Tema Conversión
Tema Conversión
Tema Conversión
Texto: 2 Corintios 13: 5; Poneos a prueba para ver si estáis en la fe; examinaos a
vosotros mismos. ¿O no os reconocéis a vosotros mismos de que Jesucristo está en
vosotros, a menos de que en verdad no paséis la prueba?
Introducción:
¿Qué es la verdadera conversión? ¿Será simplemente “profesar a Cristo como Señor
y Salvador”? ¿Cómo y cuándo es uno convertido? ¿Es repentino-inmediato? ¿O es un
proceso gradual, que dura toda una vida?
Muchos luchan con problemas, debilidades y pecados. ¿Espera Dios que haya
superación - crecimiento? ¿Qué significa esto? ¿Cómo se logra? ¿Qué papel juega el
Espíritu Santo? ¿Qué acerca de la fe y el arrepentimiento? Muchos asumen que deben ser
perfectos. Otros juzgan el camino de Dios de acuerdo a la conducta de los cristianos.
¿Puede alguien pecar y permanecer siendo un Cristiano? ¿Y qué del perdón? Millones
buscan respuestas para estas preguntas. ¡He aquí el tema de la conversión cristiana
finalmente aclarado!
Puesto que el diablo, el autor de la confusión veamos lo que dice el apóstol Pablo 1
Corintios. 14:33; 33 porque Dios no es Dios de confusión, sino de paz, como en todas las
iglesias de los santos. Este engaña al mundo entero Apocalipsis. 12:9; 9 Y fue arrojado el
gran dragón, la serpiente antigua que se llama el diablo y Satanás, el cual engaña al
mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él. Él también
busca confundir a los cristianos profesos acerca de este muy importante tema.
i. Démosles un breve vistazo a los tres enemigos que tenemos como
cristianos
Efesios 6 describe seis piezas de la armadura que un Cristiano usa en la guerra.
Estudie cuidadosamente los versículos 12-17; 10 Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en
el poder de su fuerza. 11 Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar
firmes contra las insidias del diablo. 12 Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne,
sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas,
contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales. 13 Por tanto, tomad
toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho
todo, estar firmes. 14 Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, revestidos
con la coraza de la justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz;
16 en todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar todos los dardos
encendidos del maligno. 17 Tomad también el yelmo de la salvación, y la espada del
Espíritu que es la palabra de Dios.
Estos contienen una gran advertencia para aquellos que se olvidan que están
luchando contra los “espíritus de maldad en regiones celestes”.
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Primero, el diablo y sus ángeles caídos quieren derrotar y destruir a cada hijo
potencial de Dios. Si usted está engendrado por Dios, usted es un hijo de Dios, con enorme
potencial para gobernar. El diablo odia que usted pueda recibir lo que a él nunca le han
ofrecido, ser miembro de la familia de Dios.
1 Pedro. 5:8; Él anda alrededor, como un león “buscando a quién devorar” ¡Pero
no puede derrotar a los que son “vigilantes” ni a aquellos que lo “resisten” (vs. 9)! Un
cristiano debe estar alerta continuamente y resistir al diablo (el enemigo ha de atacar con
pensamientos, quiere que usted tome como suyos)
Segundo, 1Juan 5:19 declara: “el mundo entero está bajo el maligno”. Esta es
una crítica muy fuerte para la humanidad. ¡Pero allí está en su Biblia! El cristiano
también debe resistir las influencias de este mundo, con todo su resplandor, su emoción, sus
atracciones y tentaciones. Este no es el mundo de Dios. El “dios de este mundo” lo ha
modelado. El Dios verdadero no es el autor de la confusión, la ignorancia y la miseria que
empapan a todas las muchas culturas y sociedades del mundo de Satanás.
Hay muchas tentaciones, trampas y riesgos en las cuales el verdadero cristiano
puede caer fácilmente si no está cerca de Dios y no vive por cada palabra de la Biblia (Mat.
4:4; Lucas 4:4). Pablo les instruyó a los ancianos de Efesos que la “Palabra de Dios…tiene
poder para sobreedificaros y daros herencia [salvación - vida eterna]” (Hechos 20:32).
¡Estúdiela diariamente!
Tercero, estudiar la palabra de Dios le ayudará a vencer las influencias de su
carne. Veamos lo que el apóstol Pablo dijo: “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero
el ocuparse del Espíritu es vida y paz…y los que viven según la carne no pueden agradar a
Dios” Romanos 8:6, 8. Un cristiano aún está hecho de carne, pero ya no anda más “en la
carne”, porque tiene el Espíritu de Dios guiándole.
ii. ¿Cuándo nos reconocieron como cristianos?
El punto de partida es el siguiente. Sabemos por los Hechos de los Apóstoles que el
término “cristiano” apareció por primera vez en «Antioquía de Siria» en torno al año 42.
