Fitness Acuatico
Fitness Acuatico
Fitness Acuatico
RESUMEN
En nuestros días, la creciente demanda social ha obligado a las instituciones,
públicas y privadas, a incrementar la oferta de actividades físicas en general y
por tanto, de las actividades acuáticas relacionadas con la condición física, en
particular. La justificación de esta aparición de programas relacionados con la
condición física son, por un lado, el continuo aumento de la utilización del
tiempo libre en el entorno familiar orientado a la práctica de la actividad física
grupal diversa y, por otro lado, los cambios que se observan en la concepción
de la actividad física de la población.
INTRODUCCIÓN
En un principio el agua se utilizaba para beber, lavarse e incluso,
posteriormente, para cocinar. Después de muchos siglos, nos encontramos con
gente que, de forma voluntaria y asidua, se introducen dentro de ella para
realizar determinados ejercicios físicos con los que se mejora la condición
física. Así, en la última década, a crecido de manera contundente el espectro
de ejercitaciones físicas de tiempo libre.
Entre ellas, cada día cobra más fuerza el grupo de prácticas que se engloban
dentro del concepto “Fitness acuático”.
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Si bien todo el mundo tiene claro a que nos referimos con el término “acuático”
o “actividades acuáticas” (Moreno y Gutiérrez, 1998 a) no sucede lo mismo
cuando nos referimos al de “Fitness”. Para aclarar este posible
desconocimiento consideramos oportuno analizar estos términos globalmente,
pudiendo de esta forma explorar y conocer más aspectos de este torrente de
actividades que actualmente nos inunda y que crece día a día.
Pensamos que estas prácticas son y van a ser una alternativa ideal para
completar los actuales y futuros programas de las instalaciones acuáticas.
Como curiosidad, podemos indicar que el número de practicantes* en USA en
1983 era de 200.000 (Werner y Hoeger, 1995), que en 1998 se ha disparado a
4.000.000 (Sova, 1998 a) y que se prevé un aumento similar de cara al año
2000. Desde luego, los centros que incorporen estos programas ganarán
clientes con total seguridad, pero lo principal es que con la inclusión de estas
actividades se dará diversidad a las ya existentes e incluso las instalaciones
cambiarán a una nueva dimensión de trabajo.
2. ¿QUÉ ES FITNESS?
Es un claro fenómeno social que si bien en un principio estaba restringido a la
práctica de determinados ejercicios físicos que pretendían obtener o mantener
una buena condición física, hoy día ha visto ampliado, completado y adaptado
su significado a los nuevos cambios ideológicos y estructurales que la sociedad
está sufriendo.
Así, de manera muy sintetizada y siguiendo a Colado (1997, 1998 a, 1998 b),
entendemos como “Fitness”, palabra de difícil traducción al castellano, e
incluso fundiéndose con el término “Wellness”, “a la filosofía de vida que
pretende alcanzar o mantener un nivel adecuado de salud a través de un estilo
de vida equilibrado, en el que el ejercicio físico moderado, personalizado y
continuado cobra una importancia capital, aunque sin desligarlo en ningún
momento de otros hábitos que complementarán los beneficios que éste aporta”.
Entre los hábitos más destacados encontramos una correcta alimentación e
higiene, un descanso adecuado, un cuidado por el entorno, y en general, el
medio ambiente y unas relacionas humanas integras y solidarias (Colado, 1998
b). Como se puede apreciar esta filosofía de vida es ambiciosa y, en definitiva,
lo que pretende, es mejorar la existencia humana. Así, la “salud”, entendida
desde el “Fitness”, se considera como un bien maleable y dinámico sobre el
que se puede influir directamente tanto positiva como negativamente.
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Es, en ese momento cuando también se descubre que a pesar de la bondad de
la ejercitación física no toda va a ser beneficiosa para preservar la salud. Ya no
sólo por las lesiones o problemas específicos que se asocian de forma
inherente a ciertas prácticas (Santonja, 1996), sino porque casi la mayoría de
actividades de forma aislada no cubren un mínimo de exigencias
indispensables para preservar los parámetros vitales óptimos, que la mayor
tecnificación y el sedentarismo del hombre moderno han puesto en peligro. Y
porque además, muchas llevan asociados aspectos en los que prima por
encima de la persona el propio ejercicio, o incluso no se han planteado a priori
las consecuencias que determinadas actividades van a ejercer sobre el
practicante.
Para conseguir todo esto, será muy importante que se apliquen los principios
básicos de la programación de ejercicios físicos (Navarro y cols., 1990),
especificando el tipo de ejercicio, la frecuencia, la intensidad y el tiempo de
ejercitación. En líneas generales, el planteamiento filosófico de esta corriente
no se puede catalogar como de altamente novedoso, puesto que autores como
Carretero ya lo esbozaban a principios de siglo, manifestando lo siguiente:
“Vida honesta y arreglada, hacer muy pocos remedios y poner todos los
medios. De no alterarse por nada.
