CELEBRACIÓN DEL Sí María

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CELEBRACIÓN DEL "SI" DE MARÍA

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Ambientación y preparativos

Esta oración vocacional se puede hacer con el Santísimo Expuesto con las debidas
adaptaciones, para que no quede el Santísimo como un objeto o símbolo más sino el
centro de la celebración y presencia "viva del Señor Resucitado". Adaptando cantos,
oraciones del inicio y final de La Exposición. También se puede hacer adaptando lo que
convenga o interese más entorno a un icono o imagen de la Virgen.

La iglesia, sala o estancia, donde va a tener lugar esta celebración, está


convenientemente preparada y ambientada. Destaca un póster con un gran "Alégrate ".
Se podría ambientar también con el icono que presentamos para la Jornada de este año
(Capilla Redemptoris Mater).

Sonando de fondo el canto "Alégrate", se proyecta un montaje de powerpoint.

¡ALÉGRATE, ALÉGRATE,
LLENA DE GRACIA! (2)

La voz quedó sellada en su entraña,


se ha hecho carne la Palabra.

¡ALÉGRATE, ALÉGRATE,
LLENA DE GRACIA! ¡ALÉGRATE!

Como un río en crecida,


como copa de vino en la fiesta,
desbordada de amor
has salido al encuentro.

Ya no hay distancia, no hay tiempo,


es la vida engendrada en tu seno
quien te hace tener la certeza de que todo,
¡todo es posible para Dios!

RISAS EN EL AIRE,
GOZO HECHO CANCIÓN;
MÚSICA DE ENCUENTRO,
DANZA DE DOS CUERPOS
AL RITMO DE UN ABRAZO,
DOS VIDAS MULTIPLICADAS POR EL AMOR (2).

Saltan mis entrañas,


siento que es Dios quien se acerca y
se inunda mi ser del Espíritu Santo.
¿No oyes gritos de júbilo?
¡Es el mundo que estalla en un canto!
Feliz tú que creíste en su Nombre
y entre todas mujer ¡bendita tú!

Saludo inicial

(Habla el que anima o dirige esta celebración.)

Nos encontramos aquí reunidos para tener un momento de oración.


Ahora detengámonos y dejemos a un lado los pensamientos y todo aquello que nos
preocupa y pongámonos en la presencia del Señor Eucaristía.
Con la certeza de que El se encuentra en medio de los que se reúnen en su nombre
reflexionemos e intentemos descubrir cuál es la voluntad de Dios en el momento actual
de nuestra vida.
¡Abramos nuestro corazón y dejémonos mirar por Él! ¡El nos ama con amor infinito y
quiere llenar nuestra vida de alegría!

Exposición del Santísímo- Con un canto y oración propia.

Lectura de la Palabra de Díos (Lc i, 26-38).

Escuchemos este Evangelio como si fuera la primera vez, como novedad absoluta. Lo
que vamos a escuchar, cambió la historia de la humanidad, marcó un antes y un
después. Cuando alguien da un sí a Dios, también marca una antes y un después en su
vida y en la de muchos a donde sea enviado por el Señor.

Proclamación del texto evangélico

(Al acabar la Lectura del Evangelio, desde el mismo u otro lugar, se lee el texto que sigue o se hace, según
posibilidades, una pequeña reflexión incidiendo en la llamada como "regado" de Dios e invitación a una inmensa
alegría como indica el Angel a la Virgen María.)

Hace mucho tiempo, en un pueblo insignificante llamado Nazaret tuvo lugar el


acontecimiento más grande de toda la historia. Una mujer recibió el mayor mensaje
jamás oído en la tierra, un mensaje y una petición en contra de toda lógica y razón. Ella
quedó llena de la alegría del Espíritu, se fió de Dios, y dijo Si, porque para El no hay
nada imposible.
Su respuesta no debió ser tan fácil como parece a simple vista. Sin embargo, María se
fía de Dios y responde: "Hágase en mí según tu Palabra". El le pidió su consentimiento
para venir a nosotros y ella se lo dio con sencillez, humildad y alegría. Sentirse elegido,
llamado, mirado por Dios, provoca gozo, alegría inmensa, porque es sentirse "amado
por Dios ". Cada vez que una persona dice SI a Dios, se actualiza el evangelio de la
"Anunciación". Todo ocurre en silencio, en oración...María es sorprendía por el Ángel del
Señor... Hoy también el Señor sigue enviando su "Ángel " para llamar, mirar,
enamorar... hay un mundo que espera nuestro SI. Desde la pobreza personal, desde la
desproporción con lo que nos pide Dios, respondamos como la Jóven de Nazaret:
"Hágase en mí según tu palabra".Se valiente, repite en silencio, durante unos minutos,
como ella, "Hágase en mí según tu Palabra" y notaras una profunda alegría...

SILENCIO Orante personal con música ambiental


Nos asomamos al corazón de la Virgen

¡Al ir junto a ella brota la intimidad! Es hora de mirarla de cerca, de preguntarle qué es
lo que lleva dentro, qué es lo que guarda en su corazón. Su belleza puede despertar la
nuestra, tan dormida. Su gracia puede recreamos.

¡Alégrate! ¡Qué saludo el de aquella mañana de gracia!