Hechos 11:26: “y en cuanto [Bernabé] lo encontró [a Saulo], lo llevó a Antioquía.
Estuvieron juntos durante un año entero en la Iglesia y adoctrinaron a una gran
muchedumbre. En Antioquía fue donde, por primera vez, los discípulos recibieron el
nombre de «cristianos» (Χριστιανούς)”.
También es razonable pensar que a partir de su origen en Antioquía en los años 40,
el término “cristiano” se fue difundiendo lentamente, tanto en el sentido geográfico como
en los sentidos lingüístico y sociológico, hasta llegar a ser utilizado en todo el Imperio
Romano, tanto (de igual modo) en griego como en latín, no sólo por los paganos sino
también por judíos y por los mismos cristianos.
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Pues bien, un hecho capital es que en todo el NT el término “cristiano” (en el texto
original griego) aparece sólo tres veces. Además de Hechos 11,26, se trata de los siguientes
versículos:
Hechos 26:28: “Agripa contestó a Pablo: «Por poco, con tus argumentos, haces de
mí un cristiano» (Χριστιανὸν)”. Aquí quien usa el término “cristiano” es Herodes Agripa II,
Rey de Judea. El discurso de Pablo ante Agripa debe de haber sucedido en torno al año 60.
1 Pedro 4:16: “pero si es por cristiano (Χριστιανός), que no se avergüence, que
glorifique a Dios por llevar este nombre.” Si la hipótesis del origen pagano del término
“cristiano” es correcta, este texto de San Pedro puede atestiguar una transición: un término
que al principio era utilizado sólo por no cristianos para referirse a los cristianos, quizás con
un sentido «despectivo o acusatorio», luego es adoptado por los propios cristianos.
Juan 15: 5 Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que
permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de
mí, no pueden hacer nada. NTV.
Colosenses 1: 1-29. “El Evangelio trae fruto en el creyente”
En el día de hoy nos estableceremos en la carta del Apóstol Juan que nos da una
muestra de las características de unas personas convertidas. El cual quiero animarle que me
siga muy de cerca en su Biblia y su libreta de anotaciones. Por favor acompáñeme a la
primera carta del Apóstol Juan.
¡Si no hay cambio, no hay conversión!
1. El verdadero Cristiano ama a luz 1 Juan 1: 5-7. 5 Este es el mensaje que oímos de
Jesús y que ahora les declaramos a ustedes: Dios es luz y en él no hay nada de
oscuridad.6Por lo tanto, mentimos si afirmamos que tenemos comunión con Dios pero
seguimos viviendo en oscuridad espiritual; no estamos practicando la verdad. 7 Si
vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces tenemos comunión unos con
otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado.
El texto nos muestra que debemos caminar en luz, porque Dios es luz, el apóstol
basa su mensaje en la naturaleza de Dios; al decir “Dios es luz y en él no hay nada de
oscuridad”
La luz es considerada un símbolo natural y universal de la deidad asociado con el
conocimiento, certeza y santidad. Se aplica también a Jesús, encarnación de la luz divina
para revelarla a los hombres1
La Luz de Dios resplandece en las tinieblas y en la manera como Dios se revela a sí
mismo y muestra a los seres humanos como deben de vivir. Esto nos enseña que los
discípulos debemos de ser luz y caminar en luz, en razón es la naturaleza misma de Dios,
debido que él es la esencia de: Santidad, la Justicia y la verdad.
1
C. Padilla R, Acosta M, Velloso R. Comentario Bíblico Contemporáneo, P. 1653.
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El apóstol agrega que aquellos que pretenden tener comunión con Dios, pero viven
en la oscuridad, no viven de acuerdo con la verdad de Dios, puesto que sus actitudes, sus
actos y sus palabras no están bajo el control de la fe, esa fe en Dios. Agregando, que los que
viven en pecado no tiene la luz de Dios, ya que nos son guiados por el camino de la
revelación de la luz, sino por el camino del pecado.
¡La única manera de tener comunión con Dios es caminando en luz!
3. Guarda los mandamientos de Dios. 1 Juan 2:3-4. 3 Podemos estar seguros de que
conocemos a Dios si obedecemos sus mandamientos.4 Si alguien afirma: «Yo conozco a
Dios», pero no obedece los mandamientos de Dios, es un mentiroso y no vive en la
verdad;
El texto viene conectado con lo que está en el relato anterior y si es que decimos que
conocemos a Dios esto es probado por nuestra obediencia. Es que vivir de conformidad con
los mandamientos de Dios es vivir una relación de amor. Si pretendemos ser pertenencia de
Dios, entonces debemos de vivir como el vivió. 1 Juan 2: 6; 6 Los que dicen que viven en
Dios deben vivir como Jesús vivió. Y Juan 15: 1-8;
4. Retienen la enseña, e imitar a Cristo 1 Juan 2: 6. 6 Los que dicen que viven en Dios
deben vivir como Jesús vivió
Este verbo describe, por lo general, el hecho de que el cristiano mora en Dios (1 Juan
3:24; 4:12-13, 15-16). Los moralistas por lo recular instaban que se imitara a Dios. Juan
alude aquel ejemplo de amor de Jesús, la cual lo llevo a la muerte. Cf. Juan 13: 34-35.
