Desarrollo Infantil

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Desarrollo infantil

El desarrollo del niño consiste en una sucesión de etapas o fases en las que se dan una serie de
cambios físicos y psicológicos, que van a implicar el crecimiento del niño. En este artículo
encontrarás las bases del desarrollo infantil y los abordajes más importantes, desde los cuales se lo
intenta explicar.

El desarrollo infantil va a tener una serie de pautas que podrían denominarse generales, para una
cultura y momento sociohistórico dado. Según la sociedad en la cual se sitúa un niño y su familia,
habrá cierto desarrollo esperado para un niño de determinada edad.

Etapas del niño

Existen diferentes etapas de desarrollo del niño, pero no se puede hablar de uniformidad ni
evolución lineal en el desarrollo infantil, ya que cada etapa infantil plantea crisis, puntos de
inflexión que van pautando el desarrollo y el crecimiento. Además, no el desarrollo de los niños no
es unidireccional ya que puede haber retrocesos o regresiones.

Desarrollo cognitivo infantil

Existen varias teorías que intentan explicar el desarrollo infantil, pero básicamente se puede
hablar de una teoría que aborda el desarrollo afectivo como puede ser el psicoanálisis y otra teoría
que aborda el desarrollo y crecimiento infantil desde una perspectiva cognitiva.

Una de las más conocidas son las etapas del desarrollo segun Piaget, las cuales quedaron
graficadas en las obras de Piaget. Por supuesto que el aspecto biológico es básico y muy
importante dentro del cual juega mucho el componente genético.
En una se establecen criterios afectivos o emocionales y en la otra se establecen criterios
cognitivos. Un ejemplo claro que puede ayudarte a entender lo que sería una etapa del desarrollo
infantil desde el punto de vista afectivo y por otro desde lo cognitivo es el complejo de Edipo, que
se da en general desde los 3 a los 5 años aproximadamente. Otro ejemplo claro sería la latencia,
una etapa que va desde los 8-9 a los 11 años.

Las fases del desarrollo cognitivo aluden por ejemplo a mayores niveles de desarrollo progresivo
de la inteligencia; por ejemplo, mayores niveles de abstracción y de desarrollo lógico matemático.
Es de destacar que ambos tipos de desarrollo en el niño son partes indisociables de un mismo
proceso, que repercuten entre sí y que se separan solamente para fines descriptivos.

Desarrollo afectivo y socioemocional

El desarrollo afectivo, es un proceso de evolución de cualidades con las que nace toda persona.
Pero, es necesario que este desarrollo se produzca de forma positiva, ya que al vivir en sociedad,
un niño necesita desde pequeño aprender a relacionarse con los demás.

El desarrollo afectivo y socioemocional del niño se inicia desde que nace y culmina en la edad
adulta, de la misma forma que el desarrollo físico o cognitivo.

Desarrollo físico del niño

En el aspecto biológico también puedes encontrar etapas del desarrollo normal del niño. Es básico
y muy importante dentro del cual juega mucho el componente genético. No existe un patrón
absoluto de crecimiento y desarrollo físico del niño, ya que es fácil apreciar en un grupo grandes
diferencias entre niños de igual edad.
Lo que sí debes de tener en cuenta es la velocidad de crecimiento, que esta sea continua y gradual
en casi todas las partes del cuerpo. La coordinación y el control muscular aumenta a medida que
se van perfeccionando las habilidades motoras y finas. Una característica común en las diferentes
etapas del niño, es que el crecimiento de los músculos grandes, antes que los finos los hacen ser
torpes.

Un aspecto muy notorio es que tanto el peso como la talla, entre los 6 y 12 años marcan un
diferencia entre niños y niñas. En general, los varones tienden a aumentar de peso hasta los 12
años, pero en relación a la altura, es similar en varones y niñas.

OBJETIVOS

Conocer , explorar y aplicar todas las actividades propuestas , para la contribucionn del
buen desarrollo del niño en todas sus dimensiones a desarrollar

Favorecer un cambio de actitud de los padres y miembros de la comunidad en cuanto al manejo


del ambiente, para que conviertan éste en un lugar sano, alegre y adecuado para el óptimo
desarrollo del niño.

Canalizar el deseo innato de aprender de cada infante para desarrollar su potencial creativo.

Despertar la sensibilidad artística desde temprana edad a través de experiencias sensoriales


enriquecedoras.

