UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN

ESCUELA DE EDUCACIÓN
PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO

Desarrollo social y emocional en la

infancia

Grupo N° 2.
Integrantes:
Anzola T. Marelis d.C. C.I.20.599.711
Arias M. Diego F. C.I. 19.895.935.
Dugarte CH. Maryury I. C.I. 21.181.795
Torrealba A. Francis Y. C.I. 22.655.946.

Mérida, Junio 2014.

 SUMARIO

Introducción
Primeras relaciones
El proceso del apego
Comunicación emocional y apego
El apego y la ansiedad ante los extraños y la separación
Patrones de las primeras relaciones
Calidad del apego
El apego en los niños con necesidades especiales
Los padres, los hermanos y el sistema familiar
Padres
Hermanos
Abuelos
Desarrollo de la personalidad en el segundo año de vida
Confianza, cuidado solícito y una base segura
Referenciación social y significado cultural
Autonomía, disciplina y conducta prosocial
Desarrollo del Yo
Empleo de los progenitores
Ecología social del cuidado del infante, atención diurna del infante
Desarrollo de la personalidad y socialización en la infancia
Aportes
Conclusiones
Anexos
Bibliografía

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 INTRODUCCIÓN

El siguiente trabajo tiene como objetivo comprender la importancia del

estudio de la evolución en el contexto social y emocional durante la infancia, para lo
cual es necesario realizar un recorrido por las diferentes nociones que corresponden
desde las primeras relaciones, teniendo en cuenta diferentes teorías y procesos que
tiene el apego, y su relación con la comunicación emocional que se da entre el niño y
sus cuidadores, como también, la diferentes conductas que se ven reflejadas en el
apego, como la ansiedad y separación, acercándonos más a la naturaleza de éstas.
Posteriormente, analizaremos diversos tipos de patrones en las primeras
relaciones, así como, la influencia que tiene el apego en ellas, tomando en cuenta la
calidad del apego, y el surgimiento de este en los niños con necesidades especiales,
del mismo modo, nos referimos a las relaciones del niño con los padres, hermanos y
abuelos, cuyos vínculos se consideran importantes para sus futuras relaciones y que
le conceda el mejor desempeño como ser humano, no obstante, esto formadores son
de vital importancia en el desarrollo de la personalidad en sus primeros años de vida,
dicha personalidad que comprende diferentes aspectos, tanto internos como externos,
haciendo énfasis en lo social, cultural y la comprensión del yo entregando elementos
que puedan permitir, la profundización del tema y obtener diferente conclusiones.
A continuación, realizaremos consideraciones que engloban el contextos
social del cuidado del infante, y las atenciones que convienen para con esté, que
puedan ser beneficiosas para su personalidad y su socialización.

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 Primeras relaciones

Apego

El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o

cuidadores) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen
desarrollo de la personalidad. La tesis fundamental de la Teoría del Apego es el
estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño, determinado en gran medida por la
accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto (persona con
que se establece el vínculo).

El apego proporciona la seguridad emocional del niño: ser aceptado y

protegido incondicionalmente. Este planteamiento también puede observarse en
distintas especies animales y que tiene las mismas consecuencias: la proximidad
deseada de la madre como base para la protección y la continuidad de la especie.

El trabajo de Bowlby estuvo influenciado por Konrad Lorenz (1903-1989),

quien en su estudio con gansos y patos en los años 50, reveló que las aves podían
desarrollar un fuerte vínculo con la madre (teoría instintiva) sin que el alimento
estuviera de por medio. Pero fue Harry Harlow (1905-1981), con sus experimentos
con monos, y su descubrimiento de la necesidad universal de contacto quien le
encaminó de manera decisiva en la construcción de la Teoría del Apego.
El bebé –según esta teoría- nace con un repertorio de conductas las cuales
tienen como finalidad producir respuestas en los padres: la succión, las sonrisas
reflejas, el balbuceo, la necesidad de ser acunado y el llanto, no son más que
estrategias por decirlo de alguna manera del bebé para vincularse con sus papás. Con
este repertorio los bebés buscan mantener la proximidad con la figura de apego,
resistirse a la separación, protestar si se lleva a cabo (ansiedad de separación), y
utilizar la figura de apego como base de seguridad desde la que explora el mundo.

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 Más tarde Mary Ainsworth (1913-1999) en su trabajo con niños en Uganda,
encontró una información muy valiosa para el estudio de las diferencias en la calidad
de la interacción madre-hijo y su influencia sobre la formación del apego. Ainsworth
encontró tres patrones principales de apego: niños de apego seguro que lloraban poco
y se mostraban contentos cuando exploraban en presencia de la madre; niños de
apego inseguro, que lloraban frecuentemente, incluso cuando estaban en brazos de
sus madres; y niños que parecían no mostrar apego ni conductas diferenciales hacia
sus madres. Estos comportamientos dependían de la sensibilidad de la madre a las
peticiones del niño.
La teoría del apego tiene una relevancia universal, la importancia del contacto
continuo con el bebé, sus cuidados y la sensibilidad a sus demandas están presentes
en todos los modelos de crianzas según el medio cultural.
John Bowlby dice que, “Un niño que sabe que su figura de apego es accesible
y sensible a sus demandas les da un fuerte y penetrante sentimiento de seguridad, y la
alimenta a valorar y continuar la relación”.

El proceso del apego

Para la psicóloga Mary Ainswort (1983), define conductas de apego como

aquellas que fomentan ante todo la cercanía con la persona a la que el niño está
vinculado. Entre estas se encuentran las conductas de indicación (llorar, sonreír,
vocalizar), las de orientación (mirar), las de movimientos hacia otra persona (seguir,
acercarse) y el contacto físico activo (encaramarse, abrasar, aferrarse). Estas
conductas revelan apego, solo si, están dirigidas a uno o dos cuidadores en particular
y no a los seres humanos en general.

El proceso de apego, pues, es un sistema mutuo. La conducta del bebe impulsa

al cuidador a actuar de cierta forma, lo que a su vez estimula las respuestas del
pequeño, y llegan a preguntarse si el apego es una respuesta condicionada o si se trata

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de una necesidad innata de establecer lazos, mientras que muchos psicólogos
pensaban que los bebés formaban apego con sus cuidadores únicamente por
satisfacción de sus necesidades fundamentales, y estudiando así, la relación entre la
cercanía de su responsable con la satisfacción de sus primeros impulsos (hambre).

Por otra parte, la teoría freudiana establece los primeros lazos emocionales
del niño como algo determinado, dado que, quien lo cuida satisface sus necesidades,
haciendo que el pequeño configure una imagen interior positiva y estable con su
madre, con la cual se conforta durante su ausencia.

En consecuencia, la etología, que estudia las semejanzas conductuales de

diferentes especies, distingue que el niño aporta y aumenta el vínculo con sus padres,
asumiendo que muchas de las conductas evolucionaron con el tiempo entre distintas
especies por el valor de la supervivencia. John Bowlby (1973), educado en el
psicoanálisis, intrigado por las investigaciones de Konrad Lorenz, sobre la impronta
(involucra el comportamiento innato como la experiencia), creyendo que los bebes
humanos nacen con comportamientos pre programados que sirven para mantener a
los padres cerca, incrementando la posibilidad de ser protegidos contra el peligro.

Bowlby propuso la formación del apego por conductas innatas entre ambos
miembros, (bebe y cuidador), pensando que estas conductas inician con la
vinculación, y se mantienen por intercambios placenteros (cercanía física,
satisfacción de hambre y el bienestar). Asimismo, su teoría relaciona la herencia y el
ambiente para explicar la aparición y mantenimiento del apego.

En este sentido, Bowlby plantea que al final del primer año, el niño asume el
apego como un modelo de internalización de operaciones que usa para adivinar y
explicar las conductas maternas y plantea nuevas respuestas, formando un modelo en
el cual puede aferrarse incluso si el comportamiento de ella cambia, Bowlby y su
colega Mary Ainswort terminan convenciéndose que las bases de relaciones futuras,

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son la naturaleza de la interacción de padre e hijo, resultando en el establecimiento
del apego en los dos primeros años.

 Comunicación emocional y apego

La comunicación
El ser humano se define por su condición de sociabilidad, y si es sociable lo
es porque puede comunicarse, lo cual es intercambiar una parte de sus pensamientos
y emociones, otra sus creaciones y experiencias. A estos se deben los mejores logros
humanos.

Al comunicarse con pensamientos y emociones las personas viven y se

expresan, y cuando el objeto de comunicación son sus creaciones y experiencias,
tanto los individuos o grupos progresan y se enriquecen culturalmente.
La comunicación es una condición necesaria para la existencia del ser humano
y uno de los factores más importantes de su desarrollo social. Casales. (1989), plantea
que al ser uno de los aspectos significativos de cualquier tipo de actividad humana,
así como condición del desarrollo de la individualidad, la comunicación refleja la
necesidad objetiva de los seres humanos de asociación y cooperación mutua. Lo que
es cierto, es el hecho de que constituye el fundamento de toda la vida social. Es un
proceso que pone en contacto psicológico a dos o más personas y funciona como
momento organizador y como escenario de expresión de la subjetividad en el que se
intercambian significados y sentidos de sujetos concretos construyéndose la
individualidad y el conocimiento del mundo.

Emoción
Es un estado afectivo en el que experimentamos una reacción subjetiva al
ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de
origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen una función

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adaptativa de nuestro organismo con lo que nos rodea. Es un estado que sobreviene
súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos
pasajeras.

En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un

conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para
valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe
dicha situación.
Apenas tenemos unos meses de vida, adquirimos emociones básicas como el
miedo, el enfado o la alegría. Algunos animales comparten con nosotros esas
emociones tan básicas, que en los humanos se van haciendo más complejas gracias al
lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significados.

Existen 6 categorías básicas de emociones.

 MIEDO: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad,
incertidumbre e inseguridad.
 SORPRESA: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar
una aproximación cognitiva para saber qué pasa.
 AVERSIÓN: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce
aversión.
 IRA: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
 ALEGRÍA: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de
bienestar, de seguridad.
 TRISTEZA: Pena, soledad, pesimismo.

