Papel de La Mujer Siglo 20
Papel de La Mujer Siglo 20
Papel de La Mujer Siglo 20
En este siglo las mujeres se percibían como frágiles y delicadas, ideas que se
nutrían de las creencias de que no eran aptas para el exigente trabajo físico e
intelectual que formaban parte de la cotidianeidad en la vida del hombre. La mujer
era marginada hasta el punto de casi no considerarse como una persona; por su
condición sexual, se le educaba para el matrimonio; saber lavar, cocinar, planchar,
coser y bordar; y primordialmente para tener hijos y ser madres, su biología
predeterminaba su destino y su papel en la sociedad y la familia
Sufragio femenino
A parte de esa accidentada anécdota de Nueva Jersey, el primer país del mundo
que autorizó el sufragio femenino en igual derecho que los hombres fue Nueva
Zelanda que lo hizo en 1893. Le siguió Australia en 1902 y Tasmania en 1903.
La dictadura de Franco anuló las elecciones libres y con ello, obviamente, tanto el
sufragio masculino como el femenino. Posteriormente restauró ambos y así en el
referéndum de 1966 se indicó que eran electores «todos los ciudadanos españoles
mayores de veintiún años, sin distinción de sexo».8 Posteriormente, en las
elecciones para lo que llamaron «representación familiar en las cortes» se señalaba
en el artículo cuarto de la convocatoria que «son electores los cabezas de familia y
mujeres casadas». Los votos libres tanto femenino como masculino se volvieron a
ejercer en 1976 durante la Transición Española. Previamente, en 1924, bajo el
mandato del presidente Primo de Rivera, se autorizo un “voto femenino con
restricciones”, en el que solo podían votar en las elecciones aquellas mujeres
mayores de 23 años que estuvieran “emancipadas”, es decir soltera. Quedaban
excluidas al derecho a voto las mujeres “casadas” y las “prostitutas. Por lo general
este tipo de restricciones se dieron con la excusa de que otorgarle a la mujer el
derecho a voto podría hacerla discrepar en opiniones con su esposo y debilitaría la
estabilidad del hogar.
Hubo núcleos aislados de mujeres, encabezados por María Jesús Alvarado, Adela
Montesinos, Zoila Aurora Cáceres, Elvira García y García y la poeta Magda Portal,
que insistieron y se movilizaron en busca de logar el voto femenino como una
realidad posible para las peruanas. No obstante, la opinión pública deslegitimó
estos movimientos alegando que las mujeres “tenían menor capacidad mental que
los hombres, que eran demasiado sentimentales, y que su lugar era el hogar”.
Fue en 1955 durante el gobierno del presidente Manuel A. Odría se promulgó la ley
que permitía a las mujeres mayores de edad y alfabetizadas el derecho a elegir y
ser elegidas. Por un lado, la dación de esta ley estaba motivada por un cálculo
político en el que Odría buscaba el apoyo de las mujeres para sus mujeres en las
elecciones de 1956, a su vez, la decisión correspondería un
discurso demagógico que respondía a sus intereses de recomponer su figura como
autoridad democrática, puesto que ya en casi toda Latinoamérica se había otorgado
el voto político a las mujeres. No hacerlo en el Perú, iba en contra de la imagen que
Odría buscaba trasmitir.
Otro factor que ejerció presión desde la esfera internacional fueron los
pronunciamientos de la ONU y la declaración universal de los DDHH (1948) en las
que se instaba a los países miembros a promover en sus legislaturas la igualdad
de derechos a hombres y mujeres.
Sin embargo, la obtención del sufragio para las mujeres no fue solo obra del
contexto y estrategias políticas de Odría. Si bien los movimientos por el sufragio en
el Perú no fueron masivos y se concentraron en los círculos de mujeres
intelectuales, profesionales y académicas, sus demandas y movilizaciones tuvieron
difusión en semanarios, periódicos y revistas de alta circulación logrando así
trascender sus propios círculos y tener un impacto en la opinión pública.
Casi más de veinte años después, el 12 de 1979, una nueva ley estableció la
incorporación de los iletrados a la población electoral y con ello se elevó la
participación femenina en los sufragios.
El origen del Día de la Mujer se remonta a 1909, primer año que se celebró. En este
concreto fue el Día Nacional de la Mujer en Nueva York, Estados Unidos organizado
por por las Mujeres Socialistas tras una declaración del Partido Socialista de los
Estados Unidos en honor a la huelga de las trabajadores textiles de 1908 en la que
protestaron por las penosas condiciones de trabajo. Unas 15 000 mujeres
marcharon por la ciudad de Nueva York exigiendo una reducción de la jornada
laboral, mejores salarios y derechos de voto.
Las primeras universidades datan del siglo XI. Por ello es que sorprende que sólo
en el siglo XX se haya abierto, en un comienzo, el ingreso de las mujeres a los
planteles de educación superior. Siempre existieron excepciones, pero el
atrevimiento femenino tuvo lugar una vez adentrado el 1900, y únicamente en
naciones con mayor desarrollo del sistema.