Trabajo Social Gerontologico

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TRABAJO SOCIAL GERONTOLÓGICO:

INVESTIGANDO Y CONSTRUYENDO ESPACIOS DE


INTEGRACIÓN SOCIAL PARA LAS PERSONAS MAYORES

MARCELO PIÑA MORÁN1

RESUMEN
Interesa analizar en este trabajo, el rol social de los adultos mayores en
una sociedad contemporánea que asigna una fuerte valoración a lo científico y
tecnológico por sobre la experiencia personal. Para tal efecto, se describen y
analizan modelos socioculturales asociados al adulto mayor: sociedades ca-
zadoras recolectoras, agrarias e industrializadas.
Se desarrolla, luego de la reflexión teórica, una propuesta de Trabajo So-
cial Gerontológico y se mencionan sus principales premisas. Asimismo, se
menciona una propuesta de intervención social gerontológica basada en el
enfoque epistemológico de la sociología de la cultura, teoría de roles, y en el
enfoque metodológico de la planificación estratégica.
Palabras claves: Trabajo Social Gerontológico, Sociología de la Cultura,
Teorías Gerontológicas y Planificación Estratégica.

ANTECEDENTES GENERALES

V
arios acontecimientos de trascendencia histórica, han modificado el
contexto social de la vida humana hacia el final del segundo milenio
de la era cristiana. Una revolución tecnológica que está centrada en
las tecnologías de la información, está cambiando la sociedad a un
ritmo acelerado. Se ha acentuado el desarrollo desigual entre los
segmentos y territorios dinámicos de las sociedades. Los movimientos sociales tien-
den a ser fragmentados y localistas. La gente se reagrupa en torno a identidades
primarias: religiosa, étnica, territorial y nacional. En un mundo de poder e imáge-
nes, la búsqueda de la identidad atribuida o construida se convierten en la fuente
fundamental de significado social. Las redes globales conectan o desconectan de

1
Master en Gerontología de la Universidad de Barcelona-España, Doctorando en Estudios Americanos
por la Universidad de Santiago de Chile. Académico Universidad Católica del Maule, correo:
mpina@ucm.cl

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manera selectiva a individuos, grupos, regiones o incluso países, según su relevan-
cia para lograr las metas procesadas en la red. Según Manuel Castells, los principa-
les rasgos de este paradigma de la tecnología de la información son: la información
es su materia prima, la capacidad de penetración de los efectos de las nuevas tec-
nologías, la lógica de interconexión de todo sistema, su capacidad para reconfigurar-
se y la convergencia creciente de tecnologías específicas en un sistema altamente
integrado. El paradigma de la tecnología de la información no evoluciona hacia su
cierre como sistema, sino que hacia una apertura como una red multifacética. Sus
cualidades decisivas son: su carácter integrador, la complejidad y la interconexión.
No obstante estos avances, existen grandes áreas del mundo e importantes seg-
mentos de la población desconectados del nuevo sistema tecnológico. La oportuni-
dad diferencial de acceso al poder de la tecnología para las gentes, los países y las
regiones es una fuente de desigualdad en la sociedad.
En este contexto social, interesa analizar el rol social de los adultos mayores2
en una sociedad contemporánea que asigna una fuerte valoración a lo científico y
tecnológico por sobre la experiencia personal. Es así como el adulto mayor comienza
a ser considerado como un ser que no tiene nada valioso que aportar. Resulta tradi-
cional la expresión de que los adultos mayores tienen un “rol sin rol”, vale decir, una
posición social carente de obligaciones. En una sociedad moderna las tareas son
principalmente de tipo laboral, ya que a través de ellas el individuo adquiere su res-
pectivo status económico y social. El hecho de que este grupo etario no forme parte
de la población activa, significa que queda privado del status que proporciona el
producir, así como liberado de diversas obligaciones constituyentes de un rol social
en una sociedad centrada en las tecnologías de la información.
Al respecto, cabe hacer notar que anteriormente el trabajo se llevaba a cabo no
como una mera transacción por el salario, sino que tenía un significado global. El
trabajo artesanal suponía una estructura ocupacional definida con criterios de pro-
moción, status y asistencia hasta la ancianidad. El artesano viejo no era excluido
súbitamente de las tareas laborales, siendo incluso su gremio protector en la edad
avanzada y responsable de su entierro.

2
No existe consenso universal sobre que término es el más adecuado para nombrar al sujeto que enveje-
ce. Según Moragas, el observatorio de las personas mayores de la Comunidad Europea realizó un estudio
en 1993 sobre el término preferido por las personas mayores. Para España algunos de los nombres cita-
dos fueron: personas mayores, ciudadanos de la tercera edad, ancianos, jubilados, viejos, pensionistas,
veteranos, seniors, geronte y abuelo (este último resulta cariñoso pero atribuye status familiar con des-
cendientes por lo que no es aplicable a todas las personas). Algunos eufemismos: edad de oro, tercera
juventud, tercera edad. En Iberoamérica se utiliza preferentemente el término Adulto Mayor.

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En el trabajo agrícola, el siervo de la tierra permanecía frecuentemente en una
explotación al servicio del señor para quien prestaba sus servicios y de quien recibía
protección. El significado moderno de trabajo industrial es considerado actividad de
jóvenes y adultos, siendo incompatible con la concepción de ancianidad.
Pese a que el número de ancianos ha aumentado, su papel social ha perdido
importancia. Históricamente la edad proporcionaba mayor status en épocas pasa-
das, tanto por razones cuantitativas (había menos ancianos) como cualitativas (su
opinión se valoraba más). Ha desaparecido el rol del anciano característico de las
sociedades agrarias, en las que se valoraba su experiencia. “En la sociedad indus-
trial, el rol del anciano es equívoco o nulo y fruto más de la regulación legislativa
que del aprecio social real” (Moragas, 1991:103). El trabajo en la sociedad contem-
poránea se modifica cualitativamente por la creciente tecnología que conlleva, y
cuantitativamente por existir menos trabajo disponible.
Con relación a estos cambios asociados al trabajo, surgió la teoría de roles apli-
cada a los adultos mayores. Fue elaborada por Irving Rosow en el año 1967 y plan-
tea que a lo largo de la vida se desempeñan un gran número de roles sociales que
influyen en el autoconcepto y autoestima personal. Los roles sociales se van des-
arrollando acorde a una secuencia cronológicamente pautada y con la edad van
cambiando no sólo los papeles que se le asignan a las personas, sino que también la
forma en que se espera que éstos sean cumplidos.
La adaptación de un individuo a su proceso de envejecimiento, depende de có-
mo se hace cargo de los cambios correspondientes en los roles que las creencias so-
ciales le van asignando según su edad y de la forma en que cumple las expectativas
asociadas al rol. En la base de todo ello se encuentra el proceso de socialización,
que permite al individuo adaptarse interactivamente a los requerimientos de su en-
torno. De esta forma, envejecer es asumir los roles correspondientes a la respectiva
edad. Sin embargo, no se debe olvidar que el cambio de roles no depende sólo de la
asignación que la sociedad hace de ellos según la edad, sino que también está con-
dicionado por las circunstancias cambiantes en las edades del sujeto. Por ejemplo:
los roles de hijo, esposo, padre y amigo existen o no, en función de que aparezca o
desaparezca la contraparte del rol complementario.
La percepción social de las personas es influida por la sociedad en la que éstas
se encuentran insertas. Al respecto, cabe mencionar que el envejecimiento es un
fenómeno natural y se refiere a un proceso gradual de cambios y transformaciones
en el ámbito biológico, psicológico y social que ocurre a través del tiempo. El
envejecimiento social se refiere a los hábitos, papeles y relaciones en el ámbito

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social. A medida que las personas envejecen cronológica, biológica y
psicológicamente, sus funciones y relaciones sociales también se alteran. El contexto
social influye en el significado de vejez que tienen las personas.
La vejez es un hecho biológico y una construcción social. En este sentido, es
importante señalar que la ancianidad es un concepto básicamente cultural. Todo ser
biológico envejece y aparecen deterioros físicos, pero ello no está relacionado ni a
una edad biográfica específica, ni a símbolos específicos, ni a un espacio social
universal. Cada cultura de acuerdo a la cosmovisión imperante, define quien es
anciano, al margen de dolencias y deterioros físicos. Por ejemplo:
entre diversos pueblos indígenas americanos, un anciano es el individuo que
sobrevive cuando ya han muerto la mayoría de miembros de su grupo de
edad, con los que atravesó los ritos iniciáticos (lo cual tiene que ver con sus
relaciones sociales); en los países occidentales es considerada anciana, la
persona que está jubilada (lo que tiene que ver con una legislación laboral,
dado que el trabajo es el factor central en la vida de los occidentales,
especialmente de los hombres); en algunas sociedades africanas se tiene por
anciano el individuo que por razones de edad, ya ha perdido algunos dientes
y tiene dificultad para masticar, etc. (Fericgla, 1999:5).

Con relación al concepto de cultura, Geertz al igual que Max Weber, plantea que el
hombre es un animal inserto en tramas de significación que el mismo ha creado.
Considera que el análisis de la cultura ha de ser una ciencia interpretativa en busca de
significaciones. En esta perspectiva cultural se describen a continuación tres modelos
genéricos de formaciones socioculturales, basados en los aportes de Fericgla, en el
entendido que se trata de una simplificación no evolucionista ni mecanicista.

LA ANCIANIDAD EN LAS SOCIEDADES CAZADORAS-


RECOLECTORAS

“Prácticamente todos los pueblos cazadores-recolectores y los que subsisten de la


pesca viven en condiciones a menudo precarias. Entre ellos, el problema de la
alimentación es capital” (Fericgla, 1999:10). A pesar de que algunos de estos
pueblos habiten nichos ecológicos que les proporcionan cierta abundancia material,
el peligro de una mala temporada es permanente. Respecto de los ancianos, los que

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sobreviven hasta edades avanzadas son los más fuertes y a menudo más astutos de
la colectividad. No tienen un porcentaje importante desde el punto de vista
demográfico, muy extrañamente son el 3% de la población. Sin embargo, los viejos
son muy respetados. Cuando los animales cazados son suficientes para alimentar a
todo el grupo, los ancianos que no son capaces de conseguir su propio alimento lo
reciben del resto de la comunidad.
La función de los ancianos no se limita a recibir pasivamente los alimentos, sino
que tienen un papel muy claro: cumplen con determinadas tareas sociales en la
medida que sus fuerzas se lo permiten. Asimismo, cumplen una tarea importante en
mantener los conocimientos sobre el mundo por medio de la tradición oral. Los
pueblos sin registro dependen de la memoria de los ancianos. Los primitivos
cazadores recolectores representan sus divinidades como grandes ancianos llenos de
vigor y sabiduría. Sin embargo, estos mitos y representaciones sociales favorables a
los ancianos no evitan que los jóvenes formulen burlas secretas sobre ellos y que se
practique el gerontocidio en caso de insuficiencia alimentaría.
para citar un ejemplo etnográfico, entre los chukchis tradicionales, pueblo
nómada siberiano, comedor del hongo sagrado amanita muscaria, la
alimentación depende principalmente de la pesca y el producto obtenido de
ella es frecuentemente demasiado escaso para asegurar la supervivencia a
todos los miembros de los grupos tribales, por lo que a menudo se recurre
–en primer lugar– al infanticidio como mecanismo equilibrador, y en segundo
lugar al gerontocidio (Fericgla, 1999:11)

Los conocimientos y el prestigio que tienen los viejos en los pueblos cazadores
recolectores, son insuficientes para contrarrestar el principio de supervivencia del
grupo. En bastantes pueblos son los mismos ancianos quienes deciden el momento
de morir, ya que están conscientes de que la senectud los ha convertido en inútiles
para seguir en la comunidad.
El trato estructural fundamental de la organización familiar, es una relación
horizontal hermano/hermano o hermano/hermana. La reglamentación matrimonial
le da importancia a la solidaridad entre hermanos y el matrimonio preferencial es el
que se lleva a cabo entre los hijos de dos hermanos, tanto si son primos paralelos
(mundo árabe-musulmán), como sin son primos cruzados (caso de india
meridional). El sistema familiar horizontal donde los ancianos están integrados pero
sin ningún poder fáctico, se da principalmente en el sur de la Península Indostánica,
en el Himalaya y especialmente en África.

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LA ANCIANIDAD EN LAS SOCIEDADES AGRÍCOLAS Y PASTORILES

La alimentación tiene un mayor nivel de seguridad que en los pueblos


cazadores recolectores. Dentro de la división social del trabajo los ancianos reciben
tareas específicas, tales como: vigilar los rebaños, confeccionar útiles domésticos,
cocinar y en diversas actividades que se ajustan a sus posibilidades físicas.
Asimismo, los ancianos manipulan la dimensión esotérica y simbólica en general.
Conocen las destrezas mágicas y como organizar ceremonias religiosas. Son
depositarios de las tradiciones y hacen valer su status en los ritos de paso. También
son los especialistas en una larga serie de técnicas de cultivo, reproducción y
curación de los animales.
En el ámbito económico, la mayor parte de las sociedades agrícolas tiene por
práctica habitual la propiedad privada de rebaños, tierras, útiles de producción y
bienes materiales. Estos bienes están en posesión de los ancianos, lo que asegura la
gerontocracia o poder económico de los viejos. A su vez, en un porcentaje
importante detentan el poder político como consecuencia de las victorias, sobre todo
guerras, que han acumulado a lo largo de su vida. El porcentaje de individuos que
llega a ser anciano es muy reducido, aunque superior a las sociedades cazadoras-
recolectoras, y este hecho también confiere un carácter de elitismo.
En la agrícola Asia Central, por ejemplo, el ethos confucionista obliga a
respetar a los ancianos y a tener piedad filial hasta el punto de convertir el
individuo viejo en casi un objeto de culto”… ”El modelo de ancianidad
dominante se da en Finlandia, Rusia, Eslovaquia, Yugoslavia, Bulgaria, buena
parte del mundo Germánico, Sur de Francia y todo el Norte de la Península
Ibérica, en la parte de Asia Continental (Mongolia, China, Vietnam, Norte de
la India), y en el extremo Oriente ( Japón y Corea) (Fericgla, 1999:13).

