INVENTARIO FORESTAl
INVENTARIO FORESTAl
INVENTARIO FORESTAl
http://www.fao.org/sustainable-forest-management/toolbox/modules/forest-
inventory/basic-knowledge/es/
Tipos de Inventarios forestales
Jacques Rondeux es Profesor en la Facultad Universitaria de Ciencias Agronómicas
de Gembloux, Unidad de Gestión y Economía Forestal, Bélgica.
En el marco del proceso de Montreal, que trata de los países forestales templados
y boreales no europeos, la biodiversidad incluye elementos de biodiversidad de los
ecosistemas, entre especies y genética, expresados a través de superficies
ocupadas, del número y de la condición de las especies forestales y de su evolución
temporal.
La importancia de la noción espacio-tiempo
La naturaleza de los indicadores puede variar también según las escalas espaciales
y temporales adoptadas. Según los casos, el investigador trata de obtener una
información general a nivel regional, nacional o continental, o se limita a zonas
seleccionadas (las consideradas como reservas, por ejemplo). En consecuencia, es
importante poder disponer de indicadores de biodiversidad normalizados para poder
realizar comparaciones tanto en el espacio como en el tiempo.
Inventarios de gestión
· la vegetación en el suelo con referencia particular a toda especie rara o insólita (es
también oportuno señalar la presencia de hongos, briofitos, líquenes, etc.);
· la influencia humana y la historia del bosque (cultivo, derechos de uso, tala, corta,
caza, etc.);
· los ecotonos notables y las especies particularmente asociadas a los eco sistemas
en contacto (interfaz bosque-agricultura, bosque-terreno abierto, por ejemplo).
· tipo de suelo (descripción más detallada), incluidas variables que puedan cambiar
con el tiempo;
Aunque las observaciones y medidas en el suelo sigan siendo las mejores garantías
de un inventario de calidad en cuanto a la precisión de las variables registradas, la
teledetección espacial (Poso et al., 1995) es un instrumento cada vez más valioso,
y en un futuro próximo los captores aerotransportados deberán mejorar de manera
radical la calidad de la teledetección y ofrecer novísimas fuentes de información.
Esta técnica debería encontrar un campo de aplicación muy amplio en la
delimitación precisa de biotopos y de conjuntos forestales: por ejemplo, podría servir
de base para una estratificación a partir de la cual el muestreo en el suelo sería más
preciso, garantizando una mejor percepción de los niveles a los que se dirige la
diversidad biológica.
En los inventarios corrientes por muestreo, las unidades de muestreo son parcelas
de extensión fija o variable, y por lo tanto, se admite que los datos recogidos no
reflejan necesariamente las características del bosque. Las zonas en que se
recogen los datos relativos a la biodiversidad no deberían limitarse a las superficies
de las parcelas, sino que deberían extenderse a las zonas vecinas (como se hace
ya para tipificar correctamente la estructura de un bosque, por ejemplo).
Los métodos de inventarios tendrán que tener en cuenta los hábitats y las
características del paisaje, bases potenciales de la estratificación. Será necesario
igualmente integrar en los inventarios forestales clásicos otras fuentes de
información como la cartografía de los ecosistemas y de los biotopos y desarrollar
métodos de evaluación compatibles con estas variables.
PERSPECTIVAS Y CONCLUSIONES
http://www.fao.org/3/x0963s09.htm
Hace algunos años la actividad del manejo forestal era poco desarrollada y se
consideraba de poca relevancia, posiblemente por la abundancia de los bosques
distribuidos en el territorio nacional considerados como valiosos por su composición
florística, biológica y comercial, sin embargo después de la amenaza del avance de
la frontera agrícola y otros procesos de deforestación, hoy se consideran escasos.