Guaita, habla en su ponencia de un trabajo investigativo que realizo sobre la

comunicación emocional en niños y adultos. Allí expone que, la clave de la
comunicación está en que compartimos ideas, teorías y pensamientos complejos que
solo entiende nuestra especie. No se puede aprender sin emociones.

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 Así mismo dice que, las emociones son señales que el niño da y que dan a los
padres o cuidadores las pautas de cómo manejar una situación, por ejemplo cuando
algunos niños están tranquilos, otros sonríen, y eso lo perciben los adultos, esto indica
que está todo bien y que no pasa nada, pero todas esas son señales que al cuerpo y al
cerebro le van diciendo como tienen que contarse y en ese sentido es que son
importantes en la comunicación.
Por otra parte, dice que, los científicos hoy saben que las emociones se
originan en el cerebro, la forma en la cual el cerebro procesa la emoción no difiere de
la forma en que procesa la visión o los movimientos voluntarios, que también
dependen de un circuito específico propio.
Asimismo, algunas emociones, los niños las comunican preferentemente a
través del canal auditivo, mientras que otros lo hacen por medio del canal visual. En
niños de corta edad, la ausencia del lenguaje articulado supone una mayor
dependencia de la información que proporciona la cara al expresar un estado interno o
al reconocerlo en otras personas.
Si bien la cara tiene un componente principal a lo largo de toda la vida en la
infancia es determinante para las relaciones interpersonales, en general en el contacto
ocular, y si el niño no establece contacto ocular se debe prestar atención porque puede
ser indicador de un problema importante.
El contexto también tiene que ver mucho con la forma con la cual se procesa
la emoción y no es la misma expresión que tiene un niño a las que puedan tener otros
niños, en otras partes del mundo, porque hay pautas contextuales que nos dicen que
es ser emocionalmente competente de acuerdo a la cultura de cada uno en que se
comunican.
Las relaciones familiares son las más tempranas y las más duraderas de las
relaciones sociales, por lo que afectan profundamente las aptitudes y el bienestar del
individuo, porque brindan apego.
El apego es el vínculo primario que brinda, algo tan importante como, la
incondicionalidad, cuando un niño no lo siente, por falta de alguno de los padres o
abuelos o porque a veces se tienen que quedar con cuidadores, tienen muchos

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problemas emocionales y cognitivos, porque dependiendo de los estilos de
comunicación emocional parentales, éstos influyen en los estilos de comunicación
emocional de los niños. Cuanto mayor es la expresión emocional de los padres,
(cuando se está en cualquier de los dos polos de hiperexpresivo o hipercontrolado /
inhibido) hay problemas, porque los niños tienen dificultad para discernir qué es lo
que pasa, (por algo que es importante emocionalmente para los adultos) ya que no
comprenderá, debido a que se reduce la capacidad de control ejecutivo, ya que hay un
excesivo gasto de energía emocional para poder controlar la situación, y esto hace
que disminuya la percepción de las claves emocionales en determinada situación,
puesto que el niño no puede percibir como corresponde lo que el adulto le emite y eso
va a consumir mucha energía que el niño debe tener disponible para rendir
cognitivamente en una situación de aprendizaje.

El apego entre madre e hijo tiende el fundamento para la ampliación de las

respuestas emocionales durante el desarrollo infantil. Las respuestas consisten en un
sistema de comunicación interactivo, angustia frente a los extraños y las separaciones
y diversas reacciones al alejamiento real. Además, el progresivo sentido del yo afecta
el crecimiento del repertorio de respuestas.
El experimento del rostro inexpresivo, como hemos visto, las conductas de
apego de madre e hijo avanzaran paso a paso, mientras una y otro se responde. El
énfasis en la influencia mutua es una nueva aproximación conceptual. El niño
sociable que obtiene placer del contacto cercano ha de alcanzar incluso a la más
vacilante de las madres primerizas. En cambio, él bebe quisquilloso e irritable frustra
los mejores esfuerzos por apaciguarlo o verbalizar de quien lo cuida (Belsky, Rovine
y Taylor, 1984; Lewis y Feiring, 1989)
Para aprender más de este sistema de comunicación afectivo de dos sentidos,
que define las interacciones del niño con su principal cuidador durante los primeros
seis meses, Tronick (1989) creo un experimento de laboratorio dirigido a las
expectativas mutuas de padres e hijo. Se pedía a la madre (o al padre) que jugara con
su bebe de tres meses en la forma habitual. Los patrones de juego resultaron

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diferentes, pues mientras algunos tenían un estilo activo y participativo, otros eran
discretos. Sin embargo, cada cual se encontraba a gusto con su estilo pues tanto la
madre como el hijo estaban acostumbrados a él. Cuando el niño necesitaba un
descanso, volteaba a otro lado o cerraba los ojos para reducir la estimulación.
En este momento el experimentador le pedía al padre o la madre que dejara de
comunicarse con su hijo y que lo observara con rostro impávido. Los niños
respondían con sorpresa y trataban de involucrarlo con sonrisas, arrullos y actividad
general, pero el padre mantenía la misma cara. Al cabo de unos minutos, la conducta
de los pequeños empezaba a descomponerse: miraban a lo lejos, se chupaban el dedo
y parecían sufrir, algunos empezaban a gimotear y a llorar y otros tenían respuesta
involuntaria como salivar o hipar. Aunque el respectivo padre seguía presente, de
pronto y sin aviso dejaba de estar disponible emocionalmente, cambio que los niños
tenían problemas para manejar. Al final del experimento, los padres iniciaban de
vuelta el juego mutuo normal hasta restablecer el bienestar de su hijo. Este
experimento demuestra la fuerza y la importancia de la comunicación afectiva entre
niños de incluso tres meses y sus responsables.

Según Tronick (1989, p. 112), “un agente fundamental del desarrollo infantil
se relaciona con la operación de este sistema de comunicación”. Cuando este sistema
reciproco falla ( por ejemplo, si el cuidador está deprimido), el niño no puede
alcanzar sus metas de interacción. “una característica general de las interacciones
anormales”, dice Tronick, “es que los participantes están varados en estados de
interacción mal coordinados. Afectivamente negativos y sus peticiones de cambio son
ignoradas” (p.116).

El apego y la ansiedad ante los extraños y la separación

Una de las señales del desarrollo de la relación de apego es la aparición de
ansiedad frente a los extraños y las separaciones. Los pediatras y psicólogos no
suelen distinguir entre uno y otro caso, y la llaman la “ansiedad del séptimo mes”
porque a menudo aparece súbitamente hacia esa edad. Bebes otrora sonrientes,

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acogedores y amistosos de pronto se vuelven apocados y suspicaces en la presencia
de los extraños, y los trastorna la mera posibilidad de quedarse solos en un sitio
desconocido, así fuera un instante. No se requiere un suceso traumático, separación
repentina o encuentro atemorizador. En esta etapa del apego los niños lloran y se
aferran a quien los cuidan, solo con mucha cautela voltean a examinar al extraño.
Esta ansiedad continua, con diversos grados de intensidad, durante el resto del primer
año y buena parte del segundo.

La hipótesis de la discrepancia: si no se precisa de suceso alguno para la

aparición de esta ansiedad, ¿Por qué, entonces aparece casi sin falta en niños de las
misma edad? La mayoría de los psicólogos la ve como una señal del desarrollo
intelectual del niño. Conforme maduran los procesos cognoscitivos, los niños
elaboran esquemas de lo familiar y advierten cualquier cosa nueva y extraña.
Distinguen cuidadores de extraños y se vuelven agudamente alertas si extrañan al
principal de sus responsables: se sienten angustiados si observan un apartamiento de
lo conocido o lo esperado (Ainsworth, Blehar, Waters y Wall, 1978). A esto se le
llama hipótesis de la discrepancia.

La ansiedad proviene de la nueva conciencia del niño de que la presencia del

cuidador coincide con la seguridad: las cosas parecen seguras si quienes lo cuidan
están cerca, y se ven inciertas en caso contrario. Así, se puede considerar a la
ansiedad de los siete meses como una prueba de las expectativas más complejas y
perfeccionadas del bebe.

Es posible, pues, que hacia el año de vida, la habilidad para distinguir entre lo
familiar y lo desusual, la experiencia con extraños y las reacciones maternas influyan
en estas formas de ansiedad. Los padres pueden ayudar a sus hijos a adaptarse a los
desconocidos supervisando sus propias reacciones emocionales y dándoles tiempo
para acostumbrarse a la nueva persona (Feiring, Lewis y Starr, 1984).

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 La ansiedad frente a los extraños es un paso en el proceso de apego y de
desarrollo social (Bretherton y Waters, 1985), pues cuando los niños identifican a
quien los cuida como fuente de bienestar y seguridad, se siente libres para explorar
nuevos objetivos en su presencia tranquilizadora. Quizá los que no exploran nuevos
aprendizajes. Por otro lado, algunos pequeños se apaciguan demasiado rápido con los
extraños o se muestran cautos con su madre: se trata de otro desajuste social, que
revela la falta de certeza del responsable en su capacidad de apoyo (Sroufe y Fleeson,
1986). Estos niños son propensos a sufrir una ansiedad más extensa e irresoluble que
interfiere con el desarrollo posterior.
Si, como hemos visto, el apego es esencial para el desarrollo normal y si esta
relación avanza por etapas fijas y casi universales, pero si estas relaciones son
interrumpidas, manipulado por diferentes cuidadores durante sus primeros años o
que ha empezado a establecer una relación y es separado de pronto del responsable.
Haciendo énfasis en diferentes estudios que indican que la prolongada permanecía en
instituciones retrasa el progreso de las habilidades cognoscitivas y sensorias motoras
del niño. La privación de contacto social tiene un efecto aún más devastador en el
desarrollo emocional. Los niños que son cuidados por encargados que cambian
constantemente y que solo satisfacen sus necesidades físicas más básicas son
incapaces de estableces una relación de apego. No se dan con constancia las
respuestas mutuas entre el pequeño y su principal responsable, falta el intercambio
social que permite la expresión de emociones (Bowlby, 1973, 1980,1988). Las
consecuencias son profunda apatía, abandono y, en general, funcionamiento
deprimido, que a su tiempo lleva a un desarrollo inadecuado de la personalidad.
De esta manera, el niño que estableció una total relación de apego responde de
manera muy diferente a la separación del principal cuidador que el que nunca lo ha
hecho. El niño apegado pasa por una serie de reacciones drásticas a las separaciones
breves y largas John Bowlby (1973) divide las reacciones de un niño de esta clase
hospitalizado en tres etapas: protesta, desesperanza y desapego. Durante la primera, el
pequeño se rehúsa a aceptar la separación; llora, grita, patalea, golpea la cabeza
contra su cama y se niega a responder a cualquiera que trate de cuidarlo.

