Revista Canaria 2002 PDF

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AÑO 2002

Número 13

2
www.oftalmo.com/sco
SOCIEDAD CANARIA DE OFTALMOLOGÍA

JUNTA DIRECTIVA

PRESIDENTE: Dr. Julio Méndez González


VICEPRESIDENTE: Dr. Pedro Valls de Quintana
SECRETARIO: Dr. José Vicente Rodríguez Hernández
TESORERO: Dr. Francisco Cabrera López
VOCALES:
Tenerife: Dr. José Juan Aguilar Estévez
La Palma: Dra. M.ª Teresa Álvarez Hernández
La Gomera: Dr. Ricardo Herrera Piñero
El Hierro: Dra. Alicia Pareja Ríos
Gran Canaria: Dr. David Pérez Silguero
Lanzarote: Dr. Féliz Bonilla Aguiar
Fuerteventura: Dr. Rají Mohrez Muvdi

EX-PRESIDENTES

Juan Murube del Castillo


Antonio Ojeda Guerra
Manuel González de la Rosa
Francisco Pérez Hernández
Carlos Piñana Darias
Miguel Ángel Serrano García
Pedro Abreu Reyes

ARCHIVOS DE LA SOCIEDAD CANARIA DE OFTALMOLOGÍA


ÓRGANO OFICIAL DE LA SOCIEDAD CANARIA DE OFTALMOLOGÍA

EDITORES:
Dr. José A. Abreu Reyes: Santa Cruz de Tenerife
Dr. José A. Rodríguez Pérez: Las Palmas de Gran Canaria
Colaboradores de edición:
Dr. Rodrigo Abreu González
Ex-editores:
Prof. Juan Murube del Castillo y Prof. Manuel Antonio González de la Rosa
Fotos de portada:
1. Melanoma coroideo que afecta la cabeza del nervio óptico. Imagen previa y a los cinco días de
tratamiento con TTT (Termoterapia Transpupilar).
Dr. J.J. Aguilar Estévez. Servicio de Oftalmología. Hospital Universitario de Canarias.
Dr. M. Abraldes López-Veiga. Instituto Gallego de Oftalmología. Hospital Clínico Universitario de Santiago de
Compostela
2. Oclusión del punctum lacrimale con parche mucoso (Técnica de Murube). Dr. J.A. Abreu Reyes.
Servicio de Oftalmología. Hospital Universitario de Canarias
Dirección de la Revista en Internet:
www.oftalmo.com/sco

La Dirección de la Revista, en ningún caso, se responsabiliza


de las ideas y conceptos de los artículos publicados.

Depósito Legal M. 134-1958 ISSN 0365–6691


Normas para publicación en los
Archivos de la Sociedad Canaria de Oftalmología

1. Los trabajos deberán ajustarse a las normas contenidas en los siguientes apartados, debiéndo ser envia-
dos a la Secretaría de la Sociedad Canaria de Oftalmología antes del día 30 de Marzo, para que la edi-
ción del número de Archivos correspondiente al año, coincida con la celebración del Congreso anual de
la Sociedad Canaria de Oftalmología.

2. Puede solicitar la publicación de trabajos en estos Archivos cualquier persona interesada.

3. Identificación.- Debe constar el nombre y dos apellidos de cada autor, con el grado académico más alto
y la afiliación a una institución. Mención, si se desea, de que el trabajo ha sido presentado total o par-
cialmente en algún congreso regional, nacional o internacional. Se hará constar en qué sección de la
revista desea ser incluido (investigación, artículos originales, casos clínicos, seminarios, comunicacio-
nes cortas, revisión, nuevas técnicas, info-oftalmología).

4. Redacción del texto y presentación.- Los trabajos deben ser enviados por triplicado, mecanografiados
y con un resumen en español y en inglés, con un máximo de 150 palabras cada uno. Se debe incluir un
diskette que contenga el mismo, preferiblemente en formato Microsoft Word.

5. Tablas, gráficos y fotografías.- El número de éstos deberá limitarse a los fundamentales. Las fotografías
en color correrán a cargo del autor/es del trabajo. Los epígrafes de las ilustraciones deben mecanogra-
fiarse en hoja aparte. Las ilustraciones no deben pegarse sobre el manuscrito ni sobre cartulina. Deben
numerarse al dorso.

6. Bibliografía.- Se ordenará y numerará por su orden de aparición en el texto. La forma de la cita será la
del Index Medicus.

7. Caracteres de imprenta.- Sólo se admitirán en el texto los estilos de los caracteres de imprenta cursiva
y negrita.

8. Examen de manuscritos.- Los trabajos, una vez recibidos, pasarán a la Comisión de Publicaciones para
informe.

9. Pruebas.- Deberán devolverse, debidamente corregidas, en un plazo de diez días a partir de la fecha del
envío. Pasado este plazo sin recibirse, el trabajo perderá su turno de publicación.

10. El autor/es certificarán que el trabajo no ha sido publicado ni está en vías de consideración para publi-
cación en otra revista. Asimismo transferirán los derechos de propiedad (copyright) del presente traba-
jo a la Sociedad Canaria de Oftalmología, firmando cuantos autores haya.
Archivos de la
Sociedad Canaria de Oftalmología
2002 Publicación anual N.° 13

Índice
EDITORIAL:
La hora del relevo
Abreu Reyes JA ................................................................................................................................................................... 1

COMUNICACIÓN SOLICITADA:
Ojo seco: clasificación clínica y por citología de impresión.
Dry eye: clinical and impression cytology classification
Murube del Castillo J, Rivas L ............................................................................................................................................ 5

INVESTIGACIÓN:
Determinación del radio corneal posterior mediante un cálculo teórico y el sistema Orbscan II: estudio comparativo.
Evaluation of posterior corneal radius by means of theoretical calculation and Orbscan II: comparative study.
Ortiz Márquez D, García Antón P, Velarde Rodríguez JI, González Fernández F, Fernández del Cotero JN .................. 13

ARTÍCULOS ORIGINALES:
Cuantificación de la proliferación celular con PCNA en la neoplasia intraepitelial córneo-conjuntival.
Quantification of cellular proliferation by PCNA in corneo-conjunctival intraepithelial neoplasia.
Abraldes MJ, Abdulkader I, Rodríguez-Pereira C ............................................................................................................... 17
Síndrome de contracción capsular: propuesta de clasificación y manejo.
Capsule contraction syndrome: classification proposal and managing.
Abreu Reyes JA, Cordovés Dorta LM, Méndez Medina R, Rodríguez Martín J, Abreu González R, Aguilar Estévez JJ,
González de la Rosa MA ........................................................................................................................................................ 21
PRL™. Una alternativa al LASIK.
PRL™. An alternative to LASIK.
Amigó Rodríguez A, Herrera Piñero R, Muiños Gómez-Camacho JA .............................................................................. 27
Facoemulsificación bajo cruioanestesia: nuestra experiencia.
Phacoemulsification under cryoanalgesia: our experience.
Álvarez Marín J, Montesinos Ventura BM, Gutiérrez Carmona FJ .................................................................................... 33
Cirugía del cristalino transparente. Balance de resultados de 2001.
Clear lens surgery. 2001 results.
Carreras Díaz H, Rodríguez Hernández JV ......................................................................................................................... 41
Epidemiología del pterigión quirúrgico en la Isla de La Palma.
Incidence of surgical pterigya in La Palma Island.
Domínguez González JJ, León Hernández FA .................................................................................................................... 47
Medidas para mejorar la colaboración durante la facoemulsificación bajo anestesia tópica.
Different techniques to improve patient collaboration in phacoemulsification with topic anesthesia.
Grande Baos C ..................................................................................................................................................................... 55
Tratamiento con octreótide de la retinopatía diabética avanzada.
Treatment with octreotide in the proliferative advanced diabetic retinopathy.
Pareja Ríos A, López Alba A, Mantolán Sarmiento C, Cordovés Dorta L, Serrano García MA ....................................... 61
Técnica quirúrgica de debilitamiento del oblicuo inferior: retroceso con anteroposición.
Inferior oblique weakening techniques: recession and anterior transposition.
Pérez Barrero L, Losada MJ, Nubel W, González M, Sánchez M, García M .................................................................... 67
La contraincisión en la cirugía de cataratas.
The contraincision in cataract surgery.
Pérez Silguero MA, Pérez Silguero D, Pérez Hernández FR, Bernal Blasco I, Jiménez García A .................................... 73
Cirugía del hilo en la incomitancia lejos-cerca.
Fadenoperation in the far-near unconcomitance.
Sánchez Méndez M, Losada Castillo MJ, Pérez Barreto L, Nubel W, González Hernández M, Mesa Lugo F ................ 77

CASOS CLÍNICOS:
Terapia ortóptica en paciente con síndrome de Brown secundario a cirugía del oblicuo superior. A propósito de un caso.
Orthoptic theraphy in patient with Brown syndrome secondary to surgery of the superior oblique. A case report.
Fernández del Cotero JN, Portela Camino JA, Velarde Rodríguez JI, Alonso Juárez E, Vélez Lasso E ........................... 83
Traumatismo endotelial por contusión con petardos.
Endothelial trauma due to a firework contusion.
Gómez ME, Fernández S, Gonzalvo FJ, Sánchez A, Brito C ............................................................................................. 87
Un caso de retinopatía de Purtscher unilateral.
Unilateral Purtscher retinopathy. Case report.
Martín Molina J, López Muñoz D, Nacle Chapero A, Martín Carretero G, Guirado Almansa J ....................................... 91
Retinopatía en enfermo con anemia falciforme. A propósito de un caso.
Drepanocitic retinopathy. Case report.
Martín Carretero G, López Muñoz D, Romero Martínez F, Durbán Armenteras R, Martín Molina J................................ 95
Recuperación del campo visual en una paciente con glaucoma.
Visual field recovery in a patient suffering from glaucoma.
Martínez García A ................................................................................................................................................................ 101
Papilitis unilateral como primer signo de esclerosis múltiple.
Unilateral papillitis as a first manifestation of multiple sclerosis.
Mesa Lugo F, Fernández-Baca G, García Somalo M, Arteaga Hernández V, Rodríguez Martín FJ, Abreu Reyes JA .... 107
Corticoides intralesionales en cicatriz hipertrófica.
Intralesional corticoids in hypertrophic scar.
Pérez Silguero D, Pérez Silguero MA, Jiménez García A, Bernal Blasco I, Pérez Hernández FR, Weill D ..................... 113

DIVULGACIÓN:
Programa de automasaje rápido en el quirófano.
Fast massage-one program in the surgical room.
Grande Baos C ..................................................................................................................................................................... 117

DOSSIER:
Reutilización de dispositivos oftalmológicos de uso único.
Reuse of single-use ophthalmic devices.
Abreu González R, Abreu Reyes JA ................................................................................................................................... 121

Listado alfabético de la Sociedad Canaria de Oftalmología .......................................................................................... 125


EDITORIAL

La hora del relevo


ABREU REYES JA1

La Sociedad Canaria de Oftalmología fue fundada en 1972 editándose el primer número de


«Archivos de la Sociedad Canaria de Oftalmología» en 1976 siendo su Director y Editor el
Profesor Juan Murube del Castillo. La edición se mantiene de forma ininterrumpida hasta
1984. Sustentada sin publicidad, los archivos no solo se repartían entre los oftalmólogos espa-
ñoles, sino que la misma era remitida a casi todos los departamentos de Oftalmología de las
principales universidades del mundo. En nuestros archivos colaboraban oftalmólogos nacio-
nales y extranjeros, pero las penurias económicas hicieron imposible la continuidad de los mis-
mos (1).
Varios fueron los intentos de publicaciones médicas en Canarias. Un comienzo brillante y
un derretirse en el silencio. Iniciar una revista es empresa fácil. Lo difícil es su continuidad.
Nada de lo que concierne al hombre se entiende sin la historia. Y la historia hay que escribir-
la. Los Archivos de la Sociedad Canaria de Oftalmología constituyen una parcela importante
de la Historia de la Medicina de Canarias (2).
Nuestra ambición siempre fue volver a reeditarla y ello se convirtió en una reivindicación
en todas las Sesiones Administrativas de nuestra Sociedad hasta que en el Congreso del XXV
aniversario (1997), siendo Presidente de la misma el Dr. P Abreu Reyes, se nos permite tomar
la iniciativa para su reedición compartiendo dicha tarea con el Dr. JA Rodríguez Pérez. Y así
han pasado cinco años y cinco números han visto la luz en «átomos y en bits».
La Sociedad Canaria de Oftalmología es una sociedad joven. Desde su inicio ha ido desa-
rrollando una personalidad propia auspiciada por su carácter isleño. Es lo que es, y como es,
por ser canaria y oftalmológica, y por canaria es, en gran manera, parte de algunos ritmos
cubanos, de los cuales el son y el punto son especialmente representativos (3).
Creemos que en nuestra etapa como Editores hemos logrado nuestro primer objetivo que
era, y debiera seguir siéndolo, dar a conocer la realidad de la oftalmología tanto asistencial
como de investigación que se realiza en esta comunidad española de ultramar, y que en tiem-
pos pasados su lejanía significó, para muchos compañeros, ir en el último vagón de la actua-
lidad médico-quirúrgica oftalmológica. No olvidemos que el ojo es una parte de nuestro orga-
nismo sumamente importante y que la visión y la calidad de vida están íntimamente relacio-
nadas (4).
Creemos ya superada la fase de consolidación de nuestra revista. Pensamos que el mante-
nimiento de su edición es una de las prioridades que deben marcarse los futuros dirigentes de
nuestra sociedad partiendo del apoyo fundamentado en el prestigio profesional del colectivo
de oftalmólogos canarios y de todos los compañeros peninsulares y extranjeros que conside-
ran nuestros archivos como uno de los lugares donde publicar sus experiencias y nuevos cono-
cimientos.
Cuando ve la luz el número 13 de nuestros archivos correspondiente al año 2002, y ya la
edición pasará a ser responsabilidad de otros compañeros, vayan nuestras gracias a todos los

1 Editor de Archivos de la Sociedad Canaria de Oftalmología.


ABREU REYES JA

oftalmólogos canarios por preparar sus publicaciones, en muchos casos hechas con el esfuer-
zo adicional de no estar habituados a esos menesteres, pero les hemos convencido de que nues-
tra revista puede ser un buen sitio para iniciarse en la difícil tarea de «publicar». Muchos de
los que así lo hicieron en la actualidad son asiduos en «revistas medline».
También agradecer a los compañeros «no isleños» por su alto grado de respuesta a la invi-
tación de participar, pues sus artículos han servido para prestigiarla aún más. La han hecho
suya y sus trabajos llegan de forma espontánea al comienzo de cada primavera.
Nuestro agradecimiento es finalmente extensivo a la Junta Directiva de la Sociedad Cana-
ria de Oftalmología, a los colaboradores de edición, a Audiovisual y Marketing S.L., y a las
firmas comerciales que generosamente contribuyen a la edición de nuestros Archivos.

BIBLIOGRAFÍA
1. Abreu Reyes P. Bienvenida de nuevo (Editorial). Arch. Soc. Canar. Oftal. , 1986-1998; 9: 1.
2. González E. Continuado impulso (Editorial). Arch. Soc. Canar. Oftal., 1999; 10: 1.
3. Méndez González J. La Sociedad Canaria de Oftalmología, el son cubano y la gaita gallega (Editorial).
Arch. Soc. Canar. Oftal., 2000; 11: 1.
4. Barraquer J. Adelantos en cirugía ocular (Editorial). Arch. Soc. Canar. Oftal., 2001; 12: 1.

2
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 5-11 COMUNICACIÓN SOLICITADA

Ojo seco: clasificación clínica y por


citología de impresión
Dry eye: clinical and impression cytology
classification
MURUBE DEL CASTILLO J1, RIVAS L2

SUMMARY
Clinical classification of dry eye (Grade 1 or subclinical: symptoms only in overexposure. Gra-
de 2 or mild: symptoms in normal environments. Grade 3 or moderate: symptoms and
reversible signs. Grade 4 or severe: symptoms and irreversible signs. Grade 5 or disabling:
symptoms, signs and visual incapacity) has a numerical correlation (number to number)
with impression cytology classification (Grade 1: goblet cells 300-400 cells/mm2 with PAS-
positive cytoplasm, non secretory conjunctival cells with a size of 200-350 µm2, and N:C
ratio of 1:3-1:4; corneal cells with an area of 300-400 µm2 and N:C ratio of 1:4. Grade 2:
goblet cells 200-300 cells/mm2 with PAS-positive cytoplasm, non secretory conjunctival
cells with a size of 350-500 µm2 and N:C ratio of 1:5; corneal cells with an area of 500-
1000 µm2 and N:C ratio of 1:8. Grade 3: goblet cells 50-200 cells/mm2 with PAS-positive
cytoplasm, non secretory conjunctival cells with a size of 500-900 µm2 and N:C ratio of
1:10; corneal cells with an area of 1000-1800 µm2 and N:C ratio of 1:15. Grade 4: goblet
cells 10-50 cells/mm2 with PAS-negative cytoplasm, non secretory conjunctival cells with a
size of 900-1600 µm2 and N:C ratio of 1:20; corneal cells with an area of 1800-2500 µm2
and N:C ratio of 1:20. Grade 5: goblet cells less than 10 cells/mm2 with PAS-positive cyto-
plasm, non secretory conjunctival cells with a size of more than 1600 µm2 and N:C ratio of
1:30; corneal cells with an area of more than 2500 µm2 and N:C ratio of 1:30; cytoplasm
is keratinized).

Hospital Ramón y Cajal. Universidad de Alcalá. Fundación Rizal. Madrid.


1 Doctor en Medicina y Cirugía.
2 Licenciado en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
Juan Murube del Castillo
Fundación Rizal
San Modesto, 44, 1.º
28034 Madrid
España
MURUBE DEL CASTILLO J, et al.

El ojo seco, el síndrome oftalmológico ojos seco se superponen varias causas etiopa-
más frecuente, tiene que ser afrontado por togénicas, la suma de las cuales es capaz de
todo oftalmólogo cualquiera sea su subespe- desencadenar la sintomatología de sequedad
cialidad, incluyendo al cirujano refractivo — de superficie ocular —por ejemplo, la suma-
que desencadenará su sintomatología al sec- ción más frecuente es la edad presenil, la
cionar las terminaciones nerviosas cornea- menopausia, y la toma de ansiolíticos o
les—, al estrabólogo —que bajará la secre- antihipertensivos—. Sólo raramente se
ción lacrimal al inyectar toxina botulínica—, encuentra una causa etiopatogénica única.
al cataratólogo —cuyas ocasionales descom- Junto a la determinación etiopatogénica,
pensaciones endoteliales se agravan con la es necesario hacer una clasificación clínica
sequedad de superficie ocular—, al oculo- según la gravedad. Se hace esta clasificación
plástico —del que depende el mantenimien- en 5 estadios (tabla II): 1 o subclínico (sínto-
to o el perfeccionamiento de la cobertura pal- mas sólo en situaciones de sobreexposición),
pebral—, al retinólogo —que alterará las 2 o leve (síntomas en ambientes normales), 3
células madres limbales al hacer perilimbo- o medio (síntomas y signos reversibles), 4 o
tomías—, etc. grave (síntomas y signos irreversibles) y 5 o
Cualquier síndrome clínico de sequedad incapacitante (síntomas, signos reversibles e
ocular, puede deberse a una o a varias de las irreversibles), y disminución de agudeza
aproximadamente 100 causas etiopatogéni- visual (1).
cas de ojo seco, y que el llamado Decálogo La clasificación clínica se hace por los sín-
Etiopatogénico las clasifica en 10 grupos tomas (generalmente obtenidos de la anam-
(tabla I): 1) etarios, 2) hormonales, 3) autoin- nesis) y por los signos (generalmente obteni-
munes, 4) farmacológicos, 5) hiponutriciona- dos de exploraciones instrumentales y de
les, 6) disgenéticos, 7) traumáticos, 8) infla- laboratorio). Entre estas últimas, hay una
matorios, 9) neurodeprivativos y 10) tantáli- exploración de gran interés, que es la citolo-
cos (1). Generalmente, en la mayoría de los gía de impresión, que por falta de demanda

Tabla I. Decálogo Etiopatogénico (clasificación de Madrid) de los síndromes de ojo seco. Los 5 primeros grupos
suelen ser pan-exocrinos y afectar a numerosas partes del cuerpo (ojos, boca, nariz, garganta, bronquios,
vagina, oído externo, piel). Los 5 últimos grupos suelen ser mono-exocrinos, y frecuentemente afectan a un
solo ojo, o a un solo subsistema acuoso, mucoso o lípido

1. Etarios: A los 30 años comienza a descender la secreción lacrimal.


A los 45-60 años se alcanza el límite entre producción y necesidades.
Sobre los 60 años todas las personas padecen un mayor o menor grado de insuficiencia lacrimal.
2. Hormonales: lactancia, hipoovarismo, ovariectomía, anticoncepción estrogénica, toma de anti-andrógenos, castración,
envejecimiento, climaterio, postmenopausia.
3. Autoinmunológicos: síndromes de Sjögren tipo I , síndromes de Sjögren tipo II, enfermedad del injerto de médula ósea
contra el huésped, penfigoide ocular cicatricial, pénfigos, síndrome de Stevens-Johnson, síndrome de Lyell, síndrome
de Reiter.
4. Farmacológicos: toma de ansiolíticos (Lexatín, Valium, Tranxilium), antidepresivos (Tofranil), antiparkinsonianos
(Akineton), antihistamínicos (Celesemine, Zyrtec), anticolinérgicos (Atropina), antihipertensivos (Ameride), diuréticos
(Higrotona, Seguril), etc.
5. Hiponutricionales: «xeroftalmía» por avitaminosis A, alcoholismo crónico, malabsorción intestinal
6. Disgenéticos: disgenesias de glándulas acuosas (alacrimia, displasia ectodérmica anhidrótica), glándulas mucínicas
(aniridia, síndrome de Bietti) y glándulas lípidas (epicanthus-blefarofimosis, síndromes del primer arco branquial).
7. Traumáticos: destrucción física o química de glándulas acuosas (extirpación por tumores, destrucción por radiación),
mucínicas (causticaciones químicas o térmicas, extirpaciones quirúrgicas) o lípidas (destrucción accidental, recons-
trucciones palpebrales).
8. Inflamatorios: destrucción inflamatoria —generalmente infecciosa— de glándulas acuosas (dacrioadenitis), mucínicas
(conjuntivitis cicatriciales), o lípidas (blefaritis).
9. Neurodeprivativos: denervaciones aferentes por anestesia corneal, lentes de contacto (que separan la córnea del medio
ambiente), operaciones de LASIK (que cortan las terminaciones nerviosas del centro de la córnea), queratitis herpética
(que dejan mayor o menor anestesia corneal) y lesiones varias del nervio trigémino. Denervaciones eferentes por lesio-
nes pontobulbares, parálisis faciales pregeniculadas, lesiones de nervios secretorios (vidiano, ganglio esfenopalatino,
primera y segunda rama del trigémino), síndrome de Riley-Day .
10. Tantálicos: Párpados que no puedan extender la lágrima sobre la superficie ocular (por parálisis palpebral, ectropión,
lagoftalmos, coloboma palpebral, exoftalmos, laxitud palpebral, protrusiones de superficie ocular por pterygion o quis-
te dermoide, etc), o superficies corneales hidrófobas que no pueden aprovechar esta lágrima (epiteliopatías, distrofias
corneales).

6 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 5-11


Ojo seco: clasificación clínica y por citología de impresión

Tabla II. Clasificación clínica de los síndromes de ojo seco

Grado clínico 1 (subclínico): Síntomas de sequedad ocular sólo manifiestos en situaciones de sobreexposición (abrir la ven-
tanilla del coche, ponerse bajo aire acondicionado, usar lentillas de contacto, trasnochar, etc.).
Grado clínico 2 (leve): Síntomas de sequedad ocular en situaciones ambientales normales (picor ocular, fotofobia, sensa-
ción de arenilla, mala visión que mejora al parpadear
Grado clínico 3 (medio): A los síntomas, se añaden signos reversibles (keratopathia punctata, tinción corneal, filamentos
epiteliales, legaña, hiperemia de los trígonos conjuntivales).
Grado clínico 4 (grave): Añade la aparición de signos irreversibles (hipostesia corneal, leucomas corneales, neovasos,
retracción de surcos plico-bulbar y plico-caruncular del lago lacrimal, retracción de pliegues del fórnix conjuntival infe-
rior).
Grado clínico 5 (incapacitante): Añade a las lesiones irreversibles del grado 4 una pérdida de visión permanente (leuco-
mas corneales centrales, ulceraciones incapacitantes) y una queratinización del epitelio corneal que imposibilita sus fun-
ciones biológicas protectoras.

está poco desarrollada, pero que es suma- La citología de impresión de la superfice


mente fácil de ejecución y aclaratoria. ocular ha sido estudiada en ojos normales Fig. 1a: Citología
La citología de impresión de la conjuntiva (3,4) y secos (5-8). Se hace con anestesia de impresión de la
es una técnica no invasiva, que permite deter- conjuntiva de
minar el grado de metaplasia escamosa de la persona normal
(grado 0). Se
superficie conjuntival. Fue utilizada por pri-
observa gran
mera vez por Egbert et al (2), siendo modifi- número de células
cada posteriormente por otros autores de caliciformes entre
acuerdo con sus necesidades. Hay varios cri- células epiteliales
terios de graduación de la metaplasia esca- no-secretoras
mosa basados en parámetros morfológicos o pequeñas y
morfométricos; nuestro criterio, presentado unidas. Tinción
con PAS-
en este trabajo, también estudia la córnea, hematoxilina.
buscando una mejor correlación entre la cito- Magnificación
logía de impresión y la severidad clínica. x40.

Tabla III. Grado de metaplasia escamosa de las células epiteliales de conjuntiva y córnea, de menor a mayor
afectación

Grado 0: Conjuntiva: células caliciformes densidad >400 células/mm2, citoplasma PAS-positivo.


células epiteliales no-secretoras área 200-300 µm2, ratio N:C 1:2-1:3.
Córnea: área celular 300-350 µm2, ratio N:C 1:3.
Células conjuntivales y corneales unidas, citoplasma eosinófilo, núcleo redondo y sin alteraciones.
Grado 1: Conjuntiva: células caliciformes densidad 300-400 células/mm2, citoplasma PAS-positivo.
células epiteliales no-secretoras área 200-350 µm2, ratio N:C 1:3-1:4.
Córnea: área celular 300-400 µm2, ratio N:C de 1:4.
Células epiteliales conjuntivales y corneales unidas, pero a veces aparecen algo separadas, citoplasma eosinófi-
lo, nucleo normal.
Grado 2: Conjuntiva: células caliciformes densidad 200-300 células/mm2, citoplasma PAS-positivo.
células epiteliales no-secretoras área 350-500 µm2, ratio N:C 1:5.
Córnea: área celular 500-1000 µm2, ratio N:C 1:8.
Células conjuntivales y corneales algo separadas, citoplasma eosinófilo, ocasionalmente binucleadas.
Grado 3: Conjuntiva: células caliciformes densidad 50-200 células/mm2, citoplasma débilmente PAS-positivo;
células epiteliales no-secretoras área 500-900 µm2, ratio N:C 1:10.
Córnea: área celular 1000-1800 µm2, ratio N:C 1:15.
Células conjuntivales y corneales frecuentemente aisladas, citoplasma metacromático, núcleo alterado (binu-
cleado, picnótico o anucleado).
Grado 4: Conjuntiva: células caliciformes área 10-50 células/mm2, generalmente con citoplasma PAS-negativo;
células epiteliales no-secretoras área 900-1600 µm2, ratio N:C 1:20.
Córnea: área celular 1800-2500 µm2, ratio N:C 1:20.
Células conjuntivales y corneales aisladas, citoplasma basófilo, débil queratinización, núcleo picnótico o ausente.
Grado 5: Conjuntiva: células caliciformes <10 células/mm2).
células epiteliales no-secretoras área >1600 µm2, ratio N:C 1:30.
Córnea: área celular >2500 µm2, ratio N:C 1:30.
Células conjuntivales y corneales aisladas, queratinizadas, citoplasma basófilo, núcleo lítico o ausente.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 5-11 7


MURUBE DEL CASTILLO J, et al.

Fig. 1b: Citología durante unos segundos con la parte plana de


de impresión de la la pinza, y se retira el papel de filtro, que
córnea de persona arrastrará pegadas a él 1 ó 2 capas superfi-
normal (grado 0). ciales del epitelio conjuntival y 1 sola capa
Las células
epiteliales no-
del corneal. Se pueden hacer tomas en varias
secretoras son áreas —p. ej., conjuntiva bulbar subpalpebral
pequeñas e superior, conjuntiva bulbar expuesta (trígo-
íntimamente nos conjuntivales medial y lateral), conjunti-
unidas. Tinción va bulbar subpalpebral inferior y centro de la
PAS-hematoxilina. córnea—, para obtener un mapeo bastante
Magnificación x40.
completo de la superficie ocular. Las tiras se
fijan en etanol 96% y se tiñen con ácido per-
yódico de Schiff (PAS) y hematoxilina, des-
tópica de la córnea y conjuntiva por instila-
hidratada en grados ascendentes de etanol.
ción de una gota de colirio anestésico. Noso-
Después se colocan en xilol para completar
tros usamos hidrocloruro de tetracaína y oxi-
la deshidratación y aclarar el papel de filtro,
buprocaína (Colircusí Anestésico Doble,
y por último se colocan permanentemente en
Alcon Cusí SA). A continuación, con una
resina Entellan con un cubre. Las muestras
pinza se toma una tirita de papel de filtro de
ya teñidas se estudian al microscopio óptico,
acetato de celulosa (Millipore HAWP304) y
prestando una especial atención al número de
se coloca sobre la superficie ocular a estu-
células epiteliales conjuntivales mucosecre-
diar, sobre la que se comprime suavemente
toras (células caliciformes) si como al área
del citoplasma y núcleo de las células no-
secretoras, las alteraciones y tinción citoplás-
Fig. 2a: Citología micas, las alteraciones nucleares y la rela-
de impresión de la ción entre las áreas nucleares y citoplásmicas
conjuntiva de (ratio N:C). Para la medida de las áreas pue-
paciente con ojo de usarse un planímetro de imagen de
seco de grado 1. Pro/Media Cybernetics con un sistema CDA
Se observa un
número moderado
basado en un programa IPP-Plus; pero con
de células un poco de experiencia, esta medida puede
caliciformes entre suplirse por una estimación subjetiva. La
células no- determinación cuantitativa de células calici-
secretoras de formes se hace con una rejilla calibrada
mayor tamaño y sobre fotografías realizadas al mismo
ligeramente
aumento y tamaño, y se realiza directamente
separadas. Tinción
PAS-hematoxilina. con el microscopio o sobre las fotografías
Magnificación antes mencionadas: nuestra experiencia
x40. aconseja la utilización de objetivo con
aumento x40.
Las características que hemos encontrado
Fig. 2b: Citología
de impresión de la
en citologías de impresión de la superficie
córnea de paciente ocular de sujetos normales y de pacientes
con ojo seco de con progresivos grados de gravedad de ojo
grado 1. Las seco son las siguientes (tabla III):
células epiteliales — Grado 0 (normal). En la conjuntiva
no-secretoras son hay un abundante número de células calici-
mayores y
formes (más de 400 células/mm2) con cito-
ligeramente
separadas. Tinción plasm PAS-positivo; y las células epiteliales
PAS-hematoxilina. no-secretoras son pequeñas (área media de
Magnificación x40. 200-300 µm2) y con una ratio N:C de 1:2-

8 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 5-11


Ojo seco: clasificación clínica y por citología de impresión

1:3. En la córnea, las células epiteliales son Fig. 3a: Citología


pequeñas (área media de 300-350 µm2), con de impresión de la
ratio N:C de 1:3. Tanto las células conjunti- conjuntiva de
paciente con ojo
vales como las corneales están perfectamen- seco de grado 2.
te unidas, con citoplasma eosinófilo, y el Se observa
núcleo es redondo y sin alteraciones (figs. 1a número pequeño
y 1b). de células
— Grado 1. En la conjuntiva, la densidad caliciformes entre
de células caliciformes disminuye ligera- células epiteliales
no-secretoras de
mente (entre 300-400 células/mm2); su cito- mayor tamaño y
plasma es PAS-positivo. Las células epitelia- moderadamente
les no-secretoras están ligeramente agranda- separadas.
das (área media de 200-350 µm2) y con una Algunas células
ratio N:C de 1:3-1:4. Las células epiteliales son binucleadas.
corneales están algo agrandadas (tamaño Tinción PAS-
hematoxilina.
medio de 300-400 µm2) con ratio N:C de 1:4.
Magnificación
Tanto las células epiteliales conjuntivales x40.
como las corneales suelen estar unidas, pero
a veces aparecen algo separadas, con cito-
plasma eosinófilo y sin alteraciones nuclea-
res (figs. 2a y 2b). muy grandes (área media, 900-1600 µm2),
— Grado 2. En la conjuntiva, las células con ratio N:C aproximado de 1:20. En la cór-
caliciformes están muy disminuidas en nea, las células epiteliales son muy grandes
número (200-300 células/mm2), y con cito- (área media 1800-2500 µm2), con ratio N:C
plasma PAS-positivo. Las células epiteliales de 1:20. Las células conjuntivales y cornea-
no-secretoras están moderadamente aumen- les están siempre aisladas, con citoplasma
tadas de tamaño (área media 350-500 µm2) , basófilo, a veces con débil queratinización, y
con una ratio N:C de 1:5. Las células cornea- con núcleo alterado, frecuentemente picnóti-
les son mayores (área media 500-1000 µm2) co o ausente (figs. 5a y 5b).
y ratio N:C de 1:8. Las células conjuntivales — Grado 5. En la conjuntiva, las células
y corneales están moderadamente separadas, caliciformes suelen haber desaparecido total-
con citoplasma eosinófilo (algo más las cor- mente o ser escasísimas (menos de 10 célu-
neales), y ocasionalmente aparecen binuclea- las/mm2); cuando se encuentra alguna, apa-
das (figs. 3a y 3b).
— Grado 3. En la conjuntiva, las células
caliciformes son escasas (entre 50-200 célu-
las/mm2) y con citoplasma débilmente PAS- Fig. 3b: Citología
positivo; las células epiteliales no-secretoras de impresión de la
son grandes (área media 500-900 µm2) y con córnea de
ratio N:C alrededor de 1:10. Las células cor- paciente con ojo
neales son grandes (tamaño medio 1000- seco de grado 2.
Las células
1800 µm2), con una ratio N:C de 1:15. Las epiteliales no-
células conjuntivales y corneales están fre- secretoras son
cuentemente aisladas, con citoplasma meta- mayores y
cromático y con núcleo generalmente altera- moderadamente
do (binucleado, picnótico o anucleado) (figs. separadas.
4a y 4b). Algunas células
son binucleadas.
— Grado 4. En la conjuntiva, las células
Tinción PAS-
caliciformes son raras (10-50 células/mm2), hematoxilina.
generalmente con citoplasma PAS-negativo; Magnificación
y las células epiteliales no-secretoras son x40.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 5-11 9


MURUBE DEL CASTILLO J, et al.

Fig. 4a: Citología rece muy alterada. Las células conjuntivales


de impresión de la epiteliales no-secretoras son muy grandes
conjuntiva de (más de 1600 µm2), y con ratio N:C de alre-
paciente con ojo
seco de grado 3. dedor de 1:30. Las células epiteliales cornea-
Se observan les son muy grandes (área superior a 2500
escasas células µm2), también con ratio N:C de 1:30. Tanto
caliciformes entre las células conjuntivales como las corneales
células epiteliales están aisladas, tienen citoplasma basófilo,
no-secretoras de están moderadamente o fuertemente querati-
gran tamaño y
bastante
nizadas, y su núcleo es lítico o ausente (figs.
separadas. 6a y 6b).
Algunas células Una característica morfológica no reseña-
son picnóticas. da en esta gradación es la presencia de cro-
Tinción PAS- matina serpentiforme (snake-like cells). Sue-
hematoxilina. le presentarse en la conjuntiva bulbar supe-
Magnificación
rior, y menos en áreas expuestas, y se inter-
x40.
preta como un resultado de la fricción del
párpado superior (9).
Al definir el grado de gravedad histológi-
Fig. 4b: Citología ca observamos que los valores tienen ligeras
de impresión de la
córnea de paciente
variaciones dentro de un mismo paciente
con ojo seco de (10), porque el área conjuntival más conser-
grado 3. Las vada suele ser la protegida tras el párpado
células epiteliales inferior (mayor humectación, menor roce de
no-secretoras son parpadeo), siguiéndole en afectación el área
grandes y bastante conjuntival subpalpebal superior (mayor
separadas.
fricción del parpadeo), y siendo la más afec-
Algunas células
son picnóticas. tada el área expuesta de superficie conjunti-
Tinción PAS- val y corneal (fricción del parpadeo, evapo-
hematoxilina. ración, viento, polución). A fin de simplificar
Magnificación x40. la aplicación clínica de la citología de impre-
sión creemos que es conveniente uniformizar
el área estudiada, reduciendo las tomas de
muestras. Nosotros, para clasificación clíni-
ca, preferimos seleccionar sólo las áreas
Fig. 5a: Citología expuestas cuando el ojo está abierto, es decir,
de impresión de la los dos trígonos conjuntivales y la córnea.
conjuntiva de Cada grado de metaplasia escamosa mues-
paciente con ojo tra valores homogéneos con diferencias sig-
seco de grado 4. nificativas entre ellos, y presenta una rela-
No suelen existir ción estadística con un grado concreto de
células
caliciformes. Las
severidad clínica. Nuestros resultados descri-
células epiteliales ben seis grados estadísticamente diferentes
no-secretoras son tanto en la graduación de la metaplasia esca-
muy grandes y mosa como en el de la severidad clínica, que
están muy van desde el grado 0 o de normalidad hasta el
separadas o grado 5 o de máxima gravedad. Así, las rela-
aisladas. Las
ciones entre la clasificación numérica de gra-
células suelen ser
picnóticas. Tinción vedad clínica (de 0 a 5) y la clasificación
PAS-hematoxilina. numérica de degradación histológica (tam-
Magnification x40. bien de 0 a 5) son paralelas, es decir, cada

10 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 5-11


Ojo seco: clasificación clínica y por citología de impresión

grado de severidad clínica se corresponde Fig. 5b: Citología


con el mismo grado de metaplasia escamosa de impresión de la
(11). Esto ayuda grandemente a establecer córnea de paciente
con ojo seco de
una buena clasificación clínica. grado 4. Las
células epiteliales
no-secretoras son
muy grandes y
están muy
separadas o
BIBLIOGRAFÍA aisladas. La
mayoría de las
1. Murube J. Clasificación clínica del ojo seco. In: células son
Murube J, ed. Ojo Seco-Dry Eye. Tecnimedia picnóticas. Tinción
Editorial. Madrid. 1997; 39-44. ISBN: 84- PAS-hematoxilina.
89085-06-4. Magnificación
2. Egbert PR, Lauber S, Maurice DM. A simple x40.
conjunctival biopsy. Am J Ophthalmol 1977;
81: 798-801.
3. Begley C, Zhuo J, Wilson G. Characterisation
of cells from the ocular surface in normal eyes.
In: Sullivan DA, Dartt DA, Meneray MA (eds.). Fig. 6a: Citología
Lacrimal Gland. de impresión de la
4. Blades K, Doughty MJ, Patel S. Pilot study of conjuntiva de
the use of impression cytology specimens for paciente con ojo
quantitative assessment of the surface area of seco de grado 5.
bulbar conjunctival cells. Optom Vis Sci 1998; Las células
12: 41-45. epiteliales no-
5. Nelson JD, Wright JC. Conjunctival goblet cell secretoras son muy
densities in ocular surface disease. Arch Opht- grandes,
halmol 1984; 102: 1049-1051. queratinizadas y
6. Tseng SCG. Staging of conjunctival squamous están aisladas. Los
metaplasia by impression cytology. Ophthal- núcleos son
mology 1985; 92: 728-733. picnóticos o están
7. Álvarez MI, Rivas L, Toledano A, Rodríguez ausentes. Tinción
JJ, Oroza MA, Murube J. Estudio ultraestructu- PAS-hematoxilina.
ral de la conjuntiva en pacientes con querato- Magnificación x40.
conjuntivitis seca. Arch Soc Españ Oftalmol
1996; 70: 431-436.
8. Oroza MA. Estudio inmunohistoquímico y
Fig. 6b: Citología
morfológico en ojos de pacientes con síndrome
de impresión de la
de Sjögren. Tesis Doctoral. Universidad Com-
córnea de paciente
plutense de Madrid. Facultad de Ciencias Bio-
con ojo seco de
lógicas. Junio 2000.
grado 5. Las
9. Kobayashi TK, Tsubota K, Ugajin Y, Hasega-
células epiteliales
wa T. Presence of bar-shaped nuclear chroma-
no-secretoras son
tin in cell samples from the conjunctiva. Acta
muy grandes,
Cytologica 1992; 36:163-166.
queratinizadas y
10. Rivas L, Oroza MA, Pérez-Esteban A, Murube
están muy
J. Topographical distribution of ocular surface
separadas o
cells by the use of impression cytology. Acta
aisladas. La
Ophthalmol 1991; 69: 371-376.
mayoría de las
11. Murube J, Rivas L. Relation between clinical
células tienen
severity and ocular surface squamous metapla-
núcleos picnóticos
sia in dry eye syndrome. Morphological and
o son anucleadas.
morphometric analysis by impression cytology
Tinción PAS-
provides a new grading system. En prensa en
hematoxilina.
European Journal of Ophthalmology, 2001.
Magnificación
x40.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 5-11 11


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 13-16 INVESTIGACIÓN

Determinación del radio corneal


posterior mediante un cálculo
teórico y el sistema Orbscan II:
estudio comparativo
Evaluation of posterior corneal radius by means
of theoretical calculation and Orbscan II:
comparative study
ORTIZ MÁRQUEZ D1, GARCÍA ANTÓN P2, VELARDE RODRÍGUEZ JI3,
GONZÁLEZ FERNÁNDEZ F4, FERNÁNDEZ DEL COTERO JN5

RESUMEN
Objetivo: Comparar los valores del radio corneal posterior obtenidos mediante un cálculo teó-
rico basado en las leyes de la Óptica Geométrica con los medidos experimentalmente con
el Sistema Orbscan II.
Material y Método: El estudio incluye 25 ojos de 14 pacientes. Teóricamente se modeliza la
córnea como una lente gruesa de índice 1.376 formada por dos dioptrios esféricos y situa-
da entre aire y humor acuoso. Se han obtenido individualmente las diferencias absoluta y
relativa (%) entre el radio experimental y el teórico.
Resultados: El valor medio del radio posterior medido experimentalmente con Orbscan II es
6,0 ± 0,4 mm, mientras que el calculado teóricamente es 6,0 ± 0,5 mm. Las diferencias
absoluta y relativa entre ambos valores son: D = 0,3 ± 0,3 mm y d = 4,6 ± 4,8%.

