Metodos Prospectivos

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Alfredo del Valle

Diseño del futuro: conceptos y métodos

1. INTRODUCCION

EL TEMA DELFUTURO se ha convertido en uno de los temas de mayor preocu-


pación actual. Se lo mira con inquietud porque hay demasiados indicios de que
la vida futura puede ser de una calidad muy inferior a la actual, no sólo para
quienes hoy sufren la pobreza, sino también para lo, que disfrutan de alto bie-
nestar material. No es necesario entrar en detalles sobre las múltiples situaciones
de peligro que hoy amenazan al mundo para evocar esta inquietud por el futuro;
basta mencionar algunas: carencia de alimentm, dest~ucción progresiva del
medio ambiente, escasez de fuentes de energía, proli_feración de armas nu-
cleares, acentuación del terrorismo, desigualdad creciente entre grupos sociales
y entre naciones, desprecio por los derechos humanos.
La inquietud por el futuro puede ser el punto de partida de una reacción
constructiva ante estas amenazas, que busque actuar para mejorar el presente
y de este modo el futuro que se anticipa. Pero no es la única actitud que se
advierte. Poco a poco aumenta el número de los que se convencen de que sim-
plemente no habrá futuro, y que reaccionan ante esta terrible certeza -conscien-
te o inconsciente- tratando de destruir el presente mediante múltiples formas
de evasión o de violencia.
No pretendemos en este trabajo referirnos a las situaciones de peligro
que enfrentamos, ya sea en la sociedad chilena, o en el mundo, ni a las causas
profundas que tal vez puedan darles explicación. Ello excedería tanto el ám·
bita de este trabajo como la competencia del autor. Esos temas quedarán en
el trasfondo, constituyendo la motivación para todo lo que sigue. Sólo des-
tacaremos que todos los autores y equipO'> de investigación que han estudiado
seriamente estos problemas coinciden en seÍÍalar que ellos son extremadamente
complejos y que están estrechamente conectados unos con otros. Con ello que-
remos dejar sentada desde el inicio nuestra posición contraria a cualquiera
de las explicaciones simplistas en boga, que sólo traducen juicios ideológicos,
y que entienden estos problemas y actúan sobre ellos como si fueran situaciones
independientes que pueden enfrentarse por separado.
E1 propósito que aquí tenemos es de tipo conceptual y metodológico.
Intentamos hacer una presentación ordenada, y necesariamente muy simplifi-
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cada, de ciertos conceptos que parecen ser útiles para aproximarse al tema
del futuro, y de algunos métodos de investigación que por la naturaleza del
tema son también métodos de acción sobre el futuro. El campo de trabajo in-
telectual al que pertenecen estos conceptos y métodos es el de la planificación,
una práctica social que tradicionalmente ha utilizado los intrumentales de va-
rias ciencias sociales, y que actualmente está adquiriendo el carácter de una
transdisciplina con cuerpo teórico propio. Tal como la entendemos aquí, la
planificación tiene la misión de diseñar un futuro deseable e inventar los
medios para hacerlo realidad (Ackoff, 1974, p. 26).
El tratamiento del tema seguirá tres etapas, en las cuales se avanzará de
lo más conceptual y abstracto a lo más metodológico y concreto. La primera
etapa estará dedicada a presentar un conjunto de conceptos que conforman un
modo particular de visualizar la realidad social que es objeto de planifica-
ción: el modo holístico y prospectivo. La segunda etapa consistirá en la pre-
sentación de un enfoque prospectivo de la planificación, que utiliza los con-
ceptos de la primera etapa, y que distingue tres niveles jerárquicos e
interdependientes en esta actividad: la planificación normativa, la planificación
estratégica y la planificación operacional. Por último, en la tercera etapa se
describirán e il~_trarán con cierto detalle algunos métodos utilizados en la
planificación normativa.
No hemos intentado aquí realizar una revisión completa ni parcial de la
profusa literatura existente sobre este tema, lo que excedería el propósito del
trabajo y el tiempo disponible. Tampoco hemos pretendido examinar las raíces
filosóficas de los diferentes conceptos y métodos, ya que ello rebasaría por
completo nuestras calificaciones. Como en cualquier campo de las ciencias so-
ciales, probablemente aparecerán en este trabajo ideas para las que hay concep-
tos similares, o términos o definiciones alternativas. Por razones de economía
de tiempo y espacio evitaremos también aquí la discusión de las diferentes po-
siciones existentes, y limitaremos el trabajo a la exposición de un marco
conceptual coherente, basado principalmente en las investigaciones de R. L.
Ackoff y H. Ozbekhan.
El desarrollo teórico de la planificación prospectiva se ha realizado casi
exclusivamente en los países industrializados, e igual cosa ocurre con los estu-
dios de aplicación de sus conceptos y métodos. Son pocos los estudios de este
tipo realizados en las sociedades subdesarrolladas, y no sabemos de ninguno
que haya tenido influencia sobre el curso de los acontecimientos. Pese a sus
gravísimas dificultades, el mundo en desarrollo sigue intentando aplicar solu-
ciones "probadas" a problemas que supone bien comprendidos. Las breves
notas que siguen tal vez puedan servir para mostrar que es posible buscar
soluciones propias, en forma a la vez científica y creativa.
DISEt'<O DEL FUTURO; CONCEPTOS Y METODOS 19

n. CONCEPTOS BASICOS

1. Pensamiento analítico y pensamiento holístíco

Uno de los rasgos más importantes que distinguen a la dvilización industrial


es el uso preponderante del pensamiento analítico. Estamos tan compenetrados
con este modo de pensar que llegamos a creer que es el único que existe. Utili-
zamos el verbo analizar como sinónimo de examinar o estudiar, sin darnos
cuenta que se trata sólo de una de las formas de buscar conocimiento. Pero no
deja de haber buenas razones para este descuido en el lenguaje: se trata de un
modo de pensar que ha sido extraordinariamente exitoso.
El método analítico consiste fundamentalmente en descomponer el objeto
estudiado en sus partes constitutivas y examinar cada parte por separado. Si
es necesario, cada parte a su vez se vuelve a descomponer en sus propias par-
tes. El objeto al que se aplica este método puede ser no sólo un objeto material,
sino también un proceso social o un concepto. El comportamiento y las propie-
dades del todo se explican a partir del comportamiento y las propiedades de
las partes.
"Cuando el todo a ser explicado no podía ser descompuesto en partes
independientes, ~e hacía necesario comprender las relaciones entre ellas para
comprender el todo.... se creía que todas las interacciones entre objetos, eventos
y sus propiedades podían ser reducidas por análisis a una relación fundamental,
causa-efecto. Una cosa se decía causa de otra, su efecto, si la primera era tanto
necesaria como suficiente para la otra. Un efecto no podía darse si no se daba
la causa, y debía darse si se daba la causa ....
Dado que una causa se consideraba suficiente para su efecto, no se reque-
ría nada más que la causa para explicar el efecto. Por consiguiente, la búsqueda
de causas era independiente del entorno (environment free). Empleaba lo que
hoy se denomina pensamiento de "sistema cerrado". Las leyes -como la de la
caída libre de los cuerpos (freely falling bodies)- se formulaban de modo que
excluyeran los efectos del entorno. (El vacío en que ocurre la caída libre es un
no-entorno). Se utilizaban no-entornos diseñados específicamente, los labora-
torios, para excluir los efectos del entorno sobre los fenómenos estudiados".
(Ackoff, 1974, p. 10; subrayados en el original).
El método analítico demostró ser muy poderoso. Permitió formular leyes
y principios de gran generalidad que pudieron aplicarse para explicar y contro-
lar el mundo natural. A él le debemos toda la ciencia natural moderna y toda
la tecnología actual que se deriva de esa ciencia. Además le debemos las for-
mas de organización racional que hemos adoptado con éxito para nuestras fábri-
cas, ejércitos y otras instituciones que requieren de la acción controlada y
sincronizada de muchos hombres. El gran resultado material del pensamiento
analítico es la máquina que en sus múltiples formas se ha impuesto a la natura-
leza como principal componente de nuestro medio ambiente actual.
Este método se demostró altamente eficiente para buscar los resultados
que intentaba. Pero su uso acarreó también consecuencias serias más allá del
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ámbito específico de cada aplicación. Al penetrar en mayor profundidad en la


