Bosquejo #13

UNA MIRADA DE FE
Juan 3:14-15

“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que

el Hijo del hombre sea levantado, para que todo aquél que en él cree, no se
pierda, más tenga vida eterna”.

Hemos tratado parte de la conversación de Jesús y Nicodemo y

quiero que nos detengamos aquí para observar con detenimiento estos dos
versículos, como también haremos en los versículos 16-21, en el próximo
estudio.

Esta porción, citada por Jesús nos hace entender que el plan de Dios
no ha sido diseñado de manera fortuita o casual, sino que, desde el principio
de la creación, Dios ha establecido sus parámetros, los cuales
evidentemente señalaban hacia la fe en la obra de la cruz como único
medio de salvación.

La serpiente levantada en el desierto por Moisés, no es más que un

tipo de la obra del Hijo del Hombre en la cruz del Calvario, como único
medio de salvación del pecado y la muerte.

En Números 21:4-9 encontramos esta historia, de la cual haremos este

preámbulo:
El pueblo de Israel ya había recibido la ley en Sinaí.
Capítulos 1-9: Vemos los preparativos para salir del Sinaí hacia la tierra
prometida.
Capítulos 10-21: Vemos el inicio del recorrido hacia Canaán:
• Pecado continuo
• Fracaso y desaliento
• Arrepentimiento
• Gracia de Dios manifestada
Capítulos 22-36: Bendición y victoria

Analicemos la ilustración de Jesús bajo el bosquejo que sigue:

I. LA INCONFORMIDAD DEL HOMBRE
II. LA DISCIPLINA DE DIOS
III. LA MANIFESTACION DE LA GRACIA DE DIOS
Iglesia de Convertidos a Cristo 2
Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla Evangelio de Juan

I. LA INCONFORMIDAD DEL HOMBRE

(Nm. 21:4-5)

A. EL DESALIENTO

1. El texto nos dice: “21:4 Después partieron del monte de Hor,

camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se
desanimó el pueblo por el camino”. Vemos aquí que, por
su pecado de incredulidad en el poder de Dios, los
israelitas no pudieron penetrar a la tierra prometida, pues
cuando enviaron a los doce espías (Nm. 13), no confiaron
en que Dios tenía poder para ayudarles a tomar la tierra
que les daba por heredad, además no cesaron de
murmurar contra Dios y sus líderes.

2. Hubo indisciplina y falta de obediencia a la autoridad

durante todo el tiempo en que caminaban hacia la tierra
prometida, como vemos en los pasajes que citamos a
continuación, pudiendo decir con propiedad que Israel
estaba en una actitud de desobediencia y de rebeldía
(11:1; 12:1; 14:2; 16:1-2; 21:5).

3. Aún con todo este comportamiento, Dios le había

concedido la bendición de obtener la victoria sobre los
primeros cananeos, como vemos en (21:1-3), pero ellos
seguían desanimados porque no podían tener lo que
querían. Lo que ellos deseaban era todo aquello de lo
cual Dios los había librado. Dígase "El pecado de Egipto,
los placeres y goces de la vieja vida".

B. EL ENOJO

1. En (21:5) vemos que el pueblo de Israel fue duro de

corazón, no obstante, de haber gustado las misericordias
de Dios. Pero es triste ver que cuando las cosas no salían
como ellos querían, venía el desaliento y luego el enojo
de tal manera que arremetieron contra el siervo de Dios.

2. Los Israelitas se volvieron en contra de Dios una vez más, y

se acercaron a Moisés para desquitarse de su enojo,
diciéndole: “21:5 Y habló el pueblo contra Dios y contra
Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que
Iglesia de Convertidos a Cristo 3
Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla Evangelio de Juan

muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y

nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano”.

3. Su actitud de enojo ante la autoridad, declaraba su

inconformidad con Dios, pese a haber recibido las
bendiciones más grandiosas que se conocen en la
historia de la humanidad. Israel no se había detenido a
analizar las bendiciones recibidas hasta entonces, solo se
lamentaba de no poseer lo que había dejado en Egipto.

C. EL TEMOR

1. Esta gente, al tiempo que se volvieron en contra de Dios,

manifestaron temor al futuro y falta de confianza en
Jehová de los ejércitos; sin evaluar que el mismo Dios, del
cual se quejaban, les había provisto hasta entonces todo
lo necesario para subsistir en un lugar tan inhóspito como
era el desierto por el cual transitaban para ir camino a
poseer la tierra prometida.

2. Por su incredulidad, experimentaron el más triste de los

sentimientos, principalmente cuando se tiene a Jehová
como Dios. Vieron su futuro incierto y hubo confusión en
su mente.
• Temieron por su sustento material.
• Temieron por su futuro.
• Temieron a la muerte física.

