Códices y Cultura Indígena en México
Códices y Cultura Indígena en México
Códices y Cultura Indígena en México
EN MÉXICO
HOMENAJE A
ALFONSO LACADENA GARCÍA-GALLO
Coordinado por
Juan José B ATALLA ROSADO José Luis de ROJAS Lisardo PÉREZ LUGONES
Códices y cultura indígena en México. Homenaje a Alfonso Lacadena García-Gallo /
coordinadores Juan José Batalla Rosado, José Luis de Rojas, Lisardo Pérez Lugones.
–Madrid: BRF Servicios Editoriales, 2018.
556 p. : ilus. ; 24 x 17 cm
Incluye referencias bibliográficas
ISBN: 978-84-09-06669-8
1. Códices mesoamericanos. 2. Historia - México. 3. Cultura indígena. 4. Sistemas de
comunicación gráfica. I. Batalla Rosado, Juan José, coordinador, II. Rojas, José Luis
de, coordinador, III. Pérez Lugones, Lisardo, coordinador.
1. Introducción1
El objetivo de este trabajo es realizar un análisis global de las
representaciones de vasijas con maíz visibles en los manuscritos
pictográficos adivinatorios del centro de México. Están formados por dos
grupos: el conjunto conocido como Grupo Borgia, 2 y dos códices de
tradición más propiamente mexica, el Códice Borbónico y el Tonalamatl
Aubin. 3 La elección de estos manuscritos se debe al hecho de que se trata de
códices adivinatorios, cuyo contenido –semejante un manuscrito de otro– es
la clave para realizar comparaciones puntuales entre láminas y tratar de
completar la información faltante. 4 El conocimiento contenido en estos
manuscritos ha sido definido por Elizabeth Hill Boone como un
conocimiento “por relación”, es decir que reúne información en partes
independientes, como almanaques y protocolos para rituales (2016 :16-17).
Por esta razón, las imágenes gráficas visibles en sus láminas adquieren
1 En estas páginas se presentan algunos de los resultados de la investigación que he realizado como becaria del
Programa de Becas Posdoctorales en la Universidad Nacional Autónoma de México. Agradezco la Coordinación de
Humanidades por otorgarme dicha beca y el Instituto de Investigaciones Históricas por proporcionarme las
herramientas teóricas y prácticas para llevar a cabo este trabajo.
2 Eduard Seler inventó esta denominación en 1897, al referirse a un conjunto de cinco códices de contenido
adivinatorio: el Códice Borgia, el Vaticano B 3773, el FejérváryMayer, el Laud y el Cospi o Bologna (Seler, 1990-
1998, v. 1: 39-44). A este grupo, se suelen agregar dos documentos más: el Manuscrito Aubin No. 20 y la parte
calendárica del Códice Porfirio Díaz. El área de origen propuesta por el sabio alemán –Coatzacoalcos, Tochtepec y
Teotitlan del Camino– fue corregida por Alfonso Caso (1927) quien propuso el área de Puebla-Tlaxcala, con base
en la coincidencia del estilo pictórico de estos libros con el de la cerámica de Cholula y las pinturas murales del
sitio arqueológico de Ocotelulco. A pesar de esta concordancia, existen diferencias significativas entre los
manuscritos, con respecto a su estilo, así como dudas relativas al idioma hablado por sus tlaquiloque y a su lugar
de origen. Por esta razón, el elemento común de todos estos códices está representado por algunas secciones de su
contenido calendárico-adivinatorio. Sobre este tema, véanse Nicholson (1966); Escalante Gonzalbo (1996: 73-89);
Boone (2016 [2007]); Batalla Rosado (2008b); Mikulska (2016a: 29-32), entre otros.
3 A pesar de que no es posible afirmar con seguridad si estos dos manuscritos fueron pintados en época
prehispánica o colonial, forman parte integrante de este análisis con base en los numerosos rasgos iconográficos
compartidos con los códices propiamente prehispánicos del Grupo Borgia. El Códice Borbónico es posiblemente
originario del sur del Valle de México (Paso y Troncoso, 1898; Nicholson, 1988; Graulich, 2008), mientras que el
Tonalamatl Aubin fue elaborado en el área de Tlaxcala (Seler, 1900-01; Nicholson, 1966; Aguilera, 1981).
4 A pesar de que los documentos analizados han sido siete, también se han tomado en cuenta similitudes con
otros manuscritos pertenecientes a la época colonial, provenientes del Valle de México, como el Códice Tudela, el
Códice Magliabechiano y los Primeros Memoriales.
Códices y cultura indígena en México.
Homenaje a Alfonso Lacadena GarcíaGallo. 99 ISBN: 978-84-09-06669-8
Elena Mazzetto De alimentos, ofrendas y pronósticos. La representación de maíz
en códices adivinatorios del centro de México
Borgia, mismo que llega a cinco variedades: blanco, amarillo, rojo, morado
y blanco moteado de rojo. 9 Esta última variedad se identifica como
xochicintli, “maíz florido”, en el Códice Florentino de Bernardino de
Sahagún. 10 Este manuscrito es también el único donde la planta es animada,
es decir, tiene ojos y boca. Por fin, el maíz está presente con mucha
asiduidad, a lo largo de las láminas de nuestros manuscritos, bajo la forma
de granos, dentro de vasijas decoradas de forma refinada, acompañando
tanto a seres sobrenaturales como a seres humanos. Al estar omnipresentes
en distintas secciones de los códices, elementos como el aspecto y la
tipología de las vasijas, así como las hipótesis sobre su contenido, han sido
tomados en cuenta por los investigadores a lo largo de la historia de los
estudios (Seler, 1900-01; 1901-2; 1902-3; 1963; Anders y Jansen, 1993,
1994; Anders et al., 1991, 1993, 1994; Anders, Jansen, Pérez Jiménez, 1993,
1994; Escalante Gonzalbo, 1996; Batalla Rosado, 2008b; Mikulska, 2016a,
entre otros). La calidad del estilo pictórico de los tlacuiloque permite
identificar con bastante precisión el tipo de vasija, por lo que se realizaron
investigaciones que permitieron a los arqueólogos establecer conexiones o
identificaciones con distintas tipologías cerámicas empleadas por las élites
posclásicas (López de la Rosa y Rocha Segura, 1997).
Es bien sabido que le debemos a Eduard Seler la publicación de
comentarios muy detallados de las láminas del Códice Borgia (1963), del
Tonalamatl Aubin (1900-1), del FejérváryMayer (1901-2) y del Vaticano B
(1902-3). En su análisis iconográfico del cuenco de ofrenda representado en
la lámina 2 del Códice Borgia, el sabio alemán explica lo siguiente:
Vemos ahí adentro de un templo una vasija cuya parte principal está
pintada de azul (el color de la turquesa); encima de la parte azul hay una faja
roja y, en el borde de la vasija, una franja de objetos amarillos parecidos a
hojas o alineados uno junto a otro. Es la secuencia de colores propia del ave
9 Sobre la identificación de la paleta de colores empleada en los códices de México central, véase Dupey
García (2015b).