Motivados por la escasez de áreas forestales, el deterioro del suelo, fuentes de agua
y el medio ambiente en general, induce a la búsqueda de soluciones a la demanda
energética, madera, protección de las cuencas hidrográficas y el manejo de los
recursos forestales existentes. Dentro de éste contexto, esta búsqueda se orienta
también a la máxima utilización del árbol extrayendo de manera sostenible los
productos que ofrece, bajo criterios de manejo técnico que permitan satisfacer las
necesidades presentes y futuras en resguardo de las zonas productoras de agua,
la defensa del suelo contra la erosión y la biodiversidad.
Con el presente documento se recopila información general sobre los Árboles Fuera
del Bosque, con el propósito que la misma pueda servir en el futuro para que éstos
recursos sean valorados en la medida que corresponde tanto en el desarrollo como
en la definición de políticas forestales, dado que cada día se incrementa su
cobertura o el área de los mismos en el territorio nacional.
Los datos sobre uso potencial de la tierras indican que el suelo en Guatemala tiene
una vocación eminentemente forestal como se indica en el cuadro 1. Sin embargo,
la permanencia de una agricultura de subsistencia y su incremento debido a factores
tales como el crecimiento poblacional, la desigualdad e inseguridad en la tenencia
de la tierra, la pobreza y los cambios de uso del suelo y sus diferentes causas, como
la agricultura comercial, ganadería, la dependencia de la leña como energético, las
talas ilícitas, incendios, plagas y enfermedades, han producido un acelerado
proceso de deforestación.
El PAFG, (1991) indica que las políticas para el desarrollo agrícola han incidido en
políticas de colonización de tierras de vocación forestal. A este respecto, las
Instituciones encargadas de la colonización de tierras y del desarrollo agrícola han
sido instrumentos de control y han fomentado la habilitación de tierras con aptitud
forestal, con el fin de cambiar el uso a sistemas de producción agrícola y pecuaria
sin considerar la incorporación del componente arbóreo en las fincas a través del
empleo de sistemas agroforestales u otro tipo de manejo del bosque.
Cuadro 2
Deforestación Global para 1997 en Guatemala, dentro y fuera del áreas protegidas.
Variable Area
Ha %
Fuera de las áreas 62,000 75.6
protegidas
Dentro de las áreas 20,000 24.4
protegidas
Total nacional 82,000 100.0
El INAB (1999) indica que para el año de 1999, la cobertura forestal únicamente
representa 3,898,628 ha. equivalente a 35.72% del área total, sin tomar en cuenta
al bosque secundario/arbustal. De lo anterior podemos deducir dos puntos
importantes del la situación forestal nacional; primero que el potencial de desarrollo
forestal en materia de bosque es enorme ya que del total de la extensión territorial
(108,889 Km²) el 51% (55,700 Km²) tiene vocación forestal. Segundo que el área
del territorio nacional, clasificada en la categoría de bosque con cultivo se ha
incrementado llegando a totalizar 21% del área total (22,968 Km²), considerándose
que en dichas áreas se encuentran los AFB, siendo uno de los retos a nivel nacional
el desarrollar sistemas que permitan estabilizar la productividad del suelo y
aumentar los ingresos de los campesinos, mediante el manejo de los recursos
forestales inmersos dentro los sistemas establecidos.
Manejo forestal
El manejo forestal es la rama de la ingeniería forestal o ingeniería de montes que se ocupa de
las actividades administrativas, económicas, legales, sociales, etc. de los bosques, y que sigue
principios científicos y técnicos de silvicultura, protección y regulación.
Numerosas propuestas silvícolas se han definido desde principios del siglo pasado hasta la
actualidad para incorporar a la lenga dentro de un manejo forestal sostenible. Entre ellas se
encuentran las siguientes:
Cortas de selección
Se cortan algunos ejemplares, los más aprovechables, generalmente entre 20 % y 30 % del
área basal de la parcela de corta anual, considerando los mejores diámetros y calidad de fuste
de las especies comerciales, que previamente se identificaron, midieron y georreferenciaron en
el inventario forestal. La idea es cosechar los mejores pies y dejar los árboles semilleros hasta
10 % del total de individuos/especie destinados a la saca, además de ejecutar la reposición y
labores silviculturales dispuestas en el plan operativo.
