Efectos Del Entrenamiento PDF
Efectos Del Entrenamiento PDF
Efectos Del Entrenamiento PDF
EFECTOS DEL
ENTRENAMIENTO
ÍNDICE
Introducción……………………………………………………………………………………………..3
Efecto agudo………………………………………………………………………………………….…3
Efecto inmediato………………………………………………………………………………………6
Efecto acumulativo…………………………………………………………………………………10
Efecto retardado…………………………………………………………………………………….14
Efecto residual………………………………………………………………………………………..16
Resumen…………………………………………………………………………………………………20
Bibliografía………………………………………………………………………………………………22
3
INTRODUCCIÓN
Los efectos del entrenamiento representan las respuestas que el deportista manifiesta a las cargas
a las cuales son sometidos en cada sesión. Estas respuestas se producen en el corto, mediano y
largo plazo. Es decir, que se van a ir observando efectos durante y posterior a una sesión, a un
microciclo, a un mesociclo, a un macrociclo y a todo un proceso de entrenamiento.
Estos efectos deben controlarse para poder manejar los índices de fatiga y permitir la
recuperación del deportista. Siguiendo los principios teóricos del entrenamiento deportivo,
aportados por la ciencia y, porque no, los adquiridos empíricamente, se busca lograr adaptaciones
positivas u homeostasis en el organismo del deportista gracias al empleo correcto de las cargas
externas de trabajo.
En todas las sesiones se deben controlar y evaluar las respuestas de los deportistas a las cargas de
trabajo que realice durante la sesión, de esta manera estaremos más cerca de obtener los efectos
deseados y llevar una evolución de las distintas capacidades condicionales y aspectos técnico-
tácticos.
Los efectos del entrenamiento son fundamentales para que se vayan cumpliendo los objetivos de
la planificación y periodización deportiva mediante la programación de los estímulos de
entrenamiento.
Podemos distinguir diferentes tipos de efectos de acuerdo a la duración de las cargas y las
adaptaciones que producirán al completar cada uno de los ciclos.
En consecuencia se irán produciendo los siguientes efectos:
►Efectos agudos
►Efectos inmediatos
►Efectos acumulativos
También se producen otros dos sub-tipos de efectos en respuesta a los efectos acumulativos:
►Efectos retardados
►Efectos residuales
Estos efectos se caracterizan por las respuestas a las cargas de trabajo por parte de los
deportistas; por los cambios en el estado de los deportistas como consecuencia del
entrenamiento, es decir la capacidad de trabajo, economía de respuesta del cuerpo al esfuerzo,
entre otros; y por las ganancias en los indicadores deportivos específicos debido al entrenamiento,
como los resultados en el rendimiento pretendidos.
EFECTO AGUDO
Son los cambios en el estado del cuerpo producidos durante el ejercicio. Todo esfuerzo físico
provocará alteraciones en el organismo de la persona durante el tiempo en que los esté
ejecutando.
4
Para tener un control más ajustado de estos efectos en el entrenamiento que permita una mayor
predictibilidad de las respuestas de los deportistas a las cargas a las cuales se los somete,
deberíamos seguir una programación. De todas maneras, el control absoluto no se puede obtener
siempre.
Los pasos a seguir son:
1º) Establecer el objetivo de la sesión
2º) Establecer las condiciones de las tareas
3º) Especificar las respuestas esperadas
4º) Controlar el rendimiento
5º) Solicitar una autoevaluación del rendimiento al deportista
6º) Evaluación
Los autoinformes después del ejercicio pueden mejorar la cooperación entre el entrenador y los
deportistas y fomentar el autocontrol de éstos.
6
Seguir estos simples 5 o 6 pasos, donde se establezcan las pautas de trabajo y el intercambio de
información entre entrenador y el deportista, pueden ser de gran ayuda para obtener los efectos
agudos pretendidos.
El conjunto de efectos agudos, o sea la sumatoria de los efectos provocados por varios ejercicios,
darán como resultado el efecto inmediato del entrenamiento de una sesión/día de entrenamiento.
EFECTO INMEDIATO
Son los cambios en el estado del cuerpo producidos por las cargas de una sesión/día de
entrenamiento. Una vez finalizada la sesión/día de entrenamiento observaremos alteraciones en
el estado del organismo como resultado del trabajo realizado. Recordemos que este tipo de efecto
surge de la sumatoria de los efectos agudos de cada uno y todos los ejercicios de la sesión, como
mencioné anteriormente.