LA ANCIANIDAD EN LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES

La estructura familiar dominante es el sistema familiar nuclear estricto, modelo


que rechaza la corresidencia de dos generaciones adultas. Los ancianos habitan
(cuando pueden) en sus propios hogares e independientes de los familiares adultos.
Cuando los ancianos no cuentan con recursos económicos suficientes, los familiares
les entregan una parte de su dinero para que puedan mantenerse. En algunos

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países el estado se encarga de asistir a los ancianos desvalidos como parte del
dinero que se recauda por efecto de los impuestos. Cuando los ancianos están en un
periodo de senectud, que no les permite valerse por sí mismos, los descendientes
directos a menudo los aceptan por una temporada en su hogar. Es cada vez mas
frecuente que el anciano sea internado en una residencia o asilo.
En este tipo de sociedades, se está transformando en una práctica general
imponer la jubilación laboral obligatoria, a partir de una edad arbitrariamente fijada.
No se debe olvidar que el trabajo es el principal referente y herramienta de
reivindicación social. De esta forma, la jubilación comporta para los ancianos la
exclusión del mundo laboral y un aumento de enfermedades somáticas y síquicas
especialmente entre los hombres. El lazo horizontal conyugal (esposo/esposa) es el
que tiene más importancia en este sistema, producto de lo cual aparece la figura del
viejo aislado cuando el anciano/a queda viudo/a.
Es necesario definir un rol social para el adulto mayor en este tipo de modelo
sociocultural, siendo necesario considerar un análisis histórico y cultural en busca de
sus respectivas significaciones. En esta perspectiva, a continuación se analiza el
papel del trabajo social gerontológico en la construcción social de la función de los
adultos mayores en las sociedades industrializadas.

TRABAJO SOCIAL GERONTOLÓGICO

La gerontología analiza el proceso de envejecimiento en todas sus dimensio-


nes: biológica, psíquica, económica, política, educativa y social. Se trata del estudio
de la vejez desde un enfoque interdisciplinario, siendo su propósito conocer el pro-
ceso de envejecimiento y la práctica profesional que permita mejorar la calidad de
vida de los adultos mayores. En esta perspectiva, surge la reflexión disciplinaria del
trabajo social gerontológico3, definido por el autor de esta ponencia como un campo
de acción que apunta a potenciar el capital social individual, familiar, grupal y co-
munitario de los adultos mayores, mejorando la calidad de su vida social y su desa-
rrollo humano, a través de una intervención social basada en enfoques
Epistemológicos, teóricos y metodológicos.

3
Esta presentación se basa en el libro publicado por el autor de este trabajo el año 2004 por la Edito-
rial Espacio de Argentina, titulado Gerontología Social Aplicada. Visiones Estratégicas para el Trabajo
Social. En el texto se menciona una investigación centrada en la percepción de rol social de los adultos

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El enfoque Epistemológico4 que guía y da sentido a una propuesta de inter-
vención social gerontológica, que apunte a potenciar la construcción social del rol
del adulto mayor es la sociología de la cultura. Según Raymond Williams, la sociolo-
gía de la cultura en su forma reciente debe entenderse como una convergencia de
intereses y métodos diversos que se sitúan tras otros campos ya definidos, como
son la sociología de la religión, de la educación y del conocimiento. Una sociología
moderna de la cultura, ya sea en sus estudios específicos o en sus aportes a una so-
ciología más general, tendrá como primer objetivo el investigar activa y abiertamen-
te acerca de las relaciones trasmitidas y asumidas, así como de otras relaciones
posibles y demostrables.
Con relación al concepto de cultura, señala que la dificultad de la sociología de la
cultura puede percibirse en la dificultad implícita de su término. Este término empieza
por designar un proceso: la cultura (cultivo) de granos o (cría y alimentación) de
animales y por extensión la cultura (cultivo activo) de la mente humana. Sólo a finales
del siglo XVIII, especialmente en alemán e inglés, acaba por designar una
configuración o generalización del espíritu que conformaba “todo el modo de vida de un
pueblo” en particular. El término cultura en su evolución se distingue con una variada
gama de significados: un estado desarrollado de la mente, es decir, persona con
cultura o persona culta; los procesos de este desarrollo de la mente, tales como:
intereses culturales y actividades culturales; y los medios de estos procesos, como las
artes y las obras humanas intelectuales.
Frente a ello, el autor señala que el término puede ser considerado como el re-
sultado de tipos anteriores de convergencia de intereses, entre los que distingue bá-
sicamente dos tipos. En primer lugar, el que subraya el espíritu conformador de un
modo de vida global, tales como lenguaje, estilos artísticos, formas de trabajo inte-
lectual (Idealista), y en segundo lugar, el que destaca un orden social global dentro
del cual una cultura especificable, por sus estilos artísticos y sus formas de trabajo
intelectual, se considera como el producto directo o indirecto de un orden constitui-
do por otras actividades sociales (materialista).
Hasta la segunda mitad del siglo XX, la sociología de la cultura tiene estas dos
posiciones. Sin embargo, en la actualidad se busca una nueva clase de convergen-
cia, no obstante la mantención y práctica de cada una de las posiciones anteriores.

mayores institucionalizados. Para efectos de este documento, se profundiza en una de las propuestas
de intervención que surge acorde a los resultados del citado estudio.
4
Es importante considerar los obstáculos epistemológicos de la experiencia básica y el conocimiento
general de Bachelard. En el primero cuando la experiencia se antepone a la crítica y en el segundo
cuando se consideran algunas teorías como dogmas.

