Historia Del Gran Templo
Historia Del Gran Templo
Historia Del Gran Templo
Y del Folleto emitido por la Gran Comisión de Amin. Y Fomento del Templo el 27 de Abril de 1988
Con los elementos de juicio que me han sido suministrados y con el análisis que tanto del
problema bajo el punto de vista de derecho civil y procesal cómo del masónico he hecho,
formulo las siguientes consideraciones:
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Transcripción del Boletín Nº 3 de la Gran Logia de la República de Venezuela – Enero de 1954
Y del Folleto emitido por la Gran Comisión de Amin. Y Fomento del Templo el 27 de Abril de 1988
Ni los otorgantes ni los accionistas tendrán más responsabilidad que el valor de las acciones
porque hayan suscrito y satisfechas que sean no les afectará ninguna otra responsabilidad.
Hasta aquí el texto del aludido documento.
Según copia certificada expedida por el Registrador Principal del Distrito Federal, el 9 de
marzo de 1953, se dice que en el expediente Civil marcado con la Letra A- No. ll cuya
Carátula denominado "Civil Contencioso. Cobro de Pesos. José Ángel Alvarez contra
Francisca Rodríguez de Duarte, en el Juzgado de Provincia en 1863 se encuentra un
documento que dice; quienes comparecieron José Francisco Herrera. Pedro E. Hernández e
Isaac J. Pardo y el primero dijo que la cesión hecha en él por el ciudadano José Ángel
Alvarez del solar rematado por éste según el Acta de 10 del corriente en la cual se le dio la
buena pro, la aceptó con el carácter de miembro de la sociedad del templo masónico y
como quiera que según la escritura pública de que consta el establecimiento de la referida
sociedad, son tres los miembros que deben concurrir para legalizar los actos de ella, los
otros exponentes Hernández y Pardo manifiestan que el consocio Herrera ha procedido de
acuerdo con los demás socios por cuyo motivo los tres expórtenles ratifican la aceptación y
piden al Tribunal se sirva mandar protocolizar el acta de remate con inclusión de la
certificación del anotador de hipotecas, que contiene los linderos.
Por documento registrado en la Oficina de Registro del Distrito Federal del 24 de diciembre
de 1864, bajo el No. 66, folio 66, protocolo 1º duplicado 8, el ciudadano Ramón Yepez, dio
en venia pública a los señores Casimiro y Pedro Hernández e Isaac Pardo, como
representantes de la Sociedad empresario del Templo Masónico de esta ciudad de Caracas,
un solar de su propiedad sito entre las esquinas de Jesuítas y Arguinsonez de diecisiete y
tercia varas de frente y setenta y dos de fondo por la suma de seiscientos pesos,
comprendido dentro de los linderos que indica el documento.
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Y del Folleto emitido por la Gran Comisión de Amin. Y Fomento del Templo el 27 de Abril de 1988
Con fechas 3 de junio y 18 de diciembre de 1873, la Muy Respetable Gran Logia se dirigió
a las Logias del Oriente de Caracas, pidiéndoles su colaboración y ayuda para continuar los
trabajos de la fábrica del Templo Masónico, exigiendo a la vez remitir a la brevedad posible
una relación exacta de las sumas que haya ingresado en los Talleres por tal respecto,
encareciéndoles el mayor interés en la recaudación. A esta exigencia respondieron
aportando sus contribuciones, las Logias "UNION FRATERNAL No. 27, "PORVENIR
No. 16 y otras más. (Véase "Gaceta Masónica de Venezuela", Nº 24 del 25 de febrero de
1874).
En Resolución del Muy Respetable Gran Maestro del 29 de diciembre de 1873, se hizo del
conocimiento de las ocho Respetables Logias del Oriente de Caracas, de que se habían
dado principio a los trabajos de construcción del Templo Masónico, "edificio que se echaba
de menos en esta culta capital residencia de los altos poderes masónicos. Era una mengua
para Caracas la falta de un templo masónico cuando en, otros Estados de la República se
han construido a expensas de los hermanos masones, famosos edificios, y cuando el mundo
entero rinde culto de las instituciones masónicas y le elevan suntuosos templos". Se dice
además en dicha Resolución, que el Muy Respetable Gran Maestro no ha omitido medio
alguno para llevar a efecto su pensamiento de concluir el Templo Masónico de esta capital,
habiendo alcanzado del Muy Ilustre y progresista hermano Antonio Guzmán Blanco una
suma para darle impulso a la fábrica.
El 27 de abril de 1876 vemos que se inaugura dicho Templo Masónico con los aportes
pecuniarios y la colaboración de los masones antes citados, con las contribuciones de las
Logias de Caracas y de la Gran Logia y con la gran ayuda del Presidente de la República
para entonces el Gral. Antonio Guzmán Blanco, quien en el discurso pronunciado en dicha
ocasión, manifestó que dicho edificio era no solamente un Templo Masónico, sino que era
"el Templo que oficialmente levanta el Gobierno de Venezuela a la independencia de la
razón del hombre; templo en que caben sin estorbarse ni contradecirse tanto los hebreos
como los cristianos, así los católicos como los cuacaros, el deísta como el protestante".
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de 1887, se dispuso que para la conclusión del Templo Masónico de esta Capital, se
entregaran de una sola vez, el saldo de su respectivo presupuesto que alcanzaba para esa
fecha a Bs. 31.829,78, que fueron erogados por Resolución del Ministerio de Obras Públi-
cas. (Véase "Recopilación de Leyes y Decretos de Venezuela", Tomo XIII. 1887).
