Importancia de Los Minerales en La Reproduccion Bovina

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IMPOTANCIA DE LOS MINERALES EN LA PRODUCCION

BOVINA

El crecimiento constante de la población humana a nivel mundial conlleva cada vez una alta demanda de
proteína animal para satisfacer las necesidades nutricionales, en productos lácteos y cárnicos. Más llamativo
es este mercado cuando las cifras del Banco interamericano de desarrollo, muestran una proyección de
crecimiento cerca de nueve mil millones de habitantes en el año 2050, liderados por el crecimiento de
China e India; de por sí esta cifra ya es motivante para ver que el sector pecuario tiene un gran futuro.

Pero si analizamos que nuestra ganadería en un alto porcentaje presenta intervalos entre partos de 17 a 23
meses (Fedegan, Pega 2006) y días abiertos por encima de 170 días (Corpoica 2004) observamos cómo los
bajos índices de productividad son un real reflejo de las escasas eficiencias reproductivas, que son la
principal limitante en las explotaciones ganadera en Colombia.

La base de la alimentación de nuestra ganadería son los pastos, por lo cual se constituye en la plataforma
solida de la nutrición animal, sometida a la variabilidad de los suelos en cuanto a nutrientes partiendo del
hecho que el éste (suelo) es un ente dinámico y tridimensional del cual se nutre la pradera que se afecta
por factores como la fertilidad del suelo, la época de disposición para el animal, etc; influyendo
directamente sobre los niveles de nutrientes como los minerales los cuales son fundamentales para el
crecimiento, desarrollo, mantenimiento y reproducción; los minerales son sustancias que juegan un papel
esencial en numerosas reacciones químicas del organismo, para la transmisión nerviosa, para un óptimo
desarrollo del sistema inmune, en general para un metabolismo integral; son necesarios para la estructura
del cuerpo y para mantener el balance ácido - básico del cuerpo, el balance de líquidos y para la función
celular, la conducción nerviosa y la contracción muscular.

La mayoría de los elementos traza son necesarios como componentes de las metaloenzimas, estas enzimas
están comprometidas en el control de numerosas reacciones biológicas diversas; por ejemplo, el yodo es un
constituyente necesario de las hormonas tiroideas, el Zinc fundamental para la superoxido dismutasa, el
manganeso para la formación de los tejidos óseo y cartilaginoso, en general revisemos la importancia de
cinco de los minerales más importantes para los bovino en cualquier etapa productiva sobre todo en la
reproducción.

Selenio (Se)
Siendo el Selenio un precursor crítico del desgaste orgánico, ofrece las siguientes ventajas. Como
antioxidante celular, aumenta la fertilidad, disminuye las retenciones placentarias y la incidencia de
abortos, reduce la incidencia de metritis, evita enfermedades carenciales (atribuidas a la falta de Selenio),
ayuda al pronto restablecimiento de las membranas celulares en caso de inflamación, infección o stress (lo
cual se traduce en mayor productividad), disminuye la incidencia de mastitis y neumonías.

Al generarse la ovulación se produce la ruptura folicular y se libera el oocito, generándose un daño


oxidativo, a este nivel la Glutation peroxidasa, protege al oocito de los radicales libres producidos y de las
enzimas proteolíticas presentes en el cuerno uterino.
El Se puede transferirse al feto a través de la placenta generando depósitos adecuados en el hígado y otros
tejidos con lo que se pueden obtener niveles óptimos del elemento para mantener un estado nutricional
satisfactorio por 2 a 3 meses.

El calostro una importante vía de paso del Selenio de la madre al ternero, de tal forma que el metabolismo
del selenio en los bovinos se caracteriza por una baja absorción y una alta tasa de excreción.

A nivel de los espermatozoides maduros el selenio se encuentra como PHG-Px (Phospholipid Hidroperoxide
Glutathione Peroxidase), de manera específica en la cápsula mitocondrial de la porción media de la célula
con función como proteína estructural, que cuando el metabolismo de la selenio proteína se altera se
observan alteraciones de la estructura mitocondrial conllevando dificultades reproductivas.

Durante el parto y luego del mismo, se produce vasoconstricción en el útero con la consecuente isquemia
de los placentomas, lo que lleva a una necrosis gradual de la unión carúncula materna-cotiledón fetal, con
desprendimiento paulatino de las distintas capas de dicha unión.

El cotiledón fetal actúa como cuerpo extraño luego del parto, con liberación de sustancias quimiotáctícas,
lo que determina la infiltración de los placentomas por neutrófilos periféricos, quienes digerirían la unión
carúncula materna-cotiledón fetal. (Silva J.H, Quiroga M.A. Auza N.J.)

Las vacas que han desarrollado retención de placenta son significativamente más susceptibles a
desarrollar mastitis, metritis y cetosis que las vacas que tuvieron parto normal. (Silva J.H, Quiroga M.A.
Auza N.J.)

Zinc (Zn)

El Zn resulta esencial como mineral traza por su rol estructural, catalítico y regulatorio de la actividad
celular.

Hoy se sabe que el Zinc es cofactor de más de 300 enzimas, lo cual habla por sí sólo de su importancia en el
metabolismo leucocitario. Una disminución de la concentración de Zinc "in vivo", deteriora la actividad de
las células Natural Killer, la fagocitosis de macrófagos y neutrófílos, y ciertas funciones tales como la
quimiotaxis y el estallido respiratorio.

El Zn es requerido para la división y la diferenciación celular, siendo determinante para la síntesis de ADN y
para la inducción de ciclinas de ARNm en las fases G1, S y G2 del ciclo celular.