10 Se trataba de mazorcas caracterizadas por un significado especial. Los mismos informantes de Sahagún
refieren que el color de sus granos remetía al color de la sangre. Las xochicintli se molían y su polvo o masa se
empleaba para curar las inflamaciones de los músculos (Sahagún, 1950-1982, Libro 10: 153). Desafortunadamente,
no quedaron huellas de los usos de las mazorcas floridas en contextos rituales. Una excepción está representada por
la lámina 149 del Calendario Tovar (ver The Tovar Calendar, 1951), dedicada a la veintena de Etzalcualiztli. En la
ilustración se aprecia la figura de uno de los personajes disfrazados de Tlaloque que realizaban la limosna,
pidiendo el etzalli, comida de maíz y frijol, en cada casa. Lleva en la mano derecha una caña de maíz maduro con
una única mazorca. El color blanco y rojo de sus granos permite identificarla como xochicintli. No estará de más
señalar cómo en la lámina 27 del Códice Borgia, dedicada a los pronósticos relativos a las precipitaciones, el
Tláloc asociado al año Ce Calli –1 Casa– lleva en la mano una xochicintli. Este pronóstico estaba asociado con un
período de lluvias muy fuertes que podían destruir la cosecha del maíz.
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Elena Mazzetto De alimentos, ofrendas y pronósticos. La representación de maíz
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de turquesa [...]. Es posible que con esta pintura se haya querido expresar la
palabra xiuhcalli, xiccalli, es decir, xicalli [...] Puesto que en el tipo de
códices al que pertenece el nuestro la flor suele insinuar en numerosos casos
la sangre de los sacrificios, podemos dar por seguro que las dos flores que
adornan la vasija de nuestro dibujo la caracterizan expresamente como vaso
destinado a recibir esta sangre, es decir, como un vaso de corazones. (Seler,
1963, t. 1: 27-28)
Según el investigador, en la parte superior se ven plumas que también
están representadas en otros monumentos, como por ejemplo los
cuauhxicalli. En el contexto de la lámina 2 se trataría de un quetzal que baja
a chupar la sangre (Seler, 1990-1998, t. 3: 79-113). De ninguna manera Seler
plantea que estos recipientes puedan contener maíz o alimentos a base de
maíz. Ahora bien, si bien es comprobado que los símbolos florales remiten al
contenido precioso de los cuencos, también hay que subrayar cómo los
análisis iconográficos realizados por Élodie Dupey García (2015a: 50-55;
2017a, 2017b) han puesto énfasis precisamente en el doble significado de la
flor como referencia al buen olor de las ofrendas. Por lo que la presencia de
alimentos podría justificar la representación de elementos olfativos. También
me parece importante señalar cómo la forma gráfica de los cuauhxicalli
pintados en el Códice Borgia –a los que Seler dedicó análisis muy
pormenorizados (Seler, 1990-1998: 79-113)– se alejan de las vasijas objetos
de este análisis, por su forma y color. Si se analiza la lámina 59 de este
manuscrito, dedicada a los pronósticos de matrimonio, se podrá apreciar la
pareja representada en la parte superior derecha. Entre los dos personajes se
encuentra un “vaso del águila”. La parte inferior está enmarcada por un
borde amarillo y rojo en su interior, decorado con dos círculos amarillos; no
tiene patas. La extremidad superior está formada precisamente por las
plumas de esta ave. Se pueden reconocer por su color gris y blanco, así
como por las pequeñas rayas verticales que reproducen los distintos
segmentos que conforman las plumas del rapaz. Los elementos
representados adentro del cuauhxicalli remiten claramente al contexto
guerrero y sacrificial, ya que se pueden ver dos flechas que perforan dos
corazones y dos abundantes chorros de sangre que salen de la vasija. 11
11 Otro cuauhxicalli se ve representado en la lámina 49 del mismo códice. Los cuauhxicalli se pueden
reconocer con mucha facilidad también en el Códice Borbónico (1991, láminas 8, 9, 11, 14, 17, 18, 20) y son
claramente distintos de los recipientes con alimentos.
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Elena Mazzetto De alimentos, ofrendas y pronósticos. La representación de maíz
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12 Códice Borgia, láms. 57, 58, 60; Códice Vaticano B, láms. 5, 8, Códice FejérváryMayer, láms. 8, 35, 36;
Códice Laud, láms. 9, 10, 11, 12, 13, 15, 16; Códice Cospi, láms. 6, 7.
a b c d
e f g
Figura 1: Recipiente con maíz; a (Códice Borgia, lám. 67); b (Códice Vaticano B, lám. 57); c (Códice FejérváryMayer, lám. 26);
d (Códice Laud, lám. 9); e (Códice Cospi, lám. 3); f (Códice Borbónico, lám. 19); g (Tonalamatl Aubin, lám. 17).
14 Véanse las faldas de Chalchiuhtlicue (Códice Borgia, láms. 14, 17, 21, 57, 65), la de Xochiquetzal (lám.
17), el maxtlatl-faldellín de Tlaloc (láms. 16, 57). Como subraya atinadamente Dupey García (2003: 35), se trata
también de la decoración de la piel de Tlaloc (Códice Borgia, láms. 20, 25).
15 Es interesante señalar que algunas vasijas tienen una faja de decoración distinta, formada por una sucesión
de signos en forma de C, pero más alargada (lám. 65), que corresponde a la misma textura de las mazorcas de maíz
azul de la lámina 20.
16 Para profundizar sobre estas tipologías cerámicas desde el punto de vista arqueológico, véanse López de la
Rosa y Rocha Segura (1997) y Gilda Hernández Sánchez (2005; 2008), cuyos estudios han sido retomados por
Batalla Rosado en su comentario del Códice Borgia (2008b: 343).
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Elena Mazzetto De alimentos, ofrendas y pronósticos. La representación de maíz
en códices adivinatorios del centro de México
CVB: 42-43) y en la parte relativa a los señores de las veinte trecenas (CB:
61-70; CVB: 49-68). En el FejérváryMayer, en las láminas dedicadas a las
“seis conversaciones” (láms. 23-25, mitad inferior) y a las “seis parejas”
(láms. 35-37). En el Códice Laud, se trata de la sección sobre los señores de
las trecenas (láms. 9-16) y sobre los pronósticos de matrimonio (láms. 33-
38). En el Códice Borbónico (láms. 3-20) y Tonalamatl Aubin (láms. 3-18),
es la sección sobre las Trecenas y sus patronos divinos (véase Cuadro 1). 20 A
este respecto, sería útil entender si los alimentos pueden leerse como
“ofrenda” o más bien como resultado de un “pronóstico”. En náhuatl, el
verbo maca define la acción de “dar algo a otro”, mientras que tlamaca –el
mismo verbo, pero precedido por el prefijo de objeto indefinido tla- – se
traduce “servir a la mesa o administrar la comida” (Molina, 2008: 50r, 125r).
