Ensayo NT Canon
Ensayo NT Canon
Ensayo NT Canon
DANIEL FULA
2. Introducción......................................................................................................3
8. El canon reconocido..........................................................................................9
9. Conclusión......................................................................................................11
10. Bibliografía.....................................................................................................11
1. Bosquejo
La siguiente es la estructura temática del ensayo.
1. Introducción
2. Importancia del canon
3. El caso del canon del antiguo testamento
4. Formación del canon
a. Reglas para aceptar en el canon
5. Concilios que reconocieron el canon
6. El canon durante la reforma
7. El canon reconocido
a. Los cuatro grupos de clasificación
8. Conclusión
2. Introducción
Se puede afirmar que el tema de los libros que componen el Nuevo Testamento y
en general los que componen la biblia siempre ha sido una cuestión que como creyentes en
algún momento de nuestro caminar por la fe nos hemos planteado y si no, seguramente en
alguna ocasión nos hemos tenido que enfrentar a discusiones con no creyentes al respecto.
Por ello es muy importante que por lo menos en alguna medida podamos presentar defensa
tocante al canon que conforma la palabra inspirada de Dios.
Primero, el término “canon” ha sido tomado prestado del semítico “kanon” que
inicialmente significaba “caña” pero que posteriormente pasó a significar “caña de medir”,
y de ahí a “regla”, “modelo” o “norma”. Después pasó a referirse a una “lista” o “tabla” y
ya en el cristianismo primero se trató del contenido ético y doctrinal de la fe cristiana y por
último pasó a referirse a la lista de libros que conforma tanto el Antiguo como el Nuevo
Testamento (pag 647,[ CITATION DCa92 \l 9226 ]), que es el sentido más popular en
nuestros días.
¿Pero quién determinó el canon del Nuevo Testamento?, ¿Quién afirmó que los
libros que componen el canon son inspirados y por ende autoritativos? Intentaremos hacer
un desarrollo breve del tema.
Aunque aún es un punto de discusión, nos podríamos quedar con que al parecer,
por lo menos la Ley y los Profetas constituían colecciones cerradas en el primer siglo.
En general los libros escritos por los apóstoles tuvieron muy buena acogida desde el
principio, se convirtieron posteriormente en fundamento para los Padres de la Iglesia y por
último fueron incluidos en el canon del Nuevo Testamento. Es de notar que entre los
mismos libros que conforman el canon se hace mención a los evangelios y a las epístolas
paulinas, igualando dichas escrituras a la misma autoridad que el Antiguo Testamento.
Esto lo podemos ver, por ejemplo, en 2 Pedro 3, 15-16:
3. Deberían estar en armonía con aquellos libros de los cuales nadie dudaba de
su canonicidad. (Las grandes doctrinas de la Biblia,[ CITATION RCS92 \l 9226 ]) Capítulo
7.
Con toda esta evidencia, muchos aseguran que no se necesitó de ningún concilio
para definir el canon neotestamentario, sin embargo se celebraron varios concilios en
donde se reconoció el listado de libros presentados; en el Tercer Concilio de Cartago (397
d.C.) al cual asistió Agustín de Hipona se reconocieron los veintisiete libros que
constituyen actualmente el canon del Nuevo Testamento y de ahí en adelante en cada
concilio se mantuvo. Agustín pensaba que el canon ya estaba cerrado.
Debemos señalar que al investigar sobre estos concilios, se encuentra que los
mismos son de carácter regional y no universal, algo que se sobre entiende por la
dificultades tecnológicas de la época.
"... Respecto a este libro del Apocalipsis de Juan dejo a cada cual tener su opinión.
No quiero imponer a nadie mi parecer o juicio. Yo digo lo que siento. Echo de menos más
de una cosa para tenerlo por apostólico o profético. Primero y sobre todo, los apóstoles no
andan con visiones, sino que profetizan con palabras claras y sencillas, como también lo
hacen Pedro, Pablo y Cristo en el evangelio, pues así corresponde también al ministerio
apostólico hablar de Cristo y su obra, de una manera clara, sin imágenes o visiones.
(Prefacio al Nuevo Testamento)[ CITATION Mar32 \l 9226 ].
8. El canon reconocido
En los puntos anteriores hemos visto cómo la iglesia reconoció (no definió) una lista
de libros autoritativos como Palabra de Dios, sin embargo este reconocimiento no fue
homogéneo sino que podemos clasificarlos en dos grupos, los libros reconocidos por todos
sin cuestionamientos, a los que llamamos homologoumena, los libros que fueron
reconocidos pero con el cuestionamiento de algunos, a los que llamamos antilegomena.
Por otro lado tenemos otro macro-grupo de libros, los cuales no fueron reconocidos,
por lo que no hacen parte del canon y están fueran de los veintisiete, que a su vez están
divididos en dos grupos, por un lado el grupo de los no auténticos o no autoritativos pero
que representan cierto valor religioso, a los que llamamos apócrifos, y el grupo de los libros
evidentemente heréticos y falsos que buscaban introducir doctrinas dudosas, a los que
llamamos pseudoepígrafos.
Los libros distribuidos por cada uno de los cuatro grupos son:
Homologoumena:
o Mateo.
o Marcos.
o Lucas.
o Juan.
o Hechos.
o Romanos.
o 1 y 2 de Corintios.
o Gálatas.
o Efesios.
o Filipenses.
o Colosenses.
o 1 y 2 Tesalonicenses.
o 1 y 2 Timoteo.
o Tito.
o Filemón.
o 1 de Pedro.
o 1 de Juan.
Antilegomena:
o Hebreos, se le cuestionó su autoría,
o Santiago, se le cuestionó su autenticidad.
o 2 de Pedro, se le cuestionó su autenticidad por la diferencia con la
primera carta de Pedro.
o 2 de Juan, se le cuestionó su autenticidad.
o 3 de Juan, se le cuestionó su autenticidad.
o Judas, se le cuestionó su autenticidad.
o Apocalipsis, se le cuestionó su autenticidad.
Apócrifos, de los cuales podemos nombrar:
o Los Hechos de Pablo.
o El Pastor de Hermas.
o El Apocalipsis de Pedro.
o La Epístola de Bernabé.
o La Didajé.
o Epístolas de Clemente de Roma.
o La epístola de los Corintios a Pablo.
o La epístola de Policarpo a los Filipenses
o Las 7 cartas de Ignacio.
Pseudoepígrafos, en los primeros siglos circulaban cientos de estos libros,
algunos son:
o Evangelio de Pedro.
o Evangelio de Tomas.
o Evangelio de Pablo.
o Evangelio de Judas Iscariote.
o Evangelio de María Magdalena.
o Hechos de Andrés.
o Hechos de Juan.
9. Conclusión
Podemos ver cómo el canon del Nuevo Testamento no fue “creado” o “construido”
por alguien o un grupo, a través de algún concilio o sínodo, sino que la constitución del
propio canon es fruto de la revelación de Dios, dando a estos veintisiete libros el estatus de
Palabra de Dios.
10.Bibliografía
Calvino, J. (1536). Institución de la religión cristian. Basilea.
Sproul, R. (1992). Las grandes doctrinas de la Biblia. Wheaton, Illinois: Tyndale House
Publishers Inc.