Histología Del Tejido Óseo PDF
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1. Tejido cartilaginoso
- Generalidades y clasificación
Cartílago Hialino
Cartílago Elástico
Fibrocartílago
2. Lo macro del hueso
- Clasificación del hueso según su tamaño
- Células óseas
- Células osteoprogenitoras
- Osteoblastos
- Osteocitos
- Osteoclastos
- Tipos de hueso según observaciones microscópicas
- Hueso primario
- Hueso secundario
-
4. Histogénesis y mineralización del hueso
- Osificación Intramembranosa
- Osificación Endocondral
-
5. Remodelación y reparación del hueso
- Osteoporosis
- Raquitismo
- Hiperparatiroidismo Primario
- Enfermedad de Paget
- Osteogénesis Imperfecta
1.-Tejido cartilaginoso
El tejido cartilaginoso es un tejido avascular, formado por células llamadas condrocitos las cuales están
embebidas en su propia matriz extracelular, formada a su vez por proteoglicanos y colágeno tipo II,
sintetizados por las mismas células cartilaginosas. El aspecto de la matriz cartilaginosa es firme, maleable y
con características elásticas.
TEJIDO CARTILAGINOSO
1. CARTILAGO HIALINO
Es un tejido vivo complejo, confiere una superficie de baja fricción importante para la lubricación de las
articulaciones sinoviales. Generalmente no presenta desgaste. Es el cartílago más abundante del cuerpo. Se
localiza en nariz y laringe, extremos ventrales de las costillas que se articulan con el esternón, anillos
traqueales, bronquios y superficies articulares móviles del cuerpo.
De aspecto vítreo, azul grisáceo semitransparente, su proteína más abundante es el colágeno tipo II y el
colágeno tipo XI, ambos se organizan a manera de fibrillas cortas para interactuar con el proteoglicano, una
sustancia fundamental que contiene tres clases de glucosaminoglucanos: hialuronano (cada molécula de
hiluronano se une con ochenta monómeros de proteoglicanos, estos compuestos a su vez su unen al
colágeno), condroitínsulfato y queratán sulfato. Además de las moléculas que interaccionan en la
conformación protéica del tipo fibrilar, existen otras moléculas que participan en forma estructural y que son
determinantes en el ámbito clínico como marcadores de recambio, ellas son: ancorina II, tenascina y
fibronectina que ayudan a que los condrocitos (células propias del cartílago) se anclen firmemente a la matriz
extracelular, garantizando organización, nutrición y defensa.
El 60-80% del peso de la matriz cartilaginosa está dado por el agua, la cual está unida a los agregados del
proteoglicano de hialuronato; impartiéndole gran elasticidad al cartílago y permitiendo además, la difusión
de metabolitos hacia las células cartilaginosas.
En los cartílagos articulares se producen cambios transitorios dependiendo del movimiento y la presión
ejercida en un momento dado. Estos pueden sufrir cambios internos conforme ocurre el recambio, el cual
está determinado por la capacidad del condrocito para detectar alteraciones en la composición de la matriz.
Con el paso de los años estas células pierden la capacidad de detectar cambios moleculares y de sintetizar
nueva matriz.
Las células que constituyen el conjunto cartilaginoso, se denominan condrocitos. Estos tienen la capacidad
de sintetizar su propia matriz extracelular y quedar embebidos en ella; su región más próxima es un espacio
denominado condroplasto, el cual es una laguna en la que se mantiene cada célula o conjunto de células. En
la matriz sintetizada por los condrocitos se diferencian diversas zonas que se tiñen con hematoxilina, gracias
a la concentración de proteoglicanos sulfatados. Se observa un anillo en el interior de esta zona, llamado
capsula o matriz territorial; a medida que la matriz se aleja del condrocito adquiere una coloración menos
intensa, esta zona recibe el nombre de matriz interterritorial, diferenciándose de la anterior por su baja
concentración de proteoglicanos.
Los condrocitos se pueden encontrar solos o en cúmulos (grupos isógenos), lo que refleja la división celular.
Presentan además, un RER activo, aparato de golgi, gránulos de secreción, filamentos intermedios,
microtubulos y microfilamentos de actina, organelos que ponen de manifiesto su capacidad para la síntesis
de colágeno y proteoglicanos.