La definición, los campos de acción y los contextos de aparición de la
ofrenda mesoamericana son temas que se han trabajado de forma
pormenorizada, por lo que no me tardaré en la descripción de todas sus
características. 21 Sin embargo, sí se debe poner énfasis sobre el hecho de que
se trataba de un acto ritual en el que se elegían, preparaban y depositaban
objetos determinados, como parte de ceremonias llevadas a cabo en períodos
específicos del ciclo ritual indígena. En el vocabulario náhuatl, la ofrenda
corresponde tanto a la palabra tlamanalli como a la palabra huentli, 22 cuyo
campo semántico abarca referentes muy distintos, como las flores, el tabaco,
el copal, la comida ritual, etc. (Sahagún, 1950-1982, Libro IV, cap. 21: 77;
Libro 9, cap. 8: 40; Libro 12, cap. 19: 53). Cuando hablamos del resultado
de un pronóstico hacemos referencia al efecto o al producto de la predicción
de la evolución de un proceso o de un hecho futuro. En el caso que nos
ocupa, se trata se las previsiones realizadas por el tonalpouhqui al momento
de leer secuencias mánticas determinadas de los Tonalamatl y cuyos
resultados estaban plasmados en las láminas de estos códices. 23 Ahora bien,
procederé al análisis de las vasijas de maíz en conexión espacial con otros
objetos a sus alrededores, con la finalidad de entender y reconocer estos
contextos.
20 En los gráficos se ha utilizado los títulos de las secciones de los códices propuesta por Anders y sus colegas.
21 Sobre el problema del campo de acción de la palabra “ofrenda” y su definición como “depósito ritual”,
véase Dehouve (2008, 2013b). Para profundizar en el estudio arqueológico de este fenómeno en la cultura náhuatl
prehispánica, véase López Luján (2005).
22 “Ofrenda”, “Presente que se da”, “Sacrificio o ofrenda” (Molina, 2008: 90r, 98r, 106v.).
23 Las técnicas de adivinación a través del uso de los Tonalamatl o de otros sistemas mánticos ha sido también
objeto de algunas investigaciones. Véanse Durand-Forest (1968), Quiñones Keber (2002); Boone (2016); Ana Díaz
(2011, 2016); Olivier (2012).
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en el Códice Laud (por ejemplo, en las láminas 12, 14, 16). Katarzyna
Mikulska ha estudiado con detalle las representaciones de manos, pies y
cuerpos humanos despedazados visibles en los documentos pictográficos. En
particular, se ha acercado al estudio de la manta llevada por Huitzilopochtli,
en el momento en que se elaboraba y ataviaba su efigie de masa de amaranto
tzoalli, en la veintena de Toxcatl (Sahagún, 1950-1982, Libro 12, cap. 19:
52; Olivier, 2008: 264-267). Esta prenda presentaba dibujos de palmas de
manos, plantas de pies, varios huesos y cráneos y se denominaba
tlaquaquallo. Se trata del inalienable del verbo cuacua, reduplicación del
verbo cua, “comer”. Esta palabra presenta un problema de traducción, ya
que tanto Sahagún cómo Molina no ortografiaron el saltillo. Por esta razón
el término podría significar “buscar/conseguir comida”, hablando de
animales, o “comer”. La autora concluye diciendo que “el concepto al que se
refieren las diferentes partes del cuerpo cuando aparecen en conjunto en
representaciones gráficas, y que podría llamarse también tlaquaquallo, igual
que el diseño de la prenda, concierne a la alimentación de las deidades del
inframundo con el cuerpo humano” (Mikulska, 2007: 25, 26). Dehouve, en
cambio, basándose en el hecho de que la palabra está ortografiada con doble
“l”, interpreta el vocablo como “tlacua(h)cual(li)(y)(l)oh: “lleno de cosas
mordidas”, es decir, de partes de cuerpo masticadas o despedazadas. En
otras palabras, el motivo tlaquaquallo representaba el despedazamiento del
cuerpo humano” (Dehouve, 2016). Regresando a Mikulska, en su libro más
reciente, la autora polaca propone una lectura hipotética de la lámina 41 del
Códice Borgia, donde aparecen dos representaciones de la diosa Tlazolteotl
llevando cada una dos vasijas. La primera Tlazolteotl, vestida de rojo, lleva
una vasija con maíz, arriba del maíz se ve una pata de animal, y en la otra
mano lleva una vasija con chocolate. La otra, con la falda roja y negra, lleva
la misma vasija con maíz y arriba la pata de animal, y en la otra mano,
pulque. Mikulska interpreta la presencia del miembro encima del cuenco
como “plato de tlaquaquallo” (Mikulska, 2016a: 420). Con base en el
concepto enunciado antes, esto se referiría a partes del cuerpo ofrendadas. 28
Ahora bien, no hay que olvidar que no se encuentra sistemáticamente la
representación de un miembro humano, sino también la pata de distintos
animales. En el Códice Borgia, la pata a veces se representa como la de un
28 Cabe señalar que uno de los personajes protagonistas de la lámina 37 lleva también dos recipientes, uno con
maíz y con un brazo humano encima, y el otro con chocolate. Sin embargo, en la edición del Códice Borgia de
Díaz, Rodgers y Byland (1993), el recipiente con maíz ha desaparecido, y solo es visible la mano del personaje que
parece sostener algo.
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a b c d
e f g
Figura 2: Recipiente con pata de animal o brazo humano; a (pata de jaguar, Códice Borgia, lám. 5); b (pata de venado, Códice
Borgia, lám. 65); c (pata de jaguar, Códice Vaticano B, lám. 5); d (pata ¿de jaguar?, Códice FejérváryMayer. lám. 36); e (pata de
¿venado?, Códice Laud, lám. 9); f (pata de águila, Códice Borbónico, lám. 8); g (pata de venado, Códice Borbónico, lám. 16).
29 En la representación del bloque inferior de la lámina 7 se aprecian las manchas oscuras y redondeadas de la
piel de este felino.
30 Compárense la textura de la piel de la pata en la parte superior de la lámina 65 con la de las patas del venado
visible en la lámina 22.