descomposición de los fenómenos y procesos estudiados, se fue requiriendo una
especialización creciente de los analistas, y con ella se fue generando una
visión fragmentaria del mundo que llegó a ser dominante. Cada analista y cada
disciplina se concentraron en su propio fragmento de la realidad, y perdieron de
vista el entorno, es decir, el mundo y los hombres de carne y hueso. Lo más
serio es que esto no ocurrió sólo en las ciencias naturales, sino también en
las sociales, que en vista del prestigio de las primeras llegaron muchas veces
a considerar tanto más científica una teoría cuanto más se asemejara a algunas
teorías de la ciencia natural, normalmente a las de la mecánica clásica.
Frente a este tipo de pensamiento, y a los excesos a que ha conducido,
se ha revitalizado otro, que puede ser considerado como su contrario dialéc-
tico, y que en vez de las partes pone el acento en el todo. Es el pensamiento
holístico. En lugar de descomponer el objeto de estudio, la hólisis lo mira
como un todo y también como parte del todo mayor al que pertenece, llamado
el entorno. En este Upo de pensamiento las partes no son separables, y sus pro-
piedades y su comportamiento se explican por las relaciones que tienen con
el todo. Más allá de la causa-efecto determinística aparece otro tipo de relaciones
entre parte y todo, que requieren de nuevos conceptos para explicarlas: objetivo,
meta, función, propósito, intención. Son conceptos teleológicos -relativos a
fines-, que no tienen sentido en un discurso analítico o mecanÍstico.
El principal concepto instrumental del pensamiento holístico moderno es
el concepto de sistema. Su función es tan importante que se habla también
del pensamiento sistémico, y se denomina ciencia de los sistemas a la disci-
plina que estudia su lógica y sus propiedades generales (también llamada ci-
bernética general). Se han propuesto muchas definicioncis para este concepto,
que varían de 10 intuitivo a lo formal. Citaremos algunas:

"Cualquier cosa que consta de partes conectadas entre sí". (Beer, 1959,
p.9).
"Un conjunto de objetos junto con relaciones entre los objetos y entre
sus atributos". (Hall y Fagen, 1968, p. 81).

"Un conjunto de elementos interrelacionados, cada uno de los cuales


está relacionado directa o indirectamente con cada uno de los demás,
y en el cual no hay ningún subconjunto que no esté relacionado con
cualquier otro subconjunto . .. los elementos forman un conjunto comple-
tamente conectado ... Por 10 tanto, aunque un sistema puede ser parte
de un sistema más grande él no puede ser descompuesto en subsistemas
independientes". (AckoH y Emery, 1972, p. 18; subrayado en el origi-
nal).

Para ilustrar el concepto de sistema podemos pensar en un reloj: si se


lo mira, analíticamente, como máquina" el énfasis estará en la esfera, los
punteros, el mecanismo que produce el movimiento, o la regulación de la
veloddad. Si se lo mira como sistema, 10 que interesará es su capacidad para
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dar la hora en el entorno en que debe darla, por ejemplo en una estación de
ferrocarril. Esta capacidad es una propiedad del reloj como un todo, y no
de sus partes por sepamdo.
Los elementos que constituyen los si~temas pueden ser de muchos tipos:
objetos, conceptos, personas, grupos, instituciones, sociedades. Piénsese, por
ejemplo, en sistemas como un reloj, una tecnología, una familia, una ciudad,
o el feudalismo. Algunos sistemas son simples y de comportamiento predecible,
como un reloj. Otros son complejos e inciertos, como una empresa o una uni-
versidad. Otros son tan complejos que no es posible describirlos en detalle,
como un cerebro, un ecosistema o una sociedad. La complejidad y la incerti-
dumbre son dos características básicas de muchos sistemas. Ellas exigen que
el sistema posea dispositivos de autorregulación y dirección, para asegurar la
mantención de su unidad (o identidad), la adaptación ante los cambios del
entorno y la viabilidad en el largo plazo.
El enfoque sistémico trata de descubrir Jos sistemas que hay en la realidad.
Mira a sus objetos de estudio como sistemas que se desenvuelven en sus res-
pectivosentornos, y no como cosas aisladas. Los sistemas que se dan en la
realidad social son altamente complejos, inciertos y dinámicos, y sus entornos
también son complejos y cambiantes. El enfoque holístico los trata en toda
su complejidad y dinámica, sin simplificarlos como el enfoque analítico, porque
la simplificación hace perder de vista las características más fundamentales.
Una simplificación frecuente es tratar a los sistemas sociales como sistemas
cerrados, olvidando el intercambio con su entorno. Es el caso, por ejemplo,
de la "solución" al problema de la, drogas mediante su prohibición, que
genera tráfico clandestino, corrupción, violencia, y tal vez aumenta su consu-
mo. Ca,os similares son las múltiples instancias de destrucción del medio
ambiente como consecuencia de la, visiones del desarrollo que sólo se preocupan
de sus aspectos económicos.
Las ciencias de los sistemas estudian las características de los siste'r11asque
Jes permiten adaptarse pasiva o activamente a los cambios del entorno, apren-
der y desempeñarse con mayor efectividad, elegir los medios para alcanzar
sus metas, e incluso fijarse por sí mismos metas, objetivos, y fines más altos
como son los ideales. No es necesario hacer mayor hincapié en la importancia
de estos temas para el estudio de los sistemas sociales. En lo que sigue sólo
nos preocuparemos de la aplicación de algunos conceptos holísticos al di,eño
del futuro, según se los ha formulado en las teorías sistémicas de la planifica-
.,
ClOno

2. Problemas sociales y situaciones problomáticas.

Entraremos al tema de la planificación examinando qué se entiende en el


pensamiento analítico por un problema social y su resolución, y luego di,cu-
tiendo esto desde una perspectiva holística.
El modelo analítico de un problema social, en sus casos de desarrollo más
completo, lo concibe como compuesto de las siguientes partes principales:
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a) Un decisor (tomador de decisiones), que enfrenta el problema y debe


resolverlo.
b) Un conjunto de objetivos, que son los resultados que espera obtener
el decisor.
c) Un conjunto de variables endógena'> (definidas internamente), que ex-
presan el proceso social en cuestión, y cuyos niveles actuales no
corresponden con los objetivos y reflejan la existencia del problema.
d) Un conjunto de variables exógenas (definida'> externamente), que
influyen sobre ese proceso; se distinguen las controlables por el decisor
de las no controlables.
e) Un estado de duda por parte del decisor respecto al nivel al que con-
viene fijar las variables controlables.