No hay duda alguna pues, que a partir de las fechas antes mencionadas, han venido de
manera pacífica poseyendo legítimamente ese edificio llamado "Templo Masónico", tanto
la Gran Logia de Venezuela como las demás Logias de este Oriente, el Supremo Consejo
del Grado 33 para Venezuela y otros Cuerpos masónicos, y no obstante que algunas Logias
han abatido sus columnas y otras las han levantado; que algunas como la "ESPERANZA"
N° 7 suspendieron sus trabajos masónicos durante varios años, para volverse de nuevo a
levantar en 1927 y continuar como lo ha hecho hasta ahora, todas han venido poseyendo
legítimamente dicho edificio.
Ahora bien, del examen que he hecho de los documentos indicados, así como de los
Decretos Oficiales de Guzmán Blanco, y de las Resoluciones de la Muy Respetable Gran
Logia de Venezuela, a que antes me he referido, se llega a la conclusión lógica y jurídica
sin gran esfuerzo y sin recurrir a reglas de hermenéutica, que el Templo Masónico de
Caracas, propiedad de la Institución Francmasónica, ha sido considerada y es de la
propiedad de la Gran Logia, de las varias Logias que han venido trabajan do y trabajan
actualmente en dicho edificio, así como del Supremo Consejo del Grado 33 y de otros
Cuerpos Masónicos, por partes iguales, pues la posesión legítima que cada uno de estos
Cuerpos ha venido ejerciendo, unos durante mas de treinta años cuya prescripción tienen a
su favor, y otros mas recientemente, pero siempre con derecho, los coloca a todos en un
mismo plano de igualdad en sus derechos de comunidad y de posesión ante la ley civil, con
las salvedades por supuesto, respecto a los derechos de prescripción adquisitiva de cada
uno.
Como los títulos públicos registrados, las Resoluciones de la Gran Logia y los Derechos
Oficiales de Guzmán Blanco, a que nos hemos referido, aluden a un Templo Masónico
construido para la masonería de Caracas, y la masonería venezolana aparece representada
para el público y para los Poderes Nacionales en la persona jurídica o entidad moral
denominada Gran Logia de Venezuela y las demás Logias que la componen, y hasta aun
para muchos masones, pues es la institución que contiene la base fundamental del sim-
bolismo en la masonería, o sea los tres primeros grados simbólicos, base de la Orden
Francmasónica, y al referirse a dicha institución o al atacaría, comúnmente se nace alusión
a la Gran Logia y a las demás Logias del país, es muy lógico y razonable entonces, sin dejar
de desconocer a los demás Cuerpos, que sean estos organismos masónicos (Gran Logia y
Logias de Caracas) a las que se refieren todos los documentos, Decretos Oficiales y
Resoluciones que hemos analizado anteriormente. Pero como quiera que también el
Supremo Consejo del Grado 33 para Venezuela y otros Cuerpos masónicos como el Conse-
jo Kadosch y los Capítulos "Renovación Nº 72", "Unificación Nº 2", "Moderación N? 137"
y "Perfecta Lealtad Nº 19", han venido también desde hace algunos años trabajando y
efectuando sus sesiones en dicho templo y por tanto poseyendo legítimamente al igual de
los otros Cuerpos referidos, (Gran Logia, Logias de Caracas y Supremo Consejo del Grado
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33), es lógico entonces aceptar que estos Cuerpos tienen un derecho igual al de cada una de
las otras Logias y de la Gran Logia, derecho éste que se desprende de 3a posesión legítima
ejercida, no obstante no aparecer en ningún documento público, ni decretio oficial ni
resolución masónica, expresamente mencionado el Supremo Consejo del Grado 33, ni
como copropietario ni poseedor del templo ni tomando parte en esta obra, mucho menos
considerarlo como dueño de la mitad de ese edificio, como erróneamente parecen sos-
tenerlo algunos, siendo por tenido aplicable en este caso el artículo 760 del Código Civil
que dice que "La parte de los comuneros en la cosa común, se presume igual, mientras no
se pruebe otra cosa'', y que "el concurso de los comuneros, tanto en las ventajas como en las
cargas de la comunidad, será proporcional a las respectivas cuotas".
Dispone el artículo 761 del mismo Código Civil que "Gado comunero puede servirse de los
casos comunes, con tal que no las emplea de un modo contrario al destino fijado por el uso,
y de que no se sirva de ellas contra el interés de la comunidad, o de modo que le impida a
los demás comuneros servirse de ellas según sus derechos".
Artículo 763 del citado Código pauta que "Ninguno de los comuneros podrá hacer inno-
vaciones en la cosa común, si los demás no consienten en ello, salvo lo dispuesto en el
artículo siguiente", y el artículo siguiente 764, ordena que "Para la administración y mejor
disfrute de la cosa común, pero nunca para impedir la participación, serán obligatorios los
acuerdos de la mayoría de los comuneros, aun para la minoría de parecer contrario. No hay
mayoría sino cuando los votos que concurren al acuerdo representan más de la mitad de los
intereses que constituyen el objeto de la comunidad".
El artículo 765 del mismo Código Civil dice que "Cada comunero tiene la plena propiedad
de su cuota y de los provechos o frutos correspondientes. Puede enajenar, ceder o hipotecar
libremente esta parte y aun sustituir otras personas en el goce de ellas. . . y el artículo 768
ejusdem expresa que "A nadie puede obligarse a permanecer en comunidad, y siempre
puede cualquiera de los partícipes demandar la partición".
