Clasificacion de Fracturas Maxilar y Madibula
Clasificacion de Fracturas Maxilar y Madibula
Clasificacion de Fracturas Maxilar y Madibula
Fractura de Le Fort I – La línea de fractura se localiza sobre los ápices dentarios y se extiende hasta
las apófisis pterigoides.
Fractura de Le Fort II - La línea de fractura discurre por la raíz nasal, hueso lacrimal, reborde
infraorbitario y por la pared del maxilar hasta la apófisis pterigoides.
Fractura de Le Fort III - raíz nasal, hueso lacrimal, apófisis frontal del hueso malar, pared lateral y
posterior del maxilar hasta apófisis pterigoides.
Fracturas de la región de los caninos: Se trata del lugar donde con mayor frecuencia
asientan las fracturas del interior de la arcada dentaria. Son fracturas que pueden atravesar
el cuerpo mandibular produciendo desplazamientos debido a la fuerza ejercida por la
musculatura responsable de la masticación.
Fracturas del cuerpo de la mandíbula: Son fracturas de los dientes posteriores que incluyen
desde los caninos hasta el ángulo mandibular. En este tipo los desplazamientos y
escalonamientos son frecuentes.
Fracturas del ángulo mandibular: Las fracturas del ángulo son frecuentes y se asocian en
no pocas ocasiones a fracturas contralaterales del cóndilo o a otro nivel. Encontramos
muchas veces lesiones subyacentes que las favorecen como la existencia de terceros
molares o quistes foliculares que debilitan el tejido óseo y hacen el ángulo mandibular más
proclive a la fractura ante impactos laterales (se trata en estos casos de fracturas abiertas
al irrumpir el trazo en el molar o región quística). Son fracturas que pueden presentar
problemas de osificación.
Fracturas de la rama mandibular: Son fracturas poco frecuentes en las que la ausencia de
desplazamiento es lo más comúnmente encontrado. El mecanismo de producción suele ser
por impacto directo.
Fractura de la apófisis coronoides: Las fracturas aisladas del proceso coronoides son muy
raras, por lo que debemos buscar otras fracturas que la acompañen. Se suelen producir por
mecanismos de cizallamiento asociada a una fractura por empotramiento del cigomático. El
desplazamiento es pequeño ya que las inserciones musculares del temporal lo impiden.
Diagnóstico
Exploración Clínica
Clínicamente estas fracturas suelen caracterizarse por presentar una impotencia funcional
articular (imposibilidad de abrir o cerrar completamente la boca), deformidad del arco
mandibular (oclusión inapropiada), crepitación, desplazamiento y anormal movilidad,
inflamación dolorosa a la palpación, asimetría facial (por fractura o luxación ósea), desgarro
de la mucosa, parestesias, disestesias o anestesia de los labios por lesión del nervio alveolar
inferior. Es útil preguntar al paciente por los posibles cambios en la oclusión así como por
las pérdidas dentarias. Un paciente en el que no existan cambios en la oclusión y pueda abrir
completamente la boca sin dolor, presentará excepcionalmente una fractura mandibular.
Las facturas mandibulares son dolorosas si son móviles y deben ser tratadas de urgencia.
Conviene, dentro de lo posible, realizar una exploración física antes de que aparezca la
tumefacción tisular, edema, equímosis o hematoma que dificultará la correcta evaluación.
Ante la existencia de una herida sobre el foco de fractura o desplazamiento importante,
procederemos a explorar los nervios maxilares inferiores (si bien su reparación es difícil y
poco satisfactoria). En condiciones normales, la amplitud de apertura de la articulación es
de aproximadamente 35-40 milímetros medido del incisivo superior al incisivo inferior,
considerándose patológica por debajo de 30-35 milímetros.
Las fracturas más frecuentes en los adultos son las angulares (respecto a la muela del juicio),
parasinfisarias y condíleas (cervical o basicervical). En los niños hay un predominio de las
fracturas a nivel del cóndilo. Debemos tener muy en cuenta la asociación de fracturas
bifocales a este nivel (37%): parasinfisarias y angulares (28%); parasinfisaria y condílea (25%)
(muy frecuentes en niños); ramas horizontales y ángulo contralateral (25%). Otras lesiones
faciales están asociadas en el 17 ´9% de los casos y en un 12% de los traumatismos
mandibulares se presentan con lesiones dentales, llegando a un 49% el número de fracturas
maxilofaciales que se acompañan de una fractura mandibular.
Exploración Radiologíca
ATM - tomografía axial computerizada (TAC) para visualizar las estructuras óseas y
sus relaciones; y la resonancia magnética nuclear (RMN) para la visualización del
menisco articular. La TAC es un estudio esencial en la visualización de la mandíbula
horizontal y de los cóndilos al existir frecuentemente en éstas desplazamientos y
fracturas que se encuentran fuera de plano. En último caso, todas las posibles
fracturas deben ser estudiadas bajo exploración en dos planos perpendiculares
entre sí que permitan valorar posibles desplazamientos.
Citas: