La Meditacion Desde Cero Spanish
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La Meditacion Desde Cero Spanish
A MEDITAR
P LAN DE 8 SEMANAS
A IMAR R OLLÁN (G OPAL )
Copyright © 2016, Aimar Rollán González
YOGA en CASA
Yoga sencillo y para todos
http://yogacasa.blogspot.com
Dedicado a los maestros que me enseñaron a meditar, y a los a maestros que
enseñaron a mis maestros.
«Todas las desdichas del hombre derivan del hecho de que no es
capaz de estar sentado tranquilamente, solo, en una habitación».
Blaise Pascal
ÍNDICE
Introducción 6
¿Cómo usar este libro? 8
¿Qué es meditar? 10
Beneficios de la meditación 12
¿Por qué meditar? 14
Diferencias entre la meditación y el mindfulness 16
Lo más importante de todo: el hábito 19
Breve historia de la meditación oriental 22
El método Kaizen 25
La hora y el lugar 27
La postura 29
Elementos de ayuda para la meditación 34
¿Por qué la meditación no puede ser guiada? 36
La respiración 38
Rituales de inicio y fin 43
La mente y cómo concentrarla 48
Sensaciones durante la meditación 55
Obstáculos en la meditación 59
Consideraciones finales 65
Semana 1 67
Semana 2 70
Semana 3 73
Semana 4 76
Semana 5 79
Semana 6 80
Semana 7 85
Semana 8 86
Semanas sucesivas 87
Anexo: Plan de 8 semanas 90
Aimar Rollán (Gopal) 91
INTRODUCCIÓN
Las técnicas de meditación son tan antiguas como el hombre, y hoy en día
cobran especial relevancia ante la situación de nuestra sociedad, tan avanzada
tecnológicamente y a la vez tan desconectada de nuestras interioridades.
Nuestro frenético día transcurre deprisa, y encontramos tiempo para casi
todo, excepto para estar con nosotros mismos. Si no estamos ocupados
trabajando o haciendo cualquier otra actividad, la mente ociosa nos hará perder
el tiempo en un sinfín de banalidades, evitándonos «mirar hacia adentro».
Este breve libro tiene como finalidad el enseñar a las personas a estar
consigo mismas, un mínimo de 5 minutos al día, en silencio, sentados
tranquilamente en una habitación.
Aprenderemos técnicas muy sencillas y muy básicas, pero con la solidez
suficiente como para afianzar nuestra práctica y formar un nuevo hábito, que a la
larga será tan esencial como nuestras necesidades más primarias... No en vano,
la meditación es alimento para el alma.
El mindfulness ha irrumpido con fuerza desde hace unos años, y cada vez
está siendo más utilizado como sinónimo de meditación.
Mindfulness en inglés significa «atención plena», y deriva de la meditación
vipassana creada por Buda, que significa lo mismo: «atención o consciencia
plena». La diferencia es que el mindfulness está desligado de toda filosofía,
misticismo y religión.
Es decir, que la meditación y el mindfulness son lo mismo en cuanto a
técnica, pero el mindfulness tiene un enfoque totalmente práctico, laico, aplicado
a la psicología (académica) y muy acorde a los tiempos y a la mentalidad de los
occidentales.
Este enfoque es muy atractivo para muchas personas que no creen en Dios ni
en nada transcendente. El mindfulness se convierte en una especie de deporte o
disciplina para la mente.
La meditación tradicional está ligada a 4 grandes corrientes:
La yóguica, influida enormemente por el hinduismo.
La budista y la zen (budismo japonés), con sus componentes
religiosos y filosóficos.
La New Age, amalgamada con las dos anteriores y con otras ideas
esotéricas.
La taoista, relacionada con el chi kung y el tai chi. Tiene muchos
menos seguidores que las anteriores ya que es menos conocida,
aunque muy similar.
Hoy en día lo fácil es enseñar y aprender mindfulness, ya que uno se evita
las complicaciones derivadas de estar asociado a algo religioso, místico o
espiritual... No obstante, el mindfulness queda empobrecido, desde mi punto de
vista, al carecer de tal base tradicional.
En occidente ha predominado el cristianismo durante dos mil años, y como
he dicho en un capítulo anterior, el cristianismo posee tres herramientas para
acercarse a Dios:
La oración.