Cortas de protección
Las cortas de protección1 son el método más difundido en la actualidad para la cosecha inicial
de bosques primarios. Se abre el bosque dejando un remanente durante el tiempo necesario
(10 a 20 años) para lograr la regeneración natural hasta una altura media de 50-75 cm.
Posteriormente, la corta final remueve el resto. Las plántulas tienen capacidad de adaptación a
cambios en el medio ambiente, permitiendo la recuperación de la estructura forestal de los
rodales frente a todas las propuestas silvícolas anteriores.
Cortas en bosquetes
Estos métodos se basan en parámetros económicos definidos exclusivamente por parámetros
forestales (rendimiento y crecimiento), sin incluir aquellos de conservación. Esto implica que en
el largo plazo se cosechen todos los árboles del rodal.
Retención variable
Incluye: retención de parte del bosque original en forma de agregados circulares sistemáticos
(uno por hectárea, de 30 m de radio), manteniendo el suelo y sotobosque sin impacto de
caminos ni maquinarias. Retención dispersa de árboles vivos entre los agregados.
Los impactos
Los impactos del procesamiento, el manejo de la conservación, y las plantaciones y
reforestación, se analizan en los siguientes artículos:
Dentro del manejo comunitario siempre existe una organización bien establecida propia a cada
comunidad, donde deben establecerse las personas que manejan los recursos y toman las
decisiones en torno al bosque que les pertenece; esto se decide, generalmente, a partir de
asambleas. Los derechos que se incluyen tradicionalmente en este manejo son:
A primera instancia, en el ámbito social se logra un mayor apoyo por parte de la comunidad
debido a que se generan fuentes de empleo propias, además de que todas las ganancias que
se generan se mantienen en la comunidad, permitiendo un desarrollo de la misma, como puede
ser la colocación de alumbrado eléctrico, entubado de agua, etc.4
https://es.wikipedia.org/wiki/Manejo_forestal
Desde 1992, fecha en la que numerosos países suscribieron el programa ambiental
Estrategia de biodiversidad mundial en Rio de Janeiro, las políticas nacionales e
internacionales de conservación de la naturaleza se esfuerzan por promover la
biodiversidad, en particular en el contexto forestal. De hecho, la biodiversidad, que puede
definirse como la diversidad del mundo vivo, se manifiesta en varios niveles: genes
intraespecíficos (diversidad genética), especies (diversidad interespecífica) y ecosistemas
(diversidad ecológica) (Levêque, 1994). En sentido amplio, la biodiversidad abarca una
serie de nociones diferentes como la diversidad específica, la raridad, el carácter natural, la
fragilidad, que sugieren medidas de protección que han de integrarse en la gestión forestal
propiamente dicha. La diversidad específica, indicador más usual de la diversidad
biológica, no puede por sí sola justificar una acción de protección, ya que será
evidentemente muy variable en función de la geografía forestal (por ejemplo bosque boreal,
bosque templado, bosque tropical húmedo).
En el marco del proceso de Helsinki relativo al desarrollo sostenible, hay un criterio (el
cuarto) específico para el mantenimiento, la conservación y el mejoramiento adecuado de la
diversidad biológica, y se refiere a diferentes conceptos: los ecosistemas forestales
representativos raros y vulnerables, las especies amenazadas y la diversidad biológica en
los bosques productivos a través de cambios de superficies, de tipos de bosques y
plantaciones, así como de número y proporción de especies forestales.
En el marco del proceso de Montreal, que trata de los países forestales templados y boreales
no europeos, la biodiversidad incluye elementos de biodiversidad de los ecosistemas, entre
especies y genética, expresados a través de superficies ocupadas, del número y de la
condición de las especies forestales y de su evolución temporal.
