La seguridad social en México se originó en las leyes de accidentes de trabajo a principios del siglo XX y se constitucionalizó en 1917, estableciendo el derecho a la educación, salud y seguridad social. En 1943 se creó el IMSS y en 1959 el ISSSTE para proteger a trabajadores formales, aunque la cobertura fue limitada. La reforma de 1995 introdujo un sistema de capitalización individual para pensiones del IMSS, pero dejó intactos otros seguros e instituciones. Aún existe baja cobertura y disparidad entre beneficios.
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La seguridad social en México se originó en las leyes de accidentes de trabajo a principios del siglo XX y se constitucionalizó en 1917, estableciendo el derecho a la educación, salud y seguridad social. En 1943 se creó el IMSS y en 1959 el ISSSTE para proteger a trabajadores formales, aunque la cobertura fue limitada. La reforma de 1995 introdujo un sistema de capitalización individual para pensiones del IMSS, pero dejó intactos otros seguros e instituciones. Aún existe baja cobertura y disparidad entre beneficios.
La seguridad social en México se originó en las leyes de accidentes de trabajo a principios del siglo XX y se constitucionalizó en 1917, estableciendo el derecho a la educación, salud y seguridad social. En 1943 se creó el IMSS y en 1959 el ISSSTE para proteger a trabajadores formales, aunque la cobertura fue limitada. La reforma de 1995 introdujo un sistema de capitalización individual para pensiones del IMSS, pero dejó intactos otros seguros e instituciones. Aún existe baja cobertura y disparidad entre beneficios.
La seguridad social en México se originó en las leyes de accidentes de trabajo a principios del siglo XX y se constitucionalizó en 1917, estableciendo el derecho a la educación, salud y seguridad social. En 1943 se creó el IMSS y en 1959 el ISSSTE para proteger a trabajadores formales, aunque la cobertura fue limitada. La reforma de 1995 introdujo un sistema de capitalización individual para pensiones del IMSS, pero dejó intactos otros seguros e instituciones. Aún existe baja cobertura y disparidad entre beneficios.
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HISTORIA DE LA
SEGURIDAD SOCIAL
ALUMNA: ANA MYRIAM ESPITIA
FLORES MATERIA: SEGURIDAD SOCIAL MAESTRO: RAÚL REYES REYES INESAP, SÉPTIMO CUATRIMESTRE. HISTORIA DE LA SEGURIDAD SOCIAL Los antecedentes mas cercanos de la seguridad social son la Ley de accidentes de Trabajo del Estado de México que se expidió en 1904, y la Ley sobre Accidentes de Trabajo del Estado de Nuevo León de 1906 en las que “se reconocía, por primera vez en el país, la obligación para los empresarios de atender a sus empleados en caso de enfermedad, accidente o muerte, derivados del cumplimiento de sus labores”. La constitución de 1917 asume compromisos en materia social recogidos en los artículos 3, 73, y 123, en los cuales se encuentran: “garantizar la gratuidad de la enseñanza primaria impartida en planteles públicos; aplicar medidas sanitarias preventivas en los casos de epidemias, etc., y fomentar el establecimiento de cajas de seguros populares (de invalidez, de vida, de cesación involuntaria de trabajo y accidentes) y de sociedades cooperativas para la construcción de casas baratas e higiénicas. México fue pionero en el tema, al mencionar constitucionalmente la seguridad social, la educación y la vivienda. La creación del departamento de Salubridad en 1917, y de la Secretaría de la Asistencia Publica en 1938, así como la Secretaria de Educación Publica en 1921, fueron avances importantes en materia de acciones sanitarias y de educación primaria, respectivamente. En el cambo de la seguridad social los resultados llegaron con mayor lentitud. Los empleados públicos eran los únicos que contaban con pensiones y hasta 1922 éstas fueron manejadas por la Secretaria de Hacienda. En 1925 se expidió la Ley de Pensiones Civiles y se creo la Dirección General de Pensiones Civiles de Retiro. Esta ley fue reemplazada por la Ley de Retiros en 1946. En 1943 se promulgo la Ley del Seguro Social. Con esta Ley se creó el Instituto Mexicano del Seguro Social IMSS, que se convierte en la institución mas importante en materia de salud y seguridad social, la cual contaba con los siguientes beneficios: accidentes de trabajo y enfermedades profesionales y no profesionales, maternidad; invalidez, vejez y muerte, así como cesantía involuntaria en edad avanzada. Estos seguros eran financiados mediante contribuciones tripartitas del trabajador, el empleador y el Estado. En 1955 se hizo obligatorio el aseguramiento de los empleados de las instituciones de crédito y organizaciones auxiliares de seguros y fianzas de la Republica Mexicana, y en 1974 se modificó el articulo 123 fracción XXIX Constitucional para incluir como sujetos de la seguridad social a “trabajadores, campesinos, no asalariados y otros sectores sociales y sus familiares”. En su redacción original el articulo 123 constitucional no consideraba a los trabajadores al servicio del Estado, y en 1959 se le añade un apartado B, donde se garantizan sus derechos laborales como la protección ante accidentes y enfermedades profesionales, jubilación, invalidez, y muerte, incluyendo el rubro de la vivienda entre