Algunos de estos cambios son frecuencia cardíaca más elevada en reposo, elevación de desechos
metabólicos (nivel de urea, amoníaco, creatinfosfoquinasa en sangre, entre otros), descenso del
pH intracelular por el incremento de hidrogeniones (en esfuerzos lácticos) y disminución en el
nivel de rendimiento debido a la fatiga afectando la fuerza de agarre, salto de altura, entre otras. A
continuación desarrollaré con mayor detalle estos aspectos.
Controlar y evaluar los efectos inmediatos que suceden luego de cada sesión son muy importantes
para prevenir un posible sobreentrenamiento o, aún peor, una lesión. Para esto, tenemos algunos
indicadores que nos proporcionan gran información para ver el nivel de fatiga y de recuperación
de nuestros deportistas y realizar los ajustes necesarios sesión a sesión en el caso que sea
necesario. Entre estos indicadores tenemos algunos que son muy objetivos y fácilmente medibles
y otros más subjetivos que serán más precisos dependiendo de la experiencia del entrenador y del
propio deportista.
Las tareas realizadas en la sesión proporcionan información clara y objetiva; por ejemplo, el
volumen total y el correspondiente a cada porcentaje de intensidad. El volumen sólo expresa la
7
cantidad del ejercicio y se mide por distancia para actividades que responden a patrones de
movimiento de tipo cíclicos (desplazamientos en carrera, nado, pedaleo, ect.) o por número de
repeticiones para actividades de tipo acíclicas como saltos, levantamientos, remates o golpes,
entre otros.
Entonces, es muy fácil ver si el deportista completó, tanto la cantidad total del trabajo de la sesión,
como las cantidades asignadas para cada porcentaje de intensidad. En el caso que no sea capaz de
completar el volumen planificado solicitado, por lo general, significa que se lo sometió a cargas
excesivas para su nivel. También puede suceder que las complete sin demasiado esfuerzo, es decir
que las cargas fueron insuficientes. En ambos casos, no se alcanzará la adaptación positiva y lograr
los efectos inmediatos pretendidos.
Las pruebas de control o la mera observación de la actuación del deportista en las tareas nos dan
información precisa. Por ejemplo, si la fatiga no fue disipada porque no se recuperó hasta el puno
óptimo se verá reflejado con una merma en el rendimiento de la velocidad o intensidad, pérdida
de fuerza, menor altura alcanzada en los saltos o distancia en los lanzamientos.
Siguiendo con indicadores objetivos de las respuestas de los deportistas a las tareas de una sesión
podemos utilizar la medición de la frecuencia cardíaca basal (en estado de reposo), es una forma
muy práctica y sencilla para llevar el control de las cargas de trabajo en los deportistas. Ésta se
obtiene inmediatamente al despertar por la mañana luego de un período de sueño profundo e
idealmente de 8 horas. Conociendo la frecuencia basal propia, se la compara con la obtenida en
idénticas condiciones; si se mantiene estable o aumenta hasta no más de 6 pulsaciones por
minuto, significa una buena recuperación y se está listo para seguir con planificación
sistematizada; si se incrementa hasta 10 pul/min, es indicativo que hay algo de fatiga aunque no
en exceso; si las pulsaciones se elevan entre 11 y 15 pul/min, deberíamos considerar realizar algún
ajuste en lo planificado para la siguiente sesión; el incremento que exceda las 16 pulsaciones nos
da una clara señal que no se está preparado para afrontar un trabajo que derive en efectos
positivos y ponen al deportista en un importante riesgo de sobreentrenamiento (si es que aún no
lo está) y lesiones.
Otro de los indicadores, aunque más costoso y complejidad que los nombrados anteriormente, es
la medición de diversos elementos encontrados en el organismo como desechos metabólicos
proteicos y glúcidos, enzimas o metabolitos musculares que indican la llamada fatiga química.
Entre estos, los más utilizados quizás sean el lactato, la urea, la fosfofructoquinasa (CPK, por sus
siglas en inglés) o la 3-metíl histidina. La medición de estos proporciona información acerca del
nivel de fatiga y recuperación metabólica del deportista. Para esto se les realizan análisis de sangre
y orina al deportista luego de un ayuno de, normalmente, 12 horas.