De las disposiciones legales transcritas se colide —que la parte de los comuneros en la cosa
común, se presume igual, mientras no se pruebe otra cosa y no se podrá en buen derecho ni
en lógica sostener que por el solo hecho de que la Gran Logia y el Supremo Consejo del
Grado 33, sean los únicos cuerpos masónicos que hayan cumplido con las formalidades del
Código Civil para adquirir personería jurídica, registrando su Acta Constitutiva y
archivando un ejemplar auténtico de sus Estatutos en la Oficina de Registro Público, pueda
decirse que solamente dichos dos Altos Cuerpos, tengan la propiedad de por mitad del
Templo Masónico de Caracas, pues también las Logias que actualmente existen y vienen
trabajando en dicho edificio tienen igual derecho, porque han venido poseyéndolo
legítimamente y muchas de ellas tienen ya adquiridos derechos de propiedad por pres-
cripción sobre dicho inmueble, no obstante no tener personería jurídica aún que si masó-
nica, pudiendo perfectamente las Logias de Caracas proceder a darse la necesaria per-
sonería jurídica, con sólo el registro de su Acta Constitutiva y el archivo de sus estatutos,
para así cumplir con las formalidades legales a los efectos de sus relaciones civiles con los
terceros contratantes.
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Es del conocimiento de todos los masones, que la construcción del nuevo PALACIO
MASÓNICO de Caracas, constituye un acontecimiento de gran importancia para la familia
masónica bajo todo punto de vista, lo cual repercutirá en favor de la institución y de , sus
propósitos proselitistas fundamentales y de difusión del pensamiento libre, y aparte del acto
de su construcción e inauguración hace alrededor de 80 años, la masonería venezolana no
ha tenido en el orden material durante este largo lapso, otro problema quizás mas
importante, que este que ahora piensa tomarse con la edificación del moderno PALACIO
MASÓNICO, y así se ve confirmada esta opinión, cuando solamente después de mas de
100 años de existencia de la instalación de la Gran Logia de Venezuela y del Supremo
Consejo del Grado 33, ha sido hace solo 9 años en 1944 que la Gran Logia adquirió
personería jurídica por ante la Oficina Subalterna de Registro del Primer Circuito del
Departamento Libertador del Distrito Federal el 2 de noviembre de 1944, bajo el número
47, folio 77 del protocolo 1° tomo 8° y hace solamente 3 años que el Supremo Consejo del
Grado 33, adquirió igualmente su personería jurídica con el cumplimiento de los requisitos
legales por ante la misma Oficina de Registro del Departamento Libertador del Distrito
Federal, el 25 de octubre de 1950, bajo el número 40, folio 86, del protocolo 1º tomo 14.
Por ello recomiendo a las Logias de Caracas que no tuvieren personería jurídica, adquirir
ésta lo mas pronto posible, para que así puedan contratar, obligarse, comprar, vender, etc., y
hacer todos los actos de la vida civil en relación con los terceros, cosa muy conveniente a
estos cuerpos de carácter moral, porque a veces lo necesitan en la práctica de la vida diaria.
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Y del Folleto emitido por la Gran Comisión de Amin. Y Fomento del Templo el 27 de Abril de 1988
Según el artículo 3º de la Ley Constitutiva del Supremo Consejo del Grado 33, éste "está
fuera de la jurisdicción de cual quiera otro Cuerpo Masónico establecido, o que se establez-
ca en el territorio venezolano y se gobierna por si mismo" y según el artículo 2° ejusdem, el
Supremo Consejo es en el territorio de su jurisdicción masónica, la única autoridad
regularmente establecida y reconocida para los Cuerpos Masónicos comprendidos entre los
grados 4 y 32, ambos inclusive".
Examinados los Estatutos y Constitución, tanto de la Gran Logia como del Supremo Con-
sejo del Grado 33. no encontramos que ni el Gran Maestro ni el Soberano Gran Comenda-
dor, ni ninguno de los otros altos dignatarios de dichos cuerpos masónicos, tengan atribu-
ciones de representación de dichos organismos ante terceros, es decir, tengan facultad para
tratar y contratar en los actos de la vida civil o profana en nombre de dichos cuerpos, ya
que solo las tienen dentro del seno de la institución masónica. Por tanto, en cada caso
determinarán la persona que deba representarlos. Ahora bien, según el artículo 151 de los
Estatutos Generales de la Gran Logia, esta representación legal para tratar con terceros, la
tienen solamente los Venerables Maestros de las Logias, cuando dice expresamente: "El
Venerable Maestro es el representante de la Logia en todos los actos civiles y masónicos. El
es su personero y responde a la Gran Logia de la conservación del orden en el Taller y de la
fiel observación de la Constitución, Estatutos, Reglamentos de la Logia y demás Leyes'.
Sin embargo, dichos dos Altos Cuerpos Masónicos, como sociedades con personería jurí-
dica, pueden tratar y contratar con terceros, indicando la persona que deba hacerlo en sus
respectivos nombres.
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de derecho.