Cuando se trata de un problema complejo es necesario que un analista


estudie en detalle las relaciones entre la'>variables del problema y los objetivos,
y recomiende un curso de acción al decisor. Idealmente el analista deberá ser
capaz de determinar con precisión 'las relaciones causa-efecto entre la'>variables,
y construir con ellas un modelo conceptual, preferiblemente cuantitativo, que le
permita establecer cuál es la solución "óptima" del problema. El anali'>ta debe
presentar finalmente varias alternativas evaluada,>para su consideración por el
decisor. La resolución del problema consiste en la decisión, por parte de este
último, entre las alternativas presentadas y su posterior implantación. En es-
to último el analista ya no tiene intervención.
Los {micos elementos del entorno que aquí se incluyen son las variables
exógenas no controlables. Es característico su tratamiento en los modelos cco-
nométricos, en que son agrupadas en el ténnino "residual" de las ecuaciones,
que se considera aleatorio.
No cabe duda que hay muchas situaciones de la vida real en que esta
concepción puede aplicarse, y se aplica con éxito. Se trata de los casos en que
está bien definido quién tomará la decisión, claros los objetivos, bien explicado
el proceso social y delimitado e1.campo de soluciones factibles, y hay un entorno
que no cambia o que cambia en forma perfectamente predecible. Son problemas
"benignos" o "domesticados" (Rittel y Webber, 1973), para los cuales suelen
existir soluciones estandarizadas, e incluso disciplinas y profesiones que se es-
pecializan en ellos. A esta'>situaciones generalmente se les da una sola formu-
lación en el lenguaje de la disciplina correspondiente, y se los resuelve para
el corto plazo en el marco de una institucionalidad fija. Pueden ser calificados
como problemas sociales operacionales. Paralelos a ellos en el campo técnico,
y situados dentro de una tecnología fija, existen los problemas técnic'Os
operacionales (Mitroff, 1977).
Cuando se levantan las restricciones impuestas respecto al plazo, la insti-
tucionalidad, la tecnología, la predictibilidad del entorno y los demás atopectos
mencionados, nos encontramos en el terreno de los problemas estratégicos, y
DISEÑO DEL FUTURO: CONCEPTOS Y METODOS 23

comienzan a surgir dificultades para aplicar el modelo analítico. Seguiremos


para esta discusión a Rittel y Webber (1973) (1). Para los problemas estraté-
gicos el campo de las soluciones posibles ya no está bien definido, y no hay
criterios para decidir si se encontró o no una solución como en una ecuación
o en el ajedrez. No es fácil distinguir el planteamiento del problema de las
alternativas de solución. Las cadenas de causas posibles no tienen límites porque
se trata de sistemas abiertos cuyos entornos se pueden extender indefinidamente.
No hay explicaciones definitivas sobre los fenómenos de este tipo, y cada
explicación determina una vía de solución diferente; por ejemplo, el crimen
puede ser explicado por falta de policía, leyes inadecuadas, exceso de crimina-
les, demasiada policía, falta de oportunidades, muchas armas, etc. Además, no
es posible descartar ninguna de estas explicaciones demostrando que no es
válida, porque siempre existe el argumento irrefutable "si no se hubiera em-
pleado la solución X el crimen habría aumentado".
Las dificultades que hemos mencionado son de tipo lógico, pero hay otras
que pertenecen a otro plano. En estos problemas la evaluación de una solución
no e~ de tipo verdadero-falso como en el ca~o analítico, en que existen los cri-
terios objetivos de cada disciplina para decidir si la solución es o no correcta.
Para los problemas estratégicos las soluciones son buenas o malas (o mejores o
satisfactorias, etc.), y su evaluación depende de los intereses, valores o ideologías
de quienes estudian el problema. Para estos problemas, por último, no hay po-
sibilidad de "ensayo y error" para buscar relaciones causa-efecto como en el
método analítico experimental. Cada ensayo que se ponga en práctica tiene con-
secuencias, sobre recursos y especialmente sobre vidas humanas, que son
irreversibles.
Podemos concluir de esta discusión que no es posible practicar las separa-
ciones del método analítico cuando se trata de problema~ que no sean muy
simples, operacionales, de corto plazo y con entorno predecible. Para los pro-
blemasestratégicos, como son los del futuro, las separaciones entre analista y
decisor, entre formulación e implantación, entre variables controlables y no
controlables, dejan de tener sentido. En la práctica todos los componentes de
un problema social estratégico están entrelazados y constituyen un sistema.
Estos problemas deben ser estudiados holísticamente.
Pero hay algo más que tener en cuenta. Desde un punto de vista holístico
ni siquiera es posible separar un problema social de otro. También ellos están
interconectados. Lo que enfrentaremos en la práctica no son problemas sociales
sino sistemas de problemas sociales, o situaciones (2) problemáticas, que pueden

(1) Estos autores se refieren en general a los problemas de la planificación que califican
de "malignos" (wicked) en oposición a los "benignos" que estudian la ciencia o la
ingeniería. La distinción no es la misma que estamos haciendo aquí, pero gran parte
de la discusión es perfectamente aplicable a nuestro tema.
(2) El concepto de situación ha sido estudiado en profundidad por Matus (1977) Y eS
la base de su teoría de la planificación de situaciones. Aquí utilizamos el concepto de
Ackoff de situaciúu problemática o "mess", que es más simple aunque también
menos rico.
ALFREDO DEL VALLE

definirse como sistemas de condiciones externas que producen insatisfacción.


"Raramente puede obtenerse la solución de una . .. (situación problemática)
resolviendo independientemente cada uno de los problemas de que está como
puesta. Este parece ser el caso, por ejemplo, de nuestra manera de tratar
actualmente la .. , (problemática) urbana. Los esfuerzos para enfrentar sepa-
radamente aspectos de la vida urbana tales como el transporte, la salud, el
crimen y la educación parecen estar agravando la situación total", (Ackoff,
1974, p. 21).
Para enfrentar las situaciones problemáticas de tipo estratégico que presen-
tan los sistemas sociales complejos, por lo tanto, no es eficaz utilizar la resolución
individual de problemas del método analítico. La solución de un problema por
separado sólo producirá problemas nuevos. El enfoque debe scr holístico. Este
enfrentamiento holístico de una situación problemática es lo que recibe el
nombre de planificación.

