Resumen
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Resumen
Los ejes del desarrollo se constituyen entre el niño y el adulto, sistemas que operan recíprocamente, en
feed-back, a los que se les da el carácter de “organizadores” (Chokler, 1988).
El desarrollo de los seres humanos sucede en muchos planos al mismo tiempo. La neurofisiología, la
función motriz, lo psíquico y emocional, el intercambio con el medio y las personas que nos rodean,
también la cultura y la sociedad a la que pertenecemos afectan las posibilidades de desarrollo y
aprendizaje de cada quien.
El desarrollo del niño es un proceso complejo y dinámico donde convergen e interactúan factores
biológicos, medioambientales, históricos y sociales. Se considera al niño como sujeto capaz de establecer
un intercambio social efectivo desde el comienzo de su vida.
El niño es un integrante del espacio en el que vive, crece y se desarrolla, con el que interactúa, al que se
adapta y modifica activamente, Se entiende el desarrollo como un proceso de transformaciones internas
que operan en el sujeto para la satisfacción progresiva de sus necesidades, que se concreta a través de
intercambios con el medio físico y humano.
Se toma la teoría de los organizadores del desarrollo psicomotor como marco para comprender, analizar e
intervenir en la dinámica del proceso de desarrollo humano. Desde la organización biológica inicial,
genética y socialmente determinada las formas singulares en que van operando estos organizadores, tejen
la trama de su historia y la persona que es aquí y ahora” (M. Chokler, Psicomotricidad operativa, Revista La
Hamaca, 1994, año 3, núm. 7, p. 28)
LOS ORGANIZADORES SON CINCO EJES QUE SE COMPARTAN COMO UNIDAD, INTERACTÚAN
ENTRE SÍ Y EN SU CONJUNTO CON EL MEDIO:
1. EL VÍNCULO APEGO: A través de las actividades diarias, madre e hijo, van formando una relación en la
que el bebé promueve en el adulto significativo (madre) la proximidad y el contacto. La dinámica de las
interacciones es la que organiza la conducta de apego del niño/adulto.
*dialogo tónico: proceso de asimilación y sobre todo de acomodación entre el cuerpo de la madre y el
cuerpo del niño.
*corporal: es una de las formas básicas para la comunicación humana
*lenguaje verbal: la expresión oral es muy importante en la educación infantil
3. LA EXPLOTACIÓN Y LA APROPIACIÓN DEL MUNDO EXTERNO: Las conductas exploratorias provienen del
impulso epistémico, presente en todos los seres humanos, pero de forma singular en cada uno. Esta
capacidad puede desarrollarse o inhibirse por el entorno y está condicionada por la significación cultural.
Esta exploración permite la internalización, reconstrucción y representación de las formas y leyes de
existencia y funcionamiento de las cosas. “La exploración y la apropiación del propio cuerpo, del cuerpo del
otro en el espacio, del mundo de los objetos…. atravesada por la cultura y la crianza, conforman las
matrices de aprendizaje” (M. Chokler, Psicomotricidad operativa, Revista La Hamaca,1994, año 3, núm. 7,
p.28).
El niño utiliza su cuerpo para ¨ser¨ y ¨aprender a pensar¨. La puesta en marcha del impulso epistémico del
niño lo lleva al descubrimiento.
La evolución del equilibrio, de las posturas y de los desplazamientos, la apropiación y dominio progresivos
del propio cuerpo le permiten en cada momento de la vida, a su nivel, organizar los movimientos y
construir y mantener un íntimo sentimiento de seguridad postural, esencial para la constitución de la
imagen del cuerpo, de la armonía del gesto y de la eficacia de las acciones, lo cual tiene repercusiones en la
constitución de la personalidad en su conjunto y en la organización y representación del espacio.
5. EL ORDEN SIMBÓLICO: Está constituido por las representaciones sociales, culturales que se inscriben en
el psiquismo a través de las relaciones familiares e instituciones y que determinan las conductas y los roles
individuales o grupales.
El conjunto de valores, creencias, saberes sociales y culturales del entorno, constituyen elementos del
orden simbólico que lo incluye en la familia y en la cultura.
Las estructuras de filiación, de pertenencia, los mitos, las leyendas, la ley, las normas, el posicionamiento,
los mandatos, etc. Forman parte de representaciones sociales que se interiorizan con una fuerte carga en
la subjetividad.
