Aristoteles
Aristoteles
Aristoteles
Mi experiencia fue que al llegar a la recepción y tocar sabía que ese era el primer paso para dar un
avance muy grande y fue que entonces entramos y nos pusieron entre columnas para darnos la
bienvenida y fue cuando vimos que había cosas diferentes en la decoración de la logia.
Nos hicieron preguntas muy complejas y para mí no me había puesto a pensarlas nunca, después hicimos
los 4 viajes en donde nos daban nuestras herramientas y se nos explicaba que simboliza cada herramienta
y para que se usa, después vino el viaje que más me impacto, el quinto viaje en donde al entrar me dijeron
que debía hacer mi último trabajo como aprendiz y en ese momento sentí un poco de nostalgia por que
iba a ser el último, me conducieron a la piedra bruta y di mis 3 golpes, después me llevaron ante el segundo
vigilante y fue algo muy emotivo por que deje de estar en la columna del segundo vigilante y dijo que me
concedería el paso para la columna J, fue entonces cuando por sorpresa me tomaron del cuello y con la
espada apuntando a mi pecho mientras una música de fondo tocaba con una exactitud de tiempos increíble
y llegar hasta el lugar del primer vigilante en donde anunciaron que había terminado el 5 y último viaje.
Por último, vino el tiempo de la prueba final en donde no vi que los maestros estaban esperándome, lo vi
muy normal y me acerque, y fue cuando me dijeron que subiera que ahí se me daría la instrucción y que
me lo había ganado pero no quería subir por que se veía raro entonces di un paso pequeño y fue cuando
sentí un empujón y empezaron los jalones y empujones. Después de eso me fueron a dejar a mi lugar y
empezó la instrucción.
En general mi experiencia fue muy agradable, me gustó aún más que mi iniciación y al ser ya una
ceremonia en donde ya llevaba un poco de conocimiento de mi grado de aprendiz entendí más cosas a
diferencia de la iniciación al llegar en blanco.
Primer viaje
Se llevan los instrumentos del aprendiz, son 2 facultades gemelas de la voluntad y la determinación
inteligente, el primer instrumento puede ser destructivo si no se utiliza con inteligencia .
Se forman los elementos pasivos y activos
Segundo viaje
La regla y el compás no son simplemente dos instrumentos de medida, aunque la medida de la tierra o
mundo objetivo, sea el significado originario de la palabra Geometría, sino más bien creativos y
cognoscitivos, dado que, por medio de ellos podemos construir casi todas las figuras geométricas,
empezando por las dos elementales, que son la línea recta y el círculo.
La línea recta que nos traza la regla, es el emblema de la dirección rectilínea de todos nuestros esfuerzos
y actividades, en la cual deben inspirarse nuestros propósitos y aspiraciones: el masón nunca debe
separarse de la exactitud e inflexibilidad de la línea recta de su progreso, que le indica constantemente lo
más justo, sabio y mejor y que nunca debe desviarse de su Ideal como de la fidelidad a los Principios que
se ha propuesto seguir, representados por los puntos por los cuales la línea está formada.
El círculo muestra y define el alcance del radio de nuestras actuales posibilidades, o sea el campo de
acción dentro del que debemos obrar y dirigirnos sabiamente, en la dirección inflexible indicada por la línea
recta que pasa constantemente por su centro. Aprendemos así a uniformar constantemente nuestra
conducta a lo más noble y elevado, adaptándonos al mismo tiempo a nuestras condiciones y necesidades
actuales y haciendo el mejor uso de las oportunidades y posibilidades que se nos dispensan en el radio
de nuestra acción.
En otras palabras, la unión del círculo con la recta, trazados respectivamente por el compás y la regla,
representa la armonía y el equilibrio que debemos aprender a realizar entre las posibilidades infinitas de
nuestro ser y la realidad de las condiciones finitas y limitadas en que nos encontramos, conciliando el
dominio de lo concreto con lo abstracto, para una siempre más perfecta y progresiva manifestación de lo
Ideal en lo material.
Tercer viaje
la palanca puede considerarse como símbolo de toda la Inteligencia humana en su conjunto, que
tiene su fulcro, o punto de apoyo natural, en el cuerpo físico, sobre el cual actúa, en la medida
eficiente de su desarrollo, para producir todas las acciones, siendo la Voluntad la Fuerza o potencia
que sobre ella se aplica, y que la misma Inteligencia hace efectiva. La Voluntad es, a su vez,
expresión del potencial espiritual del Ser, manantial inmanente de toda actividad, cuya particular
naturaleza la inteligencia determina. El Compañero, en otras palabras, se sirve de la palanca, toda
vez que por medio de su inteligencia determina, planea y ejecuta una acción particular que
manifieste objetivamente el íntimo deseo de su corazón (la potencia animadora, aplicada sobre la
palanca).
Cuarto viaje
la escuadra unida a la regla le enseña al masón que el fin nunca justifica los medios, sino que
siempre participa de éstos por lo que refiere a su realización; y que, por consiguiente, sólo puede
obtenerse un resultado satisfactorio cuando los que se empleen estén en armonía con la finalidad
que uno se ha propuesto. Así, por ejemplo, es un error creer que pueda obtenerse y gestarse la paz
por medio de la guerra, dado que ésta estriba en pensamientos de odio, enemistad y violencia,
mientras para la primera se necesita sobre todo amistad, simpatía, comprensión y cooperación.
La regla en unión con la escuadra, representa también la perfecta medida de los materiales que
usemos en la elevación del edificio, que además de estar ajustados en todos sus ángulos, han de ser
bien proporcionados en sus tres dimensiones, según el lugar en donde se aplican para lograr con su
conjunto la homogeneidad, estabilidad y armonía del edificio que se levanta, y cuya ausencia
acusaría obreros inexpertos, a los que no puede confiarse un trabajo de importancia.
En primer término, se cumple sin ningún instrumento. Esto significa que, habiéndose
adiestrado en el uso de los seis instrumentos fundamentales de la construcción, a saber, el
martillo, el cincel, la regla, el compás, la palanca, y la escuadra, que corres-ponden a las seis
principales facultades, tiene ahora que buscar su séptima facultad central, que corresponde
ra la letra G (la séptima letra del alfabeto latino), cuyo perfecto conocimiento lo conducirá al
Magisterio
Representa, en otras palabras, el nuevo campo de estudio y de actividad que se le abre al
artista experimentado en el uso de los diferentes instrumentos, para expresar una fase
superior de sus habilidades, y al iniciado, una vez que ha dominado su naturaleza inferior y
se ha adiestrado en el uso de sus diferentes facultades, con la adquisición de nuevos
poderes que representan la multiplicación de sus talentos.
Indica, por lo tanto, un nuevo género de trabajo, en el que debe adiestrarse, y en el cual
todos los instrumentos empleados hasta ahora, aun la misma regla, devienen superfluos,
dado que se trata de una actividad puramente espiritual, cual es la meditación que lo conduce
a la contemplación de la Realidad, a la cual llegará ascendiendo las cinco gradas de que a
continuación hablaremos.
El abandono de la regla representa aquel estado de completa libertad que se consigue una
vez que se han dominado los sentidos y las pasiones inferiores y el individuo se abre a la
percepción de aquella Luz Interior (simbolizada en la Estrella Flameante) que hace inútil
toda regla externa.