Betting On Zero - 307990
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Betting On Zero
Ensayo
Ulloa vio como le “robaron sus sueños”. A él y a cientos de miles de latinos que
perdieron en Estados Unidos desde 8.000 a 22.000 dólares por apostar por los
productos de Herbalife. El documental Betting on zero, de Ted Braun, recupera
estas historias y la encrucijada del multimillonario de fondos de inversión Bill
Ackman para destapar el modelo de negocio de Herbalife como la estafa piramidal
más grande de la historia. En medio de un fuego cruzado, las historias de la
comunidad latina se introducen en un filme que busca retratar el sueño americano
sin final feliz. “Fue una oportunidad para saber cuál es el lugar del dinero en el
denominado sueño americano a través del lente que refleja el conflicto corporativo
y una historia que tiene ramificaciones en todo el mundo y que conecta con las vidas
del ciudadano de a pie”, explica el realizador vía telefónica.
Braun dice que fue difícil hilar las distintas partes de la historia, sobre todo ante la
negativa de Herbalife de participar en el documental. El realizador llenó ese vacío
con material de archivo de entrevistas e intervenciones públicas de los directivos.
Esto, junto a las aportaciones de exdistribuidores, ayuda a explicar cómo funcionan
las empresas multinivel. El relato es satisfactorio intelectual y emocionalmente. “Se
volvió una obligación poner a la audiencia en los zapatos de muchas personas
envueltas en estos complicados conflictos. Era muy importante para mí que vieran
y entendieran cómo era el mundo desde el punto de vista de los distribuidores y
ejecutivos de Herbalife”, afirma Braun.
El documental, que recibió una mención especial del jurado en el festival de Tribeca
a mejor investigación cinematográfica en 2016, no estuvo libre de polémica. Braun
denuncia que Herbalife, con presencia en 95 países y una red de 3.2 millones de
distribuidores, boicoteó una proyección del filme en la Galería Nacional de Retratos,
en Washington, en octubre. El director dice que la abogada Heather Podesta y los
socios de su firma de cabildeo compraron 173 entradas, la mitad de la sala, y
dejaron los asientos vacíos durante la exhibición. Este y otros ataques han
complicado la difusión de Betting on zero. A pesar de los intentos de sabotaje, el
filme logró mantenerse como el documental más visto en iTunes durante las
primeras tres semanas de su lanzamiento en abril y ahora quiere ampliar su
audiencia con su estreno en Netflix.
Según Braun, muchas de las denuncias hechas por el colectivo de Contreras fueron
tomadas en cuenta en la investigación que realizó la Comisión Federal de Comercio
de EE UU, en la que encontró cuatro faltas de prácticas comerciales y engañosas.
Por tal motivo, se le ordenó a la compañía pagar 200 millones de dólares a casi
350.000 personas que perdieron dinero en la adquisición de suplementos
nutricionales, además de reestructurar su modelo de negocios. “En todo momento
mantuvimos nuestra independencia con el filme. No mentimos con ninguna de las
partes mostradas en este documental y trabajamos asiduamente para entregar una
obra que no sea solo abogacía y que invitaba a que entiendan toda la situación”.
Betting on Zero presenta los casos de ciudadanos latinos viviendo en Estados
Unidos a quienes el sueño americano se les convirtió en una pesadilla por culpa,
según ellos, de Herbalife. Y es que en el documental se muestran las historias de
personas que invirtieron entre US$8.000 a US$22.000 en los productos de Herbalife
y al final se quedaron con las manos vacías. Un gran parte del documental se
desarrolla en torno a las profecías del director ejecutivo de la firma Pershing Square
Mangement, Bill Ackman, quien considera que Herbalife caerá por su mismo
modelo.
“Esa es una declaración muy fuerte, sin embargo, es un fraude enorme respecto a
su alcance, a los países involucrados y al daño producido a la gente”, dice en el
documental. Frente a esa acusación el director Herbalife, Michael Jhonson,
responde que las acusaciones se deben un modelo negocio oscuro de Bill Ackman
y a “una manipulación descarada”. “No somos un esquema piramidal, esa es una
acusación falsa. Esta es una compañía legítima. Hemos estado en el negocio
durante 32 años, tenemos millones de clientes en todo el mundo”, declaró. Según
los defensores de la compañía estadounidense, el objetivo de Bill Ackman es
provocar que las acciones de Herbalife caigan a partir de las mentiras y la
manipulación de la opinión pública para aumentar su riqueza.
Ackman ha puesto en marcha una campaña en los últimos años para demostrar por
qué Herbalife es una mentira, razón por la cual ha destinado más de US $50
millones en investigaciones. Producto de estas indagaciones pudo establecer que
el 80% de los distribuidores de la marca se retiran al cabo de cinco años y el 95%
pierde la inversión. Además, denuncia que solo las altas esferas se lucran de este
negocio, pues la mayoría de las personas que se dedican a comercializar los
productos son engañadas con falsas promesas.
Para que quede bien claro: las ganancias de esta ciclopea multinacional surgen del
dinero que invierten sus trabajadores comprando el humo que la empresa les vende,
esperando generar ganancias algún día… Un día que finalmente nunca llegará. “Es
como si compraras el boleto de una lotería que ya se sorteó”. La denuncia la lleva
a cabo Bill Ackman, un multimillonario de Wall Street que se gana sus millones
trabajando como especulador financiero. A grosso modo, como una persona que se
aprovecha al ver una debilidad en una empresa, “apuesta” millones en contra de
ella esperando que se caiga y llegado el caso de tener razón, recaudando
cantidades astronómicas de dinero. Para entender este rol cabe recordar el papel
de Christian Bale en The Big Short (2015), como el tipo que predijo viendo números,
que la burbuja inmobiliaria estaba a punto de estallar y que finalmente tuvo razón,
cuando todo se cayó produciendo la crisis económica mundial del 2008.
El relato propuesto por el director de Betting on Zero (2016) hace equilibro entre dos
cosas; por una parte, mostrando cómo se va desarrollando la demanda de Ackman
y por otra, contando las historias de la gente que ha caído en el engaño. De mucha
gente, pero fundamentalmente de la comunidad latina en suelo americano,
personas en ciertas condiciones de vulnerabilidad social, inmigrantes ilegales y
gente sin las herramientas culturales suficientes como para eludir las técnicas
comunicacionales de Herbalife.
No obstante, Herbalife tuvo que cumplir las medidas obligatorias de la FTC a finales
mayo pasado. La revisión requiere que la empresa divida a sus clientes en aquellos
que buscan una oportunidad de negocio convirtiéndose en distribuidores y los que
están comprando artículos para consumo personal. Ackman ha dicho que hay poca
demanda real de los productos de Herbalife y que muchos los compran solo para
cumplir con las metas de ventas.