Considero pues, que como entre los documentos que me han sido dados para su estudio,
existe un CONVENIO escrito y firmado por varias Logias, por la Gran Logia y por varios
otros Cuerpos masónicos de Caracas, en donde se autoriza suficientemente al Gran Maestro
Rafael Ernesto Otero, en su carácter de Presidente de la Gran Logia de Venezuela y como
Miembro de la Junta Administradora de Fomento y Policía del Templo Masónico, para
suscribir con la empresa constructora Covetic S. A.. de este domicilio, el contrato según el
cual se regirá la construcción del PALACIO MASÓNICO DE CARACAS, autorización
acordada en fecha 1º de noviembre de 1953, según consta del ACTA Nº 18 aprobada por la
Gran Logia en la Tenida Extraordinaria celebrada esa misma fecha, y además contiene
dicha Acta la a-probación que fue dada también por la Junta Administradora de Fomento y
Policía del Templo Masónico, en sesión del 25 de octubre de 1953, es claro que el referido
señor Otero está ampliamente facultado para suscribir dicho contrato, por cuanto las Logias
y Cuerpos masónicos que lo autorizan, constituyen mas de la mayoría absoluta de los
Cuerpos masónicos que vienen ejerciendo derechos de posesión legítima y de propiedad
sobre dicho inmueble y tienen por tanto derechos de comunidad o copropiedad igual sobre
dicho edificio.
Aparte de las disposiciones legales civiles y procesales y de los cánones masónicos antes
citados, que regulan esta materia, hay que tener presente el contenido de la proposición del
doctor José Carrillo Moreno. Venerable Maestro de la Logia "PITAGORAS Nº 134", que
fue aprobada por unanimidad de votos en la Tenida Extraordinaria de la Junta
Administradora de Fomento y Policía del Templo Masónico, el do mingo 25 de octubre de
1953, que dice así: "Que se saque en limpio y se multigrafíe el proyecto de contrato para la
construcción del edificio del Gran Templo Masónico, y se envíen sendas copias de él a los
Cuerpos Masónicos del O-riente de Caracas, a fin de que dichos Cuerpos en Tenida or-
dinaria o extraordinaria convocada al efecto en el plazo improrrogable de ocho días con-
tando a partir del lunes 26 de octubre de 1953, autorice a sus respectivos Presidentes en el
sentido que a bien tengan con respecto al contrato sometido a su consideración. En tal sen-
tido, los Presidentes de los mencionados Cuerpos autorizarán o no, de acuerdo con las
instrucciones de sus Cámaras, al Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del
Grado 33 y al Gran Maestro de la Gran Logia de la República de Venezuela, para que
firmen dicho contrato con la compañía constructora, por mayoría de votos en próxima
sesión extraordinaria de esta Gran Comisión de Fomento y Policía del Templo. Copia de
esta proposición se enviará a los Cuerpos masónicos señalados para que estén en cuenta de
su contenido y fines".
Se ha hecho de mi conocimiento que además de la Gran Logia y del Supremo Consejo del
Grado 33 vienen funcionan do en el Templo Masónico de Caracas las siguientes Logias y
Cuerpos Masónicos: Logia "Fraternidad Nº 4"; "Esperanza Nº 7"; "Fe Nº 14"; "Lealtad Nº
19"; "Andrés Bello Nº 33"; "Sol de América Nº 37"; "Renovación Nº 72", "Libertad Es-
pañola Nº 101"; "Símbolo Nº 113"; "Ghandi Nº 114"; "Estrella Bolívar Nº 118"; "De
Molay Nº 119"; "Hermes Nº 121"; "Italia Nº 124"; "George Washington Nº 100";
"Moderación Nº 137"; y Pitágoras Nº 134"; el Consejo Kadosch y los Capítulos
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"Renovación Nº 72", "Unificación Nº 2" y "Perfecta Lealtad Nº 19". Son pues 17 Logias, la
Gran Logia de Venezuela, el Supremo Consejo del Grado 33, el Consejo Kadosch y
Capítulos "Renovación Nº 72", "Unificación Nº 2" y "Perfecto Lealtad Nº 19", quienes
tienen cada uno un derecho igual en el Templo Masónico y prescindiendo de sus jerarquías
masónicas que solo tienen efecto dentro de la institución, pero que nada valen en materia
civil, las decisiones que tomen tienen que ser por mayoría de votos como lo autoriza y
permite la ley civil y también las leyes masónicas y los principios de democracia sobre los
cuales están asentadas nuestras leyes civiles y masónicas, porque los intereses de la
mayoría deben predominar por encima de los de la minoría, a fin de poder mantener el
equilibrio social y de solidaridad, fraternidad y mutua comprensión que informa a las leyes
civiles y masónicas y a los principios que las rigen.
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Gran Logia, Rafael Ernesto Otero, facultado expresamente por decisiones tomadas por las
Logias y Cuerpos Masónicos de Caracas, para suscribir dicho Contrato de construcción,
pues los Presidentes de la mayoría de las Logias y Cuerpos Masónicos, aparecen en dicha
Acta concediendo dicha autorización, facultados a su vez por dichos Talleres masónicos y
por tanto, esa autorización escrita, acordada voluntariamente en esa forma, llena el vacío
que tienen los Estatutos y Constitución de la Gran Logia y del Supremo Consejo del Grado
33, con respecto a la regulación y forma de llevar a cabo las relaciones con terceros, es
decir, para tratar, contratar y ejecutar los actos de la vida civil.