La meditación (estudio y reflexión profunda de pasajes de la
Biblia).
Contemplación o estados de «éxtasis místico», alcanzados por
numerosos santos a lo largo de la historia.
Bien, si uno es cristiano, en su religión tiene todas las herramientas
necesarias, y mi recomendación es que practique con asiduidad todos sus
preceptos, no obstante, este curso le puede ayudar a concentrarse mejor.
Los que no sigan fielmente una religión, o la sigan «a medio gas» (la
inmensa mayoría de la población), tendrán que elegir entre el mindfulness y la
meditación, lo que más les atraiga o más acorde sea con su carácter.
En este curso trataré de enseñar a meditar desde esos dos aspectos: enseñaré
la técnica a secas (mindfulness) y daré algunas pinceladas tradicionales
opcionales.
LO MÁS IMPORTANTE DE TODO: EL HÁBITO
tu lado, y cuando acabe el tiempo sonará un agradable gong o campanilla que te hará saber que tu
meditación ha finalizado.
El diafragma es un músculo
enorme en forma de cúpula o de paracaídas; tiene dos agujeros (uno para el
esófago y otro para la arteria aorta). Al respirar con el diafragma, lo que
hacemos es tensarlo hacia abajo creando una diferencia de presión en los
pulmones con respecto al exterior, hecho que produce la entrada de aire y el
llenado de los pulmones. Al relajar el diafragma, vuelve a su posición normal y
se produce la salida del aire; así de sencillo.
El diafragma se convierte entonces en un segundo corazón, ya que al
producir esa diferencia de presión en los pulmones, no solo absorbe el aire, sino
que también hace que se mueva la sangre de las extremidades hacia los
pulmones, con lo que se mejora notablemente la circulación sanguínea.
Al bajar genera presión en las vísceras internas descongestionándolas, y por
ello también masajea el estómago (favoreciendo la digestión) y el hígado
(segregación de bilis y posiblemente también interviene en la circulación
linfática). Por si esto fuera poco, el movimiento del diafragma propicia que se
active el sistema nervioso parasimpático con sus consecuentes segregaciones de
endorfinas y sus consecuencias (relajación, bienestar, disminución del dolor y la
ansiedad...).
Es de vital importancia, por todos estos motivos, aprender a respirar
correctamente con el diafragma, y durante la meditación especialmente, nos
ayudará a entrar en nuestro «reino interno», ya que nos hará entrar en un estado
de relajación óptimo para concentrar nuestra mente.
Técnica:
Sentados en la silla, inspiramos por la nariz intentando mover únicamente el
diafragma, procurando no expandir la caja torácica y sintiendo como se hincha el
abdomen. Al espirar relajamos el diafragma y sentimos como se deshincha el
abdomen. Trata de enfocar toda tu atención en ese movimiento del diafragma. Al
principio puede costar, o te puede parecer que no se mueve o que lo haces mal.
Recuerda que el diafragma es un músculo, y que como todo músculo
desentrenado puede que esté con poco tono, pero con la práctica se irá
fortaleciendo, volviendose más elástico y podrás sentir con claridad su
movimiento mientras el resto de la caja torácica permanece inmóvil.
Si no dominas la técnica, te recomiendo que empieces haciéndola tumbado
en la cama, antes de dormirte, 5 minutos cada noche. Simplemente túmbate boca
arriba, con una o las dos manos apoyadas sobre el abdomen (para sentir mejor el
movimiento del diafragma), y practica la respiración abdominal tratando de no
mover la zona torácica. Concéntrate y siente como cada respiración te va
relajando cada vez más y más...
Para aprender mejor, puedes ver los siguientes vídeos que tengo publicados
en mi canal de YouTube, donde explico con detalle la respiración abdominal:
Teoría: https://youtu.be/TLJP8FdyT8I
Práctica: https://youtu.be/OLQUyri1bTE
RITUALES DE INICIO Y FIN
Este capítulo es opcional, y aquellos que prefieren el mindfulness, no son
creyentes de nada, o todo lo que explico a continuación les parece una tontería,
pueden saltárselo sin que influya en el resto del curso.
Los rituales de inicio y de fin forman parte de casi todas las tradiciones. Yo
personalmente los utilizo y suelo mezclar un poco de tradición oriental (sobre
todo del yoga), y otro poco de la rica tradición esotérica occidental.
