PRESENTACION
PRESENTACION
PRESENTACION
GENERACION EMERGENTE
DISCIPULADO JUVENIL
Elaborado por:
Eleana Gonzales
Keren Judit Martínez Rodríguez
Jonathan Alessandro Centeno Contreras
Wilber Josué López Martínez
Jhosman Antonio Mejia Morales
Docentes:
Líderes de Generación Emergente El Camino
Modulo:
Intimidad con Dios
Fecha:
Managua, Nicaragua
Abril 2019
CONTENIDO
Pág.
1. Hipótesis ................................................................................................. 3
2. Objetivo................................................................................................... 4
2.1 Objetivo General ................................................................................ 4
2.2 Objetivos Específicos ......................................................................... 4
3. Introducción ............................................................................................ 5
4. Marco Teórico ......................................................................................... 6
4.1 Capítulo I: Los frutos del Espíritu Santo ............................................. 6
4.2 Capítulo II: El amor ............................................................................ 7
4.2.1 ¿Qué es verdaderamente el amor? ........................................... 8
4.2.2 Pareciéndonos más a Dios ..................................................... 8
4.2.2.1 ¿Por qué quiere Dios que demostremos amor? .............. 9
4.3 Capítulo III: El gozo ............................................................................ 10
4.4 Capítulo IV: La paz ............................................................................. 11
4.4.1 ¿Qué es lo que verdaderamente estorba nuestra paz? .............. 11
4.4.2 La auténtica paz.......................................................................... 12
4.5 Capítulo V: La paciencia .................................................................... 13
4.6 Capítulo VI: La benignidad ................................................................. 14
4.7 Capítulo VII: La bondad ..................................................................... 15
4.8 Capítulo VIII: La fe ............................................................................. 16
4.9 Capítulo IX: La Mansedumbre............................................................ 17
4.10 Capítulo X: La templanza ................................................................. 18
4.10.1 ¿Qué es el domino propio entonces? ...................................... 18
4.10.2 ¿Por qué quiere Dios que tengamos dominio propio? ............. 19
4.10.3 ¿Cómo puede nacer en nosotros el fruto de la templanza? ..... 19
5. Aplicación ............................................................................................... 21
6. Conclusión ............................................................................................. 22
7. Anexos ................................................................................................... 23
8. Web grafía.............................................................................................. 24
HIPOTESIS
¿La aplicación adecuada de los frutos del Espíritu Santo puede mejorar nuestra
relación con Dios?
OBJETIVOS
1. Objetivo General.
2. Objetivos Específicos.
Definir todos los frutos del Espíritu Santo.
Explicar la importancia del fruto del Espíritu Santo.
Señalar la aplicación que le debemos dar a los frutos del Espíritu
Santo en nuestras.
INTRODUCCION
Los frutos del Espíritu Santo es el resultado de la presencia del Espíritu Santo en
la vida de un cristiano.
Los frutos del Espíritu son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu
Santo como primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia enumera
doce: ‘caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad,
mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia, castidad (Gálatas 5, 22-23)”
(Catecismo, 1832). Son los frutos que produce el Espíritu Santo en la vida del
cristiano a lo largo de su vida después de recibir sus 7
Los santos son quienes han sabido dar todos estos frutos y han sabido
practicar las virtudes cardinales (prudencia, justicia, fortaleza, templanza). Ojo,
que no hay que confundir estos frutos con la vivencia de los valores humanos.
CAPITULO II: EL AMOR
Cada persona tiene una definición y una manera de creer acerca del amor.
Algunos de los significados encontrados describen al amor como un
“sentimiento de intensa atracción emocional y sexual hacia una persona con la
que se desea compartir una vida en común”, pero, va más allá que simplemente
eso.
Pero, el amor que aparece en la lista de los frutos del espíritu (Gálatas 5:22),
es muy diferente, ya que se expresa como la forma más sublime de amor que
proviene del Espíritu Santo para cada uno de nosotros (Romanos 5:5), ya el
Señor derramo su amor en los creyentes. Así que, nuestro deber es andar en el
Espíritu para que el fruto de0 amor fluya en nosotros.
Veamos lo que dice 2 Juan 1.6: “Y este es el amor, que andemos según sus
mandamientos. Éste es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros
habéis oído desde el principio”.
Por algo, es el primer fruto del espíritu mencionado, ya que el amor que los
cristianos deben demostrar tiene que estar basado en dos grandes
mandamientos: amor a Dios y amor al prójimo (Mateo 22:35-40). El amor puede
definirse como una preocupación altruista que se demuestra por el cumplimiento
de los mandamientos que Dios ha escrito en la Biblia. Los Diez Mandamientos
nos muestran como tener una verdadera relación con el Dios y como interactuar
con otros seres humanos y relacionarse con ellos. Entonces:
2.1. ¿Qué es verdaderamente el amor?
El amor es un gran don de Dios. 1era de Corintios 13:4-8 nos expresa: “El
amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso,
no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no
guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo
sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser”, el
amor no son palabras vacías, ni mucho menos algo sexual, como mucha gente
piensa, el amor es aquel fruto que Dios nos envía por medio del Espíritu Santo,
para que amemos a Dios y a nuestro prójimo, porque “El que no ama, no ha
conocido a Dios; porque Dios es amor” (1era Juan 4:8).