La naturaleza de los indicadores puede variar también según las escalas espaciales y
temporales adoptadas. Según los casos, el investigador trata de obtener una información
general a nivel regional, nacional o continental, o se limita a zonas seleccionadas (las
consideradas como reservas, por ejemplo). En consecuencia, es importante poder disponer
de indicadores de biodiversidad normalizados para poder realizar comparaciones tanto en el
espacio como en el tiempo.
Tipos de inventarios forestales según sus objetivos;
Inventarios de gestión
· la vegetación en el suelo con referencia particular a toda especie rara o insólita (es
también oportuno señalar la presencia de hongos, briofitos, líquenes, etc.);
· los ecotonos notables y las especies particularmente asociadas a los eco sistemas
en contacto (interfaz bosque-agricultura, bosque-terreno abierto, por ejemplo).
Nuevas variables
· tipo de suelo (descripción más detallada), incluidas variables que puedan cambiar
con el tiempo;
http://www.fao.org/3/x0963s09.htm
INVENTARIO FORESTAL SEGÚN LA FORMA DE TOMAR DATOS
Criterio Tipo
Σ Xi
X = ------------
n
donde:
_
Xi = valor observado de unidad i-ésima de la muestra.
n = número de unidades de la muestra (tamaño de muestra).
_ 64+47+39+67+54+33+49+85+72+90
X = ---------------------------------------------------- = 60 m3/ha
10
Si la superficie total del bosque inventariado es de 1,000 ha, el valor total sería:
60 * 1,000 = 60,000 m3
Σ Xi ² - (ΣXi)² / n
S = ---------------------------------
n
-1
El denominador indica el número de grados de libertad.
600²
64² + 47² +...+72² + 90² - -----
10
S = ---------------------------------------------- = 18.9 m3/ha
10-1
18.9
CV = ----- * 100 = 31.5 %
60
S
Sx = --------------
n (1-n/N)
donde: S = desviación estándar n = tamaño de la
muestra (número de unidades muestrales)
N = tamaño de la población (expresada en parcelas)
S
Sx = --------
√n
_ _
X - t(Sx) ≤ µ ≤ X + t(Sx)
donde:
µ = media poblacional
X = media muestral
t(Sx) = error de muestreo absoluto
El error de muestreo absoluto permite determinar los límites del intervalo de
confianza al sumarlo y restarlo de la media muestral. El valor de t depende del nivel
de confianza requerido y de los grados de libertad.
Se puede decir con una probabilidad del 95% que la media real de la población no
es menor a 46.49 m3/ha ni mayor a 77.51 m3/ha. Hay que tomar en cuenta que el
5%, en este caso de dos límites (inferior y superior), están a ambos lados de la
distribución t, o sea 2.5% a cada lado. En la tabla el valor de t corresponde al 2.5%
(0.025) de probabilidad de sobrepasar los límites de confianza.
_
EMC = X - t (Sx) = 60 – 1.83 (5.98) = 49.01 m3/ha
2.26 (5.98)
E% = ---------------- * 100 = 22.5 %
60
El error de muestreo es diferente para cada parámetro forestal (N/ha, G/ha, V/ha) y
también difiere de especie a especie. Generalmente, el error para una sola especie
es mayor, para un grupo de especies se reduce el error y más todavía si se trata del
total de especies.