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Esta nueva convergencia contemporánea está referida a los sentidos antropológicos
y sociológicos de la cultura como “todo un modo de vida” diferenciado dentro del
cual un sistema significante característico, se considera como esencial y esencial-
mente implicado en todas las formas de actividad social. Asimismo, considera el
sentido más especializado de cultura, como actividades artísticas e intelectuales,
que incluye “no sólo las artes y formas tradicionales de producción intelectual, sino
todas las “prácticas significantes” desde el lenguaje, pasando por las artes y la filo-
sofía, hasta el periodismo, la moda y publicidad” (William, 1981:13).
La sociología de la cultura integra los sentidos diferentes de la cultura y desde
su enfoque más integral requiere de nuevos tipos de análisis de instituciones y for-
maciones culturales, de la investigación de las relaciones existentes entre éstos y de
las formas culturales propiamente dichas. Esta nueva sociología surge como una
convergencia de dos tendencias históricas; una dentro del pensamiento social gene-
ral y la otra dentro de la historia y análisis cultural. La sociología de la cultura “se
ocupa de los procesos sociales de toda producción cultural, incluyendo aquellas for-
mas de producción, que pueden denominarse “ideologías” (Williams, 1981: 28). El
autor plantea que la sociología de la cultura debe interesarse por las instituciones y
formaciones de la producción cultural, que es uno de los más característicos de sus
campos; por las relaciones sociales de sus medios específicos de producción; y debe
estudiar la forma en que dentro de la vida social, la cultura y la producción cultural
se identifican y se distinguen socialmente.
Una vez presentado el enfoque epistemológico que guía la propuesta de inter-
vención gerontológica para el Trabajo Social, a continuación se especifican los apor-
tes metodológicos de la planificación estratégica.

PROPUESTA DE INTERVENCIÓN: SER PARTE… IDEA QUE SEDUCE.


LOS ADULTOS MAYORES EN EL PROCESO DE PLANIFICACIÓN

Estas propuestas están también basadas en la perspectiva de la planificación


estratégica, que sirve como base para el trabajo social gerontológico. Cuando se
habla de lo humano de los diseños de planificación social, aquello se refiere a pensar
la forma de gestar con las personas en tanto sujetos, desde su historia, sus paisajes
cotidianos, su lenguaje y sus experiencias. Sin embargo, buscar un enfoque meto-
dológico para llegar a ello se hace la mayoría de las veces un camino nada sencillo.

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Es por esta razón, que esta propuesta sugiere la idea de los adultos mayores como
actores sociales participantes de un proceso, siendo aplicable a procesos de inter-
vención social gerontológica en comunidad-hogar5, centros abiertos, grupos asocia-
tivos y proyectos gerontológicos. Esta propuesta promociona varias ideas fuerza, las
que se describen a continuación:
En primer lugar y desde una perspectiva estratégica, transforma en oportuni-
dad la relación de los adultos mayores con el medio social e institucional que le ro-
dea, buscando consolidar redes externas con organizaciones, instituciones
estatales y /o privadas, que aporten aquellos recursos de que los adultos mayores
no disponen. A la vez, se espera mantener un grado importante de autonomía, ca-
pitalizando de esa forma una madurez grupal que llegue a caracterizarse por inte-
gración social, cohesión generacional, identidad territorial, confianza y desarrollo
de nuevas capacidades. También se busca potenciar no sólo su asociatividad, sino
que también su capital social, fortaleciendo la organización de adultos mayores en
tanto actores sociales, como un mecanismo de interlocución activa entre la comu-
nidad-hogar con el espacio local, regional y nacional.
Se procura identificar liderazgos y promover la participación activa, poten-
ciando que además de tener voz sé empoderen de su experiencia, adquieran con-
ciencia de sus derechos y deberes. De esa forma podrán legitimar propuestas,
reivindicaciones y negociaciones en sus relaciones intra y extra organización, en su
autogestión y en su visión del futuro individual y colectivo. Este elemento de cohe-
sión grupal, así como la claridad de visiones, metas y objetivos compartidos les
hará ser capaces de plantearse asertiva y propositivamente frente a la autoridad
técnica y/o política. Asimismo, en forma paulatina permitirá potenciar su control
social, con el fin de impulsar efectividad en la mejora de tiempos y capacidades de
respuestas tradicionalmente lentas al momento de implementar procesos con las
personas.
Otro elemento a destacar será el surgimiento de liderazgos democráticos com-
partidos, rescatando las habilidades personales y la historia de vida de los adultos
mayores integrantes del grupo para ponerlas al servicio de su proyecto colectivo,
que incluirá tanto actores afectados como actores involucrados. Esta integración de
herramientas de planificación y gestión estratégica a lo que será su proceso colecti-

5
En el libro de gerontología social aplicada del autor de este trabajo, se especifica que la propuesta
surge de los resultados de una investigación (que es la primera parte del libro), que plantea la necesi-
dad de vincular los hogares de ancianos a la comunidad y potenciar su rol social. Es por esta razón,
que la propuesta se refiere a la comunidad hogar de ancianos.