En el desarrollo del niño se implican y condicionan mutuamente factores internos de tipo biológico,
madurativos, funcionales y psicológicos; y factores externos, relacionales, sociales, culturales, económicos,
geográficos, etc.
Hay factores que promueven el despliegue de potencialidades facilitan la adaptación, otros que lo
obstaculizan, desorganizan o inhiben el despliegue de las potencialidades, perturban (impacto traumático)
o que implican un riesgo (situaciones, hechos y condiciones del entorno que aumentan los desequilibrios
desajustes, etc.).
Se tienen en cuenta las condiciones reales de existencia sobre la base de tres ejes:
El basamento biológico
La relación dialéctica del niño con el medio en el que vive
Las relaciones que constituyen la subjetividad
E. Pikler investigó cómo las condiciones del entorno operan como facilitadores del desarrollo de los niños y
estableció ciertas formas ideales de organizarlo.
La seguridad, el adulto, la indumentaria, los objetos y el espacio en sí, no deben poner en riesgo la salud
física y mental del niño. Las posibilidades de aprendizaje que el adulto ofrece en su relación con el niño, en
la creación de los espacios y en la disponibilidad de los objetos para el despliegue de la actividad del niño.
El adulto, el espacio destinado a la actividad, los objetos para la manipulación, la exploración y el juego del
niño; y la indumentaria pueden facilitar o dificultar el desarrollo. No es lo mismo que el adulto esté atento,
disponible y que promueva la interacción con el bebé a que no lo haga. El adulto minimiza, selecciona y
ordena los estímulos del entorno, observar y proveer los factores que faciliten el desarrollo del niño, Crea y
organiza el entorno en el cual el niño pueda moverse libremente y ubica, manipula y trasladó el cuerpo del
niño en posturas facilitadoras de las conductas autónomas. Organiza los espacios y selecciona los objetos
pertinentes a cada momento del desarrollo del niño.
En cuanto al espacio y la organización temporal E. Pikler dice que cada actividad sucede en un tiempo y un
espacio específico. Si es posible es importante que el niño tenga un espacio para el sueño, uno para la
alimentación, otro para la higiene y otro diferenciado y bien delimitado para el movimiento, la
manipulación y el juego que cumpla con ciertas condiciones para que el despliegue de la actividad sea
segura y fácil.
Los objetos deberían promover la actividad autónoma del niño, la exploración y el aprendizaje sin poner en
riesgo su salud por lo tanto habrá que tener en cuenta de que material están hechos, el tamaño la dureza,
etc. Deben ser pertinente al momento de su desarrollo y ser ubicados de forma que pueda alcanzarlos de
acuerdo a sus capacidades.
La indumentaria debe permitir el libre movimiento, ser cómoda, holgada y proveer el abrigo justo sin
impedir el movimiento ninguna parte del cuerpo.
Estos ideales no siempre se logran y en el seno de cada familia, cada uno se sus miembros, se verán
afectados por la presencia, forma o ausencia de los distintos factores. Por lo tanto, existen también los
obstaculizadores, perturbadores del desarrollo infantil.
La Dra. Emmi Pikler asegura que la secuencia de posturas y desplazamientos se da en todos los niños en un
orden constante, con variaciones individuales de ritmos, con movimientos y reajustes continuos que nacen
de la experiencia y exploración, de sus iniciativas y competencias.
Si se respetan los tiempos de maduración del bebé desde su nacimiento, si se le permite realizar
movimientos con libertad de explorar y organizar, si no se le obliga a hacer aquellos para los que aún no
está preparado, será capas de desarrollarse con autonomía y pasar por las diferentes etapas de la
secuencia postural fisiológica o natural con tranquilidad, sin torpeza no rigidez, sintiéndose competente.
De tal modo, el bebé no estará fijado en una postura impuesta por el adulto antes de lograr su dominio, lo
que evitará que esa experiencia este cargada de inseguridad y temor.
Para Emmi Pikler la libertad de movimientos es muy importante, por que facilitar esto quiere decir que, a
partir de asegurar las condiciones del entorno material y de cuidado, se le brinda al bebé la posibilidad de
moverse a su gusto; lo que permitirá descubrir, únicamente por sí mismo, por propia iniciativa y a su
propio ritmo, los sucesivos estadios del desarrollo de sus posturas y movimientos, para luego de
experimentarlos y ejercitarlos utilizarlos según su conveniencia y si es necesario en algún momento
abandonar algunos de ellos.