Durante el desarrollo fetal el cartílago hialino es fundamental para la buena formación de los huesos largos,
proceso conocido como osificación endocondral. La permanencia de cartílago durante el período de
crecimiento postnatal, resulta trascendental para el aumento en longitud del hueso largo.
El pericondrio es una capa de tejido conjuntivo denso que se adhiere firmemente al tejido cartilaginoso,
está formado por células llamadas fibroblastos que acompañan, de manera permanente, a algunos órganos
en los que es determinante su presencia para el buen funcionamiento.
Durante el crecimiento, el pericondrio se divide en una capa interna celular, que origina nuevas células
cartilaginosas, y una capa externa fibrosa.
La presencia de pericondrio en algunos cartílagos condiciona la posibilidad de este tejido para el crecimiento
por aposición, donde las células pueden migrar desde el propio pericondrio hacia el centro del tejido,
aumentando significativamente la población celular del mismo.
Hay zonas donde el pericondrio no existe por lo que el crecimiento es de tipo intersticial; es decir, sin la
participación de las células que migran desde el cartílago; en cambio, los condrocitos pueden hacer mitosis
con el fin de aumentar la población celular garantizando la preservación de la superficie tisular. Este tipo de
crecimiento es característico de superficies articulares, cartílagos costales, cartílagos nasales y sitios de
osificación.
2. Cartílago elástico
Este tipo de cartílago se encuentra en el pabellón auricular, paredes del conducto auditivo externo, trompa
de Eustaquio y epiglotis.
Los condrocitos de este cartílago son más abundantes y grandes que los del cartílago hialino. Su matriz
presenta abundante colágeno II, fibras y láminas elásticas, las cuales le confieren elasticidad, distensibilidad
y maleabilidad, y le proporcionan mayor flexibilidad que la matriz del cartílago hialino.
Está rodeado por pericondrio, su crecimiento es tanto intersticial como por aposición, a partir del
pericondrio.
Se encuentra en los discos intervertebrales, sínfisis púbica, meniscos de rodilla, y en la inserción de los
tendones con los huesos donde su función primordial es soportar compresión y distensión. El cartílago fibroso
actúa como amortiguador. Se considera un tipo transicional entre el cartílago hialino y el tejido conectivo
denso que hace parte de tendondes y ligamentos.
Como característica importante el fibrocartílago no cuenta con gran cantidad de matriz, ni con pericondrio.
Este tipo de cartílago se diferencia porque los condrocitos se encuentran dispersos dentro de las fibras de
colágeno y forman grupos isógenos. Los condrocitos del fibrocartílago suelen surgir de fibroblastos que
comienzan a elaborar proteoglicanos. A medida que la sustancia fundamental rodea el fibroblasto, la célula
queda encerrada en su matriz y se diferencia en una célula condrocítica.
El cartílago hialino se origina a partir de células mesenquemáticas, las cuales forman cúmulos redondeados
y densos. En el cráneo, los cúmulos se forman del ectomesenquima de las células de la cresta neural
(blastema). Las células del blastema al iniciar la secreción de matriz cartilaginosa se transforman en
condroblastos, los cuales se separan a medida que secretan matriz, denominándose condrocitos. El
crecimiento cartilaginoso se da por dos procesos:
Aposición:
El nuevo cartílago se forma sobre un cartílago preexistente, las nuevas células derivan de la capa interna del
pericondrio. Se inicia la secreción de colágeno tipo I y la transformación celular de fibroblasto en
condroblasto.
Intersticial:
Formación de un cartílago dentro de otro cartílago preexistente, este fenómeno se da por división mitótica
de los condrocitos dentro de las lagunas, ocupando inicialmente la misma laguna y posteriormente se da la
separación de estas células.
Durante el daño del cartílago se presenta incapacidad de reparación, debido a la avascularidad de dicho
tejido, la inmovilidad de los condrocitos y su limitada proliferación. La reparación del cartílago, se produce
por un equilibrio entre el depósito de colágeno tipo I y la expresión de los colágenos condro-específicos. Al
haber neoformación vascular durante el proceso de reparación, se presenta la formación de tejido óseo y no
la reparación del cartílago.
