos tan competitivos que tienen que cambiar sus productos casi conti
nuamente. Vemos de nuevo cómo las condiciones dinámicas conducen
a la estructura hacia la forma adhocrática cuando revisten cierta com-
Entrepreneurial adhocracy, en el original (N. de los T.)
504 ESTRUCTURACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
Principal meca Supervisión di- N orm alización del N orm alización de Norm alización de Adaptación m utua
nismo de coor recta trab ajo las habilidades los outputs
dinación
Parte fundam en Ápice estratégico T ecnoestructura Núcleo de operacio Línea m edia S taff de apoyo (con
tal de ¡a orga nes núcleo de operacio
nización nes en la adhocracia
operativa)
Parámetros de
diseño:
E sp ec ializ ac ió n Escasa especiali Mucha especializa Mucha especializa Cierta especializa Mucha especialización
del puesto zación ción horizontal y ción horizontal ción horizontal y horizontal
vertical vertical (entre di
visiones y sede
central)
P r e p a r a c i ó n Escasa prepara Escasa preparación Mucha preparación C ierta preparación Mucha preparación
y adoctrina ción y adoctri y adoctrinam iento y adoctrinamiento y adoctrinam iento
m iento nam iento (de directivos di
visionales)
F o r m a liz a c ió n Escasa form aliza M u c h a form aliza Escasa form aliza M ucha form aliza Escasa formalización,
del com porta ción, orgánica ción, burocrática ción, burocrática ción (dentro de las orgánica
m iento, buro divisiones), buro
crática/orgánica crática
Agrupación Generalm ente Generalmente fun Funcional y de m er De mercado Funcional y de merca
funcional cional cado do
Tam año de las Amplio Amplio en la base, Amplio en la base, Amplio (en la parte Estrecho en todas las
unidades estrecho en las de estrecho en las de superior) partes
más partes más partes
S is te m a s de Escasa planifica Planificación de ac Escasa planificación Mucho control del Planificación de accio
planificación y ción v control ciones y control rendimiento nes lim itada (esp. en
control adhocracia adm .)
Dispositivos de Pocos dispositi Pocos dispositivos Dispositivos de en Pocos dispositivos Muchos dispositivos
enlace vos de enlace de enlace lace en la adm i de enlace de enlace en todas
nistración partes
D escentralización Centralización D e s c e n tr a liz a c ió n D e s c e n tr a liz a c ió n D e s c e n tr a liz a c ió n Descentralización se
horizontal limita horizontal y verti vertical limitada lectiva
da cal
Funcionamiento:
Ápice estratégico Todo el trabajo M inuciosa puesta a Enlace externo, so C artera estratégica, Enlace externo, solu
adm inistrativo punto, coordina lución de conflic control del rendi ción de conflictos,
ción de funciones, tos m iento equilibrio del trab a
resolución de con jo, control m onitor
flictos de proyectos
Núcleo de opera T rabajo inform al T rabajo ru tinario y T rabajo cualificado Tendencia a form a Truncado (en la adho
ciones con poca liber norm alizado con y norm alizado con lizar debido a la cracia adm .) o fusio
tad de acción poca libertad de gran autonom ía divisionalización nado con la adm inis
acción individual tración para traba
jos de proyectos in
form ales (en la adho
cracia operativa)
Línea m edia Insignificante E laborada y dife C ontrolada por p ro Form ulación de es Extensa pero confun
renciada, solución fesionales, m ucha trategia divisio dida con el staff;
de conflictos, enla adaptación m utua nal, gestión de participa en trabajo
ce de staff, apoyo operaciones de proyectos
de flujos verticales
T ecnoestructura Ninguna E laborada p ara for Reducida E laborada en la Pequeña y confundida
m alizar el trabajo sede central para en el centro con el
control del rendi trabajo de proyectos
m iento
Staff de apoyo Reducido A m enudo elabora Elaborado para apo Separado de la sede Sum am ente elaborado
do p ara reducir yar a los profesio central y las divi (esp. en la adhocra
la incertidum bre nales, estructu ra siones cia adm .) pero con
de la burocracia fundido en el centro
m arginal con el trab ajo de
proyectos
Flujo de autori Im portante, des Im p o rtante en toda Insignificante (ex Im p o rtante en toda Insignificante
dad cendente la estructu ra cepto en el staff la estructu ra
de apoyo)
I-a cursiva indica los principales parám etros de diseño.
Tabla 21-1. (Continuación.)
Burocracia
Estructura simple Burocracia maquinal profesional Torma divisional
Flujo del siste Insignificante Im p o rtante en toda Insignificante (ex Im p o rtante en toda Insignificante
m a regulado la estructu ra cepto en el staff la estructu ra
de apoyo)
Flujo de com uni Im portante Desalentado Im portante en la Alguno entre la sede Im portante en toda la
cación inform al adm inistración central y las divi estructura
siones
Constelaciones de Ninguna Insignificantes, es Algunas en la adm i Insignificantes Im portantes en toda la
trab ajo pecializadas en los nistración estructu ra (esp. en la
niveles inferiores adhocracia adm .)
