La cándida Eréndira y el poder es una metáfora sobre el abuso de poder. Aunque inicialmente García Márquez pensó en escribir cuentos infantiles, los cuentos tomaron otro rumbo y exploraron temas como el envilecimiento de la heroína Eréndira a manos de su abuela malvada, y cómo el paisaje del desierto reemplaza el bosque misterioso tradicional. El cuento desmitifica el género al hacer que lo mágico sea cotidiano y no produzca asombro, reflejando
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La cándida Eréndira y el poder es una metáfora sobre el abuso de poder. Aunque inicialmente García Márquez pensó en escribir cuentos infantiles, los cuentos tomaron otro rumbo y exploraron temas como el envilecimiento de la heroína Eréndira a manos de su abuela malvada, y cómo el paisaje del desierto reemplaza el bosque misterioso tradicional. El cuento desmitifica el género al hacer que lo mágico sea cotidiano y no produzca asombro, reflejando
La cándida Eréndira y el poder es una metáfora sobre el abuso de poder. Aunque inicialmente García Márquez pensó en escribir cuentos infantiles, los cuentos tomaron otro rumbo y exploraron temas como el envilecimiento de la heroína Eréndira a manos de su abuela malvada, y cómo el paisaje del desierto reemplaza el bosque misterioso tradicional. El cuento desmitifica el género al hacer que lo mágico sea cotidiano y no produzca asombro, reflejando
La cándida Eréndira y el poder es una metáfora sobre el abuso de poder. Aunque inicialmente García Márquez pensó en escribir cuentos infantiles, los cuentos tomaron otro rumbo y exploraron temas como el envilecimiento de la heroína Eréndira a manos de su abuela malvada, y cómo el paisaje del desierto reemplaza el bosque misterioso tradicional. El cuento desmitifica el género al hacer que lo mágico sea cotidiano y no produzca asombro, reflejando
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LA CÁNDIDA ERÉNDIRA Y EL PODER
La cándida Eréndira es, a mi entender, una especie de metáfora antropológica sobre
el abuso de poder. Si despojamos a la abuela y a Eréndira de su capa de cuento de hadas, de su supuesto realismo mágico, encontramos en ellas disposiciones anímicas que nos resultan muy familiares: tanto las que conocemos en nosotros mismos como las que nos llegan a través de noticieros y cualquier otra fuente de divulgación de la actividad humana.
Según lo aprendido en el MOOC, tras la publicación en 1967 de Cien años de
soledad y mientras se preparaba para su nueva novela El otoño del patriarca, García Márquez comenzó a escribir una serie de narraciones cortas que, en un principio, llamaría “cuentos infantiles” y que se recopilarían en 1972 bajo el título de La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada.
No obstante, en el transcurso de la escritura, los cuentos tomaron otro rumbo y
García Márquez acabó por referirse a ellos como “ejercicios de piano” cuya finalidad había sido la de “romper con el estilo anterior”.
Ambientada en la parte más septentrional del departamento de la Guajira, La
cándida Eréndira narra las desventuras de una joven cuya malvada abuela obliga a prostituirse por haber incendiado accidentalmente la casa donde vivían. Si bien García Márquez se vale del cuento maravilloso para definir la trama y la estructura, así como, en líneas generales, las funciones de los personajes, el escenario que elige, o sea la Guajira, le exige severas modificaciones en el género tanto a nivel temático como formal. Para empezar, el bosque frondoso y misterioso del cuento maravilloso es sustituido por el desierto inclemente; el paisaje humano de príncipes, labriegos y agricultores, por indios, contrabandistas, soldadesca y buscavidas de toda índole.
El envilecimiento de la heroína, el sacrificio sin la compensación esperada del héroe
redentor (me refiero a Ulises, el amante de Eréndira) así como la inutilidad de sus poderes mágicos y la función metafórica, que no causal, de los objetos maravillosos, desmitifican el cuento de hadas y revierten el orden de su universo. Si en el cuento de hadas lo portentoso desempeña un papel esencial, en La cándida Eréndira lo mágico, debido a su cotidianidad, no produce ningún asombro: es el reflejo de un modo de entender la vida, en donde lo natural y lo sobrenatural están íntimamente intrincados.
El nomadismo, el ambiente miserable y festivo a la vez, la justicia concebida como
un asunto privado y la visión del mundo basada en el fatalismo y las supersticiones son quizás los rasgos más destacables mediante los que se representa en La cándida Eréndira el espíritu de los habitantes del desierto guajiro.