A partir de la fórmula del error de muestreo relativo (E%), se puede despejar una
fórmula que permita calcular el tamaño de muestra necesario, para una precisión
deseada.
t(S/ √n)
E% = ---------- * 100
X
S
Se conoce que: CV = ----- * 100
X
t(CV)
E% = ---------
√n
t2(CV)2
n = -------------
E%2
En los cálculos del ejemplo anterior, el coeficiente de variación fue de 31.5%, con
un error de muestreo de 22.5 por ciento. Si se quiere alcanzar un error del 15%, a
un nivel de confianza de 95%, se va probando con diferentes grados de libertad
hasta que los resultados de las "n" sean iguales. Así, para 19 grados de libertad, t
= 2.09. Reemplazando los valores se tiene:
E%2 152
(2.021) 2 (31.5) 2 n
= ------------------- = 40.5
10 2
Sx = (Σ PiXi)2 - Σ PiXi2
n N
Reemplazando valores:
E% = t x CV
√n
Estrato I E% =15%
Estrato II E% = 18%
Estrato III E% = 14%
n = t2 x CV2
E%2
Reemplazando valores:
Muestreo al azar
Muestreo sistemático
Una de las ventajas del diseño sistemático es que puede proporcionar datos
confiables y seguros para la construcción de mapas en la concesión al mismo
tiempo que se realiza el inventario. Esta ventaja se incrementa cuando de tratan de
fajas que atraviesan todo el bosque y, la exactitud de los mapas aumenta conforme
se reduce la distancia entre las fajas. Además, reduce la incertidumbre de errores
personales en la ubicación de las unidades de muestreo debido a su valor constante.
Muestreo estratificado
Inundable
Llanura aluvial
No inundable o terraza
Colinas
bajas
Sistema de colinas Colinas altas
Montañoso
Es posible sub-dividir aún más cada estrato de acuerdo al nivel que se quiera llegar,
por ejemplo colina baja clase I o Clase II. Es posible encontrar concesiones que
tengan solamente un solo estrato fisiográfico.
Antes de realizar el inventario es necesario obtener una idea bastante precisa del
área. Esto se puede lograr mediante revisión de material cartográfico, imágenes
de satélite e incluso un reconocimiento del sitio.
Es necesario señalar claramente en un mapa las áreas con y sin bosque. Dentro
de las primeras se deben diferenciar, cuando sea posible, los bosques de
producción y los de protección. Una vez identificadas las áreas de bosque de
producción (área efectiva de manejo), éstas deben clasificarse por tipo de bosque
o estratos, si es que hay diferencias marcadas que así lo ameriten. Se hace notar
que pueden haber casos en que exista un sólo tipo de bosque. En general, no es
conveniente diferenciar más de cuatro o cinco estratos ya que su diferencia no
sería pronunciada (Dauber, 1995).
El mejor diseño es aquel que reporta resultados más precisos a un costo más
bajo. Dadas las características de las áreas en concesión, el diseño sistemático
estratificado, con parcelas rectangulares de media hectárea (10x500m) es el que
cumple mejor estas dos condiciones, por lo que se recomienda su uso.
En la región anazónica de Perú, como en la mayoría de regiones o zonas que aún cuentan con
grandes superficies de bosque latifoliado, es costumbre utilizar unidades de muestreo de una
hectárea durante los levantamientos de inventarios forestales. Vale la pena preguntarse si ese
tamaño es el más conveniente.
Estadísticamente se puede determinar el tamaño óptimo de las parcelas mediante la agregación de
áreas, lo que permite obtener distintos tamaños de parcelas y así determinar el área óptima de la
unidad muestral. La idea es tener parcelas del menor tamaño posible, que permita obtener un
coeficiente de variación relativamente bajo. Se utiliza el coeficiente de variación ya que este
estadístico permite comparar variables cuantitativas expresadas en tamaños diferentes.
Es necesario señalar que el tamaño de la parcela está en función de la población que se quiere
inventariar. Así, por ejemplo, si lo que se quiere es optimizar número de parcelas para obtener un
bajo error de muestreo respecto al volumen de todas las especies varios estudios en bosques
tropicales concuerdan en señalar que parcelas de media hectáreas son eficientes. Es claro que
parcelas de una hectárea disminuirá un poco el coeficiente de variación pero no compensa el mayor
esfuerzo realizado.