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 En la segunda etapa, que llega varias horas o días más tarde, el niño parece
perder toda esperanza. Se rinde y permanece muy quieto, y si llora, lo hace en forma
monótona y abatida, no con la ira de antes.
Por fin, el niño separado comienza a aceptar la atención de la gente que lo
rodea y parece recuperarse de su aflicción. Si lo visita su principal cuidador,
reacciona con desapego o incluso desinterés.
Por otra parte, a menudo los adultos bien intencionados intentan atenuar lo
que ellos ven como conducta inapropiada; no obstante, subestiman la complejidad de
las respuestas de los niños, quienes en realidad necesitan de una paciente
comprensión y cálidas atenciones para superar la tensión. De forma que, el niño como
el adulto debe de abrirse paso a estas nuevas reacciones emocionales para aceptar las
inevitables separaciones que ocurren a lo largo de su vida, permitiendo expresar estos
sentimientos y el niño desarrolle el nivel de desapego que precisa para sobrevivir
emocionalmente en su nueva situación y llegar a formar nuevos apegos.

Patrones de las primeras relaciones

Definiciones desde un punto de vista psicológico
Patrones: En psicología, son muy variados y se refieren o están unidos a cada
actividad del ser humano. Son los patrones psicológicos, culturales y emocionales
que tú has permitido o has aceptado como forma de vida los que te hacen ser hoy
como eres.
Relaciones: Malena (2007). Estar unidos con el cuerpo, la mente y el espíritu.

PATRONES DE LAS PRIMERAS RELACIONES

En todo el mundo, los niños muestran respuestas similares a su medio social:
establecen poco a poco una relación de apego con sus principales cuidadores,
aunque la secuencia de desarrollo de esta primera relación es bastante parecida en
todas la culturas, las particularidades varían drásticamente con la personalidad de

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los padres, sus hábitos de crianza y la contribución exclusiva del niño. Además de los
usos culturales específicos que también afectan el apego.
Mucha de la disfuncionalidad de la familia, tiene que ver con la falta de
claridad en los roles y las responsabilidades que cada uno debe asumir.
Sabemos que hay razones de orden, biológico, social, económico y político
convincentes que justifican invertir en el cuidado de la primera infancia (Myers,
1991). Las investigaciones sobre el desarrollo han demostrado que los primeros años
de vida son críticos para el desarrollo de la inteligencia, el lenguaje, el
comportamiento social y la personalidad.
¿Qué pasa cuando alguno de los padres es soltero?
Dilia (2006), Las familias monoparentales son aquellas compuestas por un
solo miembro de la pareja progenitora (hombre o mujer) y en las que, de forma
prolongada se produce una pérdida del contacto afectivo y lúdico de los hijos no
emancipados con uno de los padres (Lasa A. y González, F., 1996). Existen diferentes
tipos de familias monoparentales: los padres divorciados, madres solteras o el
fallecimiento de uno de los progenitores (viudos) (Buitrago y Vergeles, 1996).
¿Qué pasa cuando el principal cuidador es la abuela?
Magdalena (2013), Si los abuelos están a cargo de los nietos, es necesario
coordinar esta labor para evitar mensajes distorsionados, producto de la falta de
autoridad, excesivo consentimiento, ausencia de normas, falta de seguimiento y
falta de contacto de los padres. El rol de padre y abuelos es insustituible. La
justificación de esto es más que conocida. Papá y mamá dirán que en “estos
tiempos” es necesario que ambos salgan a la calle a trabajar para mantener a la
familia, lo cual hace válido tal argumento.

Calidad del apego

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 Según la Real Academia Española, lo define como, la propiedad o conjunto de
propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor.
Las investigaciones se concentran en la seguridad del lazo entre madre e hijo,
las respuestas de aquella y sus efectos en el niño, la relación mutua con cuidadores
claves y los apegos múltiples frente a los selectivos.
De cualquier forma, si estas relaciones son firmes y saludables, producen
hijos seguros.
La prueba de la situación extraña, desarrollada por Mary Ainsworth (1973),
opera como una especie de mini drama que pretende evaluar la calidad de la
vinculación entre madre e hijo, el elenco lo conforman: la madre, su bebe de un año
y un desconocido; el escenario, una sala de juegos no familiar.

A partir de este estudio encontró tres clases básicas de apego:

1. Apegado con seguridad: Se desprenden fácilmente de la madre,
exploran y, si ella no está cerca, buscan y encuentran bienestar con otros. La
mayoría haba mantenido relaciones con su madre unas relaciones cálidas, afectivas
y sensibles durante los 12 meses anteriores. Los estudios de seguimiento revelaron
que estos son más curiosos, sociables, independientes y competentes que sus
compañeros a las edades dos, tres, cuatro y cinco años (Matas, Arend y Sroufe,
1978; Sroute, fox y Paneake, 1983; Waters, Wippman y Sroufe, 1979).

2. Apego Inseguro:
Toma dos formas: Un niño muy irritado, evito a su madre cuando volvió;
otro niño respondió con ambivalencia buscando y a la vez rechazando las muestras
de afecto. Al crecer, estos niños tienen a ser muy dependientes de la figuras de
autoridad (Sroufe et al., 1983).

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 Otro estudio es el de Sroufe y sus colegas evaluaron un grupo de bebes a los
12 y 18 meses, divididos con sumo cuidado en tres categorías: apegados con
seguridad, invitantes y ambivalentes (Sroufe, 1977), y le dieron continuidad a su
estudio. Los bien apegados a los 18 meses se habían vuelto más entusiastas,
perseverantes y cooperativos; a los 2 años eran más eficientes en el manejo de
herramientas y en las interacciones con sus compañeros, y creaban de manera
espontánea más juegos imaginativos y simbólicos. Las diferencias persistían aun a
los cinco años (Arend, Gore y Sroufe, 1979). La calidad de esta relación entre los 6 y
18 meses fundamenta la mayoría de los aspectos del desarrollo infantil. Los
lactantes y preescolares hacen las cosas simples como explorar una sala de juegos,
mejor que los que no lo están.

Una relación cálida y fuerte, con gran interacción verbal, lleva a niveles de
competencia cognoscitiva superiores y a mejores habilidades sociales (Olson, Bates y
Bayles. 1984).

Ejemplo: Según Diane (1988), Si usted ha tratado de coger en brazos a un

niño de unos 8 meses con el que tenía poca o ninguna relación y ha sido saludado
con lamentos de temor e intentos desesperados por regresar a la seguridad de los
brazos familiares, no tiene que preocuparse creyendo que ha hecho algo mal. El
niño esta tan solo mostrando una cautela perfectamente normal ante los extraños y
que por lo general, aparece entre los 8 y los 12 meses de edad.

3. Responsividad
Según la Real Academia Española es: Adj. Perteneciente o relativo a la
respuesta.

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 La responsividad de la madre tiene importantes implicaciones para el
desarrollo psicosocial del niño, continuando con las investigaciones de Answorth
(1967), informo que los niños de una año bien apegados tenían madres que
respondían más a sus llantos, eran más afectuosas y tiernas y menos ineptas para el
contacto físico, además de que era más probable que sincronizaran los episodios de
alimentación y juego al propio ritmo de su hijo (Ainsworth et al., 1978). Desde
entonces, los investigadores se encuentran una y otra vez con que los niños bien
apegados al año tienen madres que responden más a sus necesidades físicas, sus
señales de incomodidad y sus intentos de comunicarse con la expresión del rostro y
vocalizaciones (Bornstein, 1989).

Bornstein y Tamis- LeMonda (1989) descubrieron que la responsividad de la

madre es ligeramente distinta cuando el niño está molesto. Cuando está molesto, la
madre promedio responde con rapidez del 75% de las veces. Por otro lado las
madres responden en diversas formas a las demandas de atención, la vocalización y
las sonrisas. Algunas responden tan poco como el 5% de las veces, mientras otras lo
hacen alrededor de la mitad del tiempo. Además, las propias respuestas son
distintas: una prefieren el juego físico, otras imitaciones vocales y otras más caricias,
juegos, palmadas y alimentación. De acuerdo con estos y otros investigadores, las
madres muy responsivas a esos indicios (durante los primeros 6 meses y después)
tienden a tener hijos mejor apegados y más adelantados en el aspecto cognoscitivo.

4. Diálogo: Sistema de comunicación entre madre e hijo que demostró el

experimento del rostro inexpresivo. Shaffer (1977) ha investigado la forma en que
logran la reciprocidad o interacción sincrónica. Observo que casi toda la conducta
infantil que sigue un modelo de “encendido-apagado” alternador, es decir en la
relación entre madres y sus hijos de 3 meses aproximadamente revelan un

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esquema de aproximación y alejamiento mutuo, alternan al verse y voltear, tocarse
y responder, vocalizar y responder.

¿Qué es sincronía?: Patrón de intercambio de niño y el adulto en el que cada

uno responde e influye en los ritmos y movimientos del otro.

Field 1977, Comparó las reacciones infantiles a tres diferentes conductas

maternas: El comportamiento espontáneo: Sus esfuerzos por atraer la atención del
hijo y su imitación de él. Entre más similar fuera la conducta de una y otro, menores
discrepancias tenía que manejar él bebe y más atento se mostraba. Field sugiere que
respetar esta necesidad infantil de hacer un alto es una de las primeras reglas de
“Conversación” que el responsable debe aprender.