i. Mateo 10: 25; 25Los alumnos deben parecerse a su maestro, y los esclavos
deben parecerse a su amo. Si a mí, el amo de la casa, me han llamado príncipe
de los demonios, a los miembros de mi casa los llamarán con nombres todavía
peores.
ii. 1 Corintios 11:1; 11 Sed imitadores de mí, como también yo lo soy de Cristo.
iii. Efesios 5: 1. 5; Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados;
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5. Es importante la comunión con los hermanos. 1 Juan 2: 9-11; 9 El que dice que está en
la luz, y aborrece a su hermano, está aún en tinieblas. 10 El que ama a su hermano,
permanece en la luz y no hay causa de tropiezo en él. 11 Pero el que aborrece a su
hermano, está en tinieblas y anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las
tinieblas han segado sus ojos.
Los que dicen que están en luz, deben de vivir de conformidad con los mandamientos
del Señor. Segundo, notamos que Juan se enfoca en el mandato del amor; ya que el amor es
una cualidad de la comunidad cristiana que evidencia el conocimiento de Dios.
Juan en estos versos nos habla de la importancia de la moral; es que algunos, habían
roto la relación con los verdaderos convertidos dejando ver que: « en vez de amarlos, los
odiaban». Es que en el judaísmos nos muestra por medio de Levítico 19: 17; “No aborrecerás a tu
hermano en tu corazón;”.
Podríamos apelar que esto se da en un contexto Judío y podría aceptarse o no aceptarse,
pero hace referencia a los hermanos en la fe. Además, quien no ama a su prójimo “no puede
pretender que conoce a Dios”. Sino que anda en oscuridad y luego tropieza
El énfasis en estos textos es: el amor de Dios, el conocimiento de Dios y amor al
prójimo nos demuestran que el amor y la justicia están conectado.
a. 1 Juan 3: 14-18; 14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida
porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte. 15 Todo el
que aborrece a su hermano es homicida, y vosotros sabéis que ningún homicida
tiene vida eterna permanente en él. 16 En esto conocemos el amor: en que Él
puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por
los hermanos. 17 Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en
necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en
él? 18 Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
Un texto paralelo a este es que encontramos en el Evangelio de Juan 5: 24; 24 En
verdad, en verdad os digo: el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna
y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.
El apóstol afirma que viviendo el amor en obras a favor de nuestro prójimo
mostramos verdaderamente lo que somos. De igual manera complacemos a Dios, ya que no
somos perfectos, con falencia y necesidades, Él ve con agrado nuestro amor al prójimo con
hechos concretos. «Esta es una de las características de una genuina conversión»
Todo esto está descansando en lo dicho en Mateo 22: 37- 40; 37 Y Él le dijo:
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38
Este es el grande y el primer mandamiento. 39 Y el segundo es semejante a este: Amarás a
tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los
profetas.
Lo que estamos haciendo con los enfermos o los necesitados
nuestra comunidad
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b. Mateo 25: 34-40. 34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: «Venid, benditos
de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del
mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de
beber; fui forastero, y me recibisteis; 36 estaba desnudo, y me vestisteis;
enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí». 37 Entonces los justos le
responderán, diciendo: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de
comer, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos como forastero, y
te recibimos, o desnudo, y te vestimos? 39 ¿Y cuándo te vimos enfermo, o en la
cárcel, y vinimos a ti?». 40 Respondiendo el Rey, les dirá: «En verdad os digo
que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más
pequeños, a mí lo hicisteis».
Por otro parte la expresión usada por Juan «amar» indica una relación que vincula y
produce comunión. Es evidente que una persona de «Genuina Conversión» no puede tener
un estilo de vida que lo identifique con el mundo, debido que demostraría su falta de lealtad
a su Salvador y Señor.
Descripción del estilo de vida típica del mundo: Los malos deseos la carne o cuerpo, La
codicia de los ojos. Estos dos hacen que las personas desobedezcan a Dios, los conducen al
pecado. Añade la arrogancia de la vida. Esta implica la soberbia, haciendo que la persona
sea creída. Santiago 4: 16; 16 Pero ahora os jactáis en vuestra arrogancia; toda jactancia
semejante es mala.
Mateo 6: 24: Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y
amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a
Dios y a las riquezas.