En nuestra cultura, el desarrollo postural esta ligado a una pedagogía intervencionista, que considera al
bebé como OBJETO-RECEPTÁCULO, a quien el adulto le enseña, entonces esto hace difícil concebir la
libertad de movimientos.
Es función del adulto ofrecer una base segura para los descubrimientos, esto facilita que el niño desarrolle
un sentido de si mismo conectado, y a la vez del YO separado de sus adultos referentes.
EXPRESIÓN: ese es el rol directo que cumple en el vinculo del niño con su entorno humano.
MANIFIESTA UNA PRESENCIA EN EL MUNDO FISICO: cumple un papel de adaptación al mismo tiempo
que resulta un medio de conocimiento y control del entorno en el que el bebé vive.
La evolución del desarrollo postural y motor no se conforma a través de hitos independientes, sino
siguiendo las leyes del equilibrio:
POSTURAS INTERMEDIAS:
Según Myrtha Chokler la génesis fisiológica postural y motriz espontanea descubierta por la Dra Emmi
Pikler está caracterizada por la aparición de posturas y movimientos llamados “intermedios”,
perfectamente coordinados, que son adquiridos progresivamente y por lo general en la misma secuencia.
Son indicadores de los factores neurológico y psíquicos de la maduración. Por lo tanto, son producto y
productores de aprendizajes que aseguran la continuidad del desarrollo al permitir el pasaje de la
horizontalidad a la vertibilidad.
Las posturas intermedias solo son percibidas por el niño ya que se producen en el interior de su propio
cuerpo.
Las leyes de la física nos permiten comprender en qué consiste la construcción del equilibrio: es una
producción compleja.
Esta construcción es un proceso que se da desde el interior del sujeto hacia el exterior por intervención del
medio externo.
Las manifestaciones motrices y corporales del bebé encuentras su traducción, por ejemplo, cuando el
adulto puede decodificar que las señales de displacer son las tensiones, sobresaltos, torpezas, miedos y
angustias; y busque los medios adecuados para que no aparezcan.
El vínculo cálido y seguro representa uno de los factores esenciales de las condiciones psíquicas que el niño
necesita para tener deseos de moverse, explorar y jugar.
OBJETOS PERTINENTES Y NO
Son los que el bebe puede explorar en cada etapa de su desarrollo: objetos simples, fáciles de ser tomados,
variados, que no se rompan, que no sean demasiado pequeños, ni demasiado grandes. Elementos los que
él pueda ejercer su propia iniciativa: pañuelos, aros, sonajeros, recipientes varios.
Aquellos objetos que se le den deben poder ser llevados a la boca, ya que este es el medio de exploración
durante el primer año de vida.
No son adecuando objetos colgantes, atados, que se escapan de la mano con facilidad, aparatos
electrónicos como teléfonos celulares, tabletas o controles remotos, las llaves tampoco son pertinentes,
aunque les llame la atención el brillo y el ruido, ya que están sucias.
La superficie sobre la que va a jugar el niño es importante que sea lisa, son dibujos que lo confundan de la
percepción de figura-fondo, para que pueda distinguir los objetos.
No es aconsejable el uso de andador ya que se coloca al bebé en una posición que no domina, con un
desplazamiento incorrecto. Lo mismo es el caso del jumping o sillitas con resorte para saltar, el bebé no
domina la espalda y esto le hace sentirse inseguro e incómodo, y no tiene ningún beneficio para él.
DECÚBITO DORSAL – BOCA ARRIBA
Al colocar al bebé sobre la espalda le aseguramos una postura cómoda, ofrece la mayor superficie de
apoyo: cabeza, espalda, hombros, cadera, brazos y talones. Es una posición abierta al mundo, facilitadora
de la comunicación. Facilitamos así los movimientos de la cabeza, los giros con una amplitud de 180° y el
libre movimiento de tronco y miembros. Esto le permite al bebé liberar las tensiones musculares
características de las etapas tempranas de la vida y aquellas otras producidas por los estímulos del medio
externo.
A medida que el sistema nervioso central madura, se observa una paulatina diferenciación de los
movimientos: los reflejos arcaicos se van integrando en nuevas organizaciones, en un acto motor más
preciso y definido, dirigido a un objetivo.
Esta postura ofrece múltiples beneficios para el desarrollo del bebé. La vivencia de seguridad que da la
amplia superficie de apoyo y la unidad CABEZA-TRONCO, facilita la libertad del movimiento.