3. Este temor vino por su falta de fe en Dios y por alejarse de

Él, sus pecados continuos los llevaban a temer, pues no
tenían comunión íntima con Dios, quien podía darles la
confianza que ellos necesitaban como lo expresa el
Salmo 23.

4. Por el contrario, el temor se apoderó de sus almas porque

no estaban amando a Dios sobre todas las cosas, ya que
si hubieran amado a Dios no hubieran tenido ningún
temor como nos dice 1 Juan 4:16-18: “4:16 Y nosotros
hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para
con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en
amor, permanece en Dios, y Dios en él.
4:17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros,
para que tengamos confianza en el día del juicio; pues
Iglesia de Convertidos a Cristo 4
Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla Evangelio de Juan

como él es, así somos nosotros en este mundo.

4:18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor
echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo.
De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el
amor”. Pero lamentablemente el pueblo decía: “¡Oh,
Dios! ¿Por Qué?” Este es el grito lamentable de toda la
humanidad quienes bajo su incredulidad desechan a
Dios y no confían en sus promesas.

Por esta actitud vemos:

II. LA DISCIPLINA DE DIOS
(Nm. 21:6-7)

A. DIOS NOS DISCIPLINA PORQUE NOS AMA

1. Según vemos en (21:6) “21:6 Y Jehová envió entre el

pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y
murió mucho pueblo de Israel”. Dios decidió enviar entre
el pueblo serpientes ardientes y mortales, que le trajeran
la muerte a todos aquellos que actuaban en
incredulidad, ya que Dios había determinado que para
obtener salvación ellos tenían que confiar en Él por fe.

2. Alguna pudiera decir: ¿Y esto es amor? En Hebreos 12:3-

11 se nos explica todo lo concerniente al objetivo de la
disciplina de Dios, principalmente aplicada a aquellos
que Él considera como hijos suyos. Al hombre que Dios
ama y que lo considera su hijo, es al hombre al que Él
disciplina, porque la disciplina es una muestra de su amor.

3. Es importante saber que Dios primeramente ordena,

luego advierte, más tarde corrige y, por último, disciplina
a todo aquel que es rebelde a sus planes y a su
autoridad. En el libro de Proverbios encontramos un sin
número de pasajes donde Dios muestra que si amamos a
nuestros hijos tenemos que disciplinarles, además de que
la disciplina es el recurso apropiado para lograr
bendiciones que nuestros propios hijos van a agradecer
en el futuro - Proverbios 3:12; 11:21; 9:21; 23:14.
Iglesia de Convertidos a Cristo 5
Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla Evangelio de Juan

B. DIOS NOS DISCIPLINA PARA HACERNOS VOLVER EN SÍ

1. Notemos como dice (21:7). “21:7 Entonces el pueblo vino a

Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra
Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros
estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo”. Cuando los
hombres recibimos la disciplina de Dios y sentimos que
tenemos a un ser superior que está atento a nosotros y
que ve nuestras acciones, entonces es ahí cuando
miramos a aquel que nos ama.

2. Esta era la misma actitud que tenía el pueblo de Israel en

el tiempo de Nicodemo, actitud que le había llevado a la
desobediencia y la oscuridad espiritual, de tal forma que
el Mesías estaba delante de ellos y no tenían la
capacidad espiritual de percibirlo, a excepción de
algunos que como Nicodemo había puesto su esperanza
en Dios.

3. De esta misma manera está el mundo hoy día, tan

entretenido con sus propios problemas y frustraciones,
que no alcanza a percibir que Dios está ahí esperando
por aquellos que han de ejercer fe y habrán de confiar
en la obra de Jesucristo hecha en la Cruz del Calvario
para darnos salvación y liberación del pecado y de la
muerte.

C. DIOS NOS DISCIPLINA CON UN PROPÓSITO

1. En (21:7b) notamos que la disciplina de Dios tiene un

propósito muy especial, el de llevarnos a reconocer
nuestra verdadera condición, a experimentar un
verdadero nuevo nacimiento y a darnos conciencia de
que todo será mejor si le obedecemos. Sepamos que el
propósito principal de Dios con la disciplina, es llevarnos a
santidad.

2. Esto lo vemos claro en el pasaje: “21:7 Entonces el pueblo

vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado
contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de
nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo”.
Reconocieron su pecado y pidieron a Dios perdón por lo
que habían hecho.
Iglesia de Convertidos a Cristo 6
Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla Evangelio de Juan

3. Los israelitas experimentaron un verdadero

arrepentimiento. Cuando se sometieron a Dios y pidieron
perdón, Dios los llevó a través de su conversión a
obedecerle y a vivir en santidad. Nicodemo y todos los
israelitas, así como todos los hombres, tenemos que
saber que, sin santidad, nadie verá al Señor.