El lactato, que es medido en sangre, indica el metabolismo de los azucares mientras que la urea
medida en sangre es un indicador del metabolismo de las proteínas. Ambos desechos metabólicos
aumentan especialmente luego de esfuerzos prolongados de alta intensidad (carreras durante
tiempos mayores a los 30-40 segundos a umbral de lactato o ejercicios de fuerza a intensidades
altas y volumen medio)
La CPK, es una de las enzimas claves del sistema glucolítico, indica el grado de degradación del
tejido muscular. Su nivel sanguíneo se eleva mucho en esfuerzos intensos y prolongados (por ej.:
deportes de combate, carreras largas tipo maratón) y también en esfuerzos explosivos (por ej.:
8
saltos y lanzamientos). Durante una maratón, el daño o rotura tisular que sufren las fibras
musculares de miembros inferiores es muy grande pudiendo alcanzar un nivel sanguíneo de la CPK
hasta un 300% por encima de sus valores basales.
La 3 metíl histidina es un metabolito muscular que se lo mide, al igual que los demás, para ver si
nuestros deportistas están aptos para sacar provecho de los estímulos de entrenamiento o para
decidir si rendirá con su mayor potencial fisiológico en la competencia. Hay deportistas que están
listos para disputar juegos o competencias con poco tiempo de recuperación mientras que otros
no lo están. Esto explica porque ciertos jugadores juegan todos los partidos cuando se disputan
dos partidos por semana, mientras que en otros casos el director técnico decide darle menos
minutos o no citarlos directamente porque el informe de los análisis indica que la recuperación no
es completa.
En definitiva, estas mediciones de indicadores fisiológicos son muy útiles para prevenir, o al menos
reducir, el sobreentrenamiento.
También se debe tener en cuenta la fatiga producida por el factor nervioso. Cuando se eleva el
nivel de serotonina (es un transmisor nervioso) en el cerebro, se produce la conocida fatiga
central, es decir del sistema nervioso central (SNC). Si bien hay diversos factores que llevan a este
aumento de la serotonina, sólo mencionaré su incidencia en cuanto al trabajo técnico-táctico
dejando de lado las explicaciones orgánicas que ocasionan el aumento del nivel de este transmisor
nervioso para no exceder el alcance que se propone en este artículo. Por ejemplo, durante
sesiones cuyo objetivo apuntan al desarrollo de aspectos que implican gran coordinación como el
aprendizaje y perfeccionamiento de destrezas técnicas y razonamiento táctico, se pone al SNC en
un estado de gran exigencia; entonces se puede controlar la reacción, ritmo, secuenciación y
diferenciación de los gestos ejecutados por el deportista. Es decir, observar si no se producen
acciones descoordinadas. Dentro de los modelos contemporáneos de planificación, la
Periodización Táctica (empleada en deportes de conjunto) implica una gran demanda del sistema
nervioso, al exigirle a cada jugador a desarrollar tareas con muchísima especificidad entrenando
exactamente lo que se quiere que realice durante la competencia.
Para terminar con los indicadores objetivos, mencionaré la importancia del peso corporal.
Mantener un peso ideal con el cual el deportista se sienta cómodo para afrontar su competencia
es trascendental. Cada disciplina deportiva tiene una estructura corporal determinada, y todo
deportista puede realizarse un estudio de composición corporal que le aportará información de su
biotipo mediante la somatocarta para ver si se encuentra dentro de los parámetros ideales de su
deporte específico. Más allá de esto, lo importante es no alejarse del peso ideal propio; en el caso
que se pierda mucho peso, seguramente se perderá fuerza; si se aumenta exageradamente de
peso corporal, se pierde movilidad, agilidad y se fatiga más rápidamente ante las mismas cargas de
trabajo. El peso corporal será un indicador a tener más en cuenta en el caso de los deportes que
se compite por categorías de peso.
Dentro de los indicadores subjetivos podemos mencionar la calidad y cantidad del sueño, el nivel
de apetito, grado de fatiga durante el día, voluntad para las actividades diarias, ganas de entrenar,
la estimación del entrenador acerca de las respuestas de sus dirigidos y, en menor medida, el
dolor muscular de aparición tardía. Estos indicadores son muy sencillos de tomar, sin costo alguno
y proporcionan información para controlar y evaluar los efectos inmediatos del entrenamiento.
9
En estados de gran estrés o fatiga elevada, puede complicar conciliar el sueño; esto resta calidad y
cantidad de horas de sueño perjudicando la recuperación. Esto es debido a la importancia del
sueño, que es el momento en que la recuperación y procesos de reparación tienen lugar por el
nivel más elevado, fundamentalmente, de la hormona del crecimiento.