3. Prospectiva: el futuro puede diseñarse.

Corresponde preguntarse ahora en qué forma es posible enfrentar la si-


tuación problemática de un sistema social en su totalidad, como lo requiere
el pensamiento holístico. Dicho de otro modo, cómo se puede buscar el siste-
ma de soluciones requerido para este sistema de problemas. La respuesta que
daremos es la siguiente: se lo puede hacer situándose en el futuro de ese
sistema social. O bien, con mayor precisión: situándose en los futuros posi-
bles, o futuribles, de ese sistema social. Esta respuesta nos introduce en el
campo de la prospectiva.
Para explicar qué se entiende por una vi-sión prospectiva comenzaremos
por examinar la visión contraria, o retrospectiva, que es la que está implí-
cita en los enfoques tradicionales de la planificación. Consiste simplemente
en la aseveración del sentido común de que el pasado es lo que explica al pre-
sente: para comprender 10 que ocurre hoy en un sistema social debería com-
prenderse qué ocurrió anteriormente. La aplicación a la planificación está bien
descrita en la siguiente cita: "El concepto de planeación tradicional comienza
por determinar cuáles futuros son factibles, y luego selecciona el más deseable.
La especificación de los futuros factibles se basa en los estados actuales y pa-
sados de la realidad. Así, el futuro, aunque no determinado del todo por el
pasado -si lo estuviera no habría planeación posible- en cierta forma es de-
ducido a partir de él. El estilo de planeación es esencialmente retrospectivo".
(Sachs, 1978, p. 12; subrayados en el original),
Para la prospectiva la visión es exactamente la inversa: el futuro es el que
explica y confiere sentido al presente. El futuro consiste en una imagen a
grandes rasgos del estado futuro que debería alcanzar el sistema social, y esa
imagen es la que orienta la acción en el presente. No se trata del estado que
el sistema efectivamente va a tener en diez o veinte años más; ese estado no
se conoce ni puede conocerse porque los sistemas sociales son esencialmente
impredeCibles. Es un futuro que está situado aquí y ahora, sólo que es otro
aquí y ahora que el del presente (Ozbekhan, 1969, p. 96).
DISEÑO DEL FUTURO: CONCEPTOS Y METODOS 25

La relación fundamental entre pasado, presente y futuro no es la del


transcurrir o estar después, que es una relación trivial. Es la relación de
conferir sentido, una relación valorativa. Para el pasado la experimentamos
muchas veces, cuando reinterpretamos hechos anteriores a la luz de nuevos
conocimientos. Del mi.~mo modo se la puede utilizar para conferir nuevo sen-
tido al presente, cuando este presente es una situación problemática que se
quiere mejorar. El modo de hacerlo es diseñando para el sistema un nuevo
futuro, diferente del que está implícito en la~ tendencia~ del presente, y que
sea un futuro deseable.
El diseño de un futuro de un sistema social es una actividad eminente-
mente holística. La perspectiva del futuro es dinámica, y en ella aparecen
nítidamente las relacione~ de las pal'tes con el todo. Primero debe diseñarse
el sistema como un todo, y al hacerlo aparecerán las funciones que deberán
desempeñar sus componentes. A partir de e~tas funciones se pueden diseñar
la~ partes. Pero cabe interrogarse, entonce~, en qué consiste últimamente el
diseño del todo. No consiste, como hemos vi.~to, en determinar cómo será el
sistema en un aúo dado, sino en dar respuesta a la pregunta ¿,cómo debería
ser el si~tema? Es una pregunta difícil, porque plantea explícitamente los
problemas de valoración. Diseñar el futuro consiste, fundamentalmente, en dar
forma concreta a los valores propios del si.~tema, que están distorsionados
o en peligro de destrucción en la situación problemática del presente.
La gran contribución del pensamiento prospectivo está precisamente en
este punto: hace posible el planteamiento de las pregunta~ fundamentales, y
genera una vía constructiva de respuesta que puede motivar y dar sentido a
la acción para cambiar el presente. Pero hay un elemento más, que e~ de la
mayor importancia: el propósito del pensamiento prospectivo no es eliminar
lo que no se quiere, como en la resolución de problema~, sino alcanzar lo
que se quiere. No está limitado a los cursos de acción del pa~ado, sino que
tiene plena libertad para inventar nuevos cursos de acción. Es, por lo tanto,
un pensamiento que permite la total liberación de la imaginación y que esti-
mula poderosamente la creatividad.
Es necesario señalar, para concluir, que no ba~ta con diseñar un futuro
deseable para que la acción del presente se reoriente por sí sola. Es un paso
fundamenttil, pero debe combinárselo con otros que aseguren la factibilidad
y la eficacia de la acción. La tarea de organizar adecuadamente estos elemen-
tos e~ la que aspira a cumplir la planificación prospectiva.

IlI. LA PLANIFICACION PROSPECTIV A

1. Características

Suele entenderse convencionalmente por planificación una actividad téc-


nica que tiene por objeto realizar estudios y fonnular planes. Estos planes
se parecen bastante unos a otros. Generalmente comienzan can un diagnóstico,
DISEÑO DEL FUTURO: CONCEPTOS Y METODOS 25

La relación fundamental entre pasado, presente y futuro no es la del


transcurrir o estar después, que es una relación trivial. Es la relación de
conferir sentido, una relación valorativa. Para el pa'iado la experimentamos
muchas veces, cuando reinterpretamos hechos anteriores a la luz de nuevos
conocimientos. Del mi.'>mo modo se la puede utilizar para conferir nuevo sen-
tido al presente, cuando este presente es una situación problemática que se
quiere mejorar. El modo de hacerlo es diseñando para el sistema un nuevo
futuro, diferente del que está implícito en la'> tendencia'> del presente, y que
sea un futuro deseable.
El diseño de un futuro de un sistema social es una actividad eminente-
mente holística. La perspectiva del futuro es dinámica. y en ella aparecen
nítidamente las relaciones de las partes con el todo. Primero debe diseñarse
el sistema como un todo, y al hacerlo aparecerán las funciones que deberán
desempeñar sus componentes. A partir de estas funciones se pueden diseñar
la'> partes. Pero cabe interrogarse, entonces, en qué consiste últimamente el
diseño del todo. No consiste, como hemos vi.sto, en determinar cómo será el
sistema en un aÍlo dado, sino en dar respuesta a la pregunta ¿.cómo debería
ser el si'>tema? Es una pregunta difícil, porque plantea explícitamente los
problemas de valoración. Diseñar el futuro consiste, fundamentalmente, en dar
forma concreta a los valores propios del sistema, que están distorsionados
o en peligro de destrucción en la situación problemática del presente.
La gran contribución del pensamiento prospectivo está precisamente en
este punto: hace posible el planteamiento de las preguntas fundamentales, y
genera una vía constructiva de respuesta que puede motivar y dar sentido a
la acción para cambiar el presente. Pero hay un elemento más, que es de la
mayor importancia: el propósito del pensamiento prospectivo no es eliminar
lo que no se quiere, como en la resolución de problema'i, sino alcanzar lo
que se quiere. No está limitado a los cursos de acción del pa'iado, sino que
tiene plena libertad para inventar nuevos cursos de acción. Es, por lo tanto,
un pensamiento que permite la total liberación de la imaginación y que esti-
mula poderosamente la creatividad.
Es necesario señalar, para concluir. que no basta con diseñar un futuro
deseable para que la acción del presente se reoriente por sí sola. Es un paso
fundamentd, pero debe combinárselo con otros que aseguren la factibilidad
y la eficacia de la acción. La tarea de organizar adecuadamente estos elemen-
tos e'> la que aspira a cumplir la planificación prospectiva.