El cartílago hialino, tiende a calcificarse bajo las siguientes condiciones:
1. Cuando entra en contacto con el tejido óseo en sitios de crecimiento, fenómeno común en la osificación
endocondral.
Aunque se trata de un tejido con alta capacidad de resistencia, se ha demostrado en múltiples casos que, una
vez la célula condrocítica ha sufrido lesión, se observa una manifiesta incapacidad en la reparación. Quizás
una de las más contundentes razones en la dificultad metabólica que se presenta ante una lesión, es la propia
avascularidad inherente al tejido; otras razones podrían ser la baja capacidad migratoria y la confinación que
tienen al microambiente cartilaginoso. Un condrocito maduro se limita principalmente a la producción de
matriz extracelular en aras de la preservación de la superficie articular u otras; sin embargo, al alcanzar la
madurez le resulta difícil la división mitótica y, de hecho, la proliferación es escasa. Situación que conlleva
irremediablemente a la pérdida paulatina de la celularidad del cartílago, y con esto, a la disminución en la
matriz extracelular.
En casos específicos de trauma en sitios que contienen cartílago, una de las dificultades más reiterativas del
proceso cicatrizal o de reparación, es la neovascularidad que puede generarse, originando una osificación
irregular que genera disfunción del tejido cartilaginoso.
Huesos largos: como su nombre lo indica su longitud es mayor, presentan una diáfisis, dos epífisis y una
metáfisis. Están cubiertos de cartílago hialino, y en su interior se encuentra la cavidad medular. (Ejm: la tibia).
Huesos cortos: tienen sus tres dimensiones casi iguales; con una fina corteza de hueso compacto, en el
interior hueso esponjoso y espacio medular poseen cartílago hialino; están cubiertos además por el periostio.
(Ejm: los huesos del carpo de la muñeca).
Huesos planos: son delgados y anchos, están formados por dos capas de hueso compacto con una
interpuesta de hueso esponjoso. (Ejm: los huesos de la bóveda craneal que recubre el cerebro).
Huesos sesamoideos: se desarrollan dentro de tendones, lo que aumente la ventaja mecánica para el
músculo a través de una articulación. (Ejm: el hueso de la rótula).
Huesos irregulares: por sus características no aplican en ninguno de los grupos descritos. (Ejm: los huesos
esfenoides y etmoides del cráneo).
CLASIFICACIÓN ÓSEA
Huesos largos
Casi todos los huesos largos del cuerpo humano tienen la misma estructura general:
1.- Diáfisis:
El tramo tubular o tallo del hueso que define
Su eje longitudinal (figura 1 a la derecha).
2.-Epífisis:
*.- Endostio: Las cavidades internas de los huesos están recubiertas de una membrana de tejido
conectivo delicado llamada endostio. Esta membrana recubre las trabéculas del hueso esponjoso,
las cavidades medulares y delimita los canales que pasan a través del hueso compacto. Al igual que
el periostio también tiene osteoblastos y osteoclastos.
La observación a simple vista de un hueso largo como el fémur, en un corte longitudinal revela dos diferentes
tipos de tejido óseo:
a) Una capa densa y compacta que forma la superficie externa es el HUESO COMPACTO O CORTICAL
b) Una porción esponjosa que se encuentra entre las superficies del tejido cortical formando innumerables
Celdas o espacios a manera de panal, que es el HUESO TRAVECULAR O ESPONJOSO; en este se encuentran
La medula ósea y los vasos sanguíneos; al observarlo más cerca, revela trabéculas y espículas.
En la diáfisis casi todo el espesor del hueso está formado por tejido óseo compacto, sólo una pequeña
cantidad de tejido óseo esponjoso rodea la cavidad medular.
En la epífisis sucede todo lo contrario, el más abundante es el hueso esponjoso y el tejido óseo compacto
apenas forma una delgada cubierta externa.
Se desarrollan de una manera diferente a la mayor parte de los huesos largos del cuerpo.
PERIOSTIO
La mayoría de los huesos presentan una cubierta externa conocida como PERIOSTIO
Constituída por un tejido conectivo denso fibroso que recubre el hueso, excepto en las superficies
articulares, las cuales están cubiertas por cartílago hialino llamado cartílago articular.