Dios es amor y nos amó tanto que permitió que su hijo tuviera que enfrentar
tortura, insultos, degradaciones y una crucifixión que no merecía, para llevar la
pena de los pecados y estos pudieran ser perdonados y tuviéramos acceso a su
Santo Espíritu (Juan 3:16). Aquellos que dicen que son cristianos y luchan por
caminar como Cristo caminó (1 Juan 2:6), entienden que Dios quiere que
demostremos un amor sin egoísmo porque Él desea que lleguemos a ser como
Él es.
La felicidad no está por hacer, si no por ser, cada día obedecer a Dios y ser
semejante a Él.
CAPITULO III: EL GOZO
Pero, para un cristiano, la paz representa esta calma interior que viene como
resultado de la confianza total en la relación de salvación con Cristo y se denota
como la suma perfecta de todas las cosas y se refleja en la noción de “tenerlo
todo”.
Veamos lo que dice Juan 14:27; “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la
doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”.
Para que disfrutemos de una auténtica paz, es necesario que tengamos una
sensación de seguridad y bienestar. También es importante que tengamos
buenos amigos. Pero, más importante aún, debemos cultivar una estrecha
amistad con Dios a fin de no perder la paz, porque esta únicamente es dada por
Dios a través del Espíritu Santo, es una paz que está basada en la fidelidad de
su amor y cuidado (Filipenses 4:7), es una paz que sobrepasa todo
entendimiento capaz de guardar fielmente nuestros corazones y pensamientos
en Dios.
CAPITULO V: LA PACIENCIA
Colosenses 1:11 nos dice que somos fortalecidos por Él para “toda paciencia
y longanimidad”; mientras que Santiago 1:3-4 nos anima a saber que las
pruebas son su manera de perfeccionar nuestra paciencia.
Por eso, veamos cómo han mostrado esta cualidad Jehová y Jesús y cómo
podemos imitar su ejemplo.
La fe nos es dada para que podamos acercarnos a Él, como dice Hebreros
11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se
acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”; es
imposible acercarnos a Dios sin fe, dado que a Dios no lo podemos percibir con
nuestros sentidos naturales, necesitamos un medio espiritual para comunicarnos
con Él y experimentar su presencia y poder. Por medio de la fe sabemos que
Dios es y lo podemos conocer. Un don de Dios.
Todos los seres humanos tenemos una medida de fe que Dios nos da como
regalo, sin merecerlo, sin pedirlo (Hebreros 12:3).
CAPITULO IX: LA MANSEDUMBRE
Esta y las otras virtudes del fruto solo están presentes en la vida de un
creyente cuando esa vida en su demostración de carácter y conducta es
afectada por la resurrección y el nuevo nacimiento que el Espíritu Santo lleva a
cabo dando vida a aquellos que estaban muertos en sus delitos y pecados (Ef.
2.1).
Cuando el Espíritu de Dios toma a una persona por habitación y mora allí, con
gran certeza podemos afirmar que habrá fruto, esa persona será tierra fértil para
que brote el fruto del Espíritu y con Él la virtud de la mansedumbre; un hombre
con esas características en su carácter y comportamiento será acreedor de las
hermosas palabras de bendición que Jesús declara en el Monte de las
Bienaventuranzas cuando dice: “Bienaventurados los mansos, porque ellos
recibirán la tierra por heredad.” (Mateo 5.5). Jesús es manso
Una vida sin el Espíritu no puede, por sí misma, desarrollar el fruto del Espíritu,
pues no basta con tener la voluntad de querer hacer las cosas correctas, si no se
tiene el poder de hacerlas de nada sirve (Romanos 7:14-25).
Ser santos significa tener dominio propio sobre la carne, y ese dominio lo ejerce
Cristo en nosotros, no lo hacemos nosotros por nuestra cuenta..
Hemos concluido que los frutos del Espíritu Santo son importantes no solo
para nuestra vida espiritual, sino, también para nuestra vida secular.
En la vida secular, consideramos que los frutos del Espíritu Santo son
igualmente importante o talvez un poco más que en la vida espiritual, ya que en
la vida secular es donde somos propenso a fallarle a Dios y un fruto del Espíritu
puede hacer que ese posible pecado que nos aleje de Dios no se cometa.
Los frutos del Espíritu nos hacen ser personas más bellas y mejoran el
testimonio de cada uno; porque si comparamos; a un joven que vive en fiestas y
demás pecados comunes en la actualidad, a uno que va a la iglesia y refleja (por
ejemplo) el fruto del amor y de la bondad en su vida diaria, el joven cristiano
hace manifestar una confianza en las demás personas y resplandece más que
los demás día tras día, ya que él refleja al Espíritu Santo en su vida, mientras
tanto, el joven que va a fiestas no se vuelve una persona muy confiable,
posiblemente, si, en el mundo tenga sus “amigos”, pero personalmente se podrá
sentir solo porque su vida es guiada por el enemigo y no posee un fruto y por lo
tanto no posee al Espíritu Santo en su vida.
Les invitamos a que oren a Dios y pidan al Espíritu Santo haga florecer sus
frutos del Espíritu, porque, el tener a Dios en su corazón es maravilloso y la
experiencia más incomparable.
ANEXOS
WEBGRAFIA