31 En este manuscrito, las mismas manchas redondas que caracterizan la piel de jaguar se encuentran en los
brazos que sustituyen la pata en algunas láminas (por ejemplo, láminas 8 y 36).
32 En el Códice Cospi, la pata de animal está ausente.
33 Aunque parezca sorprendente, en el Tonalamatl Aubin no se representan en lo absoluto estas vasijas, si
excluimos el recipiente de la lámina 13, de donde se asoman un corazón y una mano cortada.
34 Según Anders, Jansen y Reyes García (1991: 142) se trataría, en la lámina 8, de una pata de guajolote,
mientras que en el caso de la lámina 18, se trataría del símbolo del nahual de la diosa Chantico.
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Vale la pena sin duda recordar que las especies representadas –el jaguar,
el venado y las aves– así como los seres humanos, representaban las
oblaciones más refinadas dedicadas a los seres sobrenaturales de los
antiguos nahuas. En la ofrenda 9 del Templo Mayor se encontró el esqueleto
en conexión anatómica de un jaguar que parece haber sido sacrificado por
cardiectomía practicada a través del procedimiento conocido como “ingreso
a la cavidad torácica desde el abdomen”, exactamente como el niño de la
ofrenda 101, dedicada a Huitzilopochtli (López Luján 2005: 337-338; López
Luján et al., 2010: 381). Asimismo, en las ofrendas 120 y 125 se han
recuperado catorce esqueletos de águilas reales cuya piel había sido
preparada a través de un tratamiento similar a lo de la taxidermia actual. Las
huellas de enfermedad en las alas y las patas demostrarían que se trataba de
ejemplares que llevaron una vida de cautiverio, muy probablemente en la
Totocalli – la casa de las aves – del soberano mexica (Quezada Ramírez et
al., 2010). Con respecto al venado, es bien sabido que se trataba del
prototipo de los cautivos de guerra, descrito y representado como víctima de
sacrificio por cardiectomía en distintas fuentes documentales escritas y
pictográficas (Olivier, 2010: 455-456; Olivier, 2015: 310-353). Hay que
agregar también el descubrimiento de siete ejemplares de espátula rosada, en
las ofrendas 99, 101, 104, 120, 128 y 141. Es de notar que los ejemplares de
las ofrendas 99 y 104 sólo conservaban algunas partes anatómicas, como el
cráneo, los huesos de la punta de las alas y, precisamente, los extremos de
las patas, otro indicio del posible tratamiento taxidérmico (Olivier y López
Luján, 2017: 170). Como subrayado por los científicos del “Proyecto
Templo Mayor”, los sacerdotes mexicas preferían ofrendar “animales a los
que atribuían profundos valores religiosos y cosmológicos” (López Luján et
al., 2012: 15), por lo que se puede decir, al menos con respecto al contexto
arqueológico, que el valor nutricional no fue el criterio empleado en la
elección de las ofrendas faunísticas. A este respecto, no está de más subrayar
cómo todos estos ejemplares representaban los dobles animales de dioses
muy significativos del panteón de los antiguos nahuas. El jaguar era el
nahual de Tezcatlipoca, bajo su aspecto de Tepeyollotl, el Corazón de la
Montaña (Olivier, 1998). El águila era el doble animal de Tonatiuh
(Sahagún, 1950-1982, Libro 2, Appendix: 216), el venado era el mamífero
asociado al dios de la cacería y de la guerra, Mixcóatl (Olivier, 2015: 154-
183). Con respecto a la espátula rosada, sus plumas eran parte de los atavíos
distintivos de entidades solares y guerreras como Huitzilopochtli, Nanánuatl
y Xipe Tótec. Como subrayado atinadamente por Olivier y López Luján se
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Elena Mazzetto De alimentos, ofrendas y pronósticos. La representación de maíz
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En esta última lámina, un brazo cortado está presente al lado del cuenco de
cuchillos y en este caso, se trata de una vasija preciosa. La oposición maíz-
cuchillos de sacrificio se puede apreciar también en la secuencia de parejas
divinas de la lámina 57 del Códice Borgia. La pareja representada en la parte
superior izquierda de la hoja está formada por seres sobrenaturales asociados
con la muerte. La única ofrenda presente es un cuenco con un corazón y con
dos ojos extraídos de los que sale humo, es decir, la comida de los seres
inframundanos (Mikulska, 2007). Asimismo, los dioses del pulque
protagonistas de la parte inferior izquierda de la misma lámina llevan vasijas
opuestas: la diosa muestra un recipiente de maíz sobre lo que está
representado un jaguar. Su pareja masculina, en cambio, levanta un cuenco
con cuchillos de sacrificios de los que se escapa fuego. 39 Con base en las
entidades y los contextos donde encontramos este conjunto, es posible
concluir y confirmar los análisis de los investigadores, para quienes se trata
claramente de dones destinados a seres del Inframundo, asociados a
escenarios de sacrificio y muerte.
4.3. La “ofrenda” en los manuscritos coloniales del siglo XVI
El mismo conjunto formado por el recipiente con maíz y el cuenco con
brazo o pata se encuentra también en manuscritos de época colonial. Me
refiero a los códices Tudela (láms. 55, 58, 60), Magliabechiano (láms. 67 y
72) y a los Primeros Memoriales (Figuras 4a-c). En la lámina 55 del Códice
Tudela está representado un “funeral de cacique”. A los piés del bulto
funerario se ven distintos alimentos. El comentario al manuscrito de José
Tudela de la Orden (1980: 115) describe la ofrenda como formada por “el
cacao [...] la comida [...] tres tortillas y un brazo humano”, aunque en
realidad, se trata más bien de una pata de animal, ya que se distingue
claramente la presencia de tres garras. 40 El texto del Códice Magliabechiano
39 Se puede comparar esta lámina con la número 35 del Códice Fejérváry-Mayer.
40 Las láminas 14r del Códice Tudela, la 32r del Códice Magliabechiano y la 95v del Códice Ixtlilxochitl están
dedicadas a la veintena de Huey Tozoztli. A pesar de que en este contexto no tenemos el conjunto maíz-brazo/pata,
sí el tlacuilo –al menos en el primer caso– representó distintos recipientes con alimentos a base de maíz, donde la
diferencia entre tlaolli –los granos de maíz– y alimentos procesados –tamales y tortilla – es muy marcada, por
forma y tamaño. Para el Tudela, Batalla Rosado (Códice Tudela, 2002: 185) los interpreta como tlaolli y etl (granos
de maíz y frijoles) y tortillas. La misma convención gráfica de representar juntos granos de maíz y frijoles se
expresa en los códices económicos, la Matrícula de Tributos y el Códice Mendoza. Con respecto al
Magliabechiano, Anders y Jansen los consideran representaciones, respectivamente, de masa, tortillas y tamales
(1996: 169). Jaqueline de Durand-Forest describe las ofrendas presentes en el Ixtlilxochitl como tlaolli y tortillas
(Códice Ixtlilxochitl, 1976: 20). Sin embargo, este detalle estilístico que permite reconocer los distintos alimentos
representados nunca se emplea en los códices adivinatorios.