Existen numerosos informes de mejores resultados cuando la suplementación se hace con fuentes orgánicas
de zinc, disminuyendo la incidencia de mastitis y laminitis, mejorando la resistencia de la pezuña,
mejorando la producción lechera y elevando el índice de preñez.

El zinc es esencial para la queratinización, la curación y el endurecimiento de los tejidos epiteliales,


trastornos de la queratinización prevenir el endurecimiento de las pezuñas, que luego se rompen fácilmente
y pueden deformarse, además del efecto bien conocido de zinc mejora la síntesis de queratina en el canal
del pezón. (Berry y Amer 2005)

Las deficiencias de Zinc producen alteraciones reproductivas en machos y hembras así: En los machos
aspectos como la espermatogénesis, el desarrollo testicular y el desarrollo de órganos sexuales primarios
y secundarios, se ven alterados.

De igual manera la movilidad de la vitamina A almacenada en el hígado, se ve alterada.


En lo que se refiere a deficiencias reproductivas se observa ausencia de celos, reabsorción embrionaria,
muerte fetal y retenciones placentarias (Vigia s.f.). El Zinc estimula la maduración folicular y mejora la tasa
de concepción, las deficiencias de Zn producen trastornos de la fertilidad y afectan todas las fases del
proceso reproductivo desde el celo al parto y lactancia.

Yodo (I)

El yodo (I) participa en la formación de las hormonas producidas por la glándula tiroides, tiroxina (T4) y
triyodotironina (T3). Estas hormonas regulan el metabolismo de los carbohidratos, proteínas y lípidos, la
temperatura corporal, el crecimiento y desarrollo, la reproducción y la función muscular (McDowell 1992).
Una deficiencia en la producción de hormonas tiroideas induce una reducción en el intercambio de energía y
en la liberación de calor corporal, es decir, se produce una disminución en el metabolismo basal del animal
(Kaneko et al. 1997).

Un funcionamiento inadecuado de la tiroides por falta de yodo, reduce el índice de concepción y la


actividad ovárica (Instituto Babcock 1998). Su deficiencia influye sobre el comportamiento sexual
produciéndose supresión o depresión del estro, disminución de la libido, reabsorciones embrionarias,
abortos, mortalidad perinatal, gestación y partos prolongados, placentas retenidas y vacas que paren
terneros muertos a término (Vigia s.f.).

Recientemente se ha evidenciado el papel que tienen las hormonas T3 y T4 en la regulación de la


esteroidogénesis de folículos bovinos; en un estudio in vitro realizado en bovinos, se encontró que la T4
ejerce un impacto positivo leve sobre la producción de progesterona, inducida por la FSH en las células de la
granulosa, mientras que T3 y T4 pueden ejercer un mayor impacto positivo sobre la producción de
androstenediona en las células de la teca, lo cual podría resultar en un incremento neto de la producción de
estrógenos por los folículos (Spicer et al. 2001).

La deficiencia de yodo y el hipotiroidismo en


ovinos machos, toros y caballos sementales, se caracteriza por un descenso en la libido y disminución en la
calidad del semen.

Las hormonas tiroideas influyen en el crecimiento y desarrollo de la glándula mamaria (Tucker 1988) y
juegan un importante rol en la lactancia (Graham 1934).

La tiroxina estimula la producción de ATP mitocondrial, lo cual reduce la captación celular de oxígeno y
reduce el metabolismo energético (McClure 1995; Cuningham 1994 y Underwood 1983).

Fósforo

Es importante tener en cuenta que los forrajes deficientes en fósforo suelen ser deficientes en
carbohidratos de alta disponibilidad, proteínas, otros minerales y carotenos, (Gartner et al 1980, Schroeder
1998).

El fósforo forma parte de la matriz de los huesos y dientes, de ésteres fosfóricos, nucleótidos y coenzimas
que participan en varios procesos metabólicos relacionados con el metabolismo energético (ATP = ADP + Pi);
su déficit tiene efecto negativo sobre el apetito, la ingestión y la digestibilidad del alimento

(McClure 1995).
La deficiencia de fósforo se manifiesta en la ausencia de funcionalidad ovárica (ovarios estáticos) y
ocasiona un menor consumo de alimentos, agravando así el déficit energético y los trastornos reproductivos,
especialmente en E.S. (Moncada 1994). Los excesos de fósforo se confunden con las deficiencias de calcio,
causante de alteraciones reproductivas como retardo en la involución uterina, infecciones uterinas
puerperales y/o postpuerperales y reinicio tardía de la actividad ovárica posparto (Moncada 1994)

Manganeso

Su déficit causa anestro, celos silentes, ovulación retardada, bajo porcentaje de gestación a la primera
monta y nacimiento de terneros deformes. El Mn es un cofactor que hace parte de las enzimas
fosfogluconatasa, piruvato descarboxilasa, fosfoenolpiruvato quinasa, que lo hacen indispensable para la
gluconeogénesis (McClure 1995).

El manganeso es necesario en el bovino para mantener la estructura normal del sistema óseo el
funcionamiento reproductivo y el sistema nervioso, El Mn es un cofactor en muchas enzimas asociadas con el
metabolismo de los carbohidratos y la síntesis de los mucopolisacaridos.

En general el Manganeso es componente básico de las enzimas que intervienen en el metabolismo


de mucopolisacaridos y glicoproteínas primordiales para el desarrollo del tejido oseo y cartilaginoso.

Al analizar los minerales que aporta Gestamax® observamos cómo son fundamentales en machos y
hembras con problemas reproductivos, además fortalece el sistema inmune previniendo la presentación de
enfermedades desde el ternero hasta el bovino adulto.

Fuente:

Revista Genética Bovina Colombiana

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