Refrigerantes

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REFRIGERANTES

1. DEFINICION. –

De manera general, un refrigerante es cualquier cuerpo o sustancia que


actúe como agente de enfriamiento, absorbiendo calor de otro cuerpo o
sustancia.

Desde el punto de vista de la refrigeración mecánica por evaporación de


un líquido y la compresión de vapor, se puede definir al refrigerante como
el medio para transportar calor desde donde lo absorbe por ebullición, a
baja temperatura y presión, hasta donde lo rechaza al condensarse a alta
temperatura y presión.

2. HISTORIA. -

Midgley y su equipo buscaban un refrigerante apropiado para aplicaciones


domésticas que, aparte de presentar unas buenas propiedades
termodinámicas, fuera lo menos tóxico e inflamable posible. Así, llegaron
a los FREONES, grupo de fluidos CFC, siendo el primero de ellos el
dicloro-difluoro-metano (CF2Cl2).

Hegemonía de los FREONES (CFC) que desplazaron a la mayoría de


fluidos anteriores.

En 1974 (Rowland y Molina) – Hipótesis: CFC agotan la capa de ozono.


3. REQUERIMIENTOS DE LOS REFRIGERANTES.-

Para que un líquido pueda ser utilizado como refrigerante, debe reunir
ciertas propiedades, tanto termodinámicas como físicas. El refrigerante
ideal, sería aquél que fuera capaz de descargar en el condensador todo
el calor que absorba del evaporador, la línea de succión y el compresor.

Desafortunadamente, todos los refrigerantes regresan al evaporador


arrastrando una cierta porción de calor, reduciendo la capacidad del
refrigerante para absorber calor en el lado de baja.

Cuando se piensa cuidadosamente en este proceso, vienen a nuestra


mente muchas preguntas: ¿Por qué los refrigerantes hierven a baja
temperatura? ¿Cuánto calor se absorbe al hervir el refrigerante? ¿Qué
hace realmente el compresor al refrigerante al aumentarle su presión y
temperatura? ¿En cuánto se aumentan? ¿Qué causa realmente que el
vapor se condense a una temperatura más alta? ¿Cómo es rechazado el
calor? ¿Cuánto calor es rechazado?, y así sucesivamente.
Estas son la clase de preguntas a que se enfrenta uno en los trabajos de
refrigeración. Si su trabajo es diseño de componentes y equipos, o
mantener un sistema trabajando sin problemas, lo primero que debe saber
es acerca del refrigerante dentro del sistema. Por ejemplo, un sistema
típico tiene muchos indicadores que le dicen la condición exacta del
refrigerante en varios puntos del sistema, y muchos controles que le
permiten hacer ajustes cuando surja la necesidad. Estos dispositivos son
necesarios, para mantener las condiciones deseadas del refrigerante al
demandar cambios la carga de enfriamiento. Pero si usted no sabe cómo
responde el refrigerante a los cambios de temperatura y presión, los
indicadores y los controles no le serán de mucha utilidad.

Para comprender los refrigerantes, es básica la relación entre presión y


temperatura. Cómo absorbe, transporta y rechaza calor un refrigerante, al
cambiar de líquido a vapor y volver a líquido, es igualmente importante
entenderlo.

Estas son las propiedades en que los refrigerantes difieren de uno a otro.

4. PROPIEDADES TERMODINAMICAS DE LOS REFRIGERANTES.-

Son aquellas que tienen relación con el movimiento del calor.

Estas propiedades se publican para cada refrigerante en forma de tablas.


Estas tablas se dividen en dos secciones:

Propiedades de Saturación de Líquido y Vapor, y Propiedades del Vapor


Sobrecalentado. Las primeras se dan comúnmente a intervalos de
temperatura, y las segundas, se dan tanto a intervalos de presión, como
de temperatura.

Estas tablas son elaboradas por los fabricantes de refrigerantes y algunas


asociaciones relacionadas con refrigeración, y se pueden encontrar en
libros de texto, manuales o boletines técnicos. Las de mayor aplicación
para resolver problemas de cálculos y diseño de equipos, son las tablas
de propiedades termodinámicas de saturación.
4.1. Presión

Las presiones que actúan en un sistema de refrigeración, son


extremadamente importantes. En primer término, se debe operar con
presiones positivas; es decir, las presiones tanto en el condensador como
en el evaporador, deben ser superiores a la presión atmosférica. Si la
presión en el evaporador es negativa, es decir, que se esté trabajando en
vacío, hay riesgo de que por una fuga entre aire al sistema. Por esto, el
refrigerante debe tener una presión de evaporación lo más baja posible,
pero ligeramente superior a la presión atmosférica.

Por otra parte, la presión de condensación debe ser lo suficientemente


baja, ya que esto determina la robustez del compresor y del condensador.
Mientras más alta sea la presión, se requiere un equipo más robusto, y
por lo tanto, más caro.

La tabla nos muestra las presiones de operación para los refrigerantes


seleccionados, a las condiciones fijadas de temperaturas.

Un ejemplo claro de alta presión de condensación es el R-170, para el


cual se requiere un equipo extremadamente robusto para soportar
presiones arriba de 4660 kPa (660 psig). Los refrigerante R-30 y R-123,
trabajarían en vacío en el evaporador a esta temperatura.

El R-134a trabaja a presiones más próximas a lo ideal, ya que su presión


de evaporación es muy baja, sin llegar al vacío, y su presión de
condensación no es tan alta, por lo que no requiere un equipo muy
robusto.

4.2. Temperatura

Hay tres temperaturas que son importantes para un refrigerante y que


deben ser consideradas al hacer la selección.

Estas son: la de ebullición, la crítica y la de congelación.

La temperatura de ebullición de un refrigerante, siempre es referida a


la presión atmosférica normal de 101.3 kPa (0 psig). Se puede decir, que
el punto de ebullición de cualquier líquido, es la temperatura a la cual su
presión de vapor es igual a la atmosférica.

El punto de ebullición de un refrigerante debe ser bajo, para que aún


operando a presiones positivas, se pueda tener una temperatura baja en
el evaporador.

En la tabla, se muestran las temperaturas de ebullición de los


refrigerantes escogidos para efectos de comparación.

Obsérvese que el R-170 (etano), tiene la temperatura de ebullición


más baja, -88.6°C y el R-718 (agua) tiene la más alta (100°C).

Como ya se sabe, existe una relación directa entre la temperatura de


ebullición y la presión; es decir, el punto de ebullición se modifica al
cambiar la presión. Si se selecciona una presión conocida, se llega a una
temperatura deseada. Qué presión seleccionar, es lo que provoca que
surjan muchos argumentos entre los diseñadores de eva poradores y
compresores. Para que opere eficientemente un compresor (pero no
necesariamente el sistema completo), es deseable tener en el evaporador
la presión más alta posible. Para los diseñadores de evaporadores, lo más
deseable es que operen a la presión más baja posible, para aprovechar
al máximo la unidad con un mínimo de tamaño y costo. Así que, para
ambos, la presión adecuada para la ebullición del refrigerante, es un punto
en el cual es necesario transigir. Si el evaporador es muy grande, la
temperatura estará arriba de la normal; si el evaporador es muy pequeño,
la temperatura estará abajo de la normal.

El evaporador debe tener una temperatura más baja, que la que se


desea tener en el espacio refrigerado (se necesita una diferencia de
temperaturas para que exista el flujo de calor).

Normalmente, cuando el sistema está en operación, la temperatura


de ebullición del refrigerante líquido dentro del evaporador, es
aproximadamente 6°C más baja que la temperatura del evaporador. En
los ciclos de paro, el refrigerante y el evaporador igualarán sus
temperaturas.

Como una guía práctica, a continuación en la tabla, se dan algunas


temperaturas de ebullición para varias aplicaciones:

Otra temperatura a considerar cuando se selecciona un refrigerante,


es la temperatura crítica, sobre todo para el diseño del condensador, ya
que ningún vapor se condensa a una temperatura mayor de la crítica,
aunque la presión sea muy grande. En el caso de condensadores
enfriados por aire, es conveniente que el refrigerante tenga una
temperatura crítica mayor de 55°C. Como se puede ver en la tabla 12.5,
todos los refrigerantes tienen temperaturas críticas arriba de 70°C, a
excepción del R-170 (etano), que es de 32.3°C; por lo que, éste
refrigerante no puede utilizarse en condensadores enfriados por aire, ya
que la temperatura de condensación estaría siempre por arriba de la
crítica.
Por otra parte, la temperatura de congelación de un refrigerante, debe
ser más baja que la temperatura del evaporador. No se puede utilizar un
refrigerante que se congele a la temperatura de trabajo del evaporador.