Lucas 16: 13; Ningún siervo puede servir a dos señores, porque o aborrecerá
a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis
servir a Dios y a las riquezas.
1 Corintios 7: 31; y los que aprovechan el mundo, como si no lo aprovecharan
plenamente; porque la apariencia de este mundo es pasajera.
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7. El verdadero cristiano persevera en la enseñanza y aprovecha la fe que ha recibido;
Juan 2: 19, 24; 19 Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo
levantaré. v. 24; 24 Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos.
Los discípulos de Jesús, entienden lo expresado por él como un vivo celo por el templo
de Dios (naos) cf. 2: 17; Salmo 69: 9. Solo después de la resurrección del Señor ellos
podían entender lo que él maestro les había dicho.
Jesús no se fiaba de los que creían “por las señales que él hizo en esos días”, esta
desconfianza hacia este tipo de personas se debía a que Él tenía conocimiento íntimo y
certero del ser humano.
a. Judas 1: 2
b. Jeremías 31: 34
c. Juan 6: 45
d. Efesios 4: 14.
8. El verdadero cristiano practica la Justicia. 1 Juan 2:29; 29 Si sabéis que él es justo,
sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él.
El ser parte de familia del Dios, se reconoce por la semejanza a Dios. Debido a que el
Padre es Santo y justo, nosotros sus hijos debemos tener la conducta de practicar la justicia
y la santidad; ya que los que realizan, son convertidos genuinos, por ende son hijos de Dios,
que muestran obras de Justicia.
a. 1 Juan 3: 7, 10;
b. 1 Juan 3: 4, 6, 8, 9.
9. El verdadero cristiano se purifica a sí mismo. «Crecer en Santidad y la pureza moral» 1
Juan 3: 3; Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como
él es puro.
El texto en esta parte nos exhorta a vivir como hijo de Dios, en su amor nos engendró y
nos da la confianza para vivir su vida. Ya que el que peca se vuelve contra Cristo y abraza
el mundo de lo contario estarían abrazando una posición «gnóstica». Ellos quieren
aprovechar la gracia del Señor para tener el hábito de pecar.
a. 2 Corintios 7: 1
b. 1 Timoteo 4: 7
c. 1 Pedro 1: 15-16.
10. El verdadero cristiano cree y confiesa que Jesús es el Cristo, Hijos de Dios y Salvador
del mundo. 1 Juan 4: 2, 13; 2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que
confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 13 En esto conocemos que
permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
7
Juan esta dando una directriz directa de como discernir los espíritus, ya que había una
influencia «gnóstica». Describiendo unos criterios tales como los siguientes:
a. 1 Juan 2: 22-23.
11. El verdadero cristiano cree el testimonio; 1 Juan 5: 10-12; 10 El que cree en el Hijo
de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso,
porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. 11 Y este es el
testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. 12 El que tiene
al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
Este texto se encuentra en el contexto donde nos dice el autor que la fe y el amor son
los que vencen al mundo (gr. Kosmos). Esta parte final de la carta establece otro criterio
para determinar si la persona es convertida genuinamente. Es la conexión existente entre la
fe y el amor. Ya que estos dos aspectos son inseparables de la viada autentica del
convertido genuino. Resumiendo los tres temas centrales de su carta: fe, amor, obediencia.
El testimonio no solo ilumina el corazón del convertido o del que cree, sino que los
fortalece para que a su vez, seamos testigos del amor, de la fe y la obediencia a Cristo
Jesús, predicando el mensaje de salvación a los perdidos, para que sean hijos de Dios.
12. El verdadero cristiano está sujeto a la disciplina Paternal. Hebreo 12: 5-11. y habéis
ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo:
soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el
padre no disciplina? 8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido
participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. 9 Por otra parte, tuvimos a nuestros
padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no
obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10 Y aquéllos,
ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para
lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 11 Es verdad que
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ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después
da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
Esta parte del relato de la carta de los Hebreos nos habla de sufrimiento y disciplina, ya
que es evidente que ninguno de nosotros de plano no gusta la disciplina. Al ejercitarnos en
cualquier habito, meta personales es importante la “disciplina” si es que queremos llegar al
final de la meta trazada.
Esta parte del texto cita a Proverbios 3: 11-12. La corrección puede entenderse como una
forma de disciplina dentro del marco del amor de Dios. Si en verdad somos hijos de Dios
debemos esperar que él nos discipline para que no nos extraviemos de su camino, bien dice
su palabra en Salmo 32: 8-9 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos. 9 No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno, Porque si no, no se acercan a ti.
Los hijos que no reciben disciplina, son inseguros, sin respeto a los mayores, pero en
especial a los mismos padres, que no lo disciplinaron.
Conclusión:
Repaso de todos los puntos o los más relevantes según el Espíritu guie en el momento.