1 Licenciado en Ciencias Físicas. Universidad de Cantabria.


2 Diplomado en Optometría. Instituto Salmantino de Oftalmología.
3 Licenciado en Medicina y Cirugía. Instituto Cántabro de Oftalmología. Clínica Cotero.
4 Doctor en Ciencias Físicas. Universidad de Cantabria.
5 Doctor en Medicina y Cirugía. Instituto Cántabro de Oftalmología. Clínica Cotero.

Presentado parcialmente como póster en el 31st Congress of the European Contact Lens Society of
Ophthalmologists, 19 Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología, 6.º Congreso Hispano-Luso de
Contactología. 21-23 Junio 2001. Santander (España).

Correspondencia:
Dolores Ortiz Márquez
Grupo de Óptica. Dpto. Física Aplicada
Facultad de Ciencias
C/. Avda. de los Castros, s/n
39005 Santander
España
E-mail: ortizd@unican.es
ORTIZ MÁRQUEZ D, et al.

Conclusiones: El cálculo teórico utilizado para determinar el radio posterior de la córnea es fia-
ble y eficaz ya que proporciona valores muy próximos a los medidos experimentalmente.

Palabras clave: Radio corneal posterior, Óptica Geométrica, Orbscan II.

SUMMARY
Purpose: To compare the values of posterior corneal radius obtained by a theoretical calcula-
tion based on the Geometrical Optic Laws with the ones measured by the Orbscan System
II.
Methods: This study includes 25 eyes of 14 patients. Theoretically the cornea is considered as
a thick lens with a refraction index of 1.376, formed by two spherical dioptrics and placed
between air and aqueous humour. The absolute and relative (%) differences between expe-
rimental and theoretical radius are individually obtained.
Results: The mean value and standard deviation of the experimental posterior radius are 6.0 ±
0.4 mm, and the theoretical values are 6.0 ± 0.5 mm. The absolute and relative differences
between both radii are: D = 0.3 ± 0.3 mm and d = 4.6 ± 4.8 %.
Conclusions: The reliability and efficacy of the theoretical calculation used to determinate the
posterior corneal radius have been demonstrated. The obtained values are so closed to the
experimental measurements provided by the Orbscan II.

Key words: Posterior corneal radius, Geometrical Optics, Orbscan II.

INTRODUCCIÓN con los medidos experimentalmente con el


Sistema Orbscan II.
En los últimos años, el radio de la cara
posterior de la córnea ha sido medido utili-
zando diferentes dispositivos y de muy dife- MATERIAL Y MÉTODO
rentes formas (1-4) con el inconveniente de
que no se podían usar en la práctica clínica a) Pacientes
diaria.
Actualmente, el Sistema Orbscan II nos El estudio incluye 25 ojos de 14 pacientes,
permite realizar con una sola medida un exa- con una edad media y una desviación de
men topográfico completo de la córnea, que 33±7 años. El estado refractivo medio de los
incluye tanto la superficie anterior como la ojos estudiados y su desviación son los
posterior y además un mapa paquimétrico siguientes: Esfera: –6,0 ± 10,7 D y Astigma-
(5,6). tismo: –1,7 ± 1,1 D. No se han incluido en el
Por tanto, la posibilidad de medir la cara estudio ojos con una posible alteración cor-
posterior de la córnea nos permite calcular la neal secundaria, como por ejemplo, estar
potencia corneal total real y comprobar la bajo un tratamiento tópico, haber pasado un
validez de una serie de cálculos teóricos usa- procedimiento quirúrgico o usar lentes de
dos en estudios previos (7) que nos permitían contacto. Se seleccionaron los primeros 14
determinar el radio posterior de la córnea. pacientes de los que teníamos un estudio
El objetivo de este estudio es comparar los topográfico con el Orbscan II y cumplían las
valores del radio de la cara posterior de la condiciones anteriores.
córnea obtenidos mediante un cálculo teórico Se realizó una exploración oftalmológica
basado en las leyes de la Óptica Geométrica completa incluyendo un estudio de la topo-

14 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 13-16


Determinación del radio corneal posterior mediante un cálculo teórico y el sistema Orbscan II: estudio comparativo

grafía y paquimetría corneales con el sistema


Orbscan II, V3.00e (Orbtek, Salt Lake City,
USA)

Fig. 1: Modelo
b) Cálculos teórico de la
córnea como una
lente gruesa.
A la hora de obtener teóricamente el radio
posterior de la córnea, se ha utilizado un
modelo que considera la córnea con una len-
te gruesa formada por dos dioptrios esféricos
(caras anterior y posterior) cuyo índice de
refracción es 1.376 (fig. 1).
Para determinar sus distancias focales y su
potencia total se han aplicado las leyes de la donde eco es el espesor corneal (en metros),
Óptica Geométrica teniendo en cuenta que PCO la potencia total de la córnea (dioptrías)
está situada entre dos medios de índices 1 y RCO1 el radio de la cara anterior corneal (en
(aire) y 1.336 (humor acuoso). metros). También se ha realizado el cálculo
Las distancias focales f y f´ de un dioptría de errores que conlleva obtener el radio pos-
esférico 8 vienen dadas por: terior a partir de otros valores medidos con
una cierta precisión.
n? R n' ? R A la hora de comparar los valores del
f = f' = radio posterior medidos con Orbscan con los
n − n' n' − n
(1) calculados teóricamente y estudiar la fiabili-
dad del dicho cálculo, se determinan para
cada caso individual los siguientes paráme-
donde R es el radio del dioptrio y n y n' son tros:
los índices de refracción de los medios a los
que separa. D = / Re – Rt / d= / Re – Rt / * 100 / Re (4)
Por otro lado, la focal imagen fT' de un sis-
tema formado por dos dioptrios esféricos (8) donde D representa la diferencia en valor
es absoluto entre el radio experimental (Re) y el
radio teórico (Rt), y d la diferencia relativa
: – f1' ? f2' expresada en porcentaje.
fT' =
e – f1' + f2
(2)
RESULTADOS
donde f1', f2 y f2' son las focales de los diop- El valor medio y la desviación estándar
trios individuales y e la distancia entre ellos. del radio de la cara posterior de la córnea
A partir de la topografía y la paquimetría medido con Orbscan II es 6,0 ± 0,4 mm, y el
realizadas a cada paciente con el Orbscan, se calculado teóricamente es 6,0 ± 0,5 mm.
determina el radio anterior, la potencia total En la figura 2, se presenta gráficamente la
y el espesor corneales, y por tanto, aplicando comparación de ambos valores para cada
las expresiones (1) y (2) podemos determinar caso individual. Cada uno de los puntos apa-
el radio de la cara posterior RCO2: rece con su barra de error correspondiente.
La línea de puntos representa la recta y = x.
1.336
PCO (eco – 3.66 ? RCO 1 ) Las medias obtenidas para las diferencias
RCO 2 = –0, 03? absoluta y relativa entre ambos valores cal-
1.376
PCO – 3.66 ?RCO 1 culadas caso por caso son: D = 0,3 ± 0,3 mm
(3) y d = 4,6 ± 4,8 %.
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 13-16 15
ORTIZ MÁRQUEZ D, et al.

DISCUSIÓN CONCLUSIONES
Al comparar con otros estudios de la Se ha demostrado que el cálculo teórico
bibliografía, encontramos que los valores utilizado para determinar el radio posterior
obtenidos para el radio posterior de la cór- de la córnea es fiable y eficaz ya que propor-
nea, tanto experimental como teóricamente, ciona valores muy próximos a la medida
son similares a los obtenidos por otros auto- experimentalmente con el sistema Orbscan
res utilizando otro tipo de dispositivos (1,4). II. Este resultado corrobora la validez de los
Hasta ahora el radio de la cara posterior de cálculo teóricos para la caracterización del
la córnea no había podido ser medido, por lo comportamiento del ojo como sistema ópti-
que en la mayoría de los supuestos se le asig- co.
naba un valor teórico fijo. Sin embargo, los
resultados obtenidos mediante el Orbscan
nos indican que hay variaciones interperso- BIBLIOGRAFÍA
nales en los valores del radio posterior.
En nuestro caso, la corroboración experi- 1. Patel S, Marshall J, Fitzke FW, Shape and
mental de la validez de los resultados obteni- radius of posterior corneal surface Refract Cor-
dos para el radio posterior mediante la ecua- neal Surg 1993; 9: 173-181.
2. Royston JM, Dunne MC, Barnes DA. Measure-
ción (3) viene dada por la figura 2. En ella se ment of the posterior corneal radius using slit
nos muestra un buen acuerdo entre los valo- lamp and Purkinge image techniques Ophthal-
res teóricos y los medidos ya que en la mayo- mic Physiol Opt 1990; 10: 385-388.
ría de los casos el valor teórico con su error 3. Camellin M. Proposed formula for the dioptric
incluye al valor experimental. Además la power evaluation of the posterior corneal surfa-
diferencia relativa d obtenida para cada uno ce Refract Corneal Surg 1990; 6: 261-264.
4. Garner LF, Owens H, Yap MK, Frith MJ, Kin-
de los casos individuales muestra un desa- near RF, Radius of curvature of the posterior
cuerdo menor del 5%. surface of the cornea. Optom Vis Sci 1997; 74:
La posibilidad de conocer la topografía de 496-498.
la cara posterior de la córnea presenta una 5. Liu Z and cols. Evaluation of corneal thickness
gran utilidad clínica y una serie de ventajas, and topography in normal eyes using the Orbs-
como por ejemplo, detectar un queratocono can corneal topography system. Br J Ophtalmol
1999; 83(7): 774-778.
posterior subclínico y seguir su evolución,
6. Sistema de Análisis Corneal ORBSCAN II:
evitar las ectasias corneales tras cirugía manual de usuario.
LASIK (9,10) o mejorar el cálculo de lentes 7. Fernández del Cotero JN, Moreno F, Ortiz D,
intraoculares para pacientes ya sometidos a Vélez E, González F, Saiz JM, Velarde JI, de
cirugía refractiva. Valentín-Gamazo L, García-Antón P. '«Geome-
tric ray tracing analysis of visual acuity after
Laser In Situ Keratomileusis»'. J Refract Surg.
2001; 17: 305-309.
8. Óptica. Justiniano Casas. 7.ª Ed. Librería Pons.
Zaragoza, España 1994.
9. Seitz B, Torres F, Langenbucher A, Behrens A,
Suarez E, Posterior corneal curvature changes
after myopic laser in situ keratomileusis. Opht-
Fig. 2: halmology, 2001; 108: 666-672.
Comparación 10. Baek TM, Lee KH, Kagaya F, Tomidokoro A,
gráfica entre el Amano S, Oshika T, Factors affecting the for-
radio posterior ward shift of posterior corneal surface after
experimental y el laser in situ keratomileusis Ophthalmology
teórico. 2001; 108: 317-320.

16 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 13-16


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 17-20 ARTÍCULO ORIGINAL

Cuantificación de la proliferación
celular con PCNA en la neoplasia
intraepitelial córneo-conjuntival
Quantification of cellular proliferation by PCNA in
corneo-conjunctival intraepithelial neoplasia
ABRALDES MJ1, ABDULKADER I1, RODRÍGUEZ-PEREIRA C1

RESUMEN
El anticuerpo monoclonal PCNA reconoce un antigeno nuclear, el cual se expresa en las célu-
las proliferantes. El objetivo de este estudio es evaluar la expresión inmunohistoquímica de
PCNA en la neoplasia intaraepitelial córneo-conjuntival y correlacionar el índice de proli-
feración cuantificado con PCNA con la agresividad del tumor. Nuestros resultados sugie-
ren que no existe una relación entre el índice de proliferación cuantificado con PCNA y los
otros parámetros estudiados.

Palabras clave: PCNA, proliferación, córnea, conjuntiva, neoplasia intraepitelial.

SUMMARY
The monoclonal antibody PCNA recognizes a nuclear antigen, which is expressed by prolife-
rating cells. The purpose of this study was to evaluate the immunohistochemical expression
of PCNA in corneo-conjunctival intraepithelial neoplasia and to correlate the PCNA proli-
ferative index with the tumor aggressiveness. Our results suggest that there are not a rela-
tionship between PCNA index and the other studied factors.

Key words: PCNA, proliferation, cornea, conjunctiva, intraepithelial neoplasia.

Instituto Gallego de Oftalmología. Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.


Hospital General de Castellón.
1 Doctor en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
Maximino J. Abraldes López-Veiga
Instituto Gallego de Oftalmología (INGO)
Hospital de Conxo
C/. Rúa Ramón Baltar, s/n
15706 Santiago de Compostela
ABRALDES MJ, et al.

INTRODUCCIÓN MATERIAL Y MÉTODOS


La neoplasia intraepitelial córneo-conjun- Se estudian 10 neoplasias intraepiteliales
tival representa el extremo de mayor malig- córneo-conjuntivales, correspondientes a 10
nidad dentro del espectro de las displasias ojos de 10 pacientes, de los cuales 6 eran
córneo-conjuntivales. Este tipo de lesiones hombres y 4 mujeres, de edades comprendi-
eran conocidas hasta hace pocos años como das entre los 58 y 74 años de edad. En todos
enfermedad de Bowen o carcinoma in situ, los casos se realizó una extirpación de la
clasificándolas como displasia cuando el tumoración y un examen anatomopatológico
espesor del epitelio estaba afectado sólo de de la pieza. Los pacientes fueron seguidos
forma parcial y como carcinoma in situ cuan- por un período mínimo de 5 años.
do el espesor del epitelio estaba totalmente Todas las piezas fueron fijadas en formol
afectado. Actualmente, se recomienda deno- tamponado al 10% e incluidas en parafina.
minar a ambos tipos de lesiones como neo- En todos los casos el tiempo de fijación fue
plasias intraepiteliales. inferior a las 24 horas. Las secciones fueron
Estas lesiones aparecen clínicamente teñidas con hematoxilina-eosina para su
como una lesión opaca, blanquecina y bri- estudio rutinario. Tras dicho estudio los blo-
llante o como una masa de aspecto carnoso, ques seleccionados se volvieron a cortar para
localizadas generalmente en el limbo escle- la realización de las técnicas de inmunohis-
ro-corneal o próximas al mismo. toquímica.
Histológicamente se observa una pérdida El estudio inmunohistoquímico se realizó
de la polaridad del epitelio, apareciendo utilizando el complejo estreptavidina-bioti-
células pleomórficas y atípicas en el espesor na-peroxidasa (SABC-peroxidasa) utilizán-
del epitelio conjuntival y/o corneal. Con fre- dose como anticuerpo primario Anti-PCNA
cuencia se observan figuras de mitosis en clon PC 10, monoclonal, de Dako (Glostrup,
algunas capas del epitelio. La principal Dinamarca) diluido al 1:10. La cuantifica-
característica histológica de estas lesiones, y ción de células neoplásicas inmunorreactivas
que además las diferencia del carcinoma epi- se efectuó por medios manuales contando
dermoide invasivo, es que la membrana basal como mínimo 500 células por preparación en
del epitelio se encuentra integra (1). múltiples campos elegidos al azar. El contaje
En el presente estudio tratamos de correla- se realizó a 400 aumentos. Para cuantificar el
cionar la proliferación celular cuantificada índice de proliferación con PCNA se estable-
con el marcador PCNA con el tamaño de la cieron tres grados en función del porcentaje
lesión, el grado de displasia, la existencia o de núcleos de células neoplásicas inmunote-
no de recidivas tumorales y la edad de los ñidos. Se consideró un índice de prolifera-
pacientes. ción de grado 1 cuando la tinción fue inferior
al 33%, de grado 2 cuando se observó inmu-
notinción entre el 34% y el 66%, y de grado
3 cuando se observó inmunorreactividad en
más del 67% de los núcleos de las células
Fig. 1: Neoplasia
intraepitelial
neoplásicas. El grado 1 es un índice de proli-
córneo-conjuntival feración bajo, el grado 2 es un índice de pro-
en la que puede liferación medio y el grado 2 un índice de
apreciarse una proliferación alto.
lesión acantótica Se denominó neoplasia intraepitelial cór-
con marcada neo-conjuntival de grado I cuando está afec-
atipia que afecta a
tado sólo un tercio del espesor del epitelio,
la totalidad del
espesor del de grado II cuando están afectados dos ter-
epitelio cios del espesor epitelial y de grado III
(hematoxilina- cuando está afectado todo el espesor del
eosina). epitelio.
18 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 17-20
Cuantificación de la proliferación celular con PCNA en la neoplasia intraepitelial córneo-conjuntival

RESULTADOS
Fig. 2:
En todos los casos se realizó el diagnósti- Microfotografía
co de neoplasia intraepitelial, en nueve de en la que pueden
ellos los márgenes de resección quirúrgica observarse los
núcleos de las
no estaban afectados y en uno de los casos se
células
observó que uno de dichos márgenes se neoplásicas
encontraba infiltrado por la tumoración. inmunorreactivos
El tamaño de las lesiones estaba compren- para PCNA
dido en un rango entre los 0,6 y los 2,0 cm de (peroxidasa).
diámetros mayores y entre 0,5 y 1,8 cm de
diámetros menores.
En 2 casos (20%) se observó que la lesión En nuestro estudio no hemos encontrado
afectaba a menos de un tercio del espesor una relación estadísticamente significativa
total del epitelio, en 4 casos (40%) el epitelio entre el índice de proliferación cuantificado
estaba infiltrado por células neoplásicas en con PCNA y los otros parámetros estudiados
las dos terceras partes de su espesor y en (tamaño de la lesión, grado de displasia, reci-
otros 4 casos (40%) el espesor del epitelio diva tumoral y edad de los pacientes). Esto
estaba afectado en su totalidad. pudiera ser debido al pequeño tamaño de la
En 8 de los casos estudiados (80%) se muestra estudiada. Sin embargo, llama la
observó un índice de proliferación de grado atención que en el caso en los que se produ-
2. En los 2 casos restantes (20%) el índice de jo una recidiva tumoral el índice de prolife-
proliferación era de grado 3. No se observó ración era de grado 2 y que en los 2 casos en
ningún caso con un índice de proliferación los que se observó un índice de proliferación
de grado 1. de grado 3 no se haya observado ningún sig-
A los 5 años tras el diagnóstico y la extir- no de recidiva tumoral.
pación quirúrgica sólo uno de los casos había Por tanto, a la vista de nuestros resultados,
recidivado, coincidiendo este caso con el que podemos concluir que las neoplasias intrae-
tenía un borde de resección infiltrado. piteliales córneo-conjuntivales son tumora-
ciones con un índice de proliferación mode-
rado y que o bien PCNA no es un buen mar-
DISCUSIÓN cador de proliferación en este tipo de tumo-
res o bien que el índice de proliferación
El PCNA es una proteína de 36 kD que fue cuantificado con PCNA es independiente del
aislada en el núcleo de células proliferantes comportamiento agresivo que pudiesen expe-
mediante electroforesis tridimensional (2). rimentar dichas lesiones entendiendo por
Se ha demostrado que el PCNA/ciclina es comportamiento agresivo un mayor tamaño
una proteína auxiliar de la polimerasa delta de la lesión, el grado de displasia, la recidiva
(3) que juega un papel crítico en la iniciación tumoral o la potencial transformación malig-
de la proliferación celular (4). Aunque el na y, en lo que se refiere a estos dos últimos
PCNA se correlacionó con la fase S del ciclo parámetros, parece influir más en el pronós-
celular (5) hoy se sabe que, si bien su pico se tico una resección quirúrgica que incluya
encuentra en dicha fase, en realidad se expre- parte de tejido sano, que el índice de prolife-
sa durante todo el ciclo (6). Es expresado, ración que pudiese presentar la tumoración.
por tanto, por todas las células proliferantes,
pero no, por las células quiescentes o en
reposo, es decir en fase G0. Estos hallazgos BIBLIOGRAFÍA
básicos se pudieron aplicar a la inmunohisto-
química cuando se obtuvo un anticuerpo 1. Warnig GO III, Roth AM, Ekins MB. Clinical
monoclonal murino frente a PCNA/ciclina and pathological description of 17 cases of cor-
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ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 17-20 19


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20 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 17-20


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 21-25 ARTÍCULO ORIGINAL

Síndrome de contracción capsular:


propuesta de clasificación y manejo
Capsule contraction syndrome: classification
proposal and managing
ABREU REYES JA1, CORDOVÉS DORTA LM2, MÉNDEZ MEDINA R3,
RODRÍGUEZ MARTÍN J2, ABREU GONZÁLEZ R2, AGUILAR ESTÉVEZ JJ2,
GONZÁLEZ DE LA ROSA MA1

RESUMEN
El síndrome de contracción capsular es una reducción exagerada del tamaño de la capsulorre-
xis y del diámetro del saco capsular después de la cirugía extracapsular de la catarata. El
mismo parece ser debido a la transformación fibrogénica de las células epiteliales subcap-
sulares lo que daría origen a un tejido conectivo fibrilar compuesto por miofibroblastos y
sustancias producidas por ellos que incluyen y atrapan la cápsula marginal del cristalino.
Proponemos una clasificación que tiene en cuenta la modificación del tamaño de la capsulo-
rrexis, considerando inicialmente dos subtipos: simétrico y asimétrico En cada uno de los
mismos consideramos tres estadios: leve, moderado y severo.
El manejo de los mismos que nos parece más idóneo es: en el síndrome de contracción capsu-
lar leve seguimiento frecuente, en el moderado interrupción de la continuidad de la capsu-
lorrexis con láser Nd-YAG y en el severo realización de una capsulectomía anterior quirúr-
gica.

Palabras clave: Síndrome de contracción capsular, capsulorrexis, facoemulsificación, clasifi-


cación, manejo.

SUMMARY
Capsule contraction syndrome is an exaggerated reduction in the anterior capsulectomy and
equatorial capsular bag diameter after extracapsular cataract surgery. The tissue responsi-

Hospital Universitario de Canarias. Universidad de La Laguna. Santa Cruz de Tenerife. España.


1 Doctor en Medicina y Cirugía. Servicio de Oftalmología.
2 Licenciado en Medicina y Cirugía. Servicio de Oftalmología.
3 Doctor en Medicina y Cirugía. Servicio de Anatomía Patológica.
4 Licenciado en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
José A. Abreu Reyes
Avda. Tinguaro, 9
38370 La Matanza de Acentejo (Santa Cruz de Tenerife)
España
E-mail: jabreu@oftalnet.nu
ABREU REYES JA, et al.

ble for the capsule contraction syndrome is made of myofibroblastic cells and other subs-
tances produced by them, having their origin in the transformation of the epithelial cells.
We believe that the capsule contraction syndrome should be classified into two types: sym-
metry or asymmetry. Each one is divided in three levels: mild, moderate or severe.
The mild level only requires frequent follow-up, in the moderate one a small radial anterior Nd-
YAG capsulotomies should be performed, and the severe level requires surgical capsuloto-
mies.

Key words: Capsule contraction syndrome, continuous circular capsulorhexis, phacoemulsifi-


cation, classification, managing.

Está claramente demostrado que la capsu- La patología de la CCC relacionada con la


lorrexis circular continua (CCC) es la técni- reducción de su tamaño origina principal-
ca ideal para el abordaje de la cápsula ante- mente dos complicaciones: el descentra-
rior del cristalino en la cirugía de la catarata miento de la LIO (2) y el síndrome de con-
con implantación de lente intraocular (LIO) tracción capsular (SCC) (reducción exagera-
(1). da de la capsulectomía anterior y del diáme-
tro del saco capsular) (3), pudiendo ambas
comprometer la recuperación funcional.
La CCC permite al cirujano implantar con
seguridad la LIO dentro del saco capsular,
contactando ésta con la cápsula anterior
pudiendo dar lugar a que las células epitelia-
les residuales sufran una metaplasia fibrosa
que endurece y retrae el borde de la misma,
estando la zona de no contacto con la LIO
clara y sin fibrosis (4). Hay evidencia de que
este fenómeno es debido a la síntesis de colá-
geno y de sustancias que componen la matriz
extracelular (5). Estudios con técnicas con-
vencionales e inmunohistiquímicas para acti-
Fig. 1: SCC na (Clon HHF 35) y vimentina (Clon V9)
simétrico. parecen confirmar la existencia de un tejido
compuesto por células de carácter miofibro-
blástico (6).
El SCC es más frecuente en los casos de
pacientes con: pseudoexfoliación, historia de
uveítis, edad avanzada, diabetes, alta miopía,
retinosis pigmentaria, distrofia miotónica y
traumatismos (3).

CLASIFICACIÓN
Una vez se ha iniciado un SCC, conside-
ramos que debe manejarse una clasificación
del mismo basada en parámetros anatómicos,
Fig. 2: SCC ya que la alteración estructural no evolucio-
asimétrico. na al mismo tiempo que la funcional como

22 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 21-25


Síndrome de contracción capsular: propuesta de clasificación y manejo

ocurre en la opacificación de la cápsula pos-


terior (OCP).
Nosotros proponemos una clasificación
que tiene en cuenta la modificación del tama-
ño de la CCC, considerando inicialmente dos
subtipos: simétrico (contracción uniforme de
la CCC) (fig. 1) y asimétrico (contracción
desigual de la CCC) (fig. 2). En cada uno de
los mismos consideramos tres estadios. En el
simétrico: leve (se observa la capsulotomía
en midriasis) (fig. 3), moderado (se insinúa
el borde capsular en el área pupilar) (fig. 4) y
severo (el diámetro de la capsulotomía es
igual o inferior a 1 mm) (fig. 5). En el asi-
métrico manejamos la misma clasificación
teniendo en cuenta que, en este caso, el esta- Fig. 3: SCC leve.
dio severo se caracteriza por la ocupación del
50% o más del área pupilar (fig. 6).

MANEJO
La actitud ante un SCC depende del esta-
dio en que se encuentre, ya que en el estadio
leve el paciente no refiere alteración funcio-
nal de la visión, en el moderado las observa
con luz mesópica-escotópica y en el severo
es constante. Si es leve es aconsejable un
seguimiento frecuente para evitar que pase
desapercibido a un estadio quirúrgico, si es
moderado debemos interrumpir la continui- Fig. 4: SCC
dad de la CCC con láser Nd-YAG y si es moderado.
severo se realizará una capsulectomía ante-
rior quirúrgica.
El tratamiento del SCC moderado lo hace-
mos con láser Nd-YAG. En el simétrico rea-
lizamos capsulotomías radiales relajantes,
con potencias bajas (0,2-1,2 mJ), en los cua-
tro puntos cardinales (fig. 7) procurando que
las roturas se aproximen al borde de la ópti-
ca, pues si son pequeñas tienen tendencia a
cerrarse. En el asimétrico sólo realizamos
una capsulotomía radial en el centro de la
cápsula anterior contraída.
El tratamiento con láser Nd-YAG es efec-
tivo y rápido, lográndose disminuir la tensión
de la contracción y aumentar el diámetro de
la CCC, aunque no está exento de riesgos,
dependiendo los mismos de la técnica qui- Fig. 5: SCC
rúrgica y de la energía utilizada. severo.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 21-25 23


ABREU REYES JA, et al.

En el estadio severo realizamos tratamien-


to quirúrgico debido a que la densa fibrosis
existente requiere excesiva energía láser (7).
Una de las técnicas quirúrgicas propuestas es
la vitreorrexis (capsulectomía anterior meca-
nizada) (8,9).
Nosotros proponemos una técnica no
mecanizada porque así logramos minimizar
las posibles repercusiones en la integridad
zonular y en la estabilidad de la lente, evi-
tando el origen de desgarros radiales que
implique la cápsula posterior. La misma
consiste en hacer una incisión en limbo de
Fig. 6: SCC 1,2 mm por la cual se inyecta sustancia vis-
asimétrico severo. coelástica (Viscoat®) en la cámara anterior.
Con un cuchillete de 15 grados (Alcon®) se
perfora el saco capsular a nivel del borde de
la óptica de la LIO. Se introduce una tijera
de Grieshaber y empezando por la incisión
previa se realiza una nueva capsulorrexis,
extrayendo el fragmento de cápsula anterior
con forceps. La LIO no es reemplazada (fig.
8).

BIBLIOGRAFÍA
1. Gimbel HV, Neuhann T. Development, advan-
Fig. 7: tages and methods of the continuous circular
Capsulotomías capsulorhexis technique. J Cataract Refract
radiales Surg 1990; 16: 31-37.
relajantes.

Fig. 8: Antes y después


del tratamiento
quirúrgico de un SCC
severo en pacientes con
historia de uveítis,
pseudoexfoliación y
traumatismo.

24 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 21-25


Síndrome de contracción capsular: propuesta de clasificación y manejo

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Cataract Refract Surg 1993; 19: 582-589. capsule contraction síndrome. J Cataract
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ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 21-25 25


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 27-31 ARTÍCULO ORIGINAL

PRL™. Una alternativa al LASIK


PRL™. An alternative to LASIK
AMIGÓ RODRÍGUEZ A1, HERRERA PIÑERO R2, MUIÑOS GÓMEZ-CAMACHO JA2

RESUMEN
Objetivo: Estudiar los resultados iniciales de la Lente Fáquica Refractiva (PRL™) implantada
en pacientes miopes no susceptibles de ser corregidos mediante LASIK.
Material y Métodos: A pacientes con miopía, con o sin astigmatismo, en los que existían con-
traindicaciones para el LASIK y que cumplían con los criterios de inclusión, se les ofreció
como alternativa la PRL™. Se analiza la dificultad técnica y las complicaciones per y pos-
toperatorias así como los resultados visuales al mes evaluando el defecto refractivo previo,
la exactitud en el cálculo de la potencia de la PRL™, la mejor agudeza visual (MAV) pre-
operatoria, la AV obtenida sin corrección y la MAV postoperatoria.
Resultados: Se implantó una PRL™ en 12 ojos de 7 pacientes. La dificultad técnica fue baja
y no se presentaron otras complicaciones que edema corneal en 2 casos e iritis leve en otros
2 que cedieron en la primera semana. El defecto refractivo previo medio fue de –13,00 D
(–9,50 / –16,00), el defecto refractivo postoperatorio medio fue –0,06 ± 0,6D (–1,25 / 0,87),
la MAV preoperatoria se mantuvo en 1 caso, mejoró 1 línea en 5, 2 líneas en 4, 3 o más
líneas en otros 2 casos. En ningún caso hubo pérdida de MAV preoperatoria.
Conclusiones: Los resultados iniciales con la PRL™ nos revelan que es técnicamente sencilla
de implantar y muy bien tolerada. El cálculo de potencia es muy bueno y los resultados
visuales sobresalientes, mejorando en el 84% de los casos la mejor agudeza visual preope-
ratoria. Por tanto, a falta de nuestros resultados a largo plazo, creemos que constituye una
clara alternativa cuando el LASIK está contraindicado.

Palabras clave: PRL™, lente fáquica refractiva, LASIK, miopía, Canarias.

SUMMARY
Purpose: To study the early results with the phakic refractive lens (PRL™) implanted in myo-
pes not candidates for LASIK.
Material and Methods: To myopes with or without astigmatism where Lasik were contrain-
dicated and accomplishing the inclusion criteria, was offered a PRL™ as alternative. Tech-

Instituto Oftalmológico Amigó-Muiños. Santa Cruz de Tenerife.


1 Doctor en Medicina y Cirugía.
2 Licenciado en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
A. Amigó Rodríguez
Instituto Oftalmológico Amigó-Muiños
C/. El Humo 1, 1.º A
38003 Santa Cruz de Tenerife
España
AMIGÓ RODRÍGUEZ A, et al.

nical difficulty, per and postoperative complications and visual results at one month are
analyzed by evaluating the previous refractive defect, the accuracy in PRL™ power calcu-
lation, the best preoperative visual acuity (BPVA), uncorrected postoperative visual acuity
and best postoperative visual acuity.
Results: PRL™ was implanted in 12 eyes of 7 patients. Surgical difficulty was low and no
other complications were observed than corneal edema in 2 eyes and mild iritis in 2 other
that disappeared in the first week. Pre-existent refractive mean defect was –13.00 D (–9.50
/ –16.00), postoperative mean refractive defect was –0.06 ± 0.6D (-1.25 / 0.87), BPVA
acuity did not change in 1 eve, improved 1 line in 5, 2 lines in 4, 3 or more lines in 2. The-
re were no lost of BPVA.
Conclusions: Early results with PRL™ show us that is technically easy and very well tolera-
ted. The accuracy in power calculation is very high and the visual results outstanding,
improving the best preoperative visual acuity in 84% of the cases. Therefore, in awaiting
our long term results, we believe it is a clear alternative when Lasik is contraindicated.

Key words: PRL™, phakic refractive lens, LASIK, myopia, Canary Islands.

INTRODUCCIÓN rior, fijada al iris o colocada en la cámara


posterior.
La queratomileusis in situ asistida por La Phakic Refractive Lens (PRL™)
láser (LASIK) es la técnica actual de prime- MedenniumInc. Irvine USA es el resultado
ra elección en el tratamiento quirúrgico de la de trabajos preliminares en el Instituto Oftal-
miopía con una gran aceptación tanto por mológico de Moscú bajo la dirección del
pacientes como cirujanos. Sin embargo, su fallecido profesor Syvataslav Fyodorov en
rango terapéutico es cada vez más restringi- colaboración con el Dr Dimitrii Dementiev
do bien por no exceder un número de diop- entre otros, y se implanta en la cámara poste-
trías a tratar o por patología corneal subya- rior del ojo (fig. 1). El diseño original ha ido
cente de la que el queratocono frustre es la siendo modificado por el Dr. Dementiev tras
más llamativa. Por esta razón el uso de lentes múltiples implantaciones. Es distribuida
fáquicas refractivas (LFR) está experimen- mundialmente por CIBA Visión Ophthal-
tando un auge muy significativo como alter- mics (Duluth, USA) y actualmente implanta-
nativa al LASIK. Se trata de una lente da en Europa con sello de la CE.
implantable en un ojo fáquico para corregir El objeto de este trabajo es dar a conocer
un defecto refractivo y según el modelo ele- los resultados iniciales obtenidos con la
gido, puede ser implantada en cámara ante- PRL™ como primera experiencia en Cana-
rias.

MATERIAL Y MÉTODOS
La PRL™ es una lente ultrafina de silico-
na altamente purificada (con un índice
refractivo de 1,46) con curvatura que remeda
Fig. 1: PRL™ la de la superficie anterior del cristalino (fig.
después de la 2). Para la miopía el diámetro de la óptica es
cirugía vista con de 5 mm y la longitud mayor entre hápticos
la pupila en
midriasis
es de 11,3 mm, existiendo un modelo de 10,8
(cortesía Dr. mm para diámetros corneales pequeños, y se
Dementiev). oferta con potencias desde –3,00 D hasta

28 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 27-31


PRL™. Una alternativa al LASIK

–20,00 D en incrementos de 0,5 D para la


miopía. Para la hipermetropía, la óptica tiene
un diámetro de 4,5 mm y una longitud mayor
entre hápticos de 10,6 mm, y el rango de
Fig. 2: La
potencias va desde las 3,00 D hasta las 15,00 curvatura de la
D con incrementos de 0,5 D. La superficie de PRL™, tanto
los hápticos tiene una textura levemente des- miópica como
lustrada en todos los modelos. El cálculo de hipermetrópica,
la potencia de la lente es determinado en imita la de la
base al equivalente esférico del defecto superficie anterior
del cristalino.
refractivo.
Por su características paramétricas y cur-
vatura se debe considerar a la PRL™ dife- • Alergia a alguna medicación usada
rente de otras lentes fáquicas de cámara pos- durante o tras la intervención quirúrgica.
terior, tales como la Adatomed IOL (Chi- La técnica quirúrgica es la del Dr. Demen-
ron/Bausch & Lomb, Claremont, USA) y la tiev, que monitoriza personalmente las pri-
Staar ICL (STAAR Surgical Monrovia, meras intervenciones y que está publicada en
USA). La Adatomed está hecha de Silicona y varios libros de texto (1). A esta técnica
su uso es actualmente desaconsejado y la hemos añadido pequeñas modificaciones,
ICL es una lente de colámero con un diseño quedando la misma como se describe a con-
diferente. tinuación.
Los criterios de inclusión para la implan- Precisa la realización de 2 iridotomías con
tación de PRL™ son los siguientes: Láser YAG al menos 1 semana antes de la
• Pacientes con edades comprendidas intervención y realizadas una a 90º de la otra
entre los 18 y 50 años. para prevenir la oclusión de ambas por los
• Tener un defecto refractivo con un com- hápticos. Han de revisarse para confirmar
ponente esférico (con o sin cilindro) que pue- que son permeables y de tamaño mayor o
da ser tratado con una PRL™ de potencias igual a 0,7mm.
comprendidas entre –3,0 D y –20,0 D para La dilatación preoperatoria ha de ser
miopía y entre +3,0 D y +15,0 D para hiper- amplia pero no máxima. Basta con alcanzar
metropía. los 8 mm de midriasis. Debe evitarse la atro-
• Profundidad de cámara anterior mayor pina.
de 3,0 mm. Tras la anestesia retrobulbar se realiza una
• Contaje de células endoteliales mayor incisión de 3,2 a 3,5 mm en limbo anterior o
de 2.000 c/mm2. en córnea clara temporal. La cámara anterior
• Presión intraocular menor de 20 mm se rellena entonces con viscoelástico de baja
Hg. densidad (en nuestro caso Ophthalin de
• AV sin corrección peor de 0,5. CIBA, o Biolon como alternativa). Viscoe-
• Mejor AV con corrección en ojo contra- lásticos más densos resultan desventajosos.
lateral de 0,1 o mejor. Se practica una doble paracentesis de 1,0 a
Asimismo se excluyen los pacientes en los 1,5 mm a las 6,00 y 12,00 horas.
que se dan los siguientes criterios: La lente es sujetada a lo largo de su eje
• Infección ocular o sistémica o historia mayor con los fórceps diseñados por el Dr.
de queratitis herpética. Dementiev e insertada a través de la incisión
• Presencia de catarata. y liberada en cámara anterior. Ha de tenerse
• Patología ocular que pudiera verse com- especial cuidado en evitar el contacto corneal,
plicada con el implante de la PRL™, tales lenticular e iridiano. Posteriormente, con la
como edema macular de distinta etiología, ayuda de una espátula plana se procede a
glaucoma, desinserción zonular. colocar los hápticos tras el iris y a centrar la
• Presencia de glaucoma o de un ángulo óptica sin presionar la LFR contra el cristali-
estrecho. no. A continuación se extrae el viscoelástico
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 27-31 29
AMIGÓ RODRÍGUEZ A, et al.

por irrigación, sin intentar extraer el que pue- miopía ha sido observado en todos los tipos
da quedar bajo la LFR y se inyecta Acetilco- de lentes fáquicas, pero continúa siendo
lina para contraer la pupila y confirmar el cuestionable el que la pequeña diferencia de
centrado de la LFR. La cirugía se concluye posición [de 2,5 mm (cámara anterior) a 4
comprobando la estanqueidad de la incisión mm (cámara posterior)] entre una lente de
y las paracentesis. contacto y la lente fáquica sea la causa única
Los controles postoperatorios que se reali- de este fenómeno.
zan son: primer día, tercer día, primera sema- Otro aspecto importante es la exactitud de
na, primer mes, sexto mes y anual. la corrección expresada en la diferencia del
equivalente esférico pretendido y el obtenido
en el postoperatorio; este resultado da el error
RESULTADOS predictivo de la PRL™ En nuestros casos
puede verse en la tablal I, en la columna error.
Desde el 20 de noviembre de 2001 hasta el En lo referente a complicaciones, hubo
14 de febrero de 2002 fueron intervenidos 12 algunas menores, particularmente en el pos-
ojos de 7 pacientes de los que 4 fueron muje- toperatorio inmediato. En 2 ojos hubo edema
res. La edad media fue de 37 años (31-49). El corneal transitorio que desapareció totalmen-
defecto refractivo medio fue de –13,00 diop- te antes de la primera semana y fue causado
trías de miopía, con un rango de –9,50 a por la disminución de cámara anterior duran-
–16,50 dioptrías. En 1 paciente fue necesario te la implantación debido a incisiones algo
combinar la PRL™ con LASIK para la mayores de 3,5 mm. En 2 ojos se evidenció
corrección del astigmatismo, en este caso los la presencia de una iritis significativa a las 24
resultados que presentamos son previos al horas manifestada por efecto Tyndall ++ en
Lasik (casos 3 y 4). la CA que cedió con tratamiento tópico en el
Los aspectos más importantes de los resul- curso de 48 horas. En 4 ojos existía aún
tados son los resultados visuales (AV sin algún signo de reacción inflamatoria en
corrección, variación de la mejor AV preope- cámara anterior (Tyndall +) a la segunda
ratoria, exactitud en el cálculo del poder de la semana del postoperatorio, habiendo desapa-
lente, que se resumen en la tabla I, y la inci- recido al mes. En ningún ojo hubo reacción
dencia y severidad de las complicaciones. hipertensiva. No se presentó ninguna otra
Resulta de especial interés la ganancia de complicación evidente. Por lo tanto los efec-
líneas de visión que se produce en 11 de los tos adversos fueron escasos y dentro de los
12 ojos intervenidos (84%), que se describe parámetros de seguridad.
en la columna Ganancia MAV de la tabla I. 6 de los ojos presentaron estrechamiento
Este aspecto beneficioso en pacientes con significativo de la cámara anterior por empu-

Tabla I. Resultados de la serie de PRL™ implantadas

Caso R. preop MAV Target R. postop Avsc MAV Error Ganancia


Preop postop postop MAV

1 –14,50 –1,75 x 8° 0,5 0 +1,50 –1,25 x 170° 0,4 0,6 0,87 1


2 –13,25 –0,75 x 180° 0,5 0 +0,25 –1,25 x 175° 0,4 0,7 –0,37 2
3 –15,00 –3,00 x 30° 0,6 –1,5 +0,50 –3,50 x 17° 0,5 0,8 0,25 2
4 –11,00 –3,00 x 145° 0,8 –1,5 +0,50 –3,00 x 145° 0,5 0,9 0,5 1
5 –9,00 –1,00 x 30° 1 0 +1,00 –1,00 x 30° 0,8 1,2 0,5 1
6 –9,25 –1,00 x 165° 1,2 0 +0,25 –0,25 x 145° 1,2 1,2 0,12 0
7 –14,75 –0,50 x 100° 1 0 –0,25 x 25° 1 1,2 0,12 1
8 –14,50 –0,75 x 100° 0,9 0 +0,25 –0,50 x 90° 1,33 1,33 0 2
9 –9,00 –1,25 x 35° 1 0 +0,50 –0,50 x 50° 0,8 1,33 0,25 1
10 –14,25 –0,75 x 90° 0,5 0 +0,25 –0,25 x 95° 0,8 1 0,12 5
11 –13,50 –0,75 x 105° 0,4 0 –0,25 –0,50 x 58° 0,5 0,6 –0,5 2
12 –10,00 –2,75 x 45° 0,5 0 +0,50 – 1,50 x 40° 0,5 0,8 –0,25 3

R. Preop: Refracción preoperatoria; MAV Preop: Mejor AV preoperatoria; Target: Objetivo refractivo postoperatorio; R. postop: Refracción
postoperatoria; Avsc Postop: AV sin corrección postoperatoria; MAV Postop: Mejor AV postoperatoria; Error: Diferencia entre el objetivo
refractivo y el equivalente esférico obtenido postoperatoriamente.