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vo, integral y con proyecciones de futuro, busca dar espacio a la transmisión de todo
su potencial a las nuevas generaciones, dando con ello paso a un enfoque de planifi-
cación como proceso humano, circular, recursivo y sostenible que trasciende a tra-
vés del tiempo, más allá de las personas. Esta visión integradora de elementos
sociales, económicos y culturales de su realidad, complementarios a sus historias de
vida común, amistades generacionales, intereses colectivos, afectos personales y
respeto mutuo, dan lugar a lo que se denomina una imagen deseada respecto a lo
que ellos en tanto adultos mayores quieren lograr en su futuro y como poder des-
arrollar ese proceso.

PROPUESTA DE COMUNIDAD HOGAR

Acorde al enfoque epistemológico de la sociología de la cultura, enfoque teórico


de la teoría de roles aplicada al ámbito gerontológico y la dimensión metodológica
de la planificación estratégica, se propone un modelo de atención para los adultos
mayores institucionalizados. Se trata de implementar una concepción de comuni-
dad hogar de ancianos desde la planificación situacional, siendo la estrategia en el
ámbito de política interna y centrada en compartir el diseño del plan de gestión ins-
titucional desde su fase inicial. Debe ser entendido como un proceso activo, de mo-
do tal que promueva a futuro la apropiación de una propuesta participativa e
innovadora que de cuenta de una visión colectiva de gestión flexible, compartida por
los ancianos al interior de la comunidad-hogar y dinámicamente interactiva con los
actores de la comunidad local, que contemple familiares, apoderados, funcionarios y
profesionales. En este sentido, desde la perspectiva situacional la lógica en el diseño
de la situación inicial –trayectoria– situación deseada obedece a:

para contribuir a
CONOCER ACTUAR TRANSFORMAR

En este proceso, la participación comunitaria garantizará el funcionamiento de


actividades de gestión institucional y local que se encuentren en el marco de los in-
tereses de los propios ancianos, ya que no se conseguirá identificar y priorizar de
mejor manera las vivencias, necesidades y el capital humano que representan, sin
tenerlos presentes en tanto actor (es) capaces de expresar, asumir y participar en

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atención a sus situaciones individuales y colectivas. Es por esta razón, que el con-
cepto de situación es entendido para efectos de esta propuesta como ”la realidad
explicada por un actor que vive en ella en función de su acción“ (Carlos Matus,
1997: 774).
El hecho de que sean los propios ancianos y los actores de la comunidad-hogar,
quienes tengan acceso al diseño de su diagnóstico, su plan participativo de gestión
institucional y los ajustes al mismo, tiene un impacto significativo. Transforma a los
ancianos en sujetos de acción respecto a los momentos y formas en que se irán im-
plementando programas y proyectos, más aún la gestión será el producto de su es-
fuerzo compartido con otros y eso los mantendrá con un rol activo frente a su vida
presente y futura desde el hacer cotidiano. Se espera de esta propuesta tres ele-
mentos a saber: una visión orgánica y dinámica de los procesos individuales y colec-
tivos de los ancianos de la comunidad hogar y los actores involucrados; una
ubicación clara de los espacios estratégicos para la acción promotora de ancianos in-
tegrados al mundo local, que involucre el concepto de desarrollo por sobre el de
asistencialidad; y una concepción de comunidad hogar que junto con promover la
gestión institucional de apoyo, estimulo y cuidado, se haga cargo de la necesidad
del anciano de interactuar con otros y asumir un rol activo frente a los quehaceres
en que su contexto territorial lo requiera.
Desde la intervención del trabajo social en los espacios de la comunidad hogar
de ancianos, se requiere apoyar la superación de la dependencia y promover proce-
sos que refuercen un desarrollo activo. Ambos procesos tienden a potenciar la auto-
nomía personal, grupal y colectiva, así como también la solidaridad humana. El
trabajo social a través de su historia, ha trabajado para concretar las políticas socia-
les en aquellos espacios donde las desigualdades emergen con mayor evidencia. En
el caso de la comunidad hogar de ancianos, el interés estará centrado en la reflexión
y propuesta sobre su situación de carácter microsocial, sin que por ello se deje de
lado la relación de ésta y sus aportes al ámbito más amplio que es el espacio local,
donde estarán insertos. Se concederá atención al rol activo de los actores afectados
(los ancianos) e involucrados (el resto de la comunidad donde también se contempla
al trabajador social). De esta construcción colectiva que involucra cambios en las
prácticas culturales de la sociedad industrial, surgirá un nuevo y especifico rol para
el anciano inserto en el concepto de diseño de políticas sociales con, para y junto a
ellos y no sólo para ellos. El trabajador social deberá asumir los roles de facilitador,
perturbador y gatillador de esos procesos y tareas.