41 “Así se ve en los dos códices un metate para moler, y sobre él, un brazo humano que no tiene relación con el
metate” (Códice Tudela, 1980: 117). Una vez más, se trata de una pata de animal y no de un brazo humano.
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en códices adivinatorios del centro de México
a b c
Figura 4: Conjunto de brazo/pata + maíz; a (Códice Tudela, lám. 60); b (Códice Magliabechiano, lám. 72r); c (Primeros
Mamoriales, lám. 252r).
(Anders y Jansen, 1996: 207), en la lámina 72r, sólo menciona “papel, cacao
y comida”. En la lámina 58 del Códice Tudela, dedicada a la “sepultura del
señor”, los mismos tres elementos analizados en la lámina 55 rodean el bulto
del difunto. Sin embargo en este caso José Tudela identifica el recipiente
donde aparece la pata de animal como un metate. 41 Esta interpretación está
basada en el pasaje del manuscrito, donde se relata: “enterraban sus piedras
de moler y maíz para que le moliesen” (véase Costumbres... 1945: 58). En
cambio, el contenido del recipiente de maíz no viene identificado (Códice
Tudela, 1980: 117). El texto del Magliabechiano sólo menciona que “le
daban [al difunto] para el camino cacauatl”. 42 Anders y Jansen identifican
estas ofrendas como “bebida de chocolate, tenate con tamales, tenate con
carne” (Códice Magliabechiano, 1996: 203). En la lámina 60 del Códice
Tudela, dedicada al funeral del hombre común, el comentario dice: “[...]
enterraban con ellos xícaras de gallina y carne guisada, y pan y maíz y
frijoles y chía y otras legumbres y mantas [...]” (Códice Tudela, 1980: 118).
José Tudela identifica las bolitas amarillas como tortillas, tamales o pozole
(1980: 119). En su comentario al mismo códice, Juan José Batalla (Códice
Tudela, 2002: 305) subraya atinadamente cómo en el Códice
Magliabechiano (lám. 69r) el recipiente con la pata de ave ha sido sustituido
por una coa o bastón plantador, que no se menciona en los textos.
En la secuencia de folios dedicadas a las fiestas de las veintenas, en los
Primeros Memoriales, destaca la ilustración que acompaña la descripción de
la veintena de Teotleco, “Han llegado los dioses”, en la lámina 252r de la
obra. En la viñeta, en la parte superior izquierda, están representadas dos
42 La relación entre el chocolate y los ritos funerarios se encuentra descrita también en la Crónica mexicana de
Tezozomoc. Cuando el tlatoani Motecuhzoma I hizo trasplantar distintos tipos de flores olorosas y árboles de
cacao de Cuatlaxtlan, en la costa, hacia Huaxtepec, se sorprendió al ver que los árboles dieron sus frutos muy
rápidamente. Sintió entonces acercarse el momento de su muerte y le dijo a Tlacaelel, el cihuacoatl, “Mira lo que
os digo, que esta benida tan temprana de cacao y rrosas, a<n>tes de muchos días será por ello n<uest>ro fin, y así,
luego tomemos de ellos y nos cubramos los cuerpos de rrosas y cacao, pues los dioses an de permitir por esto
n<uest>ro fin” (Tezozomoc, 2001, cap.42: 189).
Códices y cultura indígena en México.
Homenaje a Alfonso Lacadena GarcíaGallo.
117
Elena Mazzetto De alimentos, ofrendas y pronósticos. La representación de maíz
en códices adivinatorios del centro de México
mujeres que levantan los brazos, como en el acto de ofrendar. Llevan en las
manos respectivamente cuatro y cinco círculos que podrían ser interpretados
como tamales o tortillas de amaranto, es decir la ofrenda que se realizaba
durante la fiesta en los templos (Sahagún, 1950-1982, Libro 2, cap. 31: 118),
y encima, un brazo cortado. Si la piel y el pelo de las dos mujeres aparece
coloreado, el contenido de las ofrendas levantadas en frente de ellas no está
pintado, lo que impide la identificación de los elementos. Wigberto Jiménez
Moreno (1974: 49-51), en su comentario de los Primeros Memoriales
realizados en los años 70, propone que el brazo deba interpretarse como el
acto de ofrendar, expresado por el verbo mana.nitla, de la palabra ma(itl),
“mano”. En cambio, Gabriel Espinosa Pineda (2010: 96-98) considera que
las pelotitas blancas serían los tamales de amaranto de la fiesta, mientras que
el brazo sería una planta, misma que identifica como la “flor de manita” que
aparecería también en la viñeta de la veintena de Tozoztontli (fol. 250r) y
que otorgaría a las ceremonias un sentido estacional muy marcado.
Ahora bien, parece evidente que, a pesar de que se trata de códices de la
época colonial, estamos aquí en presencia del mismo conjunto formado por
“recipiente de maíz + brazo/pata” encontrado en los manuscritos religiosos.
En este sentido, coincido con la idea enunciada por Wigberto Jiménez
Moreno, y antes por Seler, al considerar que lo que los tlacuiloque querían
representar a través de la presencia de esta extremidad humana o animal era
el concepto de “ofrenda”. La lámina 254v de los Primeros Memoriales
corrobora esta interpretación. Se trata del capítulo tercero de la obra,
dedicado a “las ofrendas que ofrecían a los demonios en el templo y fuera”
(Sahagún, 1997: 70). La primera descripción corresponde al término
tlamanaliztli, “acto de ofrendar, don, ofrenda” (Molina 2008: 125r):
Inic tlamanaloia: tlaqualtica ioan tilmatica. Tlamanaloia ioan ycan yntlein
yoyolli, azo totolli, anozo tototl; anozo, tilmatli, anozo intlein iancuican
mochioa, azo centli, anozo chian, azo xochitl, anozo intlein, auh inic
tlamanaia: ciuatzitzinti youac in quimixitiaya yn tenavan in tetavan, inic
quimanativi ventamapictli in tlaxcaltzintli tepitoton. Inic iciuhca quimanativi
ixpan diablo, caxtica in quitquia uentli, in conmanaia. Zan inchan
mochihuaia in tlaxcalli ic tlamanaia ciuatzitzinti.