30 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 27-31


PRL™. Una alternativa al LASIK

je de la PRL™, probablemente localizada en caciones y la levedad de las mismas, así


sulcus, a diferencia del resto de los ojos, don- como por la ausencia de observaciones de
de las cámaras anteriores sufrieron escasa cataratas inducidas a medio–largo plazo nos
variación en su profundidad. En todo han inclinado por la PRL™ como la lente
momento se apreció un espacio evidente, fáquica idónea actual.
aunque de amplitud variable entre cristaloi- No obstante estos resultados son a corto
des anterior y cara posterior de la lente. plazo y será el tiempo quien confirme o des-
mienta nuestras impresiones. Desde aquí nos
comprometemos a comunicar los resultados
DISCUSIÓN a más largo plazo el próximo año. Mientras
tanto, las indicaciones LASIK continúan dis-
La experiencia con la PRL™ ha continua- minuyendo al tiempo que aumentan las de
do una prometedora trayectoria desde su las lentes fáquicas refractivas.
diseño inicial hace más de 10 años. La ausen-
cia de desarrollo de catarata en 10 años ha de
ser especialmente resaltada (1-3). Esta prác- BIBLIOGRAFÍA
tica ausencia de cataratas inducidas a medio-
1. Dementiev DD, Hoffer KJ. Phaquic Refractive
largo plazo está directamente relacionada Lenses (PRLs) En: Lovisolo CF, Pesando PM,
con el diseño abovedado de la PRL™ (fig. eds. The implantable Contact Lens (ICL) and
2), que como hemos podido valorar en todos Other Phaquic IOLs,. Regione S. Giovanni,
nuestros casos mantiene una separación evi- Canelli, Italia: Fabiano Editore s.r.l.; 1999; 259-
dente entre lente y cristalino. Es este hecho el 274.
que la diferencia claramente de las otras len- 2. Dementiev DD, Hoffer KJ, Sborgia G, Maruc-
chi P, D’Amico A. Phaquic Refractive Lens for
tes fáquicas de cámara posterior con elevado
correction of high myopia and hyperopia. En:
efecto cataratogénico como la Adatomed (4) Agarwal S y cols., eds. Refractive Surgery.
y menor, pero descrito efecto cataratogénico, Nueva Deli. India: Jaypee Brothers Med Publ,
como la ICL (5). Ltd; 2000; 440-461.
Una gran ventaja de la PRL™ sobre la 3. Hoffer KJ, Dementiev DD. Experience with de
cirugía refractiva corneal su reversibilidad IVI Medennium phaquic intraocular lens. En:
Probst LE & Doane JF, eds. Refractive Surgery,
derivada de la facilidad con la que puede ser
A Color Sinopsis. New York, NY: Thieme Med
extraída si se precisara en el futuro. Otra ven- Publ, Inc; 2001; 185-197.
taja es que el poder corneal no se afecta y de 4. Braweiler PH, Wehler T, Busin M. High inci-
ahí que el cálculo de la LIO pueda ser fácil- dence of cataract formation after implantation
mente realizado en caso de que el paciente of a silicone posterior chamber lens in phakic,
desarrollase catarata senil. highly myopic eyes. Ophthalmology 1999; 106:
Por sus buenos resultados visuales y alta 1651-1655.
5. Bechman M, Ulrich S, Thiel MJ, Kenyon KR,
predictibilidad, por la sencillez de la técnica Ludwig K. Imaging of posterior chamber pha-
quirúrgica, por ser plegables con un manejo kic intraocular lens by optical coherence tomo-
y una reversibilidad menos traumática que graphy. J Cataract Refract Surg 2002; 28: 360-
las rígidas, por su baja incidencia de compli- 363.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 27-31 31


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 33-40 ARTÍCULO ORIGINAL

Facoemulsificación bajo
crioanestesia: nuestra experiencia
Phacoemulsification under cryoanalgesia:
our experience
ÁLVAREZ MARÍN J1, MONTESINOS VENTURA BM2, GUTIÉRREZ CARMONA FJ1

RESUMEN
El presente trabajo describe una nueva técnica de analgesia para la cirugía de la catarata, desa-
rrollada sin la aplicación de la anestesia farmacológica ni siquiera anestesia tópica.
Consiste en la instilación de suero frío a 4ºC durante la cirugía reglada de la facoemulsifica-
ción independientemente del tipo de técnica y parámetros empleados. Sin embargo, es
necesario desarrollar la facoemulsificación a través de una incisión corneal clara para evi-
tar tocar la conjuntiva o la esclera.
Este método novedoso,«la crioanalgesia» para la cirugía de la catarata ha obtenido hasta aho-
ra excelentes resultados en términos de confortabilidad de los pacientes y satisfacción del
cirujano.

Palabras clave: Facoemulsificación, crioanalgesia.

SUMMARY
The present report describes a new analgesia technique for cataract extraction whereby surgery
is performed without the application of pharmacological anaesthesia (not even topical).
The technique involves previous cooling of the solutions to be instiled in surgery to around 4
degrees. Phacoemulsification may be conducted according to any surgical procedure: chip
and flip, divide and conquer, chop, etc. Nevertheless, it is important to perform phacoe-
mulsification through a clear corneal incision, to avoid touching the conjunctiva or sclera,
and the use of forceps to hold the eyeball. This novel method of cryoanalgesia for cataract
surgery has so far yielded excellent results in terms of patient and surgeon satisfaction.

Key words: Phacoemulsification, cryoanalgesia.

Servicio de Oftalmología. CH Ntra. Sra. de La Candelaria. Santa Cruz de Tenerife.


1 Doctor en Medicina y Cirugía.
2 Licenciado en Medicina.

Correspondencia:
Blanca María Montesinos Ventura
Sta. Teresa de Jornet Ibars N.º 9 2.º D
38004 Santa Cruz de Tenerife
España
E-mail: blancamv@comtf.es
ÁLVAREZ MARÍN J, et al.

INTRODUCCIÓN En Medicina es conocido desde antiguo el


efecto analgésico del frío, aunque por ahora
La córnea posee una rica inervación sensi- no han sido aclaradas sus bases fisiológicas.
tiva derivada de la rama oftálmica del V par Una posible hipótesis para explicar este
craneal (1). Los nervios corneales adoptan mecanismo, tomando como punto de partida
una disposición radial dicotómica, discu- la inespecificidad funcional de los receptores
rriendo por el estroma corneal desde el lim- somestésicos podría responder a un fenóme-
bo al centro de ésta. A partir del estroma se no de saturación del complejo receptor-fibra
forma un plexo subepitelial desde el que nerviosa inducido por un estímulo inicial, en
emergen terminaciones nerviosas libres este caso el frío, de forma que se bloqueara
intercelulares. De forma contraria a lo que la respuesta a otras sensaciones distintas con-
clásicamente se pensaba parece existir una ducidas por idénticas fibras nerviosas (dolor
escasa especificidad histológica-funcional o presión) mientras permaneciera el estímulo
para los receptores somestésicos, por ejem- inicial.
plo los nociceptores responden tanto a estí- La cirugía de la catarata se realiza gene-
mulos mecánicos como térmicos y químicos; ralmente bajo anestesia local ya sea median-
de igual modo los receptores del tacto tam- te inyección retrobulbal, peribulbar o subte-
bién responden a estímulos térmicos. En la noniana o con anestesia tópica reservando la
córnea sólo existen terminaciones nerviosas anestesia general para cirugía pediátrica o
libres y sin embargo responden al dolor, tac- pacientes no colaboradores (demencia senil,
to y temperatura. Por otro lado, las fibras ner- psicopatías, sordera,...).
viosas sí parecen poseer una mayor especifi- La anestesia local mediante inyección
cidad funcional. En este sentido se ha visto retrobulbar, peribulbar o subtenoniana se ha
que las fibras Aδ y C responden a estímulos impuesto por sus grandes ventajas (cirugía
de dolor, temperatura y presión. ambulatoria, rápida deambulación, elimina-

Fig. 1.

34 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 33-40


Facoemulsificación bajo crioanestesia: nuestra experiencia

ción de las complicaciones derivadas de la


anestesia general pero no está exenta de com-
plicaciones (perforación, hematoma retro-
bulbar, diplopía, ptosis, daño directo del NO,
complicaciones sistémicas por paso del anes-
tésico a la circulación general o al SNC por
vía hendidura esfenoidal).
Las técnicas quirúrgicas de pequeña inci-
sión en la extracción de la catarata (facoe-
mulsificación o facofragmentación manual)
han impulsado el uso de la anestesia tópica
más intracamerular. El primero en iniciar su
aplicación fue Hirschberg en 1910 quien
operaba cataratas de forma habitual usando
una solución de cocaína al 2%. En 1985 Fig. 2.
Smith empleó una mezcla de anestesia tópi-
ca y subconjuntival con lidocaína en una
cirugía de EEC.
En 1992 Fichman es el primero en intro-
ducir el empleo de lidocaína intracamerular
en la facoemulsificación más implante de
LIO.
En 1998 en la India Amar Agarwal (2)
realiza la primera facoemulsificación sin
anestesia farmacológica.
Y por último en febrero 1999 Gutiérrez
Carmona (3) realiza la 1.ª facoemulsificación
bajo crioanalgesia modificando el método de
Agarwal.
La crioanalgesia ha sido utilizada en dis-
tintos campos de la medicina: en cirugía
torácica para realizar lobectomías pulmona-
res a través de minitoracotomías (4,5), en el Fig. 3.
tratamiento del dolor postoperatorio de las
toracotomías (6); en unidades del dolor para
tratamiento de la espasticidad del adductor
de la cadera o la neuralgia del obturador (7).
La técnica que en este trabajo presentamos
muestra la posibilidad de realizar la cirugía
de la catarata aplicando frío o crioanalgesia
(fig. 1).

TÉCNICA QUIRÚRGICA
(figs. 2-9)
Para llevar a cabo la cirugía (8), es nece-
sario que previamente todas las soluciones a
instilar, excepto las gotas de povidona yoda-
da, se enfríen a una temperatura de 4ºC. Fig. 4.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 33-40 35


ÁLVAREZ MARÍN J, et al.

Antes de la operación, una máscara ocular


de gel frío se coloca sobre el ojo durante 10
minutos, proporcionando algún grado de
analgesia a los párpados facilitando la colo-
cación del blefarostato.
La asepsia ocular previa a la cirugía se
consigue usando gotas de povidona diluida al
5%. A continuación se instila una gota de
metilcelulosa fría en el ojo antes de colocar
el apósito de plástico adherente para aislar
los párpados. La metilcelulosa fría reduce la
sensación de picor de la povidona.
Es importante desarrollar la facoemulsifi-
cación a través de una incisión corneal clara,
Fig. 5. evitar tocar la conjuntiva y la esclera y el uso
de pinzas para sujetar el ojo.

La Paracentesis

La córnea se enfría previamente con irri-


gación continua de solución salina fría (BSS)
en el área donde se va a realizar la paracen-
tesis; accediendo a cámara anterior mediante
un cuchillete de paracentesis.

Incisión en córnea clara

Primero se inyecta material viscoelástico


Fig. 6. frío en la CA a través de la paracentesis. La
córnea la enfriamos continuamente con BSS,
principalmente donde vamos a hacer la inci-
sión corneal tunelizada; realizándola a 90º de
la paracentesis con un cuchillete de 3,2 mms
previa preincisión con un cuchillete de 45º.

La capsulorrexis y la hidrodisección
nuclear

Primero se inyecta material viscoelástico


frío dentro de la CA. Después se realiza una
capsulorrexis circular continua con un cisti-
tomo o con pinzas capsulares.
El núcleo lenticular se hidrodiseca con
BSS frío usando una Binkhorst o una cánula
Fig. 7. recta de Rycroft.

36 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 33-40


Facoemulsificación bajo crioanestesia: nuestra experiencia

La facoemulsificación nuclear

Dependiendo de la preferencia del ciruja-


no nuestro método analgésico puede acomo-
darse al uso de la bomba peristáltica como a
un sistema Venturi.
La facoemulsificación puede desarrollarse
por cualquier técnica quirúrgica: divide y
vencerás, técnicas de Chop,... modificando
los parámetros del facoemulsificador depen-
diendo del tipo de catarata, tipo de máquina
y preferencia del cirujano.
Durante la facoemulsificación la córnea
debe mantenerse fría con BSS. Cuando el
Tip del facoemulsificador se introduce den- Fig. 8.
tro de la CA la incisión corneal se enfría con
irrigación continua de BSS.

Aspiración cortical

Se desarrolla con irrigación fría de acuerdo


a los parámetros de cada facoemulsificador.

Implante de LIO y cierre de la incisión

Se inyecta material viscoelástico dentro


del saco capsular y la incisión corneal se
amplía a 4,1 mm después de enfriarla. Nue-
vamente la córnea es enfriada con BSS, se Fig. 9.
implanta la lente plegable en saco. Se cierra
la incisión con hidratación estromal usando Con este estudio queremos valorar la cola-
suero frío. boración global del paciente y el estrés del
cirujano. También la inflamación ocular
postquirúrgica subjetiva.
MATERIAL Y MÉTODOS Nuestra intención en un futuro es realizar
un estudio prospectivo a doble ciego de la
Realizamos un estudio prospectivo com- cirugía de la catarata mediante facoemulsifi-
parativo de facoemulsificación con crioanal- cación usando crioanalgesia o anestesia tópi-
gesia versus anestesia tópica. ca y valorar la inflamación ocular postquirúr-
Se incluyeron 82 pacientes consecutivos gica objetiva mediante Flare meter; y el con-
intervenidos de cataratas. De forma aleatoria, taje endotelial postoperatorio comparando los
los pacientes fueron asignados a uno de los resultados entre las dos técnicas de anestesia.
dos grupos siguientes:
Grupo I: crioanalgesia.
Grupo II: anestesia tópica. RESULTADOS
De estos 82 pacientes 37 eran varones y 45
mujeres. Todos ellos previamente firmaron el La edad media de los pacientes fue de
consentimiento informado. 72,31 años ± 11,08.
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 33-40 37
ÁLVAREZ MARÍN J, et al.

Un mínimo de 40 y un máximo de 93. La No hubo diferencias significativas en el


mediana era 74 años (tabla I). resto de los pasos quirúrgicos.
También valoramos la confortabilidad del
Tabla I. Datos demográficos cirujano y la colaboración del paciente
Edad media Varones Mujeres durante la cirugía (tabla III).
Crio 73,14 19 23 Tabla III. Curva de confortabilidad del cirujano y
Tópica 71,43 18 22 paciente
Total/media 72,31 37 45

N= 82.

Se diseñó un cuestionario en el que se


recogieron todos aquellos datos relacionados
con la cirugía, como la presión positiva pal-
pebral y vítrea, el dolor referido por el
paciente en los distintos pasos de la cirugía,
el grado de colaboración del paciente, como-
didad del cirujano,... en una escala creciente
cuantitativa de 0 a 3 equivalente a una escala
cualitativa (mala, regular o buena).
Dichos datos fueron analizados mediante
el programa estadístico Rsigma Babel. Hubo diferencias significativas en la
Valoramos la curva de analgesia en cada midriasis peroperatoria mayor con anestesia
fase de la cirugía (tabla II). tópica. La varianza fue no homogénea.
Hubo diferencias casi significativas en el Las diferencias en la colaboración global
confort con el blefarostato, esto es un apa- del paciente fueron casi significativas, esto
rente menor requerimiento de analgesia en es, aparente mayor comodidad del paciente
los pacientes con anestesia tópica, esto es, en la anestesia tópica. La varianza fue no
una mayor intolerancia por dolor con la crio- homogénea.
analgesia. No obstante la varianza fue no La técnica quirúrgica fue la misma en
homogénea. todos los casos: facoemulsificación reglada e
Obtuvimos diferencias significativas en la implante de LIO plegable en el saco capsular.
paracentesis, siendo mayor el requerimiento No obstante tuvimos complicaciones tanto
de analgesia adicional con los sueros fríos en pacientes operados con crioanalgesia
que con la anestesia tópica. La varianza fue como con anestesia tópica. Comparamos
homogénea. ambos resultados mediante el test estadístico
de la Chi2 y no hubo diferencias significati-
Tabla II. Curva de analgesia
vas pero puede no ser un resultado represen-
tativo por haber dos celdas con menos de 5
casos (tablas IV y V).
Con la crioanalgesia hubo tres roturas cap-
sulares que precisaron de vitrectomía ante-
rior y sutura de un punto corneal. Una de

Tabla IV. Complicaciones

Crio Tópica Total

Sí 3 (7,14%) 1 (2,5%) 4 (4,87%)


No 49 39 75
Total/media 42 40 82

N= 82.

38 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 33-40


Facoemulsificación bajo crioanestesia: nuestra experiencia

Tabla V. Conversión mitido el uso de la anestesia tópica. Ésta tie-


Crio Tópica Total ne como principal ventaja el disminuir el
riesgo de las serias complicaciones de las
Sí 1 (2,38%) 1 (2,5%) 2 (2,43%) inyecciones como hemorragia retrobulbar y
No 41 39 80
Total/media 42 40 82 perforación inadvertida del globo. Además
N= 82.
de una inmediata recuperación visual posqui-
rúrgica.
ellas requirió reconversión y en otro se optó No obstante, nosotros creemos firmemen-
por la facofragmentación manual. te que la crioanalgesia es un paso importante
Con la anestesia tópica hubo un caso de para evitar la yatrogenia de la anestesia far-
reconversión por rotura capsular más vitrec- macológica, evitando los efectos secundarios
tomía anterior más sutura corneal. Con anes- a la anestesia tópica tales como las reaccio-
tesia tópica se realizaron 14 incisiones lim- nes alérgicas, daño epitelial corneal.
bares relajantes. Este método novedoso de facoemulsifica-
Con crioanalgesia se realizaron dos inci- ción usando crioanalgesia desarrolla exce-
siones limbares relajantes. lentes resultados tanto a nivel del paciente
Respecto a las preferencias del paciente como de la satisfacción del cirujano.
por una determinada técnica de analgesia no Un importante punto a subrayar es la irri-
hubo diferencias significativas entre crioa- gación continua fría de la superficie corneal
nalgesia y anestesia tópica pero puede no ser antes de la paracentesis y de la incisión cor-
representativo por haber 2 celdas con menos neal y previo a la introducción de cualquier
de 5 casos (tabla VI). instrumento en la CA:
Pensamos que el uso de fluidos fríos dis-
Tabla VI. Preferencias
minuiría la inflamación postoperatoria y el
riesgo de endoftalmitis, también el trauma
Crio Tópica Total endotelial causado por el calor del tip facoe-
Sí 40 (95,23%) 39 (97,5%) 79 (96,34%) mulsificador. Las ventajas son una menor
No 2 1 3 irritación del ojo con una disminución signi-
Total/media 42 40 82
ficativa del enrojecimiento, ambos durante y
N= 82. después de la cirugía y una disminución de la
respuesta de las prostraglandinas.
Hay que destacar que dos casos operados con Actualmente estamos evaluando el nivel
anestesia tópica y del ojo contralateral con anes- ideal de analgesia para el confort máximo del
tesia retrobulbar prefirió la anestesia tópica. paciente durante el periodo pre y postopera-
Un caso operado con crioanalgesia y el ojo torio y el confort del cirujano cuando realiza
contralateral con a. tópica más lidocaína una facoemulsificación.
intracamerular prefirió la crioanalgesia.
Un caso bajo anestesia tópica precisó un
trankimazin sublingual intraoperatorio al
realizar la incisión. CONCLUSIÓN
Dos casos bajo anestesia tópica precisaron
tratamiento antihipertensivo durante la cirugía. La crioanalgesia se trata de una técnica
Un caso que se operó de un ojo con crioa- analgésica posible usando una técnica qui-
nalgesia (madre de una cirujana del hospital) rúrgica depurada.
solicitó crioanalgesia al operarle el otro ojo. Algunos pacientes la prefieren a las técni-
cas analgésicas convencionales. Es útil en
caso de alergia a anestésicos.
DISCUSIÓN Nuestra apreciación subjetiva es de una
menor inflamación ocular al día siguiente de
El desarrollo de la cirugía de la catarata la intervención en los pacientes operados con
con incisión pequeña en córnea clara ha per- crioanalgesia.
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 33-40 39
ÁLVAREZ MARÍN J, et al.

El 95,23% de los pacientes operados con Brothers Medical Publishers (2end ed), New
sueros fríos se volverían a operar con crioa- Delhi; 2000; 23: 226-229.
nalgesia versus 97,5% en anestesia tópica. 4 To Tovar EA, Róete RA, Weissig MD, Lloyd
RE, Patel GR:One day admission for lung
También destacar que el estrés del ciruja- lobectomy-an incidental result of a clinical
no es similar operando con anestesia tópica o pathway.Ann Thorac Surg 1998; 65(3): 803-
con crioanalgesia (no diferencias estadística- 806.
mente significativas). 5. Tovar EA, Róete RA, Weissig MD, Lillie Mj,
Dabbs Moyer Ks, Lloyd RE, Patel GR. Mus-
clesparing minithoracotomy with intercostals
nerve cryoanalgesia-an improved method for
BIBLIOGRAFÍA major lung resections. Am Surg 1998; 64(11):
1109-1115.
1. Burton H. Mecanismos de acción y sensación 6. Pastor J, Morales P, Cases E, Cordero P, Pique-
somáticos del ojo. In Moses RA. Fisiología del ras A, Galán G, Paris F. Of intercostal cryoa-
ojo de Adler. Buenos Aires. Panamericana; nalgesia versus conventional analgesia in postt-
1980; 68-87. horacotomy pain. Respiration 1996; 63(4): 141-
2. Agarwal A, Agarwal S, Sachdev MS, Fine IH, 145.
Agarwal A, Mehta Kr. No anestesia cataract 7. Kim PS, Ferrante FM. Cryoanalgesia-a novel
surgery with karate chop. In: Phacoemulsifica- treatment for hip adductor spascity and obtura-
tion, Laser Cataract Surgery and Foldable ILOs. tor neuralgia. Anesthesiology 1198; 89(2): 534-
Jaypee Brothers Medical Publishers (1st ed), 536.
New Delhi 1998; 144-154. 8. Gutiérrez Carmona FJ. Facoemulsificación con
3. Gutiérrez-Carmona FJ. Phacoemulsification crioanalgesia: un nuevo abordaje para la cirugía
with cryoanalgesia: A new Approach for Cata- de la catarata. En: Zaragoza García P. La anes-
ract Surgery. In: Phacoemulsification,Laser tesia en Oftalmología. Comunicación solicitada
Cataract Surgery and Foldable ILOs. Jaypee SEO 2000; 72-76.

40 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 33-40


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 41-45 ARTÍCULO ORIGINAL

Cirugía del cristalino transparente.


Balance de resultados de 2001
Clear lens surgery. 2001 results
CARRERAS DÍAZ H1, RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ JV2

RESUMEN
Presentamos mediante un estudio retrospectivo nuestra experiencia en cirugía del cristalino
transparente para corregir grandes ametropías, en un conjunto de pacientes intervenidos
durante el año 2001, valorando el resultado refractivo y visual así como analizando una
serie de variables pre, intra y postoperatorias.

Palabras clave: Cristalino transparente, cirugía refractiva.

SUMMARY
We present by means of a retrospective study our experience in clear lens surgery to correct
high myopia or hyperopia, in a set of patients operated at 2001, valuing the final refractive
and visual state, and analysing a series of variables before, during and after surgery.

Key words: Clear lens, refractive surgery.

INTRODUCCIÓN mediante la extracción de cristalino transpa-


rente, y que han sido rediseñadas apoyadas
A pesar de los avances en cirugía refracti- en los importantes avances en microcirugía
va, la corrección quirúrgica mediante técnica ocular. Así, la facoemulsificación en la ciru-
LASIK sigue teniendo limitaciones en las gía de la catarata difiere poco de la interven-
grandes ametropías. Frente a ellas resurgen ción sobre un cristalino transparente aten-
técnicas que permiten el implante de lentes diendo a las peculiaridades anatómicas que
intraoculares tanto en ojos fáquicos, como presenta un ojo con alta ametropía, como

Instituto de Cirugía Refractiva J. Vicente Rodríguez Hernández. Las Palmas de Gran Canaria.
1 Licenciado en Medicina y Cirugía.
2 Doctor en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
Humberto Carreras Díaz
C/. Concepción Arenal, 20. Edif. Cantabria
35006 Las Palmas de Gran Canaria
España
CARRERAS DÍAZ H, et al.

pueden ser por ejemplo una baja rigidez anamnesis, una correcta exploración oftal-
escleral, la mayor profundidad en la cámara mológica previa y una exhaustiva explica-
anterior, una mayor elasticidad en la cápsula ción al paciente de quien se requiere además
anterior y una mayor tendencia a presión una adecuada motivación.
vítrea positiva que presentan los ojos con alta
miopía, así como la posibilidad de lesiones
retinianas y la mayor dificultad en el cálculo MATERIAL Y MÉTODO
biométrico. Con todo ello la extracción de
cristalino transparente es una posibilidad Hemos realizado un estudio retrospectivo
más a ofertar en el campo de la cirugía del total de pacientes operados de cirugía del
refractiva a una serie de pacientes, cuya cristalino transparente durante el año 2001
selección ha de estar basada en una buena resultando un total de 31 ojos correspondien-
tes a 19 pacientes, de los cuales 9 son hombres
(47,4%) y 10 son mujeres (52,6%) (fig. 1).
Hemos considerado como variables la pro-
porción de ojos derecho e izquierdo; la edad;
la refracción prequirúrgica; la agudeza visual
prequirúrgica; la longitud axial; el tipo de
lente intraocular implantada; la potencia de
la LIO; la refracción postquirúrgica y la agu-
deza visual postquirúrgica (tabla I).
Hemos analizado también la incidencia de
complicaciones intraoperatorias, consideran-
Fig. 1. do como tales la rotura de cápsula posterior

Tabla I.

Nom. Ojo Sexo Edad Refracción pre AV L. Axial Modelo LIO Potencia Refracción post AV

GCG D FEM 30 175º - 2 - 9 0,7 26,14 AMO ARRAY 9,5 155º - 2,25 0,65
JVH D MASC 33 20º - 1,25 - 12 0,4 dif 29,02 AMO ARRAY 7 180º - 0,50 - 1,50 0,6
JVH I MASC 33 140º - 1,25 - 18 0,3 32,61 SIN LIO 110º - 1 0,6
CVV D FEM 49 180º - 0,50 + 8,25 0,6 20,02 Corneal ACR6D 40 Sin corrección 0,6
CVV I FEM 49 170º - 1,50 + 8,50 0,6 20,14 Corneal ACR6D 38 Sin corrección 0,6
ECT I FEM 26 - 16,25 0'4 27,25 AMO ARRAY 6,5 - 1,25 0,6 dif
JOS D MASC 55 125º - 1,50 - 12 0,5 28,46 ACRYSOF 4 Sin corrección 0,5
CNS D FEM 37 50º - 1,25 - 23,75 0,6 31,87 ACRYSOF -4 115º - 0,50 + 1,50 0,9 dif
CNS I FEM 37 135º - 1 - 23,25 0,6 32,51 ACRYSOF -5 100º - 1 + 1,50 0,7 dif
RZV D MASC 50 80 º - 1 + 8 0,25 21,96 Corneal ACR6D 31 85º - 1,50 0,4 dif
RZV I MASC 50 0 +6 0,63 22,01 Corneal ACR6D 31 0 +1 0,7 dif
ASA D MASC 29 35º - 1,75 - 14,25 0,15 30,82 ACRYSOF 0 5º - 0,50 0,8
ASA I MASC 29 140º - 0,50 - 15,50 0,6 29,84 ACRYSOF 3 - 2,50 0,7
LNC D FEM 32 175º - 2 - 14 0,4 29,03 ACRYSOF 3 Sin corrección 0,4
LNC I FEM 32 180º - 3 - 9,50 0,7 27,22 ACRYSOF 8 175 º - 1,50 0,7
ASV D MASC 22 175º - 1,50 - 13 0,6 28,87 AMO ARRAY 6,5 Sin corrección 1
VGP D MASC 27 155º - 1,25 - 13 0,4 28,88 AMO ARRAY 6 155º - 1,25 0,75
GSB D FEM 57 100º - 2 + 7,50 0,6 21,86 AMO ARRAY 27 100 º - 2 + 0,50 0,55
GSB I FEM 57 35º - 2,50 + 6,50 0,7 dif 21,31 AMO ARRAY 28 50º - 1,50 0,6
ALS D MASC 62 0 + 1,50 0,9 21,73 AMO ARRAY 24,5 Sin corrección 0,85
ALS I MASC 62 0 + 1,25 0',85 21,55 AMO ARRAY 23 Sin corrección 0,85
ESD D MASC 61 180 º - 2 - 1,75 0,5 dif 25,11 AMO ARRAY 16,5 145º - 1,25 + 0,50 0,4
ESD I MASC 61 125º - 0,50 - 7,50 0,4 28,32 AMO ARRAY 6,5 122º - 1,50 + 0,50 0,65
AHC D MASC 52 0 +6 0,7 19,88 Corneal ACR6D 39 100º - 0,50 - 4,50 1 dif
AHC I MASC 52 90º + 0,50 + 5,75 0,8 dif 20,20 Corneal ACR6D 36 75º - 0,50 - 3 1 dif
EGA D FEM 45 -14 0,3 dif 26,65 ACRYSOF 11 Sin corrección 1
EGA I FEM 45 -9 0,7 dif 25,86 ACRYSOF 13 110º - 1 1 dif
TRH I FEM 44 10 º - 1,50 - 16 0,2 29,77 ACRYSOF 3 170 º - 1 0,4
APC I FEM 47 135º - 2 - 8,50 0,4 26,91 ACRYSOF 9 Sin corrección 1
GSR D FEM 43 -12 0,1 30,55 Corneal ACR6D 3 175º - 1 - 0,25 0,7
GSR I FEM 43 -10 0,3 28,14 ACRYSOF 7 135º - 1,50 1 dif

42 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 41-45


Cirugía del cristalino transparente. Balance de resultados de 2001

(en ningún caso), el prolapso de iris y la pre- • Anestesia local.


sión vítrea positiva (en un caso); entendiendo • Paracentesis de servicio.
ésta no como la propia a la característica ana- • Introducción de viscoelástico (Duovisc®).
tómica del ojo miope magno ya descrita, sino • Incisión corneal valvulada con cuchillete
la añadida a la intervención y que ha podido de 2,75 mm).
ser considerada como complicación con ries- • Capsulorrexis de aproximadamente 6 mm.
go quirúrgico. • Hidrodisección.
Finalmente hemos valorado también la • Facoaspiración del cristalino que se
incidencia de complicaciones postquirúrgicas completa con irrigación aspiración de restos
tempranas, como el edema corneal, la reac- corticales así como un detenido pulido de
ción en cámara anterior (CA), la aparición de cápsula anterior periférica y cápsula poste-
infecciones y la hipertensión ocular (HTO), rior.
así como las complicaciones postquirúrgicas • Implante de LIO plegable en saco cap-
tardías como el edema macular quístico sular, con centrado de la misma.
(EMQ), la opacificación de la cápsula poste- • Aspiración de viscoelástico.
rior (OP. CP), el desprendimiento de retina • Hidratación de los bordes de la incisión
(DR), la existencia de un error refractivo final, comprobando la hermeticidad de la misma.
y la aparición de otras incidencias (tabla II).
En todos los pacientes hemos utilizado la
misma técnica quirúrgica, análoga a la faco-
emulsificación en la cirugía de catarata, y RESULTADOS
utilizando en todas las intervenciones el mis-
mo aparato de facoemulsificación modelo Los resultados obtenidos aparecen esque-
Accurus de la casa Alcon: matizados en las siguientes tablas I y II.

Tabla II. Complicaciones postoperatorias

Nom. Ojo Edema CA Infección Hto. EMQ OP. CP DR Error Refractivo Explante Otros

GCG D NO NO NO NO NO NO NO NO NO Lasik para astig.


JVH D NO NO NO NO NO NO NO - 1,50 NO
JVH I NO NO NO SI NO NO NO NO NO
CVV D NO NO NO NO NO NO NO NO NO
CVV I NO NO NO NO NO NO NO NO NO
ECT I NO NO NO NO NO NO NO - 1,25 NO Lasik OD
JOS D NO NO NO NO NO NO NO NO NO Lasik OI
CNS D NO NO NO NO NO NO NO + 1,50 NO Seidel
CNS I NO NO NO NO NO SI NO +1,50 NO YAG
RZV D SI SI NO NO NO SI NO NO NO YAG
RZV I NO NO NO NO NO NO NO 0 +1 NO
ASA D NO NO NO SI NO NO NO NO NO
ASA I NO NO NO SI NO NO NO - 2,50 NO
LNC D NO NO NO NO NO NO NO NO NO
LNC I NO NO NO NO NO NO NO NO NO
ASV D NO NO NO NO NO NO NO NO NO
VGP D NO NO NO SI NO NO NO NO NO Lasik OI
GSB D NO NO NO NO NO NO NO NO NO
GSB I NO NO NO NO NO NO NO NO NO
ALS D NO NO NO NO NO NO NO NO NO
ALS I NO NO NO NO NO NO NO NO NO
ESD D NO NO NO NO NO NO NO NO NO
ESD I NO NO NO NO NO NO NO NO NO
AHC D NO NO NO NO NO NO NO - 4,50 NO Lasik post
AHC I NO NO NO NO NO NO NO -3 NO Lasik post
EGA D NO NO NO SI NO NO NO NO NO
EGA I NO NO NO SI NO NO NO NO NO
TRH I NO NO NO NO NO NO NO NO NO Lasik OD
APC I NO NO NO NO NO NO NO NO NO Lasik OD
GSR D NO NO NO SI NO NO NO NO NO
GSR I NO NO NO SI NO NO NO NO NO

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 41-45 43


CARRERAS DÍAZ H, et al.