Estimulación en exceso frente a las señales de resistencia: Se voltea, esconde

la cabeza entre las manos y, en general, trata de conseguirse unos minutos de
descanso. Estos padres no detienen la estimulación sino hasta que el pequeño llora.

Estimulación insuficiente: El cuidador ignoran sus sonrisas, balbuceos y otras

demandas de atención, por lo que pronto se rendirá a menos que realmente precise
algo, en cuyo caso llorara.

Los estudios de las respuestas maternas al llanto han demostrado que la

reciprocidad y la señalización tempranas fundan los patrones de una interacción
prolongada. Es más probable que las que responden pronto y con constancia al
llanto durante los primeros meses tengan hijos que al final del primer año lloran
menos. La pronta respuesta le da a los bebes la confianza en la efectividad de sus
comunicaciones y los anima a desarrollar otros medios de hacer señalamientos a sus

19
madres (Bell y Ainsworth, 1972). Cuando la atención materna es irregular, el niño no
adquiere esa confianza y puede volverse más insistente o responder menor.

5. Apegos múltiples o exclusividad: Los niños que tienen una relación

más bien exclusiva con alguno de los padres tienden a exhibir frente a los extraños y
la separación una ansiedad excesiva y a una edad más temprana que aquellos cuya
relación no es preferencial (Ainsworth, 1967). El niño que está constantemente con
uno de sus padres, duerme en la misma habitación y es llevado a andas en su
espalda experimenta una reacción enérgica e intensa a la separación. En cambio, el
que desde pequeño muchos cuidadores tiende a aceptarla, lo mismo que a los
extraños, con mucha menor ansiedad (Maccoby y Felman, 1972).

Desordenes en la vinculación:
Los niños que no prosperan pueden ser el resultado de una relación
perturbada con su madre y sufrir desordenes de vinculación. En general son
pequeños y demacrados, se ven enfermos y tienen una mala digestión. Por
definición, su peso es inferior en un 3% en comparación con el de su grupo de edad
y no muestran evidencias de enfermedades o anomalías que expliquen su falta de
crecimiento. Además existen unos indicios de retraso en el desarrollo, que no
obstante se revierte con la alimentación adecuada (Barbero, 1983; Drotar, 1985).

Pueden deberse a:

 Abuso Infantil: Los estudios han demostrado que los pequeños sufren
maltratos físicos y apegos inseguros padecen distorsiones y retrasos en el desarrollo
del sentido del yo y del lenguaje.

20
  Combinación de una madre negligente e irregular y un niño de
constitución o temperamento vulnerable: Puede mostrar un apego inseguro y
ambivalente y experimentar elevados grados de malestar, episodios de
comportamiento irascible y desajustes posteriores (Cassidy y Berln. 1994).

 En algunos casos, las madres de niños que no prosperan, que padecen

abusos o negligencias, están enfermas física o mentalmente, sufren depresión,
alcoholismo p drogadicción, tal vez experimentaron una crisis reciente con un
impacto emocional prolongado.

Niños con necesidades especiales

En la gaceta oficial número 38.598. Caracas, viernes 5 de enero de 2007; la
asamblea nacional de la República Bolivariana de Venezuela decreta, la siguiente:
LEY PARA LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD, donde estipula:
Artículo 6. Son todas aquellas personas que por causas congénitas o
adquiridas presenten alguna disfunción o ausencia de sus capacidades de orden
físico, mental, intelectual, sensorial o combinaciones de ellas; de carácter temporal,
permanente o intermitente, que al interactuar con diversas barreras le impliquen
desventajas que dificultan o impidan su participación, inclusión e integración a la
vida familiar y social, así como el ejercicio pleno de sus derechos humanos en
igualdad de condiciones con los demás.
Se reconocen como personas con discapacidad: Los sordos, los ciegos, los
sordo-ciegos, los que tienen disfunciones visuales, auditivas, intelectuales, motoras
de cualquier tipo, alteraciones de la integración y la capacidad cognoscitiva, los de
baja talla, los autistas y con cualesquiera combinaciones de algunas de las
disfunciones o ausencias mencionadas, y quienes padezcan alguna enfermedad o
trastorno incapacitante, científica, técnica y profesionalmente calificadas, de

21
acuerdo con la Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la
Salud de la Organización Mundial de la Salud.
Niños ciegos: Al comienzo de la vida, una de las fuentes de aprendizaje mejor
desarrolladas del bebe normal es el sistema perceptual visual debido a que lo utiliza
para miran y seguir cualquier cosa mueva, y tienen preferencias definidas, en
especial por el rostro humano. Pero los niños ciegos no son capaces de observar los
sutiles cambios en la expresión de sus responsables ni de seguir sus movimientos,
por lo que no reciben la información que los otros bebes emplean para formular sus
propias respuestas.
La aparente falta de respuesta puede ser devastadora para el cuidador, a
menos que reciba el consejo de expertos. Existe el peligro de que la comunicación y
la reciprocidad se fracturen y el adulto evite al pequeño (Fraiberg, 1974).
En Venezuela según el INE (Instituto Nacional de Estadística), viven 454.997
personas con discapacidad visual, según entidad federal, municipios y parroquias,
Censo 2011.
Ejemplo: Una niña llamada Betania inicio su primaria muy sana por
circunstancias inesperadas de la vida tuvo un accidente con sus padres en la vía del
páramo, luego del accidente todo estaba aparentemente bien pero empezó a notar
que iba perdiendo la visión poco a poco afectando hasta el punto de sus estudios
pues copiaba lentamente la lección de cada clase y se desesperaba con frecuencia
por no seguir el ritmo de todos sus compañeros, a menudo rompía en llanto por la
frustración que le provocaba no ser como los demás hasta que llego el día indicado y
decidió contar a la maestra su dificultad para distinguir letras que estaban lejos a
pero esta a su vez le hizo caso omiso, luego de un tiempo de estabilidad por la ayuda
de una amiga cercana que tradujo aquellos símbolos tan borrosos su amiga se
integró a la familia y a partir de allí todos se enteraron de su discapacidad
recurrieron al oftalmólogo donde le fue diagnosticada con miopía elevada en ambos

22
ojos, con ayuda de profesionales encontraron la mejor manera de ayudarla a través
de unos lentes en todos los aspectos de su vida.
Niños Sordos: En los primeros meses de vida suelen compensar con el
sentido de la vista sus problemas de sordera. Sin embargo, después de los 6 meses
la comunicación con los padres empieza a derrumbarse. Con frecuencia, el
descubrimiento de la sordera infantil no ocurre sino hasta el segundo año y para
este tiempo se confundirá con desobediencia y sobresaltos cuando alguien se
acerca. A los dos años quizá haga rabietas o desobedezca (o, por el contrario, exhiba
un grave retraimiento). Al igual que los padres de niños ciegos, requieren
entrenamiento especial y asesoría para el progreso del niño.
En Venezuela según el INE (Instituto Nacional de Estadística), existen 107.803
personas con discapacidad auditiva, según entidad federal, municipios y parroquias,
Censo 2011.
Niños con graves discapacidades: Cuando un bebe nace con una grave
anomalía, como parálisis cerebral corre el riesgo de sufrir rechazo materno,
retraimiento y depresión. El niño gravemente discapacitado tensa los lazos maritales
y pues inicia diversas perturbaciones en otros niños de la familia. Los profesionales
del cuidado infantil pueden ayudar casi de inmediato con los primeros problemas de
adaptación, por lo que hay que consultarlos en seguida. El éxito o fracaso temprano
en el manejo del trauma inicial afectara en mucho la capacidad de los padres para
tomar decisiones juiciosas a propósito del cuidado y la educación del niño (Turnbull
y Turnbull. 1990).
En Venezuela según el INE (Instituto Nacional de Estadística), existen
189.034 personas con discapacidad neurológica según entidad federal, municipios y
parroquias, Censo 2011.

Parafraseando el artículo de Esteban, R. (2012). Muestra una postura en

contra de examen prenatal donde se diagnostica el síndrome de Down porque se

23
presta mucho a favorecer el aborto al menos así lo reflejan las estadísticas pues este
autor dice que el 90% de los fetos diagnosticados con el síndrome terminan en un
contenedor de desechos biológicos. Dicho artículo refleja la historia de una niña
llamada esperanza donde todo se dio en contra para que se le hiciera un diagnóstico
prenatal del síndrome de Down (falta de líquido amniótico para los exámenes, no
asistir a las citas e incluso un eco donde reflejo todo normal) por lo cual su
discapacidad se diagnosticó luego de darla a luz, sus padres y doctores la rechazaron
inmediatamente llamándola crueldad solo por tener la particularidad de tres
cromosomas 21 en lugar de dos, pero afortunadamente Esperanza consiguió una
familia noble que no tuvo temores ni tabúes para adoptarla.