Aunque esto no representa un problema, ya que la mayoría de los


refrigerantes tienen temperaturas de congelación muy bajas, como se
puede observar en la figura.

La excepción es el R-718 (agua), la cual nunca se utiliza en el


mecanismo de un ciclo de refrigeración por compresión.

4.3. Curvas de Presión - Temperatura

Sabemos que el agua hierve a 100°C en un recipiente abierto, a la


presión atmosférica normal de 101.3 kPa (14.7 psia). En un recipiente
cerrado, donde se puede controlar la presión, se puede cambiar el punto
de ebullición.

Si se incrementa la presión en el recipiente, también se incrementa el


punto de ebullición. Si se disminuye la presión, se disminuye también la
temperatura de ebullición del agua. Este mismo principio se aplica a todos
los líquidos.

El trabajo de refrigeración se tiene que tratar con refrigerantes en


sistemas cerrados, a presiones variables. Si se controlan estas presiones,
se controlan las temperaturas del refrigerante en diferentes puntos del
sistema. Por lo tanto, se puede lograr que hierva el refrigerante a baja
temperatura en un punto (disminuyendo su presión), y que después, se
condense a alta temperatura en otro punto (aumentando su presión).

Para cualquier líquido, la temperatura a la que se lleva a cabo la


ebullición, se conoce como "temperatura de saturación", y su presión
correspondiente, se conoce como "presión de saturación".

Las relaciones de presión y temperatura, se pueden graficar en


escalas normales o en escalas logarítmicas.

Estas últimas proporcionan una lectura con razonable precisión, tanto


en bajas como a altas presiones.

En la figura 12.7, se muestra una gráfica de presión temperatura para


el R-134a, y en la figura 12.8, se muestran las gráficas de presión y
temperatura para varios refrigerantes comunes.

Estas gráficas son muy valiosas, para dar una imagen global de las
relaciones de presión y temperatura de saturación, pero dependiendo del
tamaño de la escala, va a ser la precisión de la lectura de los valores. Por
lo tanto, algunas veces, estos valores se dan en forma de tabla, las cuales
pueden dar presiones cada grado o cada 2 grados centígrados para las
temperaturas de evaporación comunes. También, para temperaturas de
evaporación menos comunes o temperaturas de condensación, se dan
presiones cada 5°C.

También hay disponibles tablas que, además de la presión y


temperatura, dan otra información, tal como el volumen de líquido y vapor,
calor y otros. Estas tablas se verán más adelante en este mismo capítulo.

En la escala vertical se tiene la presión en kilopascales (o en psig), y


en la escala horizontal se tiene la temperatura en grados centígrados (o
en grados farenheit). Cualquier punto sobre la curva, representa el punto
de ebullición del refrigerante. Cada punto también se puede llamar "punto
de condensación". La razón es que, cualquier mezcla de líquido y vapor a
la temperatura y presión de saturación, puede estar en cualquiera de las
tres etapas: ebullición, condensación o equilibrio. Depende de la
transferencia de calor que se esté llevando a cabo. Si se agrega calor, el
líquido hierve; si se quita calor, el vapor se condensa y si no se agrega ni
se quita calor, la mezcla permanece en equilibrio. Para encontrar la
presión del refrigerante a una temperatura determinada, se lee
verticalmente desde el valor de dicha temperatura, hasta tocar la curva; y
luego, se mueve horizontalmente, hasta la escala de presión, donde se
leerá la presión de saturación a esa temperatura.

Por ejemplo, la presión de vapor del R-507 a una temperatura de 10°C


(50°F), es de 8.4 bar (107 psig).

La temperatura es siempre la temperatura del refrigerante.

La misma curva puede utilizarse para determinar presiones y


temperaturas, tanto de evaporación como de condensación. Al utilizar
estas gráficas, es necesario tener presente varias cosas:

1. La temperatura del refrigerante en el evaporador, es


aproximadamente de 4 a 7°C más fría, que la del evaporador cuando está
trabajando el compresor.
2. Cuando el compresor no está trabajando, la temperatura del
refrigerante en el evaporador, es la misma que la del evaporador.

3. La temperatura del refrigerante en un condensador enfriado por


aire, está entre 17 y 19°C más caliente que la temperatura ambiente.

4. La temperatura del refrigerante en un condensador enfriado por


agua, es aproximadamente 10°C más caliente que el agua de la salida.