III. LA PLANIFICACION PROSPECTIVA

1. Caracterfmíca.s

Suele entenderse convencionalmente por planificación una actividad téc-


nica que tiene por objeto realizar estudios y formular planes. Estos planes
se parecen bastante unos a otros. Generalmente comienzan con un diagnóstico,
26 ALFREDO DEL VALLE
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--_._- .__ .

en que se identifican los problemas y se estudian las tendencias básicas. Luego


contienen proyecciones de estas tendencias, con las cuales se intenta predecir
el futuro. A continuación proponen ciertas metas, con cuyo cumplimiento el
sistema estará preparado para enfrentar ese fututo que ha tratado de predecir.
Por último, proponen cómo asignar los recursos disponibles a los medios y
programas de acci6n que sean más eficientes para alcanzar las metas.
Este es el modo como se planifican los transportes, pliediciendo los flujos
futuros y preparando la infraestructura de carreteras; o la energía, prediciendo
la demanda y preparando la capacidad de producción necesaria para satis-
facerla; o también la vivienda, la infraestructura urbana, o la producción de
cualquier empresa. Esta planificación tradicional es una actividad de los eje-
cutivos y sus asesores que planifican desde arriba al sistema que controlan.
Se preocupa sólo de las variables que la experiencia les dice que son básicas.
No se pone en práctica sino cuando las circunstancias parecen exigirla. Se
centra en la preparación de un documento fundamental llamado el plan. Nor-
malmente tiene validez sólo para el corto plazo: más allá las predicciones
casi siempre dejan de cumplirse. Por último, es retrospectiva, ya que los pro-
blemas que identifica, las tendencias que estudia, los recursos que asigna, e
incluso los medios que utiliza para actuar son s6lo los que contienen el pasado
y el presente del sistema.
La primera característica que nos interesa de la nueva planificación es,
naturalmente, su carácter prospectivo. Junto a él se requiere que tenga las
características indicadas a continuación (3):

a) Participativa: la planificación es un proceso que debe se realizado


por el propio sistema planificado y no por algún otro sistema externo.
El principal beneficio de la planificación está en emprenderla, no en
utilizar sus resultados.
b) COntinua: debido a que tanto el sistema social como su entorno están
cambiando constantemente, los planes no pueden ser fijos y también
deben cambiar. Muchas veces un plan ya está anticuado en cuanto 5e
ha terminado de escribirlo. Los planes deberían estarse preparando
y revisando en forma permanente.

c) Holistica: todos los componentes del sistema deben participar en el


proceso de planificación, Por ejemplo, en una empresa lo deben ha-
cer todos los departamentos y unidades, a todos los niveles. Esto
requiere una adecuada integración vertical entre los distintos nive-
les, y una adecuada coordinación horizontal entre unidades del mismo
rango.
d) Multidimensiollal: la planificación debe referir.se a todos los aspec-
tos del sistema, y no puede mirar al sistema sólo desde un ángulo

(3) La presentadón de algunas de estas características se basa en Vcrgara et al., 1980.


DISEÑO DEL FUTURO: CONCEPTOS Y METODOS 27

que se considere especialmente importante. La planificación debe ser


simultáneamente económica, política, cultural, social, ecológica, etc.
La tendencia a hacer sólo planificación económica, por ejemplo, con-
duce a serios errores en las demás dimensiones del sistema social.

Como corolario de estas características es perfectamente posible conce-


bir un proceso de planificación en el cual nunca se escriba un plan por com-
pleto. Bastaría que existan adecuados mecanismos de comunicación entre las
partes del sistema, a través de los cuales se intercambie, oportuna y continua-
mente, la información que se requiere sobre todas las partes del proceso.

2. Estructura.

Siguiendo a Ozbekhan (1971) podemos decir que la planificación es un


sistema de acción humana organizado jerárquicamente y dirigido consciente-
mente al fuhuo. Un sistema jerárquico presenta cierto tipo de relaciones entre
StLS niveles que conviene describir brevemente. Cada nivel puede ser un sistema

con sus propios principios de organización. Los sistemas inferiores, o instru-


mentales, deben funcionar bien para cumplir con los propósitos del sistema
superior. Los superiores determinan el sentido de la operación de los inferiores.
El sistema más alto, u organizador, es el que confiere StLS valores al sistema
jerárquico total. Como ejemplo podemos considerar los cuatro sistemas que se
articulan jerárquicamente en el lenguaje: el sistema de letras que constituye
un alfabeto; el sistema de palabras que constituye un vocabulario; el sistema
de oraciones que está gobernado por la gramática, la sintaxis y la semántica;
y finalmente el sistema superior que es el texto, y que está gobernado por va-
lores estéticos.
La estructura jerárquica de la planificación prospectiva comta de 3 niveles:
planificación normativa, planificación estratégica y planificación operacional.
El nivel organizador es el normativo, donde se establece la orientación pros-
pectiva del proceso de planificación. Los otros dos niveles son instrumentales.
Esta estructura es radicalmente diferente de la que presenta la planificación
tradicional, que carece de un nivel normativo y que se organiza s6lo a partir
de lo estratégico.
Debe insistirse en el carácter de sistema total que tiene la planificación.
Los tres niveles se influyen mutuamente de acuerdo a las reglas de su relación
jerárquica. Estos niveles no son etapas. No se hace planificación normativa,
luego estratégica, luego operacional, sino que se están realizando continuamente
las tres. El nivel normativo 'está influyendo constantemente sobre el estratégico,
y éste sobre el operacional. El nivel operacional está condicionando permanen-
temente al estratégico, y estos niveles al normativo. Probablemente la acción
normativa deba c:omenzar primero, y luego la estratégica, pero las tres deben
subsistir e interactuar en el proceso continuo de la planificación.
A continuación examinaremos estos tres nivelcs por separado.
28 ALFREDO DEL VALLE

3. Planificacíón N orrnativa.

La pregunta básica de la planificación normativa es qué debería hacerse.