El periostio está cubierto por dos capas:
- Una fibrosa externa (superficial) que tiene como función distribuir el riego sanguíneo y la inervación
hacia el hueso, y
- Una cubierta o envoltura celular interna (profunda) que posee células osteoprogenitoras. Cuando
la capa fibrosa no está formando tejido óseo en la superficie del hueso, se presenta como el
componente principal del periostio y la capa interna o profunda no aparece bien definida.
Por lo general, las fibras colágenas del periostio son paralelas a la superficie del hueso y forman una cápsula.
Las fibras colágenas de estas estructuras se extienden directamente hacia el interior del tejido óseo formando
un ángulo, luego continúan con las fibras colágenas de la matriz extracelular ósea, denominadas fibras de
Sharpey.
ENDOSTIO
Además del periostio, el hueso cuenta con una capa interna conocida como ENDOSTIO, localizada en el
superficie interna inmediatamente debajo de la superficie perióstica y en contacto con el microambiente
óseo interno. Dicha capa está formada por células osteoprogenitoras que se diferencian de los osteoblastos.
La médula ósea roja que se compone de células progenies hemopoyéticas en diferentes etapas evolutivas,
y de una red de fibras y células reticulares que funcionan como un armazón de sostén para los vasos y las
células en desarrollo.
La médula roja no aumenta en proporción con el crecimiento óseo.
Con el paso de los años cuando el ritmo de producción de células disminuye, la cavidad medular es ocupada
en su mayor parte por tejido adiposo, llamado médula ósea amarilla. En una hemorragia grave la médula
ósea amarilla se puede convertir en médula ósea roja.
.-MICROESTRUCTURA
Aunque visto a simple vista el hueso compacto aparenta ser sólido y denso, visto al microscopio el panorama
es completamente diferente. La amplificación muestra una vasta cantidad de pasadizos que sirven como
conductos para nervios y vasos (sanguíneos y linfáticos).
La aparente parte sólida del hueso tiene como unidad estructural lo que se conoce como OSTEONA que es
una suerte de columnita cilíndrica alargada que corre paralela al eje longitudinal del hueso y que funciona
como pilar de soporte de la carga.
Además de las fibras, cada osteona tiene en su centro UN CANAL conocido como canal central o Harvesiano
que contiene pequeños vasos sanguíneos y fibras nerviosas que atienden las necesidades de las células de la
osteona.
Un segundo tipo de canales también se presentan en el hueso compacto, conocidos como canales de
Volkmann, estos corren perpendicularmente al eje longitudinal de las osteonas (y por consiguiente del
hueso) sirviendo como conectores de los vasos y nervios del periostio con aquellos de los canales centrales
y con los de la cavidad medular.
Al igual que las cavidades internas del hueso, todos estos canales están delineados por endostio.
En la periferia (la zona de unión) de las lamelas dentro de la osteona se encuentran unas microcavidades
denominadas lagunas en cada una de las cuales yace una célula con forma de araña llamada osteocito y cuyas
"patas" se extienden por una red de micro-canales llamados canalículos que comunican las lagunas unas a
otras y al canal central.
A diferencia con los huesos compactos, los esponjosos consisten solo en trabéculas que lucen como tejido
desorganizado y al azar, sin embargo no es así, ellas están alineadas con exactitud a lo largo de líneas de
tensión que ayudan al hueso a tener la mayor resistencia posible a las cargas, lo que resulta del perfecto
posicionamiento de los finos puntales en un arreglo "arquitectónico" tal que los hace capaces de soportar
relativamente grandes cargas.
Las trabéculas solo tienen unas pocas capas de células y presentan un arreglo de lamelas irregulares y
osteocitos conectados por canalículos. No hay osteones.
Estructura química
El hueso tiene componentes orgánicos e inorgánicos, entre los orgánicos ya sabemos que hay osteocitos,
osteoblastos y osteoclastos, pero también hay osteoides, segregados por lo osteocitos, que son la parte
orgánica de la matriz del hueso. Cuando los osteoides nacen están constituidos por la sustancia fundamental
y fibras de colágeno. Las fibras de colágeno de los osteoides luego se mineralizan. La mineralización consiste
en la sedimentación de pequeños cristales de sales de calcio (mayoritariamente fosfato de calcio) alrededor
de las fibras de colágeno en la matriz extracelular; los cristales resultan fuertemente compactados y son los
que determinan la característica más notable del hueso, su dureza excepcional que le permite resistir
compresión. En un hueso maduro y sano la parte inorgánica cuenta por el 65% en masa del hueso.