Ejercicio y distracción; echar fuera la aprensión; salir al campo algún rato; poco
encierro, mucho trato y continua ocupación” (Carretero, 1896, en Colado, 1998
a). No obstante, lo que sí resulta nuevo, es la mayor sensibilización y
preocupación que con el devenir del tiempo se ha gestado en nuestra
sociedad.
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3. FITNESS ACUÁTICO.
Las actividades de “Fitness acuático”, se encuadran bajo el ámbito de
programas de mantenimiento-entrenamiento (Moreno y Gutiérrez, 1998 b;
Moreno y cols., 1998), engloban todo tipo de acción con predominancia física
realizada en el medio acuático y buscan, de forma global en los practicantes,
un estado de bienestar óptimo.
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A través de este planteamiento se emplean todas las zonas del vaso de agua,
aunque esto dependerá de las características de los alumnos. También se le
da importancia a la utilización de diversos materiales acuáticos y no acuáticos
(balones, aros, gomas de látex, corchos, paletas, manoplas, cinturones,
tobilleras, material deportivo, material alternativo, material reciclado, etc.), y al
apoyo de la música como aspecto motivante de la práctica. Como ejemplo,
algunas actividades que se pueden desarrollar son:
Cabe resaltar, que junto a los aspectos propios del ejercicio físico se introducen
contenidos relacionados con la salud, en los que con breves comentarios y
alusiones, se abordan temas alimenticios, de hábitos y de costumbres
(posturales, de movimientos, culturales, etc.), de aspectos socio-afectivos, etc.
El “Fitness acuático” nace como una actividad física orientada hacia la salud,
pero también recoge la influencia del resto de ámbitos de aplicación en el
medio acuático (recreativo, deportivo y terapéutico) como queda recogido en la
figura 1.
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Figura 1. El “Fitness acuático” en el espectro de las actividades acuáticas
(modificado de Moreno y Gutiérrez, 1998 b).
Entre aquellos programas que recogen aspectos de la filosofía del “Fitness” del
medio terrestre y la aplican al medio acuático, entre otros, encontramos los
siguientes: Cardio-aguagym. A modo de ejemplo, podemos destacar
actividades como el “Cardio-aquagym”. Es un método de ejercitación física
acuática puesto en práctica por Colado (1996) y que consiste, además de
cumplir los aspectos ya indicados, en estar en inmersión hasta la altura del
tórax o superior y mantener continuos desplazamientos, combinando la marcha
y la carrera clásicas, con otros tipos de actividades.
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Andar en el agua. Es el programa que consiste en dar zancadas con agua
hasta la cintura o hasta el pecho a un ritmo lo bastante rápido para crear
sobrecarga necesaria para obtener beneficios cardiorespiratorios. El tipo de
zancada empleado debe variar para asegurarse de que se usan todos los
grupos musculares importantes de la parte inferior del cuerpo. Los músculos de
la parte superior también deben variarse dando brazadas hacia adelante y
hacia atrás, describiendo figuras.
Carrera en agua poco profunda. Sova (1993) define esta actividad como
programa muy parecido a andar en el agua, pero se lleva a cabo con pasos
saltados. Los participantes que hacen carrera en el agua se levantan y salen
parcialmente de la misma mientras avanzan por ella, a diferencia de los que
caminan que dan las zancadas sin saltar. Al igual que los caminantes en el
agua, quienes hacen carrera también varían su zancada moviéndose hacia
atrás, adelante y lateralmente con los talones dando patadas hacia atrás y
hacia arriba, con las rodillas levantadas al frente, con las rodillas hacia los
lados, con las piernas extendidas, o corriendo sobre las puntas de los pies o
sobre los talones. También hay que variar los movimientos de los brazos,
dando brazadas hacia atrás, hacia adelante, empujando hacia los costados,
dando puñetazos, y remando con los brazos. El programa de carrera en el
agua debe seguir el formato de una sesión de acondicionamiento aeróbico y de
calentamiento cardiorespiratorio, seguido por la parte aeróbica, la vuelta a la
calma, la tonificación y los estiramientos.