El círculo de protección
Cuando meditamos nos adentramos en nuestro mundo interno, que no está
exento de peligros (sutiles y subjetivos).
Al interiorizar los sentidos nos volvemos vulnerables a lo externo, y por eso
se hace necesario meditar resguardados. Las imágenes de gente meditando al
aire libre al pie de bellos parajes son muy bonitas, y quedan bien en las portadas
de las revistas, pero son muy inadecuadas para meditar, pues nuestro
subconsciente siempre va a estar alerta ante posibles ataques (de animales de
cuatro y de dos patas). Una forma de tranquilizar al subconsciente es meditando
en una habitación segura de nuestra casa, con la puerta cerrada y con la silla
pegada a la pared. Este pequeño detalle nos va a hacer sentirnos seguros y hará
que meditemos mucho mejor.
También hay otra serie de peligros, más sutiles, compuestos por vibraciones
de energía negativa (malos pensamientos, malos deseos, bajas vibraciones...) y
por entidades astrales hostiles. Esta última frase se puede creer o no creer, ya que
no hay ningún estudio científico que demuestre la existencia ni de la energía
negativa ni de entidades astrales, pero recordad que este capítulo trata sobre
rituales tradicionales.
Para protegernos de ellas, desde tiempos inmemoriales se utiliza el círculo
de protección, ya sea tallado en el suelo, dibujado, un círculo de piedra...
Aunque lo más sencillo y eficaz es visualizarlo. Nos sentamos en la silla,
visualizamos que nos rodea un círculo, o mejor aun una esfera, que nos envuelve
completamente, y recitamos mentalmente lo siguiente: «Nos rodeamos del
círculo de protección, donde ningún mal puede penetrar». Lo visualizamos bien
y sentimos que realmente nos protegerá. Esto nos lleva 5 o 10 segundos.
El manto blanco
Es costumbre en las tradiciones orientales meditar rodeados de un manto,
por dos motivos: para abrigarnos, ya que al meditar el cuerpo se relaja y se
enfría, y para protegernos, a modo de «capa protectora». El color blanco es el
color de la pureza, y también, el color blanco es blanco porque hace rebotar
todos los colores, al contrario que el negro, que los absorbe todos. Por este
motivo se cree que el manto blanco hace rebotar todas las vibraciones negativas.
No obstante, si no tienes una manta blanca, una de otro color también vale.
Oración inicial
Es costumbre antes de meditar, orar unos segundos. En el yoga por ejemplo,
es tradición desear felicidad, juntando las manos a la altura del corazón (gesto
energético llamado anjali mudra) en una sencilla oración: «Que todos los seres
seamos felices», y acto seguido meditar.
SEMANA 3
Esta semana va a ser muy parecida a la anterior, pero vamos a ir
consolidando la práctica, al igual que nuestra concentración y nuestra paciencia.
Si la impaciencia y el aburrimiento hacen acto de presencia durante esta semana,
ignóralos, tú continua con tu práctica diaria a la misma hora y tachando los días.
Ejercicio Nº 3
- Nos sentamos en la silla, adoptamos la postura y cerramos los ojos.
- Hacemos cuatro respiraciones amplias y profundas, llenando bien los
pulmones y vaciando bien el aire, sin forzar. Visualizamos que al inspirar nos
llenamos de vitalidad y que al espirar soltamos toda negatividad.
- Vamos a empezar a hacer respiraciones abdominales y a contar
mentalmente cada inspiración y cada espiración, de la siguiente manera:
Uuuuuuu (inspirar) nooooooo (espirar).
Doooooo (inspirar) ssssssssss (espirar).
Treeeeee (inspirar) ssssssssss (espirar).
Cuaaaaa (inspirar) trooooooo (espirar).
Ciiiiiiiii (inspirar) ncooooooo (espirar).
Seeeee (inspirar) issssssss (espirar).
Sieeeee (inspirar) teeeeeee (espirar).
Oooooo (inspirar) chooooo (espirar).
Nueeee (inspirar) veeeeee (espirar).
Diiiiiiii (inspirar) ezzzzzz (espirar).
Contamos mentalmente, cada uno llevará un ritmo acorde a su respiración.