.-ULTRAESTRUCTURA ÓSEA
El hueso cuenta con una gama celular muy variada desde el punto de vista funcional, y es quizás este aspecto
el que le permite realizar las funciones simultáneas de síntesis y degradación de matriz, de reserva mineral y
de sostén en general.
.-CÉLULAS ÓSEAS
1. Células osteoprogenitoras
Constituyen un grupo de células madre derivadas del mesénquima, se localizan en la superficie externa e
interna del hueso y comprenden las células periósticas y endósticas.
Son aplanadas, de núcleo alargado u ovoide pálido, con un citoplasma acidófilo escaso.
Las células de revestimiento óseo: son análogas a las osteoprogenitoras pero en estado más latente.
Intervienen en el mantenimiento y nutrición del Osteocito.
La PTH promueve la resorción ósea y tienen efecto sobre el osteoclasto; la calcitonina, secretada por células
de la tiroides, presenta un efecto compensador y disminuye la actividad de los osteoclastos.
Derivan de las células progenitoras hemopoyéticas mononucleares por su relación con los macrófagos.
Presentan similitud con las células gigantes de Langhans.
Cada osteona está limitada por una línea cementante delgada, compuesta principalmente por sustancia
básica calcificada y una cantidad escasa de fibras de colágena. Las fibras de colágena están distribuidas en
forma helicoidal alrededor del conducto de Havers dentro de cada laminilla. Cada conducto de Havers está
revestido por una capa de osteoclastos y células osteoprogenitoras.
Osteoblastos: encargados de
sintetizar y secretar la parte orgánica
de la matriz ósea durante su formación
(Fig.2).
Se ubican siempre en la superficie
Del tejido óseo ya que este sólo puede
crecer por aposición)
Figura 3 Figura 4
Osteocitos, responsables de la mantención de la matriz
ósea (Fig. 3), que se ubican en cavidades o lagunas
rodeadas por el material intercelular calcificado. La
nutrición de los osteocitos depende de canalículos que
penetran la matriz ósea y conectan a los osteocitos vecinos
entre sí y con canales vasculares que penetran al hueso
(Fig. 4) o que se ubican en las membranas conjuntivas que
revisten la superficies del hueso (periostio y endostio) (Fig.
5). De hecho ningún osteocito se encuentra a más de una
fracción de mm de un capilar sanguíneo.
Figura 5
Osteoclastos, células responsables de la reabsorción del tejido óseo, que participan en los
procesos de remodelación de los huesos y pueden encontrarse en depresiones superficiales de la
matriz ósea llamadas lagunas de Howship (Fig. 5)
Células osteoprogenitoras
Los osteoblastos tienen dos destinos posibles: ser rodeados por la matriz ósea que
producen y pasan a ser osteocitos o permanecer en la superficie del tejido óseo recién
formado, aplanándose y constituyendo las células de revestimiento óseo.
Osteocitos
Son las células propias del
tejido óseo formado. Su
citoplasma presenta
ergastoplasma, aparato de
Golgi y puede presentar
lisosomas.
Figura 1 Figura 2 Son capaces de sintetizar y de
reabsorber, en forma limitada,
a componentes de la matriz
ósea ("osteolisis osteocítica"),
procesos que tienen
importancia en la regulación de
la calcemia. Cada osteocito,
bañado por una delgada capa
de líquido tisular, ocupa su
laguna (Fig 1) y proyecta sus
Figura 3 Figura 4 prolongaciones citoplasmáticas
por los canalículos (Fig. 2), dentro de los cuales, toma contacto con prolongaciones de
osteocitos vecinos mediante uniones de comunicación (Fig. 3), o con células de
revestimiento óseo bañadas por el líquido tisular del tejido conjuntivo que rodea a los
capilares sanguíneos (Fig. 4).