De esta manera el bebé puede ir organizando la motricidad ocular y más tarde la coordinación óculo-
manual. Y descubrir su mano. Las manos son el primer objeto de exploración y su primer juguete. Hacia el
sexto mes jugará, con los pies y, dada la reorganización del tono muscular, logrará también llevarlos a la
boca.
La maduración, el tiempo y ritmos de cada bebé, la comodidad y seguridad con que se perciba, la gran
riqueza de sensaciones propioceptivas, irán produciendo los primeros cambios posturales.
Es una postura intermedia entre decúbito dorsal y ventral, descripta por Emmi Pikler como la postura en la
que comienza la disminución de la superficie y de los puntos de apoyo.
Los bebés se encuentran apoyados sobre un lado del cuerpo, cabeza, tronco, cadera, pierna, pie, mientras
la pierna y el pie contralaterales funcionan como puntos de apoyo para mantener el equilibrio.
Se puede notar la distribución armoniosa del tono muscular, sin crispaciones, en un estado de distensión
tónica. El TONO GLOBAL de base sostiene la actividad, tanto en estado de reposo como en movimiento, lo
que da la agilidad y la armonía de la “melodía cinética”.
En las posturas intermedias de Emmi Pikler colocarse y jugar de costado es la primera. El bebé gira la
cabeza, pasa el brazo contrario hacia el lado en que mira, flexiona las piernas hacia el vientre y el
movimiento lo lleva a colocarse de costado.
Generalmente cuando está interesado en un objeto va y vuelve dinámicamente del decúbito lateral al
dorsal.
Durante el primer año de vida y parte del segundo, el bebé lucha contra la fuerza de gravedad; por la
maduración, experiencia y a su propio ritmo, irá intentando despegarse del suelo.
Por la maduración y la experiencia los movimientos del bebé ya están mas organizados y coordinados, los
movimientos reflejos y las descargas masivas de movimientos desorganizados van desapareciendo y logra
un equilibrio tanto estático como en movimiento. El bebé va y vuelve del decúbito dorsal-lateral-ventral en
un movimiento descriptivo por la Dra. Agnés como “giros laterales repetidos”. Esto desencadenara que
logre hacer el rolado, que es el primer desplazamiento.
Esta posición es resultado de la maduración del sistema nervioso y el ejercicio de complejos sistemas de
coordinación y control de los miembros, de la cabeza y del tronco, que viene construyendo en las posturas
previas: dorsal y lateral.
El niño llega al decúbito ventral por propia iniciativa, cuando ya ha logrado el control cefálico y por lo
tanto, puede autorregularse: apoya la cabeza cuando se cansa y descansa cuando lo necesita, y puede
volver a la posición boca arriba para seguir jugando libremente.
Esta posición no es aconsejable si el adulto es el que la impone ya que en ese caso el bebé todavía no esta
listo para transitarla sin sufrir cansancio y tensiones.
Cuando los niños giran colocándose boca abajo, comienzan a desplazarse por medio del rolado consecutivo
y reptado. Los bebes giran sobre el vientre, se desplazan hacia atrás y luego organizan el desplazamiento
hacia adelante, con tracción de los brazos y empuje de los pies.
Los bebés comienzan a recorrer los espacios de la casa con diferentes modalidades de arrastre, sin
embargo, al tener que arrastrar el cuerpo, los desplazamientos son todavía lentos y trabajosos. A medida
que los ejercitan, la velocidad va en aumento y logran también trepar a superficies bajas.
El tiempo y la forma de raptar es particular de cada niño. En este tiempo el bebé se torna mas activo:
coordina los movimientos de todo su cuerpo, tonifica la musculatura de la espalda, los brazos y las piernas,
y comienza a desplazarse, lo que le permite, entre otras cosas, ampliar la exploración del espacio y de su
mundo.
POSICIÓN SEMISENTADO
Cuando domina los cambios posturales en el pasaje del decúbito dorsal a ventral, rola consecutivamente y
repta, comienzan los primeros intentos de alejarse del piso.
en esta postura hay un dominio de la espalda, aunque no es completo como para lograr estar sentado.
GATEO
Se puede observar cómo cambia de frecuentemente de posturas y se mueve activamente: se aleja de los
adultos, se acerca de los juguetes u objetos, se sienta para jugar, vuelve a gatear, se trepa a superficies
bajas, se para con sostén, se vuelve a sentar para reiniciar el gateo.
POSICIÓN SENTADO