DISCUSIÓN –12,96 dioptrías, y el valor medio de la


hipermetropía de +5,925 dioptrías. El mar-
Del total de 31 ojos intervenidos, se apre- gen inferior de dioptrías respecto a la miopía
cia que 16 corresponden a ojos derechos se aprecia en –8,5 excepto en un caso que se
(51,6%) y 15 son ojos izquierdos (48,4%), intervino un ojo con una miopía de –1,75
habiendo 12 pacientes con procedimientos dioptrías dado que presentaba una ligera
bilaterales y practicándose en ellos las inter- facoesclerosis, y marcada anisometropía. El
venciones con carácter independiente y sepa- valor dióptrico más bajo respecto a la hiper-
radas en el tiempo aproximadamente una metropía se aprecia en +5,75 excepto en un
semana entre cada ojo (fig. 2). paciente présbita que mostraba su deseo de
La edad promedio de los pacientes es de obtener un resultado refractivo que le permi-
43,6 años. tiera una visión lejana y próxima sin correc-
Se han operado un total de 21 ojos miopes ción por lo que se decidió un implante multi-
(67,7%) frente a 10 hipermétropes (32,3%) focal en ambos ojos que presentaban una
(fig. 3), siendo el valor de miopía media de esfera de +1,50 y de +1,25 respectivamente.
La agudeza visual media prequirúrgica fue
de 0,5.
La longitud axial media fue 26,27 mm.
Sólo en un caso no se implantó LIO algu-
na (3,2%). En todos los demás se implanta-
ron alguna de las siguientes lentes intraocu-
lares (fig. 4), siendo la potencia media de las
lentes implantadas de 15,04 dioptrías:
• ACRYSOF de ALCON: 12 implantes
(38,7%).
• AMO ARRAY de ALLERGAN: 11
implantes (35,4%).
Fig. 2. • ACR6D de CORNEAL: 7 implantes
(22,6%) (fig. 4) .
Señalar respecto a las LIO que para poten-
cias muy elevadas no existe disponibilidad
en todos los modelos. La lente de Corneal es
la que nos ha permitido potencias más extre-
mas siendo la lente ACR6D una lente acríli-
ca monobloque que presenta cierta dificultad
en el plegado (en relación también con la ele-
vada potencia requerida) pero que manifiesta
una gran estabilidad en saco capsular.
La agudeza visual final media fue de 0,72
Fig. 3.
estando el rango comprendido entre 0,4 y 1.
La incidencia de roturas en la cápsula pos-
terior fue nula.
Un ojo (3,2%) presentó una marcada ten-
dencia a la hernia de iris durante toda la
intervención que se asoció a un cuadro de
hipertensión ocular marcada con carácter
agudo, aunque no llegó a producirse hemo-
rragia a nivel coroideo.
En un total de 3 ojos (9,6%) se apreció una
presión vítrea positiva como complicación
Fig. 4. durante la intervención y distinta de la que

44 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 41-45


Cirugía del cristalino transparente. Balance de resultados de 2001

cabría esperar por las características anatómi- cuente en esta cirugía toda vez que el cálculo
cas del ojo miope magno. Se correspondían biométrico de estos ojos es complejo dadas
con 2 pacientes: uno el mismo que presentó las peculiaridades anatómicas de los mismos.
el prolapso de iris y que fue anteriormente Es importante adecuar las fórmulas utilizadas
comentado, y otro fue una paciente con mala a la longitud axial de cada ojo, repetir la bio-
colaboración por un marcado cuadro de metría hasta obtener datos coincidentes y que
ansiedad durante las intervenciones. dicho cálculo sea realizado siempre por una
En cuanto a las complicaciones postopera- misma persona experimentada.
torias sólo un ojo presentó edema corneal en Hemos reseñado también los pacientes que
el postoperatorio inmediato (3,2%), así como en el ojo contralateral se les realizó cirugía
reacción en cámara anterior (3,2%) y que fue refractiva mediante LASIK cuando el estudio
el mismo que tuvo una cirugía más laboriosa preoperatorio así lo permitía, siendo ambas
por el cuadro de hipertensión ocular aguda técnicas combinables y con buen grado de
intraoperatoria. Ambas complicaciones se satisfacción final por parte del paciente.
vieron resultas a los pocos días mediante los
tratamientos habituales para las mismas.
La incidencia de infecciones postoperato- CONCLUSIÓN
rias fue nula.
La hipertensión ocular fue la complica- La cirugía del cristalino transparente o
ción más frecuentemente detectada, pues se semitransparente es una buena técnica de
apreció en 8 ojos (25,8%). No obstante esta cirugía refractiva en aquellos casos en que la
hipertensión ocular fue asociada al uso de gran ametropía existente no permite realizar
corticoides tópicos en el postoperatorio, más un LASIK, representando una alternativa al
frecuente en pacientes jóvenes y finalmente mismo así como al implante de lentes intrao-
reversible al suspender los mismos, sustitu- culares fáquicas.
yéndolos por alguno de los diferentes AINES Los importantes avances en la facoemulsi-
tópicos disponibles en el mercado. ficación permiten brindar una técnica muy
No se apreció ningún caso de edema segura, con una escasa incidencia de compli-
macular quístico. caciones. No obstante, y como en toda ciru-
La opacificación de la cápsula posterior gía intraocular, se requiere un cirujano expe-
apareció en 2 ojos (6,4%) que fueron los mis- rimentado y una técnica depurada, que se
mos con cirugía más laboriosa y en los que acompañe de un buen estudio previo y de un
no se pudo insistir en el pulido capsular. En estrecho seguimiento, además de una ade-
ambos se realizó capsulotomía con láser yag cuada motivación por parte del paciente, para
según método habitual sin ninguna compli- minimizar los riesgos inherentes a todo acto
cación añadida. quirúrgico.
La incidencia de desprendimiento de reti-
na fue nula.
El error refractivo se produjo en 8 ojos
(25,8%), considerándose el mismo cuando el BIBLIOGRAFÍA
valor de la esfera en la refracción final era
1. Menezo JL, Güell JL Corrección quirúrgica de
superior a ±0,5 dioptrías. El rango de error
la alta miopía. Espaxs 2001.
osciló entre las –4,50 y las +1,50 dioptrías. 2. Gris O, Güell JL, Manero F, Müller A. Clear
No fue preciso el explante de ninguna LIO lens extraction to correct high myopía. J Cata-
subsanándose los 2 casos en que el error fue ract Refract Surg 1996; 22: 1411-1415.
más marcado mediante LASIK postoperato- 3. Lyle WA, Jin GJC. Clear lens extraction to
rio. En el resto, el grado de miopía residual no correct hyperopia. J Cataract Refract Surg
1997; 23: 1051-1056.
supuso un excesivo inconveniente para los
4. Menezo JL, Cisneros A, Harto M. Extracapsu-
pacientes pues les sirvió para compensar la lar cataract extraction and implantation of a
pérdida de acomodación. En cualquier caso, lower power lens for high myopía. J Cataract
la sorpresa refractiva es relativamente fre- Refract Surg 1988; 14: 409-412.
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 41-45 45
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 47-54 ARTÍCULO ORIGINAL

Epidemiología del pterigión


quirúrgico en la Isla de La Palma
Incidence of surgical pterigya in La Palma Island
DOMÍNGUEZ GONZÁLEZ JJ1, LEÓN HERNÁNDEZ FA

RESUMEN
Objetivo: Calcular la incidencia del pterigión quirúrgico en la Isla de La Palma y estudiar si
existen diferencias estadísticamente significativas entre los municipios de la Isla.
Material y métodos: Se realizó un estudio de cohortes retrospectivo, revisando los libros de
quirófano y las historias clínicas de aquellos pacientes operados de pterigión entre el 1 de
enero de 1991 y el 31 de diciembre de 2000 (10 años). Todos los pacientes han sido opera-
dos en el Hospital General de La Palma.
Resultados: El número de casos de pterigión operados fue un total de 581, correspondiendo el
58,69% (341 casos) a mujeres y el 41,31% (240 casos) a varones. Se obtuvo una asociación
estadísticamente significativa entre el número de casos de pterigión operados y el sexo
femenino, chi-cuadrado = 16 (intervalo de confianza del 99% para una p<0,01).
La incidencia quirúrgica acumulada fue de 7,4/1000 habitantes en los 10 años (0,74/1000
hab./año) la duración media de la enfermedad desde su inicio hasta la cirugía fue estimada
en 10±0,6 años (IC del 95%), lo que nos muestra una prevalencia quirúrgica del 7,4 ‰.
Se comparó el lado oeste de la isla con el lado este obteniéndose una χ2 = 27,25 (IC del 99%,
p<0,01). La incidencia quirúrgica en el lado oeste fue 0,89/1000 hab./año, en el lado este
fue de 0,58/1000 hab./año.
El Riesgo Relativo (RR) obtenido del área oeste respecto al área este fue de 1,53.
Conclusiones: Existe una asociación estadísticamente significativa entre el número de casos
operados de pterigión y el lugar de residencia.
El número de casos operados en el lado oeste es significativamente mayor respecto al lado este
de la Isla.
La cantidad de operaciones fue significativamente mayor en la población femenina.

Palabras clave: Pterigión, tratamiento quirúrgico.

Servicio de Oftalmología. Hospital General de La Palma.


1 Licenciado en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
Francisco A. León Hernández
Hospital Virgen de las Nieves
S/C de La Palma (Islas Canarias)
España
DOMÍNGUEZ GONZÁLEZ JJ, et al.

SUMMARY
Purpose: The aim of our research is to know the incidence of surgical pterigya in La Palma
Island. We study if exist estadistical diferents between of the municipal distrits of the
Island.
Material and methods: A retrospective cohorts study was performed, by using the medical
history of patients operated of pterigya during ten years (01-01-91 to 31-12-00) both inclu-
ding. All the patients were operated at La Palma General Hospital.
Results: The number of perigya operated were 581, 58.69% (341) female and 41.31% (240)
male.
We found a significant statistical association between number of operated pterigya and fema-
le, chi-square = 16 confidence interval (CI 99% P<0.01).
The surgical incidence (SI) was 0.74/1000 inhabitans/year. The mean time evolution from begi-
ning of pterigya to surgical day were calculated in 10±0.6 years (CI 95% p<0.001). The sur-
gical prevalence were 7.4/1000.
We compare the West side of island with the East side founding significant differences, χ2 =
27.25 (CI 99%, P<0.01). The SI West side 0.89/1000 inhab./year, the SI East side 0.58/1000
inhab./year.
The relative risk of west side respect to east side were 1.53.
Conclusions: There is a significant statistical association between number of operated pterig-
ya respect to residential place.
The number of operated cases in the West side is significant greater than East side.
There are more operated cases of pterigya in female than in male.

Key words: Pterigya, surgical treatment.

INTRODUCCIÓN tosis), llamada así porque las fibras coláge-


nas degeneradas, se tiñen basofílicamente y
El pterigión constituye una hiperplasia también positivamente con las tinciones para
fibrovascular de carácter benigno de la con- tejido elástico, pero no son sensibles a la
juntiva bulbar que invade la córnea. Está cla- digestión por elastasa, estos haces fibrosos se
sificada dentro de las degeneraciones no disponen sobre un fondo de degeneración
involutivas o tumoraciones epiteliales benig- hialina (4-6).
nas corneales (1,2). Al estudiar la córnea invadida por el pteri-
Se localiza en la conjuntiva bulbar cerca gión, la capa de Bowman se muestra engro-
del limbo corneal en el área interpalpebral, sada e incluso destruida. El epitelio que lo
siendo más frecuente (90%) en el lado nasal. cubre puede mostrar acantosis, disqueratosis
Generalmente, se ven afectados ambos ojos y cambios de naturaleza displásica, obser-
aunque de forma asimétrica (3). Presenta una vándose también neoformación de vasos san-
forma triangular, cuyo vértice mira hacia el guíneos junto a cambios inflamatorios (6).
área pupilar y cuya base se orienta hacia la En los pterigión de larga evolución se pue-
carúncula en la localización nasal, y hacia el de observar un depósito de pigmento férrico
lado temporal en los localizados en el área en la córnea, frente a la cabeza del mismo,
temporal. Habitualmente muestra un creci- llamada línea de Stocker. Esta línea no apa-
miento horizontal que puede llegar a afectar rece en casos de crecimiento rápido (1,8).
el eje visual (5,6). Recientemente se ha propuesto que el pte-
Histopatológicamente hablando, la lesión rigión sea una lesión tumoral de comporta-
consiste en una masa de tejido subepitelial miento benigno, ya que ciertas característi-
que ha sufrido degeneración elastótica (elas- cas histológicas como una displasia modera-

48 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 47-54


Epidemiología del pterigión quirúrgico en la Isla de La Palma

da, invasión local, alto grado de angiogéne- podían influir en la formación del pterigión,
sis, características clínicas como gran ten- no parecen estar claramente implicados en
dencia a la recidiva (9) y los tipos de trata- esta patología (28).
miento usados tales como excisión extensa,
radioterapia y quimioterapia local son típicas
de enfermedades neoplásicas (10-13). CLÍNICA
Además se ha encontrado en el pterigión
una inestabilidad microsatélite y una pérdida El crecimiento del pterigión y su invasión
de heterozigosidad, ambos hallazgos comu- corneal se acompaña de frecuentes episodios
nes en tejidos tumorales (14). de «ojo rojo», sensación de cuerpo extraño,
Dushku y cols. y Tan y cols. describen una astigmatismo irregular por invasión corneal,
alta expresión de P53 en el epitelio limbar alcanzando en ocasiones, el área el eje visual
del pterigión lo que indicaría la probable corneal, lo que puede provocar una impor-
existencia de una mutación a nivel del P53 en tante disminución de la agudeza visual.
estas células. Esto estaría en consonancia En los casos más agresivos puede aparecer
con los efectos mutagénicos que la RUV simbléfaron, dificultando la motilidad ocular
posee sobre el gen del P53 (15,16). Estas y provocando incluso diplopía (3).
lesiones inducirían a su vez mutaciones en
otros genes que se irían produciendo progre-
sivamente, lo que permitiría el desarrollo TRATAMIENTO Y RECIDIVA
multisecuencial del pterigión y los tumores
limbares (17,18). El alto grado de recidiva se Los tratamientos descritos han sido nume-
explicaría por la excisión incompleta de estas rosos, siendo uno de los mayores problemas
células madres limbales mutadas (19,20). de todos ellos el alto porcentaje de recidivas
y las complicaciones derivadas de las dife-
rentes técnicas quirúrgicas (1).
EPIDEMIOLOGÍA El tratamiento médico se limita a los epi-
sodios de «ojo rojo» y crisis de inflamación
El pterigión está presente a nivel mundial, que sufren los pacientes, usando para ello,
pero es más común en climas cálidos y secos, antiinflamatorios esteroideos y no esteroideos
predominando en países comprendidos entre tópicos y lágrimas artificiales (3).
los 40º de latitud norte y sur. Más frecuente La protección de los rayos UVA y UVB
en el ámbito rural que en el urbano, no suele con gafas de sol con transmisión por debajo
haber predominio entre sexos cuando las de los 400 nm pueden evitar, sobre todo en
condiciones de vida son similares (21). los climas soleados, las lesiones agudas por
La prevalencia en la población china de la luz solar y ser útiles en la prevención de la
Singapur es del 7%, en la región de las mon- degeneración actínica (26,29).
tañas azules en Sidney (Australia) es del
7,3%, en Victoria (Melburne, Australia) es
del 6,7% y mucho más frecuente, alcanza un MATERIAL Y MÉTODOS
56%, en la población esquimal de Groenlan-
dia (22-25). San Miguel de la Palma es la isla más
Factores externos como la exposición al noroccidental del archipiélago canario.
polvo, la sequedad ambiental, la radiación Situada entre los 27º 38’ 10" de latitud norte
ultravioleta (RUV) y factores endógenos y los 18º 9’ 33" de longitud oeste. Presenta
como la edad, una mayor proximidad de la un clima subtropical. Su población autóctona
inserción tendinosa al limbo esclerocorneal y se aproxima a los 79.000 habitantes, reparti-
una susceptibilidad genética, se han propues- dos en 14 municipios. Orográficamente (fig.
to como elementos asociados a la patogéne- 1), por medio de una Cordillera Central,
sis del pterigión (2,5,7,26,27). Los defectos podemos dividir la isla en dos áreas bien
de la lágrima, que en su momento se pensó delimitadas, área oeste y área este.
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 47-54 49
DOMÍNGUEZ GONZÁLEZ JJ, et al.

cuadrado) y epidemiológicos (incidencia,


riesgo relativo y prevalencia esperada).

RESULTADOS
El número de casos de pterigión operados
durante los 10 años estudiados en la isla de La
Palma fueron un total de 581, correspondien-
Fig. 1: Isla de San do el 58,69% (341 casos) a mujeres y el
Miguel de la
Palma. Geografía
41,31% (240 casos) a varones. Se obtuvo una
y poblaciones más asociación estadísticamente significativa entre
importantes. el número de casos de pterigión operados y el
sexo femenino, chi-cuadrado = 16 (intervalo
de confianza del 99% para una p<0,01).
La incidencia quirúrgica acumulada fue de
En la tabla I mostramos el número de 7,4/1000 habitantes en los 10 años,
habitantes por municipio. (0,74/1000 año) la duración media de la
El Hospital General de La Palma es el cen- enfermedad desde su inicio hasta la cirugía
tro de referencia donde se realiza la cirugía fue estimada en 10±0,6 años (IC del 95%).
oftalmológica en la isla, no existiendo otros Prevalencia quirúrgica 7,4/1000.
centros, públicos o privados que la practi- Los municipios de la isla con mayor
quen, por lo que todos los pacientes de nues- número de casos de pterigión operados fue-
tro estudio han sido intervenidos en dicho ron Tazacorte (área oeste, 81 casos), Los Lla-
Centro Sanitario. nos de Aridane (área oeste, 147 casos) y San-
Se realizó un estudio de cohortes retros- ta Cruz de La Palma (área este, 95 casos). Se
pectivo, revisando los libros de quirófano y compararon los municipios con mayor
las historias clínicas de aquellos pacientes número de casos para comprobar si existía
operados de pterigión entre el 1 de enero de asociación entre el número de operaciones de
1991 y el 31 de diciembre de 2000 (10 años). pterigión y el lugar de residencia, en función
Los datos obtenidos fueron: edad en el del número de habitantes (tabla II). Para ello
momento de la intervención, tiempo de evo- se utilizó la prueba de chi-cuadrado para
lución, sexo, municipio de residencia duran- variables cualitativas 2 x 2 (población sana,
te los últimos 10 años. Al no poderse obtener población operada de pterigión). Se comparó
de forma fiable la profesión de todos los Tazacorte con Santa Cruz de La Palma obte-
pacientes se optó por no incluir este dato en niéndose una χ2 = 24,18 (IC 99%, p<0,01);
el presente estudio. Tazacorte con Los Llanos de Aridane χ2 =
Se obtuvieron tablas de datos relacionan- 10,2 (IC 95%, p<0,05); Tazacorte con el total
do sexo-municipio, edad-sexo, municipio- de la isla χ2 = 26,2 (IC 99%, p<0,01). Los
edad, área oeste-área este. Se analizaron los Llanos y Santa Cruz de La Palma comparán-
datos mediante cálculos estadísticos (chi- dose con el total de la isla no reflejaron dife-

Tabla I. Habitantes por municipio en la Isla de la Palma

ÁREA OESTE Municipio Número de habitantes ÁREA ESTE Municipio Número de habitantes

Puntagorda 1.798 Puntallana 2.025


Tazacorte 6.371 Barlovento 2.408
Tijarafe 2.607 S. Andres y Sauces 5.339
Fuencaliente 1.728 Sta. Cruz de la Palma 15.445
Garafía 1.754 Breña Baja 3.746
Los Llanos de Aridane 17.774 Breña Alta 5.784
El Paso 7.192 Mazo 4.249

50 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 47-54


Epidemiología del pterigión quirúrgico en la Isla de La Palma

Tabla II. Comparación estadística entre varios municipios de la Isla de la Palma

Chi-Cuadrado S. Cruz de La Palma Los Llanos Aridane Total de la Isla

Tazacorte 24,18 (IC 99% p<0,01) 10,2 (IC 99% p<0,01) 26,20 (IC 99% p<0,01)
Puntagorda 14,00 (IC 99% p<0,01) No significativo 10,43 (IC 99% p<0,01)
Fuencaliente 13,27 (IC 99% p<0,01) No significativo 10,50 (IC 99% p<0,01)

rencias estadísticamente significativas, tam- En la tabla IV vemos los resultados obte-


poco los municipios de Los Sauces ni El nidos de la relación edad-sexo y los casos de
Paso arrojaron diferencias significativas. pterigión operados.
Sin embargo los municipios de Puntagor- Por otro lado, en la tabla V se observa que
da y Fuencaliente si presentaron una asocia- los rangos de edad por municipio donde
ción estadísticamente significativa al compa- mayor número de casos de pterigión opera-
rarlos con Santa Cruz de La Palma así como dos observamos fueron los comprendidos
con el total de la isla. entre los 41 hasta los 70 años de edad, no
Se comparó el lado oeste de la isla con el existiendo diferencias significativas respecto
lado Este obteniéndose una χ2 = 27,25 (IC al total, pero sí existen diferencias significa-
del 99%, p<0,01), el número de casos opera- tivas en los grupos de 51-60 y 61-70, en los
dos en el lado oeste es significativamente cuales hay un mayor número de casos de
mayor respecto al lado este. La incidencia sexo femenino. Por localidades, destacan
quirúrgica en el lado oeste fue 0,89/1000 Los Llanos de Aridane y Tazacorte, con un
hab./año , en el lado este fue de 0,58/1000 buen número de casos entre los rangos de 21
hab./año (tabla III). a 30 años y de 71 a 80 años. Entre los 11 a 20
A la luz de estos datos se puede afirmar años hay un caso recogido de Los Llanos,
que existe una asociación estadísticamente con más de 81 años destacan dos casos en
significativa entre el número de casos opera- S/C Palma y uno en Garafía.
dos de pterigión y el lugar de residencia. De En la tabla VI mostramos la relación sexo-
este modo el número de pacientes operados municipio en los casos de pterigión interve-
en los municipios de Tazacorte, Puntagorda y nidos, y el índice hombre:mujer (ratio H:M).
Fuencaliente son significativamente más
altos de lo que cabría esperar respecto al total
de la isla y en función de la población, sien- DISCUSIÓN
do Tazacorte el municipio que presente una
mayor significación estadística. En los estudios epidemiológicos llevados
Se calculó el riesgo relativo (RR) de estos a cabo por diferentes autores y en distintas
tres municipios respecto al total de la isla.
Así el RR de Tazacorte es de 1.71; RR de Tabla IV. Relación edad-sexo de los pacientes que
Fuencaliente es de 1.86; RR de Puntagorda fueron intervenidos de pterigión
es de 1.87. El RR del área oeste respecto al Pterigión
área este es de 1.53. Relación Edad-Sexo

Int. Edad Hom. Muj. Total %

Tabla III. Relación porcentual de pterigión 0 a 10 años 0 0 0 0,00


intervenidos 11 a 20 años 1 0 1 0,17
21 a 30 años 19 16 35 6,02
Relacion porcentual 31 a 40 años 30 34 64 11,02
Este-Oeste 41 a 50 años 61 77 138 23,75
51 a 60 años 49 89 138 23,75
Áreas Total % Inciden 61 a 70 años 49 88 137 23,58
71 a 80 años 30 34 64 11,02
Area oeste de La Palma 353 60,76 8,9/1000 más de 81 años 1 3 4 0,69
Area este de La Palma 228 39,24 5,8/1000
Total 240 341 581 100
Total 581 100 7,4/1000 % 41,31% 58,69% 100%

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 47-54 51


DOMÍNGUEZ GONZÁLEZ JJ, et al.

Tabla V. Relación sexo-municipio y los casos de pterigión intervenidos. Cálculo de Índice Hombre:Mujer (ratio
H:M)

Municipio Hom. Muj. Total % Ratio H:M Inciden

S/C PALMA 37 58 95 16,35 (1:1,6) 6,1/1000


LOS LLANOS 64 83 147 25,30 (1:1,3) 8,2/1000
EL PASO 16 24 40 6,88 (1:1,5) 5,5/1000
FUENCALIENTE 7 17 24 4,13 (1:2,4) 13,8/1000
MAZO 7 10 17 2,93 (1:1,7) 4,0/1000
BREÑA BAJA 7 8 15 2,58 (1:1,1) 4,0/1000
BREÑA ALTA 7 13 20 3,44 (1:1,8) 3,4/1000
S.A. Y SAUCES 21 21 42 7,23 (1:1) 7,8/1000
PUNTALLANA 7 10 17 2,93 (1:1,6) 8,3/1000
PUNTAGORDA 7 18 25 4,30 (1:2,6) 13,9/1000
TIJARAFE 3 16 19 3,27 (1:6,3) 6,5/1000
TAZACORTE 43 38 81 13,94 (1:0,8) 12,7/1000
BARLOVENTO 6 16 22 3,79 (1:2,6) 9,1/1000
GARAFIA 8 9 17 2,93 (1:1) 9,6/1000

Total 240 341 581 100 (1:1,4) 7,4/1000


% 41,31% 58,69% 100%

regiones del mundo, se describe, al igual nuestra (21,26). El clima cálido no es un


que nosotros, una mayor incidencia de pte- factor principal en tanto que se trata de una
rigión en personas de edad media y avanza- consecuencia del ambiente soleado, ya que
da, pero sin predominio de sexos cuando las en países cercanos al polo como Noruega y
condiciones de vida son similares (21). Se Groenlandia la prevalencia de pterigión es
observa con más frecuencia en trabajadores muy elevada debido al alto grado de refle-
al aire libre, con muchas horas de exposi- xión de la luz solar en el ambiente nevado
ción al sol, en el ambiente rural más que en (22).
las ciudades y en lugares con muchos días La prevalencia en distintas partes del mun-
de sol al año, por lo que es más frecuente en do como China y Australia se sitúa en torno
países con clima cálido y situados en regio- al 7% de la población, mientras que en regio-
nes tropicales y subtropicales, como la nes como Noruega y Groenlandia en pobla-

Tabla VI. Relación edad-municipio

Pterigión en la Iisla de La Palma


Relacion Edad – Municipio

Municip. 0-10 11-20 21-30 31-40 41- 50 51-60 61-70 71-80 > 81 Total %

S/C PALMA 0 0 5 8 33 22 15 9 2 95 16,35


B. BAJA 0 0 2 1 2 3 7 0 0 15 2,58
B. ALTA 0 0 2 3 6 6 3 0 0 20 3,44
MAZO 0 0 0 1 1 10 5 0 0 17 2,93
PUNTALL. 0 0 1 1 2 7 3 3 0 17 2,93
SAUCES 0 0 0 3 9 7 13 10 0 42 7,23
BARLOV. 0 0 0 0 5 5 6 6 0 22 3,79
GARAFIA 0 0 3 3 2 2 4 2 1 17 2,93
PUNTAG. 0 0 0 3 9 9 4 0 0 25 4,30
TIJARAFE 0 0 0 3 2 6 5 3 0 19 3,27
L. LLANOS 0 1 15 20 33 26 37 16 0 147 25,3
TAZACOR. 0 0 7 9 17 19 21 8 0 81 13,94
EL PASO 0 0 0 7 9 9 10 4 1 40 6,885
FUENC. 0 0 0 2 8 7 3 4 0 24 4,13

Total 0 1 35 64 138 138 136 65 4 581 100


% 0 0,18 6 11,29 23,99 23,46 23,28 11,11 0,71 100

52 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 47-54


Epidemiología del pterigión quirúrgico en la Isla de La Palma

ción esquimal llega hasta el 41% y 56% res- (el mar o llanos despejados con poca vegeta-
pectivamente (22-25). ción, desiertos y parajes nevados) (30).
En nuestro estudio hemos calculado la Algunos de estos factores se pueden apli-
tasa de incidencia así como la prevalencia del car a la orografía y meteorología de la isla.
pterigión quirúrgico en nuestra isla, obte- En la zona oeste hay más días despejados y
niendo una tasa de incidencia del 0,74/1.000 la superficie es más llana, Tazacorte está en
habitantes/año, en función de la duración la costa y el horizonte es visible sobre el mar
media de la enfermedad hasta la cirugía que casi todo el año, la actividad pesquera en este
se calculó en 10±0,6 años (IC 95%), obtuvi- municipio es la más importante de la isla por
mos la prevalencia quirúrgica que se sitúa en lo que podría explicar el mayor número de
el 7,4±0,6‰ . casos operados en varones en este lugar.
Hemos observado la existencia de asocia- Por el contrario el área este presente más
ciones estadísticamente significativas entre nubosidad diurna, muchos de los municipios
las distintas zonas de la isla y el número de están situados en la falda de montañas altas y
intervenciones de pterigión y una mayor can- la superficie de reflexión es menor. La activi-
tidad de operaciones en la población femeni- dad agrícola al aire libre es mayor en el área
na. oeste.
Por edades, observamos un mayor número Estos factores explicarían por qué munici-
de intervenciones a partir de los 41 años has- pios con más habitantes en el área este pre-
ta los 70 años, lo cual concuerda con estudios sentan menos casos operados que otros pue-
previos (23), si bien en los grupos de edad blos en la zona oeste con menos habitantes.
comprendidos entre los 51-60 años y los 61- En otros estudios el porcentaje de casos de
70 años el número de operaciones es signifi- pterigión en la población masculina es mayor
cativamente mayor en la población femeni- que en la femenina (23,24), pero en nuestro
na, no observándose tales diferencias en el trabajo la mayor parte de las operaciones lle-
resto de los grupos de edad. vadas a cabo fueron en mujeres. La posible
También comprobamos que hay un mayor explicación para estos datos sería que en
número de casos de pterigión operados en nuestro medio el pterigión es más prevalente
pacientes procedentes del área oeste con una en la población femenina o bien que las
diferencia estadísticamente significativa res- mujeres deciden operarse por motivos estéti-
pecto al área este. cos con más frecuencia que los hombres y
Vimos que la mayor cantidad de casos que éstos esperan más a criterios clínicos.
operados provenía de la zona oeste, que es la
zona que tiene una mayor cantidad de días
soleados al año en comparación con la zona CONCLUSIONES
este. El municipio de la isla que más casos
presentaba en proporción a su población fue • Existe una asociación estadísticamente
Tazacorte, que es el lugar con más días de sol significativa entre el número de casos opera-
anual de toda la isla. dos de pterigión y el lugar de residencia.
Factores geométricos determinan la expo- • El número de pacientes operados en los
sición del ojo a los rayos UV, se sabe que las municipios de Tazacorte, Puntagorda y Fuen-
nubes redistribuyen los rayos hacia el hori- caliente son significativamente más altos de
zonte y el grado de apertura de los párpados lo que cabría esperarse en función de su
limita la exposición solar a los rayos con población al compararse con el total de habi-
ángulos cercanos al horizonte, las montañas, tantes de la isla.
valles profundos, bosques y edificios altos • El número de casos operados en el lado
protegen los ojos de la exposición directa a la Oeste es significativamente mayor respecto
luz solar. Por todo esto, la mayor exposición al lado este.
a los rayos UV ocurre durante los días des- • La cantidad de operaciones fue signifi-
pejados, cuando el horizonte es visible, y cativamente mayor en la población femeni-
cuando la superficie de reflexión es mayor na.
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 47-54 53
DOMÍNGUEZ GONZÁLEZ JJ, et al.

• Los municipios de la isla que presentan 15. Dushku N, Reid TW. P53 expression in altered
mayor índice de luminosidad, son los que limbal basal cels of pingueculae, pterygia, and
tienen una mayor incidencia quirúrgica de limbal tumors. Curr Eye Res 1997; 16: l179-1192.
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54 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 47-54


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 55-59 ARTÍCULO ORIGINAL

Medidas para mejorar la


colaboración durante la
facoemulsificación bajo anestesia
tópica
Different techniques to improve patient
collaboration in phacoemulsification with topic
anesthesia
GRANDE BAOS C1

RESUMEN
Introducción-objetivos: El resultado final de la facoemulsificación bajo anestesia tópica
depende no sólo de la habilidad quirúrgica de cirujano sino también de la colaboración del
paciente. Nuestra obligación como oftalmólogo es intentar predecir el comportamiento que
va a tener el paciente, fomentar la colaboración e intentar mejorarla, aunque siempre nos
van a quedar algunos casos imprevisibles y otros irresolubles.
En este trabajo vamos a presentar nuestra experiencia en el tema y las medidas de detección,
fomento y mejora de la colaboración que proponemos.
Descripción: Basándonos en nuestra experiencia y en la escasa bibliografía que hemos encon-
trado describimos 11 medidas para evaluar el grado de colaboración prevista en la cirugía
a partir de la historia clínica y de las primeras manifestaciones del paciente al llegar al
recinto quirúrgico. A continuación presentamos 12 medidas para fomentar la colaboración,
11 para mejorarla y 10 para combatir la insubordinación.
Discusión-comentarios: A veces pensamos que hay cirujanos que disponen de una especie de
sexto sentido que le avisa cuándo un paciente va a ser poco colaborador. Por otra parte tam-
bién sabemos que existen algunos cirujanos que poseen un don especial y consiguen que
«todos» los pacientes se conviertan en colaboradores. En realidad lo que hacen es poner en
practica automática y silenciosamente un plan similar al que hemos propuesto.

Hospital Universitario de Santa Cristina. Madrid.


1 Doctor en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
Carlos Grande Baos
C/. Rey Francisco, 29
28008 Madrid
España
GRANDE BAOS C

Además de esta sistematización y protocolización del plan para mejorar la colaboración, ana-
lizamos el dilema médico-legal que se plantea cuando surge una complicación debida a la
falta de colaboración.

Palabras clave: Colaboración del paciente, cirugía de cataratas, facoemulsificación, anestesia,


técnica de exploración, sedación.

SUMMARY
Introduction-objective: The final result of phacoemulsification under topical anaesthesia
depends of the surgical skill and the patient cooperative behavior. The ophthalmologist
must know the forecasting of cooperative behavior, must foment the patient collaboration
and must improve it, although there are always some unforeseeing and unsolvable cases.
We present our experience and some different techniques to predict, foment and improve the
patient collaboration.
Description: Based on our experience and on the short bibliography we propose 11 steps to
predict the patient’s cooperation from the medical report and the first behavior in the sur-
gical room. Moreover, we present 12 steps to foment the collaboration, 11 to improve it and
10 to combat patient insubordination.
Discussion-comments: Sometimes we believe that several surgeons have a sixth sense to
detect a bad patient’s cooperation. Furthermore we believe that several surgeons have a spe-
cial natural gift to transform all patients on good cooperators. Really they employ automa-
tically a similar plan.
Moreover of this plan we analyze the medico-legal dilemma surged when a surgical complica-
tion is caused for a bad patient collaboration.

Key words: Patient cooperative behaviour, cataract surgery, phacoemulsification, anesthesia,


exploration technique, sedation.

INTRODUCCIÓN paciente que unidas a las de la catarata son


las que nos deben indicar la técnica anestési-
En el resultado final de la facoemulsifica- ca prevista, por lo que recomendamos que en
ción bajo anestesia tópica no sólo influye la el parte de quirófano aparezcan dos ítems,
habilidad quirúrgica del cirujano sino tam- «grado de colaboración previsto» (bueno,
bién la colaboración del paciente que depen- intermedio, malo, imprevisible) y «técnica
de de su comodidad durante la intervención y anestésica prevista» (tópica, troncular, gene-
de la tranquilidad del cirujano. Nuestra obli- ral, ...) (2,3).
gación como oftalmólogo es intentar prede- En este trabajo vamos a presentar nuestra
cir el comportamiento que va a tener el experiencia en el tema y las medidas de
paciente e intentar mejorarlo, aunque siem- detección, fomento y mejora de la colabora-
pre nos van a quedar algunos casos imprevi- ción que proponemos.
sibles y otros irresolubles (1).
Independientemente del grado de colabo-
ración que el paciente presente, hay que ¿Cómo predecir el grado de
fomentarla siempre y cuando veamos que colaboración?
flaquea, hay que intentar mejorarla desde el
primer momento. Nos basamos en una serie de factores que
Al terminar la historia clínica podemos enumeramos a continuación por orden de
hacernos una idea de las características del aparición:

56 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 55-59


Medidas para mejorar la colaboración durante la facoemulsificación bajo anestesia tópica

• Anamnesis: los pacientes nerviosos, innecesariamente porque es más fácil mante-


ansiosos, bebedores generalmente son poco nerla que conquistarla o recuperarla; por tan-
colaboradores. to, hay que fomentarla desde el principio.
• Antecedentes: los resultados de la ciru- • Explicación y confianza: en nuestra
gía del primer ojo son muy importantes por- experiencia es muy rentable hacer un peque-
que a menudo se repiten. ño relato de la intervención en la consulta y
• Importancia y vivencia de la interven- mostrar al paciente nuestra confianza en que
ción: en general cuando están preocupados va a conseguir colaborar bien, porque así
por los informes y prestan atención son bue- aumentamos su seguridad y evitamos el mie-
nos colaboradores, pero hay riesgo de que do a lo desconocido.
sean obsesivos o miedosos y entonces es • Presentación en la antesala: al paciente
negativo. le tranquiliza mucho saber que está allí «su
• Instilación de colirios: la presencia de médico».
blefaroespasmo es otro dato negativo. • Colocar al enfermo en una postura
• Funduscopia con oftalmoscopio indirec- antiálgica: independientemente de las prefe-
to: es útil saber si consiguen dirigir la mirada rencias personales del paciente, como norma
y mantener la apertura palpebral en condi- general recomendamos poner una almohada
ciones de deslumbramiento, hasta tal punto en el hueco poplíteo para aliviar la tensión
que se convierte en uno de los elementos de lumbar y además, traccionar ligeramente de
mayor valor. la cabeza acercando el mentón al pecho para
• Indicación de técnica quirúrgica y anes- estirar los músculos cervicales.
tésica: si antes de preguntarle, el paciente nos • Anunciarle que le vamos a avisar cuan-
dice «quiero no enterarme de nada», indirec- do una maniobra quirúrgica vaya a ser un
tamente quiere apuntarnos que no sabe si va poco molesta, para evitar que esté continua-
a aguantar y suele coincidir con mala cola- mente en tensión a la espera de un dolor.
boración. • No dar sensación de tener prisa: el
• Constantes vitales en quirófano: nos dan paciente siente que no es merecedor del
una idea del miedo y la ansiedad. tiempo que necesita porque el cirujano tiene
• Verborrea (sin sentido): habitualmente otras prioridades.
es una forma de ocultar el nerviosismo y el • Silencio o música: como norma convie-
miedo. ne evitar charlas extras pero, en ocasiones
• Blefaroespasmo al colocar el microsco- una conversación banal en la que el cirujano
pio en la preparación: mal pronóstico. participa poco (no se debe dar sensación de
• Mantenimiento de la posición de la distracción) es relajante para el paciente.
cabeza: si muestra dificultades durante la Algunos técnicos en la materia están a punto
preparación, generalmente se prolongarán de demostrar que lo realmente sedante es que
durante toda la intervención. el paciente seleccione la música que quiere.
• Colaboración al poner el paño de plásti- • Buena anestesia desde el principio: no
co adhesivo: es otro signo muy útil. se puede empezar hasta que no hayamos
Lo ideal es poder predecir el grado de comprobado que la anestesia es suficiente y
colaboración al realizar la historia clínica para ello las primeras maniobras o contactos
para indicar adecuadamente la técnica anes- con el globo hay que anunciarlos como
tésica. «prueba de la anestesia».
• Comenzar con poca luz en el microsco-
pio: hasta que la cámara anterior no esté
¿Cómo fomentarla? repleta de viscoelástico y comencemos la
capsulorhexis no debemos subir la intensidad
Como decíamos anteriormente la tranqui- de la luz ya que así logramos el acostumbra-
lidad del cirujano y su manera de proceder miento y el desenfoque de la luz.
influyen mucho en la colaboración del • Invitaciones (con su nombre de pila): el
paciente. Además, es preceptivo no alterarla paciente suele preferir que se le ruegue mirar
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 55-59 57
GRANDE BAOS C

a un sitio escuchando siempre su nombre (en • Avisar que ya queda muy poco para
la consulta podemos usar el «don» pero en la finalizar, pero sin mentir.
mesa de quirófano pensamos que es mejor • Podemos probar con una sedación intra-
omitirlo) y la coletilla «por favor». Considera- venosa suave, evitando siempre que se desco-
mos que no es aconsejable el empleo de pala- necte, en ocasiones es útil un mero placebo.
bras como «abuelo», «hijo», «amigo», «cari-
ño» o «señor» para dirigirnos al paciente.
• Levantar los paños de la boca: las perso- ¿Cómo combatir la insubordinación?
nalidades claustrofóbicas se agobian si los
paños están próximos a los labios. A pesar de todo nos encontramos con
• Instilación de colirio anestésico en el algunos pacientes con gran ansiedad que
ojo adelfo: en algunas ocasiones sirve para muestran una insubordinación total, pero
disminuir el blefaroespasmo. tampoco debemos alterarnos y si nos ocurre
• Es muy relajante ordenarle o permitirle no puede enterarse el paciente. El método a
unos movimientos de los ojos y un alivio de seguir ahora es el del ensayo y el error, es
las tensiones musculares entre los distintos decir, probar con una serie de medidas algo
tiempos quirúrgicos. más arriesgadas y continuar según el efecto
que hayan tenido.
• Profundizar la anestesia al máximo
¿Cómo mejorarla? incluyendo si fuese preciso una aquinesia del
nervio facial.
Cuando vemos que la colaboración del • Profundizar la sedación, aunque exista
paciente no es buena no debemos perder la el riesgo de que se duerma.
calma porque disponemos de un arsenal de • No hablar de resultados: nunca comen-
medidas que nos permite mejorarla: tar que ya se ha estropeado.
• Preguntar si sufre dolor ocular: en caso • Animar: convencerle en que lo puede
afirmativo tenemos que profundizar la anes- conseguir y que todavía está a tiempo, nunca
tesia rápidamente. desanimarle ni humillarle.
• Investigar si presenta dolores osteoarti- • Implicar al paciente en la cirugía: decir-
culares: en ese caso hay que tratarlos sin le que de él depende el resultado final.
dilación. • Aludir a riesgos y complicaciones: sin
• Indagar con delicadeza sobre las ganas hacer énfasis en su culpabilidad.
de orinar: se la facilitará una solución. • Fijar la cabeza.
• Normalizar las constantes vitales. • Probar a dar órdenes firmes.
• Invitar a la colaboración mencionándole • Ensayar una amenaza sobre las posibles
muy sutilmente los riesgos. complicaciones y su responsabilidad (una
• No regañar ni gritar, suele ser contrapro- sola vez).
ducente. • Probar a «gritarle»: su finalidad es tan-
• No humillar: las comparaciones con tear si asustándole se está más quieto.
otros pacientes además de odiosas son nega- Si con todo esto no hemos conseguido la
tivas. colaboración del paciente nos queda un últi-
• Poner en práctica algunas medidas de mo recurso: la anestesia general, previo avi-
relajación: las más eficaces y fáciles de cum- so y consentimiento del paciente y de sus
plir son las relacionadas con la respiración, familiares.
verbigracia fijarse cómo sube el abdomen
(«la tripa») llenándola de aire mientras cuen-
ta tres o cuatro y ver cómo baja contando uno Casos especiales
más, de tal forma que mejora la respiración y
desplaza la atención a los números. Existen determinadas ocasiones perfecta-
• No perder el tiempo en maniobras inne- mente tipificadas en las que una serie de tru-
cesarias. cos nos han dado muy buenos resultados.

58 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 55-59


Medidas para mejorar la colaboración durante la facoemulsificación bajo anestesia tópica

Si aparece tos proponemos el efecto psico- El tema de la colaboración no sólo es


lógico de atarle una gasa en el cuello a modo importante desde el punto de vista de la
de bufanda e instilarle unas gotas de suero en comodidad durante la cirugía y de la indica-
la lengua atribuyéndole un supuesto efecto ción de técnica anestésica, sino también en el
antitusígeno. dilema médico legal que se plantea cuando
Si presenta claustrofobia debemos usar aparece una complicación quirúrgica con
paños trasparentes, separarlos de la boca y repercusión sobre el resultado visual final
colocar oxígeno en las proximidades de los (5). En efecto, la responsabilidad es del
labios para que note una sensación de brisa. paciente por no colaborar (movimientos, tos,
En los pacientes con disnea hay que inten- maniobras de Valsalva) o del equipo médico.
tar colocarles desde el primer momento en la Y entre ellos es imputable al cirujano por no
máxima inclinación anti-Trendelenburg que haber sabido indicar la anestesia adecuada o
nos permita el complejo sillón-microscopio. al anestesista por no haber conseguido sedar-
En general cuando el primer ojo ha sido le. Lo que está claro es que conviene reseñar
intervenido bajo anestesia troncular y el el grado de colaboración previsto de una
segundo con anestesia tópica en un lapso manera justificada y basada en la explora-
inferior a un año las sensaciones son más ción, comunicarle al paciente y a los familia-
intensas y se siente más incómodo, por lo res su importancia, dejarle contribuir en la
que se puede alterar la colaboración. Por tan- indicación anestésica y, por supuesto, hacer-
to, si en esta situación tenemos duda hay que lo constar en el consentimiento informado
pensar más en repetir una anestesia troncular. (6,7).

