Contexto General Del Cuento El Presidente y La Santa
Contexto General Del Cuento El Presidente y La Santa
Contexto General Del Cuento El Presidente y La Santa
Gabriel José García Márquez nació en Aracataca (Colombia) en 1928. Cursó estudios secundarios en San
José a partir de 1940 y finalizó su bachillerato en el Colegio Liceo de Zipaquirá, el 12 de diciembre de 1946.
Se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cartagena el 25 de febrero de 1947,.
En 1961 publicó El coronel no tiene quien le escriba , relato en que aparecen ya los temas recurrentes de la
lluvia incesante, el coronel abandonado a una soledad devastadora, a penas si compartida por su mujer, un
gallo, el recuerdo de un hijo muerto, la añoranza de batallas pasadas y… la miseria. El estilo lacónico, áspero
y breve, produce unos resultados sumamente eficaces. En 1962 reúne algunos de sus cuentos -ocho en total-
bajo el título de Los funerales de Mamá Grande, y publica su novela La mala hora.
En 1982 le había sido concedido, no menos que merecidamente, el Premio Nobel de Literatura. Una vez
concluida su anterior novela vuelve al reportaje con Miguel Littin, clandestino en Chile (1986), escribe un texto
teatral, Diatriba de amor para un hombre sentado (1987), y recupera el tema del dictador latinoamericano
en El general en su laberinto (1989), e incluso agrupa algunos relatos desperdigados bajo el título Doce
cuentos peregrinos (1992). Nuevamente, en sus últimas obras, podemos apreciar la conjunción de la novela
amorosa y sentimental con el reportaje: así en Del amor y otros demonios (1994) y Noticia de un
secuestro (1997). Ha publicado también libros de crónicas, guiones cinematográficos y varios volúmenes de
recopilación de sus artículos periodísticos: Textos costeños, Entre cachacos, Europa y América y Notas de
prensa.
Resumen
En un parque solitario de Ginebra, estaba sentado un anciano de setenta y tres años, que había
regresado a este país después de dos guerras mundiales, por una sola razón: buscar una respuesta
terminante para curar un dolor que médicos de la Martinica no lograron identificar. El doctor menos notorio
del hospital de Ginebra, detectó la unión de dos vértebras, cito al presidenteen su consultorio y le dijo
señalando una radiografía: _ su dolor está aquí,
El médico continuo diciendo_ Sr. presidente usted necesita una operación muy arriesgada e inevitable, la
incertidumbre por saber el margen de riesgo lo envolvió.
_Váyase tranquilo, prepare bien sus cosas y avísenos cuando pueda realizarse su cirugía pero eso sí, no
olvide que cuanto antes será mejor, _ afirmo el doctor.
No era una buena mañana, el presidente salió del consultorio médico muy preocupado y se dirigió a
la cafetería de siempre, “sin dejar de pensar en la muerte”, donde empezó a leer el periódico, la mesera
le llevo la botella de agua diaria, pero él decidió tomar un café, pese a estar prohibido y aunque hacia
más de 30 años que había renunciado al habito por imposición de los médicos. Pero él había
prometido que cuando sintiera la incertidumbre que moriría volvería a tomarlo y así lo hizo, además quiso
ver su destino volcando la tasa de café, donde vio que su vida era una incertidumbre.
Sintió que alguien lo miraba, entonces miro por encima de los lentes y vio a un hombre pálido y sin
afeitar que aparto su mirada al instante, su cara le era familiar, se habría cruzado con el varias veces en
el hospital.
El presidente salió del lugar, y se dio cuenta que alguien lo seguía, se detuvo dio media vuelta y el hombre
que venía tras él tuvo que parar en seco.
_”Señor presidente” murmuro
Empezaron a hablar, el hombre que lo perseguía era un empleado del hospital, chofer de ambulancia
quien le hizo saber que estaba enterado de su salud y no precisamente porque fuera medico. En medio de
la conversación le tendió la mano y dijo: _ mi nombre es Homero Rey.
_ Que buen nombre, dijo el presidente.
Una cuchillada estremeció hasta los huesos al presidente en mitad de la calle, y se dirigieron hasta la fonda
de pobres donde solía comer.