Padres hermanos y sistema familiar

La firmeza de ciertas relaciones puede compensar las insuficiencias de otras,
en tanto que los niños discriminan entre la gente que los rodea.
El Padre
El modo de interacción del padre con el niño difiere del estilo de la madre.
Mientras es más probable que esta sostenga al bebe para atenderlo, el padre lo
carga durante el juego (Parke, 1981). El padre es también más físico y espontaneo;
su juego transcurre en ciclos, con picos de excitación y atención seguidos de
momentos de actividad mínima. La madre practica juegos sutiles, cambiantes y
graduales, o inicia diversiones convencionales como el “pon pon tata”. Por su parte,
el padre se inclina por los juegos des usuales, vigorosos e impredecibles, que los
niños encuentran más excitantes (Lamb, 1976). Observemos como hecho
interesante que, cuando el padre es el principal encargado, tiende a actuar más
como las madres (Field, 1978).
El padre que interactúa frecuentemente con su hijo, que responde a sus
señales y que se vuelve un individuo significativo en el mundo del pequeño ha de
convertirse en un poderoso agente de socialización y, cuando el niño crece, en un

24
importante modelo. También se puede convertir en admirador y defensor de los
logros de su hijo. El padre inaccesible puede tener dificultades para establecer
fuertes lazos emocionales más adelante, y es posible que tenga una influencia
negativa (Ricks, 1985).
El Instituto Nacional de Estadística (INE) introduce un boletín especial de
datos demográficos relativos a la maternidad en Venezuela. Entre los datos, destaca
este: El 40%, o sea, cuatro de cada diez, ó 40 de cada 100 madres en este país son
jefas de hogar.
“El jefe o jefa de hogar es aquella persona de la familia, mayor de 15 años,
que es reconocida como tal por razones de autoridad, parentesco, edad, respeto,
dependencia económica o por cualquier otra razón que consideren los integrantes
del hogar”.
Pues bien, en términos nominales, recogidos durante el censo 2011, de las
6.998.706 mujeres que declararon tener hijos, 2.762.792 madres dijeron ser y/o
fueron reconocidas como jefas de hogar.
Otros datos interesantes: Por un lado, de estas 2.762.792 madres cabeza de
hogar, más de la mitad, el 52,8%, tienen tres o más hijos. Por otra parte, el 30% de
ellas no están solas, tienen pareja, pero igual llevan la voz de mando en sus casas.
El padre y el sistema familiar: Hay razones sociales y psicológicas por las que
el padre no suele ser un compañero en igualdad de circunstancias para el cuidado
infantil, Poco después del nacimiento, tanto las madres como los padres calificaron
el desempeño de ellos como menos competente en la mayor parte de las
habilidades necesarias, por lo que fueron relegados al lugar de ayudantes.
La función de segunda fila del padre puede relacionarse en parte con un
sentimiento de incompetencia para cuidar un niño (Entwisle y Doering, 1988). Casi
todas las familias se las arreglan con estas con estas diferentes respuestas eligiendo
funciones complementarias para madre y padre. Las parejas menos exitosas, en las
que el padre juega con el niño pero solo asume el oficio ocasional y reacio de

25
auxiliar, tienden a la mutua impaciencia. Por supuesto, en algunas familias las
relaciones se revierten si el padre ocupa el puesto del principal cuidador.

Los hermanos
Forman apegos mutuos significativos y perdurables desde la infancia, aunque
con frecuencia los menores están más ligados a los mayores (Lewis, 1987). Los niños
aprenden a compartir, cooperar, ayudar y compadecer, así como los roles sexuales
apropiados, los usos y los valores de la familia observando a sus hermanos mayores.
Las funciones de los hermanos mayores se subdividen en aspectos positivos (ayudar,
proteger y aliarse) y negativos (rivalidad y el destronamiento cuando nace el
hermano siguiente). El nacimiento del segundo hijo tiene un impacto profundo en el
mayor debido a que los padres se ocupan menos del primero y tienen menos tiempo
y energía para él. Su posición en el manejo de estos cambios influye en la discordias,
competencia y rivalidad de los hermano (Dunnp Kendrick, 1980, Lewis, 1987; Lewys,
Feiring y Kotsonis, 1984).

Diane (1988), Si usted tiene hermanos, sus relaciones con ellos serán
probablemente las de mayor duración que llegue a tener con persona alguna en la
vida, pueden acabar probablemente en la senectud mucho después de la muerte de
sus padres.
Parafraseado a partir del libro de Papalia (1988), Ed. McGraw-Hill.
Los abuelos
En muchas culturas, incluida la nuestra, los abuelos visitan a sus hijos adultos
y netos a menudo cada semana, y en la familia en las que ambos padres trabajan,
son con frecuencia los principales encargados. Los abuelos suelen dar más apoyo,
aprobación y simpatía y menos disciplina. También tienen suficiente tiempo para
contar historias de cuando ellos o los padres eran chicos, lo que contribuye al
sentido de la identidad familiar y la tradición.

26
Desarrollo de la personalidad en el segundo año de vida
Desde el nacimiento, se le infunden al niño, actitudes y valores acerca de la
naturaleza del cuerpo, la aceptabilidad de la auto-estimulación, el grado de cercanía
física o de dependencia permisible y lo bueno y lo malo de la conducta y de la esencia
básica del ser humano. Le comunican con prácticas de crianza particulares que tienen
muy diversos efectos en el desarrollo de la personalidad.
En este contexto de modelos de crianza, amplios y transculturales se
estudiaran prácticas específicas que afectan el desarrollo psicosocial,
concentrándonos en cuatro aspectos: el establecimiento de la confianza y los
cuidados, cómo los niños reciben de sus padres señales cargadas culturalmente,
mediando el proceso de referenciación social, el modo en que se satisfacen los
intentos de autonomía y los efectos de las prácticas de crianza en la creciente auto-
conciencia infantil.

Confianza, cuidado solícito y una base segura:

Craig (2001), explica que, Erikson creía que el establecimiento de la
confianza marca la primera fase del desarrollo psicosocial. Durante esta fase el niño
aprende si puede depender de la gente que le rodea y si su medio es constante y
predecible.
Continúa explicando Craig, que la conducta nutricia de la madre transfiere
confianza al niño. Mediante las reacciones a las conductas de alimentación destete y
búsqueda de bienestar, las madres y demás encargados transmiten sus valores y
actitudes hacia el cuerpo del bebé, la auto-estimulación y lo que consideran el nivel
aceptable de cercanía y dependencia. El niño aprende de tales reacciones si es
considerado bueno o malo, si debe sentirse preocupado o culpable o bien confortable
y seguro. Aprende mucho más que si debe chuparse el dedo o cargar su cobija.
En lo que se refiere a la alimentación, destete y bienestar, los investigadores
que se ocupan del establecimiento de la confianza no se concentran en el método de

27
alimentación, sino de cómo encaja la alimentación en el conjunto de los cuidados
infantiles, ya que la hora de comer es de especial cercanía entre el hijo y la madre,
puesto que expresa la sensibilidad y la capacidad de respuesta de ella.
Si bien, en otras culturas del mundo, tienen diferencias en cuanto a la cercanía
de la madre y el bebé. El periodo de transición entre el nacimiento y la separación de
la madre dura 3 años o más y la alimentación es una parte integral de esta prolongada
relación (Mead y Newton, 1967). En culturas como la de Estados Unidos, los niños
son separados y destetados casi de inmediato e instalados en una habitación aparte
(Mead y Newton).
En Italia, la crianza es un asunto social. Madres e hijo rara vez están solos.
Las madres realizan la mayor parte de los cuidados de alimentación, vestidos y
limpiezas, en forma indulgente y afectuosa. Familia, amigos y vecinos contribuyen a
la interacción social. A despecho de diferentes estimulaciones (otros abrazaban,
hablaban, enseñaban e incluso bromeaban con el bebé, los niños eran zarandeados y
pellizcados para que despertaran de la siesta si los adultos querían jugar con ellos),
los niños aprendían a salir adelante particularmente bien ya confiar en el mundo de
los adultos (New, 1988).
Otras investigaciones hablan del acto de chuparse el dedo y otros ardides
reconfortantes, pero son pocas las conclusiones a las que han llegado. Para la
mayoría, succionar parece ser una necesidad natural. Y, sin embargo, los padres
responden de diversas maneras (Goldberg, 1972, Richman et al., 1988). En gran parte
de Europa, a principios del siglo pasado, chuparse el dedo era considerado un hábito
sucio y nocivo para el crecimiento general de la personalidad infantil, por lo que se
empleaban dispositivos complicados, aplicaciones de sabor repugnante y fundas para
prevenirlo. Pero hoy en día, se da a los niños chupones, en la inteligencia de que
pueden dejarlos con más facilidad que el dedo, si bien casi todos abandonan la
costumbre hacia el final de los años escolares; en general, los que se mantienen como
ávidos succionadores de dedo o chupón tienen otras necesidades aún no satisfechas,
así lo explica Craig.

28
 Los niños se valen de otras estrategias de bienestar y conductas
reconfortantes, que le proporcionan sensaciones familiares.

Referenciación social y significado cultural:

Una importante vía de influencia paterna es la referenciación social. Cuando
los niños no están seguros sobre si una situación es segura o incierta, pueden buscar
en la expresión de alguno de sus padres algún indicio emocional, aunque miran más a
las madres cuando los dos están presentes, las señales del padre parecen ser tan
afectivas para regular el comportamiento (Hirshberg y Svejda, 1990).
¿Cuáles son las consecuencias de que uno de los padres anime al niño a
investigar un juguete inusual y el otro frunza el ceño y se muestre preocupado?
Hirshberg (1990), explica que, en un estudio de niños de un año, se instruyó a los
padres para que dieran señales consecuentes o conflictivas. Los niños se adaptaron
con mucha mayor facilidad a las primeras –ambos padres felices o preocupados- que
a las segundas. De hecho, cuando recibían señales conflictivas –por ejemplo,
felicidad de la madre y miedo del padre- expresaban su confusión mediante muy
diversas conductas ansiosas. Al parecer los niños de un año son muy sensibles a las
señales de los padres, y algunos manejan mejor los indicios en convicto con otros.
Craig explica que, por medio de la referenciación social y la atención
selectiva, los padres enseñan a su hijo, ya desde esa edad, los valores de su cultura,
incluyendo a los pequeños en los intercambios sociales así sea como participantes
marginales en el curso de la vida familiar y comunitaria.