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Aquagym. Es una actividad de complemento para las actividades acuáticas,
que por sus muchas aplicaciones se puede utilizar como programa aplicable en
cualquier momento de la sesión, con unos componentes variados y ricos en
contenido (Salvador y Peris, 1994). Esta modalidad intenta acercar las
actividades físicas a las actividades acuáticas, adaptando todas las
posibilidades de trabajo que de ella se desprenden y añadiendo las propias del
agua (Brankart y Houpresse, 1989; Lemoine, 1992). Es un programa con
dominio normal o bajo del medio por parte del alumno y dirigido a todo tipo de
personas. A través de actividades gimnásticas del medio terrestre adaptadas al
medio acuático, se diseñan unas indicaciones que el servicio médico deportivo
trasmite al servicio técnico acuático. Este último programa aplica unas pautas
individualizadas o colectivas a los alumnos sanos o a personas con algún tipo
de alteración para que desarrollen ejercicios acuáticos diversos mediante tipos
de trabajo en posición vertical y horizontal, con material y sin él (Daigneault,
1991; Ourlaouen, 1986). Con el aquagym se mejora la condición física, ya que
con sus ejercicios se consigue una adaptabilidad a las diferentes técnicas de
natación. Además, conlleva una importante mejora en el proceso de
recuperación de las lesiones (Debergue, 1991). Los alumnos ejercitan un grupo
muscular específico con un movimiento entre 15 y 60 repeticiones y luego
pasan a otro grupo muscular. Los ejercicios de la parte superior e inferior del
cuerpo generalmente están alternados con ejercicios de la parte media del
cuerpo o tronco (oblicuos y abdominales) intercalados a lo largo de toda la
sesión. Los alumnos generalmente se hallan en pie en el borde de la piscina o
se mantienen en flotación mediante ayuda de material auxiliar o sin ellos.
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Durante el entrenamiento aeróbico continuo, el programa de ejercicios se
organiza de modo que la intensidad de las sesiones permanece en la zona
objetivo de frecuencia cardíaca durante toda la sesión. El entrenamiento
interválico es único en el aspecto de que se basa en explosiones cortas de
ejercicio intenso, durante los cuales la intensidad de la sesión se halla en el
extremo superior de la zona objetivo. Ayuda al deportista a mantener una
frecuencia cardíaca cercana al máximo durante un tiempo total más prolongado
del que sería posible con el entrenamiento continuo.
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Algunas de las ventajas saludables que ofrece el entrenamiento en el medio
acuático sobre prácticas terrestres son: hipogravidez, presión hidrostática,
resistencia al movimiento, aumento de la intensidad del ejercicio, equilibrio
muscular y la facilitación de la termorregulación.
Por otro lado, estabiliza las articulaciones inestables, favorece los trabajos de
propiocepción y mejora la circulación de retorno. Este último aspecto, es
importantísimo en el campo de la rehabilitación, ya que disminuirá los edemas,
con lo que comenzarán antes los procesos de recuperación, incluso facilitará
un mayor aporte sanguíneo hacia los órganos internos. Es ideal en la
prevención o tratamiento de las varices o de la flebitis. Y en el ámbito deportivo,
se convierte en un excelente recurso de recuperación, puesto que disminuye
los productos de desecho, acelera los procesos adaptativos y de
supercompensación, y evita las sensaciones de pesadez y de sobrecarga
muscular.
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Resistencia al movimiento. La escasa hidrodinámica del cuerpo humano
obliga a las moléculas de agua a fluir y circular alrededor de él, desviándolas
de su trayectoria original. Esto provoca flujos de frenado y de succión que
dificultan el movimiento acuático, que unido a la mayor viscosidad de dicho
medio (12 veces), se convierte en un excelente lugar para el desarrollo de la
resistencia y tonificación muscular (Sova, 1993), acentuándose el efecto con el
uso de implementos. Un sector que se ve favorecido de estas características,
es el de personas con osteoporosis avanzada, ya que esta resistencia al
movimiento facilita la deposición de calcio, evitándose, a su vez, los impactos
perjudiciales que puede producir el medio terrestre.
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Por tanto, el entrenamiento sumergido en el agua, y en posiciones verticales o
con combinaciones de verticalidad y horizontalidad, aportará una excelente
preparación para aquellos deportes en los que los brazos y el tronco también
sean básicos e incluso para aquellos que no practican deportes, pero que
desarrollan actividades profesionales que requieren una marcada colaboración
de sus miembros superiores.
A su vez, este trabajo tan global, también influirá en una mejora más
significativa de la capacidad aeróbica, puesto que la cantidad de oxígeno
solicitada es superior, influyendo muy eficazmente no sólo sobre el corazón y
pulmones, sino también a nivel global sobre el sistema vascular y las células
musculares. En consecuencia, con su práctica asidua, los beneficios aeróbicos
también se extenderán de forma equilibrada a otros grupos musculares que
con las habituales prácticas quedaban olvidadas. Incluso, este mayor consumo
de oxígeno provocará un gasto calórico más elevado. Con lo que realizando
una actividad más agradable, desde el punto de vista del esfuerzo requerido,
se puede consumir en poco tiempo más calorías, a la vez que se mejora de
manera más amplia la capacidad de resistencia aero-anaeróbica (Gilligan y
cols., 1984; Hagerman y Mansfield, 1988).
