Interpretacion Del Hemograma

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ALTERACIONES DEL RECUENTO DE LEUCOCITOS

leucocitosis

Se define leucocitosis como el aumento del número de leucocitos circulantes > 11 000 mm3. Pueden ser
leucocitosis fisiológicas, como ocurre en el recién nacido (hasta 30 000 mm3), secundarias a ejercicios, a
alteraciones emocionales como: miedo y agitación, a la ovulación o a inflamación producida por
enfermedades infecciosas inflamatorias, neoplásicas, estados de estrés metabólico (acidosis, anoxia,
convulsiones), sangramientos agudos o enfermedades hematológicas.

Neutrofilia

La neutrofilia corresponde al aumento de polimorfonucleares sobre 6 000 o 10 000 por mm3. Se ve con
mayor frecuencia en las infecciones bacterianas agudas y en forma pasajera, al comienzo de las
infecciones virales.

Se puede observar neutrofilia en cuadros inflamatorios no infecciosos como colagenopatías, en


condiciones de estrés, ejercicio intenso, hipoxia y asociada al uso de algunos medicamentos como
corticoides, adrenalina, entre otros.

Eosinofilia

Se considera eosinofilia el aumento de eosinófilos por sobre 500 por mm3. En el niño se ven aumentos
moderados con mayor frecuencia en parásitos que tengan contacto con la sangre (áscaris, larva migrante
de Toxocara canis o catis, Triquina, distoma hepático, anquilostoma, Sarcoptes scabiei). Son causa
también de eosinofilia las enfermedades alérgicas como asma, urticarias y eczema, drogas como
penicilinas, aminoglicósidos, cefalosporinas, ferroterapia y otras; así como enfermedades granulomatosas
del mesénquima, cirrosis hepática, neoplasias y post radioterapia.

Linfocitosis

Éstas pueden ser de dos tipos: relativas o absolutas. Las linfocitosis relativas son aquéllas en que hay más
de 50% de linfocitos con cifras leucocitarias disminuidas, normales o poco aumentadas. En niños se
presentan con mayor frecuencia frente a infecciones virales respiratorias, digestivas o exantemáticas
(sarampión, rubéola, varicela) con aproximadamente 10% o más de linfocitos atípicos o hiperbasófilos.
Con menor frecuencia se presentan en tifoidea, brucelosis, tuberculosis.

Las linfocitosis absolutas corresponden a aquéllas en que en el hemograma hay más de 10 000 linfocitos
mm3, con cifras leucocitarias aumentadas que pueden llegar a ser > de 50 000 mm3. Se presentan en
coqueluche, adenovirus tipo 12, linfocitosis infecciosa, mononucleosis infecciosa. Esta última,
aproximadamente en la 2ª semana de evolución presenta más de 20% de linfocitos medianos o grandes
hiperbasófilos. Este síndrome mononucleósico también se puede ver en toxoplamosis, enfermedad por
citomegalovirus, hepatitis infecciosa, y medicamentos (PAS, hidantoínicos).

Monocitosis

La presencia de más de 1 000 monocitos por mm3 en el lactante hasta los 2 años y más de 800 monocitos
por mm3 en preescolares y escolares, se consideran monocitosis. Se presentan en general acompañadas
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de linfocitosis y eosinofilia moderada en convalecencia de enfermedades infecciosas, como por ejemplo
en reabsorción de neumonías, infecciones crónicas granulomatosas (TBC, Hodgkin), infecciones virales y
en infecciones por gérmenes intracelulares (Brucelosis, Listeria monicitógena). La monocitosis es un signo
de gravedad en infecciones severas, como la sepsis del lactante.

Leucopenias

Se considera leucopenia la presencia en el hemograma de menos de 4 000 leucocitosis mm3, con


disminución relativa o absoluta de neutrófilos y/o linfocitos.

Neutropenias

El hallazgo de menos de 1 500 polimorfonucleares mm3, corresponde a neutropenia. Éstas pueden ser
transitorias o prolongadas y en cuanto al riesgo de infección pueden dividirse en:

1. Leves: de 1 000 - 1 500 (asintomáticas)


2. Medianas: de 500 - 1 000 (infecciones cutáneas)
3. Graves: menos de 500 (infecciones bucofaríngeas, neumonías y sepsis)

En cuanto a su origen, puede ser por menor producción, alteraciones en la maduración (centrales) o por
mayor destrucción o secuestro (periféricas). Pueden ser secundarias a infecciones severas, drogas,
esplenomegalia, desnutrición severa, enfermedades del colágeno, inmunes, aplasias o invasión por
células neoplásicas.

La causa más frecuente es la inducida por fármacos, de una lista muy extensa cabe destacar
quimioterápicos, antiinflamatorios no esteroidales, antiepilépticos, psicofármacos. En algunas infecciones
virales como hepatitis, influenza, HIV y también en sepsis graves se pueden observar neutropenias
severas.

Linfopenias

Menos de 2 000 linfocitos mm3 en el hemograma corresponde a linfopenias. Pueden ser congénitas - que
son raras - o adquiridas por infecciones virales, que pueden acompañarse de leucopenias y producir
"anergia" importante (sarampión, rubéola, varicela.) El SIDA, que puede presentarse en hijos de madres
infectadas o por transfusiones, también puede producir linfopenia.

Otras causas de linfopenia son: la desnutrición, enfermedad de Hodgkin, drogas inmunosupresoras,


corticoides, citostáticos y radioterapia.

La morfología de los leucocitos puede ocasionalmente ser útil en el diagnóstico, por ejemplo en la
anomalía de Pelger Huet, enfermedad de transmisión genética dominante, benigna, que se caracteriza
por una falla en la segmentación normal, encontrándose en el hemograma el núcleo bilobulado en la
mayoría de los granulocitos maduros y eosinófilos. En estos casos debe hacerse el diagnóstico diferencial
con aumento de baciliformes. La presencia de neutrófilos hipersegmentados puede ser una condición
autosómica dominante o una condición asociada a anemia megaloblástica. Otras anomalías como las de
Chediak-Higashi y May Hegglin (ver textos específicos) son raras.

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