DISCUSIÓN BIBLIOGRAFÍA
1. Frase SG, Siriwadena D, Jamieson H, et al.
A veces pensamos que hay cirujanos que Indicators of patients suitability for topical
disponen de una especie de sexto sentido que anestesia. J Cataract Refract Surg 1997; 23:
le avisa cuándo un paciente va a ser poco 781-783.
colaborador. En realidad lo que hace es poner 2. Boezaart A, Berry L, Nell M. Topical anesthe-
en practica automática y silenciosamente un sia versus retrobulbar block for cataract sur-
plan de detección similar al que hemos pro- gery: the patient’s perspective. J Clin Anesth
2000; 12: 58-60.
puesto (4). En la actualidad, estamos estu- 3. Jacobi PC, Dietlein TS, Jacobi FK. A comparati-
diando cuáles de todas las medidas para pre- ve study of topical versus retrobulbar anesthesia
ver el grado de colaboración que aquí hemos in complicated cataract surgery. Arch Ophthal-
expuesto tienen mayor valor predictivo con mol 2000; 118: 1037-1043.
el fin de elaborar un test corto para clasificar 4. Schein OD, Katz J, Bass EB et al. The value of
el «grado de colaboración prevista» en bue- routine preoperative testing before cataract sur-
gery. N Engl J Med 2000; 342: 168-175.
na, intermedia, mala e imprevisible, y poste- 5. Norregard JC, Schein OD, Bellan L, et al. Inter-
riormente evaluar su fiabilidad. national variation in anesthesia care during cata-
Por otra parte también sabemos que exis- ract surgery: results for the International Cata-
ten algunos cirujanos que poseen un don ract Surgery Outcomes Study. Arch Ophthalmol
especial y consiguen que «todos» los pacien- 1997; 115: 1304-1308.
tes se conviertan en colaboradores. Realmen- 6. Reeves SW, Friedman DS, Fleisher LA et al. A
decision analysis of anesthesia management for
te lo que hacen es transmitir su propia tran-
cataract surgery. Am J Opthalmol 2001; 528-
quilidad y poner en práctica un plan de 536.
fomento y mejora de la colaboración pareci- 7. Martínez F. Los tópicos de la tópica. Arch. Soc.
do al aquí expuesto. Canar. Oftal., 2001; 12: 57-59.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 55-59 59


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 61-65 ARTÍCULO ORIGINAL

Tratamiento con octreótide de la


retinopatía diabética avanzada
Treatment with octreotide in the proliferative
advanced diabetic retinopathy
PAREJA RÍOS A1, LÓPEZ ALBA A2, MANTOLÁN SARMIENTO C1,
CORDOVÉS DORTA L2, SERRANO GARCÍA MA1

RESUMEN
Objetivo: Determinar la efectividad del tratamiento con Octreótide en la retinopatía diabética
proliferativa avanzada (RDPA).
Método: Tras consentimiento informado a la pacientes, se ensaya tratamiento con Octreótide
en 2 mujeres 28 y 29 años con Diabetes Mellitus tipo 1, ambas de 20 años de evolución,
con mal control metabólico crónico (HbA1c de 9-15% y 9-10%) y graves repercusiones sis-
témicas (RDPA panfotocoagulada, nefropatía diabética establecida e incipiente respectiva-
mente, dermopatía diabética, polineuropatía sensitiva).
Presentaron hemovítreo severo precisando vitrectomía y 3 reintervenciones en un caso por san-
grados sucesivos.
El Octreótide actuaría en la RDPA inhibiendo la secreción de GH y los factores de crecimien-
to angiogénicos locales. Se utilizó a dosis entre 75 y 150 mcg/24h.
Resultados: En un caso existió una respuesta muy favorable con evolución posterior manteni-
da más de 18 meses con disminución de nuevos resangrados y recuperación marcada de la
agudeza visual. Un ojo permaneció sin hemorragia con proliferación epirretiniana fibrosa
bloqueada. El otro con hemovítreo pero sin signos ecográficos de desprendimiento traccio-
nal ni proliferación vítrea. En el otro caso se observó en 6 meses un marcado control de la
proliferación y de la exudación. La ecografía abdominal fue normal en ambas. Se produjo
una disminución progresiva de la dosis de insulina con episodios de hipoglucemias severas
en un caso. que presentó, además, mejoría marcada de la nefropatía establecida.
Conclusiones: El Octreótide podría representar una alternativa terapéutica en pacientes con
RDPA.

Palabras clave: Octreótide, retinopatía diabética.

Hospital Universitario de Canarias. Servicios de Endocrinología y Oftalmología.


1 Doctor en Medicina y Cirugía.
2 Licenciado en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
Alicia Pareja Ríos
Ofra, s/n La Cuesta
38320 La Laguna (Santa Cruz de Tenerife)
España
PAREJA RÍOS A, et al.

SUMMARY
Aim: Determine the effectiveity of the treatment with Octreotide in the proliferative advanced
diabetic retinopathy (PADR).
Method: After informed consent to the patients, assay treatment with Octreotide in 2 women
28 and 29 years with Diabetes Mellitus type 1, both of 20 years of evolution, with bad meta-
bolic chronic control (HbA1c of 9-15% and 9-10%) and serious systemic repercussions
(PADR with photocoagulation, established nephropathy diabetic and incipient respectively,
diabetic dermopathy, sensitive peripheral neuropathy ). They presented hemovitreous seve-
re precising vitrectomy and 3 surgicals procedures in a case by bleding successive. Octre-
otide would act in PADR inhibitting the secretion of GH and the factors of growth angio-
genyc local factors. Was utilized to dose between 75 and 150 mcg/24h.
Results: In a case exists a very favorable response with back evolution kept over 18 monthes
with decrease of new rebledings and marked recuperation of the visual sharpness. An eye
remains without hemorrhage with proliferation epirretiniana fibrous blocked. The other
with hemovitreous but without ecografics signes of traction retinal detachement nor proli-
feration. In the other case was observed in 6 monthes a marked control of the proliferation
and of to exude. The ecografía abdominal was normal in both. Produced a progressive
decrease of the dose of insulin with episodes of hypoglycemia severe in a case. That pre-
sented, furthermore, improved marked of the nefropathy established.
Conclusions: Octreotide could represent a therapeutic alternative in patients with PADR.

Key words: Octreotide, diabetic retinopathy.

INTRODUCCIÓN El interés que despiertan estos análogos de


la somatostatina en oftalmología se debe a
La somatostatina es una hormona de 14 que hay indicios de que tienen una acción
aminoácidos elaborada en los núcleos hipo- beneficiosa sobre la retinopatía diabética ya
talámicos cuya función es inhibir la libera- sea por su acción inhibitoria sobre la GH3,7 o
ción hipofisaria de hormona de crecimiento sobre factores de crecimiento locales (PDGF,
(GH) y de la TSH (que a su vez estimula la bFGF, IGF-I) que están implicados en la neo-
síntesis de T3 y T4). La somatostatina se angiogénesis (1,2,7). En el tratamiento con
encuentra ampliamente distribuida por el sis- análogos de la somatostatina como el octreo-
tema nervioso central y periférico así como a tide se ha visto que, debido a su efecto sobre
lo largo del tubo digestivo y en el páncreas. la TSH se produce con frecuencia estados
La somatostatina podría actuar a nivel de los hipotiroideos por lo que los pacientes requie-
islotes como un regulador local de su fun- ren tratamiento sustitutivo con tiroxina. La
ción. A pesar de la supresión de la respuesta forma de administración del octreotide de la
de la GH (al ejercicio, a la hipoglucemia, al que se dispone es mediante inyecciones sub-
sueño,...) su secreción basal continúa. La cutáneas por lo que los grupos control no sue-
mínima dosis efectiva es de 1,3 microgra- len recibir tratamiento placebo.
mos/min. En pacientes acromegálicos diabé-
ticos se comprobó con la administración de
somatostatina una mejoría de la tolerancia CASOS CLÍNICOS
hidrocarbonada y una reducción de las dosis
de insulina necesarias para controlar la glu- Paciente 1
cemia. Su vida media es muy corta (alrede-
dor de 4 min), pero se han obtenido análogos Mujer de 30 años de edad entre cuyos
de acción prolongada como la SMS 201-995 antecedentes cabe resaltar: Diabetes Mellitus
o el octreotide. de 21 años de evolución, con múltiples ingre-

62 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 61-65


Tratamiento con octreótide de la retinopatía diabética avanzada

sos por descompensaciones agudas, con mal Paciente 2


control metabólico crónico (HbA1c de 9-
15%), con graves repercusiones sistémicas a Mujer de 29 años con antecedentes de
saber: RDP, nefropatía diabética establecida Diabetes Mellitus tipo MODY vs. 1 de 19
en tratamiento con IECAs (captopril 25 mg años de evolución. Mal control metabólico
1-0-1), dermopatía diabética muy importante crónico (HbA1c 9%). Tratamiento inicial
y polineuropatía sensitiva. Presentaba, asi- con insulina, luego antidiabéticos orales
mismo, mala aceptación de la enfermedad durante 17 años (en Argentina) y nuevamen-
(valorada por el Servicio de psiquiatría en te insulina el último año. Graves repercusio-
1991) y múltiples ingresos por cetoacidosis nes sistémicas con retinopatía diabética pro-
diabética e hipoglucemias (170 días en total). liferativa panfotocoagulada, Nefropatía dia-
Hija de padre diabético tipo 2 con antece- bética incipiente (microalbuminuria de 36 y
dentes personales de: alergia a la penicilina, 72 mg/24 h) y dermopatía diabética muy
asma bronquial autolimitada en la infancia, importante.
dislipemia en tratamiento (Simvastatina), Tras el tratamiento con octreotide se pro-
amenorrea primaria y osteoporosis en trata- dujo un control de la proliferación vascular
miento con difosfonatos y calcio (con densi- muy significativa mejora de la exudación y el
tometría con valores críticos respecto al edema macular influenciada por el octreotide
umbral de fractura). y/o la laserterapia.
Fue por primera vez en nuestro Servicio La evolución de la gudeza visual se puede
en mayo de 1984 presentando una explora- observar en las figuras 1 y 2.
ción oftalmológica dentro de la normalidad,
indicándose controles anuales pero no acu-
diendo a los mismos hasta pasados 4 años
(1989). El estudio oftálmico continúa siendo
normal hasta enero de 1996 en que se detec-
ta una RPNP leve pero con EMCS en ambos
ojos (Av=0,7 AO) requiriendo fotocoagula-
ción focal con láser argón recuperando la Av
de la unidad en ambos ojos. En mayo de
1998 la Av ha declinado y presenta una
RDNP severa con vasculopatía hipertensiva
por lo que se decide iniciar una panfotocoa-
Fig. 1: Evolución
gulación. Tres meses más tarde se aprecian de la agudeza
neovasos papilares en OD y un mes después visual en paciente
se produce el primer hemovítreo costatándo- 1.
se además una isquemia macular importante
en ambos ojos así como pequeñas hemorra-
gias retrohialoideas en ojo izquierdo. En
enero de 1999 se realiza una cirugía vitreo-
rretiniana del ojo derecho produciéndose un
primer resangrado a la semana. A finales de
ese mes se interviene también el OI resan-
grando en marzo de ese año. Dado que la
visión es de bultos en AO se decide reinter-
venir el OD dado que el hemovítreo no se ha
reabsorbido. En agosto de 1999 resangra el
OD y en noviembre de ese mismo año lo
Fig. 2: Evolución
hace el OI. El Servicio de Endocrino del de la agudeza
HUC instaura entonces tratamiento con San- visual en paciente
dostatín. 2.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 61-65 63


PAREJA RÍOS A, et al.

DISCUSIÓN hacia estadios más avanzados (RDP con


CAR) que requieran panfotocoagulación
La administración de SMS 201-995 en (PFC) frente a 12 diabéticos en similares
diabéticos insulino dependientes disminuye estadios usados como grupo control (inci-
la secreción de GH (Plewe y cols), mejora la dencia de progresión de los primeros: 27%
agudeza visual (Shumak y Mallet ) y dismi- frente al 42% de los últimos). En un trabajo
nuye las dosis de insulina necesarias para el antiguo Kirkegaard (11) y cols (1990) no
control glucémico hasta en un 41% (R= aprecian efecto alguno en la progresión de la
46,5-27,3). retinopatía diabética en 7 pacientes con DM
Amann (1) y cols demostraron que el tipo I con RDNP leve-moderada tratados con
octreótide produce un efecto inhibitorio en la octreotide durante 1 año.
proliferación de las células del epitelio pig- En ambos casos presentados la evolución
mentario retiniano bovino cuando se expone tras el tratamiento con octrotide fue muy
un cultivo de dichas células a esta sustancia favorable con una marcada recuperación de
y a factores de crecimiento locales (PDGF, la agudza y funcionalidad visual.
bFGF). En la misma línea, Clemens (6) y
cols observaron una disminución del factor
de crecimiento I insulina-like (IGF-I) y del CONCLUSIONES
nivel de la trombomodulina (marcador del
daño de células endoteliales) en 27 diabéti- El octreótide podría representar una posi-
cos tratados con octreotide. Además consta- bilidad terapéutica en pacientes con retinopa-
taron una disminución en la excreción urina- tía diabética proliferativa avanzada (RDPA)
ria de albúmina (marcador de la disfunción En tratamiento de largo plazo no ha pro-
renal) y en la HbA1c. Por su parte Hyer (7) y vocado efectos secundarios de relevancia
cols estudian a 9 pacientes insulino-depen- Ha sido eficaz en el control sobre todo, de
dientes con retinopatía y a 7 voluntarios nor- los fenómenos hemorrágicos y proliferativos
males y demuestran que el octreótide supri- de la RDPA.
me de forma marcada los niveles de IGF-I Su uso debiera ser muy cuidadoso con una
mientras que sólo disminuye de forma par- intensa monitorización de los niveles de glu-
cial la secreción de GH. cemia para los ajustes de la insulinoterapia
Se han realizado estudios en los que se para evitar las hipoglucemias severas que
pone de manifiesto que el tratamiento con pudieran producirse.
octreótide reduce la incidencia de hemoví- De todas formas, la mejor forma de evitar
treo y por ende la necesidad de cirugía vitre- las graves complicaciones crónicas visuales
orretiniana (8,9). Boehm y cols (2001) con- de la Diabetes es mantener un adecuado con-
taron con nueve pacientes con retinopatía trol metabólico.
diabética proliferativa avanzada a los que se
les puso 100 microgr de octreotide subcutá-
neos y un grupo de nueve diabéticos a los BIBLIOGRAFÍA
que no se les dio placebo y que servían como
controles. Se siguieron un máximo de 3 años 1. Amann J, Kaven C, Spraul CW, Lang GK,
Lang GE. Effect of octreotide combined with
y observaron que el grupo tratado presentó growth factors on proliferation of RPE cells in
un número significativamente menor de vitro. Ophthalmologe 2000 Nov; 97(11): 737-
hemovítreos que los controles. 741
Por su parte Grant (10) y cols van más allá 2. Grant MB, Caballero S, Millard WJ. Inhibition
y utilizan octreótide (200-5.000 microgr/día) of IGF-I and b-FGF stimulated growth of
en 11 pacientes con retinopatía diabética no human retinal endothelial cells by the somatos-
tatin analogue, octreotide: a potential treatment
proliferativa (RDNP) severa o retinopatía for ocular neovascularization. Regul Pept 1993
diabética proliferativa (RDP) sin característi- Oct 20; 48(1-2): 267-278.
cas de alto riesgo (CAR) y constatan un 3. Plewe G, Noelken G, Krause U, Beyer J, del
enlentecimiento en la progresión de la RD Pozo E. Suppression of growth hormone and

64 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 61-65


Tratamiento con octreótide de la retinopatía diabética avanzada

somatomedin C by long-acting somatostatin 8. Boehm BO, Lang GK, Jehle PM, Feldman B,
analog SMS 201-995 in type I diabetes melli- Lang GE. Octreotide reduces vitreous hemorr-
tus. Horm Res 1987; 27(1): 7-12 hage and loss of visual acuity risk in patients
4. Shumak SL, Grossman LD, Chew E, Kozousek with high-risk proliferative diabetic retino-
V, George SR, Singer W, Harris AG, Zinman pathy. Horm Metab Res 2001 May; 33(5): 300-
B. Growth hormone suppression and nonproli- 306.
ferative diabetic retinopathy: a preliminary fea- 9. MB, Mames RN Fitzgerald C, Hazariwala KM
sibility study. Clin Invest Med 1990 Oct; 13(5): et al. Efficacy of octreotide in the therapy of
287-292. severe nonproliferative and early proliferative
5. Mallet B, Vialettes B, Haroche S, Escoffier P, diabetic retinopathy: a randomized controlled
Gastaut P, Taubert JP, Vague P. Stabilization of study. Grant Diabetes Care. 2001 Jan; 24(1):
severe proliferative diabetic retinopathy by 182-183.
long-term treatment with SMS 201-995. Diabe- 10. Grant MB, Mames RN, Fitzgerald C, Hazari-
te Metab 1992 Nov; 18(6): 438-444. wala KM, Cooper-DeHoff R, Caballero S,
6. Clemens A, Klevesath MS, Hofmann M, Raulf Estes KS.The efficacy of octreotide in the the-
F, Henkels M, Amiral J, Seibel MJ, Zimmer- rapy of severe nonproliferative and early proli-
mann J, Ziegler R, Wahl P, Nawroth PP. Octre- ferative diabetic retinopathy: a randomized con-
otide (somatostatin analog) treatment reduces trolled study. Diabetes Care 2000 Apr; 23(4):
endothelial cell dysfunction in patients with 504-509.
diabetes mellitus. Metabolism 1999 Oct; 11. Kirkegaard C, Norgaard K, Snorgaard O, Bek
48(10): 1236-1240. T, Larsen M, Lund-Andersen H. Effect of one
7. Hyer SL, Sharp PS, Brooks RA, Burrin JM, year continuous subcutaneous infusion of a
Kohner EM. Continuous subcutaneous octreoti- somatostatin analogue, octreotide, on early reti-
de infusion markedly suppresses IGF-I levels nopathy, metabolic control and thyroid function
whilst only partially suppressing GH secretion in Type I (insulin-dependent) diabetes mellitus.
in diabetics with retinopathy. Acta Endocrinol Acta Endocrinol (Copenh) 1990 Jun; 122(6):
(Copenh) 1989 Feb; 120(2): 187-194. 766-772.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 61-65 65


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 67-71 ARTÍCULO ORIGINAL

Técnica quirúrgica de debilitamiento


del oblicuo inferior: retroceso con
anteroposición
Inferior oblique weakening techniques: recession
and anterior transposition
PÉREZ BARRERO L1, LOSADA MJ2, NUBEL W3, GONZÁLEZ M4, SÁNCHEZ M2,
GARCÍA M1

RESUMEN
Objetivo: Estudiar la eficacia del retroceso con anteroposición para recomendarla como técni-
ca de elección en la hiperfunción del oblicuo inferior.
Método: Se estudian 56 ojos pertenecientes a 32 pacientes afectos de hiperfunción primaria del
músculo oblicuo inferior. Las edades de los sujetos estaban comprendidas entre 5 y 49 años,
estando el 80% de los casos entre los 6 y 8 años. Del total de pacientes, 27 presentaban agu-
deza visual de la unidad en ambos ojos, 4 tenían agudezas visuales comprendidas entre 0,6
y 0,8, y sólo en 1 caso se observó una ambliopía profunda, con agudeza menor de 0,05. El
defecto de refracción encontrado en la mayoría de los casos (70%) ha sido la hipermetro-
pía. De los 32 pacientes 27 presentaban una hiperfunción bilateral y en los 5 restantes ésta
era monocular. El 78% de los sujetos presentaban un síndrome V asociado. La cirugía de
debilitamiento del oblicuo inferior se realizó en aquellos pacientes con hiperfunción mode-
rada o severa y únicamente se intervinieron aquellos ojos con hiperfunción leve, cuando el
ojo contralateral tenía una hiperfunción moderada o severa.
Resultado: De los 56 ojos intervenidos un 89% evolucionó favorablemente, presentando moti-
lidad ocular normal tras la intervención, quedando un 11% con hiperfunción leve. En los
casos asociados a síndrome alfabético V se observa que un 92% de ellos mejoraban nota-
blemente.
Conclusión: El retroceso con anteroposición del músculo es una técnica quirúrgica debilita-
dora del oblicuo inferior, cuyos resultados son estables en el tiempo, no presentando casi

Hospital Universitario de Canarias.


1 Licenciada en Medicina y Cirugía.
2 Doctor en Medicina y Cirugía.
3 Optometrista.
4 Licenciada en Optometría y Ciencias de la Visión.

Estudio financiado por la Beca FIS EXP: 00/1114.

Correspondencia:
Losada MJ
C/. Heliodoro Rguez. López, 5, 8.º B
38005 Santa Cruz de Tenerife
España
PÉREZ BARRETO L, et al.

complicaciones. Por todo lo anterior, se podría proponer como técnica quirúrgica de pri-
mera elección en la hiperfunción del oblicuo inferior.

Palabras clave: Hiperfunción oblicuo inferior, síndrome V, retroinserción, anteroposición.

SUMMARY
Objective: To study the efficacy of the inferior oblique recess with forward-positioning, in
order to recommend it as the technique of choice in cases of inferior oblique hyperfunction.
Method: 56 eyes from 32 patients with primary inferior oblique hyperfunction were examined.
Patient age ranged from 5 to 49 years. 80% of the patients were between 6 and 8 years old.
27 patients had 1.0 visual acuity in both eyes, 4 had visual acuity between 0.6 and 0.8 and
just one case had deep amblyopia, with visual acuity less than 0.05. The refractive error in
most cases was hyperopia. Out of the 32 cases, 27 had bilateral inferior oblique hyperfunc-
tion, the other 5 cases were monocular. 78% of the patients had an associated «V» syndro-
me. Inferior oblique weakening surgery was carried out in those cases with severe or mode-
rate hyperfunction. Surgery was performed in those cases with slight hyperfunction only
when the contralateral eye had moderate or severe hyperfunction.
Results: 89% of the 56 operated eyes had a favourable evolution, with normal motility after
surgery, 11% were left with a slight hyerfunction. There was stability of the surgical results,
without important variations on the inferior oblique hyperfunction and V syndrome over
time.
Conclusions: The recess and forward-positioning of the muscle is an effective surgical techni-
que that weakens the inferior oblique and which results are stable over time and presents
little complications. Therefore, it may be established as a first choice surgical technique for
the inferior oblique hyperfunction.

Key words: Inferior oblique overaction, V-pattern, recession, aterior transposition.

INTRODUCCIÓN génitas, aunque también puede presentarse


en endotropías adquiridas e incluso en las
La hiperfunción del músculo oblicuo infe- acomodativas, siendo menos frecuente su
rior es un fenómeno muy frecuente en la asociación con las exotropías. De menor
patología estrabológica, que se caracteriza incidencia son las hiperfunciones secunda-
por una hiperelevación del ojo en adducción rias del músculo oblicuo inferior, que suelen
y en el campo de acción del músculo oblicuo estar producidas por una parálisis del múscu-
inferior (fig. 1). lo oblicuo superior ipsilateral o del músculo
Está presente de forma primaria entre el recto superior contralateral.
63% (1) y el 78% (2) de las endotropías con- Con frecuencia los pacientes afectos de la
hiperfunción del oblicuo inferior presentan
también un síndrome alfabético V.
El diagnóstico diferencial de esta entidad
se debe de realizar con el Síndrome de Dua-
Fig. 1: ne y con la D.V.D., aunque esta última tam-
Hiperfunción
primaria del
bién puede asociarse a la hiperfunción del
músculo oblicuo oblicuo inferior.
inferior. Posición El propósito del presente estudio es valo-
diagnóstica. rar las hiperfunciones primarias y valorar el
68 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 67-71
Técnica quirúrgica de debilitamiento del oblicuo inferior: retroceso con anteroposición

retroceso con anteroposición del oblicuo hiperfunción leve, cuando el ojo contralate-
inferior como técnica quirúrgica de elección. ral tenía una hiperfunción moderada o seve-
ra.
La técnica quirúrgica utilizada sistemáti-
MATERIAL Y MÉTODO camente en todas las intervenciones fue un
retroceso con anteroposición, que consiste
Se han estudiado un total de 56 ojos perte- en que una vez desinsertado el músculo
necientes a 32 pacientes afectos de hiperfun- oblicuo inferior, se marca un punto situado
ción primaria del músculo oblicuo inferior. a 5 mm hacia atrás del borde inferior de la
Las edades de los sujetos estaban com- inserción del recto externo y desde dicho
prendidas entre 5 y 49 años, estando el 80% punto hacia abajo, paralelo al limbo, calcu-
de los casos entre los 6 y 8 años. lamos un segundo punto en el que se va a
Del total de pacientes, 27 presentaban reinsentar el músculo. Según el grado de
agudeza visual de la unidad en ambos ojos, 4 hiperfunción, la medida para obtener ese
tenían agudezas visuales comprendidas entre segundo punto será: si es leve (4 mm), si es
0,6 y 0,8, y sólo en 1 caso se observó una moderada (6 mm) y si es severa (8 mm),
ambliopía profunda, con agudeza menor de quedando este último muy cerca de la inser-
0,05. ción del recto inferior. El anclaje muscular a
El defecto de refracción encontrado en la la esclera se hizo siempre con un solo pun-
mayoría de los casos (70%) ha sido la hiper- to (fig. 2).
metropía En el postoperatorio se hizo un seguimien-
En la muestra estudiada el 16% de los to del paciente durante al menos un año. Los
pacientes presentaban hiperfunción aislada resultados obtenidos se basan en las medidas
de los oblicuos inferiores y el 84% restante realizadas al mes, a los 6 meses, y al año de
se asociaba con un estrabismo horizontal la intervención.
(9% con exotropías, 75% con endotropías).
Además el 78% de todos los pacientes, pre-
sentaban previo a la intervención un Síndro- RESULTADOS
me Alfabético V.
De los 32 pacientes 27 presentaban una Del total de oblicuos inferiores debilitados
hiperfunción bilateral y en los 5 restantes (56 ojos), el 89% evolucionaron a una moti-
ésta era monocular. lidad normal quedando un 11% con hiper-
La cirugía de debilitamiento del oblicuo función leve (fig. 3).
inferior se realizó en aquellos pacientes con Si agrupamos los resultados según el tipo
hiperfunción moderada o severa y única- de estrabismo previo a la cirugía se observa
mente se intervinieron aquellos ojos con (tabla I):

Fig. 2: Retroceso
con
anteroposición: se
desinserta el
oblicuo inferior,
marcamos un
punto situado 5
mm hacia atrás de
la inserción de
recto externo y
desde ese punto
hacia abajo,
paralelo al limbo
calculamos el 2.º.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 67-71 69


PÉREZ BARRETO L, et al.

Fig. 3: En la foto elongación en «z» y anteroposición. La


superior se retroinserción ha sido y probablemente es
observa la todavía, la técnica quirúrgica más
hiperfunción
frecuentemente utilizada desde que fuera pro-
evidente y tras la
cirugía se puede puesta por White en 1943 (3). Actualmente
ver en foto las variantes son numerosas (4, 5). Las mio-
inferior, una tomías y la elongación en «z» son procedi-
motilidad normal. mientos que actualmente deben de ser
Esto lo hemos empleadas con menos frecuencia. La miecto-
encontrado en el mía y la miectomía con denervación, son las
89% de nuestros
casos. técnicas que en principio tienen un mayor
poder corrector, pero no están exentas de
inconvenientes como son su irreversibilidad
• Sujetos con hiperfunción aislada o aso- o la evidente imposibilidad para regularla en
ciada a exotropía mejoraron tras la cirugía función de la intensidad del debilitamiento
en el 100% de los casos. requerido.
• Sujetos con hiperfunciones asociadas a En el presente estudio se ha utilizado de
endotropías, el 88% mejoraron totalmente y forma sistemática el retroceso con anteropo-
el 12% quedaron con una hiperfunción leve. sición del músculo obteniendo, al igual que
• Sujetos con síndrome alfabético V aso- otros autores (6,7), buenos resultados, pues
ciado, el 92% mejoraron totalmente y en el en pacientes con hiperfunción del oblicuo
8% persistió un síndrome V leve. inferior, síndrome V asociado y ausencia de
• Sujetos con hiperfunción de un solo ojo, D.V.D., la técnica a emplear dependerá
el 60% presentaron mejoría total y el 40% exclusivamente del grado de hiperfunción. Si
mostró una hiperfunción leve en el ojo no existe además una alteración vertical en posi-
operado y mejoría en el intervenido. ción primaria de la mirada y ésta puede
Se observa en el estudio evolutivo de los explicarse por asimetría en la función del
pacientes una estabilidad de los resultados oblicuo inferior, probablemente se corrija
quirúrgicos, no habiendo variaciones a lo lar- también con la cirugía asimétrica de debilita-
go del tiempo en cuanto al componente de miento (8).
hiperfunción de oblicuo inferior y síndrome Se observa que en las cirugías monolatera-
V. les aparecen secundariamente hiperfuncio-
En nuestra serie no se han encontrado nes del oblicuo inferior no intervenido. En
complicaciones quirúrgicas relevantes. nuestra serie esto ocurrió en el 40% de los
casos, pero Wilson (1) habla de un 75% y
Antón de un 67% (9). Por tanto creemos que
DISCUSIÓN es conveniente realizar cirugía bilateral, aun-
que no necesariamente simétrica.
En la literatura existen múltiples técnicas Los resultados de la corrección de la
debilitadoras del oblicuo inferior entre las hiperfunción no se vieron influidas por la
que podemos citar: miotomía, miectomía o corrección al mismo tiempo del componente
miectomía con denervación, retroinserción, horizontal.

Tabla I. Se muestra la relación de resultados si agrupamos los pacientes según el tipo de estrabismo previo a la
cirugía

Total 56 ojos intervenidos Mejoría Hiperfunción leve

Hiperfunción aislada o asociada a exotropía 100%


Hiperfunciones asociadas a endotropías 88% 12%
Síndrome alfabético V asociado 92% 8%
Hiperfunción de un solo ojo (cirugía monolateral) 60% 40% hiperfunción en el ojo no intervenido

70 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 67-71


Técnica quirúrgica de debilitamiento del oblicuo inferior: retroceso con anteroposición

CONCLUSIÓN cirugía de debilitamiento del Oblicuo Inferior.


Acta estrabológica 1984; 12: 71-79.
6. May MA, Beauchmam PGR, Price RL. Reces-
El retroceso con anteroposición del obli- sion and Anterior Transposition of the Inferior
cuo inferior es una técnica eficaz a efectos de Oblique for Treatment of Superior Oblique
corregir el componente de hiperfunción de Palsy. Graefe´s Arch Clin Exp Ophthal 1988;
oblicuos inferiores y síndrome alfabético V, 226: 407-409.
siendo estable en el tiempo y no presentando 7. Cañamares Sánchez S, Piñon Nosquera R,
casi complicaciones. Calonge Cano M.: Evaluaci6n de la anteroposi-
ción reglada del oblicuo inferior. Arch. Soc.
Esp. oftalmología. 1990; 58: 269-274.
8. Mims JL, Wood RL. Bilateral Anterior Trans-
BIBLIOGRAFÍA position of the Inferior Oblique. Arch Ophthal,
Chicago 1989; 107: 41-44.
1. Wilson ME, Parks MM. Primary Inferior Obli- 9. Anton A, Aranberri J, Buznego L, Ponce F,
que Overaction in Congenital Esotropia, Acco- Rguez JM. Técnicas quirúrgicas de debilita-
modative Esotropia and Intermitent Esotropia. miento del oblicuo inferior. Estudio comparati-
Ophthalmology 1989; 96: 950-957. vo. Estudio comparativo. Arch. Soc. Esp. Oftal-
2. Hunter LR, Parks MM. Response of Coexisting mología 1993; 64: 67-74.
Underacting Superior Oblique Muscle to Inferior 10. Mateos JN, Orduña E, Guinerá V, Sevilla J, A-
Oblique Weakening. Journal of Pediatric Opht- maya C, Cardona L. Nuestros resultados con la
halmology and Strabismus. 1990; 27: 74-79. anteroposición reglada del oblicuo iaenor. Acta
3. Whitem JW. Recession of the Inferior Oblique Estrabológica 1991; 93-96.
Muscle. Opthal, Chicago 1943; 29: 10033. 11. Berard PV, Querá MA, Roth A, Spielman A,
4. Apt L, Call NB. Iferior Oblique Muscle Reces- Woillez N. Chirugie des estrabismes. Soc.
sion. Amer J Ophthal 1978, 85: 95-100. Francesa de oftalmología.
5. Roríguez Sánchez JM, García Marcos M, 12. Galán Terraza A y col. Acta estrabológica.
Gómez de Liaño P. Consideraciones sobre la 1994; 91-104.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 67-71 71


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 73-75 ARTÍCULO ORIGINAL

La contraincisión en la cirugía de
cataratas
The contraincision in cataract surgery
PÉREZ SILGUERO MA1, PÉREZ SILGUERO D1, PÉREZ HERNÁNDEZ FR1,
BERNAL BLASCO I2, JIMÉNEZ GARCÍA A2

RESUMEN
Objetivo: Valorar el papel de la contraincisión en el manejo del astigmatismo corneal.
Material y método: Se evaluaron 12 ojos, con un astigmatismo corneal superior a 1,5 dioptrías
e inferior a 3,5 dioptrías.
Siempre se realizó la contraincisión en córnea clara opuesta a la incisión principal de la faco-
emulsificación, aplanando el eje más curvo.
Resultados: Todos los pacientes mejoraron de su astigmatismo corneal, tras un seguimiento
entre 5 y 9 meses tras la cirugía. La reducción del astigmatismo corneal osciló entre 0,50
D. y 1,50 D., excepto en un caso que se quitó 2,25 D.
En todos los casos se pudo realizar la contraincisión de forma segura, sencilla y eficaz.
Conclusión: La contraincisión en la cirugía de la facoemulsificación es una técnica sencilla,
con buenos resultados, económica, relativamente predictible y con escasa regresión. Es útil
para astigmatismos moderados.

Palabras clave: Contraincisión, astigmatismo y cornea.

SUMMARY
Objective: To study the effectiveness of contraincision in corneal astigmatism.
Material and method: 12 eyes with corneal astigmatism between 1.5 and 3.5 dioptries.
The contraincision was performed in clear cornea, in area opposite to principal incision, flatte-
ning the more curved axis.
Results: The astigmatism changed in all cases, with a reduction between 0.50 and 1.50 D.
(2.25 in one eye). The contraincision was always easy, safe and effectiveness.

Centro Insular de Oftalmología. Hospital Materno Infantil. Hospital General de Buenos Aires.
1 Doctor en Medicina y Cirugía.
2 Licenciado en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
Miguel Ángel Pérez Silguero
C/. Colmenares, 10, 3 A
35003 Las Palmas de Gran Canaria
E-mail: psilgueroma@terra.es
PÉREZ SILGUERO MA, et al.

Conclusion: In phacoemulsification, contraincision is an easy and economic technique to


resolve moderate astigmatism. Good results are obtained with it, and it is quite stable.

Key words: Contraincision, astigmatism and corneal.

INTRODUCCIÓN RESULTADOS
La cirugía más ampliamente realizada en Fueron los siguientes:
oftalmología es la cirugía de la catarata. En
dicha intervención se busca como objetivo, Prequirúrgico Postquirúrgico
no sólo eliminar la opacidad del cristalino,
sino conseguir la emetropía. 1 +2,75 -2,00 a 160º -0,50 -0,50 a 156º
Con biómetros altamente especializados, y 2 -4,00 -3,50 a 12º -2,00 a 0º
usando fórmulas de última generación se 3 -2,25 -1,50 a 90º Neutro
obtiene una refracción esférica postcirugía 4 +1,50 -2,00 a 37º -0,25 -1,50 a 30º
próxima a 0 dioptrías. La dificultad estriba en 5 +0,50 -2,75 a 18º -0,50 a 12º
conseguir la independencia de las gafas cuan- 6 +3,0 -3,00 a 17º -0,50 -1,50 a 9º
do el paciente presenta un astigmatismo cor- 7 -8,0 -2,00 a 30º +0,50 -0,50 a 17º
neal importante. Para solventar dicho proble- 8 -6,0 -3,50 a 40º -1,50 a 33º
ma se realizan procedimientos muy variados, 9 -2,25 -2,50 a 77º -0,50 -1,50 a 75º
tales como: incisiones arcuatas (1,2), Lasik 10 +2,00 -3,00 a 12º -1,50 a 0º
postcirugía (3), lentes intraoculares tóricas 11 +4,00 -1,50 a 5º -0,50 a 0º
(4-6) y Contraincisión quirúrgica (7-9). 12 +5,00 -1,75 a 18º +0,50 -0,50 a 30º
El objetivo de nuestro trabajo es valorar el
papel que puede desempeñar la contrainci-
sión en la modificación del astigmatismo Todos los pacientes mejoraron de su astig-
corneal tras cirugía de la catarata o tras cris- matismo corneal, tras un seguimiento entre 5
talino transparente. y 9 meses tras la cirugía.
La reducción del astigmatismo corneal
osciló entre 0,50 D. y 1,50 D., excepto en un
MATERIAL Y MÉTODO caso que se quitó 2,25 D.
En todos los casos se pudo realizar la con-
Se incluyeron 12 ojos de 8 pacientes dife- traincisión de forma segura,sencilla y eficaz.
rentes, que presentaban un astigmatismo cor-
neal superior a 1,5 dioptrías, sin astigmatis-
mo cristaliniano. DISCUSIÓN
Siempre se usó el mismo método en todos
los ojos para valorar la eficacia de dicho pro- La cirugía de cataratas es, hoy en día, ciru-
cedimiento. Dicho método consistía en reali- gía refractiva. Se busca la ausencia de correc-
zar la incisión de la facoemulsificación en el ción óptica postcirugía. Dicho objetivo es
meridiano mas curvo, con el cuchillete de 2,8 complicado cuando existe astigmatismo ele-
mm, que luego se ampliaba hasta 3,2 mm vado.
para introducir la LIO. La contraincisión se Existen múltiples posibilidades para con-
realizaba opuesta a la incisión del faco, para seguir la emetropía.
terminar de alisar el meridiano más curvo, y — La realización del Lasik tras tres
siempre con la lente intraocular introducida y meses de la cirugía de la catarata proporcio-
la cámara anterior llena de viscoelástico. na un método muy eficaz para solucionar, no
El eje se comprobaba con el queratómetro sólo el astigmatismo residual, sino el compo-
automático, la refracción subjetiva del nente esférico remanente. Sin embargo, es
paciente y topografía corneal. una técnica muy cara para el paciente (3).
74 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 73-75
La contraincisión en la cirugía de cataratas

— Las incisiones arcuatas se realizan en buenos resultados, económica, relativamente


el mismo acto quirúrgico de la cirugía de la predictible y con escasa regresión. Es útil
catarata, exigiendo para su perfecta realiza- para astigmatismos moderados.
ción, profundizar hasta un 90% en el espesor
corneal con una extensión variable, según el
astigmatismo previo. Sin embargo, es una
técnica reversible y poco predictible (1,2). BIBLIOGRAFÍA
— Las lentes intraoculares tóricas situadas
1. Muller-Jensen K, Fischer P, Tan M. Paralimbic
en cámara posterior han dado buenos resulta- relaxing incisions for reduction of astigmatism
dos (silicona-staar AA4203 TF o AA4203TL), within the scope of cataract surgery. Klin
aunque presentan el incoveniente de rotarse. Monatsbl Augenheilkd.2000 nov; 217(5): 257-
Cuando esto ocurre, si la rotación es mayor de 262.
15º debe de recolocarse la LIO en la primera 2. Oshika T, Sugita G, Tanabe T, Tamidokoro A,
semana postcirugía (3). Se pueden combinar Amuno S. Regular and irregular astigmatism
after superior versus temporal scleral incision
varias técnicas para corregir astigmatismos
cataract surgery. Ophthalmology 2000 Nov;
muy severos (lentes tóricas intraoculares e inci- 107(11): 2049-2053.
siones corneales) (5). No obstante, su uso se 3. Zaviv T, Epstein RJ.Astigmatism management.
está extendiendo también en la corrección de Int Ophthalmol Clin. 2000 summer; 40 (3):
astigmatismos postqueratoplastia, para evitar el 183-198.
manejo del transplante y su posible rechazo (6). 4. Till JS, Yoder PR Jr, Wilcox TK, Spielman
Se está introduciendo también la lente tórica de JL.Toric intraocular lens implantation: 100 con-
secutives cases. J Cataract Refract. Surg. 2002
cámara anterior artisán, llevando en la actuali- Feb; 28(2): 295-301.
dad en España la línea de investigación José 5. Gills JP. Treating astigmatism at the time of
Luis Güell, (en vías de publicación). cataract surgery. Curr Opm Ophthalmol. 2002
— La contraincisión se realiza de forma Feb; 13 (1): 2-6.
sencilla, suponiendo bajo coste al paciente, 6. Tehrani M, Schwenn O, Dick HB. Toric intrao-
aunque el rango de actuación es limitado cular lens to correct high astigmatism after
penetrating keratoplasty. Klin Mona lsbl
(7,8). Se recomienda realizarla con la cáma- Augenheilkd. 2001 Dec; 218 (12): 795-799.
ra anterior llena de viscoelástico y la lente 7. Nichamin LD. Opposite clear corneal incisions.
intraocular introducida en el saco (9). J Cataract Refract Surg. 2001 Jan; 27(1): 7.
8. Lever J, Dahan E. Opposite clear corneal inci-
sions to correct pre-existing astigmatism in
cataract surgery. J Cataract Refractive
CONCLUSIÓN Surg.2000 Jun; 26(6): 803-805.
9. Rosen ES. Opposite clear corneal incisions. J
La contraincisión en la cirugía de la faco- Cataract Refract Surg. 2000 Jun; 26 (6): 789-
emulsificación es una técnica sencilla, con 790.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 73-75 75


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 77-81 ARTÍCULO ORIGINAL

Cirugía del hilo en la incomitancia


lejos-cerca
Fadenoperation in the far-near unconcomitance
SÁNCHEZ MÉNDEZ M1, LOSADA CASTILLO MJ1, PÉREZ BARRETO L2,
NUBEL W3, GONZÁLEZ HERNÁNDEZ M4, MESA LUGO F2

RESUMEN
Objetivo: Estudiar la cirugía del hilo como indicación terapéutica en la incomitancia lejos/cerca.
Método: Una muestra de 74 pacientes (33 mujeres y 41 hombres) de edad media 7 años, han
sido diagnosticados de incomitancia lejos/cerca e intervenidos con la técnica del hilo modi-
ficada por De Decker. A 31 pacientes se les ha practicado cirugía monolateral y a 43 pacien-
tes cirugía bilateral.
Resultado: Se consideró muy buen resultado si el paciente quedaba en ortotropía lejos/cerca,
buen resultado si el ángulo residual era < de 6 grados y mal resultado si el ángulo residual
era > de 6 grados. Teniendo en cuenta el total de los pacientes de la muestra estudiada un
90% de ellos mejoraron el ángulo de lejos y un 81% el ángulo de cerca; quedando con
malos resultados un 10% para lejos y un 19% para cerca. La única complicación que pudi-
mos observar fue un caso de granuloma reactivo al material de sutura. Un 12% de los
pacientes recuperaron la visión estereoscópica.
Conclusión: La cirugía del hilo es una buena técnica a considerar como de primera elección
en la incomitancia lejos/cerca, por sus buenos resultados y sus bajas complicaciones.

