Estrabismo
Estrabismo
Estrabismo
Definición
Estrabismo es la desviación manifiesta de un eje ocular en relación con la posición que debería
adoptar cuando el otro fija un objeto. Otra definición es la pérdida del paralelismo de los ejes
oculares, produciéndose por una parte una desviación ocular, y por otra, una alteración sensorial
de la visión.
Existe ortoforia cuando ambos ejes visuales efectúan intersección a nivel del objeto fijado, de
forma que su imagen se proyecta en la fóvea de cada ojo. De este modo, el mismo objeto es visto
simultáneamente en cada ojo bajo un ángulo distinto (debido a la distancia interpupilar). La fusión
en la corteza occipital de esas dos imágenes ligeramente diferentes en una imagen única da lugar
a la visión estereoscópica (sensación de relieve o profundidad), característica fundamental de la
visión binocular (VB) normal.
Para que exista ortoforia en las distintas distancias y direcciones de la mirada, es necesario un
correcto funcionamiento del aparato neuromuscular oculomotor. Cada ojo dispone de seis
musculos: cuatro rectos (lateral, medio, superior e inferior) y dos oblicuos (oblicuo inferior y
superior)
Cuando un ojo no está correctamente alineado, dos imágenes diferentes son enviadas al cerebro.
En un niño pequeño, el cerebro aprende a ignorar la imagen del ojo desviado y sólo ve la imagen
del ojo correctamente alineado. En este caso el niño pierde la percepción de la profundidad.
Los adultos que desarrollan estrabismo suelen tener visión doble debido a que sus cerebros ya han
aprendido a recibir las imágenes de ambos ojos y no puede ignorar la imagen del ojo desviado. Por
lo general, un niño no ve doble.
Clasificación/Tipos
2. Según su naturaleza:
a. No paraliticas
b. Paraliticas:
i. III par: exotropia y ptosis palpebral.
ii. IV par: hipertropia y torticolis torsional.
iii. VI par: endotropia y torticolis horizontal.
3. Según su persistencia en el tiempo:
a. Estrabismo constante: aparece de forma permanente.
b. Estrabismo intermitente: aparece solo en un determinado campo o distancia de la
mirada (de lejos o de cerca) o en determinadas circunstancias (enfermedad,
nerviosismo, cansancio).
4. Según la preferencia o no por un ojo:
a. Estrabismo alternante: Se emplea indistintamente uno u otro ojo para fijar,
mientras que el otro se desvía. El niño suprime la imagen del ojo desviado, pero al
alternar los ojos, ambos desarrollan una visión semejante (pudiendo existir buena
AV en ambos ojos).
b. Estrabismo monocular: Solo se usa (o se prefiere) un ojo para la fijación y el otro
se desvía constantemente. El niño es propenso a la ambliopía en el ojo desviado.
Estrabismos frecuentes:
En aquel estrabismo convergente que aparece en los primeros 6 meses de vida, generalmente
entre los 2 y los 4 meses. Habitualmente los niños alternan de forma espontánea su fijación, por lo
que no suelen desarrollar ambliopía. Suelen presentar fijación cruzada, con sus ojos en aducción,
empleando el ojo derecho para mirar hacia la izquierda y el izquierdo para mirar hacia la derecha.
Es la forma más frecuente de estrabismo. Suele comenzar entre los 12 meses y los 4 años de edad,
bien de forma brusca o insidiosa. Habitualmente es monocular, con ambliopía de grado variable en
el ojo no fijador. Aunque puede haber hipermetropía, su corrección no influye en la desviación.
La edad de comienzo suele ser entre los 6m y los 2 años. Al principio suele ser más evidente
durante la fijación de lejos. Una característica bastante típica es el cierre de un ojo ante la luz
intensa o el sol. No suelen presentar ambliopía o ésta es ligera. Sin embargo, habitualmente la
dominancia ocular es muy marcada. La familia suele referir que el niño tuerce un ojo hacia afuera,
tiene una mirada extraña o que el movimiento de los ojos no es coordinado.
