Via Matris
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ORACION INICIAL
Dios nuestro, tú que quisiste que la vida de la Virgen estuviera marcada por el
misterio del dolor, haz que caminemos con Ella por el sendero de la fe y unamos
nuestros sufrimientos a la pasión de Cristo para que se transformen en motivo de
gracia e instrumento de salvación. Por Cristo nuestro Señor. Amen
PRIMERA ESTACION
JESUS FUE PUESTO EN EL SEPULCRO
María no alcanza a separarse de aquel lugar y sin embargo tendrá que hacerlo,
ahí se quedara el amor de su corazón. Juan la llevara a su casa. Con profundo
dolor vuelven a Jerusalén, siguiendo paso a paso en sentido inverso el camino de
su hijo. (Un momento de silencio)
ORACION
Madre, también nosotros queremos caminar contigo y con los que están cerca de
ti. Nuestro silencio junto al tuyo y nuestro dolor también, puesto que nosotros
hemos sido la causa de tu amargura.
GUIA: Virgen de los dolores, acuérdate que en la cruz.
TODOS: Te nombro tu hijo Jesús, madre de los pecadores.
SEGUNDA ESTACION
JESUS ESTUVO EN BRAZOS DE SU MADRE
Después del descendimiento del cuerpo del Señor, es colocado en los brazos de
su madre. Sus ojos nublados por el llanto, miran a ese cuerpo que tantas veces
arropo de niño, no se imaginó que el odio de los hombres, se lo entregara un día
tan desfigurado. José de Arimatea trajo la sabana de lino, las vendas, el aloe y la
mirra, para embalsamarlo. Después del embalsamiento el cuerpo se colocara en el
sepulcro (Un momento de silencio)
ORACION
Hermanos, todos vamos a morir, no sabemos de qué, ni cuando, por eso desde
ahora nos refugiamos en el regazo de nuestra tierna madre, para que como tuvo a
su hijo, nos tenga a nosotros y nos prepare con su oración a pasar de este mundo,
en la hora de nuestra muerte.
María esta frente al leño donde estuvo clavado su hijo, contempla este cuadro
tremendo. Su hijo coronado de espinas, taladrados sus pies y manos han sido a su
madero, cubierto de sangre su cuerpo, sus ojos llenos de lágrimas, su costado
abierto derramando las ultimas gotas de sangre y agua, su boca pronunciando sus
últimas palabras, vio la agonía y cuando inclinando su cabeza expiro. (Un momento
de silencio)
ORACION
Madre llena de dolores, permite que me acerque a tu corazón, para sentir contigo el
dolor salvador de tu hijo, convierte mi corazón y todo mi ser en ancora donde se
guarden todos los dolores, que me aquejan y sea solo para Dios.
CUARTA ESTACION
JESUS ES CLAVADO EN LA CRUZ
María está de pie frente al suplicio de su hijo. Ponen a Cristo en la cruz para clavarle
sus pies y manos. En el corazón de la madre resuenan los golpes del martillo que
hincan sin piedad los clavos sobre el madero desgarrando la carne de nuestro
redentor. (Un momento de silencio)
ORACION
QUINTA ESTACION
JESUS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS
Antes que Jesús fuera clavado en su cruz, los esbirros le arrancaron la túnica,
adherida a su cuerpo con la sangre que manaba de sus heridas. ¡Que tormento para
su poder, para su modestia! Aparecer desnudo ante la muchedumbre. (Un momento
de silencio)
ORACION
Cristo despojado hasta de sus vestiduras, nos enseña el desapego a todo lo que
nos impida seguirlo, con este signo nos pide pobreza de espíritu, la renuncia a todo
lo que no sea de él.
Hoy consolemos a María, quitando de nuestra vida lo que nos estorba: las envidias,
los odios, los celos, las desobediencias
SEXTA ESTACION
JESUS CAE POR TERCERA VEZ
María mira y no se cansa de mirar donde su hijo cayo por tercera vez. Si hubiera
podido detenerlo como tantas veces lo hizo cuando era niño, para que no se cayera.