sus madres y padres para que fueran a hacer las ofrendas, llevando los dones
en sus manos, tortillitas muy pequeñas. Iban a hacer su ofrenda muy
temprano, delante del dios, llevaban las ofrendas en cazuelas, en eso las
ofrecían. Sólo en sus casas se hacían las tortillas con que las jovencitas
hacían sus ofrendas. (León-Portilla, 1992: 46-47) 43
La imagen que acompaña el texto es muy sugerente. Una mujer lleva dos
escudillas: en una se ven cuatro pequeñas bolitas blancas, en la otra, un
brazo humano cortado. Esto es, el acto tlamanaliztli se expresaba
gráficamente a través de estos dos elementos (Figura 5). En sus Memoriales,
Motolinía relata algo parecido, al hablar de las sacerdotisas encargadas de
servir en los distintos calmecac de la capital mexica:
Éstas, aunque eran pobres, los parientes les daban de comer, y lo demás
para hacer mantas y para llevar comida caliente por la mañana, que ofrecían
ante los ídolos, así de pan como de gallina guisada, porque aquel calor o
vaho decían que recibían los ídolos, y lo demás los ministros. (Benavente,
1971: 75)
cap. 17: 88, cap. 37: 204). 48 Desde su nacimiento, el niño varón era creado
para cumplir con esta tarea (cap. 31: 171, cap. 36: 198, cap. 37: 203). 49
En su artículo sobre las “metáforas comestibles” en los rituales
mexicanos, Danièle Dehouve (2013a) ha llamado la atención sobre el
vínculo estrecho presente entre la descripción de la manera de servir la
comida durante los banquetes de los pochteca descrita en el Libro 9 del
Códice Florentino y el binomio lingüístico “bebida-comida”. En la
ilustración del manuscrito sahaguntino aparecen dos servidores: uno lleva
con una mano un recipiente lleno de tamales y en la otra un recipiente con
salsa molli. El servidor que va detrás lleva con una mano la olla de chocolate
y en la otra el batidor utilizado para preparar la bebida (Sahagún, 1979,
Libro 9, cap. 7, fol. 29r). La autora considera que estos elementos
representan, por un lado, la comida solida (tamales y molli) y por el otro, la
comida líquida (el chocolate). Este binomio agua-comida, remite con
evidencia a contextos vinculados con la riqueza y los privilegios, por ser
parte de las prerrogativas otorgadas a los guerreros destacados que
realizaban hazañas importantes en el campo de batalla:
in muchi iluilti in celic in auiac, yn itzmolinca in icelica totecujo in icenuic
muchioa in xuchitl, in ietl, in atl, in tlaqualli, in maxtlatl, in tilmantli, in
quemitl, in muchi quicemaci, in calli, in tlalli.
a b
Figura 6: El binomio “agua-comida”; a (Códice Borgia, lám. 58); b (Códice Vaticano B, lám. 2).
51 En la descripción de la lámina 3, Seler identifica las cuatro vasijas como representación de la “abundancia
de la cosecha” (Selder, 1963, t. 1: 33).
52 Es significativo señalar cómo en los discursos sobre la realeza recogidos en el Libro 6 del Códice Florentino
se encuentra un largo sermón sobre los peligros del pulque. La bebida se define “in aihuani, in aqualoni”, “lo que
no se ha de beber ni comer”. Según Díaz Cíntora, se trataría de una exhortación evangélica que no tiene orígenes
prehispánicos (1995: 112, 122).
Códices y cultura indígena en México.
Homenaje a Alfonso Lacadena GarcíaGallo.
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Elena Mazzetto De alimentos, ofrendas y pronósticos. La representación de maíz
en códices adivinatorios del centro de México
a b c d e
Figura 7: El maíz como metáfora de lo “valioso”; a (Códice Borgia, lám. 57); b (Códice FejérváryMayer, lám. 36); c (Códice
Laud, lám. 37); d (Códice Borgia, lám. 55); e (Códice Borbónico, lám. 13).
7. Conclusiones
En este trabajo he realizado un análisis completo de las representaciones
de vasijas con maíz, visibles en los códices adivinatorios de México central,
con el objetivo de organizar la información pictográfica y establecer cuáles
eran los conceptos que se querían expresar a través de su presencia. En
primer lugar, he retomado las propuestas interpretativas de los especialistas,
constatando cómo la identificación del contenido de estos cuencos con el
cereal no ha sido inmediata. Para ello he proporcionado pruebas estilísticas
para comprobar la naturaleza de la comida presente en los recipientes. El
inventario de sus contextos de aparición me ha permitido darme cuenta de
que el estudio de los elementos que acompañan el maíz es imprescindible
para entender su significado, ya que el contexto pictográfico puede
proporcionar significados distintos. En los códices pertenecientes al Grupo
Borgia ha sido posible aislar dos conjuntos. El primero es el de “recipiente
de maíz/o cuchillos/corazón + brazo humano/pata de animal”. Con base en
las propuestas de los investigadores y en las evidencias de las crónicas
coloniales, he interpretado este conjunto como una de las representaciones
gráficas de la ofrenda, por ser el brazo humano con la palma de la mano
hacia arriba uno de los ademanes que expresan este acto ritual, en la
gestualidad de los códices. En el Códice Borgia, estos dos componentes
aparecen en su mayoría en la parte dedicada a los veinte signos de los días.
En los otros códices, en la parte relativa a los pronósticos de matrimonio y a
los señores de las trecenas. La elección del brazo humano o de la pata de
animales como el jaguar, el venado y distintos tipos de aves corresponde al
patrón de presencia de los restos de estos animales en las excavaciones del
Templo Mayor. Su simbolismo religioso era muy fuerte y tal vez se
relacione precisamente con el hecho de que se trataba de las oblaciones más
apreciadas por los seres sobrenaturales, al ser estos animales los alter-ego de
los miembros del panteón náhuatl prehispánico asociado con la dimensión
de la guerra y del poder. Este conjunto gráfico sobrevivió en los manuscritos
Códices y cultura indígena en México.
Homenaje a Alfonso Lacadena GarcíaGallo.