De modo pues, que como el Presidente de la Gran Logia ha sido suficientemente autori-
zado para firmar dicho contrato y por tanto facultado para obligar a la Gran Logia como a
las demás Logias Regulares y Cuerpos Masónicos de Caracas, firmantes de dicha Acta,
quiere decir, que la Institución masónica, representada en estos Cuerpos que componen la
mayoría absoluta de ellos queda obligada y responsabilizada para con la empresa
constructora COVETIC S.A. por la ejecución y consecuencias de dicho contrato.
Como se me ha pedido expresamente que opine acerca de que clase de acciones legales
pudiera pretender ejercer el Supremo Consejo del Grado 33, inducidos tal vez por
alguna opinión jurídica errada, con respecto a la decisión Voluntaria tomada por la ma-
yoría de las Logias, considero que debe estudiarse este problema con detenimiento y ma-
nifestar mi parecer sinceramente sin ambajes y con toda claridad y al efecto observo lo
siguiente: Los recursos legales de que aparentemente pudiera hacer uso el Supremo
Consejo, serían las acciones interdictales, o sean el interdicto del amparo y el interdicto de
despojo, pero ninguna de las dos acciones procede jurídicamente en este caso especial de la
institución masónica, en donde no puede ni debe mirarse el problema como si fueran dos
particulares cualesquiera. Pedro y Juan, por ejemplo, que quisieran discutir acerca de la
posesión de un inmueble, terreno o casa, en donde cada uno pretende por su parte y en
forma exclusiva, tener derechos absolutos sobre el todo o parte de un edificio por ejemplo.
Se trata en el presente caso, de una institución de carácter moral que durante siglos se ha
mantenido unida contra los ataques de sus enemigos y detractores y que cuando trabajan
juntos y poseen, ejercen derechos iguales de posesión y de propiedad. No se trata de que un
Cuerpo masónico quiera en el caso estudiado despojar a otro con la intención y las
características de como lo hace un particular cuando despoja para reemplazar a otro en la
posesión legítima de un inmueble. Por ello al analizar con cuidado el problema, porque es
complejo, se ve que no se ha presentado caso igual en la historia judicial de Venezuela, y
por otra parte se necesita conocer a fondo la materia interdictal, para no incurrir en errores
de derecho e inducir a una parte a ejercer acciones improcedentes legalmente. No proceden
jurídicamente en este caso concreto, ninguno de los dos interdictos posesorios a que nos
hemos referido: ni el de amparo ni el de despojo.
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co y el Supremo Consejo Masónica de Caracas, pues la verdad cierta es que todas las Lo-
gias y la Gran Logia que vienen funcionando también en dicho edificio desde hace
muchísimos años, tienen y ejercen la posesión legítima sobre él y en ese caso, al no poder
probar la exclusividad en el ejercicio de la posesión legítima dicho Supremo Consejo, la
posesión resulta equívoca y por tanto no puede prosperar entonces el interdicto de amparo,
porque la equivocídad en la posesión hace improcedente el interdicto de amparo.
Esto es muy claro y jurídico. Esta opinión está respaldada por lo sostenido por el doctor
Ramiro Antonio Parra, el jurista venezolano reconocido como el mejor tratadista en materia
de interdictos, cuando en su libro "Acciones Posesorias", dice: "Sostenemos que sólo el
amparo tiene por objeto proteger la posesión. Los que piensan que la restitución tiene el
mismo fin, incurren en grave error surgido del falso principio de que la posesión es lo único
que se discute en los interdictos..." "La acción posesoria que reconocen el Código Civil de
Italia y el de Venezuela, es la de amparo, porque es en la que el promovente y el
perturbador pretenden ser poseedores legítimos y rivales de una misma cosa, y porque en la
sentencia se decide quien de los dos posee legítimamente".
El propósito del amparo es remover las molestias, y todos sabemos como un axioma que,
destruidas éstas, se llega a la tenencia libre de la cosa, en lo cual consiste la manutención de
la posesión, pero ¿cómo llegar a ese objetivo en el presente caso, cuando la posesión
legítima sobre el Templo masónico de Caracas, la han ejercido simultáneamente tanto las
Logias como la Gran Logia, el Supremo Consejo como los otros Cuerpos masónicos?
¿Cómo puede alegar seria y honradamente ninguno de estos Cuerpos masónicos, que posee
exclusivamente ese edificio? ¿Cómo puede probarse qué solamente el Supremo Consejo ha
ejercido los actos de posesión legítima necesarios para tipificar el interdicto de amparo para
poder alegarlo en su favor?
En general, los publicistas están de acuerdo dice el doctor Ramiro Parra, en que para la
procedencia del interdicto restitutorio debe haber privación total o parcial del objeto mueble
o inmueble, y sin embargo, la aplicación de un principio tan sencillo presenta en la práctica
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muchas dificultades por la falsa creencia de que los derechos pueden ser objeto de despojo.
Otro de los elementos esenciales del despojo es que el despojador como dice el doctor Parra
en su citado libro, "releve al despojado en la posesión o tenencia de la cosa mueble o
inmueble". "Hay expositores que expresan esta noción diciendo que el despojador debe
tener conocimiento de que se apodera de la cosa contra la voluntad de quien la tenga o
posea; pero nos satisface más el primer concepto, pues quien dispone de una cosa ajena
puede saber que procede contra la voluntad del poseedor o tenedor, y sin embargo, no
constituir despojo tal acción por faltar la sustitución del paciente en la tenencia o posesión"
(Acciones Posesorias, pág. 224).