Este nivel se preocupa de la definición de fines para el sistema, a la luz de las
probables consecuencias de largo plazo de las acciones que pueda emprender.
La planificación normativa realiza una valoración explícita de estas consecuen-
cias.
El principal producto de la planificación normativa es la definición de los
objetivos para el proceso de planificación. E~tos objetivos son resultados de-
seables que pueden ser alcanzados, pero a los cuales no es posible dar fecha
(AckoH y Emery, 1972, p. 56). La determinación de objetivos no es un proceso
fácil como suele suponerse. Es un proceso complejo que requiere visualizar el
futuro del sistema. La gran diferencia entre la planificación prospectiva y la
tradicional está precisamente en el tratamiento de los objetivos. Cuando se
supone que los objetivos son conocidos o fácile~ de conocer es un signo claro
de que se está planificando en forma retrospectiva.
El problema fundamental de cómo pasar de un conjunto de valores a un
conjunto de objetivos, que es el problema práctico de la planificación normativa,
será el objeto de la última sección de e<te trabajo.

4. Planifícación Estratégica.

Este nivel de la planificación tiene como referencia el planteamiento de


qué debería hacerse, que le entrega la planificación normativa. La planifica-
ción estratégica define qué puede hacerse a la luz de lo que debería hacerse.
Su orientación es a resultados, de corto plazo, y no a consecuencias de largo
plazo. Pero debe tener como criterio fundamental de selección de sus re~ultados
la valoración de las posibles consecuencias que realiza la planificación nor-
mativa.
El principal producto de la planificación estratégica son las metas, que
son resultados deseables que pueden alcanzarse y a los cuales puede darse
fecha (AckoH y Emery, 1972, p. 56). Junto con las metas, la planificación
estratégica determina los principales medios con los cuales se pueden alcanzar
las metas. Metas y medios conforman un sistema de acción dirigido a acercarse
a los objetivos; este sistema de acción recibe el nombre de estrategia. Los
medios suelen ser de los siguientes tipos: programas, proyectó" po~íticas,
recursos e instituciones.
Debe recalcarse una vez más que la planificación estratégica está orientada
a resultados, y que por sí sola es insuficiente para orientar prospectivamente
al sistema. Ella requiere de la planificación normativa para valorar las conse-
cuencias de largo plazo y para que sus metas y medios tengan sentido.

OJ. Planificación Operacional.

En este nivel se pone en práctica lo anterior a través de la aplicaCión de


los medios para alcanzar las metas y para acercarse a los objetivos. En la
DISEÑO DEL FUTURO: CONCEPTOS Y METODOS 29

planificación operacional se determina qué se hará en el sistema y qué se hará


sobre el entorno. Como ya se ha señalado, esta decisión voluntaria de qué
hacer está orientada por la visión estratégica de qué puede hacerse, y por la
visión normativa de qué debería hacerse.
Para concluir es conveniente recalcar que en cuanto una acción se pone
en práctica al nivel operacional, ella tiene efectos sobre los demás medios que
se quiere utilizar, sobre las meta~ que se han establecido y sobre los objetivos
hacia los que se quiere avanzar. Todos estos componentes del proceso de
planificación están en continuo cambio. La planificación no e~ más que un
ordenamiento sistémico de la acción humana, que pretende hacerla alcanzar
sus fines de modo eficaz.

IV. METODOS DE PLANIFICACION NORMATIVA

1. Componentes.

En las metodologías actuales de la planificación normativa se pueden


distinguir seis componentes interdependientes, que describiremos por separado.
Debe recordarse que esta separación analítica se hace sólo para efectos de
presentación, pero que cada componente depende estrechamente de los demás.
Los componentes son los siguientes:

a) Percepción de la situación problemática.

b) Proyecciones de referencia y "futuro lógico".

c) Formulación de ideales del sistema.

d) E~ploración de futuros del entorno.

e) Formulación de "escenarios normativos".

f) Definición de objetivos.

La percepclOn de la situación problemática es inicialmente una opera-


ción holística. Se identifican problemas y relaciones entre los problemas. Para
profundizar en estos elementos se suele recurrir al análi~is del sistema y al
análisis de los principales obstáculos que le dificultan alcanzar sus fines. En
esta actividad pueden utilizarse técnicas especiales para establecer las tenden-
cias que muestran las variables que se consideran más importantes.
A partir de la percepción de la situación problemática es posible estudiar
el futuro que está contenido en las tendencia~ actuales. Es lo que ocurriría si
todas estas tendencias pudieran continuar sin modificarse. No es, naturalmente,
lo que va a ocurrir con el sistema, ya que los sistemas sociales no son prede-
cibles como los sistemas mecánicos aislados. Si con estas tendencias se prepara
una descripción completa del sistema en algún punto futuro del tiempo, se
obtendrá lo que se denomina un futuro lógico del sistema. Esta descripción
30 ALFREDO DEL VALLE

completa, o escenario, es una visión holística, y no sólo el resultado de la


proyección de una o dos variables. La visión del futuro lógico permite magnifi-
car los problemas actuales y las relaciones entre ellos, y permite de este modo
apreciar la situación problemática de un modo dra~:nart:izado.Las posibies
condiciones de crisis o ruptura que están implícitas en la situación actual apa-
recen nítidamente en esta proyección de referencia.
La formulación de ideales del sistema no se realiza directamente a partir
del futuro lógico. Si se lo hicera, nuevamente estaríamos en el terreno de la
retrospectiva. Los ideales se formulan en fomla relativamente autónoma y
planteándose la pregunta qué se quiere, y no la pregunta qué no se quier~.
Entendemos por ideal (Ackoff y Emery, 1972, p. 57), un resultado deseable
que no puede ser alcanzado, pero que puede ser aproximado indefinidamente.
Un ideal es una expresión concreta para un sistema de sus valores. Los valores
adquieren forma en el lenguaje y en la naturaleza del sistema a través de sus
ideales. Por ejemplo, valores como la paz y la fraternidad podrían expresarse
en el sistema de relaciones internacionales a través del ideal de que no haya
más guerra. Los valores de justicia y solidaridad podrían adquirir forma en una
sociedad determinada a través del ideal de terminar con la miseria. Los valores
de igualdad y participación podrían asimismo traducirse para una sociedad
en un ideal de democracia efectiva.
La exploración de futuros posibles del entorno es un paso indispensable,
ya que el sistem_asocial no es cerrado sino que recibe influencias externas que
no controla. Esta exploración habitualmente se realiza mediante la formulación
de diversos escenarios plausibles del entorno, que señalen diferentes condicio-
nes externas en las que el sistema podría verse envuelto. Mientras mejor sea el
conocimiento que tenga el sistema de su entorno, más rica podría ser la for-
mulación de estos futuros del contexto, y más efectivas las estrategias de
adaptación que se propongan.
En la formulación de escenarios normativos se elaboran visiones alternati-
vas de futuros deseables del sistema como un todo. Estos escenarios se consti-
tuyen a partir de todos los elementos anteriores; muestran al mismo sistema
cuya situación problemática fue percibida inicialmente, pero lo muestran en
un estado mejor; reflejan y materializan los ideales; se sitúan en los futuros
alternativos del entorno. Naturalmente, no son predicciones de lo que será el
futuro del sistema, sino imágenes de lo que debería y podría ser el
sistema. Al mismo tiempo que deseables, estos escenarios deben ser factibles,
aun cuando su factibilidad no es algo que pueda ser demostrado como se de-
muestra un teorema matemático. La factibilidad es más bien una tarea que
llega a ser necesaria a partir del carácter deseable que tiene el futuro norma-
tivo. El resto de la planificación tiene por objeto viabilizar este futuro que hoy
se identifica con alguno de los escenarios normativos.
Por último, en la definición de objetivos se establece lo concreto que se va a
buscar para acercarse al futuro normativo que se haya tllegido. Los objetivos
estarán en el camino a los ideales. Ellos no son más que los rasgos fundamentales
del futuro deseable. Deben tener el carácter más concreto que se pueda, y deben
DISE¡;:¡O DEL FUTURO: CONCEPTOS Y METODOS 31