Figura 3
Osteoclastos
Son celulas móviles, gigantes y
multinucleadas y se localizan
adosadas a la superficie de
tejido óseo que debe ser
removido (Fig.1).
La membrana de los lisosomas primarios se fusiona con la membrana celular que reviste
a los repliegues del borde festoneado, liberando las enzimas lisosomales hacia el exterior
y produciendo una acidificación del microambiente que baña al tejido óseo a reabsorber.
El borde festoneado contiene además gran cantidad de vesículas endocíticas y lisosomas
secundarios, indicando que ocurre además un proceso de fagocitosis del material
parcialmente solubilizado por el ambiente ácido y la acción lítica de la enzima
lisosomales.
Según observaciones microscópicas se pueden apreciar dos tipos de hueso: hueso primario o hueso
inmaduro o entretejido, y hueso secundario, maduro o laminar.
Hueso primario
Es una forma inmadura de hueso por ser el primer hueso en formarse durante el desarrollo fetal y durante
la reparación ósea. No presenta aspecto laminillado, es llamado hueso entretejido o fasciculado por la
disposición de las fibras colágenas; contiene mayor cantidad de células que se distribuyen al azar, mayor
cantidad de sustancia fundamental; no se mineraliza completamente, pero se forma rápidamente. Cuenta
con abundantes osteocitos y cantidades irregulares de colágeno que se sustituyen más adelante como hueso
secundario, excepto en algunas regiones como a las suturas de los huesos de la bóveda craneal, los sitios de
inserción de los tendones y los alveolos dentales. Tiene poco contenido de mineral.
Hueso secundario
Es el hueso maduro compuesto por laminillas paralelas o concéntricas ubicadas alrededor del conduto central
o conducto de Harvers, llamadas osteonas o sistemas de Havers, que contiene vasos y nervios. Los osteocitos
de las lagunas están dispersos en intervalos regulares entre las laminillas, y en ocasiones en el interior de
éstas.
También se encentran los conductos de Volkmann, son conductos en el hueso laminillar por donde pasan
vasos y nervios provenientes del periostio y endostio, luego ingresan al conducto de Havers en el cual se
conectan. En el hueso esponjoso maduro, el tejido forma espículas o trabéculas donde se observan grandes
espacios medulares intercomunicados y la matriz es laminillar.
Los agujeros nutricios, sirven para el paso de vasos sanguíneos hacia la medula ósea y se encuentran en la
diáfisis y epífisis de los huesos largos. Las arterias metafisiarias suplementan su irrigación.
Las arterias nutricias aparecen durante la embriogénesis en el brote perióstico, quedando en la metafisis del
hueso durante el crecimiento. La sangre proviene de la cavidad medular, que sale por las venas periósticas.
Los canalículos que albergan a las extensiones osteocíticas conectan a las lagunas vecinas entre sí, formando
una red de conductos intercomunicantes que facilitan el flujo de nutrientes, hormonas y productos de
desecho hacia los osteocitos y desde ellos.
Como la matriz del hueso secundario es más calcificada, es más resistente que el hueso primario.
Las células progenitoras proveen constantemente de osteoclastos para el crecimiento de las espículas óseas,
por depósito de matriz en capas sucesivas formando hueso inmaduro; este presenta espacios interconectados
con tejido conectivo y vasos sanguíneos. Este proceso da como resultado el hueso intramembranoso.
Las células del pericondrio en la región media del molde dejan de producir condroblastos y en su lugar se
producen los osteoclastos, este sitio es llamado entonces periostio. Con estos cambios, se genera una capa
delgada de tejido óseo -hueso perióstico o subperiostico. En los huesos largos se da a nivel de la diáfisis,
llamándose collarete óseo.
Las células hipertróficas sintetizan fosfatasa alcalina calcificando la zona circundante; evitan la difusión de
sustancias, esto produce muerte de los condrocitos; por tanto, la matriz se degrada y las lagunas confluyen,
entonces los vasos sanguíneos proliferan en el collarete para vascularizar la cavidad. Las células periósticas
primitivas migran a los bordes vasculares para convertirse en células osteoprogenitoras las cuales se adosan a
las espículas cartilaginosas quedando la degradación del cartílago calcificado, luego se convierten en
osteoblastos. La combinación de cartílago y matriz ósea forma una espícula mixta.