Cualquiera que sea el tamaño de la unidad de muestreo escogida, ésta no debe variar en el mismo
inventario. En todo caso, hay que tener presente que el tamaño de las unidades de muestreo
siempre se refieren al plano horizontal. En terrenos inclinados hay que hacer la corrección de
pendiente ya sea por resaltos horizontales o utilizando una tabla de compensación de distancias.
Diversas investigaciones (Carrera, 1996; Hughell, 1997) están demostrando que parcelas de media
exacta son mucho más eficientes en el sentido que no tiene mayor diferencia con respecto al
coeficiente de variabilidad con parcelas de una hectárea, pero si hay repercusiones en los costos de
su levantamiento. En conclusión se recomienda utilizar parcelas de media hectárea durante el
levantamiento de datos de inventarios forestales en concesiones.
El tamaño total de la muestra está compuesto por la suma de las áreas de todas las parcelas.
El tamaño de muestra tiene un límite máximo a partir del cual pierden eficiencia. Considerando una
población dada de tamaño fijo, llega un límite donde la muestra aumenta en relación cuadrática,
mientras que el error de muestreo disminuye sólo en proporción aritmética. Esto significa que el
reducir a la mitad el error de muestreo, se aumenta el tamaño de la muestra en una proporción
mayor, lo cual significa un aumento en los costos en casi esa misma proporción.
Como se vio en el capítulo anterior, la fórmula estadística para determinar el número de parcelas
es:
t2 x CV2 n
= ----------------
E%2
Nótese que el número de parcelas está en función de la variabilidad del bosque (Coeficiente de
Variación) y del error máximo que deseamos o nos permiten tener. El tamaño del bosque tiene
poca influencia en el número total de muestras y está indirectamente expresada en la fórmula al
considerar que bosques más grandes deben tener un mayor variabilidad.
- Se necesitan por lo menos diez unidades de muestreo por estrato para tener un coeficiente
de variación confiable. Utilizar un menor número de muestras puede llevarnos a serios
errores de estimación.
- Si bien se argumenta que se puede hacer el muestreo piloto y después completar el número
de parcelas faltantes, esto no permite hacer una buena distribución sistemática de las
parcelas.
Una forma sencilla y práctica para determinar el número de parcelas a priori es hacer uso del
conocimiento empírico. Así por ejemplo, 46 parcelas de inventario dan información confiable en
inventarios de 5000 ha. Cuando decimos información confiable nos referimos a errores de muestreo
menores al 15% sobre el volumen total. Por otro lado 100 parcelas han demostrado ser eficientes
en inventarios de 50,000 ha. Con base en esta información podemos derivar la siguiente ecuación
lineal simple:
n = 40 + 0.0012 S
Donde:
Del desarrollo la formula propuesta se tiene el siguiente cuadro que relaciona la superficie total del
bosque con el número de parcelas de media hectárea a inventariar.
Cuadro 1. Número de parcelas de media hectárea propuestas para inventarios forestales en
concesiones forestales en Perú.
La intensidad de muestreo recomendada solo es sólo válida para tamaño de parcelas de media
hectárea. Nótese que si bien el número de parcelas se incrementa con respecto a la superficie, la
intensidad de muestreo disminuye.
Nótese que para hacer un inventario de 10 mil hectáreas se recomienda utilizar 52 parcelas y para
un área de 50 mil hectáreas 100 parcelas. Si tenemos en cuenta los costos fijos de realizar el
inventario podemos concluir que el incremento en el área no guarda la misma proporción en el
incremento en los costos. Esto es muy importante porque es posible que convenga hacer un
inventario en toda el área antes que realizarla en la cuarta parte de la misma (un quinquenio).
El hecho de trabajar con un número fijo de parcelas permite simplificar el proceso de diseño y
planificación por parte de los responsables en su ejecución y, por otro lado, un mejor control por
parte del Estado. Sin embargo, debe de estar claro que esto no debe verse como una camisa de
fuerza. Si existen inventarios anteriores en la zona el bosque está previamente estratificado y se
conoce además el valor del coeficiente de variación de cada estrato, resulta más práctico determinar
el número de parcelas de acuerdo a la precisión que deseamos tener.