poder servir de nomlas para evaluar si las acciones están conduciendo hacia
los ideales.
Es posible apreciar que la tarea de llegar a formular objetivos no es trivial
como lo supone la planificación tradicional. Requiere un largo camino de es-
tudio creativo y profundo del sistema social y de sus valores. El punto crítico
está en la determinación de los ideales del sistema. A esta determinación no
nos hemos referido en términos operacionales, y es lo que haremos en el resto
del trabajo.

2. Los métodos Deltos.

Antes de entrar al tema específico de la formulación de ideales conviene


detenerse brevemente en un tipo de métodos de investigación que es el que se
puede utilizar para este propósito. Son los métodos Delfos (4). Estos métodos
fueron concebidos con el objeto de estructurar procesos de comunicación de
grupo, que pem1itan al grupo enfrentar como un todo un problema complejo.
Como ejemplos de problemas estudiados con los métodos Delfos podemos men-
cionar las estimaciones de recursos mundiales de pétroleo hechas conjuntamente
por expertos muy diversos, y numerosas instancias de previsiones tecnológicas,
en las cuales se trata de estimar la fecha en que una nueva tecnología estará
a punto.
Se aplican los métodos Delfos a problemas que deben ser estudiados hoJís-
ticamente, con la participación de muchas personas, donde no exista historia
de comunicación entre estas personas, donde sea necesario mantener y aprove-
char la heterogeneidad de sus experienCias,donde sea difícil hacerlas interactuar
cara a cara, y donde sea necesario prevenir los desacuerdos fuertes que suelen
tener su origen en diferencias ideológicas.
En un estudio Delfos se busca facilitar y promover la interacción entre
los participantes, buscar y evaluar opiniones del grupo, permitir que cada
participante pueda cambiar de opinión, y mantener el anonimato de los partici-
pantes. El proceso es simple aunque debe tenerse sumo cuidado en el diseño
de la encuesta en sus diferentes ciclos. Inicialmente se plantean preguntas
relativamente abiertas para explorar el tema. Luego se clasifican, ordenan y
agrupan las respuestas. Se vuelve a plantear este cuestionario resumido a
los participantes, y así sucesivamente hasta lograr cierto grado de convergen-
cia en las opiniones expresadas. Particular importancia tiene el tratar de en-
tender los desacuerdos y replantear las preguntas de tal modo que se busque
consenso.

3. Método de diseño idealizado.

Este método tiene las características generales de los métodos Delfos, y


ha sido desarrollado por Ackoff para el problema específico de formular los

(4) Esta secoión se basa principalmente en Linstone y Turoff, 1975.


32 ALFREDO DEL VALLE

ideales de un sistema social en un proceso de planificación prospectiva. Fue


descrito por primera vez en Ackoff et al., 1976. Su autor lo presenta como
un método destinado a fomentar la creatividad, al evitar las restricciones que
cualquier persona tiende a autoimponerse en el diseño de sistemas sociales.
Consiste simplemente en rediseñar el sistema como los diseñadores desearían
que fuera, olvidando toda restricción política, económica, institucional, o de
cualquier otro orden, y sólo teniendo en cuenta las dos condiciones siguientes:

a) El diseño no debe incluir tecnologías que no se sepa que son fac-


tibles. Esto no excluye extemiones de las tecnologías actuales, o inno-
vaciones. Sí excluye la ciencia ficción.

b) El sistema diseiíado debe ser operacionalmente viable. Debería ser


capaz de operar si existiera. Por ejemplo, el sistema debería generar
u obtener los recursos que necesita o debería eliminar adecuadamente
los desperdicios que genera.

Cuando haya alguna pregunta de diseño para la cual no exista respuesta,


debería diseiíarse la capacidad para que el propio sistema dé la respuesta.
Es de gran importancia diseiíar capacidades de adaptación y de aprendizaje.
El producto del diseiío idealizado no es un sistema ideal o una utopía, sino
es un sistema que busca su ideal ("ídeal-seeking system"). No debe olvidarse
que el concepto de lo que es ideal cambia con el tiempo.
Este método presenta diversas características que lo hacen especialmen-
te adecuado para la planificación de un sistema social. Es prospectivo y permite
establecer las bases para el diseiío normativo de un futuro deseable. Facilita
la participación de todas las personas que tengan interés en el sistema. Tiende
a generar consenso, ya que se concentra en fines mús bien que en medios.
Facilita la visión holística del sistema. Induce el desarrollo de la creatividad
al eliminar restricciones impuestas por el pasado o el presente. Amplía la
concepción de lo que es factible, ya que un todo tiene propiedades que no
tienen las partes, y lo que no es factible para algunas partes puede serlo para
el todo; por ejemplo en cualquier diseiío idealizado puede incluirse la capacidad
de generar y buscar recursos si se estima que la falta de recursos es lo que
no lo haría factible. Por último, el diseño idealizado puede generar motivación
para cambiar el actual sistema hacia su ideal, cuando quienes lo diseñan se
convencen de que ello es deseable, necesario, y especialmente posible de rea-
lizar.

4. Un ejemplo: el futuro de París.

Presentaremos a c:ontinuación en forma muy breve un caso de planifica-


ción prospectiva realizada bajo la supervisión metodológica del Prof. Hasan
Ozbekhan. Este caso se desarrolló entre 1971 y 1974 Y consistió en un estu-
dio del futuro de París (Ozbekhan, 1977). Fue realizado antes de que Ackoff
inventara su método de diseiío idealizado.
DISEÑO DEL FUTURO; CONCEPTOS Y METODOS 33

La situación problemática que fue presentada por las autoridades a los


investigadores cra de una insatisfacción generalizada y reflejada en diversos
síntomas. Su percepción se estructuró en los siguientes puntos: deterioro urbano;
pérdida de un sentido de rol en el contexto europeo frente a otras ciudades;
falta de un sentido del futuro en el contexto de la marcha de las sociedades
industrializadas hacia la "socieaad postindustrial"; y falta de un concepto de
lo que debería ser París, esto es, su identidad o su vocación en un mundo
que cambia.
El futuro lógk'O que se desarrolló proyectando las tendencias actuales
condujo a lo que recibió públicamente el nombre del "Escenario de lo Inacep-
table".
La formulación de ideales se realizó a partir de entrevistas e interpretación
de una encuesta. Se concluyó que para sus habitantes los valores de París son
la primacía y la unicidad; París es la primera y la única. Los ideales quedaron
reflejados en el concepto de "ciudad global" o ciudad del mundo, que sea una
encrucijada privilegiada y un centro mediador para todas las culturas, econo-
mías, tecnologías y procesos políticos del globo.
En la exploración del futuro del entorno se previó que una Comunidad
Europea de Naciones daría dimensión política a la Comunidad Económica Eu-
ropea; que el Tercer Mundo se desarrollaría a través de la industrialización;
que las actuales sociedades industrializadas avanzadas se transformarían en
sociedades postindustriales; y que advendría un sistema industrial global,
institucionalizado dentro de un nucvo orden económico mundial.
Con estos elementos se configuró un conjunto de objetivos para la ciudad,
que son los siguientes:

a) Hegioccntricidad política: París, un centro político europeo.


b) Geocentricidad económica: París, un centro mundial en lo económico.
c) Racionalidad urbana.
d) Postindustrialismo.
e) Policentrismo cultural: París, un centro de atracción múltiple en lo
cultural.