Los soldados son ahora los dueños del momento, solo a ellos les toca levantarlo,
pero de que terrible manera. (Un momento de silencio)
ORACION
La caída de Jesús, los deseos de María de quererlo levantar expían nuestras caídas
más graves, como son los pecados mortales. ¿Podemos imaginar cuantos pecados
graves se hacen cada día en el mundo?, el corazón de Cristo y María sufren puesto
que a pesar de todo, los hombres seguimos ofendiéndonos y ofendiendo a Dios. Es
mejor la muerte antes que pecar.
SEPTIMA ESTACION
JESUS CONSUELA A LAS PIADOSAS MUJERES
El dolor del inocente no debe ser motivo de compasión, sino la maldad del pecador
que no aprovecha su conversión y se revela contra el Señor. María nos tiene en
cuanta a todos, quiere que todos nos salvemos, que nuestros sufrimientos nos sean
de provecho.
OCTAVA ESTACION
JESUS CAE POR SEGUNDA VEZ
María está presente donde Jesús cayó por segunda vez. Los maltratos de los
soldados, los tirones de las cuerdas, lo escabroso del camino, hicieron caer a Jesús
por segunda vez y dar con su santa boca en el suelo. María no pudo ayudar a su
hijo, sufría también al oír la saña con que lo trataban los dos que iban con él a ser
crucificados, aunque Jesús no les había hecho ningún mal. (Un momento de
silencio)
ORACION
Esta caída expía los pecados veniales, que nosotros cometemos. Un tiempo fuimos
fervorosos, trabajamos arduamente por nuestra santificación, cultivamos las
virtudes, pero después nos cansamos, abusamos de la gracia y caímos en la tibieza.
Que esta caída de Jesús nos alcance la gracia de evitar el pecado.
NOVENA ESTACION
LA VERONICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESUS
Una de las mujeres que acompañaban a Jesús, mirando su rostro lleno de sangre,
polvo y salivazos, se quitó su velo y haciéndose paso entre los soldados, sin ningún
miramiento, llego hasta donde estaba Jesús y le limpio su rostro. El señor en
agradecimiento, estampo su rostro en aquel lienzo. María sin embargo, en vez de
un lienzo, conservaba en su corazón el rostro maltratado de su hijo. (Un momento
de silencio)
ORACION
DECIMA ESTACION
EL CIRENEO AYUDA A JESUS
María fue siempre ese cireneo de su hijo, pues Cristo llevo la cruz toda su vida.
Nosotros también debemos ser cirineos para con nuestros hermanos, ayudándolos
con nuestra oración, con nuestro servicio, con nuestra vida.
María, la más tierna de las madres, encuentra s u hijo cargado con su cruz, se
entrecruzan sus miradas, la del hijo, camino de su suplicio y la de la madre que con
toda su alma quisiera liberar a su hijo de tanto sufrimiento. Dos miradas silenciosas,
elocuentes, llenas de ternura.
Los dos caminan en medio de un dolor indecible, por nosotros. Jesús no está solo,
esta con su madre, los dos han caminado juntos pero más ahora, ya que el uno ha
sido siempre para el otro. (Un momento de silencio)
ORACION
Estando Jesús flagelado, y sin comer, le faltaban fuerzas para sostenerse, por eso
tuvo que caer por tierra, su cuerpo destrozado, así tuvo que sostener el peso del
madero. Jesús va solo, no hay para el ayuda, ni voces de compasión, solo insultos
y blasfemias. Jesús va cayendo y levantándose para que nosotros no nos
escandalicemos de las caídas de nuestro caminar por este mundo. (Un momento
de silencio)
ORACION
María va con nosotros como fue con Jesús, nosotros si tenemos quien nos
acompañe, nos anime a levantarnos, nos de la mano, aprovechemos la compañía
amorosa de una madre tan tierna y delicada.
Jesús recibe su cruz. El signo de nuestra salvación que el tanto había esperado,
deseado y amado. La deseo porque era el término de su misión. La busco siempre
porque era la expresión de la voluntad de su padre. La amo porque era el altar de
su sacrificio para nuestra redención. Al ponerla sobre sus hombros pensó en María
y en nosotros, puesto que muchos estaríamos dispuestos a acompañarlo en su
camino de redención. (Un momento de silencio)
ORACION
Piensa en lo que Jesús nos dice a todos: si alguno quiere seguirme, debe negarse
a sí mismo, tomar su cruz todos los días y seguirme.