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Elena Mazzetto De alimentos, ofrendas y pronósticos. La representación de maíz
en códices adivinatorios del centro de México
de época colonial, a pesar de que la representación tanto del maíz cómo del
brazo humano o pata de animal sufrieron un cambio sustancial. En efecto, el
vegetal ya no se representa bajo la forma de granos, sino de alimentos
procesados, como tortillas o tamales, cuyo tamaño es mucho mayor. Con
respecto al brazo humano o pata de animal, ya no se encuentran pintadas
garras de jaguar o de águila, ni patas de venado, sino extremidades de aves
no identificadas. Las glosas en español las asocian a “guisados de gallina”,
lo que tal vez vincula algunas de estas ofrendas con los guajolotes. El
segundo conjunto expresa el difrasismo “agua-comida”, o “sustento”. En
este nunca aparece el brazo o la pata de animal, y la vasija con maíz va
acompañada por otro recipiente que lleva chocolate o pulque, es decir, se
conforma el binomio “comida sólida-comida líquida”. Los contextos de
aparición de este difrasismo gráfico son principalmente los pronósticos de
matrimonio. Finalmente, con base en la larga lista de elementos que pueden
aparecer juntos con el maíz, he llevado a cabo el reconocimiento de un
difrasismo y una cadena difrasística asociados al cereal como símbolo de lo
“valioso”. Esto me ha permitido organizar la información proporcionada por
las fuentes documentales y por los investigadores y presentar una propuesta
de lectura. Obviamente, se trata solamente de uno de los múltiples niveles de
significados resguardados por el cereal en el universo pictográfico
mesoamericano.
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Cuadro 1
Códice Maíz y recipientes
Códice Borgia Maíz:
Color: amarillo, en un caso blanco, amarillo, rojo y azul
Forma: bolitas redondas u ovaladas dispuestas en 1 o 2 hileras superpuestas
Recipientes:
Forma y tipología: cerámica polícroma. Cajete de paredes rectas o ligeramente divergentes
con o sin soportes globulares fitomorfos, zoomorfos o almenados (López de la Rosa y Rocha
Segura, 1997)
Decoración: bandas entrecruzadas, círculos, grecas y líneas paralelas (López de la Rosa y
Rocha Segura, 1997), “diseño chalchihuitl”
Color: azul-verde, a veces con bordes amarillos; naranja
Bordes: rojos; rojo, azul y amarillo; a veces ausente
Láminas:
Los veinte signos del Tonalpohualli: 1, 2(3), 3(3), 4(5), 5(4), 6(4), 7(2), 8(2)
Los señores de los veinte días: 12(2)
Los patronos de los nacimientos: 15(1)
Los cuatro dioses de los bultos sagrados: 26(1)
Parte central: 37(1), 38(1), 41(2)
Las seis parejas: 57(6)
Pronósticos para los matrimonios: 58(5), 59(7), 60(6)
Los señores de las veinte trecenas: 65(1), 66(2), 67(1), 69(2), 70(1)
Códice Vaticano B Maíz:
Color: amarillo, con una “u” invertida dentro de cada bolita
Forma: bolitas redondas, con 1, 2 o 3 hileras superpuestas
Recipientes:
Decoración: círculos y líneas paralelas, “diseño chalchihuitl”
Color: azul-verde, naranja, rojo, blanco y rojo
Bordes: azul, rojo, blanco
Láminas:
La cuenta de los días: 2(3), 3(2), 4(3), 5(3), 6(3), 7(1), 8(1)
Las seis conversaciones: 9(1), 10(2)
Los patronos de los nacimientos: 38(1)
Pronósticos de los matrimonios: 33(2), 34(2), 35(3), 36(1), 37(2), 38(2), 39(1), 40(2), 42(1)
Manifestaciones del dios de la lluvia: 43(1), 47(1)
Los señores de las veinte trecenas: 49(2), 54(2), 57(1), 60(1), 62(1), 64(1)
Códice Fejérváry- Maíz:
Mayer Color: amarillo
Forma: bolitas redondas
Recipientes:
Decoración: ninguna
Color: azul, naranja, rojo
Láminas:
Las seis conversaciones: 23(1)
Los períodos aciagos: 26(2)
Los seis caminantes: 32(1)
Las seis parejas: 35(1), 36(2), 37(2)
Cuadro 1 (cont.)
Códice Maíz y recipientes
Códice Laud Maíz:
Color: amarillo
Forma: bolitas redondas, 1 o 2 hileras superpuestas
Recipientes:
Forma y tipología: cajete de labios divergentes con soportes y decoración incisa; cajete recto
con soportes (López de la Rosa y Rocha Segura, 1997)
Color: verde, blanco
Láminas:
Los señores de las trecenas divididas: 9(1), 11(1), 13(1), 15(1), 16(1)
El dominio de la muerte: 31(1)
Pronósticos para los matrimonios: 33(3), 34(1), 35(3), 36(4), 37(2), 38(2)
Códice Cospi Maíz:
Color: amarillo
Forma: bolitas redondas, 1 o 2 hileras superpuestas
Recipientes:
Decoración: círculos amarillos
Color: verde, con partes amarillas y rojas
Bordes: rojo, verde, amarillo
Láminas:
La cuenta de los días: 3(1), 5(3), 6(1), 8(2)
Códice Borbónico Maíz:
Color: amarillo
Forma: pequeñas capas en el borde del recipiente
Recipientes:
Decoración: ninguna
Color: amarillo, naranja
Bordes: rojo, azul
Láminas:
Las veinte trecenas y sus patronos divinos: 4(2), 5(2), 7(2), 8(2), 9(1), 10(2), 11(2), 12(1),
13(1), 14(1), 15(1), 16(1), 17(3), 18(1), 19(3), 20(2)
Tonalamatl Aubin Maíz:
Color: amarillo
Forma: bolitas amarillas
Recipientes:
Decoración: ninguna
Color: amarillo, café
Bordes: ninguno
Láminas:
7(1), 11(1), 17(1), 18(1)
Cuadro 2
Códice Elementos en el recipiente
Códice Borgia Flores. Quetzal descendiente. Pelota de hule desprendiendo humo. Dos banderas rojas con
rayas blancas horizontales. Cabeza de Tezcatlipoca con flecha descendiente. Pata de águila.
Banderas de sacrificio. Chorros de sangre. Elemento redondo azul/verde como chalchihuitl.
Collar de cuentas preciosas. Un jaguar. Espina de maguey. Hueso para autosacrificio, intacto o
roto. Pulque espumoso. Una serpiente coralillo. Mariposa roja con símbolo del fuego.
Códice Vaticano B Flores. Quetzal descendiente. Pelota de hule. Espina de maguey. Hueso para autosacrificio,
intacto o roto. Mariposa amarilla y roja. Chorros de sangre. Flecha que perfora un corazón.
Cabeza con ojo extraído por una flecha y que echa fuego por la boca. Tres ojos extraídos. Dos
mazorcas amarillas. Parte inferior del cuerpo de una mujer con falda. Hacha roja. Líquido
blanco (¿pulque?). Fuego. Tres corazones.
Códice Fejérváry- Plumón de águila. Ojo extraído. Jaguar. Elemento redondo azul/verde como chalchihuitl y
Mayer pluma. Quetzal. Cuchillo de sacrificio. Hueso.
Códice Laud Quetzal. Espina de maguey. cola de serpiente coralillo. Hueso para autosacrificio, intacto o
roto. Pelota de hule. Elemento redondo azul/verde como chalchihuitl y mata.