Veamos, por último:

III. LA MANIFESTACION DE LA GRACIA DE DIOS
(Nm. 21:8-9)

A. LA PROVISIÓN DE DIOS

1. En (21:8) se nos dice ahora: “21:8 Y Jehová dijo a Moisés:

Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y
cualquiera que fuere mordido y mirare a ella,
vivirá”. Observamos aquí cómo Dios proveyó a Israel una
serpiente de bronce, la cual sería levantada al cielo para
que cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, viviera.
Esta fue la provisión de Dios para Israel cuando estaba en
el desierto, ellos tenían una alternativa en sus manos,
obedecían y vivían o desobedecían y morían.

2. Dios, de igual manera, según nos lo muestra Jesús en el

pasaje de Juan 3:14-15 le dice a Nicodemo hacia donde
tiene que poner su mirada de fe para poder ser salvo:
“3:14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así
es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,
3:15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna”. En pocas palabras Jesús le dice a
Nicodemo: “Así como Dios proveyó la serpiente en el
desierto para que su pueblo fuese librado de la muerte,
ahora ha provisto al Hijo del Hombre el cual sería
levantado en la cruz del Calvario para que cualquiera
que fuere mordido por el pecado y mirase a Él, viviera
eternamente”.

3. Esa provisión de Dios fue perfecta, única y efectiva. No

hay otra provisión de salvación para el hombre que no
sea Jesucristo como nos dice Hechos 4:12 cuando
declara: “4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no
hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en
que podamos ser salvos”. El mundo podrá buscar otro
Iglesia de Convertidos a Cristo 7
Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla Evangelio de Juan

medio de salvación, podrá ofrecer villas y castillos a sus

coterráneos, pero si no miramos hacia la cruz del
Calvario, no seremos salvos.

Por esto Dios requirió:

B. UNA MIRADA DE FE

1. El propósito de Dios no era que el pueblo confiara en una

serpiente de bronce y mucho menos que la idolatraran
porque, de hecho, Dios la destruyó a través de Ezequías
como lo declara 2 Reyes 18:4 cuando nos dice: “18:4 El
quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los
símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce
que había hecho Moisés, porque hasta entonces le
quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó
Nehustán”.

2. Lo que Dios deseaba era que su pueblo confiara en la

provisión que Él les concedía, para que en obediencia
miraran por fe al medio de salvación y no que se pasaran
771 años adorando y quemándole incienso a la serpiente
de bronce. En pocas palabras Dios los estaba llamando a
obedecer por fe y a confiar en el método que Él les había
proporcionado para ser librados de la muerte.

3. De igual manera, Dios no nos llama a idolatrar la Cruz del

Calvario, que fue el medio por el cual Jesús derramó su
sangre por nosotros, sino a confiar por fe en que esta obra
hecha allí por Él, pagando nuestro pecado con su
muerte, es el único medio de salvación por medio del
cual, hallamos perdón y vida eterna.

4. Dios requiere obediencia y sumisión a Él. Por esto, todo

aquel que mira con fe hacia el Cristo que fue levantado
por nuestros pecados, será salvo de la condenación y
del infierno eterno. Esta fue la declaración de Jesús a
Nicodemo: “3:14 Y como Moisés levantó la serpiente en el
desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea
levantado, 3:15 para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna”.
Iglesia de Convertidos a Cristo 8
Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla Evangelio de Juan

Esta mirada de fe:

C. MANIFIESTA SU GRACIA SALVADORA

1. El pueblo de Israel fue salvo cuando obedeció a las

demandas de Dios y luego vino la victoria y la conquista,
además de la posesión de la tierra prometida. Esta
bendición sólo la disfrutaron aquellos que miraron por fe a
la serpiente de bronce. Los demás, murieron y fueron al
infierno eterno.

2. De igual manera, Dios ofrece un cielo nuevo y una tierra

nueva, para todo aquel que vence el pecado y obtiene
la victoria en Cristo, al mirar por fe hacia la cruz del
Calvario. Su gracia salvadora nos acerca a Él, nos da la
convicción de lo que somos y nos lleva a experimentar un
arrepentimiento genuino.

3. Nicodemo y todos nosotros tenemos que reconocer:

Que de igual manera como los israelitas estaban
mordidos por las serpientes ardientes, y tuvieron que
mirar por fe a la serpiente de bronce que hizo Moisés
para ser librados de la muerte por su desobediencia.
Hoy todo hombre mordido por el pecado tiene que
mirar por fe a la cruz del Calvario, el único medio
establecido por Dios para salvación, confiando que allí
encontramos el perdón y la salvación de nuestras almas,
así como la liberación del infierno eterno.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Amados amigos y hermanos en Cristo, hoy es el día de salvación,
estemos prestos a oír la voz de Dios y a confiar plenamente en Él, no solo
para obtener la salvación de nuestra alma, sino para obtener la victoria
sobre el pecado que nos asedia cada día.
Dios les bendiga y nos recuerde estas palabras: “3:14 Y como Moisés
levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre
sea levantado, 3:15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna”.