Autonomía, disciplina y conducta prosocial:

Craig explica que, durante el segundo año, los padres se enfrentan con nuevos
asuntos. Aparte de los inculcados en el niño durante el primer año. Hacia el final del
segundo año, los pequeños experimentan crecientes conflictos emocionales entre su
mayor necesidad de autonomía y sus capacidades limitadas y obvia dependencia.
Asimismo, Margaret Mahler y sus colaboradores (1975) citada por Craig, dice que,

29
observaron a fondo los cambios en los niños de esta edad y advirtieron una notable
ambivalencia en los de 18 meses, que se agitaban entre el deseo de permanecer cerca
de la madre y el anhelo de ser independientes. Este nuevo sentimiento de separación
parecía asustarlos, y trataban de negarlo actuando como si sus madres fueran
extensiones de ellos mismos. Además los pequeños parecían experimentar una amplia
gama de emociones y estaban encontrando nuevas formas de manejar sus
sentimientos, como suprimir la necesidad de llorar.
El enfoque de los padres a la disciplina revela cómo manejan los conflictos de
su hijo entre autonomía y dependencia. Las prácticas de crianza también fomentan la
aparición de conductas prosociales.
Disciplina:
En cuanto a la disciplina, cuando los adultos se mantienen al margen de la
vida de sus hijos, y este tiene ya dos años de edad, puede hacer lo que quiere. Y
cuando aparece la disciplina, suele ser el reflejo de frustración del adulto. Otros
adultos, le imponen tantas limitaciones a su conducta, que literalmente no pueden
hacer nada bien. Los lineamientos deben estar matizados de sentido común y han de
considerar la necesidad de independencia, seguridad y expresión creativa del niño.
De igual forma la misma autora, continúa explicando que la retroalimentación
de los padres ayuda a los niños a ver cómo afectan a los otros, así serán sensibles a las
necesidades de los demás. Puede consistir en encomios por el buen comportamiento,
como “que buen ayudante”, o tomar la forma de suave reprimenda: “eso lastima a tu
hermano”. La clave de la retroalimentación en que se enfoca en la conducta, no en el
niño, como objeto de crítica.
Los niños con una relación de apego fuerte, así como aquellos cuya relación
amorosa con un adulto satisface sus necesidades, así se consientan en exceso o los
amenacen con límites razonables. Son más fuertes y más seguros porque tienen una
relación valiosa en la que se aventuran a la independencia.

Control de esfínteres:

30
 El control de esfínteres es apenas una de las facetas de la conducta que afectan
las actitudes de los adultos hacia la exploración infantil, la manera en que los niños
manejan su propio cuerpo y su necesidad de autonomía.
Hay comportamientos que requieren de autodominio e independencia, como
alimentarse, vestirse y la exploración general. Algunos adultos exigen que el niño
tenga un pronto y total control de intestinos y vejigas, y consideran a los “accidentes”
intolerables y sucios. Pero pueden ser flexible en el caso de que el niño rompa un
plato, juegue en la tierra o explore lugares nuevos y trata de alimentarse solo.

Desarrollo de conductas prosociales:

Craig menciona que muchos estudios se han dirigido al desarrollo infantil de
conductas prosociales como empatía y la cooperación. El desarrollo de la empatía
puede relacionarse con el progresivo sentido infantil del yo, según Zahn- Waxler y
sus colegas (1992 p.126) quienes explican: “Cuando el niño empieza a diferenciar al
yo del otro durante el segundo año de vida y, por ende, a adquirir una comprensión de
los demás como individuos aparte, su involucramiento emocional en el sufrimiento de
otro.
Comienza a transformarse de aflicción personal en una preocupación
compasiva de la víctima.” Estos investigadores también piensan que las raíces de la
empatía infantil están vinculadas a los apegos seguros y al modo en que el niño es
tratado cuando se lastima o necesita ayuda.
A menudo, cundo los niños ven la aflicción de los otros se sienten
confundidos; tal vez rían, y no saben cómo reaccionar. En una serie de estudios, se
pidió a un grupo de madres que simularan estar lastimadas. A los 21 meses, los niños
se mostraban confusos y angustiados por el sufrimiento de su madre. Sin embargo, en
el plazo de tres meses algunos habían aprendido comportamientos paliativos y
reconfortantes con observar la conducta de su madre, que solía responder con empatía
cuando el afligido era el hijo (Radke-Yarrow, Zahn-Waxler y Chapman, 1963 citado
por Craig 2013).

31
 En estudios de cooperación para tareas simples, casi ningún niño de menos de
12 meses cooperaba con otros. A los 18 meses la cooperación es infrecuente y casi
accidental. A los 24 meses, con alguna dirección de los adultos, prácticamente todos
los niños eran capaces de cooperar (brownell y Carriger, 1990 citado por Craig 2013).

Desarrollo del Yo
Al comienzo, el niño no distingue entre él y todo lo que lo rodea. Sin embargo
durante la infancia, poco a poco se va dando cuenta que es un ser. Es a partir de los 7
u 8 meses cuando los niños ya están más conscientes de los extraños y son capaces de
demorar sus actos, por lo cual los niños tienen más deliberación al probar y explorar
sus propias respuestas consecuencias. Además, observando la conducta de quienes lo
rodean, inician el aprendizaje de cómo debe comportarse.

Empleo De Los Progenitores

Ecología Social
La ecología social se puede definir como la disciplina que estudia la relación
de los modos de vida, de la distribución espacial y de la organización y cambio de
una comunidad social con el medio ambiente en que se desenvuelve.

Bronfenbrenner (1979) la aplica al campo del desarrollo proponiendo un

modelo evolutivo basado en un sujeto que cambia a lo largo del tiempo en interacción
con un entorno dinámico, cambiante y multidimensional.

Bronfenbrenner propone una caracterización del entorno en niveles

jerárquicos explicándolos de la siguiente manera.

32
 Bronfenbrenner (1979)

Propone una caracterización del entorno en niveles jerárquicos

Macrosistema Mesosistema Exosistema

Microsistema

Es el contexto físico La configura la Corresponden a dimensiones tan

más inmediato (el cultura en un variadas como los medios de
hogar, la escuela y sentido más amplio comunicación, el tipo de trabajo
las personas con las (político, educativo, de los padres, las relaciones
que el niño se religioso, valores sociales de estos o las
relaciona etc. características del vecindario, que
directamente) tiene influencia en la vida del niño
pero no de modo directo e
indirecto.

Cronosistema

Es la dimensión temporal del desarrollo y contiene una idea de sentido común: los mismos
acontecimientos (el nacimiento de un hermano, separación de los padres cambio de
escuela) pueden afectar de modo muy diferente al niño según el momento (la edad) en que
ocurre.

33
 Ejemplo
Tomando como ejemplo en el ámbito político: Dos niñas Francis y Maryury,
ambas de 6 años de edad, Francis le hace una invitación a Maryury para que visite su
casa por lo que Maryury acepta muy feliz, mientras jugaban en el patio de la casa de
Francis de pronto escucharon en el televisor del vecino que comenzó una transmisión
de cadena nacional del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y
Maryury comenzó a hacer comentarios despectivos acerca de él. Decía: -¡Que fastidio
ese señor, es muy feo, mentiroso, gordo y bigotón!
A lo que Francis comenzó a responder inmediatamente en contra de los
comentarios de Maryury y decía: -¡No insultes a mi presidente Maduro, más feo y
flaco es Capriles y perdió (jajaja), que risa me da! y así empezaron a discutir pero en
un momento dado, era tanta la molestia de ambas que Francis corrió a Maryury de su
casa, y ya ni en el preescolar se saludan.
Esto se debe a que los padres de Maryury son opositores y ella
automáticamente asume la misma postura de ellos, ya que a diario durante la cena los
escuchaba hablando continuamente del tema. Ambas, repetían las mismas frases que
les escuchaban a sus padres y cada posición política la defendían asumiendo que
conocían el tema.
Por lo que se da a entender, eran niñas politizadas, ya que analizando la
situación, esto está sucediendo con frecuencia en las sociedades venezolanas, lo cual
se ve influenciado en los hogares, escuelas y medios de comunicación dado por la
intolerancia de la diversidad de pensamientos y la influencia que sostienen el entorno
inmediato del niño.

34
Atención Diurna Del Infante

Las relaciones entre padres e hijos

Las relaciones que los padres establecen con sus hijos pueden variar en
calidad y cantidad. Muchos psicólogos se han abocado al examen de la calidad de las
relaciones entre padres e hijos, y en cómo esa calidad afecta el desarrollo social del
niño. Algunas veces, las interacciones son afectuosas, tolerantes y proteccionistas;
pero otras, son hostiles, déspotas, de rechazo o indiferencia. Sin embargo, casi todas
las familias muestran una amplia gama de interacciones.

El trabajo de los padres, referentes del infante y su influencia

Anteriormente la mujer se dedicaba a tiempo completo a su hogar y a la

crianza de sus hijos y el padre era el proveedor, actualmente la mujer se ha
introducido en el campo laboral. La participación activa de los dos cónyuges en el
trabajo fuera de casa ha producido un impacto no sólo económico sino también en el
tiempo de dedicación a los hijos.
Esta situación conlleva a los padres de buscar un cuidador diario ya sea
algún familiar o guardería. Esto se vuelve aún más fatal cuando hay una ruptura entre
los padres y es la madre quien se encarga del cuidado de los niños y además tiene que
proveer sola los gastos del hogar y trabajar más horas aún para remediar el dinero
que el marido ya no aportará o viceversa es al padre a quien le correspondería. En
consecuencias el tiempo para encargarse de la educación de sus hijos y de la parte
afectiva que es muy importante se verá afectado por el cansancio y olvidará también
así su propio bienestar.

35
 El tamaño de la familia

Mientras mayor es el número de hijos en una familia, menores son las

oportunidades que tienen los padres de interactuar con ellos de manera individual.
Los padres de familias más pequeñas tienden a relacionarse afectuosamente con cada
hijo y a percibir mejor sus necesidades específicas (Bossard y Boll, 1960).
Ejemplo: Después de la cantidad de 6 hijos el número es bastante elevado y
es donde comienza a ocurrir el conflicto emocional por la parte afectuosa que
necesitan los niños y la responsabilidad del cuidado del infante pasa a ser de los hijos
mayores.