otros. En ese mismo año se promulgo la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado ISSSTE. Los seguros del ISSSTE cubrirían accidentes y enfermedades profesionales y no profesionales, maternidad, jubilación, invalidez, vejez y muerte. Adicionalmente, se consigno el derecho de los familiares a recibir asistencia medica y medicinas, la apertura de centros vacacionales y tiendas económicas y el acceso a viviendas en renta o venta. En 1972 se creo el Fondo de Vivienda FOVISSSTE y su Comisión Ejecutiva. En 1983 se aprobó la nueva Ley del ISSSTE, en la cual se amplían las prestaciones y se mejora la organización administrativa. Se fija un sueldo regulador para calcular la cuantía de las pensiones, que constituye el promedio del sueldo básico de los últimos tres años de servicio del trabajador. Posterior a esto se reformo el articulo 24 de esta Ley, para ampliar la cobertura de los servicios médicos a los esposos y concubinarios. Mas adelante, se integraron los sistemas de tiendas y agencias turísticas y servicios. Originalmente, el ISSSTE otorgaba 14 prestaciones y seguros, aumentando a 20 con la Ley de 1984 y después a 21 resultando de la creación del Sistema de Ahorro para el Retiro SAR, paralelo a las pensiones que ya otorgaba el Instituto. Los trabajadores formales eran los principales beneficiarios de estas instituciones, debido a la expectativa de que el crecimiento económico, principalmente, en el sector sector secundario, incorporaría cada vez a un numero mayor de trabajadores. De esta forma, la seguridad social en México careció desde sus inicios de la condición de universalidad en virtud de la cual se protege a todos los ciudadanos y se circunscribió a un enfoque ocupacional que aparto a México de los esquemas prevalecientes en los países de Europa Occidental. Por la naturaleza contributiva de la afiliación al Seguro Social, sus beneficiarios se concentraron en los sectores urbanos e industriales. Así, la idea de que la SSA atendería a los menesterosos y necesitados y el Seguro Social al resto de la población. Sin embargo, hasta la actualidad la SSA se limita a proporcionar servicios de salud, dejando fuera de la seguridad social a una parte importante de la población. La cobertura de la seguridad social ha tenido un gran aumento en las últimas décadas. Adicionalmente a estas dos instituciones, se fueron creando otros organismos que cubren segmentos específicos de trabajadores como es el caso del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas ISSFAM, así como los esquemas de pensiones de Petróleos Mexicanos PEMEX, Luz y Fuerza del Centro LFC, la Comisión Federal de Electricidad CFE, y algunas universidades. La existencia de todas estas instituciones ha creado una fragmentación de la seguridad social en México, de tal forma que no es posible hablar de un sistema de Seguridad Social. La unificación de estos esquemas diferenciados, que permita una mayor eficiencia, cobertura y amplitud de servicios, es un tema pendiente en la discusión sobre seguridad social. La reforma a la Ley del IMSS en 1995 sentó un precedente al abandonar el sistema de reparto en el caso del Seguro de Retiro, Cesantía en edad avanzada y Vejez e introducir un sistema de capitalización individual. El resto de los seguros administrados por el IMSS siguieron funcionando bajo el sistema de reparto. Para el manejo de las cuentas individuales se crearon las Administradoras de Fondos para el Retiro AFORES, mientras que el IMSS siguió como encargado de recolectar los recursos y transferirlos posteriormente a las Afores. Las aportaciones a este seguro siguen siendo de naturaleza tripartita (trabajador, patrón, Estado) y se establece la existencia de una pensión mínima garantizada por parte del Estado para aquellos trabajadores que no logren reunir los recursos suficientes. Esta reforma solo afecto a uno de los seguros de IMSS, dejando intacto al resto de los seguros, así como a las instituciones de seguridad social, incluyendo al ISSSTE. El régimen de Jubilaciones y Pensiones RJP que asegura a los trabajadores del IMSS permaneció bajo el sistema de reparto. Además de la baja cobertura de la seguridad social, existe una gran disparidad en los beneficios otorgados por las diferentes instituciones, así como una preocupante situación por la insuficiencia del monto de las pensiones en algunos casos. De acuerdo al IMSS, la pensión promedio de un trabajador adscrito al RJP es de 30% superior a su ultimo sueldo, mientras que la pensión de un trabajador afiliado al IMSS, es en promedio, 50% inferior. La seguridad social es un elemento de gran importancia en el combate de la inseguridad económica que es una característica que comparten las personas que se encuentran en situación de pobreza y que, en muchas ocasiones, los obliga a dedicar una parte muy importante de sus ingresos a la atención de enfermedades u otras circunstancias adversas. Por lo tanto, la ampliación de la cobertura a sectores que actualmente se encuentran desprotegidos, el tratamiento integral de las contingencias que puedan afectar sus capacidades e ingresos, así como un acceso equitativo a la seguridad social y a las pensiones son temas pendientes de la agenda nacional en la búsqueda de un sistema más eficiente y equitativo.