5. La temperatura del refrigerante en el condensador, será


aproximadamente la misma que el medio de enfriamiento, después que la
unidad haya sido apagada por 15 a 30 minutos.

En la tabla 12.9, se muestran las relaciones entre las presiones en


kilopascales (kPa) y libras por pulgada cuadrada manométrica (psig), y las
temperaturas en °C para los diferentes refrigerantes seleccionados para
comparación.

Los valores de la presión en el área sombreada, indican pulgadas de


mercurio abajo de la presión atmosférica normal.

Las tablas de presión temperatura como la 12.9, son muy valiosas en


lo que se refiere a los puntos de saturación, pero tienen sus limitaciones.
Un líquido apartado de su vapor puede enfriarse abajo de su temperatura
de saturación; tal líquido se denomina "sub-enfriado". Un vapor apartado
de su líquido puede calentarse arriba de su temperatura de saturación; tal
vapor denomina "sobrecalentado".

Así, el agua a la presión atmosférica está subenfriada, si se encuentra


a menos de 100°C, y está saturada, si está a 100°C. El vapor estaría
saturado si se encuentra a 100°C, pero si se separa del agua y se calienta,
se elevará su temperatura para formar vapor sobrecalentado.

Un líquido no puede sobrecalentarse, pues herviría; y un vapor no


puede sub-enfriarse, ya que se condensaría.

Estas correspondencias de presión-temperatura de saturación, sólo


son válidas cuando el líquido y el vapor están en contacto uno con otro.
Esta condición existe en el evaporador y en el condensador. También
existe en tanques de refrigerante que no están totalmente llenos de
líquido. El vapor está, entonces, sobre el líquido.

El refrigerante líquido en el tanque recibidor o en la línea de líquido,


puede o no estar sub-enfriado. El vapor de succión que entra al compresor
debe estar sobrecalentado; esto es, más caliente que en el evaporador.

La temperatura del gas en la descarga del compresor, está


sobrecalentada, es decir, más caliente que la temperatura de
condensación.

4.4. Volumen

Cuando se comparan densidades de gases, es común expresarlas en


volumen específico. El volumen específico de un refrigerante en fase
vapor, no es otra cosa, que el volumen en metros cúbicos (m³) o en litros
(l) que ocupará un kilogramo de refrigerante a condiciones normales; esto
es, a una temperatura de 20°C y a la presión atmosférica de 101.3 kPa.
(14.7 psia).

En la figura 12.10, se muestran los volúmenes específicos en las fases


líquida y vapor, para los diferentes refrigerantes seleccionados, a una
temperatura de -15°C (5°F).

El R-718 (agua) está considerada a una temperatura de 4°C, ya que


a la temperatura de -15°C estaría congelado.

En un sistema de refrigeración, al agregar calor al refrigerante,


aumenta su temperatura y su volumen específico, pero su presión
permanece constante; ya que, en el evaporador, en la línea de succión y
en el condensador, la temperatura de saturación es lo que controla la
presión del vapor sobrecalentado. Inversamente, si disminuye la
temperatura del refrigerante, disminuye su volumen específico.

Como puede observarse en la figura 12.10, el volumen específico en


fase líquida del R-718 (agua) es 1.0 l/kg, esto significa que un kilogramo
de agua líquida ocupa un volumen de un litro. Por esta razón, el agua es
el líquido que se usa como referencia para comparación con otros
líquidos.

A excepción del R-170 y del R-717, los demás refrigerantes tienen un


volumen específico en fase líquida menor a 1.0 l/kg; aunque este valor no
tiene gran importancia.

El valor que es de más utilidad en trabajos de refrigeración, es el


volumen específico en fase vapor. Este valor, no es otra cosa, que el
volumen en litros ( o en metros cúbicos ) que ocupa un kilogramo de
refrigerante al pasar de líquido a vapor. Obviamente como es de
esperarse, este valor debe ser lo más bajo posible, ya que de este valor
dependerá el desplazamiento volumétrico del compresor.

Observando los valores de volumen específico en fase vapor de la


figura 12.10, vemos que el R-30 y el R-123 tienen valores muy altos, por
lo que estos refrigerantes no se recomienda usarlos con compresores
reciprocantes, ya que se requerirá un compresor con gran desplazamien
to volumétrico, debido a la gran cantidad de vapor que producen al
evaporarse. Un kilogramo de R-30, cuando pasa de líquido a vapor a -
15°C, de ocupar un volumen de aproximadamente 3/4 de litro, en fase
líquida, su vapor tendría un volumen de 3,115 litros (3.115 m³).