El crecimiento del hueso endocondral se inicia en el segundo trimestre de la vida fetal y va hasta la adultez,
en él hay presencia de cartílago epifisiario.
· Zona de hipertrofia: está compuesta por condrocitos de gran tamaño que acumulan
glucógeno. La matriz se comprime entre las columnas cartilaginosas hipertrofiadas.
· Zona de calcificación del cartílago: en esta las células hipertróficas se degeneran y la matriz
se calcifica.
· Zona de osificación: es la más cercana a la diáfisis, el cartílago está en contacto con el tejido
conjuntivo de la cavidad medular, los vasos sanguíneos y el tejido conjuntivo invaden la región
ocupada por los condrocitos.
A medida que hay calcificación, el cartílago se reabsorbe y queda hueso esponjoso primario, este se reorganiza
por medio del osteoblasto.
El centro de osificación secundaria aparece después del nacimiento en la epífisis proximal, los condrocitos
se hipertrofian y se degeneran, la matriz se calcifica, hay invasión de los vasos sanguíneos y células osteogenas
del pericondrio, se crea una nueva cavidad medular, posteriormente aparece el centro secundario del extremo
distal.
El hueso presenta remodelado externo e interno, la zona de proliferación del disco epifisiario genera el molde
cartilaginoso, la cantidad del cartílago nuevo es igual al reabsorbido y reemplazado por hueso esponjoso.
- El alargamiento óseo se da por la síntesis de nueva matriz cartilaginosa en el disco epifisiario que aleja
la epífisis de la diáfisis; luego ocurre hipertrófia, calcificación reabsorción y osificación.
- El aumento del diámetro se da por crecimiento aposicional entre las laminillas corticales y el perióstio,
la cavidad medular presenta reabsorción en la superficie endóstica.
- El remodelado consiste en la resorción de algunos sitios del hueso y la formación ósea de otros, cuando
este evento finaliza cesa el crecimiento, desaparece el disco epifisiario; en el sitio donde este se
encontraba permanece la línea epifisiaria compuesta de tejido óseo.
El hueso compacto se puede formar a partir de hueso esponjoso fetal por depósito de tejido óseo sobre las
trabéculas. La formación de la osteona en el hueso compacto comprende la creación de un túnel por el
osteoclasto, que posteriormente es ocupado por vasos sanguíneos y tejido conjuntivo circundante, comenzando
así la formación de nuevo tejido óseo en su pared. Los osteoblastos perforan un conducto de unos 200
micrómetros de diámetro. Las osteonas jóvenes sufren una mineralización secundaria progresiva.
.-Mineralización ósea
La matriz de tejidos como el hueso, cartílago, dentina y cemento, presenta fibrillas colágenas y sustancia
fundamental; la mineralización se produce dentro y fuera de esas fibrillas. En la mineralización la
concentración de iones Ca2 y PO4 debe superar el umbral normal. Se produce la siguiente secuencia:
Sistema OPG/RANKL/RANK
Osteoprotegerina OPG:
Son los neutrófilos seguidos de los macrófagos, las cuales están encargadas de limpiar el
sitio de la lesión.
TUMEFACIÓN
HEMATOMA
Se forma entre los cabos o extremos óseos, un coágulo o hematoma con fibrina y tejido
necrótico con los cuales se inicia una desintegración, dando origen a una acidez local por
2 semanas y así estimula la vasodilatación y luego se da la alcalosis. La vasodilatación
produce hiperemia local que condiciona una organización del coágulo en el interior
como una masa blanda y descalcificación de los cabos óseos con un aumento local de
fosfatasas y riqueza elevada de calcio y fósforo, proliferan los capilares y los
fibroblastos e invaden el tejido dañado.
GRANULACIÓN
El primer callo óseo que se forma se llama callo óseo temporal, el cual sufre una
transformación de remodelación para constituir el callo óseo definitivo con orientación
de sus trabéculas en un sentido funcional según las líneas de fuerza y tracción.
CONSOLIDACIÓN
Osteoporosis
Raquitismo
Hiperparatiroidismo primario Hablar de cada una.
Enfermedad de Paget
Osteogénesis imperfecta
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
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