No hay que forzar. Siente como a medida que te vas relajando, la espiración se
vuelve de forma natural un poco más larga que la inspiración.
Si te distraes con otros pensamientos y pierdes el hilo, tendrás que empezar
de nuevo la cuenta desde uno.
Durante esta semana probablemente te asaltarán muchos demonios...
Sentirás aburrimiento, tedio, incluso agobio y malestar; desearás que pase el
tiempo y que suene la campanilla para terminar. Mantente firme, no desistas.
Estamos trabajando la concentración y eso a la mente no le gusta; a la mente le
gusta ser un caballo indomable, le gusta saltar de un pensamiento a otro.
Cuenta y observa atentamente la respiración. Trata de permanecer tranquilo
y no agobiarte. Respira con serenidad, deja que la paz vaya aflorando en ti.
- Para terminar haces una respiración muy amplia (haces la oración final si
quieres hacerla), mueves suavemente las manos y los pies y abres poco a poco
los ojos.
Programa el timer de la siguiente manera, y cuando suene la campanilla
terminas el ejercicio, no importa por que número vayas.
Lunes: 7'
Martes: 7'
Miércoles: 8'
Jueves: 8'
Viernes: 8'
Sábado: 9'
Domingo: 9'
SEMANA 4
SEMANAS SUCESIVAS
Si has llegado hasta aquí y has cumplido todo el programa, día a día,
¡felicidades! Puedes sentirte muy orgulloso de ti mismo, independientemente
creas que lo has hecho bien o mal, independientemente te hayas concentrado
mucho o poco, independientemente hayas obtenido estados meditativos o no.
Recuerda que el objetivo de este programa era generar el hábito de meditar todos
los días y fortalecer la voluntad para hacerlo.
A partir de ahora tienes que mantener lo que has construido. Puedes
perfectamente seguir meditando durante meses o incluso años con lo que
has aprendido hasta ahora. La meditación no se basa en técnicas sofisticadas,
sino en ir adquiriendo nosotros esa capacidad para obtener estados meditativos.
Si los 20 minutos se te quedan cortos, prueba a meditar dos veces al día (una
vez a la mañana y otra por la noche, por ejemplo). Por el contrario, si te parece
mucho tiempo, pues medita 5 o 10 minutos, menos es nada.
Si pasa el tiempo y sigues practicando con asiduidad, si ves que puedes
alargar tu meditación por más tiempo, hasta 30' o una hora, entonces puedes
plantearte aprender más (conmigo o con otros maestros). Puedes también
aprender a sentarte con las piernas cruzadas en las típicas posturas de meditación
orientales.
Te recomiendo también que hagas un poco de yoga o alguna otra actividad
física, eso te ayudará no solo a estar más en forma, sino también a meditar mejor.
En cuanto a la rutina de meditación, una vez que la aprendas bien puedes
prescindir del timer, y adaptar los tiempos a tus necesidades. A lo mejor tu mente
necesita menos tiempo en contar la respiración y más en observarla, o a los
pocos minutos ya te pide tu ser permanecer en la conciencia y estar ahí casi toda
la meditación. También verás que hay días y días... Habrá días en los que
meditaremos con facilidad y otros en los que nos costará horrores estar centrados
y en paz. Sé flexible, sé libre para adaptar la práctica a tus necesidades.
En este libro tienes el conocimiento para asentar las bases de la meditación.
Si has seguido el programa habrás asentado el hábito (o buena parte de él).
Ahora está en tus manos seguir avanzando, estancarte o abandonar.
La vida pasa por muchas etapas y por muchas fases; hay momentos buenos y
momentos menos buenos. Espero que seas feliz y que sepas disfrutar de los
buenos momentos y «capear el temporal» en los malos. Si en un futuro dejas de
meditar (porque esa es la fase de tu evolución personal), puedes hacer de nuevo
el programa cuando estés preparado y volver a retomar el tan saludable hábito de
meditar todos los días.
Si te ha quedado alguna duda sobre la teoría o los ejercicios, recuerda ver el
curso online sobre este mismo libro que grabaré y colgaré de forma gratuita en
mi canal de YouTube.
Por lo demás, recuerda que estoy a tu disposición para cualquier consulta o
comentario. Puedes encontrarme en el blog YOGA en CASA.
ANEXO: PLAN DE 8 SEMANAS