Es necesario para salvarnos que tomemos sobre nosotros, la cruz de las penas que
nos da el Señor cada día y lo sigamos.
Jesús acepto esta sentencia injusta para librarnos de la sentencia condenatoria que
nosotros merecemos. (Un momento de silencio)
ORACION
Nada exaspera tanto a los hombres, como las injusticias. Mas por sobre las
injusticias de los hombres esta la justicia de Dios, que es su infinita misericordia por
la que perdona a quienes de corazón se arrepienten. Esta misericordia que María
nos alcanza por su entrega y su dolor acervo.
GUIA: Virgen de los dolores, acuérdate que en la cruz.
TODOS: Te nombro tu hijo Jesús, madre de los pecadores.
LETANIAS
R. MADRE DOLOROSA, ESCUCHANOS.
MARIA:
-Olvidada de ti misma alcánzanos: A pensar solo en Dios, confiar en él, interesarnos
en nuestros hermanos, olvidarnos de nosotros, defender a nuestro prójimo, vivir la
tensión amorosa.
- Madre amorosa alcánzanos: Tu maternidad, oración, descanso, trabajo.
- Siempre pura alcánzanos: Llevar a Jesús en todo, invocarlo siempre, amar la
intimidad, perseverar en la virtud.
- Siempre recta y santa alcánzanos: Hacer lo más perfecto, llamar al Espíritu Santo,
ser auténticos, hacer todo por Dios, ser constantes.
- Amante del dolor y de la cruz alcánzanos: Ofrecer a tu verbo encornado, buscar
siempre padecer, hacer actos de desagravio, escoger lo más doloroso, cumplir
fielmente nuestro deber.
- Tú que amaste a Dios sin interrupción alcánzanos: Responder a las emociones del
Espíritu, a la oración de abandono, a ofrecernos a Dios, a amar a nuestros
hermanos, a ser generosos.
- Siempre fiel alcánzanos: La apertura a la voluntad de Dios, la prudencia, la
prontitud, la unión con Dios, la correspondencia, la fortaleza.
- Tu que fuiste toda para Dios alcánzanos: El abandono total en el hacer lo que el
Señor nos pida, en meditar el evangelio siempre, en tener un amor grande a ti y a
San José.
MARIA LIBRANOS:
- De las dobles, disipación, imprudencia y condescendencia en la maldad.
- De rechazar tu amor, tu bondad, tu intercesión, tu ejemplo, tu amparo, tu sacrificio
- De rechazar tu amor, tu bondad, tu intercesión, tu ejemplo, tu amparo, tu sacrificio.
- De la superficialidad, de la disipación, de la mentira, de la falta de fe.
- De la voluptuosidad, de hacer malos juicios, del desorden, de evitar lo difícil.
- Del amor propio, sensualidad, comodidad, indiferencia, irresponsabilidad, de vivir
solo quejándonos.
- Del egoísmo, de buscar solo los goces espirituales, de centrar la atención en
nosotros.
- De la infidelidad, desaliento, pereza, ocio, inconstancia, de perder la paz, de no
hacer lo que Dios quiere, de evitar lo que le desagrada.
- De la presunción, del amor propio, de la vanidad, de la indiferencia.
- De la gula, envidia, sensualidad, pereza.
- De la inmodestia, soberbia, malicia, desaliento, comodidad.
- De la curiosidad, disipación, frivolidad.
- De la hipocresía, alabanza, orgullo, ignorancia.
- De tener más que los otros, de recibir halagos.
- Del orgullo, alabanza, respeto humano, de complacernos a nosotros mismos.
- De los afectos desordenados, de los desahogos, inseguridades, celos.
ORACION FINAL.
Dios nuestro, que quisiste que la madre de tu hijo compartiera con él, de pie junto a
la cruz, sus sufrimientos, haz que todos nosotros, asociados con la Virgen en la
pasión de Cristo, participemos también en la gloria de la resurrección. Por nuestro
Señor Jesucristo. Amen.
TODOS: Contigo voy Virgen pura, y en tu poder estoy confiado, pues lleno de ti
amparado, mi alma estará segura.