Guarderías

Sobre el tema de preescolar, y la influencia que tiene éste en el desarrollo

psicológico del niño, son numerosos los trabajos realizados por distintos
investigadores. Entre estos se destaca el realizado por Cordeviola, M. (1986). El
objetivo principal de éste fue el de " Determinar la trascendencia de la preparación
que se recibe en el preescolar en la incursión del niño al sistema educativo formal".
Para lograr el avance de su investigación, Cordeviola procedió de la
siguiente manera: Ejemplo: Se presentan dos casos de niños en "edad preescolar", en
dos situaciones distintas.
El primero, de nombre Andrés, con 6 años y medio, y el otro, llamado
Carlos, con seis años de edad. A ambos niños se les hizo un seguimiento desde los 3
años. Andrés, en el transcurso de ese tiempo, cursó el período preescolar de manera
normal, trabajó los tres niveles y logró un avance positivo conforme a lo esperado,
consiguiendo ascender favorablemente al 1er grado de Educación Básica. Andrés
demostró estar apto para avanzar.

36
 Entre tanto, los padres de Carlos pensaron que esa preparación previa a la
Educación Básica se la podrían dar ellos en casa y obviaron esta etapa dedicándose a
"instruirlos por su cuenta.
Con lo descrito en este procedimiento, es obvio que son dos situaciones
completamente distintas y el seguimiento que se le hizo a estos niños fue intensivo, el
investigador tuvo los siguientes resultados y conclusiones:
Ambos niños optaron para ser inscritos en la misma institución. Allí se les
hizo una prueba inicial de conocimiento en la que realizaron una serie de actividades
y se le realizó una pequeña entrevista individual. Ambos dieron respuestas
satisfactorias y fueron admitidos. Al cabo de tres meses de iniciadas las actividades
regulares del colegio se fueron presentando una serie de situaciones que dieron paso a
muchas reflexiones.
Luego de varias entrevistas a los maestros, resultó bastante interesante
observar que Andrés y Carlos eran buenos estudiantes, con un rendimiento aceptable;
pero había algo que los diferenciaba notoriamente. Andrés tenía muchos amiguitos
con los que jugaba regularmente, se le consideraba un niño agradable, conversador y
que comparte mucho en grupo. Por el contrario, Carlos pasaba la mayor parte del
tiempo sólo, era raro verlo acompañado de algún otro niño, siempre buscaba la
compañía de la maestra o de algún otro adulto, su sociabilidad era muy pobre.
En conclusión con todo lo observado se determina que la formación que se
recibe en el preescolar no es vana e insignificante, como se cree, allí se pones de
manifiesto y se desarrollan no solamente las habilidades intelectuales, sino además (y
lo que resulta más importante todavía), las capacidades de interrelación y sociabilidad
que posee cada niño. Esto se evidencia en estos dos niños (Andrés y Carlos), es cierto
que tienen habilidades cognitivas muy positivas, pero si no se ayuda a Carlos a
mejorar su manera de relacionarse con sus compañeros, se le dificultará su futura vida
en comunidad.
El niño tiene necesidad de explorar, conocer y actuar sobre el mundo que
lo rodea y es a partir de allí que construye y avanza en sus conocimientos. El niño
necesita tomar decisiones, planear y llevar a cabo acciones para así ubicar, dominar y

37
controlar el ambiente que lo rodea. Por lo tanto las guarderías pueden ser una
influencia satisfactoria para que el niño aprenda a relacionarse con los demás, sin
embargo, se considera que el lugar debe ser apropiado para el aprendizaje social y
cognitivo del niño.
Tomando en cuenta la realidad de nuestro país se decidió hacer una
entrevista con respecto a madres que tienen a sus hijos actualmente en guarderías y
estas fueron sus respuestas.
Ejemplo: Número 1
Samara Fernández una de las madres entrevistadas respondió a las preguntas
de la siguiente manera:

1. ¿Qué profesión ejerce?

R: Comerciante y estudiante
2. ¿Cuánto tiempo tiene solicitando el servicio de la guardería?
R: 3 Años
3. ¿Qué edad tiene su hijo (a)?
R: 3 Años de edad
4. Que horarios le ofrece el servicio de la guardería?
R: Turno completo de 8 am – 6pm
5. ¿Cuál es la cantidad de dinero que tiene que cancelar por el servicio?
R: 1400 bs
6. ¿Le piden algunos productos u objetos específicos para el cuidado diario, que
beneficios le ofrecen?
R: Piden un libro a los 3 años de edad, en el momento de la inscripción se
cancela una cuota aparte de 800 0 1000 bs para cancelar las pinturas, papel,
colores, lápices, pegas, cartulinas y entre otros materiales que usan en su
estadía en la guardería.
En cuanto a beneficios la guardería me ofrece dentro de la mensualidad
además de su estadía y educación el almuerzo y merienda, el desayuno lo
lleva de su casa, tiene un seguro contra accidentes dentro y fuera de la

38
 institución que incluye el pago de un tercero que pudiese salir agraviado y
abarca una cantidad de 40 bs fuertes.

7. Considera que el personal de la guardería cuenta con la información necesaria

para el cuidado de su hijo?
R: La guardería está muy bien atendida, el personal que labora en la guardería
está preparado en educación preescolar.
8. Está usted al tanto de las actividades que realiza su hijo?
R: Si los niños realizan actividades como: colorear, leer y hasta hacer
proyectos diferentes todos los meses por ejemplo: este mes estudiaron los
animales carnívoros, esto incluye pintar, leer sobre el tema y hasta hicieron
una visita al parque de Los Chorros de Milla.
9. ¿Cuál es opinión con respecto a este servicio?
R: Mi opinión con respecto al servicio de la guardería es que es excelente con
una calidad de atención tanto en lo humano como en cuanto a la educación
que se les ofrece a los niños.

Las madres, al dedicar mucho tiempo al trabajo doméstico, descuidan

parcialmente las cuestiones escolares. Aun cuando el aumento de la participación de
la mujer en el mercado laboral le ha generado algunos beneficios, la escasa
participación del hombre en las actividades domésticas, provoca que la mujer tenga
poco tiempo en la atención a sus hijos para apoyarlos en sus estudios. Los padres
deberían trabajar en forma estrecha con sus hijos en tareas escolares. Los problemas
familiares influyen en la conducta de los niños acarreando bajo rendimiento en sus
estudios. Los padres requieren de orientadores expertos en el área para conciliar las
situaciones familiares con las actividades escolares

Violencia familiar
La violencia familiar es un tema muy sonado y conocido en nuestro
estado. Todos los días se muestran en los periódicos locales, casos de familiares con

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problemas de violencia familiar. El esposo maltrata a su esposa y a sus hijos
principalmente debido al alcohol, a las drogas y otros muchos factores. El niño adopta
en su conducta los modelos que observa en su entorno independientemente si son sus
padres, sus amigos o sus maestros. Muchos de estos reflejan una conducta
inapropiada cuando asisten a la escuela, se vuelven rebeldes, agresivos debido a la
acción de los progenitores en el trato que se da en el ambiente familiar. El trato entre
esposos y el trato entre padres e hijos tiene una influencia notable en el desempeño
escolar del estudiante. En estos casos se debe dar una orientación a los padres para
que se elimine esta cadena de eventos que pueden influir en un futuro en los hijos.
En el seno familiar son muchas las problemáticas con las que se enfrentas
sus integrantes.
Great Gilly (1978). La incoherencia de las actitudes paternas, la falta de
tranquilidad y de estabilidad en la vida familiar son factores que colocan al niño en un
clima de inseguridad afectiva poco propicia para una buena adaptación escolar.

Desarrollo de la personalidad y socialización en la infancia

Desarrollo de la personalidad
El aspecto dinámico de la personalidad permite apreciar que todos los
seres humanos experimentan intercambios de modo constante con el medio que los
rodea, un proceso que sólo se interrumpe con la muerte. En cuanto a las formas de
pensar y de actuar, muestran que la personalidad está compuesta por una vertiente
interna (pensamiento) y otra vertiente de carácter externo (simbolizado en la
conducta).
Sigmund Freud menciona que la personalidad es el patrón de
pensamientos, sentimientos y conducta que presenta una persona y que persiste a lo
largo de toda su vida, en diferentes situaciones. Somos guiados y manipulados por
necesidades primitivas y por traumas de nuestro pasado, los cuales residen en el
inconsciente.

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 Factores que determinan la personalidad
Factores heredados.

Hay unos elementos que recibimos de nuestros padres: el temperamento,

las pasiones, los defectos o cualidades físicos y las limitaciones o las capacidades
psíquicas. Estos elementos son los más personales y profundos. Definen mucho
nuestra forma de ser. Podemos mejorarlos o limarlos con la formación personal. Pero
dan un color especial a nuestra personalidad por toda la vida.
Por ejemplo, una joven chaparrita, un joven con siete hermanos o un bebé
muy enfermizo tendrán obviamente una personalidad muy diferente a la de una joven
alta, un hijo único o un bebé sin problemas de-salud.

Factores adquiridos del ambiente.

Otros elementos los recibimos a lo largo de la vida, sobre todo durante los
cuatro primeros años. Adquirimos costumbres, cultura, una forma de ver la vida (que
llamamos cosmovisión), los modales de trato o la formación de comunicación con los
demás. Recibimos estos elementos de la familia durante la infancia en un 70%; en un 20%
de la escuela; y en un 10% de las amistades o la sociedad. Hoy, está aumentando el influjo
de la televisión por la cantidad de horas gastadas por los niños ante el televisor.
Con el paso del tiempo, el influjo de la familia y de la escuela disminuye.
Y crece el de las amistades y del ambiente. Pero la familia es el elemento clave.

Experiencias personales.
Hay situaciones muy particulares que forjan el perfil de cada persona. No
se heredan, ni vienen del ambiente: se viven en primera persona. Y son de dos tipos:
las decisiones y los accidentes.

Las decisiones personales dejan una profunda huella: dejar el estudio por
iniciar un trabajo: casarse; elegir un grupo de amistades... Son decisiones que marcan
un rumbo para todo el futuro.

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 A veces, las situaciones que dejan huella vienen de fuera. Son los
accidentes. Pueden ser totalmente imprevistos: un choque de carros, un asalto: o
podemos tener cada uno parte en la decisión que ocasioné la situación imprevista: un
embarazo no deseado.