Es este cuadro, además del torticolis, existe hipertropia del ojo afectado
que aumenta en aducción y disminuye en abducción, e hipertropia de dicho
ojo que aumenta con la inclinación de la cabeza hacia el hombro del ojo afectado (maniobra de
Bielschowsky positiva).
Dolor ocular
Pérdida de la línea de lectura
Pesadez palpebral
Sueño
Visión borrosa
Fatiga
Cierre de un ojo ante la presencia de luz solar.
Además de las consecuencias estéticas, también incluye importantes alteraciones sensoriales (en
la VB y en la AV) y motoras (contracturas y déficits musculares): cuando el niño desvía un ojo,
pierde la VB normal y tiene diplopía (visión doble de un objeto) y confusión (percepción en el
mismo punto del espacio de dos objetos diferentes). Para evitar estas anomalías sensoriales, en
los niños menores de 6-8 años (por su plasticidad cerebral) se ponen en marcha unos mecanismos
cerebrales de adaptación, siendo el mas frecuente la supresión (o inhibición de las áreas de retina
del ojo desviado en las que se desarrolla la diplopía y la confusión), de forma que el cerebro deja
de percibir la imagen del ojo desviado. Si se produce siempre en el mismo ojo, origina también una
alteración en visión monocular, provocando una ambliopía en el ojo desviado. La ambliopía puede
ser tratada con el uso de un parche sobre el ojo normal, o haciendo que su visión sea borrosa para
fortalecer y mejorar la visión en el ojo más débil. Como regla general, mientras más temprano se
trate la ambliopía, mejor será el resultado de la visión.
Diagnostico
Una buena anamnesis: Se debe interrogar antecedentes familiares de estrabismo,
ambliopía, defectos refractivos, cataratas, entre otros. Con respecto a los
antecedentes personales, preguntar problemas en embarazo o parto, parálisis
cerebral o hidrocefalia. La edad de aparición, cuanto más precoz y tiempo de
evolución, peores serán los resultados terapéuticos. La forma de aparición, si fue
brusca o intermitente. El tipo de afectación, si siempre desvía el mismo ojo o si
alterna, si varía a lo largo del día, si la desviación es convergente o divergente. Y si
existe problemas de la visión, si se acerca mucho a la televisión, no ve a la pizarra,
bajo rendimiento escolar, marcha indecisa, tropieza con obstáculos, parpadeo
frecuente, fotofobia, etc.
Inspección: Anomalías en la configuración palpebral (ptosis, epicanto,
hipertelorismo), desviación de los ojos, posiciones anómalas de la cabeza (torticolis,
compensadoras por estrabismo paralitico, afectaciones de músculos oblicuos, y
nistagmos y se busca alteración de la transparencia de los medios.
Agudeza visual: Su estudio es fundamental ya que su disminución nos indica que hay
un problema ocular que se debe estudiar y según la edad se aplican diferentes
métodos de exploración.
En el niño menor de 2 años: El reflejo de fijación y seguimiento consiste en
tapar al niño un ojo (con un parche, la mano o un oclusor) y con una luz
puntual, un objeto o juguete, se mueve de un lado a otro observando el
comportamiento del niño a la fijación y seguimiento del mismo. Luego se
hace lo mismo con el otro ojo. Si este reflejo no existe o es pobre (es decir,
si el niño es incapaz de fijar y seguir o fija pero sigue mal) en uno o ambos
ojos, existe una ambliopía profunda.
En el niño de 2-4 años: El niño ya debería de tener un dominio suficiente
del lenguaje, permitiendo cuantificar la AV. El test mas apropiado es el
Madame Pigassou, es un test con 7 figuras que los niños reconocen con
facilidad (casa, niño, flor, carro, pájaro, sol y gato). En un niño de 4 años se
considera normal ver las dos últimas filas de este test (que corresponde
con 20/40 o 50% de la visión del adulto)
En el niño mayor de 4 años: El test más sencillo es la escala de la E de
Snellen, los niños deben decir hacia donde están las patitas de la E,
pueden o dirigir con su mano hacia donde ven las patitas o colocan un
modelo de una E que se les debería de dar, como ven la que les
señalamos.
En niños estrábicos de cualquier edad se realiza el test de dominancia
ocular o Cover Test.