Por esta razón generalmente los refrigerantes con alto valor de


volumen específico en fase vapor, se utilizan con compresores
centrífugos, los cuales manejan grandes cantidades de vapor de
refrigerante.

Por otra parte, un kg de R-22 en las mismas condiciones, al


evaporarse, ocupa un volumen de 77.6 litros, que es aproximadamente 40
veces menos que el R-30.

Puede observarse también, que las variaciones de los volúmenes


específicos de los refrigerantes en estado líquido, son muy pequeñas,
comparándolas con las correspondientes en el estado de vapor.

4.5. ENTALPIA
Es la propiedad que representa la cantidad total de energía térmica o
contenido de calor, en un fluido.

Sus unidades son kcal/kg. Para la mayoría de los refrigerantes, se


considera que su entalpia es cero a una temperatura de saturación de -
40°C. Entonces, el calor agregado o sustraído de un refrigerante, desde
ese punto, se considera que es su entalpia total. En la mayoría de los
trabajos de transferencia de calor, se manejan los cambios de entalpia
que ocurren durante un proceso. Generalmente, no hay necesidad de
conocer el contenido de energía absoluta.

En la tabla 12.11, se muestran los valores de entalpia de varios


refrigerantes, a una temperatura de -15°C, excepto el R-718, que está a
5°C. Estas temperaturas se seleccionaron arbitrariamente, para efectos
de comparación. Para cada refrigerante se muestran los valores de
entalpia en la fase líquida (hf), el calor latente (hfg) y la entalpia en la fase
vapor (hg).

Entalpia del Líquido Saturado (hf). Este valor es la cantidad de


kilocalorías por cada kilogramo de refrigerante líquido saturado; esto es,
el líquido que se encuentra a su temperatura de saturación, como las que
se muestran en la figura 12.9.

Este contenido de calor del líquido, es calor sensible basado en la


suposición de que el líquido saturado a - 40°C, no tiene calor sensible.
Esto no es cierto, ya que aún a -75°C, el líquido contiene algo de calor.

Para que esto sea verdad, los valores de entalpia en fase líquida,
tendrían que basarse en el cero absoluto de temperatura. Sin embargo,
esto no es necesario, ya que sólo interesa el cambio de entalpia; esto es,
la cantidad de calor que se requiere para calentar o enfriar un kilogramo
de líquido, de una temperatura de saturación a otra.

El hecho de que se haya seleccionado la temperatura de -40°C, como


referencia para darle a la entalpia el valor de cero, fue por conveniencia.
En la tabla 12.12, se muestran las entalpias para el líquido a varias
temperaturas de saturación para el R-22. Para las temperaturas menores
de -40°C, los valores de la entalpia son negativos, y se indican con el
signo "menos". Esto parecería significar que el líquido saturado de R-22 a
-60°C, por ejemplo, tendría 4.93 kcal menos que nada, lo cual, por
supuesto, es imposible. El signo "menos", significa meramente que a -
60°C el líquido saturado de R-22, tiene un contenido de calor de 4.93
kcal/kg menos, que el que tendría a -40°C.

Inversamente, para elevar la temperatura de saturación de un kg de


R-22 líquido de -40°C a -15°C, se requieren 6.53 - 0 = 6.53 kcal de calor
sensible.

Por ejemplo, en la figura 12.11, la entalpia del R-22 líquido a -15°C es


6.53 kcal/kg, y como ya se mencionó, a -40°C es cero; pero a -60°C,su
entalpia es -4.93 kcal/kg. Esto significa que para enfriar un kg del líquido
saturado de R-22 de -15°C hasta -60°C, se tienen que remover 6.53 - (-
4.93) = 11.46 kcal/kg. Como se puede observar, lo que importa solamente
es la diferencia de entalpia, ya que ésta será siempre la misma,
independientemente de que su contenido esté basado en -40°C, -100°C,
-200°C o el cero absoluto.

Entalpia de Evaporación (hfg). Esta es la cantidad de calor que


requiere un kilogramo de líquido, para cambiar a un kilogramo de vapor a
temperatura constante. Este valor también se le conoce como "calor
latente de evaporación".