Palabras clave: Cirugía del hilo, incomitancia lejos/cerca,

SUMMARY
Objective: To study the thread surgery as therapeutic indication in far/near unconcomitance.
Method: A sample of 74 patients (33 women and 41 men) of average age 7 years have been
diagnosed of far/near unconcomitance and operated on with the thread technique modified
by De Decker. 31 patients were operated on a monolateral surgery and 43 on bilateral sur-
gery.

Hospital Universitario de Canarias.


1 Doctor en Medicina y Cirugía.
2 Licenciada en Medicina y Cirugía.
3 Optometrista.
4 Licenciada en Optometría y Ciencias de la Visión.

Correspondencia:
Losada MJ
C/. Heliodoro Rguez. López, 5, 8.º B
38005 Santa Cruz de Tenerife
España
SÁNCHEZ MÉNDEZ M, et al.

Result: The result was considered as very good if the patient was in far/near orthotropiae, good
if the residual angle was < 6 degrees and bad if the residual angle was > degrees. 90% of
the total sample recovered the far angle and 81% the near angle; remaining with bad results
10% for far and a 19% for near vision. The only complication we could observe was a case
of reactive granuloma to the physical suture. A 12% of the patients recovered the stereos-
copic vision.
Conclusion: The thread surgery is a good technique to be considered as a firsts choice in the
far/near unconcomitance because of its good results and its scarce complications.

Key words: Fadenoperation, unconcomitance far/near.

INTRODUCCIÓN rota, los músculos se contraen y relajan y el


arco de contacto se alarga o acorta (fig. 1) (3).
La cirugía del Hilo es presentada por Cüp- La cirugía del hilo va a actuar por tanto
pers, por primera vez en 1973, produciendo eliminando el arco de contacto al crear una
en el campo estrabológico una auténtica nueva inserción anatómica retroecuatorial y
revolución (1). Como toda nueva técnica en consiguiendo con esto reducir la efectividad
principio, las indicaciones fueron numero- del músculo y su campo de acción, pero no
sas. afecta a la desviación en la posición primaria
Pasados los años se empieza a recolectar de la mirada o a la acción del antagonista del
un alto número de fracasos debido precisa- músculo operado (fig. 2) (4).
mente a una incorrecta indicación de esta En este trabajo se estudian un grupo de
cirugía, llegando a una conclusión importan- pacientes diagnosticados de incomitancia
te: la cirugía del hilo no se puede plantear lejos/cerca, los cuales fueron tratados con la
como una técnica quirúrgica que soluciona técnica del hilo.
todo, pero sí es una cirugía que nos permite
abordar con garantía ciertos tipos de estra-
bismos (2). MATERIAL Y MÉTODO
Normalmente, para que el movimiento
ocular se efectúe sobre un eje, es necesario Se han revisado los resultados quirúrgicos
que entre el músculo y la esclera, exista un en 74 pacientes diagnosticados de incomitan-
Fig. 1: El arco arco de contacto, definiéndose éste como la cia lejos-cerca a los que se les ha practicado
de contacto es la distancia comprendida entre la inserción ana- la cirugía del hilo, según la técnica de De
distancia tómica del músculo y el punto en el que por Decker (fig. 3). El material de sutura emple-
comprendida
entre la inserción
primera vez el músculo toca a la esclera ado fue Dacron 5/0 con aguja semicircular
escleral (denominado inserción fisiológica). Esta dis- (R-3), colocando los puntos entre 12 y 14
anatómica (a y c) tancia no es constante, ya que depende de la mm desde la inserción anatómica (fig. 4).
y el punto en el posición del ojo. Cuando el globo ocular De los 74 pacientes 33 eran mujeres y 41
que por primera eran hombres. La edad media fue de 7 años.
vez el músculo El error refractivo más frecuentemente
toca a la esclera,
denominada
encontrado (85%) fue una hipermetropía, la
inserción cual no afectaba básicamente a la incomitan-
fisiológica. cia lejos-cerca.
Cuando el globo Se ha clasificado a los pacientes en 2 gru-
ocular rota, los pos, según se le haya practicado cirugía del
músculos se hilo mono o binocular. El criterio para deci-
contraen y
relajan y el arco
dir si la cirugía del hilo se hacía monocular o
de contacto se binocular fue la existencia de una dominan-
alarga o acorta. cia fuerte. Si existía alternancia siempre se

78 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 77-81


Cirugía del hilo en la incomitancia lejos-cerca

hizo cirugía bilateral, planteándose este tipo Fig. 2: El


de cirugía en aquellos pacientes en los que la desplazamiento
diferencia del ángulo entre lejos y cerca hacia atrás de la
inserción de un
supera los 5º o lo que es lo mismo, las 10 músculo produce
dioptrías prismáticas. una disminución
En 31 pacientes se realiza cirugía de hilo de la tensión en
monocular, y en 43 pacientes cirugía de hilo reposo, y reduce
binocular. el arco de
contacto
disminuyendo la
fuerza torsiona
del músculo (a).
RESULTADOS Si a la
considerándolo como mal resultado. En retroinserción se
Según la efectividad de la cirugía se han cuanto al ángulo de cerca, mejoraron un 81% le asocia una
considerado tres grupos. Un primer grupo en de todos los pacientes, presentándose un mal miectomía (b) el
los que el ángulo residual es mayor de 6º resultado en un 19% de los casos. músculo se tensa
evitando
lejos/cerca (L/C), un segundo grupo en el En nuestra casuística no hemos obtenido divergencias
que el ángulo es menor de 6º (L/C) y un ter- complicaciones importantes, habiéndose postquirúrgicas.
cer grupo en el que el ángulo es de 0º o lo observado únicamente un caso de un granu- Esto se logra
que es lo mismo ortotropía (L/C). En el gru- loma reactivo al material de sutura (fig. 5). igual suturando el
po de pacientes intervenidos con cirugía Asimismo, cabe destacar que un 12% de músculo a la
monolateral se observaron los siguientes los pacientes recuperaron incluso la visión esclera (c), sin
resultados: en ortrotopía se encontraban un necesidad de
estereoscópica.
miectomía.
16% de lejos y un 7% de cerca. Con un ángu-
lo residual < de 6º quedaron un 23% de lejos
y un 27% de cerca. Por último observamos
con ángulo residual > de 6º un 3% de los
pacientes para lejos y un 8% para cerca. En
el segundo grupo, pacientes intervenidos
binocularmente, los resultados fueron: en
ortrotopía quedaron un 19% para lejos y un
12% para cerca. Con ángulo residual < de 6º
se observaron un 32% para lejos y un 35%
para cerca; y con ángulo > de 6º se encontra-
ron un 7% para lejos y un 11% para cerca.
Si se unifican los resultados de los dos
grupos se puede decir que un 35% de los
pacientes estaba en ortotropía de lejos y un
19% de cerca. Asimismo, se observó que un
55% de pacientes presentaban un ángulo
residual <6º de lejos y un 62% de cerca. Por
último un 10% de pacientes presentaron un
ángulo residual >6º para lejos y un 19% para Fig. 3:
cerca. Modificación de
Si se considera como buen resultado cuan- De Decker a la
do el paciente se encuentra en ortotropía técnica de
postcirugía, y cuando el ángulo residual es < Cüppers. Los
de 6º, se puede decir que un 90% de todos los puntos no se
colocan en el
pacientes intervenidos mejoraron el ángulo
vientre muscular,
para lejos. Del total, un 10% de pacientes no sino en los
mejoraron sustancialmente (ángulo > 6º), bordes.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 77-81 79


SÁNCHEZ MÉNDEZ M, et al.

ras en los bordes del músculo, con lo cual


dejan libre el vientre respetando la vasculari-
zación muscular y por otra parte actúan sobre
una esclera más gruesa obviándose así el
peligro de perforación (3). En nuestros casos
se ha utilizado esta última técnica (fig. 3).
Las indicaciones de esta cirugía derivan de
la acción fundamental de esta técnica: crear
una paresia artificial, la cual no tiene efecto
en la posición primaria de la mirada, siendo
progresiva y exponencial. Esto significa que
el hilo actúa cuando el ojo intenta girar hacia
el territorio del músculo intervenido. Ade-
más, también actúa siguiendo la ley de
Fig. 4: Se aísla el Hering, aumentando los impulsos inervacio-
músculo recto y se nales sobre el músculo yunta (agonista con-
miden de 12 a 14 tralateral). Esta técnica también posee un
mm desde su
efecto «adherencial».
inserción
anatómica, lugar Lo que se pretende con la técnica del hilo
donde se sutura es reducir o eliminar la variabilidad del
con puntos en los ángulo.
bordes Según la mayoría de los autores, una de
musculares. Sutura las indicaciones más importantes de la ciru-
empleada Dacron
gía del hilo es la incomitancia lejos/cerca.
5/0.
Como todo el mundo sabe, esta incomitancia
es posicional en relación con la distancia de
fijación y no es acomodativa, es decir son
pacientes sin influencia alguna de la refrac-
DISCUSIÓN ción. En estos casos el ángulo de cerca es
mayor que el ángulo de lejos en al menos 10
La técnica original de la cirugía del hilo
dioptrías prismáticas (5º). Los pacientes
consistía en desinsertar el músculo sistemáti-
estudiados en el presente trabajo presentaban
camente, realizando una retroinserción y
dicha patología.
colocando los puntos de sutura en el vientre
Se han encontrado distintos trabajos (5,6)
muscular: Técnica de Cüppers (1). Esta téc-
en los que destacan que se obtienen resulta-
nica es modificada posteriormente por De
dos buenos (ángulo <6º) al realizar la cirugía
Decker y Conrad, los cuales colocan las sutu-
del hilo en incomitancia lejos/cerca. Kauf-
man en 1982 habla que en un 74% de sus
casos obtiene buenos resultados (6). Si esto
lo contrastamos con nuestros casos (buen
resultado: 90% de lejos y 81% de cerca)
podemos también definirla nosotros como
una técnica eficaz.
Además de la indicación anteriormente
comentada, también hay que citar otras como
Fig. 5: el nistagmus, estrabismo de ángulo variable,
Granuloma D.V.D., síndromes paréticos y afines, síndro-
postquirúrgico.
mes de Duane y Brown y las fijaciones
Complicación
encontrada en uno excéntricas (2,7,9).
de nuestros Esta cirugía tiene pocas complicaciones,
pacientes. pero como en cualquier intervención quirúr-

80 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 77-81


Cirugía del hilo en la incomitancia lejos-cerca

gica pueden aparecer. Caben destacar la BIBLIOGRAFÍA


posibilidad de lesionar las venas vorticosas,
ya que se está trabajando a 14 mm de limbo. 1. Cuppers C. The so-called «fadenoperation»
También se han descrito lesiones musculares, (surgical correction by well-defined changes in
are of contact). I fells, P, editor: Second Con-
desgarros esclerales, midriasis, perforacio- gress of the international Strabismological
nes oculares con alteraciones retinianas, Association. Marseilles, 1976, Diffusion Gene-
expulsiones del hilo, miositis entre otras. En rale de Librairie; 395-400.
nuestros casos la complicación más frecuen- 2. von Noorden GK. : Indications of the posterior
temente encontrada ha sido la formación de fixation operation in strabismus, Ophthalmo-
granulomas, coincidiendo con muchos otros logy 1978; 85: 512-520.
3. Pastor Jimeno JC. El Hilo Hoy. Ed. Mayo, S.A.
autores.
1987.
4. Helveston EM. Estrabismo- Atlas de Cirugía.
Ed. Médica Panamericana S.A. 1986. Cáp. 10:
CONCLUSIÓN 223-229.
6. Kaufmann. Strabismus Simposium. Amster-
dam, 1982.
Por todo lo expuesto anteriormente pode- 7. González de Liaño F, Gómez de Liaño P,
mos concluir que la cirugía del hilo es una téc- Gómez de Liaño R, Rodríguez Sánchez JN.
nica con pocas complicaciones y buenos Cirugía Experimental de la Faden-operación.
resultados en casos como la incomitancia Acta Estrabológica 1986; 71-74.
lejos-cerca. Ésta puede utilizarse como trata- 8. Berard P, Queré MA, Roth A, Spielinan A,
miento único o acompañando a la cirugía con- Woillez M. Ponencia Sociedad Francesa de
Oftalmología: Chirurgie des Strabismes. 1984;
vencional, evitando así realizar una cirugía 265-286.
más agresiva (mayores retro o resecciones) 9. Prieto Díaz J, Souza Díaz C: Estrabismo 1986;
y/o la evolución a exotropias posquirúrgicas. 86, 171-176, 418-419.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 77-81 81


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 83-86 CASO CLÍNICO

Terapia ortóptica en paciente con


síndrome de Brown secundario a
cirugía del oblicuo superior.
A propósito de un caso
Orthoptic theraphy in patient with Brown
syndrome secondary to surgery of the superior
oblique. A case report
FERNÁNDEZ DEL COTERO JN1, PORTELA CAMINO JA2,
VELARDE RODRÍGUEZ JI3, ALONSO JUÁREZ E4, VÉLEZ LASSO E2

RESUMEN
Objetivo: Mostrar la eficacia de la terapia ortóptica en un paciente con diplopía inconcomi-
tante debida a síndrome de Brown post-quirúrgico.
Material y métodos: Se empleó la terapia ortóptica para conseguir visión binocular sin pris-
mas en paciente con inconcomitancia vertical por síndrome de Brown.
Resultados: El paciente es capaz de fusionar sin corrección prismática en todas las posiciones
de mirada salvo en supraversión. El paciente se muestra satisfecho con el resultado de la
terapia consiguiendo mantener la visión binocular constante elevando ligeramente la cabe-
za.
Conclusiones: La terapia ortóptica puede ser una herramienta eficaz como solución parcial en
aquellos pacientes con síndrome de Brown en los que una reintervención no está indicada.

Palabras clave: Oblicuo superior, síndrome de Brown, diplopía, terapia prismática, terapia
ortóptica.

Instituto Cántabro de Oftalmología. Instituto Salmantino de Oftalmología.


1 Doctor en Medicina y Cirugía. Instituto Cántabro de Oftalmología.
2 Óptico Optometrista. Instituto Cántabro de Oftalmología.
3 Licenciado en Medicina y Cirugía. Instituto Cántabro de Oftalmología.
4 Licenciado en Medicina y Cirugía. Instituto Salmantino de Oftalmología.

Correspondencia:
Instituto Cántabro de Oftalmología
Menéndez Pelayo, 48
39006 Santander
España
FERNÁNDEZ DEL COTERO JN, et al.

SUMMARY
Objective: To show the efficacy of orthoptic therapy in a patient with incommitant diplopia
after an acquired Brown syndrome secondary to superior oblique surgery.
Material and methods: The goal of the orthoptic therapy is to achieve binocular vision (wit-
hout prisms) in a patient with incommitant diplopia due to a secondary Brown Syndrome.
Results: The patient has binocular vision without the help of prisms in all positions except for
supraversion. He is satisfied with the result, being able to avoid diplopia by lifting his chin
in supraversion.
Conclusions: The orthoptic therapy can be a good help as a partial solution to those cases with
acquired Brown Syndrome in which surgery is not suitable.

Key words: Superior oblique, Brown syndrome, diplopia, prism therapy, orthoptic therapy.

INTRODUCCIÓN este momento cuando el paciente acude a


nuestra consulta.
El síndrome de Brown es una alteración de El examen realizado muestra un ligero
la motilidad ocular que se manifiesta por una astigmatismo miópico con visiones de 10/10
restricción de la elevación en aducción. Pue- en ambos ojos con corrección.
de ser congénito o adquirido, constante o Con la corrección prismática el paciente
intermitente (1). no percibe diplopía en posición primaria de
Se han utilizado distintas técnicas quirúr- mirada (PPM), pero sí en dextroversión,
gicas para su solución, con resultados varia- supraversión e infraversión. El resto de la
bles (2-4). Presentamos la eficacia de la tera- exploración es normal.
pia ortóptica en un caso de síndrome de El examen estrabológico confirma el sín-
Brown adquirido secundario a cirugía drome de Brown de ojo izquierdo, con difi-
mediante plegamiento de oblicuo superior. cultad en la elevación en aducción de tres
cruces y de una cruz en abdución. También el
recto medio está afectado, presentando un
CASO CLÍNICO síndrome adherencial que le impide funcio-
nar normalmente en dextroversión (fig. 1).
Paciente varón de 39 años de edad con El ojo izquierdo presenta una hipotropía
pólipo en seno esfenoidal izquierdo y paráli- de 8 Dp en PPM que se convierte en hiper-
sis secundaria de oblicuo superior de ojo tropía de 2 Dp en infraversión.
izquierdo. La solución prismática es insuficiente por
Tras la retirada del pólipo la parálisis no la inconcomitancia en la desviación, por lo
remitió por lo que se planteó la solución qui- que planteamos la terapia ortóptica con la
rúrgica. finalidad de intentar reducir la potencia pris-
Se le intervino realizándose una retroin- mática necesaria para conseguir fusión en el
serción del recto inferior del ojo derecho y mayor campo binocular.
un plegamiento de oblicuo superior de ojo Colocamos un prisma de Fresnell en sec-
izquierdo apareciendo un síndrome de ción de 8 dp base superior delante de ojo
Brown. Se vuelve a reintervenir realizándose izquierdo, con el borde inferior del prisma a
una retroinserción del oblicuo superior de la altura del párpado inferior, fusionando el
ojo izquierdo (5). paciente en PPM pero con diplopía en ver-
El resultado de esta segunda intervención siones laterales e infraversión (fig. 2).
no fue satisfactorio por lo que el estrabólogo Comenzamos la terapia ortóptica con la
decidió prescribir un prisma tallado de 10 Dp finalidad de mejorar las vergencias vertica-
base superior delante de ojo izquierdo. Es en les, horizontales y torsionales. El paciente
84 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 83-86
Terapia ortóptica en paciente con síndrome de Brown secundario a cirugía del oblicuo superior. A propósito de un caso

Fig. 1: Se
aprecia
claramente el S.
Brown de ojo
izquierdo.

acude a nuestra consulta dos días a la sema- Fig. 2: Paciente


na durante una hora diaria. Realiza ejercicios con prisma de
ortópticos con sinoptóforo, estereoscopios Fresnell de 8 Dp
tipo Whestone y Brewster, láminas vectográ- base superior en
sección delante de
ficas y regla de apertura de Vodnoy.
ojo izquierdo. El
El paciente desarrolla de manera óptima paciente es capaz
su capacidad vergencial disminuyendo la de fusionar en
hipotropia en PPM a 4 Dp y desapareciendo PPM, pero
la hipertropía en infraversión. Cambiamos el percibe diplopía
prisma de Fresnell a 4Dp en sección conti- en versiones
nuando con los ejercicios vergenciales. laterales y
verticales.
Tras 2 meses de terapia ortóptica el
paciente presenta ortoforia en PPM y en
La valoración subjetiva del paciente así
infraversión, por lo que es capaz de fusionar
como la mejoría en los valores objetivos de
en todas las posiciones de mirada salvo en
la desviación nos animan a seguir trabajando
supraversión. Para evitar la diplopía en esta
en esta línea planteando la posibilidad de
posición se dan consejos posturales, reco-
recuperar afecciones semejantes con dichas
mendándole al paciente levantar ligeramente
técnicas.
la cabeza cuando experimente diplopía (fig.
3).
CONCLUSIONES
DISCUSIÓN
La terapia ortóptica puede ser una herra-
mienta eficaz como solución parcial en aque-
La terapia ortóptica ha resultado clara-
llos pacientes con síndrome de Brown en los
mente exitosa en este caso, el paciente es
que una reintervención no está indicada.
capaz de fusionar sin prismas en todas las
posiciones de mirada salvo en supraversión.
Debido a las complicaciones post-quirúr-
gicas que contraindicaban claramente una Fig. 3: El
nueva intervención la única posibilidad de paciente es capaz
recuperar parcialmente la visión binocular es de fusionar en
la terapia ortóptica. PPM,
Los ejercicios vergenciales desarrollan las dextroversión,
vergencias fusionales horizontales, verticales levoversión e
infraversión,
y torsionales, compensando el paciente la percibiendo
desviación trópica mediante movimientos diplopía en
fusionales. supraversión.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 83-86 85


FERNÁNDEZ DEL COTERO JN, et al.

AGRADECIMIENTOS Valls Ferran I, Villarejo Díaz –Maroto I. Afila-


miento del oblicuo superior en el síndrome de
Brown «plus». Resultados. Arch. Soc. Esp.
A Paula García Antón por su colaboración Oftalmol, 2000; 75: 29-34.
en la elaboración del manuscrito. 3. Harcourt B. Superior oblique muscle surgery.
Aust J Ophthalmol 1984; 12: 167-169.
4. Morris RJ. Scott WE, Keech RV. Superior obli-
cue tuck surgery in the managament of superior
BIBLIOGRAFÍA oblique palsies. J Pediatr Ophtalmol Strabismus
1992; 29: 337-346.
1. Wilson ME, Eustis HS Jr, Parks MM. Brown´s 5. Sprunger DT, von NoordenGK, Hevelston EM.
syndrome. Surv Ophthalmol 1989; 34: 153-172. Surgical results in Brown syndrome. J Pediatr
2. Merino Sanz P, Gómez de Liaño Sánchez P, Ophalmol Strabismus 1991; 28: 164-167.

86 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 83-86


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 87-90 CASO CLÍNICO

Traumatismo endotelial por


contusión con petardos
Endothelial trauma due to a firework contusion
GÓMEZ ME1, FERNÁNDEZ S2, GONZALVO FJ2, SÁNCHEZ A1, BRITO C1

RESUMEN
Los traumatismos oculares no perforantes muestran un buen pronóstico, pero pueden dar lugar
a lesiones visualmente muy invalidantes, aunque no exista solución de continuidad en el
globo ocular. Presentamos los casos de dos varones jóvenes, que fueron afectados por la
onda de choque de un petardo sobre el ojo, manifestándose como dolor e intensa disminu-
ción de la agudeza visual. En la exploración se observó la existencia de edema corneal con
desprendimiento de la membrana de Descemet e hifema grado I, pero sin existir recesión
angular. El tratamiento fue conservador, evolucionando favorablemente hasta la normaliza-
ción en aproximadamente un mes de tiempo.

Palabras clave: Contusión endotelial, agresión ocular.

SUMMARY
Although the non-perforating ocular trauma have usually got a favourable prognosis, they may
lead to a variable combination of invalidating lessions. We report the two young men cases
who suffered a firework struck on one of their eyes, clinically manifested as pain and loss
of visual acuity. Corneal edema with Descemet's membrane curling and hyphema grade I
were showed, but no anterior chamber angle recession was found. Conservative treatment
was instaured and complete eye-recovery obtained in about one month time.

Key words: Endothelial trauma, ocular injury.

Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.


1 Doctor en Medicina y Cirugía.
2 Licenciado en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
M.E. Gómez Arenas
C/. del Río, 98
58020 San Juan de Mozarrifar (Zaragoza)
España
GÓMEZ ME, et al.

INTRODUCCIÓN visual (AV) (cuenta dedos —CD— a 2m).


Exploración: erosiones en piel de párpado supe-
La contusión de la córnea, además de cau- rior derecho y dorso de la nariz. Córnea: defec-
sar una abrasión, puede dañar el endotelio tos epiteliales con fragmentos de pólvora, desin-
causando una insuficiencia funcional. Y aun- serción central de la membrana de Descemet en
que las lesiones no perforantes del globo ocu- «huellas de serpiente», pliegues y edema (fig.
lar muestran un buen pronóstico, pueden 1). En cámara anterior (CA), hifema grado I
encontrarse lesiones visualmente invalidantes. (fig. 2) y Tyndall hemático ++, pero sin existir
Las causas típicas de contusión corneal recesión angular. Presión intraocular (PIO): 24
incluyen, fundamentalmente, impactos con mmHg. En fondo de ojo (FO) se observa sólo
elementos de tamaño variable, pero a gran sangre en cavidad vítrea, sin lesiones en retina.
velocidad [pelotas, piedras, air-bags (1),
etc.]. Las actividades más frecuentemente
implicadas en este tipo de traumatismos son Caso n.º 2
los juegos y actividades de ocio, seguidos
por los accidentes del hogar. En general, son Varón de 55 años de edad, que durante una
más frecuentes en el sexo masculino y en celebración festiva sufrió traumatismo con
menores de 40 años (2). petardo en el OD, refiriendo dolor y dismi-
nución de AV (CD a 20 cm). Exploración:
hematoma palpebral inferior. Erosión epite-
CASOS CLÍNICOS lial corneal central con pliegues en el sector
temporal de la membrana de Descemet (fig.
Caso n.º 1 3). En CA no hay recesión angular, pero sí
hifema grado I y Tyndall hemático ++ (fig.
Varón de 36 años de edad, que sufrió trau- 4). PIO 16 mmHg. FO: turbidez de medios.
matismo con un petardo en el ojo derecho (OD), En ambos casos, el tratamiento se realizó
refiriendo dolor y disminución de agudeza con midriáticos, oclusión ocular inicial, cor-
ticoides tópicos y reposo relativo, evolucio-
nando favorablemente hasta la recuperación
completa de la AV y normalización de las
estructuras anatómicas (figs. 5 y 6) en apro-
ximadamente un mes.

DISCUSIÓN
Fig. 1: Edema
corneal central en
El traumatismo del endotelio puede producir
«huellas de
serpiente» edema corneal. Pero también es posible el desa-
(caso n.º 1) rrollo de lesiones asociadas, como recesión
angular (1), iritis traumática, hifema y subluxa-
ción o luxación del cristalino (3). En este tipo de
traumatismos contusos sobre el globo ocular, el
polo posterior sólo se involucra en el 10% de los
casos, la mayoría hemovítreo (como nuestro
primer paciente) con o sin edema retiniano.
Mientras que el traumatismo superficial es
frecuente, el traumatismo endotelial es
Fig. 2: Edema mucho menos común. El daño endotelial pue-
corneal e hifema de ser localizado o difuso y se produce si el
grado I endotelio y/o el iris es empujado contra el
(caso n.º 1). cristalino. El estiramiento corneal o los efec-
88 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 87-90
Traumatismo endotelial por contusión con petardos

tos de la onda de choque pueden acompañar a


la lesión endotelial. El resultado es la disfun-
ción endotelial con edema corneal subsi-
guiente. Las lesiones no penetrantes por obje-
tos a alta velocidad pueden causar pequeñas
lesiones endoteliales de forma anular.
Traumatismos más severos pueden provo-
car roturas de la membrana de Descemet. Por
ejemplo, en indentaciones importantes de la Fig. 3: Edema
córnea, utilización de fórceps en el trabajo corneal localizado
(caso n.º 2).
del parto o estiramientos corneales (buftal-
mus o queratocono), donde pueden eviden-
ciarse enrollamientos de la Descemet hacia
el estroma y edema corneal agudo grave.
En general, la función endotelial se recu-
pera con el tiempo. Dependiendo de la gra-
vedad del daño, el edema corneal puede tar-
dar varios días en resolverse. Los corticoste-
roides tópicos y los fármacos hiperosmóticos
pueden ayudar a disminuir la inflamación y
el edema, tal y como sucedió en los casos Fig. 4: Hifema
aquí presentados. Si no se ha roto la mem- grado I y Tyndall
brana de Descemet, la córnea puede aclarar- hemático
se por completo, sin opacidad residual (caso n.º 2).
(resultado final en los dos traumatismos que
presentamos) o con turbidez mínima o mode-
rada. Después de una rotura de la membrana
de Descemet, el edema corneal cede en los
casos típicos, pero en general queda una
cicatrización corneal residual significativa.
El microscopio especular muestra la dis-
rupción endotelial como manchas oscuras.
En el estudio anatomopatológico realizado
en botones corneales obtenidos en querato- Fig. 5: Midriasis
plastias se observa ausencia de células endo- farmacológica y
teliales en el lugar del traumatismo (4). edema residual
evolutivo en
La exploración clínica muestra un anillo
paciente n.º 1.
grisáceo en la córnea posterior conocido
como «huellas de serpiente» (figs. 1-3). En el
estudio con microscopio especular, la ede-
matización de las células endoteliales apare-
ce como unas manchas oscuras en el endote-
lio. La apariencia puede simular las guttas de
la distrofia de Fuchs (5), pero a diferencia de
la misma, la contusión endotelial traumática
es una situación reversible y las pseudoguttas
son regulares en el tamaño y no se asocian a
presencia de pigmento. El edema corneal se
Fig. 6:
resuelve a medida que las células endotelia- Normalización de
les llenan, por desplazamiento e incremento estructuras en
del tamaño, el defecto inicial de la córnea. paciente n.º 2.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 87-90 89


GÓMEZ ME, et al.

Generalmente no es necesario ningún tipo tusion and angle recession caused by an airbag.
de tratamiento cuando las células endotelia- Br J Ophthalmol 1996; 80(5): 487.
les se alargan y cubren los defectos. Si exis- 2. Traumatismos oculares graves en España: fac-
tores epidemiológicos, estudio de las lesiones y
te inflamación secundaria, hay que instaurar medidas de prevención. Grupo para el Estudio
tratamiento antiinflamatorio. En el hidrops Multicéntrico de los Traumatismos Oculares en
agudo, suero hipertónico; y cuando el edema España, 1994.
es persistente, queratoplastia por fallo endo- 3. McDermott ML. Corneal endothelium. In:
telial. A veces también puede ser útil el uso Yanoff M, Duker JS. Ophthalmology. London;
de lentes de contacto terapéuticas. 1999; 5.3.8.
4. Roberson MC, Wicheta WE. Endothelial loss in
corneal concussion injury. Ann Ophthalmol,
1985; 17(8): 457-460.
5. Brooks AMV, Gillies WE. Differentiation of
BIBLIOGRAFÍA posterior polymorphous dystrophy from other
posterior corneal opacities by specular micros-
1. Michaeli-Cohen S, Neufeld M, Lazar M, Geyer copy. Ophthalmology, 1989; 96(11): 1639-
O, Haddad R, Kashtan H. Bilateral corneal con- 1645.

90 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 87-90


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 91-93 CASO CLÍNICO

Un caso de retinopatía de Purtscher


unilateral
Unilateral Purtscher retinopathy. Case report
MARTÍN MOLINA J1, LÓPEZ MUÑOZ D2, NACLE CHAPERO A2,
MARTÍN CARRETERO G2, GUIRADO ALMANSA J2

RESUMEN
Presentamos los hallazgos clínicos y oftalmoscópicos de un paciente de 36 años diagnosticado
de retinopatía de Purtscher unilateral tras un traumatismo torácico.
Se discuten los factores etiopatogénicos.

Palabras clave: Retinopatía de Purtscher, traumatismo torácico.

SUMMARY
We present the clinical and ophthalmoscopic finding of a men 36 years old with unilateral
Purtscher retinopathy following chest trauma.
The etiopathogenic factors are discussed.

Key words: Purtscher retinopathy, chest trauma.

INTRODUCCIÓN Posteriormente se ha asociado con otros


tipos de traumatismos como son aquellos que
La retinopatía de Purtscher fue descrita comprimen el tórax, las fracturas de huesos
por primera vez en 1910 por Purtscher, quien largos, lesiones en deceleración (retinopatía
publicó los hallazgos clínicos y oftalmoscó- del látigo, whiplash, y shaken baby síndro-
picos de dos pacientes que habían sufrido un me), anestesia retrobulbar e inyecciones de
traumatismo craneoencefálico grave, descri- esteroides en la órbita. La gravedad de los
biendo exudados algodonosos, hemorragias traumatismos que provocan la alteración reti-
y edema en el polo posterior (1). niana es variable, siendo típica la aparición

Servicio de Oftalmología del Hospital Torrecárdenas. Almería.


1 Doctor en Medicina y Cirugía.
2 Licenciado en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
Daniel López Muñoz
Avda. La Estación, 16, 6.º B
04005 Almería
España
MARTÍN MOLINA J, et al.

de los síntomas a los dos días tras el trauma visuales, por lo que fue visto en nuestra con-
y la bilateralidad en su afección ocular. sulta. El examen oftalmológico reveló una
También se han publicado hallazgos oftal- A.V. en O.D.= 0,6, siendo normal en O.I.
moscópicos similares en distintas enferme- Segmento anterior normal en ambos ojos,
dades: pancreatitis aguda, lupus eritematoso T.O. 12 mm Hg en A.O. No presentaba alte-
sistémico, dermatomiositis, insuficiencia raciones pupilares. En el examen oftalmos-
renal crónica, Sida, embolismo por líquido cópico (fig. 1) observamos en el ojo derecho
amniótico y tras el parto. múltiples zonas redondeadas blanquecinas,
Describimos los hallazgos clínicos, oftal- algunas confluyentes, que rodean al disco
mológicos y angiográficos en un paciente óptico, de aspecto normal, así como alguna
con un traumatismo torácico. hemorragia retiniana, la retina ecuatorial y
periférica no mostraron alteraciones, el O.I.
no presenta hallazgos patológicos. La AFG
CASO CLÍNICO reveló zonas de no perfusión capilar y pérdi-
da de contraste de las arteriolas y capilares
Examinamos a un paciente varón de 36 peripapilares en el O.D., siendo normal en el
años que tras sufrir un traumatismo toraco- O.I. Al mes del accidente la AV es de 0.9, y
abdominal derecho (al volcar un tractor), con oftalmoscópicamente aparece un ligero ede-
compresión pulmonar, presentó pérdida de ma en fase de resolución (fig. 2). A partir de
visión en su ojo derecho. No presentó hemo- los hallazgos clínicos el paciente fue diag-
tórax ni neumotoráx, aunque sí una fractura nosticado de retinopatía de Purtscher unilate-
costal derecha. No tenía antecedentes médi- ral, presentación poco frecuente.
cos ni oftalmológicos de interés. A los 3 días
del traumatismo se quejó de alteraciónes
DISCUSIÓN
La retinopatía de Purtscher consiste en
Fig. 1:
infartos multiples de la capa de fibras nervio-
Retinografía del
ojo derecho donde sas y hemorragias superficiales alrededor del
se aprecian nervio óptico, lesiones habitualmente limita-
múltiples zonas das al polo posterior. La etiología es diversa:
redondeadas traumatismos múltiples, craneal, fractura
blanquecinas que malar, heridas faciales, trauma torácico, con
rodean al disco cinturón de seguridad, por airbag, anestesia
óptico, así como
alguna
retrobulbar y enfermedades que provocan un
hemorragia cuadro similar (purtscher-like retinopathy)
retiniana. como pancreatitis, hemodiálisis, enfermeda-
des autoinmunes, sida, fallo renal crónico,
aneurisma cardíaco, posparto.
Se tiene un conocimiento incompleto de la
patogénesis de la respuesta ocular. Purtscher,
en 1912, sugiere una extravasación linfática
por un incremento brusco de la PIC, poste-
riormente se han postulado diversos meca-
Fig. 2: nismos fisiopatológicos: reflujo venoso por
Retinografía del compresión intratorácica, embolismo arterio-
mismo ojo al mes
lar por aire o graso, microembolismo sanguí-
del accidente
donde sólo se neo (2,3) y fuerzas mecánicas que actuaría
observa un ligero sobre la interfase vítreo-retina. Kelley (4)
edema en fase de describe los hallazgos angiográficos en un
resolución. paciente con retinopatía de Purtscher tras
92 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 91-93
Un caso de retinopatía de Purtscher unilateral

compresión torácica una hora después de mediante el paso de aire al torrente sanguí-
producirse, hallando pérdida de contraste neo como consecuencia del traumatismo pul-
microvascular y no un cierre significativo de monar o bien por embolización grasa conse-
los capilares. Él concluye que el daño del cuencia de la fractura costal.
endotelio vascular resulte del incremento de Consideramos que es una patología que
presión intraluminal. Burton (5), sin embar- debe ser más estudiada, pues se desconoce
go, presentando varios casos de retinopatía con exactitud su fisiopatología, que podría
unilateral argumenta en contra de un aumen- ser uno o varios de los mecanismos expues-
to de la presión hidrostática en las venas, tos. Dada la gran cantidad de procesos pato-
pues según él provocaría una afectacón simé- lógicos que la pueden causar (traumatismos
trica de los dos ojos. Más recientemente, y distintas enfermedades) esta retinopatía
Gaurav (6), en lesiones oculares relaciondas debe ser conocida no sólo por oftalmólogos,
con el airbag insiste en el reflujo venoso sino por todos los médicos, como causa de
como causa de la retinopatía en relación con pérdida visual.
los traumatismos torácicos.
Las teorías que proponen embolismo arte-
riolar (por aire y por grasa) son las que están BIBIOGRAFÍA
más avaladas por estudios experimentales en
animales, en los cuales, mediante emboliza- 1. Purtscher O. Noch unbekannte Befunde nach
ción, se reproducen cuadros similares a la Schädeltrauma. Ber Versamml d. Ophth
retinopatía de Purtscher. La activación de la Gesellsch 1910; 36: 294-307.
2. Blodi BA. Johnson MW. Gass JD. Fine SL. Jof-
fracción del complemento C5 se ha relacio- fe LM. Purtscher's-like retinopathy after child-
nado con el inicio de la agregación intravas- birth. Ophthalmology. 1990; 97: 1654-1659.
cular en pequeños vasos en enfermedades 3. Behrens-Baumann W. Scheurer G. Schroer H.
que provocan retinopatías tipo Purtscher Pathogenesis of Purtscher's retinopathy. An
(7,8). La alteración de la microcirculación experimental study. Graefes Arch Clin Exp
coroidea también puede contribuir en la Ophthalmol. 1992; 230: 286-291.
4. Kelley JS. Purtscher retinopathy related to chest
génesis de este cuadro, como se ha demos- compression by safety belts. Fluorescein angio-
trado mediante angiografías con verde indo- graphic finding. Am J Ophthalmol 1972; 74:
cianina (9). 278-283.
En nuestro paciente, el traumatismo con 5. Burton TC. Unilateral Purtscher retinopathy.
aumento de la presión torácica derecha Ophthalmology 1980; 87: 1096-1105.
podría haber provocado un reflujo en el sis- 6. Gaurav k, Shah, Penne R, Grand G. Purtscher’s
Retinopathy secundary to Airbag injury. Retina
tema venoso que ocasionaría un daño proba-
2001; 21: 68-69.
blemente endotelial, responsable de oclusión 7. Snady JL, Morse PH. Retinopathy associated
microvascular e isquemia de manera secun- with acute pancreatitis. Am J Ophthalmol 1985;
daria. Al ser el traumatismo torácico en el 100: 246-251.
lado derecho, podría ser una coincidencia, o 8. Stoumbos VD, Klein ML, Goodman S. Purts-
bien que de algún modo el aumento de pre- cher's-like retinopathy in chronic renal failure.
Ophthalmology 1992; 99: 1833-1839.
sión derecha se hubiera transmitido solamen-
9. Gómez-Ulla F, Fente B, Torreiro MG, Salorio
te al retorno venoso derecho, ocasionando la MS, González F. Choroidal vascular abnorma-
unilateralidad del cuadro. Los hallazgos clí- lity in Purtscher's retinopathy shown by indoc-
nicos de nuestro paciente también se podrían yanine green angiography. Am J Ophthalmol
explicar mediante embolización aérea, 1996; 122: 261-263.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 91-93 93


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 95-99 CASO CLÍNICO

Retinopatía en enfermo con anemia


falciforme. A propósito de un caso
Drepanocitic retinopathy. Case report
MARTÍN CARRETERO G1, LÓPEZ MUÑOZ D1, ROMERO MARTÍNEZ F1,
DURBÁN ARMENTERAS R1, MARTÍN MOLINA J2

RESUMEN
Presentamos los hallazgos clínicos y oftalmoscópicos de un varón de raza negra de 23 años con
retinopatía drepanocítica.
Se discuten los factores etiopatogénicos y el aumento de la enfermedad en nuestro medio debi-
do a factores demográficos.

