Análisis Dinámico Por Métodos Numéricos
Análisis Dinámico Por Métodos Numéricos
Análisis Dinámico Por Métodos Numéricos
5.1. Introducción
Por medio del análisis dinámico tratamos de encontrar las ecuaciones di-
ferenciales que gobiernan el movimiento de un mecanismo como consecuen-
cia de su velocidad inicial o de las fuerzas exteriores. La Mecánica Clásica
proporciona diversos caminos para obtener dichas ecuaciones: aislando ca-
da elemento y aplicándoles las ecuaciones de Newton-Euler, mediante las
ecuaciones de Lagrange o empleando el Teorema de los Trabajos Virtuales.
Cualquiera que sea el camino seguido, el resultado es un conjunto de tantas
ecuaciones diferenciales ordinarias como grados de libertad.
El empleo de las coordenadas naturales no introduce ninguna variación
conceptual respecto de los procedimientos ya conocidos. Simplemente apor-
ta un soporte matemático adecuado para dar a los procedimientos un en-
foque general y sistemático. Gracias a las coordenadas naturales podremos
desarrollar las ecuaciones del movimiento de cualquier sistema mecánico,
sin importar su número de elementos, pares y grados de libertad. Como
veremos, para obtener las ecuaciones diferenciales del movimiento necesi-
taremos recurrir a las resoluciones de los problemas cinemáticos, vistos en
el capı́tulo anterior. Asimismo, necesitaremos presentar algunos conceptos
sobre la integración numérica de ecuaciones diferenciales.
La resolución del análisis dinámico nos proporciona la trayectoria de los
grados de libertad z(t). Para determinar las reacciones en los pares recurri-
remos al método de los multiplicadores de Lagrange, un método empleado
tradicionalmente en la minimización de funciones sujetas a restricciones,
151
152 Capı́tulo 5. Análisis dinámico por métodos numéricos
xe
ye P
e
rp j
y0 r
i
{0} ri
x0
Figura 5.1
Para calcular la aceleración del punto P , basta con derivar dos veces la
ecuación anterior con respecto al tiempo, obteniendo
r̈ = TP q̈e (5.3)
δr = TP δqe (5.4)
ye
1 G 2 xe
Figura 5.2
con
Ii M e xG M e yG
a= b x = by = (5.10)
L2ij Lij Lij
�
M= dm (5.11)
V
�
Ii = (e x2P + e yP2 ) dm (5.12)
V
� �
e 1 e e 1 e
xG = xP dm yG = yP dm (5.13)
M V M V
e
δWiner = −δqTe Me q̈e (5.14)
e L
xG =
2
e
yG = 0
M L2
I1 =
3
Sustituyendo estas ecuaciones en la expresión general de la matriz de
masas 5.9, se obtiene:
2 0 1 0
M 0 2 0 1
Me =
6 1 0 2 0
0 1 0 2
M,L 2
M,L
1
3
Figura 5.3
2M
1 4 2 3
M M M
1 2 3
A B C
Figura 5.4
Puesto que los cuatro elementos tienen masa distribuida y están modeli-
zados con puntos en sus extremos, se puede aplicar la expresión del ejemplo
5.1, obteniendo:
A 1 B 2
2 0 1 0 2 0 1 0
A B
M 0 2 0 1
M 0 2 0 1
M1 = M2 =
6 1 0 2 0
1 6 1 0 2 0
2
0 1 0 2 0 1 0 2
C 3 1 3
2 0 1 0 2 0 1 0
C 1
M 0 2 0 1 M 0 2 0 1
M3 = M4 =
6 1 0 2 0
3 3 1 0 2 0
3
0 1 0 2 0 1 0 2
1 2 3
6 0 0 0 2 0
0 1
6 0 0 0 2
M
0 0 2 0 0 0 2
M=
6
0 0 0 2 0 0
2 0 0 0 6 0
3
0 2 0 0 0 6
1
2 M
R 2 M
A
3
1
2M
Figura 5.5
A 1 1 2
3 0 −1 0 2 0 1 0
0 3 A 1
0 −1 M 0 2 0 1
M1 = M
−1 0
M2 =
1 0 6 1 0 2 0
1 2
0 −1 0 1 0 1 0 2
� 2 �
1 0
M3 = M 2
0 1
dr F
xe
ye P
e
rp j
y0 r
i
{0} ri
x0
Figura 5.6
x1 y1 x2
8 0 1 x1
M
M= 0 8 0 y1
6 1 0 8 x2
s
2
1
2
s 1
2 j
1
F F
2 2
1 1
t t
Figura 5.7 Figura 5.8
2
2
1
1
3
M1g M2g
Figura 5.9
distancia s,
δWF = F δs (5.24)
δWτ = τ δϕ (5.25)
No podemos concluir que el paréntesis sea nulo, debido a que las compo-
nentes de q son variables dependientes, relacionados entre sı́ por las ecuacio-
nes de restricción. Para justificar esta afirmación, consideremos un ejemplo
de dos dimensiones en que las ecuaciones anteriores se particularizan arbi-
trariamente con los siguientes valores:
�� � � � � ��
� � 2 1 ẍ 1
δx δy − =0 (5.33)
1 2 ÿ 1
y supongamos que las dos variables x, y están relacionadas mediante la
ecuación
y = 2x (5.34)
q = f(z) (5.36)
δq = R δz (5.38)
RT (Mq̈ − Q) = 0 (5.40)
o bien,
RT Mq̈ = RT Q (5.41)
d(Rż)
q̈ = = Rz̈ + Ṙż (5.42)
dt
Sustituyendo este valor en la ecuación 5.41, se obtiene finalmente
.. ..