En los sistemas de refrigeración, este cambio de estado de líquido a


vapor, ocurre en el evaporador. El cambio de contenido de calor o entalpia
resultante, se puede considerar, simplemente, como el trabajo teórico que
puede realizar el refrigerante.

En la tabla 12.11, se muestran los valores de calor latente para varios


refrigerantes a la temperatura de -15°C. Como se puede observar, todos
los refrigerantes tienen diferentes valores de calor latente. Para un mismo
refrigerante, el valor de calor latente varía con la temperatura, como se
puede observar en la tabla 12.12. El calor latente disminuye al aumentar
la temperatura.

Como se mencionó anteriormente, un refrigerante debe de


preferencia tener un valor alto de calor latente de evaporación, ya que esto
es lo que hace posible la refrigeración.

Mientras mayor sea este valor, se requerirá circular menos cantidad


de refrigerante. Por ejemplo, en la tabla 12.11, comprobamos que el calor
latente de evaporación del R-717 (amoníaco) es muy alto, 313.89 kcal/kg,
comparado con el calor latente de evaporación del R-502, que solamente
es de 37.4 kcal/kg. Esto significa que en equipos similares y a las mismas
condiciones, para producir una tonelada de refrigeración, se tendrían que
circular 9.63 kg/h de amoníaco, mientras que el R-502 se tendría que
circular 80.85 kg/h.

El calor latente de evaporación es una propiedad muy importante de


un refrigerante, pero se vuelve más importante aún, cuando se convierte
en "efecto de refrigeración".

Este es el trabajo real producido por un refrigerante dentro del sistema


de refrigeración. Es el calor absorbido, que da como resultado un
enfriamiento útil. Puede determinarse conociendo la entalpia del
refrigerante líquido cuando entra al evaporador, y la entalpia del vapor de
refrigerante que sale del evaporador. La diferencia entre estos dos
valores, es el trabajo real producido o "efecto de refrigeración".

Entalpia del Vapor Saturado (hg). Un líquido antes de hervir, tiene


calor sensible. Cuando está en ebullición, adquiere además, calor latente.
Entonces, el calor total del vapor saturado, debe ser igual a la suma del
calor sensible del líquido, más el calor latente de evaporación. Esto se
expresa de la siguiente manera:

hg = hf + hfg

En la tabla 12.11, podemos observar que la entalpia del vapor


saturado, equivale a la suma de la entalpia del líquido más el calor latente.
La entalpia del vapor saturado, representa el contenido total de calor del
vapor saturado del refrigerante en un evaporador, antes de ser
sobrecalentado; es decir, antes de ser calentado por arriba de la
temperatura del evaporador. Si en un sistema de refrigeración la
temperatura de evaporación es menor de -40°C, entonces, los valores de
entalpia del líquido deberán restarse del calor latente, para poder obtener
el valor del calor del vapor, ya que los valores del líquido muestran un
signo "menos" (-).

Ahora es fácil entender por qué los valores de entalpia son muy útiles,
al hacer cálculos de transferencia de calor.

Puede verse que la entalpia incluye la absorción de ambos calores,


sensible y latente. Aún más, ahora sabemos qué líquidos diferentes tienen
diferentes calores específicos, y diferentes calores latentes de
evaporación. También diferentes puntos de ebullición, así que, el uso de
estos valores, ahorrarán prolongados cálculos al trabajar con cargas de
transferencia de calor, utilizando refrigerantes específicos.

5. PROPIEDADES DE LOS REFRIGERANTES.-

Propiedades

Para tener uso apropiado como refrigerante, se busca que los fluidos
cumplan con la mayoría de las siguientes características:

Baja temperatura de ebullición: Un punto de ebullición por debajo


de la temperatura ambiente, a presión atmosférica. (evaporador)

Fácilmente manejable en estado líquido: El punto de ebullición


debe ser controlable con facilidad de modo que su capacidad de absorber
calor sea controlable también.

Alto calor latente de vaporización: Cuanto mayor sea el calor


latente de vaporización, mayor será el calor absorbido por kilogramo de
refrigerante en circulación.

No inflamable, no explosivo, no tóxico.


Químicamente estable: A fin de tolerar años de repetidos cambios de
estado.

No corrosivo: Para asegurar que en la construcción del sistema


puedan usarse materiales comunes y la larga vida de todos los
componentes.