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En el tema de la autonomía personal y colectiva, se plantea la idea de la co-
construcción de una identidad del anciano de la comunidad hogar. Pensando en un
proceso que desarrolle la capacidad en ellos de hacer y de ser, y que les proporcione
algún grado de dominio sobre sus vidas. Que los saque del aislamiento y les permita
la capacidad de establecer relaciones con el mundo exterior. Entre las principales
autonomías que se espera co-construir se destacan:
- Autonomía Física, que es el derecho a decidir sobre su cuerpo.
- Autonomía socio-cultural, que alude a la capacidad de afirmar identida-
des propias y a la autoestima.
- Autonomía política, que hace referencia a construir sociedad a partir de
sus valores, principios, demandas y propuestas propias.
- Autonomía ciudadana, que hace referencia al derecho a involucrarse ac-
tivamente en los quehaceres de su comunidad interna o externa.

En esta propuesta prevalece la idea de ser un sujeto con derecho a elaborar vi-
siones propias de sus procesos, promoviendo la solidaridad y el respeto a la diversi-
dad, desde un enfoque socioantropológico de la cultura según los planteamientos de
Williams. Reconociendo redes, articulaciones y posibilidades que estén basadas en el
adulto mayor como valor de la sociedad y no en el adulto mayor como desvalido. En
este diseño de intervención se aplicará la metodología de planificación estratégica
situacional, que enfatiza una participación de los adultos mayores en el ámbito in-
formativo, consultivo y resolutivo.
Respecto de la integración social, cabe hacer notar que la participación y el In-
volucramiento es una exigencia interna de la naturaleza misma del ser humano. En
el caso de la comunidad hogar y la participación de los ancianos en la gestión se
orientarán hacia tres temas específicos:
- La expresión e integración de las demandas y necesidades individuales de
los ancianos en la consecución de un interés colectivo, compartido desde la
diversidad cultural, social y de género que confluye a los hogares.
- Como incentivo para una gestión institucional de los hogares de ancianos
que sean eficaces, integradora y estimulante para el desarrollo humano,
constituyéndose en un espacio de interacción en el cual se ponen en jue-
go los deberes y derechos.
- Como instrumento que satisfaga las necesidades ciudadanas de integra-
ción de los ancianos, y de la comunidad hogar al desarrollo de su comu-
nidad-territorio. Como sujetos activos en la vida social de su entorno

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ambiental físico, social y cultural, es decir, hacer comunidad son cons-
truir espacios para la vida.
La propuesta de diseño del plan de gestión institucional de los hogares de an-
cianos con planificación estratégica, es una metodología que utiliza herramientas de
comunicación y elementos de la dinámica cotidiana de trabajo entendida como red
de apoyo. La planificación estratégica es un trabajo participativo de un grupo de
personas en torno a un objetivo común para el diseño de planes y programas, en
que los compromisos son claramente identificables y permiten una evaluación colec-
tiva transparente. Contempla la participación de dos actores sociales de manera
fundamental. Por un lado, los actores sociales afectados o más vulnerables, en este
caso los ancianos que en rigor viven las situaciones y necesidades; y por otra parte
los actores sociales involucrados, vale decir, las personas que se encuentran en el
contexto institucional, familiar y territorial de los ancianos. Éstos se involucrarán en
su quehacer y su vida, incidiendo en decisiones de apoyo, rechazo o indiferencia
respecto al interés para brindar atención y prioridad a los problemas de la comuni-
dad-hogar.
El eje central de esta metodología es la apropiación. Por lo tanto, se ha de ser
capaz de entusiasmar, convocar e involucrar a todas las personas relacionadas con
el proceso durante todo el desarrollo del trabajo. Se debe integrar y desarrollar ac-
ciones en el marco de la cultura y vida cotidiana de la comunidad hogar donde se
ejecutará la propuesta. El proceso participativo con planificación estratégica, con-
templará las siguientes etapas:

ANÁLISIS DE SITUACIÓN INICIAL

Es el punto de partida para la planificación y se estudiará mediante la realiza-


ción de un diagnóstico situacional en dos áreas:
- Análisis de Posicionamiento, orientado a identificar desde los ancianos y
su realidad los hechos sociales de mayor interés, relacionándolos de ma-
nera tal que constituya un análisis multidimensional de sus situaciones.
- Análisis de actores, siendo las tareas a realizar el identificar a los actores
involucrados, determinar junto a ellos áreas de conexión y áreas de con-
flicto, niveles de compromiso con la gestión en los hogares de ancianos,
deducir alianzas y/o antagonismos frente a la forma de actuar.

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Los resultados del diagnóstico situacional permitirán caracterizar la situación
inicial y delinear en mejor forma la situación futura que se desea alcanzar, definien-
do el curso de acciones que alude a la trayectoria.

