El Socialismo Del Siglo XXI Boliviano - La Razón PDF
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Sin intención, Álvaro García acuñó una frase para describir al anterior gobierno: ‘desorden moral’.
2. Muchos pobres han dejado de ser muy pobres: “Según el INE, entre 2006
y 2018, 33% de los bolivianos anteriormente pobres alcanzaron ingresos
medios (entre 5 y 50 dólares/día)”.
Como este esquema boliviano del socialismo del siglo XXI no ha dado
resultado para mantener en el poder a Evo Morales ad infinitum (hasta el
infinito) y, a la fecha, sus ejecutores como el expresidente y sus exministros
se encuentran en calidad de refugiados, algunos procesados en la justicia y
uno en la cárcel con detención preventiva; el exmandatario plantea el
modelo venezolano con milicias armadas, es decir, grupos paramilitares, que
sostengan su ambición por el poder.
Desorden Moral. Sin intención, García acuñó una frase para describir al
régimen del “proceso de cambio”, caracterizado por su “desorden moral”.
Fue un desorden moral que una facción de la clase “resentida” le haya
robado al expresidente Morales su triunfo electoral. A la cabeza del autor del
artículo, un grupículo de esa “clase envilecida”, a la que también pertenecen
Carlos Romero, Juan Ramón Quintana, Nardi Suxo, Luis Arce y Héctor Arce,
se apropiaron de años de trabajo político del Instrumento por la Soberanía
de los Pueblos (IPSP) y expropiaron para su beneficio personal el éxito y el
triunfo electoral del exjefe de Estado.
Fue un desorden moral que no haya existido ningún responsable político por
la fatídica derrota sufrida en la demanda marítima en la Corte Internacional
de Justicia; en cambio, el Gobierno hizo mofa ante los bolivianos
sosteniendo que no habíamos perdido. Este hecho no tuvo ningún costo
político, todos sus ministros siguieron en sus cargos. Perdimos ante Chile,
perdimos todo lo que se había avanzado mediante negociaciones. Perdimos
por segunda vez el mar.
Fue un desorden moral burlar el voto popular del referéndum convocado por
el régimen y creer que se puede impunemente reírse de la voluntad popular
y la soberanía del pueblo.