Moderadas presiones de trabajo: las elevadas presiones de


condensación(mayor a 25-28kg/cmª)requieren un equipo extrapesado. La
operación en vacío(menor a 0kg/ cmª)introduce la posibilidad de
penetración de aire en el sistema.

Fácil detección y localización de pérdidas: Las pérdidas producen


la disminución del refrigerante y la contaminación del sistema.

Inocuo para los aceites lubricantes: La ación del refrigerante en los


aceites lubricantes no debe alterar la acción de lubricación.

Bajo punto de congelación: La temperatura de congelación tiene


que estar muy por debajo de cualquier temperatura a la cuál pueda operar
el evaporador.

Alta temperatura crítica: Un vapor que no se condense a


temperatura mayor que su valor crítico, sin importar cuál elevada sea la
presión. La mayoría de los refrigerantes poseen críticas superiores a los
93°C.

Moderado volumen específico de vapor: Para reducir al mínimo el


tamaño del compresor.

Bajo costo: A fin de mantener el precio del equipo dentro de lo


razonable y asegurar el servicio adecuado cuando sea necesario.

Haremos hincapié en las más importantes para la selección del


refrigerante adecuado para la aplicación de que se trate y el equipo
disponible. Todos los refrigerantes se identifican mediante un número
reglamentario.

Economía
Las propiedades mas importantes del refrigerante que influyen en su
capacidad y eficiencia son:

 El calor latente de Evaporación


 La relación de compresión
 El calor específico del refrigerante tanto en estado líquido como de
vapor

Excepto para sistemas muy pequeños, es deseable tener un valor alto


de calor latente para que sea mínimo el peso del refrigerante circulando
por unidad de capacidad. Cuando se tiene un valor alto del calor latente y
un volumen específico bajo en la condición de vapor, se tendrá un gran
aumento en la capacidad y eficiencia del compresor, lo que disminuye el
consumo de potencia. Y permite el uso de un equipo pequeño y mas
compacto. En los sistemas pequeños, si el valor del calor latente del
refrigerante es muy alto, la cantidad de refrigerante en circulación será
insuficiente como para tener un control exacto del líquido.

Es mejor tener un calor específico bajo en el líquido y un valor alto en


el vapor en tanto que ambos tiendan a aumentar el efecto refrigerante por
unidad de peso, el primero se logra aumentando el efecto de
subenfriamiento y el último disminuyendo el efecto de
sobrecalentamiento. Cuando se cumplen estas c ondiciones en un fluido
simple, se logrará mejorar la eficiencia del cambiador de calor líqudo-
succión.

Con relaciones de compresión bajas se tendrá un consumo menor de


potencia y alta eficiencia volumétrica, siendo esto último más importante
en sistemas pequeños ya que esto permitirá usar compresores pequeños.

Con un coeficiente de conductancia alto, pueden mejorarse las


relaciones de transferencia de calor, sobre todo en caso de enfriamiento
de líquidos y de esta forme se pueden reducir el tamaño y el costo del
equipo de transferencia. La relación presión-temperatura del refrigerante
debe ser tal que la presión en el evaporador siempre esté por arriba de la
atmosférica. En el caso de tener una fuga en el lado de menor presión del
sistema, si la presión es menor a la atmosférica, se introducirá una
considerable cantidad de aire y humedad en el sistema, mientras que si la
presión vaporizante es mayor a la atmosférica, se minimiza la posibilidad
de introducción de aire y humedad al sistema al tenerse una fuga.

La presión condensante debe ser razonablemente baja, ya que esto


permite usar materiales de peso ligero en la construcción del equipo para
condensación, reduciéndose así el tamaño y el costo.

6. PROPIEDADES FISICAS Y QUIMICAS.-

Las propiedades físicas y químicas de los refrigerantes, no


determinan directamente el calor que un refrigerante puede remover o
absorber.

No Debe ser Tóxico ni Venenoso

Puesto que los refrigerantes son manejados por muchas personas,


desde el fabricante, al distribuidor hasta el usuario, no deben representar
ningún peligro. La mayoría de los refrigerantes sintéticos (hechos por el
hombre, no encontrados en la naturaleza) no son tóxicos, y el riesgo es
muy leve o prácticamente inexistente. Sin embargo, hay algunos
refrigerantes que son realmente dañinos al hombre, aún en pequeñas
concentraciones. En altas concentraciones en el aire, cualquier
refrigerante puede causar asfixia, debido a que desplazan el aire y crean
insuficiencia de oxígeno. La magnitud del daño depende de la
concentración de refrigerante, su naturaleza y del tiempo que se esté
expuesto a él.