Darle la oportunidad al niño de manipular diferentes materiales para favorecer el desarrollo


satisfactorio de las destrezas que posee, aumentando su seguridad y confianza.

Aprovechar el tiempo padre-hijo, enriqueciendo la relación interpersonal y el goce de estar juntos.


A la vez, mientras se relacionan padres y niños, se obtiene una meta educativa mediante las
actividades.
La neurología (del griego clásico νεῦρον, «nervio» y del sufijo -λογία, «estudio
de») es la especialidad médica que trata los trastornos del sistema nervioso.1
Específicamente se ocupa de la prevención, diagnóstico, tratamiento y
rehabilitación de todas las enfermedades que involucran al sistema nervioso
central, sistema nervioso periférico y el sistema nervioso autónomo. Existen gran
número de enfermedades neurológicas, las cuales pueden afectar el sistema
nervioso central (cerebro y espina dorsal), el sistema nervioso periférico, o el
sistema nervioso autónomo.

Exploración neurológica

Durante un examen neurológico, el neurólogo revisa la historia médica del


paciente, con especial atención a sus condiciones recientes. Después le realiza un
test neurológico. Normalmente, este test mide el estado mental, funciones de los
nervios craneales (incluyendo la visión), fuerza, coordinación, reflejos y
sensaciones. Esta información ayuda al neurólogo a determinar si el problema se
halla en el sistema nervioso y su localización clínica. La localización de la
patología es la clave del proceso por el cual los neurólogos desarrollan sus
diferentes diagnósticos. Pueden ser necesarios estudios posteriores para
confirmar el diagnóstico, y finalmente una guía y terapia apropiada.

La exploración neurológica se inicia con la exploración del paciente en tanto se


practica el interrogatorio. La manera en que el paciente cuenta su enfermedad
puede manifestar confusión o incoherencia del pensamiento, trastornos de la
memoria o del juicio e incluso dificultades para comprender o expresar ideas.El
resto de la exploración neurológica debe efectuarse como la última parte de la
exploración física general a partir de, como ya se mencionó, la exploración de
nervios craneales, cuello y tronco hasta terminar con las pruebas de las funciones
motora, refleja y sensitiva de las extremidades superiores e inferiores.
Dicha exploración debe modificarse según el estado del paciente. Desde luego
muchas partes de la exploración no pueden efectuarse en el paciente comatoso;
niños pequeños y lactantes o pacientes con padecimientos psiquiátricos necesitan
explorarse de maneras especiales.

Pruebas de los nervios craneales: La función de los nervios craneales debe


investigarse de manera más compleja en los pacientes que presentan síntomas
neurológicos que en aquellos que no los experimentan. Si se sospecha una lesión
de la fosa anterior debe someterse a prueba el sentido del olfato a través de cada
fosa nasal, determinando si el paciente puede distinguir los olores.Los campos
visuales se trazan mediante pruebas de confrontación, en algunos casos por
investigación de cada ojo por separado buscando cualquier anomalía. La
sensibilidad de la cara se somete a prueba con un alfiler y un poco de algodón,
debe determinarse la presencia o ausencia de reflejos corneales. Se observan los
movimientos faciales cuando el paciente habla y sonríe ya que la debilidad ligera
puede ser más evidente en estas circunstancias. Es necesario inspeccionar las
cuerdas vocales con instrumentos especiales en caso de sospecha de
padecimiento del bulbo raquídeo o del nervio vago sobre todo cuando se presenta
ronquera.

Pruebas de la función motora: Se deben tomar en cuenta las observaciones de la


rapidez y fuerza de los movimientos, tamaño, tono y coordinación muscular. 

Posiciones prona y supina.

Es esencial que el paciente exponga por completo las extremidades para


inspeccionarlas por atrofia y fasciculaciones así como para observarlas mientras
conserva los brazos estirados en las posiciones prona y supina; que el individuo
efectué tareas sencillas como alternar el contacto con su nariz y con el dedo del
examinador; hacer que realice movimientos alternos rápidos particularmente los
que involucran cambios de dirección, aceleración y desaceleración súbita; que el
pulgar toque rápidamente la punta de cada uno de los dedos y efectué
movimientos de supinación y pronación del antebrazo; además que complete
tareas sencillas como abotonarse la ropa, abrir un broche o manipular
herramientas comunes.