No hay duda alguna entonces que si examinamos el caso concreto del Supremo Consejo,
este Alto Cuerpo no podrá sostener en buen derecho ni en lógica, porque los hechos lo
contrarían, q' la Gran Logia y los demás Talleres y Cuerpos Masónicos de Caracas,
pretendan o quieran relevarlo a él en la tenencia del edificio Templo Masónico, interrum-
piéndole sus trabajos, pues al resolverse a ejecutar el contrato, al Supremo Consejo tendrán
que acondicionarle un salón en forma temporal mientras dure la construcción del Palació
Masónico para que sesione y trabaje con todos sus muebles y útiles, para luego trasladar
dicho Alto Cuerpo para un piso de los que compondrán el PALACIO MASÓNICO que se
construirá, y entonces, no puede surgir por no existir el elemento esencial del despojo,
como es que el despojador que seria aparentemente la Gran Logia y las otras Logias de
Caracas, pretendan relevar a dicho Supremo Consejo en la posesión o tenencia de la cosa, o
sea en el actual Templo Masónico, sino que como comuneros todos esos Cuerpos de dicho
edificio, ha resuelto más de la mayoría absoluta de ellos construir, un nuevo Palacio
Masónico donde trabajar y ponerse a tono con la época moderna, por considerar viejo,
inadecuado e incómodo el actual para las labores masónicas y para aquellas que repercuten
en la vida profana en busca do prosélitos y tendientes a la difusión de los principios
masónicos, y entonces, con esas modalidades y características diferentes al interdicto
corriente, no procede el interdicto de despojo, porque de lo que se trata es de un derecho de
copropiedad que tiene el Supremo Consejo, al igual de todos los demás Cuerpos y Logias
de Caracas y no aparece tipificado el elemento esencial de relevar en la posesión, al
promovente que lo sería en este caso el Supremo Consejo, porque no hay duda alguna que
en ninguna forma ni cualquiera que sea su interpretación, ningún Juez Civil venezolano, al
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examinar los elementos del despojo, podrá encontrar que la Gran Logia ha pretendido
relevar al Supremo Consejo en la posesión o tenencia de la cosa objeto del interdicto,
porque los hechos que puedan alegarse y la intención en el propósito perseguido,
demostrarán lo contrario, y se verá la improcedencia entonces de dicho interdicto cuando se
observe que dicho Alto Cuerpo al igual que los otros, tendrán habilitado su salón para sus
trabajos y que en el nuevo Templo tendrán también su asiento.
El caso del despojo entre particulares es muy sencillo resolverlo, porque cuando Juan por
ejemplo despoja a Pedro de un terreno o de una casa, tumbándole la cerca o la pared, por
ejemplo; es con el ánimo de hacerse justicia por si mismo o de apropiarse de una zona de
terreno, porque pretende poseerla legítimamente en forma única, y entonces cada parte
pretende exclusividad en la posesión de la cosa al relevar al otro en la posesión o tenencia,
pero cuando como en este caso especialísimo planteado, como lo es la ORDEN
MASÓNICA, se trata de una institución de carácter moral varía el problema porque no se
presenta el caso con las mismas características como si fuera el de dos particulares, ni en su
forma ni en su fondo, ni en su intención y propósitos ni en sus consecuencias, ya que no
surgen los elementos esenciales del despojo y la posesión legítima sobre el inmueble
discutido la ejercen todos esos Cuerpos a la vez.
Considero difícil encontrar un. Juez civil venezolano, profano o masón, ni abogado también
profano o masón, que después de estudiar serena e imparcialmente este problema sin temor
a decir la verdad jurídica y con franca sinceridad, sostenga legal y masónicamente la
procedencia de ninguno de estos dos interdictos: ni el de amparo ni el de despojo.
Quizá y muy problemáticamente podría surgir para algunos abogados, pero que en mi
concepto tampoco procede, una acción de daños y perjuicios por parte del Supremo
Consejo contra la Gran Logia y las demás Logias y Cuerpos Masónicos de Caracas, por
considerarse para el caso de comprobarlo el Supremo Consejo, que se le ha causado un
perjuicio con dicha mudanza- pero estos perjuicios no podrían probarse, porque en realidad
no se les causa ninguno en ello, ya que solamente acontece un cambio de local mientras se
instalen en el nuevo Palacio Masónico por construirse, pues por lo que respecta al derecho
que el Supremo Consejo considera afectado, éste se rige por los cánones legales de la
comunidad, antes estudiados en que es de ley acatar la voluntad de la mayoría aún para la
minoría de parecer contrario, principio éste masónico también que tiene vigencia y debe ser
acatado por todos los francmasones por ordenarlo así las leyes masónicas.
El autor italiano Cesáreo Con solo piensa que el daño es inherente el despojo, porque re-
sulta de la sola privación de la cosa, a diferencia de la perturbación, que no implica daño
alguno, pero para el doctor Ramiro Parra autor de la monografía "ACCIONES PO-
SESORIAS" y para la jurisprudencia venezolana, este modo de pensar es desacertado, por
que lo único inherente a la privación de la cosa es el disgusto del despojado a consecuencia
del acto ejecutado en su contra, y esto no está sujeto por nuestras leyes venezolanas a
indemnización. A quien sufre un despojo puedo o no causársele un perjuicio. En el presente
caso, al Supremo Consejo no se le causa ninguno ni de orden moral ni material. Si por el
despojo no realizó el paciente un negocio que le hubiera producido una ganancia, existen
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Transcripción del Boletín Nº 3 de la Gran Logia de la República de Venezuela – Enero de 1954
Y del Folleto emitido por la Gran Comisión de Amin. Y Fomento del Templo el 27 de Abril de 1988
los daños y perjuicios; si los hechos no se han verificado de ese modo, el perjuicio es
imposible.