Códice Cospi Flores. Quetzal. Dos banderas blancas y rojas. Cabeza de Tezcatlipoca con fecha descendiente
y oscuridad.
Códice Borbónico Flores. Pistilos. Espina de maguey. Cuenta depiedra chalchihuitl. Tiras de algodón. Corazones.
Patas de águila. Patas de venado. Serpiente. Plumón de águila. Mazorcas de maíz amarillas y
rojas. Chorro de agua. Voluta de humo. Conejo.
Cuadro 3
Códice Vasijas con brazo humano o pata de animal
Códice Borgia Brazo humano:
Color: amarillo
Pata de animal:
Animal: jaguar y venado
Color: naranja con garras grises y rojas
Recipientes:
Forma y tipología: Cerámica polícroma. Cajete de paredes rectas o ligeramente divergentes
con o sin soportes globulares fitomorfos, zoomorfos o almenados (López de la Rosa y Rocha
Segura, 1997)
Decoración: Bandas entrecruzadas, círculos, grecas y líneas paralelas (López de la Rosa y
Rocha Segura, 1997), “diseño chalchihuitl”
Color: azul-verde, a veces con bordes amarillos; naranja
Bordes: rojos; rojo, azul y amarillo; a veces ausente
Láminas:
Los veinte signos del Tonalpohualli
2: pata de jaguar + maíz/2: brazo humano + maíz, chocolate y brasero
3: brazo humano + maíz
4: brazo humano + maíz (2), brazo humano + maíz + chocolate + brasero
5: pata de jaguar + maíz (2); pata de jaguar + maíz + chocolate + brasero
6: brazo humano + brasero
7: brazo humano + maíz + chocolate
8: brazo humano + maíz; pata de jaguar + maíz + brasero
Códices y cultura indígena en México.
Homenaje a Alfonso Lacadena GarcíaGallo.
137
Elena Mazzetto De alimentos, ofrendas y pronósticos. La representación de maíz
en códices adivinatorios del centro de México
Cuadro 3 (cont.)
Códice Vasijas con brazo humano o pata de animal
Parte central
37: brazo humano + ¿maíz? + chocolate
41: pata de jaguar + maíz + chocolate/brazo humano + maíz + pulque
Los cuatro rumbos
50: Brazo humano + ¿oscuridad? + ojo + corazón
52: Brazo humano + corazón + chorro de sangre
Pronósticos para los matrimonios
58: Brazo humano + recipiente con joyas
60: Brazo humano + maíz
Los señores de las veinte trecenas
65: Pata de venado + maíz (Dios Xolotl)
Códice Vaticano B Brazo humano:
Color: amarillo con círculos rojos y garras blancas
Pata de animal:
Animal: jaguar y venado
Color: naranja con círculos rojos
Recipientes:
Decoración: círculos y líneas paralelas, “diseño chalchihuitl”
Color: azul-verde; naranja; rojo; blanco y rojo
Bordes: azul, rojo, blanco
Láminas
5: pata de jaguar + maíz + chocolate
8: brazo humano + maíz + chocolate
Pronósticos para los matrimonios
36: Brazo humano + maíz
39: Brazo humano + maíz
42: Brazo humano + maíz
Los señores de las veinte trecenas
64: Pata de venado + maíz (Dios Xolotl)
Códice Fejérváry- Brazo humano:
Mayer Ausente
Pata de animal:
Animal: ¿jaguar?
Color: rojo con extremidad amarilla y garras blancas
Recipientes:
Decoración: ninguna
Color: azul, naranja, rojo
Borde: rojo, amarillo
Láminas:
Las seis conversaciones
23: Pata de jaguar + maíz
Las seis parejas
36: pata de jaguar + maíz
37: pata de jaguar + maíz + recipiente con agua
Cuadro 3 (cont.)
Códice Vasijas con brazo humano o pata de animal
Códice Laud Brazo humano:
Color: rojo
Pata de animal:
Animal: ¿venado?
Color: rojo con uñas blancas
Recipientes:
Forma y tipología: cajete de labios divergentes con soportes y decoración incisa; cajete recto
con soportes (López de la Rosa y Rocha Segura, 1997)
Color: verde, blanco
Láminas:
Los señores de las trecenas divididas
9: pata de venado + maíz + pulque + caucho (Dios Xochipilli)
11: brazo humano + maíz + pulque + caucho (Dios Tonatiuh)
12: brazo humano + cuchillos (Dios Itztlacoliuhqui)
13: brazo humano + maíz + pulque + caucho (Dios Tlaloc)
15: brazo humano + pulque + caucho (Dios Cinteotl)
15: brazo humano + pulque + caucho (Dios Cinteotl)
Pronósticos para los matrimonios
34: Brazo humano + maíz
35: Pata de jaguar + maíz
Códice Cospi Brazo humano:
Color: rojo o amarillo
Recipientes:
Decoración: círculos amarillos
Color: verde, con partes amarillas y rojas
Borde: rojo, verde, amarillo
Láminas:
Los veinte signos del Tonalpohualli
5: Brazo humano + maíz
8: Brazo humano + ¿pulque? + caucho + brasero
Códice Borbónico Pata de animal:
Animal: águila y venado
Color: blanca con garras azules o amarillas y rojas con garras negras
Láminas:
Las veinte trecenas y sus patronos divinos
7: Pata de águila + ¿maíz? + conejo + brasero (Dios Tláloc)
8: Pata de águila + ¿maíz? + brasero + pulque (Diosa Mayahuel)
16: Pata de venado + maíz + bolsa de copal + pulque (Dios Xolotl)
18: Pata de águila + ¿maíz? + cuauhxicalli + brasero (Diosa Chantico)
20: Pata de venado + maíz + cuauhxicalli + pulque + mazorcas de maíz (Dios Xiuhtecuhtli)
Cuadro 4
Códice Otras ofrendas asociadas a los recipientes con alimentos
Códice Borgia Pata de animal amarilla dentro de un recipiente. Brazo humano dentro de un recipiente. Pelota
de hule. Recipiente con chocolate espumoso. Recipiente con pulque. Brasero. Recipiente con
mazorcas de maíz.
Códice Vaticano B Recipiente con pulque. Pelota de hule. Hueso para autosacrificio. Espina de maguey. Pata de
animal en un recipiente y líquido color café. Mano o brazo humano en un recipiente.
Recipiente con chocolate espumoso. Brasero.
Códice Cospi Brazo humano en un recipiente. Recipiente con pulque. Pelota de hule.
Códice Borbónico Recipiente con pulque. Cuauhxicalli. Brasero. Bolsa de copal. Recipiente con conejo. Pata de
águila o venado.