Desarrollo de la socialización en la infancia

Según Watson (1977) la socialización es un medio por el que se adquieren
los modelos de conducta convencionales, es un proceso de aprendizaje.
A lo largo de su vida, cada uno vivirá múltiples procesos socializadores, en
función de los múltiples roles que desempeñará. Esto permite introducir una
diferencia en las etapas del proceso de socialización que es útil conocer porque sus
componentes son diferentes.
Socialización Primaria: se denomina así porque es una etapa en la cual los
agentes socializadores son esencialmente los grupos de carácter primario, es decir,
grupos en los cuales el tipo de relaciones predominantes están basados en la
dimensión afectiva y emocional de las personas. El comienzo natural del proceso de
socialización para cada niño recién nacido es su inmediato grupo familiar. En
la historia de la humanidad, la familia ha sido la agencia de socialización más
importante. Algunos autores plantean que los cambios sociales producidos por los
procesos de industrialización y modernización han llevado a una pérdida relativa de
su relevancia ante la irrupción de otras agencias socializadoras como el sistema
educacional y los medios masivos de comunicación. Sin embargo, su importancia
sigue siendo capital porque, en general, la familia filtra de manera directa o indirecta
a las otras agencias socializadoras, escogiendo la escuela a la que van los niños,
procurando seleccionar los amigos con los cuales se junta, controlando
(supuestamente) su acceso la televisión, etc. Junto a la familia, y aún en la infancia,
el proceso se abre a otros grupos primarios de pertenencia.

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 Socialización secundaria: la socialización primaria finaliza cuando
el individuo comienza a integrarse a grupos en los cuales la naturaleza de la relación
social es de carácter secundario, es decir, relaciones basadas más bien en un
componente formal, racional, y que, en general, son relaciones a las cuales la persona
se integra opcionalmente y como resultado de un contrato social, escrito o no. Es la
internalización de subculturas (realidades parciales que contrastan con el mundo de
base adquirido en la socialización primaria) institucionales o basados en
organizaciones formales. El individuo descubre que el mundo de sus padres no es el
único. La carga afectiva es reemplazada por técnicas pedagógicas que facilitan el
aprendizaje. Se caracteriza por la división social del trabajo y por la distribución
social del conocimiento. Las relaciones se establecen por jerarquía, poder, contrato
legal, etc. Este proceso es de especial interés para este curso. Cuando una persona
entra a una organización de trabajo, se le socializa para que llegue e a ser parte de esa
organización. Y la forma concreta y práctica es a través del aprendizaje de sus roles,
esto es, el aprendizaje de la forma en que deberá desempeñar su cargo y las tareas y
funciones diseñadas por la organización para ese cargo en particular.

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 APORTES
Tomando en consideración la teoría del apego, es fundamental ya que en ésta
se plantea ese vínculo de interacción que hay entre el niño y su cuidador y sirve de
gran impulso para la formación de un buen individuo, ya que implica la expresión e
interpretación de las emociones. En opinión personal, estoy de acuerdo con esta
teoría, ya que permite el aprendizaje, la comunicación subjetiva, el intercambio
recíproco y sirve como motivación en el ámbito familiar ya que permite la
socialización y se puede tomar como un estímulo a la internalización de la
personalidad.

Tomando en cuenta que en algunos casos los niños son criados por sus abuelos,
considero insano que los abuelos se encarguen de sus nietos, pues un hijo es una
decisión de ambos progenitores no de sus padres. Los abuelos se encuentran en un
lapso de su vida en el que desean invertir su tiempo en cosas que no consiguieron
hacer durante su juventud porque también tuvieron hijos y dedicaron su tiempo en
actividades laborales en pro de su realización social, criar sus hijos y tener una
estabilidad económica ya después de tanto trabajo su vida pasa a estar
prácticamente hecha, por lo que pude observar en algunos blogs y en mi experiencia
cercana con la opinión de una madre-abuela que crío a su nieta prácticamente note
que su opinión era totalmente distinta a la que creen los verdaderos progenitores
pues aunque les resulte retribuido su tiempo por algunas situaciones con los
pequeños se manifiestan cansados, usados y descontentos porque el pasar del
tiempo ha hecho estragos tanto físicos como cognitivos por lo cual no existe la
misma disposición para acompañar a los niños en las distintas actividades debido a
que es necesario tener mucha energía. Por ejemplo: Cuando un abuelo lleva a su
nieto al parque, el no tendrá la mismas condiciones que en su juventud para
perseguirlo con el fin de protegerlo o jugar con él.

El rol que cumplen los padres y los abuelos es totalmente diferente e insustituible
por lo que cada uno debe abocarse a cumplir su papel; por un lado los padres se
encargan de dar afecto, seguridad, disciplina, valores, nuevas formas de crianza,
entre otras cosas y por el otro los abuelos deben cumplir un papel más permisivo
con sus nietos, premiarlos y mimarlos, sin embargo cabe la posibilidad de que si el
abuelo cría a su nieto pueda recurrir a métodos severos de disciplina como lo son los
golpes para todo comportamiento no deseado. Si el abuelo es el que cría le va a

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quitar protagonismo y responsabilidad a los verdaderos padres fomentando así su
estancamiento e irresponsabilidad en cada situación que acontezca. Es válido que
los padres con buena intención quieran ayudar a sus hijos facilitándole las
herramientas pero jamás resolviendo los problemas que ellos buscaron.

Actualmente la importancia por el desarrollo y el bienestar del niño dejó de ser

prioridad en muchos ámbitos, ya que existen otras prioridades en la vida cotidiana
que las personas tienen más prisa por realizar, considero que las familias
disfuncionales son el principal motivo que afecta directamente al niño los conflictos,
el trabajo, la falta de motivación por parte de los padres hacia los hijos y los
diferentes factores que esto incluye, ya que los padres son parte fundamentales para
que sus hijos alcancen un nivel académico satisfactorio y afectivo-emocional.

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 CONCLUSIÒN

Anexos

Dinámica inicial

La hormiguita

Fui al mercado a comprar cereza (bis)

y una hormiga se subió a mi cabeza (bis)

yo sacudía, sacudía y sacudía (bis)

y la hormiga ahí seguía….(bis)

Fui al mercado a comprar un pollo (bis)

Y una hormiga se subió a mis hombros (bis)

Yo sacudia, sacudia y sacudia (bis)

Y la hormiga ahí seguía… (bis)

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 Fui al mercado a comprar Coca-Cola (bis)

Y una hormiga se subió a mi cola (bis)

Yo sacudía, sacudía y sacudía (bis)

Y la hormiga ahí seguía… (bis)

Fui al mercado a comprar patilla (bis)

Y una hormiga se subió a mi rodilla (bis)

Yo sacudía, sacudía y sacudía (bis)

Y la hormiga ahí seguía… (bis)

Fui al mercado a comprar tornillos (bis)

Y una hormiga se subió a mis tobillos (bis)

Yo sacudía, sacudía y sacudía (bis)

Y la hormiga ahí seguía… (bis)

Fui al mercado a comprar insecticidas (bis)

Y la hormiga se murió. 

Entrevista
Samara Fernández una de las madres entrevistadas respondió a las preguntas
de la siguiente manera:

1. ¿Qué profesión ejerce?

R: Comerciante y estudiante
2. ¿Cuánto tiempo tiene solicitando el servicio de la guardería?
R: 3 Años
3. ¿Qué edad tiene su hijo (a)?
R: 3 Años de edad
4. ¿Que horarios le ofrece el servicio de la guardería?
R: Turno completo de 8 am – 6pm

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5. ¿Cuál es la cantidad de dinero que tiene que cancelar por el servicio?
R: 1400 bs
6. ¿Le piden algunos productos u objetos específicos para el cuidado diario, que
beneficios le ofrecen?
R: Piden un libro a los 3 años de edad, en el momento de la inscripción se
cancela una cuota aparte de 800 0 1000 bs para cancelar las pinturas, papel,
colores, lápices, pegas, cartulinas y entre otros materiales que usan en su
estadía en la guardería.
En cuanto a beneficios la guardería me ofrece dentro de la mensualidad
además de su estadía y educación el almuerzo y merienda, el desayuno lo
lleva de su casa, tiene un seguro contra accidentes dentro y fuera de la
institución que incluye el pago de un tercero que pudiese salir agraviado y
abarca una cantidad de 40 bs fuertes.

7. ¿Considera que el personal de la guardería cuenta con la información

necesaria para el cuidado de su hijo?
R: La guardería está muy bien atendida, el personal que labora en la guardería
está preparado en educación preescolar.
8. ¿Está usted al tanto de las actividades que realiza su hijo?
R: Si los niños realizan actividades como: colorear, leer y hasta hacer
proyectos diferentes todos los meses por ejemplo: este mes estudiaron los
animales carnívoros, esto incluye pintar, leer sobre el tema y hasta hicieron
una visita al parque de Los Chorros de Milla.
9. ¿Cuál es opinión con respecto a este servicio?
R: Mi opinión con respecto al servicio de la guardería es que es excelente con
una calidad de atención tanto en lo humano como en cuanto a la educación
que se les ofrece a los niños.

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 Citas y referencias
Anguiano, N. Romo, N. Pulido, O. y Camacho, L. (2008). Rasgos de
personalidad en niños con padres violentos. Revista IIPSI Facultad De Psicología
UNMSM, vol. 11 - Nº 1

49
 Hawley, A. (1966). Ecología Humana 2 ed. Gran Enciclopedia Rialp, 1991.
Editorial Rialp. Extraído desde http://www.mercaba.org/Rialp/E/ecologia_social.htm

http://www.preescolar.es/preescolar-importancia-de-la-educacion-
preescolar.html

Jiménez, M. (2008). Influencia de los padres en el rendimiento escolar de sus

hijos. Comunicación y Diseño en Circulación Electrónica, Nº 01
Jiménez, M. (2008). Influencia de los padres en el rendimiento escolar de sus
hijos. Universidad Anáhuac Mayab. No. 1

Ileana Enesco (2001). Psicología del Desarrollo. www.enciclonet.es

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