Por las razones antes dichas, sostengo que tampoco tiene derecho el Supremo Consejo a
una acción de daños y perjuicios en el caso presente.
Despojar en su acepción técnica, quiere decir privar a alguno contra su voluntad expresa o
presunta total o parcialmente de un objeto, mueble o inmueble, poseído o tenido
simplemente por él, con intención el despojador de sustituirse en la tenencia o posesión; la
ley habla de cosa mueble o inmueble y no de derechos, porque éstos no se pueden aprehen-
der. El goce de tales derechos se llama cuasiposesión por los tratadistas, pues no es en rigor
una posesión, y la privación de ese goce constituye molestia y origina el amparo. Algunos
publicistas que he consultado opinan que los derechos pueden ser objeto de despojo, pero
esta opinión es errada, sobre todo porque la ley limita el despojo a las cosas materiales.
Así pues, si la Gran Logia de Venezuela, que aparecería como presunto despojador según el
erróneo concepto de algunos masones destacados con quienes he hablado, que desconocen
la materia jurídica, no va a sustituir al Supremo Consejo en la tenencia o posesión del
edificio actual, pues éste se piensa destruir para edificar uno nuevo, ni la Gran Logia va a
sustituir tampoco al Supremo Consejo en la tenencia o posesión de sus cosas muebles,
como los útiles y enseres de su propiedad exclusiva y la disposición tomada por la mayoría
de los Cuerpos Masónicos es solamente para construir un nuevo Templo, no hay entonces
tampoco la intención de la Gran Logia ni de las otras Logias masónicas, de despojar al
Supremo Consejo, y por ello sostenemos que el concepto de molestia posesoria varía según
recaiga en objetos materiales o en derechos: cuando se perturba la cuasiposesión, que se
verifica obstaculizando el ejercicio de un derecho o privando de él a quien lo goza, sin
necesidad de aspirar a la propiedad del derecho, pues el despojo es originado por la sola
sustitución en la tenencia de la cosa, no procede el interdicto de despojo, porque nadie
puede ser despojado de un derecho.
Intentar una acción legal con ira el parecer de una mayoría mas que absoluta, abrumado, ra
sería aparte de emplear un recurso que pugna con la moral y equidad masónicas y que
puede destruir la armonía y la fraternidad francmasónica que deben conservarse por en
cima de los intereses materiales, y lo cual por otra parte prohíben expresamente las leyes de
la Orden, un caso raro y grave, pues le daría una magnífica arma a los enemigos para
destruir la institución y sería llevar a conocimiento de los profanos un problema que solo
masónicamente debe resolverse, existiendo como existen los medios prudentes, justos y
honrados para hacer triunfar la tesis que mas beneficie a la institución masónica en general
y el hecho también de establecer disputa pública los más Altos Cuerpos Masónicos, sería
causar a la Orden con conocimiento de causa, el mas rudo golpe y echar por tierra todos los
principios que preconiza, por que en el ardor cíe la lucha salen a descubierto hechos que
aprovecha el enemigo ideológico y perjudica a la Orden.
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curado, por cuantos medios ira témales estén a su alcance, el arreglo satisfactorio de sus re-
clamos o diferencias, tanto más cuanto que según el artículo 28 de la Ley Constitutiva y
Orgánica del Supremo Consejo, es deber del Gran Comendador "dictar todas aquellas
medidas que sean necesarias para la conservación y sostenimiento de la ORDEN".
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Y del Folleto emitido por la Gran Comisión de Amin. Y Fomento del Templo el 27 de Abril de 1988
Debo advertir que cualquier procedimiento judicial que tome cualquier Cuerpo Masónico,
para impedir dicha obra, responsabilizará y repercutirá sobra los intereses materiales y
morales de la institución masónica, principalmente en su inmueble Templo Masónico, pues
será responsable civilmente la Orden Francmasónica, propietaria de dicho inmueble, de los
daños y perjuicios que tal actitud pudiera ocasionar a los terceros contratantes, siendo
ajenos como los son los terceros contratantes, en este caso, la compañía "Constructora
COVETIC S. A.", de los problemas masónicos internos que puedan existir entre los dos
mas Altos Organismos, pero cuya seriedad y procedencia legal de dicho contrato, está
respaldada con la autorización escrita otorgada al Gran Maestro Rafael Ernesto Otero, por
la mayoría absoluta de las Logias y Cuerpos masónicos propietarios y poseedores legítimos
de dicho inmueble.
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Transcripción del Boletín Nº 3 de la Gran Logia de la República de Venezuela – Enero de 1954
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DISCURSO pronunciado el 27 de abril de 1876 por el I.·. y P.·. H.·. - General Antonio
Guzmán Blanco, en la inauguraron del Gran Templo Masónico de Caracas.
Desde este .punto de vista, encontraréis explicado cómo es que al mismo tiempo que
levanto este Templo a la Masonería, estoy construyendo otro al catolicismo, que será el
más suntuoso de Sur América y cómo, si tuviese tiempo, erigiría una sinagoga, y otro
templo a la secta protestante.
Jesucristo como Guttemberg son las dos grandes antorchas de la edad moderna:
Jesucristo como generador de la redentora civilización, y Guttemberg como inventor de
la máquina para popularizarla hasta en las últimas extremidades sociales.