_ ¿Ya almorzó? _ le pregunto a Homero
Aunque Homero no solía almorzar el presidente le pidió que hiciera una excepción, y lo invito.
Al igual que con el café, también ordeno una costilla de buey que tenía prohibida, mientras esperaban la
carne, retomaron el tema.
_Todo indica que moriré muy pronto, _ dijo el presidente, a lo que Homero respondió: _ alguien lo pondrá
en el lugar que le corresponde como un gran ejemplo de dignidad.
_ Había decidido no preocuparme por mi cadáver, _dijo el presidente_ pero ahora veo que debo tomar ciertas
precauciones. El almuerzo concluyo, el presidente se despidió de Homero y afirmo que si todo salía bien
volverían a versen.
Homero Rey, lo invitó a comer en su casa, pero su propósito no era tan inocente. Como
otros choferes de ambulancia tenía arreglos con funerarias y compañías de seguros para
vender servicios dentro del mismo hospital, eran ganancias muy mínimas, pero un buen consuelo, para
alguien que subsistía con un salario muy bajo a duras penas con su mujer y sus dos hijos.
Su esposa Lazara Davis, era una mulata fina de San Juan de Puerto Rico, Lazara Davis una mujer
inteligente y de mal carácter, Homero por su parte era tímido, pero ella no concebía la vida sin él, les
había ido bien pero los años venían cada vez más duros, de modo que cuando Homero Rey vio al
presidente entre los enfermos incognitos del hospital, se le fue la mano en las ilusiones.
Pero poco a poco se dieron cuenta que el presidente no tenía dinero ya que vivía en un hotel de cuarta
categoría en un barrio muy alejado y que comía en fondas muy pobres.
Lazara la mujer de Homero pensaba que se trataba de un avaro, capaz de hacerse enterrar por la
beneficencia en la fosa común con tal de no pagar, _ nunca le sacaremos nada_ afirmo ella.
_A lo mejor es pobre de verdad_ dijo Homero.
Pero lo que reboso el vaso fue la noticia que Homero se reservo para el final, de que lo había invitado a
comer camarones y aunque ella no lo acepto, cumplió solo por su lealtad conyugal, y comenzó a prestar
cosas de valor con sus vecinos para arreglar su casa y causar una buena impresión.
Cuando el llego ese jueves para cenar, ella lo vio como: falso y rapaz, además le pareció
impertinente, pero el presidente muy humilde habló con el corazón, sin embargo a Lazara no le convenció.
Una semana después de la cena, Homero encontró al presidente esperándolo a la salida del hospital con la
suplica que lo acompañara a su hotel y le pidió a Homero que le ayudara a vender sus joyas de
valor porque no tenía dinero para sus gastos del hospital.
Homero al ver estas joyas le exijo que le diera las facturas de compra para el poderle ayudar y
venderlas, pero el presidente le aclaro que eran muy antiguas y algunas eran parte de una
herencia, que no había forma de tener facturas para estas joyas, por lo cual Homero accedió a venderlas
así.
Las llevo a su casa y las coloco sobre la mesa, cuando Lazara vio las joyas se asombro, él le conto que
debían venderlas, ella accedió a la petición y salió con las joyas hacia una prendería, pero la sorpresa fue
más grande cuando descubrió que solo le pagarían por el oro, porque las piedras de los anillos no eran
originales habían sido cambiadas en el transcurso del tiempo. Ella recibió el dinero que le pagaron y lo
llevo al presidente.
Entonces el decidió darle a Lazara lo último que le quedaba un reloj, una montura de oro de sus gafas y
su anillo de compromiso, Lazara no quiso recibírselos le devolvió el anillo y le dijo que una pieza de
esas no se debía vender, además lo que tenia le alcanzaría para la cirugía.
El presidente fue operado durante cinco horas y al cuarto mes de haber llegado de Ginebra le dieron de
alta, Homero era el administrador meticuloso del dinero del Presidente pago la cuenta del hospital, pero el
dinero no alcanzaba para pagar lo último y decidió sacar el dinero del ahorro de sus hijos. Lazara muy
resignada le dijo a Homero pensemos que se trata de nuestro hijo mayor.