Quedé llena, llena del amor de un Dios que llegaba hasta mi pequeño ser de mujer.

¡Alégrate! Así me dijo el ángel del Señor, y el gozo del Espíritu saltó en mi interior
como una cascada de agua fresca que brota de una profunda montaña.

¡Alégrate! Y el gozo del Espíritu-se-plasmó en mi interior para siempre.

¡Llena de gracia! Era el nuevo nombre que Dios Padre me ponía. Quería expresar con
él la fuerza de su mirar, su amor eterno y desbordante, su obra de salvación.

¡El Señor está contigo! Era el aviso para la misión que me confiaba: Ser madre-
virgen. El estaría siempre en mí. Juntos andaríamos el camino de la Nueva Humanidad.

Bendita tú entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Estas palabras
de Isabel sonaron en mí como buena noticia.
Estaba llegando el tiempo nuevo, el nuevo amanecer de la salvación.

Feliz la que ha creído que se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte
de Señor. El me invadía totalmente, sentía ya los latidos del amor en mi fe de
peregrina. Mi Hijo se iba agrandando en mi vientre. Esperaba gozosa su nacimiento.

GESTO: Si parece oportuno, desde la custodia enrollamos un ovillo de lana (relacionar con el icono: Hemos
escuchado...) nos dejamos enrollar por el Señor...El también necesita hoy corazones generosos que quiera tejer en
el mundo la alegría del amor de Dios, tejer, encarnar nuevamente a Cristo.

(Sigue un rato de SILENCIO. Alguien, desde atrás, va leyendo despacio las siguientes frases, dejando una pausa de
silencio, unos segundos, entre una y otra.
Dios nos busca a cada uno de nosotros como buscó a María. Tiene una propuesta para
nuestra vida.

Dios está a nuestra puerta y llama. Si le abro, como María, entrará en casa, cenará
conmigo y hablaremos sin prisas.

Me pregunto: ¿Lleva Dios ya Dios mucho tiempo, muchos días, golpeando con los
nudillos de sus manos, llamando a mi puerta?

Voy a estar atento, voy a escuchar en silencio, voy a abrir mi puerta y mis oídos a su
Palabra.

Le voy a robar las Palabras a María. También yo voy a decir que Sí: "Hágase en mí lo
que quieres Tú".

Quiero aceptar la manera activa y gozosa la voluntad de Dios: "Hágase en mí lo que


quieres Tú".

Quiero expresar mi deseo decidido, firme, de abrirme al plan vocacional de Dios sobre
mí: "Hágase en mí lo que quieres Tú".

PRECES: Plegaría común

Respuesta a las peticiones: Enséñanos a decir Amén. Ayúdanos a decir que Sí.

María, mujer fuerte, atenta y abierta a los planes de Dios...


María, de voluntad firme de corazón grande, de respuesta madura... María, confiada en
Dios, con capacidad de entrega...
María, mujer de fe, pendiente siempre de los labios de Dios...
María, clara como el agua, sin complicaciones ni recobecos...
María, maestra del silencio, profesora de las palabras válidas.

(Se puede proseguir la plegaria con frases similares, respondiendo siempre: Enséñanos a decir Amén. Ayúdanos a
decir que Sí.)

Oración conclusiva

(La que viene a continuación o la oración oficial de la Jornada de este año 2007)

María: Tú has sido capaz de dar, en plenitud,


el SÍ a la propuesta y a los planes de Dios.
Unicamente tú te has entregado, en absoluta disponibilidad,
a su voluntad amorosa y providente.
Miramos tu ejemplo, que nos ilumina
y es estímulo que nos impulsa
hacia el compromiso cristiano en la vida.
Sentimos muchas veces, sin duda,
la exigencia de Dios, su invitación o llamada,
a participar en la realización de sus designios,
grandes o humildes, importantes o de rutina diaria.

Madre nuestra María, enséñanos ,a abrirnos al Señor, a estar pendientes de su voz, y a


decir SI con alegría. Tu sí del primer momento, se prolongó en fidelidad a todo lo largo
y ancho de tus días.
La voluntad de Dios fue tu alimento,

Danos fortaleza para aceptar lo costoso,


lo amargo y lo dificil de nuestra vida;
danos constancia para cumplir hasta el fin,
lo que reclama la vocación que Dios nos ha dado.

Bendición con el-Santísimo y Reserva

(Terminada la oración a la Virgen, un canto de adoración propio al Santísimo, Bendición y reserva como de
costumbre.)

Canto final: "Fuente de paz y de fidelidad... "

Fuente de paz y de fidelidad, Virgen María,


Dios se fijó en Ti por tu humildad, Virgen María.
Elegida del Señor,
siempre dócil a su voz, en el amor.

HÁGASE SEÑOR EN MÍ TU VOLUNTAD,


HÁGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA,
CON MARIA UNIMOS NUESTRAS VOCES AL CANTAR,
HÁGASE SEÑOR TU VOLUNTAD EN MÍ,
HÁGASE SEÑOR TU VOLUNTAD.

Llena de amor, de luz y sencillez, Virgen María.


Guía mis pies, maestra de la fe, Virgen María.
Cambia nuestro corazón,
por tu fiel intersección ante el Señor.

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