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Transcripción del Boletín Nº 3 de la Gran Logia de la República de Venezuela – Enero de 1954
Y del Folleto emitido por la Gran Comisión de Amin. Y Fomento del Templo el 27 de Abril de 1988
Lo que se diga dentro y fuera de la República, por todos los fanáticos, ilustrados e
ignorantes, que para el caso poco importa, no me intranquiliza de manera alguna.
Ojalá que ya que en Venezuela hemos logrado fundar la paz bajo un Gobierno respetable y
respetado, moral y materialmente, ya que la República ha verificado su soberanía, y ya que
hemos entrado en el franco deenvolvimiento intelectual y material de la Patria, la
Masonería juzgue de su deber ponerse a la cabeza de la propaganda que condenan todos
los medios de la fuerza y la violencia, para sustituirlos por la paz y la inteligencia.
Viva la independencia de la razón!, Viva la civilización!, Viva la fraternidad!....”.
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Transcripción del Boletín de la Gran Logia de la República de Venezuela Nro. 3 – Enero de 1954
Y
Transcripción del folleto emitido por la Gran Comisión de Admin. Y Fomento del Tempo
En la primera base, en su centro, tiene la puerta principal de entrada que mide seis
metros de altura, a sus costados se destacan cuatro grandes columnas salomónicas,
que se elevan a 12 metros, terminando éstas con sus ostentosos capiteles; a los
extremos de estas hermosas columnas, se encuentran simétricamente cuatro grandes
ventanas de 5 metros de altura, dando así al edificio mucha belleza.
El Salón de Pasos Perdidos, es la primera pieza que tiene el Templo al entrar el cual
mide 32 metros de frente, 7 de alto y G de ancho; pintado todo al óleo y en sus paredes
resaltan con gusto esmerado, los 33 escudos de la Orden, del 1º al 33. Dicho espacioso
salón está iluminado por tres hermosas arañas de gas y en las paredes lámparas de igual
respecto.
personas. Además de la puerta principal de entrada, tiene una por cada costado, como
también cuatro ventanas por cada lado, con sus respectivos medios puntos de vidrio de
color, que contribuyen a realzar la Cámara; la que se ilumina por siete arañas de gas,
fuera de otras colocadas convenientemente. El arquitectónico arco que divide el Oriente del
cuerpo de la Cámara, la cúpula, su lindo cielo estrellado y sus paredes, son admirables:
allí se contempla la mano maestra, tanto por la ornamentación como por los atributos del
grado, como por su lucido mueblaje.
A los costados de esta cámara, parten dos grandes y extensos patios de 30 metros de
largo por 4 de ancho, todo pavimentado. A la derecha de la Cámara de Aprendiz, está
situada la de 18 siendo su extensión de 21 metros, 6.50 de ancho y 8 y medio de alto;
bellamente decorado y con todo lo que necesita este salón.
En el centro de estos dos departamentos, está el gran patio principal del edificio, que tiene 17
metros de ancho por 14 de largo, todo encementado y en su centro una fuente; al final de este
hermoso patio, está construido el Salón de Banquetes, con una extensión de 25 metros por 6
de ancho; la mesa de herradura quo tiene, pueden colocarse 150 y 200 personas. El mismo
salón, a la parte Sur, está separado por un hermoso arco y con un bonito cortinaje, el cual es
destinado para el servicio. En dicho salón, resalta en el centro, el Escudo Nacional, de relieve
y con ornamentos dorados. Colocados convenientemente, nuestro hermoso lema: —
LIBERTAD — IGUALDAD — FRATERNIDAD y de igual manera, pintada bellamente en
agrupaciones, nuestra gloriosa bandera nacional, con alegorías adecuadas a la recreación;
dicho salón se ilumina por cinco arañas de gas y la mesa tiene demarcados los puestos de las
dignidades respectivas.
El salón destinado para la Cámara 33, está situado en el alto del segundo piso del edificio, su
frente es toda la extensión de éste y se compone de cuatro departamentos y debidamente orna-
mentado con los atributos correspondientes a su jerarquía y con un hermoso cortinaje que hace
juego con los muebles que le dan a la Cámara, el mayor esplendor por sus riquezas.
Al terminar esta sucinta relación, debemos manifestar que todos los salones están bellamente
ornamentados y decorados; pero el último salón que es el del 33º hay especialidad, gusto,
riqueza en alfombras, sillones y demás enseres; nada se ha omitido. El Templo es admirado
por todo el que lo ve y en especial por les extranjeros, que también contemplan y elogian el
edificio que puede decirse, que en su género, es uno de los primeros que tiene la América.
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Transcripción del Boletín de la Gran Logia de la República de Venezuela Nro. 3 – Enero de 1954
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Transcripción del folleto emitido por la Gran Comisión de Admin. Y Fomento del Tempo
El Templo está iluminado por 80 luces de gas. No debe terminarse esta pequeña reseña, sin
dejar de hacer conocer a todos, que se debe en su mayor parte todo esto, al General Antonio
Guzmán Blanco, que destinó varias sumas para terminar su construcción y últimamente al
General Joaquín Crespo, que espontáneamente ordenó el gasto para la ornamentación y
decoración de todas las Cámaras, razón esta para que resalte más y más la magnificencia y
esplendor del Templo, que los masones dedican al Supremo Artífice de los mundos.
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