Palabras clave: Retinopatía drepanocítica, anemia falciforme, drepanocitosis.

SUMMARY
We present the clinical and ophthalmoscopic findings of a colored man 23 years old with dre-
panocitic retinopathy.
The etiopathogenic factors are discussed and the disease increasement due to demographics
factors.

Key words: Drepanocitic retinopathy, falciform anemia, drepanocitosys.

INTRODUCCIÓN En ella, y a causa de una hemoglobina


mutada, existen hematíes anómalos en forma
La anemia falciforme o drepanocitosis es de hoz. La mutación de la Hemoglobina
una hemopatía que se caracteriza por ser una adulta normal por la sustitución en el 6.º pép-
anemia hemolítica, congénita y crónica que tido en una o ambas cadenas beta, del Ácido
afecta mayoritariamente a enfermos de raza Glutámico por: Valina (Hemoglobina S), o
negra. Lisina (Hemoglobina C), provoca una poli-

Servicio de Oftalmología del Hospital Torrecárdenas. Almería.


1 Licenciado en Medicina y Cirugía.
2 Doctor en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
Daniel López Muñoz
Avda. La Estación, 16, 6.º B
04005 Almería
España
MARTÍN CARRETERO G, et al.

merización de la molécula cuando se desoxi- Los pacientes SC presentan una anemia


gena: (Desoxihemoglobina). moderada y raras crisis drepanocitarias, por
La menor solubilidad de la forma reducida el contrario éstas son las formas oculares
de esta hemoglobina da lugar a la síntesis de más severas.
una red gelatinosa de polímeros fibrosos lla- En la afectación ocular, todos los segmen-
mados cuerpos tactoides que provocan la tos del ojo pueden verse implicados. En el
deformidad del eritrocito que adopta formas polo anterior pueden encontrarse modifica-
de media luna con brazos alargados: El Dre- ciones del aspecto de los capilares conjunti-
panocito. Estos cambios provocan dos altera- vales, excepcionalmente una atrofia iridiana
ciones cardinales: La hemolisis producida secundaria a oclusión de los capilares del
por un aumento de la fragilidad y el fenóme- mismo.
nos de vaso-oclusión por dificultad mecánica En el polo posterior: el examen del fondo
para atravesar las paredes de los vasos de de ojo puede poner en evidencia anomalías
pequeño calibre. que suelen depender del área donde el calibre
Desde el punto de vista semiológico, de las arteriolas se hace más angosto. Así
padecen la enfermedad entre el 0,3 y el 1,5% podemos encontrar agregados de glóbulos
de los individuos de raza negra homocigotos. rojos en los pequeños vasos de la superficie
Entre el 8 y el 13% son heterocigotos y no la de la papila, o un aspecto brillante de la
padecen pero la transmiten. Su expresividad región perimacular por la afectación de las
es variable, desde sujetos con trastornos arcadas perifoveales.
leves a graves alteraciones. En casos excepcionales puede producirse
Los drepanocitos atraviesan vasos finos una embolia de la arteria central de la retina
con dificultad o no los atraviesan en absolu- o de alguna de sus ramas principales.
to. Si la velocidad con que estos hematíes Las anomalías más evidentes suelen
son retirados de la sangre circulante excede a hallarse en la retina periférica, en el área
la capacidad de la médula ósea para susti- donde el calibre de las arteriolas se hace más
tuirlos, aparece una anemia hemolítica. La pequeño en su alejamiento de la papila.
obstrucción de los vasos por las células falci- Podemos ver la enfermedad en diversos esta-
formes provoca infartos repetidos que afec- dios: 1) Oclusiones arteriolares periféricas,
tan a todos los órganos y sistemas con circu- 2) Anastomosis arteriovenosas periféricas, 3)
lación lenta y con tensión de O2 y pH bajos, Neovascularización prerretiniana, 4) Hemo-
especialmente al bazo, pulmones, riñón y rragia vítrea. Por tanto el examen de la retina
cerebro. También se afectan tejidos con periférica puede poner en evidencia cual-
pequeñas arteriolas terminales, entre ellos la quier aspecto del cortejo semiológico propio
Cabeza del fémur y los ojos. de la isquemia retiniana, así pueden percibir-
Hay varios factores que influyen en la se hemorragias rojo-naranja (manchas color
evolución de la drepanocitosis: infecciones, salmón), pequeñas lesiones refringentes
fiebre, deshidratación y disminución del (manchas iridiscentes), o manchas pigmenta-
pH. rias periféricas (black sunburst).
Son típicas las llamadas crisis drepanoci- Los neovasos pueden visualizarse bajo la
tarias que consisten en una crisis dolorosa o forma de pequeñas líneas onduladas (sea
infártica. Se caracterizan por dolor óseo fans). Estos neovasos prerretinianos pueden
intenso, que puede durar días o incluso ser planos, pero lo más común es que estén
semanas que se acompañan de fiebre y don- sobreelevados, dando lugar a un riesgo
de no hay cambios en la concentración de la importante de fractura y hemorragia vítrea
hemoglobina. subsiguiente.
Estas manifestaciones sistémicas son más En angiografía, las hemorragias y las man-
frecuentes en casos de pacientes homocigóti- chas pigmentarias hacen un efecto pantalla.
cos SS, apareciendo más raramente en En estadios más avanzados pueden observar-
pacientes heterocigóticos AS o AC salvo en se anastomosis arteriovenosas que delimitan
condiciones de severa hipoxia. la zona de retina periférica no perfundida.

96 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 95-99


Retinopatía en enfermo con anemia falciforme. A propósito de un caso

El déficit de perfusión capilar puede ser


importante, afectando a toda o a una gran
parte de la periferia retiniana. Los neovasos
se visualizan muy bien en la angiografía con
formaciones prerretinianas que adoptan la
forma de abanico o de paraguas. La mayor
parte de las retinopatías son de gravedad
moderada. No obstante, las hemorragias Fig. 1: AFG que
vítreas pueden aparecer habitualmente en muestra una
pacientes que presentan una hemoglobinopa- perfusión normal
tía del tipo SC. del polo posterior.
Las formas más severas entre éstas, pue-
den complicarse con un desprendimiento de
retina traccional a veces asociado a desga-
rros.

CASO CLÍNICO
Examinamos a un paciente varón, de 23
años, de procedencia subsahariana y de raza
negra, que nos es remitido por el servicio de A
hematología con diagnóstico de anemia fal-
ciforme.
El paciente acudió al hospital tras sufrir
una crisis con fiebre, dolores óseos y mial-
gias. El proceso se desencadenó tras estar
varias horas trabajando en un invernadero.
Tras el oportuno estudio se tipó la enferme- Fig. 2: AFG del
dad como drepanocitosis y el incidente como mismo ojo donde
se aprecian
de crisis drepanocitaria. La anamnesis reveló intensos signos
la existencia de crisis similares desde la edad isquémicos en los
de siete años. 360° a partir de la
B
Nos fue remitido para despistaje de pato- media periferia.
logía ocular.
Asintomático oftalmológicamente, la
exploración en principio fue anodina con una
agudeza visual normal con su corrección, sin
anomalías reseñables en polo anterior, y nor-
motensión ocular. El examen del fondo en
midriasis reveló un polo posterior normal,
pero los hallazgos periféricos mostraban sig-
nos evidentes de proliferación neovascular,
por lo que se procedió a una exploración
angiofluoresceínica con el siguiente resulta-
do:
El polo posterior mantenía una perfusión
normal (fig. 1), pero a partir de un determi- Fig. 3: AFG
nado nivel y comenzando desde media peri- donde se observan
feria se apreciaba una zona con intensos sig- shunts arterio-
nos isquémicos afectando a los 360º del fon- venosos.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 95-99 97


MARTÍN CARRETERO G, et al.

do (figs. 2a y 2b). El área isquémica tenía un


límite bastante preciso que coincidía con la
disminución del grosor de los capilares.
Podían apreciarse claramente shunts arterio-
venosos en el límite de la isquemia (fig. 3).
Existían abundantes penachos neovasculares
en forma de sombrilla o abanico (figs. 4-8).

DISCUSIÓN
4
No existe un verdadero diagnóstico dife-
rencial ante una rarefacción capilar periféri-
ca asociada a una neovascularización prerre-
tiniana en pacientes de raza negra. El aspec-
to angiográfico puede confundirse con una
Enfermedad de Eales o una arteritis retiniana
con dilatación arterial múltiple. La drepano-
citosis es igualmente una de las etiologías
clásicas de las estrías angioides.
En cuanto a las alteraciones del polo ante-
rior por su banalidad no precisan tratamien-
5
to.
El tratamiento de la patología retiniana es
el propio de la isquemia retiniana. Una vez
detectada mediante angiografía fluoresceíni-
ca se debe proceder, siempre que la transpa-
rencia de los medios lo permita, a la fotoco-
agulación con láser Argón para silenciar las
áreas afectadas. La neovascularización pre-
rretiniana debe ser tratada mediante fotocoa-
gulación del territorio isquémico adyacente.
La modalidad del tratamiento es comparable
a la de una fotocoagulación panretiniana, con
impactos entre 200 y 500 micras de spot, de
6 0,1 segundos de duración y con una intensi-
dad moderada. Este tratamiento resulta pre-
ferible a la oclusión directa del vaso nutricio
de la membrana neovascular.
Las hemorragias intravítreas obligan rara-
mente a practicar una vitrectomía, ya que en
la mayoría de los casos puede esperarse a su
resolución espontánea para poder fotocoagu-
lar.
Cuando la hemorragia vítrea es irreducti-
Figs. 4-8: AFGs ble puede recurrirse a la crioterapia transes-
que muestran la
abundancia de
cleral de la retina periférica, aunque esta téc-
penachos nica tiene detractores que avisan del aumen-
neovasculares en to de la fibrosis vítrea inducida por la conge-
forma de sombrilla 7 lación y el aumento del riesgo de desprendi-
o abanicos.

98 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 95-99


Retinopatía en enfermo con anemia falciforme. A propósito de un caso

miento traccional de la retina. Estos últimos


abogan por practicar una vitrectomía y endo-
fotocoagulación si la hemorragia vítrea impi-
de la fotocoagulación durante un período
superior a cuatro meses.
En los casos de desprendimiento traccio-
nal de la retina deberá recurrirse siempre a la
vitrectomía.
En los últimos treinta años muchos avan-
ces han reducido la incidencia de pérdida
visual debida a esta retinopatía. El uso de la
laserterapia y de las técnicas de vitrectomía
han mejorado el pronóstico enormemente.
El desarrollo de técnicas para detectar pre-
cozmente los factores de riesgo tales como la
hipoxia o la aparición de neovasos en su fase Fig. 8.
inicial permite un tratamiento selectivo de
los pacientes con alto riesgo.
Serán precisas investigaciones para deter- Registro Español de drepanocitosis en niños.
Dra. Ángeles Cantalejo. Hospital Gregorio
minar los factores celulares y reológicos que Marañón. Madrid.
contribuyen a la oclusión vascular, así como 3. Manejo básico extrahospitalario de la anemia
el establecimiento de medidas terapéuticas falciforme. Dr. Joaquín Duarte. Hospital de la
encaminadas a reducir la falciformación y las Plana. Villarreal (Castellón).
oclusiones secundarias a ésta. 4. Angiografía fluoresceínica y láser. F Gómez
Se revelan potencialmente esperanzadoras Ulla. B. Corcóstegui. LXIV ponencia de la SEO
1988
modalidades de tratamiento por los hemató- 5. Dean J, Schechter AN. Sickle cell anemia:
logos tales como el incremento de los niveles molecular and cellular bases of therapeutic
de hemoglobina F para reemplazar las cade- approaches. N Engl J Med 1978; 299: 752.
nas b-globinas, que estabilizan la membrana 6. Stevens TS, Busse B, Lee C et al. Sickling
RBC, reducir los niveles de ISC, y disminuir hemoglobinopathies: macular and perimacular
la adhesividad de las células falciformes vascular abnormalities. Arch Ophthalmol 1974;
92: 455.
Hay en la actualidad diversas terapéuticas
7. McLeod GS, Goldberg MF, Lutty GA. Dual-
farmacológicas que se han mostrado efica- perspective analysis of vascular formations in
ces, entre ellas la más prometedora es el uso sickle cell retinopathy. Arch Ophthalmol 1993;
de metabolitos tales como el butirato de 111: 1234.
sodio y análogos. 8. Serjeant BE, Mason KP, Condon PI et al. Blo-
Nos ha parecido conveniente la exposición od rheology and proliferative retinopathy in sic-
kle cell-haemoglobin C disease. Br J Ophthal-
de este caso dado que en la actual situación
mol 1984; 68: 325.
social, los movimientos inmigratorios (y en 9. Fox PD, Dunn DT, Morris JS, Serjeant GR.
el caso que nos ocupa los subsaharianos), Risk factors for proliferative sickle retinopathy.
nos hacen ver y tratar patologías que hasta Br J Ophthalmol 1990; 74: 172.
ahora resultaban infrecuentes en nuestro 10. Talbot JF, Bird AC, Serjeant GR, Hayes RJ.
medio. Sickle cell retinopathy in young children in
Jamaica. Br J Ophthalmol 1982; 66: 149.
11. Penman AD, Talbot JF, Chuang EL et al. New
classification of peripheral retinal vascular
BIBLIOGRAFÍA changes in sickle cell disease. Br J Ophthalmol
1994; 78: 681.
1. Anemia drepanocítica. Una patología emergen- 12. Jampol LM, Ebroon DA, Goldbaum MH.
te en nuestro país. Dr. Emilio Monteagudo Peripheral proliferative retinopathies: an update
Montesinos. Hospital Infantil La Fe. Valencia. on angiogenesis, etiologies and management.
2. Drepanocitosis: Situación actual en España. Surv Ophthalmol 1994; 38: 519.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 95-99 99


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 101-105 CASO CLÍNICO

Recuperación del campo visual en


una paciente con glaucoma
Visual field recovery in a patient suffering from
glaucoma
MARTÍNEZ GARCÍA A1

RESUMEN
Presentamos el caso de una paciente de 52 años afecta de glaucoma primario de ángulo abier-
to en ojo derecho. El estudio de los parámetros hemodinámicos en los vasos retrobulbares
con Ultrasonografía Doppler Color mostró alteraciones en relación a los defectos del cam-
po visual.

Palabras clave: Glaucoma, Campo Visual, Doppler Color.

SUMMARY
A case of a 52 years-old woman with primary open-angle glaucoma i right eye. Color Doppler
Ultrasonography imaging showed alterations in the retrobulbar vessels hemodinamics acor-
ding to visual field defects.

Key words: Glaucoma, Visual Field, Color Doppler.

Presentamos el caso de una mujer de 52 Tabla I. Resumen de la exploración oftalmológica


años, que acude a nuestra consulta por difi-
cultad en la visión próxima. En la explora- Ojo derecho Ojo izquierdo

ción oftalmológica (tabla I), se pone de Agudeza visual (EDTRS) 0,02 0,00
manifiesto la existencia de una asimetría en PIO 19 mmHg 14 mmHg
Biomicroscopia Normal Normal
la cabeza del nervio óptico (fig. 1). Gonioscopia Shaffer 4 Shaffer 4
Se realizan exploraciones del campo Relación E/P 0,6 0,4
visual en ambos ojos con el programa 24-2

Fundación Instituto Galego de Oftalmoloxia.


1 Licenciado en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
Antonio Martínez García
Fundación Instituto Galego de Oftalmología
C/. Ramón Baltar, s/n
15706 Santiago DC (La Coruña)
España
E-mail: tontxu_1999@yahoo.com
MARTÍNEZ GARCÍA A

del analizador del campo visual de Humph-


rey (Humphrey Instruments, San Leandro,
CA) (fig. 2). Que pusieron en evidencia la
presencia de un escotoma arqueado superior,
en el área de Bjerrum, del ojo derecho;
pudiendo considerarse el campo visual del
ojo izquierdo dentro de límites normales.
Se realizaron exploraciones con ultrasono-
grafía Doppler Color (modela SSA-340 A,
Toshiba Medical Systems, Tustin, CA) en
ambos ojos (tabla II). La exploración con
Doppler Color, mostró una clara alteración
de los parámetros hemodinámicos del ojo

Tabla II. Valores hemodinámicos en la arteria


oftálmica y en las arterias ciliares cortas
posteriores en situación basal

OD OI

Arteria oftálmica
VSM 41,8 42,5
VDF 11,3 14,9
Fig. 1: Aspecto de IR 72,9 65,0
la papila del ojo Arterias ciliares
derecho (arriba) y VSM 16,3 16,7
del ojo izquierdo VDF 3,7 5,9
IR 77,3 64,6
(abajo).

Fig. 2:
Campimetrías
correspondientes a
la primera
exploración: ojo
derecho arriba;
ojo izquierdo
abajo.

102 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 101-105


Recuperación del campo visual en una paciente con glaucoma

derecho, en comparación con los del ojo


izquierdo.
Se realizó, con objeto de determinar tanto
el valor medio, como las posibles fluctuacio-
nes de la presión intraocular (PIO), una cur- Gráfico 1: Curva
va circadiana diurna, entre las 8 y las 22 circadiana diurna
horas, de PIO (gráfico 1) poniendo la misma de presión
en evidencia una asimetría entre ambos ojos. intraocular en
situación basal.

Fig. 3: Estudio
campimétrico
evolutivo desde la
instauración del
tratamiento
médico
antiglaucomatoso
hasta la última
exploración
realizada en
febrero de 2001.

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 101-105 103


MARTÍNEZ GARCÍA A

Tomando como referencia estudios pre- Tabla III. Coeficientes de correlación del defecto
medio (MD) y de la desviación estándar
vios publicados (1-3), instauramos trata- patrón corregida (CPSD) con relación a los
miento con una solución oftálmica de Dorzo- índices de resistividad en la arteria
lamida 2% (MSD, Whitehouse Station, NJ). oftálmica y en las arterias ciliares cortas
posteriores
En estudios sucesivos del campo visual
(fig. 3), se pone de manifiesto una marcada IRAO IRACCP
mejoría del mismo. Los estudios de la hemo- MD 0,977 0,957
dinámica de los vasos retrobulbares con CPSD 0,887 0,851
Doppler muestran una marcada mejoría con
respecto a los valores básales (gráfico 2). En
la curva de PIO realizada postratamiento se En el sistema nervioso central, después de
muestra también una mejora de la PIO, con un proceso isquémico agudo, que produce un
respecto a la situación basal (gráfico 3). área de necrosis, se produce una degenera-
Hemos estudiado los coeficientes de ción secundaria y progresiva de las neuronas,
correlación entre los parámetros analizados por un mecanismo de apoptosis (5).
del campo visual: MD y CPSD y los Índices Un estímulo inicial, bien una elevación de
de Resistividad de Pourcelot (4) en la arteria la PIO o bien una disminución del flujo san-
Oftálmica y las Arterias Ciliares Cortas Pos- guíneo ocular, o incluso una mezcla de
teriores, dando como resultado una fuerte ambas aunque provocan de forma directa la
correlación entre ambas (tabla III). muerte de las células ganglionares, este
hecho no se produce de forma súbita (6).
Así pues, en el nervio óptico de un pacien-
DISCUSIÓN te con glaucoma conviven células sanas,
células enfermas, células en proceso de dege-
Aunque está aceptado de forma general neración y células muertas (6).
que el glaucoma es una enfermedad crónica La regresión de un defecto del campo visual,
Gráfico 2: y progresiva; en un paciente con glaucoma comunicada en algunos pacientes con glauco-
Evolución primario de ángulo abierto no todas las célu- ma, puede deberse a la recuperación de la fun-
temporal de los las ganglionares mueren al mismo tiempo. cionalidad de estas células enfermas (7,8).
índices de Diversos estudios han puesto de manifies-
resistividad en la
to alteraciones en la perfusión sanguínea
arteria oftálmica y
en las arterias ocular en los pacientes con glaucoma, si
ciliares cortas bien, no está claro si estas alteraciones son
posteriores. causa o consecuencia del proceso glaucoma-
Valores basal, a toso (9).
los 3 meses, 9 A la vista de nuestro caso parece clara la
meses y 15 meses
relación existente entre las alteraciones de la
tras la
instauración del perfusión sanguínea ocular y los defectos
tratamiento. asociados en el campo visual; si bien, serán
necesarios estudios longitudinales a largo
plazo que pongan de manifiesto la posible
correlación entre los defectos de la perfusión
sanguínea ocular y los defectos del campo
visual.

Gráfico 3: Curva
circadiana de
presión BIBLIOGRAFÍA
intraocular diurna
con tratamiento 1. Martínez A, González F, Capeans C et al. Dor-
médico zolamide effect on ocular blood flow. Invest
antiglaucomatoso. Ophthalmol Vis Sci 1999; 40(6): 1270-1275.

104 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 101-105


Recuperación del campo visual en una paciente con glaucoma

2. Avunduk AM, Sari A, Akyol N et al. The one- 6. Neufeld AH. New conceptual approaches for
month effects of topical betaxolol, dorzolamide pharmacological neuroprotection in glaucoma-
and apraclonidine on ocular blood flow veloci- tous neuronal degeneration. (Editorial). J Glau-
ties in patinets with newly diagnosed primary coma 1998; 7: 434-438.
open-angle glaucoma. Ophthalmologica 2001; 7. Flammer J, Drance SM. Effect of acetazolami-
215: 361-365. de on the differential threshold. Arch Ophthal-
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ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 101-105 105


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 107-111 CASO CLÍNICO

Papilitis unilateral como primer


signo de esclerosis múltiple
Unilateral papillitis as a first manifestation of
multiple sclerosis
MESA LUGO F1, FERNÁNDEZ-BACA G1, GARCÍA SOMALO M1,
ARTEAGA HERNÁNDEZ V1, RODRÍGUEZ MARTÍN FJ2, ABREU REYES JA2

RESUMEN
La neuritis óptica aparece aislada o bien formando parte de un gran número de entidades noso-
lógicas, entre ellas la esclerosis múltiple, en la cual es una forma común de presentación
inicial. La neuritis óptica más común en los adultos con esclerosis múltiple es la retrobul-
bar y no la anterior o papilitis. En casos de neuritis óptica idiopática el hallazgo posterior
de una resonancia magnética nuclear patológica es bastante frecuente, lo cual en conjunto,
confiere un alto riesgo de desarrollo futuro de esta enfermedad.
Presentamos el caso de un paciente varón que debutó con un episodio de papilitis unilateral
observándose posteriormente lesiones desmielinizantes en la resonancia magnética nuclear.

Palabras clave: Papilitis, resonancia magnética nuclear, esclerosis múltiple.

SUMMARY
The optic neuritis appears isolated or in association with a great number of diseases, including
MS, of which it is a common first manifestation. The most common optic neuritis in adults
with multiple sclerosis is the retrobulbar neuritis and not the anterior or papillitis. In idio-
pathic optic neuritis cases magnetic resonance imaging pathological results are frequent,
which gives a high risk of developing MS in the future.
We present the case of a male patient with an acute optic neuritis unilateral episode later dis-
covering demyelination plaques in the magnetic resonance imaging.

Key words: Papillitis, magnetic resonance imaging, multiple sclerosis.

Servicio de Oftalmología. Hospital Universitario de Canarias. La Laguna. S.C. Tenerife.


1 Licenciado en Medicina y Cirugía.
2 Doctor en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
Fátima Mesa Lugo
Servicio de Oftalmología. Hospital Universitario de Canarias
C/. Ofra, s/n
38320 La Laguna (S/C de Tenerife)
España
MESA LUGO F, et al.

INTRODUCCIÓN CASO CLÍNICO


El edema de papila es un hallazgo oftal- Varón de 39 años de edad que acude a
moscópico que nos obliga a llevar a cabo una nuestro servicio procedente de urgencias
labor diagnóstica urgente. Las causas del refiriendo visión de una «nube» en OI desde
mismo pueden ser congénitas o adquiridas hace aproximadamente 20 días, así como
que es preciso tener en cuenta y descartar de sensación de mayor apertura del mismo des-
forma sistemática a través de una minuciosa de hace unos 6 meses.
anamnesis, exploración y solicitud de prue- Antecedentes personales: no factores de
bas complementarias. Entre éstas destacan riesgo vascular, exfumador, no alergias, no
las inflamaciones de la papila (papilitis, neu- consumo de tóxicos, no traumatismo craneo-
rorretinitis), causas vasculares (neuritis ópti- encefálico ni intervenciones quirúrgicas.
ca isquémica anterior, papilopatía diabética Antecedentes familiares: no historia fami-
juvenil), tumorales compresivas (glioma liar de enfermedad neurológica. Diabetes
óptico, meningioma óptico, quistes periópti- mellitus en madre y en un hermano.
cos, tumores intraorbitarios, hemangioma y Historia oftalmológica: se apreció una AV
astrocitoma del nervio óptico), infiltrativas de 0,8 en OD y de 0,6 con falta de nitidez en
por enfermedades sistémicas (sarcoidosis, OI. La motilidad intrínseca no era valorable
leucemias) y neuropatías tóxicas (1). en la primera consulta puesto que el paciente
estaba bajo el efecto de medicación midriáti-
ca, comprobándose en visitas posteriores su
normalidad. La motilidad extrínseca no
impresionaba como patológica, pero el
paciente refería diplopía en la mirada hacia
arriba y a la izquierda, por lo que se realizó
una pantalla de Hess, apreciándose limita-
ción de la motilidad en esa posición. El test
de Worth mostró exclusión del OI. En la
exploración biomicroscópica no se observó
ninguna alteración. La PIO era de 14 mmHg
en ambos ojos. La exoftalmometría era nor-
mal (14 y 15 mm respectivamente). A la
exploración fundoscópica encontramos el
Fig. 1: Edema de OD dentro de la normalidad y una elevación
papila OI. de los bordes del disco óptico con hemorra-
gias peripapilares en OI (fig. 1). La topogra-
fía papilar demostró la conservación de la
excavación fisiológica central (fig. 2).
En la perimetría computadorizada (pro-
grama TOP) se observó una disminución de
la sensibilidad media, de forma difusa, más
acentuada en el hemicampo nasal, sin patrón
definido (fig. 3). La ecografía del OI no
muestra anomalías.
La AFG solo demuestra una hiperfluores-
cencia a nivel de la papila de OI.
Historia neurológica: paciente consciente
y orientado en tiempo, persona y espacio.
Lenguaje normal. Funciones corticales nor-
Fig. 2: Topografía males. Memoria conservada. Resto de pares
papilar. craneales normales. No soplos carotídeos.
108 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 107-111
Papilitis unilateral como primer signo de esclerosis múltiple

Fig. 3:
Perimetría
automatizada
(programa TOP).

Fuerza muscular conservada. Sensibilidad


normal en todas sus cualidades. R.O.T. pre-
sentes y simétricos. Reflejos cutáneos plan-
tares flexores ambos.
Pruebas complementarias: Analítica
general (hemograma y bioquímica): normal.
RX de tórax: normal.
RMN: signos sugestivos de inflamación
del nervio óptico izquierdo (figs. 4 y 5) y
lesiones desmielinizantes no perivasculares Fig. 4: RMN
donde se observa
ni confluyentes en ambos hemisferios cere-
signos sugestivos
brales (fig. 6). de inflamación del
LCR: de escasa celularidad sin alteraciones NO izquierdo
significativas. No se observaron leucocitos, (corte sagital).

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 107-111 109


MESA LUGO F, et al.

OD. Los PEV realizados con estímulo


FLASH pusieron de manifiesto una respues-
ta visual cortical con latencia P1 normal en
ambos ojos y morfología del potencial de
acción alterada a nivel del ojo izquierdo.
ERG realizado con estímulo DAMERO
Fig. 5: RMN (respuesta macular) puso de manifiesto una
donde se observa respuesta patológica a nivel de ambos ojos,
signos sugestivos
con latencia P50 aumentada y amplitud redu-
de inflamación del
NO izquierdo cida a nivel del ojo izquierdo.
(corte coronal). Tratamiento inicial: el paciente ingresó en
el servicio de neurología para administrarle
una megadosis de corticoides.
Evolución: el paciente sufre una mejoría
progresiva de la sintomatología del OI con
recuperación de la agudeza visual, de la peri-
metría, desaparición de la diplopía, y obser-
vándose normalización anatómica de la papi-
la (fig. 7).

Fig. 6: RMN
donde se observan
lesiones
DISCUSIÓN
desmielinizantes
no perivasculares Las papilitis son afecciones inflamatorias
ni confluyentes en del disco óptico que principalmente aconte-
ambos hemisferios cen en pacientes jóvenes. Su etiología es
cerebrales. muy amplia pues abarca las neuritis ópticas
idiopáticas, infecciones víricas de la infan-
PMN o microorganismos. Cultivo negativo a cia, infecciones víricas y postvíricas del
las 72 horas. Aglutinación negativa frente a H. adulto (mononucleosis infecciosa), enferme-
Influenza b, S. Pneumoniae, N. Meningitidis dades desmielinizantes (esclerosis múltiple),
A-B-C. Criptococcus negativo. Adenosina herpes zoster, inflamaciones contiguas de
deaminasa en líquido biológico negativa. No meninges, órbita o senos, e inflamaciones
se observan bandas oligoclonales. intraoculares (tuberculosis y sífilis) (2).
Estudio electrofisiológico: PEV realizado El significado de la neuritis óptica (NO)
con estímulo DAMERO, puso de manifiesto como síntoma de presentación de la esclero-
una respuesta visual cortical P100 patológica sis múltiple (EM) ha sido objeto de muchos
a nivel del ojo izquierdo siendo normal en estudios. La misma puede ser el primer e
incluso el único signo anunciador de dicha
enfermedad (3).
El examen de fondo de ojo suele ser nor-
mal en el inicio y sólo el 10% presenta ede-
ma de papila, hecho que se produce si la pla-
ca de desmielinización se encuentra en el tra-
yecto del nervio óptico situado entre el globo
ocular y la entrada de la arteria central de la
retina, como ocurre en nuestro paciente (4).
Fig. 7: Es imposible determinar si la neuritis óptica
Recuperación aislada predice el desarrollo posterior de EM
anatómica de la ya que no todos los pacientes que cursan con
papila óptica OI. NO la desarrollarán (3). Según las series, entre
110 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 107-111
Papilitis unilateral como primer signo de esclerosis múltiple

un 34 y un 80% de los pacientes que presentan hallazgos compatibles con una EM. Los PEV
neuritis óptica desarrollan EM, normalmente realizados con estímulo FLASH pusieron de
dentro de los 2 años siguientes al inicio, y con manifiesto una respuesta visual cortical con
más frecuencia si la NO es bilateral (4). latencia P1 normal en ambos ojos y morfolo-
Las pruebas complementarias en la EM gía del potencial de acción alterada a nivel
como el estudio de bandas oligoclonales en del ojo izquierdo, lo que es sugestivo de EM.
LCR, PEV, auditivos y somatosensoriales, Sin embargo en el estudio del LCR no se
están alterados en un 80% (1). observaron bandas oligoclonales las cuales
La prueba diagnóstica de imagen más suelen ser positivas hasta en un 80% como
importante en la EM es la RMN. Los pacien- refieren Millá et al.
tes con NO pueden presentar un nervio ópti-
co afectado en los estudios con gadolinio y
supresión de grasa o pueden no mostrar ano- CONCLUSIÓN
malías. Además, la RMN del cerebro puede
presentar múltiples placas periventriculares La papilitis unilateral, aunque no sea la
en substancia blanca y cuerpo calloso (5). forma más típica de presentación en la escle-
Rizzo et al. (6) encuentran lesiones suges- rosis múltiple, nos debe hacer pensar en la
tivas de EM en la RMN en el 50% de los misma e iniciar los estudios de despistaje
casos tras un primer episodio de NO. Miller oportunos.
et al describieron 2 o más placas de desmie- El diagnóstico definitivo de esclerosis
linización en la RMN en el 64% de los 53 múltiple no se puede realizar hasta que no se
pacientes estudiados con NO durante los pri- presente un nuevo déficit neurológico, aun-
meros 12 meses tras el episodio visual. que la presencia de lesiones en la RMN tras
Jacobs et al. las observaron en el 40% de los una neuritis óptica confiere un mayor riesgo
pacientes con NO 3 semanas después de la de desarrollarla.
misma. Frederiksen et al. en el 62% de 50
pacientes entre los 3 y 49 días. En estos estu-
dios existen diferentes prevalencias de imá- BIBLIOGRAFÍA
genes anormales en la RMN explicadas pro-
1. Millá Griñó E., Arruga Ginebreda J. Diagnósti-
bablemente por las diferencias en los crite- co diferencial de la papila elevada. Oftalmolo-
rios de selección, en la técnica de la resonan- gía práctica 1995; 2: 24-41.
cia, número de pacientes, retraso entre la NO 2. Bilbao Calabuig R, Fernández Escames C,
y la práctica de la prueba, etc (7). Los Gutiérrez Ortiz C. Neuritis óptica retrobulbar.
pacientes inscritos en el Ensayo de Trata- Oftalmología práctica 1995; 2: 48-53.
miento de la Neuritis Óptica con una RMN 3. Lewis P. Rowland. Enfermedades desmielini-
zantes. Merrit´s textbook of neurology 3.ª edi-
de cerebro anormal coherente con desmieli- ción. Salvat. Barcelona 1987.
nización tienen una mayor posibilidad esta- 4. Hernández MA, Fernández O. Nuevas perspec-
dística de desarrollar esclerosis múltiple en tivas en el diagnóstico de la EM. XLV Reunión
un plazo de 2 años en comparación con los anual de la S.E.N., Barcelona 1993.
pacientes con neuritis óptica y estudios por 5. Brian D. Ellis M, Jeffrey P. Hogg M. Imágenes
RMN normales (5). neurológicas para el oftalmólogo general. Ner-
vio óptico, quiasma y vías postquiasmáticas.
La localización de la placa de desmielini-
Focal points. Highlights of ophthalmology.
zación en el nervio óptico, en este caso, es American Academy of ophthalmology. 5-6.
poco frecuente y origina una papilitis que 6. Rizzo JF, Lessel S. Risk of developing multiple
inicialmente desvía la sospecha diagnóstica. esclerosis after uncomplicated optic neuritis; a
Nuestro paciente presenta un edema de long term prospective study. Neurology 1988;
papila unilateral compatible con una papilitis 38: 185-190.
ya que mediante la historia clínica y las prue- 7. Río J, Nos C, Rovira A, Tintoré M, Codina A,
Montalbán X. Desarrollo de una esclerosis múl-
bas complementarias se han descartado las tiple tras un episodio aislado de neuritis óptica.
causas traumáticas, vasculares, tumorales Estudio mediante resonancia magnética. Med.
compresivas, tóxicas, etc,.. La RMN mostró Clin. (Barc) 1997; 109: 370-372.
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 107-111 111
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 113-116 CASO CLÍNICO

Corticoides intralesionales en
cicatriz hipertrófica
Intralesional corticoids in hypertrophic scar
PÉREZ SILGUERO D1, PÉREZ SILGUERO MA1, JIMÉNEZ GARCÍA A2,
BERNAL BLASCO I2, PÉREZ HERNÁNDEZ FR1, WEILL D1

RESUMEN
Presentamos el caso de una cicatriz hipertrófica unilateral localizada en el párpado superior,
una ubicación inusual para esta patología, secundaria a blefaroplastia. El tratamiento qui-
rúrgico de la misma no resolvió el problema. Posteriormente se decidió tratamiento con-
servador con inyecciones de corticoides intralesionales, consiguiéndose la práctica resolu-
ción del cuadro. Defendemos el uso de este último tratamiento como la primera elección
para queloides y cicatrices hipertróficas.

Palabras clave: Queloide, cicatriz hipertrófica, corticoide intralesional.

SUMMARY
We present the unusual case of an unilateral hypertrophic scar placed in the superior eyelid
after a blepharoplasty. The surgery treatment didn´t resolve it. Then, we applied intralesio-
nal corticoids successfully. We think this must be the first line treatment in keloids and
hypertrophic scars.

Key words: Keloid, hypertrophic scar, intralesional corticoid.

Centro Insular de Oftalmología. Hospital Materno Infantil. Hospital General de Buenos Aires.
1 Doctor en Medicina y Cirugía.
2 Licenciado en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
David Pérez Silguero
Centro Insular de Oftalmología
Las Palmas de Gran Canaria
España
PÉREZ SILGUERO D, et al.