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Periódicamente se reevaluará el nivel alcanzado, de manera que se puedan
hacer las adaptaciones pertinentes a la nueva situación real y también sirva de
“feedback” para comprobar la calidad del servicio ofrecido. Incluso de forma
periódica se pasará un cuestionario que valore la motivación y grado de
satisfacción con la práctica, con la instalación, con el cuerpo técnico y
comercial, y con los demás ejercitantes, como podemos observar en otras
investigaciones (Moreno y Gutiérrez, 1997 a, 1997 b; Moreno, Rodríguez y
Martínez, 1998). En la figura 1 se muestra el proceso que se debe llevar, desde
nuestro punto de vista, en el seguimiento de los clientes.
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3.4.1. Frecuencia cardíaca (FC)
El mejor criterio para valorar el esfuerzo aeróbico es la medición de la VO2
máx. No obstante, debido a la complejidad en su medición, aparatos y
parámetros necesarios, se aplica sólo por especialistas de la medicina y en
lugares concretos (Edwards, 1996). En su lugar, se acepta como indicador
bastante significativo de la intensidad el seguimiento de la FC, conociendo que
si se reúnen las “condiciones idóneas” existe un fuerte vínculo entre ambos
métodos, pudiendo utilizarse indistintamente.
Se sabe que los niveles de actividad bajos, alrededor del 50-60% del ICM
(Marcos, 1990) pueden ser suficientes para reducir el riesgo de ciertas
enfermedades degenerativas crónicas, aunque en sectores jóvenes y sin
patologías no mejoren el VO2 máx (Pollock, 1988).
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3.4.2. El Índice o Escala del Esfuerzo Percibido (RPE o EEP)
Según Sova (1993) y Edwards (1996), la EEP se basa en que el mejor
indicador de la intensidad de trabajo es la propia percepción que el sujeto tiene
de éste.
Cuadro 1.
La percepción que se debe tener del esfuerzo, para estar dentro de la zona
adecuada de trabajo aeróbico, debe ser entre “algo dura” y “dura”.
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3.4.5. Otros síntomas que reflejan una intensidad de trabajo excesiva Como
recoge Colado (1998 a), la presencia de los siguientes síntomas deben alertar
al ejercitante, y al profesional que supervisa la intensidad, para reducir el
esfuerzo casi al mínimo, buscando inmediatamente la manera más efectiva de
disminuir dichos signos. Nunca se detendrá bruscamente el ejercicio, ya que la
rápida bajada de FC puede provocar desfallecimientos ante la disminución
contundente del riego sanguíneo. Entre los síntomas más destacados
encontramos: los desfallecimientos, la debilidad manifiesta, la cara roja, la
confusión mental, la hiperventilación, los movimientos incoordinados, las
náuseas y/o vómitos, los vértigos, el dolor en zona pectoral, la fatiga excesiva y
el sudor abundante, entre otros.
Se utiliza para secuenciar las acciones motrices, ya que los elementos del
movimiento (espacio y tiempo) se pueden percibir rítmicamente. Así lo afirma
Fonseca (1998) manifestando que “la estructuración espacio-temporal emerge
de la motricidad, de la relación con los objetos localizados en el espacio, de la
posición relativa que ocupa el cuerpo, en fin, de las múltiples relaciones
integradas de la tonicidad, del equilibrio, de la lateralidad y de la noción del
cuerpo, confirmando el principio de jerarquización de los sistemas funcionales y
de su organización vertical”.
Según Seguí (1975), “la música es el arte de combinar los sonidos con el
tiempo”.
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Así, nos encontramos con una serie de términos musicales que es necesario
conocer para trabajar con música, entre ellos, destacamos los elementos
básicos del ritmo:
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Así, una música cargada de dinamismo es un revulsivo para el entrenamiento,
y también una música suave puede relajar, ayudando en la vuelta a la calma a
lograr los objetivos de una forma más fácil.
Existen voces que apuntan hacia la incomprensión de todo aquello que se está
organizando alrededor de las actividades de “Fitness acuático”: “hip-hop
acuático”, “aquaerobic”, “aquagym”, etc., y aseguran que la “natación”, desde
su vertiente más clásica, ya cubría estos aspectos desde hace muchas
décadas.
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Es por todo esto por lo que creemos y apostamos por las actividades de
“Fitness acuático”, ya que la mayoría de ellas reúnen unos buenos requisitos
para su puesta en marcha:
5. PERSPECTIVAS DE FUTURO
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