Flujo de la tom a Descendente Descendente Ascendente D iferenciado entre Mezclado, en todos los
de decisiones la sede central y niveles
las divisiones
Factores de con
tingencia:
E dad y tam año G eneralm ente jo G eneralm ente vieja Varía G eneralm ente vieja G eneralm ente joven
ven y pequeña y grande (2.a eta y m uy grande (3.a (adhocracia operati
(1* etapa) pa) etapa) va)
Sistema técnico Sencillo, no re R egulador pero no Ni regulador ni so Divisible; por lo de Muy sofisticado, a m e
m ás generalm ente nudo autom atizado
gulador autom atizado ni fisticado
m uy sofisticado igual que 1í\. bu (en la adhocracia
rocracia m aquinal adm .) no regulador
ni sofisticado (en la
adhocracia operativa)
Entorno Sencillo y diná Sencillo y estable Complejo y estable R elativam ente sen Complejo y dinám ico;
mico; a veces cillo y estable; a veces dispar (en la
hostil m ercados diversi adhocracia adm .)
ficados (esp. pro
ductos y servicios)
Poder C ontrol del di T ecnocrático, con C ontrol de los ope Línea m edia con Control del experto,
rector general, trol externo, esca rarios profesiona control, influencia gran influencia de la
frecuente ges sa influencia de la les, influencia de de la m oda (esp. m oda
tión del pro m oda la m oda en la industria)
pietario, esca
sa influencia de
la m oda
Un pentágono
como conclusión
Fuerza de normalización
ejercida por la tecnoestructura
(coordinación mediante
la norm alización de los Fuerza de profesionalización
procesos de trabajo) ejercida por ei núcleo de
operaciones (coordinación
m ediante la normalización
de habilidades)
Burocracia
maquinal
Adhocracia automatizada
Adhocracia de proyecto enorme
Federación
Forma
divisional
interdependencias
■:3
Adhocracia
- operativa
- administrativa
zas que estiran hacia estructuras distintas en áreas distintas. (Cosa que
ya vimos en los capítulos 4 y 11, en los comentarios de conclusión de
cada uno de los parámetros de diseño en las distintas partes de la orga
nización.) Cada una de estas partes se esfuerza por adoptar la estructura
más adecuada para sus necesidades particulares, contraponiéndose a las
presiones por aceptar la estructura más apropiada para la organización
global y llegar a alguna especie de compromiso. Las cantinas de la NASA
funcionan sin duda de forma burocrática, pero tal vez sean más orgáni
cas que la mayoría; los laboratorios de investigación de General Motors,
por su parte, se inclinan seguramente por una estructura adhocrática,
pero sin duda son más burocráticos que los de la NASA. Así pues, aun
que la teoría representa un instrumento útil para describir toda una
organización según un tipo puro, esa descripción siempre debe verse
como una simplificación que habrá de ir seguida de sondeos más pro
fundos en la estructura de cada una de las partes que la componen.
En el capítulo 19, por ejemplo, descubrimos que la burocracia profe
sional era la configuración que mejor describía la estructura global del
hospital general, pero, al representarla así, observamos también que el
staff de apoyo solía disponer de una estructura más parecida a una bu
rocracia maquinal; luego, en el capítulo 21, observamos que la función
de investigación encaja en gran medida con la adhocracia. La burocracia
profesional se aplica en realidad a la misión clínica, aun siendo ésta la
más crítica de todas; pero incluso si examinamos las profundidades de
ésta, como lo hizo Gosselin (1978), hallamos una gama de interdependen
cias con las consiguientes variaciones en los parámetros de diseño. Los
hospitales generales son estructuras de increíble complejidad; para en
tenderlas a fondo, tenemos que examinar intensivamente cada una de
las partes que la componen: la medicina clínica, de investigación y cotidia
na; la obstetricia, la radiología y la cirugía; la cirugía plástica, la cardio
vascular y la torácica.
Concluimos de nuevo subrayando que no hay que considerar a las
cinco configuraciones como estructuras mutuamente exclusivas que pue
den utilizar las organizaciones, sino como un marco teórico o de refe
rencia integrado —un pentágono— para orientarnos en el intento de com
prender y construir estructuras complejas en la vida real.
pezó con una pala y se cayó en el barro. La repulsión que sintió al ensu
ciarse el vestido se vio repentinamente desplazada por una profunda
nostalgia: se dio cuenta de que era la primera vez que tenía un contacto
real con la tierra desde los días en que trabajaba en el taller. De golpe sin
tió con toda nitidez que era más importante hacer jarrones que hacer
dinero, por lo que la organización adoptó así una nueva misión —la fa
bricación manual de jarrones artísticos, aunque también funcionales—,
desarrollando seguidamente una nueva estructura que reflejase su nueva
ideología. Y en el último acto que presidió, la señora Raku cambió por
última vez el nombre de su organización, llamándola Alfareros de la
Tierra.
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