Sociedad Del Conocimiento Evolucion
Sociedad Del Conocimiento Evolucion
Sociedad Del Conocimiento Evolucion
CICLO: 2019-I
INTEGRANTES:
Sociedad y cultura
La cultura, según Anthony
Giddens, está en estrecha
relación con la sociedad. Una no
puede existir sin la otra.
Así “Una sociedad es un sistema
de interrelaciones que vincula a
los individuos” (Giddens). Para
Michael Mann "Una sociedad es
una red de interacciones sociales
en cuyos límites hay una cierta brecha de interacción entre ella y su entorno” (Mann,
1986). En relación con la cultura, es frecuente que cultura se tome con el conjunto
de expresiones artísticas y sociales. Por ejemplo, la música, la literatura o la
gastronomía. No obstante, para el propósito de este tema, cultura se definirá como
“formas de vida” (Giddens, 2000) que incorporan valores y creencias de las
personas pertenecientes a un contexto determinado. En otras palabras: Cultura no
son sólo ideas, sino también cosas materiales; pero esos son objetos que son
creados por personas. En una ciudad, también, estos objetos no tienen ningún
sentido por ellos mismos, pero adquieren sentido mediante el contexto y el uso que
las personas les dan. Los objetos también personifican normas, valores e ideas.
(Németh, 2009). Por su parte, para Castells (2010) cultura es el “conjunto de valores
y creencias que dan forma, orientan y motivan el comportamiento de las personas”.
En esta misma tendencia, para Andrade cultura es el conjunto de valores y
creencias aceptadas por los miembros de una sociedad, de forma consciente o
inconsciente. (Andrade, 2005).
Sociedad del conocimiento
La UNESCO define como una de otras tantas posibilidades, que esta educación
debe ser a lo largo de toda la vida.
Aquí la reflexión se erige como la más importante herramienta del ser humano
para transformarse desde que tiene conciencia hasta que muera, ya que todo
ser humano es un practicante reflexivo. La reflexión es una fuente de aprendizaje
y regulación, es un ejercicio metódico esencial de autoformación e innovación,
de construcción de nuevas competencias y prácticas.
Por otra parte, y como elemento de su propio quehacer reflexivo, el hombre debe
saber analizar y explicitar su práctica cotidiana, hacerse de alguna manera
figurativa, transparente en lo que hace, lo que le permite el ejercicio de una
lucidez profesional que nunca es total y definitiva.
Por otra parte, el individuo, para vivir en sociedad y relacionarse con grupos
heterogéneos debe contar con la habilidad de cooperar, la habilidad de presentar
ideas y escuchar las ideas de otros, un entendimiento de las dinámicas del
debate y el seguimiento de una agenda, el orden de participación en la
interacción, la habilidad de construir alianzas tácticas y sostenibles, la de
negociar y la capacidad de tomar decisiones que permitan diferentes opiniones.
Ningún valor, destreza, conocimiento, actitud supera a la habilidad de manejar y
resolver conflictos en la necesidad de interrelacionarse, lo que hace necesario el
uso de diversas herramientas como el análisis de los elementos e intereses en
juego, los orígenes del conflicto y el razonamiento de todas las partes,
reconociendo que hay diferentes posiciones posibles, como la identificación de
la áreas de acuerdo y áreas de desacuerdo, la recontextualización del problema
y la priorización de necesidades y metas.
Sin duda la sociedad del conocimiento se antoja como una utopía, sobre todo en
lo relativo a que desde el conocimiento solo, el hombre acceda al bienestar
económico, social, cultural, emocional, político y del conocimiento mismo. Sin
embargo, cabe la posibilidad de que éste sea un eslabón en la cadena de pasos
que conduzcan al ser humano hacia una sociedad más equitativa, solidaria,
justa, libertaria y fraternal.
Este ideal de sociedad no es nuevo, las religiones la han percibido y han hecho
bosquejos sobre la vida en comunidad, específicamente la doctrina cristiana que
señala que, en la sociedad del futuro, el león y el cordero convivirán en un mismo
entorno y no serán presa y cazador.
De cualquier manera, recordando a los griegos con la frase inscrita en el templo
de Delfos que reza “Hombre Conócete a ti mismo y Conocerás el Universo”,
cerramos el presente texto, que, si bien el conocimiento no lo es todo en la vida
del hombre, si representa una oportunidad para dirimir las tremendas diferencias
en las que coexistimos como humanos.
Conclusión
Philippe Perrenoud. Col. Biblioteca de aula, 196. Ed. Graó. Barcelona, 2007 (5ª
edición)