El 11 de diciembre cuando ya se había mejorado, lo embarcaron en el tren de Marsella bajo una fuerte
tormenta de nieve y solo cuando volvieron a casa encontraron una carta de despedida con su anillo de
boda para Bárbara (la hija de Homero y Lazara), el anillo de oro de su esposa junto al reloj de leontina
para Lázaro, (el hijo de Homero y Lazara).
El tren empezaba a acelerar Cuando Homero cayó en la cuenta de que se había quedado con el bastón,
corrió para tratar de lanzarlo pero se fue en medio de las ruedas y quedo destrozado, el guardián del tren
alcanzo a agarrar de la bufanda al anciano que por intentar coger el bastón casi cae al vacio.
Después de mucho tiempo Homero recibió una carta del Presidente donde le contaba que los dolores habían
vuelto pero él había decidido comer de todo e ignorar lo que le dijeran los médicos y que tenía muchas ganas
de volver a su país para ponerse al frente de un movimiento renovador por una causa justa y una patria
digna, aunque solo fuera por la gloria mezquina de no morirse de viejo en su cama.
2.2 Que relación tiene el título del cuento con su desarrollo
El título hace referencia a la parte final del cuento, donde el presidente regresa solo a su país, y fue
despedido por Homero Y su esposa Lazara, en el tren de Marsella, bajo una fuerte tormenta de nieve.
El cuento BUEN VIAJE SEÑOR PRESIDENTE, es de tipo Narrativo, ya que nos cuenta la historia de un
presidente que padece una enfermedad, que desata una serie de acontecimientos que giran alrededor de
una familia, que se acercan a él solo en busca de intereses económico.
Buscar una respuesta terminante para curar un dolor que médicos de la Martinica no lograron identificar.
R/ Homero y Lázara
2.6 Que hace en concreto lazara, esposa de homero para que el señor presidente se pueda operar
2.7 Que harías tú con una situación parecida a la del señor presidente
R/: Realmente haría lo mismo, ya que con lo que contaba el señor Presidente era poco.
Volver a su país para ponerse al frente de un movimiento renovador por una causa justa y una patria
digna, aunque solo fuera por la gloria mezquina de no morirse de viejo en su cama.
Este cuento nos muestra que las personas en cualquier circunstancia pueden tener una idea errada de
otra, cuando alguien busca acercarse a otra persona puede tener intenciones buenas o malas, claro en
este caso aunque no era una buena intención, tampoco se pretendía hacer daño al “presidente”, Homero
solo pensaba sacar provecho de una enfermedad que parecía mortal, pero que termino siendo un método
para unirlos en una amistad que nunca se busco, pero que finalmente fue el resultado de toda la
“trampa” que el mismo pretendía ganar.
3.1 Resumen
Margarito Duarte es un hombre simple y parco, a los 18 años consiguió un puesto de escribano en el
ayuntamiento de su ciudad y también a esa edad se casó con una mujer muy bella que muere al dar a luz a
su niña. Esta niña llega a ser más hermosa que la madre pero a la edad de 7 años muere a causa de una
fiebre. Margarito siguió con su vida pero a los 11 años de la muerte de su hija le ficen las autoridades que el
cadáver de su hija y esposa deberán ser exhumados ya que en ese lugar construirán una represa. Cuando
exhuman a la hija, Margarito se da cuenta de que posee la apariencia de una persona con vida así que el
decide marcharse a Roma para tratar de canonizar a su hija ante el Vaticano y el Papa. Pero luego de su
larga lucha él es otorgado con el título de santi por tan valiosa actitud que tuvo con su hija.
El cuento “La Santa” trata de dar al lector un mensaje que a cualquiera deja conmovido ya que esta historia
trata de un padre que por el amor que le tiene a su hija trata de hacer lo que este a su alcance para canonizar
a su hija ya que por más que este muerte la niña parece tener más vida que nunca. La meta de Duarte fue
alcanzar esa anhelación que tanto quería y por más que los Papas le digan ya que ni las muertes le
impedirían cumplir esa canonización. Lo que también nos enseña es que Margarito siempre le tuvo un amor
incondicional a su hija ya sea que este viva o muerta ese amor nunca cambio y se lo demuestra tratando de
lograr su propósito y aunque esa meta nunca llego a ser cumplida las consecuencias de este fue la perdida de
años en su vida. Como una recompensa por esos logros el termina otorgando el título de santo por todos esas
acciones que hizo por el amor a su hija durante muchos años.
