Aprender A Escuchar
Aprender A Escuchar
Aprender A Escuchar
Resumen
En este trabajo hablare sobre tecnicas y sistemas para aprender a escuhar y diferenciarlo
de oir
1. DEFINICIÓN
Escuchar es un verbo que hace referencia a la acción de poner atención en algo que es captado
por el sentido auditivo. La palabra, que proviene del latı́n ascultãre, indica que la persona apela
a las facultades de su oı́do para oı́r lo dicho. El hecho de escuchar, por lo tanto, está vinculado
a la audición y contempla un entramado psı́quico y fisiológico que permite que una persona oiga.
El éxito de la comunicación se basa en la capacidad para escuchar con atención y empatı́a a tu
interlocutor. Esta habilidad es muy importante a la hora de establecer dinámicas de grupo, para
mejorar en el trabajo y, en general, ser más efectivo en nuestro dı́a a dı́a. Ası́ que es muy importante
diferenciar entre oı́r, lo que no podemos evitar, y escuchar, es decir, prestar atención sobre lo que
nos están contando. Prestar atención a lo que se oye, el vocablo escuchar significa ”poner atención
o aplicar el oı́do para oı́r (algo o a alguien)”. Por tanto, la acción de escuchar es voluntaria e
implica intención por parte del sujeto, a diferencia de oı́r, que significa, sin más, ”percibir por el
oı́do (un sonido) o lo que [alguien] dice”Percepción de sonidos de manera voluntaria y atenta
2. SISTEMA AUDITIVO
La función de nuestro sistema auditivo es, esencialmente, transformar las variaciones de presión
originadas por la propagación de las ondas sonoras en el aire en impulsos eléctricos (variaciones de
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potencial), información que los nervios acústicos transmiten a nuestro cerebro para la asignación
de significados.
Los seres humanos cuentan con un sistema auditivo que se divide en periférico (compuesto por
las diversas regiones del oı́do) y central (formado por los nervios responsables de la audición y el
cerebro). El primero se encarga de captar los sonidos y enviar las ondas al cerebro, mientras que
el segundo impulsa la actividad psicológica que completa la percepción. Cuando la oreja recibe
una onda de sonido, se encarga de transmitirla hacia el tı́mpano a través del conducto auditivo.
El tı́mpano recibe la onda y comienza a vibrar, permitiendo que unos huesos capten la vibración y
amplifiquen el sonido. El sonido amplificado después llega al oı́do interno y moviliza unos lı́quidos
que actúan sobre las células ciliadas, a cargo de transformar la onda en un impulso eléctrico que
pasa por el nervio auditivo y llega a la corteza auditiva. Recién ahı́ el ser humano logra interpretar
el sonido.
3. COMPRENSIÓN
El principio de una conversación es básico, un emisor transmite un mensaje y un receptor
lo recoge, o sea uno habla y otro escucha. Pero muchas veces esto no es ası́, normalmente lo que
sucede es que una persona habla y la otra espera, ansiosamente, su turno para hablar también. Ante
esta ón podemos entender que la mayorı́a de personas no escuchan con la intención de entender
el mensaje, sino de contestarlo. Aprender a escuchar nos facilitara a tener más éxito en nuestra
vida personal y profesional. Ante esta virtud desarrollaremos relaciones más profundas y mejor
entendimiento de nuestra realidad.
Sé el reflejo de la otra persona: Copia la acción postural de la otra persona. Actúa como
si fueras su reflejo, esto te permitirá ponerte en su lugar y entender más profundamente los
sentimientos que van unidos a sus palabras.
• Repite lo que la otra persona dice en tu cabeza. Aprende el significado de sus palabras.
• Intenta resumir lo que escuchas, replantea sus frases y saca el concepto básico de ellas.
• Intenta encontrar el mensaje principal de las palabras del comunicador.
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Hay que centrarse en el otro: Muchas veces nos centramos en nosotros mismos y no en
el mensaje de la otra persona. Estamos pensando cual va a ser nuestra respuesta más que
en lo que escuchamos. Nos tenemos que interesar por nuestro interlocutor y en lo que dice.
Tenemos que ser buenos oyentes y animar a la otra persona a hablar del tema.
Plantea preguntas: a todos nos gusta que en una conversación nos hagan preguntas, además
de facilitar el flujo de información dan un claro referente que estamos escuchando. Eso sı́, no
tenemos que interrumpir el flujo de la conversación.
Presta atención a tu lenguaje corporal: Hay que prestar atención a lo que dicen nuestras
palabras y nuestro cuerpo:
• Contacta visualmente con la otra persona, no pierdas la mirada en el infinito. Una buena
técnica es centrarte en su frente o en un solo ojo.
• Sonrie, pero sin que parezca caricaturesco. Si estamos excesivamente serios, puede pa-
recer que estamos enfadados o que no tomamos la suficiente atención.
• Utiliza ”muletillas”, o sea frases que indican al otro que le estas escuchando como:
entiendo, o asiente con la cabeza.
• Tiende a inclinarte hacia la otra persona y, sobretodo, no hables con la otra persona
completamente cerrado a ella, como con las piernas y los brazos cruzados.
”Sin interrupciones”: No interrumpas a la otra persona, deja que hable y hazlo tu solo
cuando ella haya acabado. Normalmente la tendencia es a contestar rápidamente, muérdete
la lengua y espera a que te llegue el turno. Recuerda lo que siente cuando te interrumpen.
No tendrás más razón por no dejar que el otro se exprese libremente.
No juzgues: La regla es básica, ¿verdad que no nos gusta que nos juzguen cuando habla-
mos? Pues no tenemos que hacerlo nosotros. La escucha tiene que ser abierta y tenemos que
reconocer que la otra persona se está expresando y, por tanto, concederle la libertad que se
merece.
4. CONSEJOS
Demostrar interés en los puntos de vista ajenos: Cada persona puede tener una
opinión diferente y lo ideal es escuchar a las personas con la mente abierta. Dejar a un lado
tus prejuicios y dirigir la atención al interlocutor son dos buenas recomendaciones que te
ayudarán. Mostrar interés en lo que te explica la otra persona atacará que te importa y,
automáticamente, te convertirá en una persona con la que vale la pena conversar.
concentrarse: No divagar y prestar atención a lo que te esten contando. Una buena manera
de no distraerte es pensar que la persona con la que estás hablando puede revelarte una
información importante y no se te debe pasar por alto.
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Prestar atención a el lenguaje corporal: La comunicación no verbal también es muy
importante. Si te muestras interesado de manera verbal pero tu mirada se desvı́a, pareces
distraı́do o indicas con tu cuerpo que tienes prisa o estás aburrido, no servirá de nada. Es
importante acompañar y reforzar la comunicación verbal con la no verbal.
Armarse de paciencia: A veces en la empresa hay personas que te cuentan cosas que
no te interesan. Si lo que te tiene que explicar tu interlocutor se trata de algo que puede
parecer una tonterı́a o bien lo diga para provocar, no te precipites y deja que termine su
explicación. Si su objetivo es desagradable, tendrás más armas con las que rebatirle y si
realmente pensamos que su idea no tiene sentido, no vale la pena enfrascarse en discusiones
que no llevan a ninguna parte.