Formacion Monaguillos
Formacion Monaguillos
Formacion Monaguillos
¿QUIÉN ES EL MONAGUILLO?
EL MONAGUILLO ES:
UN MONAGILLO DEMUESTRA:
PUNTUALIDAD al horario de la Misa que permita darse cuenta de lo que hay que
hacer y ponerse en el clima de la celebración con algunos momentos de oración.
FIDELIDAD a los turnos asignados, como han sido determinados, sobre todo
cuando es necesario dejar otras cosas interesantes para servir al Señor.
PREPARACIÓN para saber lo que uno tiene que hacer y que las cosas salgan
bien, sin improvisación.
vivir su fe, expresándola en su manera de servir estar presente todas las veces que se lo
pidan
hacer todo por amor, sirviendo al Señor con alegría sin esperar recompensa alguna
3. PIEDAD. Gran amor a JESÚS EUCARISTÍA. Hacer una visita al Santísimo cada
vez que se vaya a la Iglesia. Acción de Gracias después de la Comunión. Rosario
diario a Nuestra Señora.
7. NO MIRAR hacia los fieles o para cualquier parte durante las ceremonias.
PERMANECER ERGUIDO en posición recta:
ARRODILLADO: erguido, las manos juntas sin cruzar ni mover los pies.
SENTADO: el cuerpo erguido, las rodillas juntas, las manos sobre las piernas.
9. ATENCIÓN en las ceremonias. Hacer las cosas bien y DESPACIO, pero con
prontitud y desenvoltura. ENSAYAR Aprender bien.
“No se enciende una lámpara para esconderla en un tiesto, sino para ponerla en un
candelero a fin de que alumbre a todos los de la casa”
2. Ofrecimiento del Día: El Monaguillo le ofrecerá todas su actividades y tareas del día al
Señor, para que su vida sea un regalo permanente al Señor. Utilizará para este
ofrecimiento una palabra latina: SERVIAM !
3. Oración Mental: El Monaguillo hará todos los días un momento de oración mental, en
donde le de gracias al Señor por sus beneficio, le pida perdón por las faltas y le solicite
ayudas para su vida, la iglesia y su familia.
4. Bendición de los Alimentos: El Monaguillo Bendecirá todos los alimentos que reciba
al día y le dará gracias al Señor por los mismos.
Recuerda:
La liturgia es acción Comunitaria debemos sentirnos como Familia.
La liturgia es un encuentro con Cristo, es el culto que damos a Dios
Es obra de Cristo.
Significado de Liturgia
En la liturgia celebramos el Misterio de Cristo. Pero, ¿qué quiere decir esto exactamente?
Como sabemos el hombre abandonó a Dios tras desobedecerle en el paraíso, y Dios, en
vez de olvidarse de nosotros, estableció una Alianza con su Pueblo. Esta Alianza culmina
con la venida de Jesucristo. Dios estableció un plan en el que su propio Hijo vendría al
mundo, haciéndose hombre y muriendo en la cruz y, de esta manera, nos abriría las
puertas del cielo.
Este es el gran Misterio. “Cristo con su muerte, destruyó nuestra muerte, y con su
resurrección, restauró nuestra vida”. Gracias a la liturgia podemos anunciar este gran
acontecimiento para que todos los hombres sepan que
Cristo ha venido a salvarnos.
La Palabra Liturgia
Liturgia viene de la palabra griega “Leitourgia” que a su vez esta compuesta de “Leitos”
que significa popular, del pueblo y “Ergon” que significa obra. Por tanto se refiere desde
hace mucho tiempo a una obra que pertenece a la comunidad y no de utilidad privada.
Por lo tanto, la palabra significa “obra o quehacer público”, “servicio de parte de y a favor
del pueblo”.
Quiere decir que, nosotros los hombres, tomamos parte y ayudamos a Dios en su obra.
Es decir, en la misa no sólo recordamos todos juntos que Cristo un día nos salvó, sino
que los hombres ayudamos a Dios en esta gran misión de la salvación.
Cada misa revivimos el sacrificio con el que Cristo nos abrió las puertas del cielo.
Además, rezamos juntos unos por otros, conocemos mejor el Evangelio, aprendemos el
camino para ser santos y damos a conocer a los que no saben esta buena nueva.
¡Por eso es tan importante nuestra labor de acólitos!. Si vivimos la celebración eucarística
sabiendo que ayudamos a Dios a salvar a los hombres en cada misa, nos esforzaremos
mucho más por prepararnos mejor y hacer nuestro trabajo con responsabilidad y mucha
ilusión.
“La liturgia es la fiesta de la comunión eclesial. En la cual el Señor Jesús, por su misterio
pascual, asume y libera al Pueblo de Dios y por él a toda la humanidad, cuya historia es
convertida en historia salvífica para reconciliar a los hombres entre sí y con Dios”