Un número mayor de parcelas nos permite tener mayor confiabilidad a nivel de estratos e incluso a
nivel de especies o grupos de especies. En Bolivia por ejemplo, en algunos inventarios se presentan
el error a nivel de especie, no como requisito legal sino como seguridad para el propietario del
bosque de lo que realmente puede encontrar por estrato. El cuador propuesto permite llegar a ese
nivel de detalle pero no debe exigirse como requisito legal.
Distribución de la muestra
Aunque nunca se ha normado sobre la distribución de la muestra, Dauber (1995) recomienda que
ésta sea distribuida sistemáticamente en la superficie a inventariar en líneas de levantamiento
paralelas equidistantes (generalmente en dirección este-oeste o norte-sur). Los puntos centrales de
las unidades de esta manera estarán distribuidas en forma de una cuadrícula.
√A
d = -----
√n donde:
Para reducir las líneas de levantamiento y los costos, se puede aumentar la distancia entre ellas,
multiplicando "d" por un factor entre 1 y 1.5, y reducir al mismo tiempo, la distancia entre los puntos
centrales de las unidades sobre las líneas, dividiendo "d" con el mismo factor. En todo caso, el trecho
sin inventariar entre las unidades de muestreo sobre una línea de levantamiento no debe ser menor
al largo de la unidad.
Las distancias entre las líneas de levantamiento y entre los puntos centrales de las unidades sobre
las líneas deben ser valores definidos en km y redondeados al primer decimal. Los valores
resultantes son de carácter estimativo y, en caso necesario, deben ser modificados para poder
distribuir el número requerido de unidades.
Una vez definidas las distancias anteriormente mencionadas, se distribuyen las unidades de
muestreo en el mapa forestal, enumerándolas en forma correlativa y tratando de conseguir la mejor
forma de cuadriculación para evitar así coincidencias en las líneas de levantamiento con ciertos
rasgos sistemáticos del terreno (por ejemplo ríos o cadenas de colinas). Lo último es importante
para evitar errores sistemáticos (sesgos).
Pequeñas modificaciones del diseño sistemático puro en la fase de planificación solamente se
justifican en zonas de geografía accidentada o para obviar obstáculos insuperables. En este caso, se
puede aumentar o disminuir debidamente la distancia entre las unidades de muestreo sobre una
línea de levantamiento. Si una unidad de muestreo cae en dos diferentes estratos, según el mapa
forestal, es conveniente recorrerla sobre la línea de levantamiento en dirección al estrato que
contiene la mayor parte de la unidad.
Para entender mejor la distribución de las parcelas de inventario se cita un ejemplo práctico citado
por Dauber (1995). Supóngase que se desea distribuir 100 parcelas de media hectárea en un bosque
de 50 mil hectáreas (500 km2).
√500
d = --------- = 2,2 km
√100
Para ahorrar costos, se puede aumentar la distancia entre las picadas a 3 km, y reducir la distancia
entre las parcelas a lo largo de las picadas a 2 km. Es necesario tener en claro que este cálculo
solamente es una ayuda para el diseño de muestreo, que su versión final es el resultado de un
procedimiento empírico.
La ubicación de las unidades de muestreo debe realizarse primero en el mapa, haciendo las
modificaciones del caso antes de tomar los datos en el campo. El inconveniente de esta técnica es
que la distribución del número de parcelas está en forma proporcional a la superficie del estrato y
no con base en su variabilidad. Además, el desplazarse en fajas sistemáticas a lo largo de todo el
bosque exige un gran despliegue físico e incrementa los costos de su ejecución. Por otro lado, los
resultados obtenidos son muy buenos permitiendo obtener información sobre las características del
área.
https://es.scribd.com/doc/168261525/Doc-Inventarios-Forestales