Teoría de La Gerencia Pública
Teoría de La Gerencia Pública
Teoría de La Gerencia Pública
En los últimos 25 años del siglo pasado, las Ciencias de la Administración han
transitado de la Administración a la Gerencia, y de la Gerencia a la Gobernanza,
los modelos alternativos de Gerencia Pública describen un cambio permanente en
el enfoque de las Ciencias Gerenciales, desde el modelo burocrático de gestión
basado en la fragmentación de tareas y la subordinación jerárquica, hasta la
nueva Gerencia Pública que introduce nuevos requerimientos como el desarrollo
de una cultura de la cooperación y de capacidades específicas orientadas a la
gestión por resultados.
a. Principio de Legalidad.
b. Principio de servicio al ciudadano.
c. Principio de Inclusión y Equidad.
d. Principio de participación y transparencia.
e. Principio de Organización, integración y cooperación.
f. Principio de Competencia.
Los sistemas funcionales están relacionados con las funciones sustantivas que
caracterizan a cada una de entidades públicas.
Los elementos que se deben tener en cuenta para que la actuación de políticos
y técnicos sea articulada e integral son:
El gerente público debe ser capaz de promover una relación con el ciudadano y
usuario de los servicios, que se guíe por la búsqueda constante de mejorar la
calidad de la atención. Esto, especialmente porque aún existe una percepción
deteriorada del usuario respecto a su relación con los servicios estatales, y por el
impacto de esto en el ejercicio de la participación.
El gerente público debe ser una persona con una alta capacidad para
diagnosticar y aportar ideas al sector público, independiente de su procedencia.
Este interés se traduciría en una evaluación y conocimiento de sus problemáticas
y fortalezas, con una postura definida frente a este contexto.
El gerente público debe tener las características y habilidades personales que
faciliten que las personas se apropien de su trabajo y trabajen en forma
colaborativa, lo que significa constituir equipos de trabajo eficaces, y trabajar de
manera estimulante y alentadora con subalternos, reconocer y potenciar las
habilidades y contribuciones individuales dentro del equipo, construir sobre las
ideas de todos y crear una cultura de colaboración, e integrar equipos de trabajo
relacionándose adecuadamente con sus pares y aportando a la efectividad del
equipo directivo.
Para abrir puentes de diálogo en la institución, una condición sine qua non del
gerente público debe ser la comunicación efectiva, entendida como la disposición
para verbalizar con nitidez el propósito, sentido y posibilidades de las
conversaciones, interactuar con solidez y aplomo en distintos niveles, influir y
persuadir a otros para lograr apoyo o acuerdos, y hacerse cargo del escuchar
social, esto es, de la comprensión de los contenidos de la comunicación por parte
de los interlocutores y de las consecuencias que ello tiene.
Finalmente, un gerente público debe ser una persona que posea un proyecto
particular, que agregue valor social y genere cambios en el servicio público en el
que se insertará, lo que implicará una cierta sensibilidad hacia temas de coyuntura
pública-política, y una visión innovadora de las problemáticas y debilidades de la
administración del Estado.
En indudable que el reto para los administradores públicos es cada día mayor.
Esto implica cambiar de paradigma, y convertirnos en gerentes públicos, con el
cuidado que esto representa. No confundirnos con la administración privada, ya
que la diferencia radica en los fines.