Hasta esta fecha, en nuestro país no se ha definido claramente una


reglamentación o clasificación para refrigerantes, de acuerdo a su
seguridad relativa.
En muchos países, los refrigerantes están bien clasificados de
acuerdo a su grado de toxicidad, y también a su grado de inflamabilidad.

Organizaciones como Underwriter's Laboratories, Inc. (UL) y National


Board of Fire Underwriter's (NBFU) en Estados Unidos, han clasificado los
refrigerantes de acuerdo a su toxicidad en 6 grupos. Los refrigerantes del
grupo 1 son los más tóxicos, y los del grupo 6 son los menos tóxicos. En
la tabla 12.15, se muestran estos grupos.

Por ejemplo, como se puede apreciar en la tabla, el R-12 no es tóxico


y una persona puede vivir en una atmósfera con un alto porcentaje de este
refrigerante durante períodos prolongados. En cambio, otros refrigerantes
como el amoníaco (R-717), son tan tóxicos, que una exposición de 30
minutos en aire, con una concentración de 0.5% en volumen, se considera
peligrosa y hasta letal.

El bióxido de azufre, que ya no se usa como refrigerante desde hace


muchos años, es el más tóxico, ya que la misma concentración, pero con
menos tiempo de exposición, puede ser letal.
Un punto interesante es, que estos dos refrigerantes aunque son los
más tóxicos, tienen la ventaja de que su olor es muy ofensivo, y ponen
alerta a la persona desde el momento que aparece el primer rastro de
refrigerante.

Sin embargo, otros refrigerantes inoloros, como el R-30 (cloruro de


metileno) o el R-40 (cloruro de metilo), son muy tóxicos, pero a causa de
su cualidad inolora, pueden ser considerados aún más peligrosos, ya que
no "avisan" como el amoníaco.

Otro factor que debe ser considerado en el tema de toxicidad de los


refrigerantes, es la reacción a la flama. Los refrigerantes halogenados
como el R-11, R-12, R-22, R-502, etc., se descomponen cuando se
someten a altas temperaturas como las de una flama, formando vapores
altamente tóxicos, aunque estos refrigerantes en sí son inofensivos.
Cuando se utiliza una flama en presencia de estos refrigerantes, debe
estar el área bien ventilada.

7. CODIGO DE COLORES PARA LOS CILINDROS DE


REFRIGERANTES.-

Los contenedores utilizados para el manejo de refrigerantes ya sea a


granel, en tambores, latas o cilindros retornables o desechables, se
codifican con algún color. Hace algunas décadas no había unificación de
colores por parte de los fabricantes de refrigerantes. Posteriormente, se
estandarizó un código de colores adoptado mundialmente por los
fabricantes, aunque no era un método oficialmente reconocido para
identificar el contenido del cilindro, como sucedía con otros gases
industriales, tales como el nitrógeno, el acetileno, el oxígeno, etc.

En años recientes, con el surgimiento de una gran cantidad de nuevos


refrigerantes para reemplazar a los CFC's y algunos HCFC's, la
codificación de colores no se hace arbitrariamente. La mayoría de los
fabricantes se apegan a los lineamientos establecidos por el ARI (Air
Conditioning and Refrigeration Institute), para la asignación de colores a
los contenedores de refrigerantes.
Esta codificación, permite a los técnicos y contratistas identificar
rápida y fácilmente el refrigerante, por el color del contenedor, evitando
mezclar accidentalmente diferentes refrigerantes en un sistema. Pero
siempre se debe leer la etiqueta e identificar el contenido, antes de
utilizarlo.

A continuación, en la figura 12.27, se muestra una lista de los


refrigerantes más populares que incluye algunos que ya están
descontinuados, y también algunos de los nuevos.

Linkografia

 http://es.wikipedia.org/wiki/Refrigerante

 http://www.widman.biz/Seleccion/Refrigerantes/refrigerantes.html

 http://www.elaireacondicionado.com/glosario/cfc-refrigerantes.46.html

 http://www.todomecanica.com/problematica-medioambiental-refrigerantes.html

bibliografía

Principios-de-refrigeración-Roy-Dossat

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