Lo que Gabriel García Márquez trata de hacer por medio de su cuento “La Santa” es describirnos desde su
punto de vista una historia que le fue contada frente a frente de una persona que lucha hasta lo último por
conseguir su objetivo y ese es la canonización de la hija de Margarito Duarte. En el cuento Márquez nos relata
la lucha que hizo Margarito por conseguir lo que tanto anhelo que pase. Esto si uno lo ve desde la perspectiva
de lengua es considerado un realismo mágico ya que lo que nos dice acerca de lo que pasa con su hija, o sea
de que a ella la muerte no la cambia sino que en vez de parecer muerta mas bien se la ve viva y si lo
comparamos con la realidad eso es imposible. Otra exageración que podemos observar es el rugido de los
leones cuando Margarito pasa entre ellos, y esto nos dice que el hombre tiene mas poder que el animal. Pero
viéndolo desde una perspectiva lo que Gabo trata de inculcar o enseñar es que un padre hace lo que sea por
un hijo, aunque este ya haya pasado a la otra vida.
Margarito Duarte es un hombre simple y parco, a los 18 años consiguió un puesto de escribano en el
ayuntamiento de su ciudad y también a esa edad se casó con una mujer muy bella que muere al dar a luz a
su niña.
Esta niña llega a ser más hermosa que la madre pero a la edad de 7 años muere a causa de una fiebre,
después de once años de muerta su cuerpo permaneció intacto.
Margarito Duarte en realidad había ido a Roma a entrevistarse con el Papa y tratar de canonizar a su hija y
convertirla en Santa
La pensión donde dormíamos era en realidad un apartamento moderno a pocos pasos de la Villa Borghese,
cuya dueña ocupaba dos alcobas y alquilaba cuartos a estudiantes extranjeros. La llamábamos María Bella, y
era guapa y temperamental en la plenitud de su otoño, y siempre fiel a la norma sagrada de que cada quien
es rey absoluto dentro de su cuarto. En realidad, la que llevaba el peso de la vida cotidiana era su hermana
mayor, la tía Antonieta, un ángel sin alas que le trabajaba por horas durante el día, y andaba por todos lados
con su balde y su escoba de jerga lustrando más allá de lo posible los mármoles del piso. Fue ella quien nos
enseñó a comer los pajaritos cantores que cazaba Bartolino, su esposo, por el mal hábito que le quedó de la
guerra, y quien terminaría por llevarse a Margarito a vivir en su casa cuando los recursos no le alcanzaron
para los precios de María Bella.
La enseñanza que nos deja esta obra para la vida es la obtención de buenos hábitos para lograr ser mejores
personas. La importancia de su lectura radica en que nos brinda un lenguaje de realismo mágico, que nos
permite enriquecer el conocimiento y nos da una nueva perspectiva para ver y comprender el mundo.
Margarito Durante empezó sus gestiones en los últimos meses de aquel verano ardiente y ruidoso. Al
principio dispuso de una cierta ayuda de las auitoridades diplomáticas de su país, pero muy pronto quedó a
merced de su propia inspiración. Pío XII, que era el Papa de entonces, no dio nunca señal alguna de haber
tenido noticias del milagro. Más aún: la secretaría de Estado no contestó nunca la carta manuscrita de casi
sesenta folios que escribió y entregó Margarito Duarte en persona. En el verano siguiente desistió del
concurso inservible de sus diplomáticos, y fue solo a Castelgandolfo con el estuche de la santa para mostrarla
al Papa, pero no le fue posible porque el sumo pontífice no circulaba por entre los turistas que llegaban de
todo el mundo para verle, sino que apareció en un balcón del patio interior, y desde allí pronunció seis veces
el mismo discurso en seis idiomas. Pero ni aquella frustración inicial ni las incontables y muy
descorazonadoras que ha padecido desde entonces han logrado quebrantar su determinación.
Análisis literario
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