g RT z= RT Q- RT Rz
n M R M
Figura 5.10
q̇ = Rż (5.44)
1
L= 2 L= 2
.
j
45º 2
A
Figura 5.11
Y la matriz jacobiana,
2(x1 − xA ) 2(y1 − yA ) 0 0
Φq = −2(x2 − x1 ) −2(y2 − y1 ) 2(x2 − x1 ) √ 0
1 0 0 2 sen ϕ
Φq q̇∗ = −Φt = 0
Φq q̈∗ = −Φ̇q q̇
A 1 1 2
2 0 1 0 2 0 1 0
A 1
M
0 2 0 1 M0 2 0 1
M1 = M2 =
6 1 0 2 0 6 1 0 2 0
1 2
0 1 0 2 0 1 0 2
x 1 y1 x 2 ϕ
4 0 1 0 x1
M
0 4 0 0
y1
M=
6 1 0 2 0 x2
0 0 0 0 ϕ
y, finalmente, se obtiene:
10
M ϕ̈ = −8M
3
de donde se deduce la solución
12
ϕ̈ = −
5
ẏ = f (y, t) (5.51)
y yn+1 y
yn+1
yn h yn
h
t t
tn tn+1 tn tn+1
Figura 5.12 Figura 5.13
y1 x1
y1
j
j q j q
Φ(q) = 0 (5.55)
∂Φ
δΦ = δq = Φq δq = 0 (5.56)
∂q
En esta ecuación, el vector δq sigue sin poder ser eliminada por el mis-
mo motivo que antes, pues sus componentes son dependientes. Pero algo
ha cambiado: ahora tenemos un vector λ arbitrario cuyas componentes
podemos escoger según convenga. Pues bien, de los infinitos vectores posi-
bles escogeremos, precisamente, aquél que obligue al paréntesis a ser nulo,
cualquiera que sea el vector δq. Con ello, conseguimos eliminar el vector
δq aunque sus componentes sean dependientes, a costa de optar por una
elección concreta del vector λ.
Expliquemos este proceso mediante el ejemplo de dos dimensiones visto
anteriormente. Consideramos el sistema descrito por la ecuación
�� � � � � ��
� � 2 1 ẍ 1
δx δy − =0 (5.59)
1 2 ÿ 1
sujeto a la restricción
φ = y − 2x = 0 (5.60)
5.10. Ecuaciones del movimiento en coordenadas dependientes 175
Operando,
Ry
Rx
A A
L L 1
45º 45º A
M M
45º
Mj L
..
Mg 2
dependientes es
� �
qT = x 1 y1 x 2 y2 (5.71)
Pese al tamaño del sistema, el gran número de términos nulos hace que
resultados que coinciden con los obtenidos por el método clásico para Rx y
Ry en las ecuaciones 5.69 y 5.70.
1 l1 l1 2
1 2
l2 l2
L23
1 lL23
3
90º 1
3 3
1 L12 90º
2
2 L13 2 lL23
� 1 2 3 � (5.90)
Φq = −(y3 − y2 ) (x3 − x2 ) (y3 − y1 ) −(x3 − x1 ) −(y2 − y1 ) (x2 − x1 )
Y la fuerza generalizada,
(y3 − y2 ) 1
−(x3 − x2 )
T −(y 3 − y 1 )
Q = −Φq λ = λ 2 (5.91)
(x3 − x1 )
(y2 − y1 )
3
−(x2 − x1 )
1 lL34 1
2 4 N
1 4 lL34 2 4
a
2 lL12
a lL12
3 N
3 a 3
� 1 2 3 4 � (5.93)
Φ q = x 3 − x 4 y3 − y4 x 4 − x 3 y4 − y 3 x 1 − x 2 y1 − y2 x 2 − x 1 y 2 − y1
Y la fuerza generalizada,
x3 − x4
1
y3 − y4
x 4 − x 3
2
T y 4 − y 3
Q = −Φq λ = −λ (5.94)
x1 − x2
3
y 1 − y 2
x 2 − x 1
4
y2 − y1
Podemos ver la representación de la fuerzas generalizadas en la figura
5.26. Fácilmente comprobamos que la resultante neta en cada elemento es
un momento, que se muestra en la figura 5.27. Además, comprobamos que
los momentos en cada elemento tienen el mismo módulo
N = λL12 L34 sen α (5.95)
1 2
t(t)
jc(t) B
A
Figura 5.28