Pruebas de la función refleja: Las pruebas de los reflejos bicipital, tricipital,


supinador, rotuliano, aquíleo, cutáneo abdominal y plantar permiten obtener una
idea de lo adecuada que es la actividad refleja de la medula espinal. Los reflejos
tendinosos requieren que los músculos afectados estén relajados; los reflejos
hipoactivos o que apenas pueden descartarse suelen facilitarse mediante
contracción voluntaria de otros músculos. La presencia de reflejos cutáneos
superficiales de los músculos abdominales, cremasterianos y de otros tipos suele
constituir una prueba básica de gran utilidad para identificar lesiones
corticospinales.

Pruebas de la función sensitiva: Esta es la parte más complicada de la exploración


neurológica, se reserva para la parte final de la exploración y no debe prolongarse
durante más de unos pocos minutos si se requiere que los datos sean confiables.
Por lo general se buscan diferencias entre ambos lados del cuerpo, el nivel por
debajo del cual se pierde la sensación o la existencia de una zona de anestesia
relativa o absoluta. Se explica al paciente con brevedad cada prueba; hablar
demasiado sobre estas pruebas con un paciente introspectivo meticuloso puede
animarlo para que notifique variaciones menores independientemente de la
intensidad del estímulo. No es necesario explorar todas las regiones superficiales
de la piel, la investigación rápida de cara, cuello, manos, tronco y pies con un
alfiler requiere sólo unos cuantos segundos. Las regiones con déficit sensitivo
pueden someterse a otras pruebas. El descubrimiento de alguna zona con
hiperestesia dirige la atención a un trastorno de sensibilidad superficial.

Exploración de la estación y la marcha: Ninguna exploración está completa sino se


observa al paciente en posición erguida. Quizá la anomalía neurológica más
destacada o la única sea la anormalidad de la bipedestación y la marcha, como
sucede en algunos trastornos cerebelosos o del lóbulo frontal. Además una
alteración de la postura y los movimientos de adaptación automáticos puros al
caminar proporciona la pista diagnostica más definitiva en la etapa inicial de la
enfermedad de Parkinson y de la parálisis supranuclear progresiva.

El paciente médico o quirúrgico sin síntomas neurológicos: Para las extremidades


superiores suele ser suficiente la observación de los brazos desnudos y estirados
en busca de atrofia, debilidad (impulso pronador), temblor o movimientos
anormales; la verificación de la fuerza, empuñadura y dorsiflexión a nivel de la
muñeca; inquirir acerca de los trastornos sensitivos y desencadenar los reflejos
supinador, bicipital y tricipital. El desencadenamiento de los reflejos rotuliano,
aquíleo y plantar; las pruebas de vibración y sentido de posición en los dedos de
las manos y pies, y la valoración de la coordinación haciendo que el paciente
toque de forma alternada su nariz y un dedo del examinador, así como que deslice
el talón hacia arriba y abajo por el frente de la pierna opuesta.

El paciente comatoso: La exploración cuidadosa del paciente en estupor o


comatoso ofrece información considerable en cuanto a la función del sistema
nervioso. Se deben reconocer las posturas predominantes de las extremidades y
el cuerpo; la presencia o ausencia de movimientos espontáneos en un lado; la
posición de la cabeza y los ojos, la velocidad, profundidad y ritmo de la
respiración. Se valora la reacción que tiene el paciente al oír su nombre, órdenes
sencillas o a estímulos nocivos. Por lo regular es posible determinar si el coma
está relacionado con irritación meníngea o enfermedad cerebral focal o del tallo
cerebral. En las etapas menos profundas del coma la irritación meníngea produce
una resistencia a la flexión pasiva del cuello pero no a la extensión, rotación o
inclinación de la cabeza.

Diagnóstico de laboratorio. La descripción del método clínico y su aplicación


evidencia que la exploración clínica rigurosa debe preceder siempre al empleo de
los auxiliares de laboratorio, sin embargo en neurología la finalidad de estos es la
prevención. Por tanto en la neurología preventiva la metodología de laboratorio
puede adquirir prioridad sobre la metodología clínica. La información genética
permite al neurólogo identificar a los pacientes en peligro de desarrollar ciertas
enfermedades para iniciar de inmediato la búsqueda de marcadores biológicos
antes que los síntomas o signos aparezcan. Las pruebas de investigación
bioquímica son aplicables para toda una población y permiten identificar en
individuos que aún no muestran síntomas, y en algunas de estas enfermedades es
posible aplicar un tratamiento antes que se sufra una lesión en el sistema
nervioso.

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