Para alcanzar estos objetivos se propuso un conjunto de 18 metas, con


fechas que no presentaremos en detalle. Sólo daremos algunas como ejemplos.
Para el objetivo de la regiocentricidad política las metas son: transformarse
en ciudad autogobernada, transformarse en ciudad abierta, desnacionalizarse,
y llegar a ser la capital de la Comunidad Europea de Naciones. Para el de po-
licentrísmo cultural las metas son las siguientes; desarrollo de facilidades
de recepción multinacional, llegar a ser un centro mundial de eventos culturales
no nacionales, crear una Universidad del Desarrollo, y diseñar y establecer
una "Universidad del Mundo" multinacional.
34 ALFREDO DEL VALLE

El Plan de París fue evaluado a través de un estudio Delfos con cuatro


paneles: industriales franceses; políticos, intelectuales, artistas, dirigentes labo-
rales y dirigentes estudiantiles franceses; altos ejecutivos de empresas multi-
nacionales no francesas; y personalidades del Tercer Mundo. Para la evaluación
se presentaron todos los antecedentes, métodos seguidos y resultados. Se con-
sultó a los participantes sobre la validez de las premisas, el razonamiento y las
conclusiones, y se les consultó además si las metas eran aceptables y si las
consideraban factibles. Sorprendentemente, a la tercera iteración comenzó a
surgir consenso, y se estabilizó a un nivel entre 76 y 87%.Cabe destacar espe-
cialmente que en este consenso participaron representantes de todos los partidos
políticos de Francia, y que posteriormente se desarrolló un amplio debate
público sobre el plan propuesto (Ackoff, 1974, p. 31).
La planificación prospectiva generó nuevas opciones, ideas y posibili-
dades para este sistema social, que no estaban contenidas en las visiones de
París del presente. El proceso político difícilmente las hubiera podido generar
por sí solo. Este proceso, basado en el "arte de lo posible", parece ser esencial-
mente retrospectivo cuando se apoya sólo en la confrontación ideológica. La
planificación prospectiva podría hacer un aporte importante, ya que permite
generar nuevas opciones en forma participativa, y no las sustenta en el diálogo
de sordos de las ideologías sino en una exploración en profundidad de los
valores del sistema social.

REFERENCIAS

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5. Ferrater Mora, José, Diccionario de Filosofía, quinta edici6n. Buenos Aires: Editorial
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9. Mitroff, lan l., "On the Error of the Third Kind. Toward a Generalized Methodology
for Future Studies". En Harold A. Linstone y W.H. Clíve Simmonds, FlItures
Research. New Directions. Reading, Mass.: Addison-Wesley, 1977.
DISEÑO nEL FUTURO: CONCEPTOS Y METOnOS 35

10. Ozbekhan, Hasan, "Toward a G€neral Theory of Planning". En Erich Jantsch, OO.,
Perspectives of Planning. Paris: OECD, 19'69.

11. Ozbekhan, Hasan, "Planning and Human Action", en Paul A. Weiss, OO., Hierarchically
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12. Ozbekhan, Hasan, "The future of Paris: a system study in strategic urban planning".
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13. Rittel, Horst W. y Webber, Melvin M., "Dilemmas in a General Theory of Planning".
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14. Sachs, \\lladimir M. Diseño de un Futuro para el Futuro. México: Fundación Javier
Barros Sierra, Centro de Investigaciones Prospectivas, 1978.

1.5. Vergara, EIsa, Janesohid Gharajedaghi y Russell L. Ackoff, A Cuide to Interactive


Planning. SS Papers N9 80-04, Social Systems Sciences Program, University of
Pennsylvania, Filadelfia, 1980.

DEBATE

VIAL se pregunta, en primer lugar, si esa planificación prospectiva no es, ella también,
un problema "benigno", dado que, a su juicio, excluye el entorno histórico. En segundo
lugar, advierte que el futuro que orienta la planificación puede no ser más que un presente
camuflado. Por último, esboza una defensa del método analítico, que, desde Platón, es
hecho posible por una síntesis previa; reconoce, sin embargo, que puede darse un divor-
cio peligroso entre análisis y síntesis.

DEL VALLE responde a lo primero que los métodos de planificación prospectiva no


excluyen la historia, pues ésta está presente en los valores; lo que se trata de negar es la
inhibición de la historia, el estar constreñido ror
los medios y las experiencias del pasado.
A lo tercero, precisa que su crítica no fue a análisis como tal, sino al uso exclusivo del
método analítíe'o, que debería integrarse en una síntesis con el método holístico.

EDWARDSpiensa que la planificación difícilmente puede ser prospectiva si tiene que


ser (:ontinua, porque la historia hace que los esquemas - por ejemplo, los de la~ ciencia~
naturales o de las matemáticas clásicas- se agoten y haya que reemplazarlos por otros.

DEL VALLE explica que la continuidad de la planificación prospectiva consiste preci-


samente en que está atenta a los cambios en el sistema mismo y en su entorno, que pueden
exigir cambios en las metas, los objetivos, incluso en los ideales formulados.

A EDWARDSle interesa saber si se ha ensayado este método; piensa que su aplicación


incluye, necesariamente, la participación de los poderes vigentes en la definición de los
objetivos.

DEL VALLE,en América Latina, sólo conoce estudios de escenarios, con propósitos de
exploración del futuro; en otras regiones se han aplicado con éxito, como en el caso de
París presentado en la ponencia.

Nota del autor: A algunos amigos que leyeron este trabajo les pareció encontrar en él un
sesgo "voluntarista": un intento de imponer ideas a la realidad, ,sin tomar en cuenta sufi-
cientemente las circunstancias concretas en que se desenvuelve la acción. Creo que esto
puede deberse a que sólo fue tratada aquí con cierto detalle la planifica<!iónnormativa. Con-
sidero necesario recordar que los tres niveles de la planificación constituyen un sistema
de acción y que la planificación normativa sólo puede tener lugar en estrecha y continua
inter-acción con los niveles estratégico y operacional, en lo~ cuales se está poniendo en
práctica el diseño normativo del futuro.

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