Historia de La Macroeconomia
Historia de La Macroeconomia
Historia de La Macroeconomia
Los hechos económicos de los años treinta, la década de la Gran depresión, dieron pie a
muchos estudios sobre asuntos macroeconómicos. En general, la década de 1920 había
significado años prósperos para la economía de EUA. Casi todos los que querían empleo
podían conseguirlo, los ingresos aumentaron de manera sustancial y los precios eran
estables. Sin embargo, a partir de finales de 1929 las cosas empezaron a empeorar. En
1929, había 1.5 millones de desempleados. Para 1933, la cifra había subido a 13 millones,
de una población económicamente activa de 51 millones. Uno de cada cuatro
trabajadores carecía de empleo. En 1929, Estados Unidos produjo bienes y servicios
nuevos por $103 mil millones; para 1933 la producción había bajado a $55 mil millones,
una disminución del orden de 50 por ciento. En octubre de 1929, cuando los precios de
las acciones se derrumbaron en Wall Street, se perdieron miles de millones de dólares de
riqueza personal. El desempleo sigui6 siendo superior al 14% de la población
económicamente activa hasta 1940.
La década de los años treinta fue de gran sufrimiento en todo Estados Unidos y el mundo,
pues la depresión pasó a Europa y más allá. En Estados Unidos, la cantidad de suicidios
aumentó casi 30%, y millones de familias cayeron en la pobreza.
Modelos Clásicos
Antes de la Gran depresión, los economistas solían aplicar modelos microeconómicos, en
ocasiones llamados "modelos clásicos" a los problemas que afectaban a la economía. (De
hecho, la palabra "macroeconomía” fue inventada después de la Segunda guerra
mundial.) Por ejemplo, el análisis clásico de la oferta y la demanda presuponía que el
exceso de la oferta de trabajo disminuiría los salarios hasta un nuevo nivel de equilibrio
y, en consecuencia, el desempleo no duraría.
En la Gran depresión el desempleo, de hecho, permaneció a niveles muy altos durante
casi diez años. En gran medida, el fracaso de los modelos clásicos simples, que no
pudieron explicar la existencia prolongada del desempleo elevado, fueron la causa de que
se desarrollara la macroeconomía. Por tanto, no es raro que lo que ahora se llama
macroeconomía naciera en la década de 1930.
La Revolución Keynesiana
Una de las obras más importantes de la historia de la economía, La historia general del
empleo, el interés y el dinero, de John Maynard Keynes fue publicada en 1936. Keynes,
que partió de lo que se conocía de los mercados y su comportamiento, creó una teoría
para explicar las confusas circunstancias económicas de su época.
Gran parte de la macroeconomía tiene raíces profundas en la obra de Keynes. Según
Keynes, los precios y los salarios no son los que determinan el nivel de empleo, como
habían sugerido los modelos clásicos, sino más bien el nivel agregado de la demanda de
bienes y servicios. Keynes también creía que los gobiernos podrían intervenir en la
economía y afectar el nivel de producto y de empleo. Según Keynes, el papel del gobierno
en los períodos de poca demanda privada es estimular la demanda agregada y, al hacerlo,
sacar a la economía de la recesión.
HISTORIA MACROECONÓMICA RECIENTE
Después de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo en la década de 1950, las opiniones
de Keynes empezaron a ejercer cada vez más influencias los economistas profesionales y
los hacedores gubernamentales de políticas. Los gobiernos llegaron a pensar que podrían
intervenir en sus economías para alcanzar metas específicas de empleo y de producto y
empezaron a usar sus facultades para imponer impuestos y gastar, así como su capacidad
para afectar las tasas de interés y la oferta monetaria, con el propósito explícito de
controlar las alzas y bajas, del ciclo de los negocios. Esta concepción de las políticas del
gobierno se establecieron con firmeza en Estados Unidos cuando se aprobó la Ley para
el empleo de 1946. Esta ley, que también constituyó el Consejo de Asesores Económicos
del Presidente (un grupo de economistas que asesoran al Presidente en cuanto a asuntos
macroeconómicos y económicos), facilitaba al gobierno federal para intervenir en la
economía para evitar la disminución importante del producto y del empleo.
El concepto de que el gobierno podía y debía actuar para estabilizar la economía alcanzó
su mayor popularidad en la década de 1960. En estos años, Walter Heller, presidente del
Consejo de Asesores Económicos, con el presidente Kennedy el presidente Johnson,
inventó la frase afinación para referirse al papel del gobierno para regular la inflación y el
desempleo. En los años sesenta, muchos economistas pensaban que el gobierno podía
usar los instrumentos a su alcance para manipular los niveles de inflación y desempleo.
La Desilusión de las Décadas de 1970 y 1980.
Los pasados veinticinco años, la economía de EUA ha pasado por una serie de
fluctuaciones dramáticas en el empleo, el producto y la inflación. En 1974-1975 y de
nueva cuenta en 1980-1982, Estados Unidos sufrió graves recesiones. Estas recesiones,
aunque no fueron tan catastróficas como la Gran Depresión de los años treinta, dejaron
a millones sin empleo e hicieron, que se perdieran miles de millones de dólares de
producto e ingresos. En 1974-1975 y de nueva cuenta en 1979-1981, Estados Unidos
registró elevadamente tasas de inflación. La economía estadounidense también registró
recesión en 1990-1991, aunque no fue tan grave como las de 1974-1975 y 1980-1982.
Después de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo en la década de 1950, las opiniones
de Keynes empezaron a ejercer cada vez más influencias los economistas profesionales y
los hacedores gubernamentales de políticas. Los gobiernos llegaron a pensar que podrían
intervenir en sus economías para alcanzar metas específicas de empleo y de producto y
empezaron a usar sus facultades para imponer impuestos y gastar, así como su capacidad
para afectar las tasas de interés y la oferta monetaria, con el propósito explícito de
controlar las alzas y bajas, del ciclo de los negocios. Esta concepción de las políticas del
gobierno se establecieron con firmeza en Estados Unidos cuando se aprobó la Ley para
el empleo de 1946. Esta ley, que también constituyó el Consejo de Asesores Económicos
del Presidente (un grupo de economistas que asesoran al Presidente en cuanto a asuntos
macroeconómicos y económicos), facilitaba al gobierno federal para intervenir en la
economía para evitar la disminución importante del producto y del empleo.
En los años sesenta, muchos economistas pensaban que el gobierno podía usar los
instrumentos a su alcance para manipular los niveles de inflación y desempleo.
Los pasados veinticinco años, la economía de EUA ha pasado por una serie de
fluctuaciones dramáticas en el empleo, el producto y la inflación. En 1974-1975 y de
nueva cuenta en 1980-1982, Estados Unidos sufrió graves recesiones. Estas recesiones,
aunque no fueron tan catastróficas como la Gran Depresión de los años treinta, dejaron
a millones sin empleo e hicieron, que se perdieran miles de millones de dólares de
producto e ingresos. En 1974-1975 y de nueva cuenta en 1979-1981, Estados Unidos
registró elevadamente tasas de inflación. La economía estadounidense también registró
recesión en 1990-1991, aunque no fue tan grave como las de 1974-1975 y 1980-1982.