ANÁLISIS FODA

La tarea fundamental en esta etapa consistirá en analizar aquellas variables, tanto


internas como externas a la comunidad-hogar, que la afectan positiva como
negativamente en la viabilidad para desarrollar la TRAYECTORIA. El análisis
comprenderá dos miradas:
- Ambiente interno: capacidad de gestión, potencial humano, recursos dis-
ponibles, proceso decisorio, habilidad gerencial.
- Ambiente externo: relación con las políticas sociales, económicas, con la
gestión del gobierno regional, con el gobierno local donde se inserte la
comunidad-hogar de ancianos.

DEFINICIÓN DE IMAGEN OBJETIVO

Que alude a un proceso de constante construcción, que orientará el sentido


hacia donde se encamina la gestión institucional de la comunidad-hogar de ancia-
nos. Supone además, una evaluación y Retroalimentaciòn permanente con los acto-
res afectados e involucrados.

FORMULACIÓN DE ESTRATEGIAS

La estrategia es la vía que se utiliza para alcanzar la situación deseada y ex-


puesta en la imagen objetivo. Estrategia se define como “un patrón de decisiones
coherente, integrador y unificador, que define áreas de acción o funciones claves de
la institución o territorio, abarcando a todos los niveles de la institución y su entor-
no” (Matus, 1987: 761). El proceso para definir la estrategia de la comunidad hogar,
se basará en el análisis ambiental externo (oportunidades y amenazas) y análisis

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organizacional interno (fortalezas y debilidades) previamente identificado en el aná-
lisis FODA.

FORMULACIÓN DE METAS, OBJETIVOS Y ACCIONES

Una vez identificadas las estrategias de acción, el plan de gestión de la comu-


nidad-hogar de ancianos definirá sus principales áreas de intervención, las que esta-
rán relacionadas básicamente con el contexto territorial donde se encuentra inserto
el hogar de ancianos, el contexto institucional desde lo organizacional, el contexto
interno de los ancianos en tanto comunidad hogar, la disponibilidad de recursos.
Asimismo, el vínculo del plan de gestión de la comunidad hogar con las políticas so-
ciales del gobierno local y del estado en el tema de los adultos mayores.

DEFINICIÓN DE OBJETIVOS POR ÁREA DE INTERVENCIÓN

La vía para hacer operativas las estrategias por área de intervención, es defi-
niendo los objetivos en función de los intereses y consensos previamente obtenidos
en la primera parte del proceso, entre los grupos afectados y los grupos involucra-
dos. Se deberá conformar un consejo coordinador con representantes de ambos
grupos, que se abocará a generar y velar por el cumplimiento de los objetivos y es-
trategias matrices del plan, de manera de coordinar y sumar esfuerzos dirigidos a
lograr el propósito o meta final.

MARCO DE ACCIÓN. CONSTRUCCIÓN DE LA TRAYECTORIA

Consiste en identificar, ordenar y seleccionar en secuencia temporal las accio-


nes que permitirán el cumplimiento de los objetivos y metas propuestas para alcan-
zar la situación deseada. En esta tarea será fundamental el activo involucramiento
de los ancianos de la comunidad hogar, con el fin de garantizar que las acciones que
se enuncien respondan a las expectativas e intereses planteados por ellos en la pri-
mera etapa diagnóstica.

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Por otra parte, esta etapa de ordenamiento de acciones debe tener presente dos
criterios fundamentales. El técnico, que está referido a la existencia, acceso, disponibi-
lidad y capacidad para movilizar los recursos materiales e institucionales; y el político,
relativo a los apoyos o niveles de interferencia que puede presentar el contexto del
plan de la comunidad hogar de ancianos en la ejecución de sus acciones.

DEFINIR LAS RESPONSABILIDADES DE EJECUCIÓN

Construida la trayectoria, se definen las responsabilidades para traducir las ac-


ciones en proyectos concretos. Se identifican actores del contexto interno, del con-
texto territorial, del grupo de ancianos, y además se identifican colaboradores para
los proyectos. Esta etapa supone una serie de conversaciones para la acción, ten-
dientes a establecer acuerdos y apoyos que garanticen una movilización de los re-
cursos para la ejecución del programa.

DIFUSIÓN Y SOCIALIZACIÓN DEL PLAN

Es clave en el proceso de intervención estratégica el rol de los adultos mayores,


en términos de estar presentes, aportar y participar en el diseño y ejecución del
plan. Se debe insertar como un actor relevante tanto para la comunidad hogar, co-
mo para el territorio donde se espera comiencen a desarrollar un rol ciudadano en
acciones concretas de su comunidad. Se espera que difundan su plan de gestión,
entregando a los diversos actores el aporte desde su realidad al desarrollo de la co-
munidad local. En el mundo actual la comunidad receptora pasiva ya no tiene cabi-
da, es hora de un cambio de actitud y de una revalorización de la experiencia y
aporte de los adultos mayores.

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