Test de Hirschberg:
Este test permite también la medida aproximada del ángulo de desviación: si el reflejo de luz
coincide con el borde de la pupila del ojo desviado, el ángulo de desviación es de unos 15°, si
queda en la mitad del iris o entre el borde pupilar y el limbo, es de alrededor de 30°, y si cae en el
limbo corneal, de alrededor de 45°.
Es más preciso y exacto, constituyendo la prueba más importante de la motilidad ocular. Puede
ser simple y alterno. Se realiza empleando una luz puntual o un pequeño objeto llamativo, y un
instrumento para ocluir el otro ojo o usar la mano o dedo pulgar.
1. Cover o maniobra de oclusión: consiste en tapar el ojo que creemos fijador (ojo que mira
el objeto) y observar el otro ojo (no ocluido).
Si no realiza ningún movimiento, destapamos dicho ojo y repetimos la prueba en el otro ojo, si
realiza un movimiento de fijación hay estrabismo, pero nos habríamos equivocado de ojo
(creíamos que torcía uno y tuerce el otro). Si no realiza ningún movimiento: no hay estrabismo.
Si mantiene unos segundos la fijación, pero la pierde sin necesidad de parpadeo, el estrabismo
es monocular con cierta alternancia y existirá ambliopía media en el ojo desviado.
Si mantiene la fijación mucho tiempo o tenemos que tapar dicho ojo para que la recupere el
otro: el estrabismo es alternante y no existe ambliopía.
(Colocar video Cover test – U-M Kellogg Eye Center in Ann Arbor)
También existe el cover test alterno para diagnosticas las forias. Se ocluye alternativamente
durante dos o tres segundos cada ojo por separado, se produce un movimiento de refijación al
destapar el ojo ocluido. Cuando dejamos de ocluir, se recupera el paralelismo.
Estudio de la refracción: en los niños, ésta debe hacerse siempre con la parálisis de
acomodación con colirios ciclopléjicos o de atropina.
Diagnóstico diferencial:
Tratamiento
El tratamiento de todo estrabismo debe comenzar con la corrección óptica de las posibles
ametropías y el tratamiento de la ambliopía.
La oclusión puede ser horaria o por días, dependiendo de la magnitud de la ambliopía y de la edad
del paciente. En niños menores de un año no se deben realizar oclusiones de días completos
porque se puede crear una ambliopía en el ojo sano.
Tratamiento quirúrgico
FORIA OCULAR
Podemos definir la foria ocular como aquella situación en la que se produce una falta de
alineación de los ejes visuales que, por lo general, permanece oculta y solo aparece al
realizar ciertas maniobras como tapar un ojo (oclusión)..
Esto es así porque la foria está compensada gracias a unos reflejos complementarios del ojo, que
son las llamadas reservas fusionales, que se encargan de mantener los ojos rectos, sin
desviaciones, a pesar de la presencia de foria.
Sin embargo, ante determinadas circunstancias como el cansancio, el estrés, el exceso de trabajo
o una enfermedad, estas reservas fusionales no son suficientes y la foria puede descompensarse y
originar cierta sintomatología, como:
Es muy importante diferenciar entre foria y tropia, que es lo que conocemos como estrabismo, a
fin de abordar el tratamiento adecuado.
El eje visual se define como la línea imaginaria que debe unir el objeto o punto de fijación visual
con la zona ocular foveal de la retina.
La foria es una disfunción binocular consistente en la desviación latente de los ejes visuales,
manifestándose únicamente cuando no existe un estímulo visual en uno de los ojos. Las forias son
asumidas por ambos ojos, por lo que al tapar y destapar ambos ojos refieren el mismo ángulo. Se trata de
un estado de relajación en el que los ojos pierden coyunturalmente su coordinación, manteniendo el
estímulo visual pero sin que exista integración en el cerebro.
Generalmente, las forias pequeñas no presentan síntomas. Sin embargo, cuando se encuentran
desarrolladas y son mayores de lo que el sujeto tolera, obliga a la persona a ejercer una gran cantidad de
esfuerzo para que sus ojos se mantengan alineados. Se trata de una de las principales causas de cefaleas,
problemas de atención y problemas astenópicos.