INTRODUCCIÓN CASO CLÍNICO


Los queloides y cicatrices hipertróficas Mujer de 51 años que acude a nuestro ser-
son tumores fibrosos que aparecen en res- vicio por presentar retracción de párpado
puesta a heridas cutáneas. Son firmes, varia- superior izquierdo tras blefaroplastia cosmé-
blemente pruriginosos, más frecuentes en tica realizada en otro centro. Presentaba sin-
segunda y tercera década de vida, pacientes tomatología clásica de queratopatía por
de piel oscura, localizándose sobre todo en exposición. Como antecedente quirúrgico
parte superior de espalda, hombros, pecho y reseñar cirugía refractiva (PRK) 5 años atrás
lóbulo de las orejas. Es extremadamente inu- sin complicaciones. La exploración ocular
sual su aparición en párpado superior. fue anodina exceptuando la epiteliopatía
punctata del 1/3 inferior corneal del OI, y la
exposición de 1 mm de esclera superior por
la retracción palpebral izquierda (fig. 1). El
cierre palpebral era incompleto en su OI en
el movimiento de parpadeo involuntario,
pudiendo cerrarlo completamente forzando
el orbicular. Presentó buen signo de Bell
bilateral. La herida quirúrgica de la blefaro-
Fig. 1: Se observa
la asimetría de la
plastia del OD (realizada 5 meses antes) era
hendidura casi inexistente, observándose en OI discre-
palpebral, con tamente hipertrófica y en posición demasia-
exposición escleral do cercana al borde libre.
en ojo izquierdo. El único tratamiento recibido tras cirugía
fue la aplicación de masajes traccionales en
dicho párpado durante los últimos 3 meses,
sin resultado aparente según refirió la pacien-
te. Se realizó el diagnóstico de cicatriz hiper-
trófica y déficit de lámina anterior sin ectro-
pion. Se procedió a la extirpación de la cica-
triz y sustitución por homoinjerto cutáneo
obtenido del área retroauricular (fig. 2). En el
acto quirúrgico se observó tejido cicatricial
Fig. 2: Imagen del profundo, con un orbicular fibrosado , y pre-
homoinjerto
cutáneo en tiempo
cisando incluso liberación de adherencias
postquirúrgico que alcanzaban a la aponeurosis del elevador.
inmediato. El postoperatorio inmediato fue exitoso,
mejorándose el cierre palpebral y la sintoma-
tología. Sin embargo, a la semana de retirar
la torunda compresiva que durande 5 días
mantuvimos sobre el injerto, aparecieron
varios cordones fibrosos que ocupaban todo
el eje longitudinal del injerto (fig. 3), provo-
cando de nuevo retracción y queratopatía por
exposición. Debido a la respuesta previa a la
cirugía optamos por un tratamiento conser-
vador: Iniciamos entonces inyección de cor-
Fig. 3: Cordones ticoide intralesional en las áreas lesionadas
fibrosos en el área (trigón depot), a razón de 4 ó 5 punciones por
del homoinjerto sesión (una sesión por semana) durante dos
cutáneo. meses. Continuamos dos meses más con
114 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 113-116
Corticoides intralesionales en cicatriz hipertrófica

sesiones quincenales. La respuesta fue rápi-


da, observándose reducción de volumen de
los cordones fibrosos tras la tercera aplica-
ción, aumentando la mejoría de manera pro- Fig. 4: Mejoría
evidente tras
gresiva (fig. 4). Actualmente, tras 7 meses de
primeras sesiones
la cirugía, el cuadro permanece estable, pre- de inyecciones de
sentando un cierre palpebral bueno y remi- corticoides
sión de sintomatología subjetiva (fig. 5). intralesionales. Se
puede apreciar los
puntos de
infiltración.
DISCUSIÓN
Los queloides y cicatrices hipertróficas
son tumores fibrosos que aparecen como res-
puesta anormal a heridas cutáneas. Su pre-
sencia en el párpado superior es extremada-
mente inusual en pacientes sanos. Debe dis-
tinguirse de un deficit de lámina anterior por Fig. 5: Tras siete
exceso de extirpación en una blefaroplastia meses de la
cirugía el aspecto
mal realizada, o por la colocación de un del área
injerto de escasa superficie. Sí es posible cicatricial es
observar cicatrizaciones anómalas palpebra- prácticamente
les en pacientes con tracoma, ictiosis, sarcoi- normal.
dosis, extirpación de lesiones tumorales, e
incluso en el síndrome de Down.
Su aparición se asocia con un aumento de lizada por muchos autores como el trata-
celularidad y gran actividad de fibroblastos miento inicial de elección: Provoca una dis-
queloideos (1), que además presentan una minución de tejido conectivo, reduciendo el
menor tasa de apoptosis. Ésta puede aumen- volumen de la cicatiz (2,4,6,7). La presión es
tarse en respuesta a corticoides, gammainter- otro de los tratamientos conservadores utili-
ferón e hipoxia (2). Existe también una des- zados por su capacidad para provocar hipo-
regulación focal de p53 combinada con un xia (2,4,6,7), a veces asociada con el uso de
aumento de bcl-2, que estimula la prolifera- materiales derivados de la silicona (geles,
ción celular y disminuye la tasa de muerte conformadores,…) (4). La silicona actuaría
celular en las áreas más jóvenes del keloide por hidratación, aunque algunos autores abo-
(2). A ello se añaden alteraciones de glicosa- guen por su capacidad para generar electrici-
minoglicanos, del metabolismo del colágeno dad estática (8). La criocirugía con nitrógeno
y defectos enzimáticos (3,4). líquido, la radioterapia (5), el PDL (pulse
La distinción clínica entre cicatrices hiper- dye laser) (4), gammainterferón y alfa2b-
tróficas y queloides se basa en la capacidad interferón intralesionales , y el láser de CO2
de este último de crecer más allá de los lími- (4) son otros tratamientos utilizados.
tes de la herida original y responder con
mayor porcentaje de recurrencias a la exci-
sión simple, del orden del 50-100% (5), por CONCLUSIÓN
lo que se recomienda evitar la cirugía agresi-
va, y la extirpación debe acompañarse siem- Creemos aconsejable el tratamiento con-
pre de inyecciones intra y postoperatorias de servador de las cicatrices hipertróficas y los
corticoides y presión (6). queloides, utilizando como primera elección
Son varios los tratamientos aplicados a las los corticoides intralesionales. La buena res-
cicatrices hipertróficas y queloides. La puesta, la casi ausencia de efectos adversos
inyección intralesional de corticoides es uti- derivados de su uso, y la posibilidad de reali-
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 113-116 115
PÉREZ SILGUERO D, et al.

zación de una cirugía como tratamiento alter- trophic scars and keloids. Eur J Dermatol 1998
nativo no contraindicado por el uso previo de Dec; 8(8): 591-595.
los corticoides, ratifican dicha afirmación. 5. Clavere P, Bedane C, Bonnetblanc JM. Posto-
perative interstitial radiotherapy of keloids by
iridium 192: a retrospective study of 46 treated
scars. Dermatology 1997; 195(4): 349-352.
BIBLIOGRAFÍA 6. Rudolph R. Wide spread scars , hypertrophic
scars, and keloids. Clin Plast Surg 1987 Apr;
1. Murria JC, Pollac SV, Pinnell SR. Keloids: A 14(2): 253-260.
review. J Am Acad Dermatol 1981 Apr; 4(4): 7. Nicolai JP, Bos MY, Bronkhorst FB, Smale CE.
461-470. A protocol for the treatment of hipertrophic
2. Ladin DA, Hou Z, Patel D. P53 and apoptosis scars and keloids. Aesthetic Plast Surg 1987;
alterations in keloids and keloid fibroblasts. 11(1): 29-32.
Wound Repair Regen 1998 Jan-Feb; 6(1): 28-37. 8. Hirshowitz B, Lindenbaum E, Har-shai Y. Sta-
3. Kerl H, Aubock L, Bayer U. Formation and tre- tic-electric field induction by silicone cushion
atment of pathologic scar-clinical and micro- for the treatment of hipertrophic and keloid
morphologic investigations. Z Hautkr 1981 Mar scars. Plast Reconstr Surg 1998 Apr; 101(5):
1; 56(5): 282-300. 1173-1183.
4. Berman B, Flores F. The treatment of hiper-

116 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 113-116


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 117-120 DIVULGACIÓN

Programa de automasaje rápido en


el quirófano
Fast massage-one program in the surgical room
GRANDE BAOS C1

RESUMEN
Introducción: A lo largo de una sesión quirúrgica siempre se genera estrés, con el consiguiente
agotamiento físico y psíquico del cirujano. En el plano somático se generan tensiones mus-
culares que derivan en contracturas transitorias o perennes y en una disminución de la habi-
lidad manual.
Existen múltiples técnicas de relajación muscular o integral de tipo general y otras enfocadas
a determinadas profesiones, pero no hemos encontrado ninguna técnica específica dirigida
a los cirujanos que operan con microscopio. Por tanto, nuestro objetivo es diseñarla.
Descripción de la técnica: Hemos diseñado una técnica de automasaje rápido con control res-
piratorio dirigido preferentemente a los miembros superiores que se aplica durante los 5 ó
6 minutos que dura el lavado quirúrgico. Se reparten en tres fases, la primera «en seco» que
dura 30 segundos, la segunda «bajo el chorro» que se prolonga 4-5 minutos y la tercera
«durante el secado» que se reduce a 30 segundos. Presentamos un addendum opcional de
30 segundos aprovechando el atado de la bata quirúrgica.
Discusión-Comentarios: Nuestras premisa prioritaria era que los ejercicios pasaran desaper-
cibidos para evitar comentarios jocosos y ridiculizantes (y por tanto garantizar su realiza-
ción). Las otras premisas también se han cumplido, es fácil de ejecutar y de recordar, no
altera en nada la eficacia del lavado quirúrgico, no necesita de terceras personas y no
requiere un tiempo añadido.

Palabras clave: Relajación-cirujano, masaje-cirujano, automasaje-cirujano.

SUMMARY
Introduction: Normally, a surgical session produces stress, with physical and psychological
surgeon’s exhaustion. In the somatic plan, surgeons have muscular tensions followed of the
transitory or perpetual muscular contractures and a diminution of manual skill.

Hospital Universitario de Santa Cristina. Madrid.


1 Doctor en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
Carlos Grande Baos
C/. Rey Francisco, 29
28008 Madrid
GRANDE BAOS C

There are several muscular or integral relaxation techniques for general people and certain
works, but we don’t found a technique for surgeons operating with microscope. For that,
our objective is to design it.
Description of the technique: We are designed a massage’one rapid technique with control of
the breath preferentially for the superior member. Its duration is 5 or six minutes. There are
three phases, the first «high and dry» lasts 30 seconds, the second «under the stream» lasts
4-5 minutes and the third «drying up» lasts 30 seconds. We present optional addendum
during 30 seconds while the nurse ties our surgical coat.
Discussion-Commentaries: Our main premise is to obtain an unnoticed technique to avoid
jocose and ridicule commentaries. The others premises are also accomplish, is easy to exe-
cute it and to remember it, the surgical washing is unaltered, no precise other people and no
require added time.

Key words: Relaxation-surgeon, massage-surgeon, Massage-one-surgeon.

INTRODUCCIÓN superiores que se aplica durante los 5 ó 6


minutos que dura el lavado quirúrgico.
A lo largo de una sesión quirúrgica siempre
se genera estrés, llegando a producir, en oca-
siones, el agotamiento físico y psíquico del DESCRIPCIÓN DE LA
cirujano. En el plano somático se generan ten- TÉCNICA
siones musculares que derivan, por un lado en
dolores y contracturas transitorias o perennes El programa se lleva a cabo de pie frente
y por otro lado en una pérdida más o menos al lavamanos quirúrgico, a ser posible en
acentuada de la habilidad manual. Sobre estos silencio para poder controlar la respiración.
dolores no sólo influye el estrés, también lo La postura debe ser cómoda con una separa-
hace la postura forzada que, cuando es por un ción de 30-40 cm entre los pies que están
vicio puede solucionarse por medio de las téc- ligeramente abiertos y la pelvis en ligera
nicas de corrección postural estudiadas en anteversión para lo cual se contraen suave-
ergonomía laboral pero en general se debe a mente ambos glúteos. Se recomiendan inha-
posturas y gestos obligados para llevar a cabo laciones largas y exhalaciones más duraderas
la intervención quirúrgica (1,2). aún, acompañando a los movimientos.
Existen múltiples técnicas de relajación Como decíamos tiene una duración aproxi-
muscular o integral de tipo general y otras mada de 5-6 minutos que se reparten en tres
enfocadas a determinadas profesiones, fases, la primera «en seco» que dura 30 segun-
deportistas, trabajadores de la ofimática, dos, la segunda «bajo el chorro» que se pro-
conductores, violinistas, ..., pero no hemos longa 4-5 minutos y la tercera «durante el
encontrado ninguna técnica específica dirigi- secado» que se reduce a 30 segundos. Presen-
da a los cirujanos que operan con microsco- tamos un addendum opcional de 30 segundos
pio (3). aprovechando el atado de la bata quirúrgica.
Un programa destinado a este fin debe ser
de corta duración, fácil de ejecutar y de
recordar, no requerir de terceras personas, Primera fase: «en seco»
que no precise un tiempo añadido, que pase
desapercibido y que pueda incluirse en el Manteniendo la postura ya indicada frente
seno de un programa de relajación integral. al lavamanos, con todo dispuesto para no
Por todo ello hemos diseñado una técnica tenernos que desplazar (dispensador de
de automasaje rápido con control respiratorio jabón, grifo y cepillo a mano) comenzamos
dirigido preferentemente a los miembros el programa:
118 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 117-120
Programa de automasaje rápido en el quirófano

1. Realizamos 4 giros de hombros hacia sión realizando los movimientos normales de


delante y otros 4 hacia atrás. un lavado de manos.
2. Subimos los dos hombros hasta que 7. Ayudándonos de la mano contraria reali-
toquen las orejas simultáneamente y dejarlos zamos la flexión palmar forzada de las articula-
caer «bruscamente», 4 repeticiones. ciones interfalángicas (distales y proximales),
3. Sacudimos ambos brazos a la vez desde metacarpofalángicas y después de la muñeca.
el hombro hasta la punta de los dedos, 4 Se realizan 4 repeticiones con cada mano.
repeticiones. 8. Realizamos el último enjuague en posi-
4. Cruzar los dedos de las manos con las ción de predicador disfrutando de la sensa-
palmas hacia nosotros y luego girar las ción de relajación placentera.
manos de tal forma que queden los dorsos
hacia nosotros. Manteniendo esta posición
forzamos la flexión palmar de ambas manos Tercera fase: «secado»
(como si quisiéramos alargarnos más) 4
veces hacia el frente y otras 4 hacia el techo. Aprovechamos los ejercicios de secado
con la compresa antes de calzarnos los guan-
tes estériles.
Segunda fase: «bajo el chorro» 1. Sujetamos con una mano «abierta» la
toalla o papel secante y abrazamos la otra
Lo ideal es regular el mezclador (o el ter- para secarla por empapamiento, empezando
mómetro) para que el agua salga templada. por los dedos, continuando por el metacarpo
1. Colocamos las manos en posición de y terminando en el carpo. Lo repetimos con
predicador con los pulpejos de los dedos jun- la otra mano.
tos y los codos muy próximos entre sí reci- 2. Siguiendo las normas habituales de
biendo el agua en la punta de los dedos. A secado quirúrgico realizamos la misma ope-
partir de esta posición separar los codos has- ración en los antebrazos, teniendo siempre la
ta poner los dos en línea recta y volverlos a precaución de no tocar con la mano la cara
juntar 4 veces. de toalla que haya entrado en contacto con el
2. Una vez que nos hemos abastecido del antebrazo.
jabón necesario formamos un puño con la
mano derecha e introducimos el dedo pulgar
de la otra mano en su interior realizando un Cuarta fase (opcional): «atado de la bata»
movimiento de vaivén bajo presión. Hacemos
4 repeticiones con cada dedo de cada mano. Podemos completar este programa de
3. Ponemos el pulgar sobre la cara ventral automasaje rápido realizando un estiramien-
de la muñeca y cerramos un anillo con el res- to de la cara posterior del cuello mientras nos
to de los dedos. Hacemos una fuerte presión atan la bata quirúrgica. En efecto, mante-
con el pulgar contra la muñeca y la liberamos niendo la misma postura descrita para el
desplazamos el anillo hasta el codo donde se automasaje dejamos caer la cabeza con el
intensifica nuevamente la presión. Este ejer- mentón hacia el pecho y la dejamos colgan-
cicio se repite 4 veces con cada brazo. do aprovechando que el peso de la cabeza
4. Con el cepillo quirúrgico realizamos el libere las tensiones del cuello.
cepillado clásico de los dedos incluyendo
pulpejo, caras laterales y espacios ungueales.
5. Aprovechamos el primer aclarado reci- DISCUSIÓN - COMENTARIOS
biendo el agua sobre los dedos con las manos
en posición de predicador mientras presiona- Aunque todos sabemos cuándo nos estresa
mos una contra otra a modo de palmadas 4 una intervención quirúrgica, proponemos
veces. una serie de medidas para objetivarlo:
6. Una vez que recibimos el segundo enja- • Nos implantamos el pulsosímetro del
bonado nos frotamos las manos con leve pre- paciente antes de comenzar la intervención y
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 117-120 119
GRANDE BAOS C

nada más terminarla observando cuánto encuentran publicaciones al respecto y en ésta


suben nuestras pulsaciones. nos hemos planteado como premisa prioritaria
• Después de la sesión quirúrgica y al que los ejercicios pasen desapercibidos para
irnos a la cama nos presionamos con los evitar comentarios jocosos y ridiculizantes (y
dedos en el reborde lateral de la porción por tanto garantizar su realización) (7).
ascendente del trapecio a ambos lados del Las otras premisas también se han cumpli-
cuello valorando si sentimos dolor. do, es fácil de ejecutar y de recordar, no alte-
• Contamos cuántas veces nos viene a la ra en nada la eficacia del lavado quirúrgico,
memoria o se pone en un primer plano de no necesita de terceras personas y no requie-
nuestra atención cualquier aspecto de la ciru- re un tiempo añadido.
gía contando desde la noche antes de la ope- Lo único que nos ha faltado es hacer una
ración hasta el momento de la cura en que valoración objetiva de la eficacia inmediata y
podamos apreciar los resultados quirúrgicos. a largo plazo de nuestro programa de auto-
No es necesaria ninguna tabla para la valo- masaje; porque por el momento no hemos
ración de los resultados, uno mismo puede encontrado ningún test útil ni tampoco
interpretarlos. Evidentemente influye ade- hemos conseguido diseñarlo y validarlo.
más de la personalidad del cirujano, la vete- Nuestra impresión y la de los sanitarios
ranía, la dificultad de la intervención, la (cirujanos e instrumentistas) que ya lo están
experiencia, si el paciente es un familiar, si practicando es que sí lo es, pero no dispone-
estamos operando con público en directo o mos aún de una muestra de tamaño suficien-
en circuito cerrado de televisión, etc. te para que se desprendan resultados estadís-
Todos los cirujanos reconocen sufrir ten- ticamente significativos.
sión psíquica y muscular relacionada por su
actividad quirúrgica, solamente la mitad dice
que disfruta operando pero casi ninguno BIBLIOGRAFÍA
desea dejar de operar.
Algunos quirurgos hemos practicado 1. Alcaraz C. Automasaje para gente muy ocupa-
yoga, tai-chi o cualquier otra técnica de rela- da. Océano Grupo Editorial, S.A. Barcelona.
jación, incluso una simple sesión de stret- 2000' 55-79.
2. Vicente. P. Manual de automasaje. Integral.
ching deportivo y todos estamos de acuerdo Editorial Oasis S.L. Barcelona, 1987; 1-35.
en su utilidad (4-6). 3. Falk A. Automasaje: el poder de las manos.
No sabemos si en un futuro más o menos Libro-Hobby-Club S.A. Madrid, 2001; 53-102.
lejano todos los implicados, clínicos, gestores y 4. Kent H. El yoga fácil. Editorial Libsa. Madrid
políticos con decisión en materia sanitaria, esta- 1999; 142-152.
rán suficientemente motivados para implantar 5. Van Lysebeth A. Pranayama: a la serenidad por
el yoga. Urano. Barcelona, 1985; 85-124.
programas de gimnasia, masaje o relajación 6. Triebel-Thome A. El método Feldenkrais. Adi-
durante los 45 últimos minutos de la jornada ciones Abraxas. Barcelona, 1997' 56-70.
laboral dedicada a la cirugía. Desgraciadamente 7. Thé R. Masaje en cinco minutos. Ediciones
debemos estar aún muy lejos ya que no se Martínez Roca S.A. Barcelona, 1995; 12-66.

120 ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 117-120


ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 121-123 DOSSIER

Reutilización de dispositivos
oftalmológicos de uso único
Reuse of single-use ophthalmic devices
ABREU GONZÁLEZ R1, ABREU REYES JA2

La reutilización de dispositivos médicos cuchilla del queratotomo, cuchilletes, sueros


de uso único (DMUU) en España no dispone de infusión, agujas de facoemulsificación,
de una legislación específica. De la lectura terminal de facofragmentación y endoilumi-
del Real Decreto 414/96 referente a la Ley nador. A continuación realiza una clasifica-
Reguladora de Productos Sanitarios (1) se ción basada en el riesgo de los dispositivos
puede interpretar que no está permitido el (4): Clase 1 (poco riesgo, están sometidos a
reprocesado de DMUU (2) (Capítulo II, Artí- controles con algunas excepciones); Clase 2
culos 5 y 6). (están sometidos a controles especiales con
En este punto conviene distinguir los sig- algunas excepciones); Clase 3 (alto riesgo,
nificados de: reutilización, esterilización y necesitan una aprobación especial).
reprocesado. El reutilizar consiste en volver En Francia está totalmente prohibido el
a utilizar algo, bien con la función que reuso y se entiende como un fraude al
desempeñaba anteriormente o con otros paciente. En el Reino Unido se recomienda
fines. La esterilización se define como la el no reutilizar, sin embargo para ciertos pro-
destrucción de los gérmenes patógenos. cedimientos con riesgo de transmisión de
Reprocesar es volver a someter a algo a un infección por priones se obliga a utilizar dis-
proceso de transformación física, química o positivos de uso único y destruirlos tras la
biológica. intervención. En Suecia se permite la reutili-
La Food and Drug Administration (FDA) zación pero se hace especial énfasis en el
el 2 de agosto de 2000 presentó su guía refe- consentimiento informado del paciente al
rente al reprocesado de DMUU (3) para su respecto. En Alemania, único país en el que
reutilización por hospitales y terceras partes, terceras partes se encargan del reprocesa-
en la que se recoge especialidad por especia- miento, sí se reutilizan DMUU pero están
lidad todos los dispositivos sujetos a tal regu- sometidos a unos requerimientos especiales.
lación. Respecto a los de uso oftalmológico Actualmente, en España, existe un Grupo de
cita específicamente: paños quirúrgicos, Trabajo compuesto por representantes de la

Hospital Universitario de Canarias.


1 Licenciado en Medicina y Cirugía.
2 Doctor en Medicina y Cirugía.

Correspondencia:
Rodrigo Abreu González
Avda. Tinguaro, 9
38370 La Matanza de Acentejo
España
E-mail: rabreu@oftalnet.nu
ABREU GONZÁLEZ R, et al.

sanidad de las comunidades autónomas El 20 de septiembre de 2000, se reunió en


(Consejo interterritorial) (5) con el fin de Ottawa, la Global Harmonization Task Force
crear un sistema de vigilancia sobre los efec- en la que Peter Schröer defendió la posición
tos adversos producidos por dispositivos de la Asociación Europea de Industrias de
médicos. Dispositivos Médicos (EUCOMED) (9)
Recientemente se ha debatido en el seno quienes consideran que la reutilización los
de la Unión Europea las implicaciones lega- DMUU no es deseable desde el punto de vis-
les de la reutilización de DMUU con el fin de ta médico, legal ni ético. Sin embargo con-
disponer de un criterio común al respecto. cluía el Sr. Schröer su presentación diciendo
El buffet de abogados Bell, Boyd & Lloyd que «…la reutilización de dispositivos de uso
(6) exponen en su informe «Reuse of Single- único sólo sería aceptada si en la práctica se
Use Devices: Impact of the Food and Drug demuestra segura…» y que «…ésta podría
Administration's Proposed strategy on Hos- alcanzarse mediante la legislación europea
pitals» (7), que los hospitales que realizan el existente actualmente…».
reprocesamiento de DMUU están expuestos Lo cierto es que, y así lo comenta la FDA
a responsabilidad legal por negligencia y mal en su guía, los pacientes están preocupados
praxis, y sujetos a los requerimientos regula- ante la utilización en la curación de su dolen-
torios exigibles a los fabricantes del equipa- cia de DMUU reprocesados, aunque esto
miento original. En el caso de reprocesa- pueda ser factible a pesar de ser técnicamen-
mientos los hospitales pierden las garantías te difícil y posiblemente peligroso, puesto
que los fabricantes asumen sobre sus produc- que el que existan pocas evidencias de los
tos. También resaltan la posición de los problemas que conlleva no es garantía de que
pacientes ante la reutilización de DMUU, la reutilización sea segura y efectiva.
debiéndoseles presentar a los mismos un A pesar del costo económico del reproce-
consentimiento informado dónde se especifi- sado de DMUU (acreditación, personal cua-
can las tarifas por usar DMUU, considerando lificado, maquinaria, materiales, etc.), éste
las denuncias derivadas de facturar a dos significa un ahorro importante respecto al
pacientes por el uso del mismo dispositivo. uso de originales. Así, por ejemplo, si en
Milloy J (8) sostiene que las grandes com- EEUU el 1-2% de los DMUU se reutilizaran,
pañías pierden ingresos cuando los hospita- la industria de la salud podría ahorrar un
les utilizan dispositivos reprocesados en vez billón de dólares al año (10).
de comprarlos nuevos y que esta situación En cuanto al beneficio que podrían obte-
daría lugar al establecimiento de una gran ner los pacientes en un sistema de «pago por
competencia entre los fabricantes que conlle- acto médico» sería el abaratamiento del cos-
varía a una disminución de los precios, apo- to. Eso sí, habiendo recibido la correcta
yándose en que la FDA ha sido incapaz de información sobre la posibilidad de uso por
encontrar evidencias claras de efectos adver- el facultativo que le trata de DMUU reproce-
sos asociados a la reutilización de dispositi- sados o «a estrenar» y en la cual quedara
vos de uso único. reflejada claramente la garantía de las buenas
Este tema preocupa a los fabricantes de condiciones de los primeros así como la dife-
DMUU. La Asociación Alemana de Indus- rencia económica entre el uso de uno u otro.
trias de Dispositivos Médicos (BVMed) Los médicos, y en este caso los oftalmólo-
comenzó desde el año 1999 una campaña en gos, sólo desean desarrollar su actividad con
contra de la reutilización de DMUU con el las mayores garantías para el paciente, por lo
lema: «La protección del paciente es lo pri- que inicialmente quedarían en este tema al
mero». Argumentan que si el fabricante de margen del binomio formado por fabricantes
un dispositivo médico en sus análisis de ries- de DMUU y gestores económicos de la sani-
go concluye que su producto sólo se ha de dad. Aunque no debemos olvidar que somos
utilizar una vez, en el caso de que se reutili- los máximos responsables del acto médico y
zara perdería toda responsabilidad sobre el por lo tanto los que debemos velar por el
mismo. estricto cumplimiento de las normas.

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Reutilización de dispositivos oftalmológicos de uso único

BIBLIOGRAFÍA 5. Diario Médico, 24 de Mayo de 2000.


6. http://www.bellboyd.com
7. Lenker J, Hofstra P. Reuse of Single-Use Devi-
1. Ley Reguladora de los productos sanitarios, ces: Impact of the Food and Drug Administra-
Real Decreto 414/96; Boletín Oficial del Esta- tion's Proposed strategy on Hospitals. Occu-
do, 24 de Abril de 1996. rrence, 2;1. 2000. Chicago.
2. Cruz MS. Single-Use Medical Devices. Spa- 8. Milloy J. «Scare» tactics in reprocessed medi-
nish standpoint on reuse. The Regulatory cal device debate. Chicago Sun Times. 22
Affairs Journal (Devices). August 2000. Febrero 2002.
3. http://www.fda.gov/cdrh/reuse/index.shtml 9. http://www.eucomed.org
4. http://www.accessdata.fda.gov/scripts/cdrh/ 10. http://www.infectioncontroltoday.com /arti-
cfdocs/cfpcd/classification.cfm cles/111feat1.html

ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2002; 13: 121-123 123


RELACIÓN DE SOCIOS
Relación de socios

1977 Abreu Reyes, José A. Avda. Tingua- 1992 Borges Trujillo, Rosa. C/. Martínez de
ro, 9. 38870 La Matanza - Sta. Cruz Escobar 8, 4.º A. 35007-LAS PAL-
de Tenerife MAS
jabreu@oftalnet.nu 1993 Brito Muguerza, M.ª. Carmelina. C/.
web: http://www.oftalnet.un Suárez Guerra 61, 4.º Izqui. 38002-
1976 Abreu Reyes, Pedro D. C/. Jesús y S.C. DE TENERIFE
María 54, 2.º-A 38004 S/C DE TENE- 1998 Cabrera López, Francisco. Angel Gui-
RIFE merá n.º 3 - 2.º. 35003-Las Palmas
abreu@correos.comtf.es 1976 Cabrera Pérez, Antonio. C/. Canalejas
1975 Aguilar Estévez, José J. C/. Obispo 62. 35003-LAS PALMAS
Rey Redondo 27-2.º. 38201 LA 1992 Cano Gijón, Purificación. C/. Gral.
LAGUNA, Tenerife Bravo 42, 1.º. 35000-LAS PALMAS
1985 Al Abdul Razzak, Huneidi. Anselmo 1979 Cardona Guerra, Pedro. C/. Juan Dios
J. BenÍtez 6 - D, 3.º D. 38004 S/C DE Martín, 21. 35400-ARUCAS, Gran
TENERIFE Canaria
1988 Al Hiraki Al Hiraki, Hassan. Avda. 25 1991 Carrillo Espejo, José Joaquín. C/.
de Julio, 34 -2.º. 38004 - S/C DE General Bravo 42, 4.º. 35002-LAS
TENERIFE PALMAS
1995 Alemán Flores, Rafael. C/. Fernando 1976 Carrillo Nieves, Antonio. C/. General
Galván 6, 2.º. 35001-LAS PALMAS Bravo 1. 35002-LAS PALMAS
G.C. 1975 Casteleiro Licetti, Antonio. Obispo
1990 Alvarez Hernández, Teresa. C/. José Benítez de Lugo 38, 1.º. 38300-LA
López, 39 - 1.º. 38700-S/C DE LA OROTAVA, Tenerife
PALMA, Tenerife 1996 Castellanos Solanes, Jorge. Hospital
1992 Alvarez Marín, Jorge. Urb. Coralito, de la SS de Arrecife, Lanzarote - Lan-
viv. 21. Finca España. 38205-LA zarote
LAGUNA jorgeykatia@abonados.cplus.es
jam@correos.comtf.es 1976 Cifuentes Aguilar, Lina Manuela.
1992 Amigó Rodríguez, Alfredo. C/. La Apdo. de Correos 10271. 38080-S.C.
Marina 7, 3.º-41-EDF. Hamilton. DE TENERIFE
38002-S/C DE TENERIFE 1967 Contreras Estévez, Concepción. C/.
1997 Ayala Barroso, Eva. C/. El Durazno Villa de Marín N.º 6, 5.º C. 28029-
75. 38350-TACORONTE. Tenerife MADRID
1993 Badia Llahi, Hugo Enrique. C/. Suá- 1993 Cordovés Dorta, Luis. C/. General
rez Guerra 61, 4.º Izqui. 38002-S.C. Antequera, 12. 38004-S.C. DE
DE TENERIFE TENERIFE
Barry Gómez, Carlos-Las Palmas cordoves@retemail.es
1978 Barry Rodríguez, Julio. Viera y Clavi- 1975 De la Cruz Rodríguez, José M.ª. C/.
jo 19, 4.º. 35002-LAS PALMAS Las Flores 7, San Honorato. 38203-
1991 Beltrán Ferrer, José Vicente. Rafael LA LAGUNA, Tenerife
Cabrera 22, bajo. 35002-LAS PAL- 1979 Del Arco Aguilar, José Manuel. Resi-
MAS dencial Anaga, Edf. Silvia - Ptal. 3.º 6.
1995 Betancor Padilla, Diego. C/. Obispo 38001-S.C. DE TENERIFE
Rey Redondo 27, 2.º. 38201-LA 1972 Del Rosario Cedrés, David. Av.
LAGUNA, Tenerife Asuncionistas 2, 1.º 38006-S/C. DE
1978 Bonilla Aguiar, Felix. Macher. TENERIFE
35571-LANZAROTE, Las Palmas de 1991 Delgado Miranda, José Luis. C/.
G.C. Callao de Lima , 27- 2.º. 38003-S.C.
macher@lix.servicom.es DE TENERIFE
127
Relación de socios

1975 Díaz Santiago, Juan J. C/. Luis Dores- 1988 Hernández Brito, Ana María. Crta.
te Silva 62, 1.º 35004-LAS PALMAS Mesa Mota, N.º 17. 38208-LA
1995 Enríquez de la Fe, Ramón Fco. Av. LAGUNA, Tenerife
Rafael Cabrera 26, 7.º A, D. 35002- 1978 Hernández González, Manuel. C/.
LAS PALMAS Puerta de Reventón N.º 10. LAS PAL-
1974 Escovar Tolosa, Antonio. C/. Valois, MAS
34. 38400-PUERTO DE LA CRUZ, 1997 Hernández González, Sotero. C/.
Tenerife Pérez Soto, N.º 3. 38009-SANTA
1992 Fariña Hernández, Francisco J. C/. El CRUZ DE TENERIFE
Cano s/n. Edif. Capri 2, piso 101. 1996 Herrera Piñero, Ricardo. Urb. Acorán,
38109-RADAZUL. El Rosario. Tene- Parque Miramar I; N.º 1. 38109-S/C.
rife DE TENERIFE
fjavierf@idecnet.com 1998 Iceta González, Ignacio. C/. Santa
1995 Febles Reyes, José Vidal. Av. 3 de Rosalía 49, 1º C 38002-S/C. DE
Mayo 20, 3.º. 38410-LOS REALE- TENERIFE
JOS, Tenerife 1992 Kalab Collado, Antonio. C/. Luis
1992 Ferrando Gómez, Rafael. C/. Plaza de Doreste Silva 36-2-2. 35000-LAS
la Feria 40, 9.º. 35003-LAS PALMAS PALMAS
1982 Font Castro, Aurora. C/. M. E. Castro 1995 Kalitovics Nobrégas, Nicolás. San
Fariña 75, Mesa del Mar. 38350- Lázaro 25. 38206-LA LAGUNA,
TACORONTE, Tenerife Tenerife
1979 Font Pérez, Tomás. C/. Jesús 50. 1990 León Hernández, Francisco A. C/.
46007-VALENCIA Alvarez de Abreu 24- 2.º. 38700-S.C.
1990 Fraile Peñate, María José. Carretera DE LA PALMA, S.C. Tenerife
Mesa Mota 13. 38200-LA LAGUNA, 1974 Llarena Borges, José Ramón. C/.
Tenerife Gral. Antequera 4, 4.º. 38004-S.C. DE
1986 García González, Matías. C/. Capitán TENERIFE
Lucena 3. 35007-LAS PALMAS 1972 Llarena Codesido, Guzmán. C/. Sabino
1978 García Sánchez, Julián. Plaza Cristo Berthelot 1, 5.º. 38003-S.C. DE TENE-
Rey 4, 10.º. 28040-MADRID RIFE
1976 García Suárez,. Alfonso. C/. Francis- 1992 López Cotín, Concepción. C/. Barcelo-
co Torquemada 1. 35011-LAS PAL- na 3, Atico D. 35006-LAS PALMAS
MAS 1974 López Domínguez, Bernabé. C/. Cano
1992 Gil Hernández, M.ª Antonia. C/. 42, 1.º Izq. 35002-LAS PALMAS
Angel Romero, 1. 38009-S.C. DE 1976 López Gracia, Matías. C/ Gral. San-
TENERIFE jurjo 44, 12-B. 35010-LAS PALMAS
1974 González de la Rosa, Manuel A. C/. matias2@santandersupernet.com
Valdés Parc. 65, Radazul. 38109-EL 1990 López Villar, Joaquín. C/. Rafael
ROSARIO, Tenerife Cabrera 22, Pta. bajo. 35002-LAS
mgdelarosa@jet.es PALMAS
1974 González Jiménez, Antonio. Av. José 1992 Losada Castillo, M.ª José. C/. Bernar-
Antonio, 5. 38300-LA OROTAVA, dino Seman 3, Edf. Jonatan, P-2, 301.
Tenerife 38005-S.C. DE TENERIFE
1997 González Padrón, Manuel. C/. Gene- 1974 Losada García-Ontiveros, Gonzalo.
ral Mola 80, 5.º piso. 38004-S. Cruz Av. Rafael Cabrera 4, - 3.º. 35002-
de Tenerife LAS PALMAS, Gran Canaria
1992 Guillén Molina, Santiago. Serv. de 1992 Luque Arellano, Manuel. C/. Adarve
Oftalmología. Hosp. Insular. 35000- 24, 1.º-Izq. 14001-CORDOBA
LAS PALMAS 1992 Manrique de Lara Morales, Alfonso.
1974 Gutiérrez González, Francisco. C/. Plaza de la Feria 10- 2.º-dcha. 35003-
Alemania, 39. 35006-LAS PALMAS LAS PALMAS
128
Relación de socios

1984 Mantolán Sarmiento, Cristina. Urb. 1972 Ojeda Guerra, Antonio. C/. Costa y
Guajara, Delta, 54. 38205-LA LAGU- Grijalba, 5-1º. 38004-S/C. DE TENE-
NA, Tenerife RIFE
1984 Marrero Saavedra, M.ª. Dolores. C/. 1996 Ojeda Socorro, Ramón. C/. Rafael
Obispo Encina 1, 2.º iqd. 35004-LAS Hardisson 3, 1.º- Izq. 38005-S/C. DE
PALMAS, Gran Canaria TENERIFE
1989 Martín Barrera, Fernando. Caletillas 1992 Pareja Ríos, Alicia. C/. Adelantado, N.º
20, Edf. Calemar, Apto. 22. 38520- 36, Edf. Nivaria, Portal H, 3.º-1.º.
LAS CALETILLAS, Candelaria, 38200-LA LAGUNA, S.C. de Tenerife
Tenerife 1992 Pelaez Alvarez, María Isabel. C/. Rafa-
1976 Martín González, José Agustín. C/. el Cabrera 22, 1.º. 35002-LAS PAL-
Greco 17. 38007-S.C.DE TENERIFE MAS G. C.
1974 Martín Hernández, Rodrigo. C/. Nava 1980 Pellicer Lorca, Tomás. C/. Barceló 15,
y Grimón 70. 38201-LA LAGUNA, 2.º Izda. 28004-MADRID
Tenerife 1979 Pérez Barreto, Leonor. Urb. Guajara Del-
1989 Martín Torres, M.ª. José. C/. Alvareda ta 77. 38205-LA LAGUNA, Tenerife
35, 6.º B. 35008-LAS PALMAS. 1975 Pérez Espejo, José. C/. Pérez de Rosas
1995 Martínez de Munno, Jorge Eduardo. 13, entresuelo. 38004-S/C DE TENE-
C/. Elcano, Edif. Beti, Esc. B; piso RIFE
10.º D. 38109-RADAZUL, El Rosa- 1990 Pérez Figueroa, Nohora. Edif. Morera
rio, Tenerife 8, cuarto. 38700-S/C. DE LA PAL-
1976 Martínez-Barona Garabito, Fernando. MA, Tenerife
Av. Prof. Peraza de Ayala 9, 7.º. 1992 Pérez González, Francisco. C/. Gago
38001-S.C. DE TENERIFE Goutinho 48, 1.º. 35000-TELDE, Las
1992 Medina Herrera, María. C/. Néstor de la Palmas de G.C.
Torre 7-1.º Izq. 35001-LAS PALMAS 1976 Pérez Hernández, Francisco. C/. León
1975 Méndez González, Julio. C/. Perdomo y Castillo 51, 2.º. 35003-LAS PAL-
45. 35002-LAS PALMAS MAS G.C.
info@juliomendez.com 1987 Pérez Martín, William. Urb. Gil Rol-
1983 Mesa Moreno, Carmen Gloria. Serv. dan 24 - Guamasa. 38330-LA LAGU-
Oftalmología, H.U.C. La Cuesta. NA, Tenerife
38200-LA LAGUNA, Tenerife 1986 Pérez Morán, Manuel. C/. Suárez
1993 Mohrez Muvdi, Raji. Serv. Oftalmo- Guerra 50, 2.º 1 Edif. El Cedro.
logía, Hospital de la S.S. 35600-PTO. 38002-S/C. DE TENERIFE
DEL ROSARO, Fuerteventura 1997 Pérez Silguero, David. C/. León y Casti-
1999 Montesinos Ventura, Blanca M.ª. C/. llo 49, piso 4.º. P-1. 35003-LAS PAL-
Santa Teresa de Jornet Ibars 9, 2.º D. MAS, G. C.
38004-S/C. DE TENERIFE 1992 Pérez Silguero, Miguel Angel. Serv.
blancamv@comtf.es Oftalmología C.H. La Candelaria.
1992 Muiños Gómez-Camacho, José 38000-Ctra. Del Rosario, s/n, S.C.
Alberto. C/. Gral. Godet 30, puerta 6- TENERIFE
2.º B. 38006-S.C. DE TENERIFE 1979 Piñana Darias, Carlos. C/. Canalejas
1997 Mújica Moreno, Vicente. C/. Felix 33. 35003-LAS PALMAS G.C.
Gila, N.º 1, 4.º B. SEGOVIA 1979 Piñero Carrión, Antonio. C/. Ciudad
1972 Murube del Castillo, Juan. H. Ramón de Ronda 4, 2.º-D. 41004-SEVILLA
y Cajal. Serv. Oftalmología-Apt. 37. 1989 Quijada Fumero, Elíseo. C/. Alfonso
28034 MADRID XIII 38, P. 2 viv. 4- La Higuerita.
1992 Negrín Díaz, Manuel R. C/. Balboa, 38200-LA LAGUNA, Tenerife
Urb. Paraíso 5 Bloque. 30; RADA- 1992 Ramos Ramos, Juan José. C/. León y
ZUL ALTO. 38109-El Rosario, Tene- Castillo 112-3.º-26. 35004-LAS PAL-
rife MAS
129
Relación de socios

1997 Reyes Rodríguez, Miguel Angel. 1987 Sánchez Pérez, Jorge Luis. C/. Santia-
Serv. Oftalmología; H. Materno, Las go Cuadrado 23, 2.º B. 38006-S.C.
Palmas-LAS PALMAS DE TENERIFE
1972 Rodríguez Galván, Corviniano. C/. 1982 Santana Navarro, Francisco. C/. Olof
Costa y Grijalba 4. 38004-S.C. DE Palme 44, 11-A. 35010-LAS PAL-
TENERIFE MAS
1985 Rodríguez Hernández, José Vicente. cadrisana@lpa.servicom.es
C/. Olof Palme 44, -2.º C. 35010-LAS 1992 Santana Navarro, María Dolores. C/.
PALMAS San Marcial 17. 35250-INGENIO ,
1998 Rodríguez Martín, Javier. HUC. Ctra. Las Palmas de G.C.
La Cuesta-Taco s/n. 38320-LA 1987 Santana Valerón, Fermín. C/. La Isa,
LAGUNA, Tenerife N.º 12. 38205-LA LAGUNA, Tenerife
Javierrm@comtf.es 1991 Santos Barrera, Roberto. Urba. Guaja-
1976 Rodríguez Pérez, José Alfonso. Avda. ra Beta 97. 38205-LA LAGUNA
Mesa y López 5, 1.º p. 35006-LAS Tenerife
PALMAS 1975 Serrano García, Miguel Angel. Calle-
1992 Rodríguez Pérez, Mercedes. C/. Con- jón de Bouza 1 - 21, Ofc. 6. 38002-
cejal García Feo 5, -3.ºB. 35011-LAS S/C. DE TENERIFE
PALMAS 1992 Toledo Monzón, Juan Luis. C/ Alonso
1992 Royo Martínez, Esperanza. C/. Helio- Alvarado 10, 2.º B. 35000-LAS PAL-
doro Rguez López 30, 3.º N. 38005- MAS
S/C.DE TENERIFE 1989 Valls Quintana, Pedro. C/. Carvajal 3
1972 Ruiz Funes, José. Rambla Gral. Fran- P. 4.º 6 C. 35004-LAS PALMAS
co 104, 2.º-D. 38004-S/C. DE TENE- 1987 Vargas González, Juan Carlos. C/. Sin
RIFE Salida, 7-Bajo; B. 38004-S/C. DE
1995 Saloña Bordas, José Luis. Valls de la TENERIFE
Torre 7, 1.º, Clínica Arrecife. 35500- 1992 Ventura Rodríguez, Antonio. C/. San-
ARRECIFE, Lanzarote tiago Bravo de Laguna 15, 3.º I.
1988 Sánchez Méndez, Manuel. C/. Gene- 35000-LAS PALMAS, Gran Canaria
ral Godet 33 , 4.º A. 38006-S/C. DE 1978 Zaragoza García, Pablo. C/. Arturo
TENERIFE Soria, 310, 3.º C. 28003-MADRID.

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