La pérdida del apetito, la falta de motivación para realizar tareas de la vida cotidiana y la escasa
voluntad de entrenar también podrían indicar un estado de fatiga importante hasta
sobreentrenamiento.
El dolor muscular puede manifestarse entre 24 a 48 horas posteriores a tareas no acostumbradas
porque no se venían realizando y con una exigencia importante o después de una sucesión de
sesiones. Los ejercicios que exponen a una aparición tardía del dolor muscular (DOMS, por sus
siglas en inglés) son aquellos que implican tensiones excéntricas acentuadas (series negativas y
variantes de tareas excéntricas en el gimnasio de musculación, carreras con pendientes de
inclinación importantes, carreras con cambios de dirección y sentido por sus desaceleraciones y
aceleraciones, los ejercicios pliométricos como los saltos con caída previa (drop jumps-DJ).
La estimación pedagógica del entrenador será menos subjetiva a mayor conocimiento y
experiencia que tenga el mismo acerca de su deporte, de sus dirigidos y de la comparación con
otros deportistas, permitiendo una mejor evaluación del efecto inmediato del entrenamiento.
Para esto, el entrenador debe controlar si sus dirigidos cumplen con los objetivos pautados en la
programación de la sesión en forma total, parcial, muy lejos o no se cumple para nada.
El estado de forma deportiva y corporal del deportista estará determinado por alteraciones
multifacéticas e interdisciplinarias producidas por el efecto inmediato del entrenamiento.
La utilización de estos indicadores mencionados facilita el control y la evaluación de los efectos
inmediatos en respuesta a la sesión de entrenamiento elevando la calidad del proceso de
entrenamiento.
Estos cambios que afectan el estado de forma deportiva y la adaptación del organismo a las cargas
empleadas determinan la planificación del entrenamiento a corto plazo.
Para llevar el control de los efectos inmediatos de manera práctica utilizaremos todos o gran parte
de los indicadores que se explicaron, confeccionando una tabla en la cual se le otorga una
puntuación según las respuestas del deportista.
Para controlar los efectos inmediatos del entrenamiento se pueden utilizar los indicadores que nos
resulten más prácticos y confeccionar una escala de valor de acuerdo al comportamiento del
deportista en función de los indicadores elegidos.
Ejemplo:
Con esta sencilla tabla podemos graficar individualmente las respuestas de cada deportista para
realizar los ajustes necesarios que permitan lograr los efectos de cada sesión y seguir
evolucionando en el rendimiento.
La puntuación de la evaluación a las repuestas a la sesión/día de entrenamiento que se puede
obtener es de 4 puntos como mínimo y 16 como máximo. Obviamente, que a menor puntaje más
alejado se estará de cosechar efectos positivos y, al mismo tiempo, más cercano a caer en estado
de sobreentrenamiento y aumento en la probabilidad de sufrir lesiones.
EFECTO ACUMULATIVO
Son los cambios en el estado del cuerpo y en el nivel de las capacidades condicionales y técnicas
debido a las cargas de trabajo realizadas a lo largo de un determinado ciclo de entrenamiento. En
respuesta a un período de trabajo planificado y sistematizado, el organismo del deportista
reflejará modificaciones en el nivel de su preparación y rendimiento.
Algunos de estos cambios son el aumento del VO2máx (consumo máximo de oxígeno), aumento
del umbral anaeróbico, elevación en los niveles de las capacidades condicionales (fuerza,
resistencia, velocidad, amplitud de movimiento) y mejoras técnico-tácticas. Obviamente que todo
esto puede favorecer un aumento del rendimiento al máximo nivel posible.
Los efectos acumulativos pueden manifestarse con un retraso temporal para expresar las
ganancias que se pretende alcanzar en el rendimiento y con una retención en las modificaciones
logradas después de un determinado ciclo de entrenamiento. Entonces, tenemos dos efectos del
entrenamiento más: el efecto retardado y el efecto residual. Ambos los desarrollaré en este
artículo más adelante.
11
El efecto acumulativo del entrenamiento a largo plazo determina en gran medida el éxito del
deportista competitivo de alto rendimiento.
El efecto acumulativo puede verse reflejado según dos tipos de indicadores o variables:
►Variables de tipo fisiológicas y bioquímicas, éstas indican las alteraciones en las capacidades
condicionales del deportista. Se requiere de instrumentos especiales y personal calificado para
hacer las mediciones en condición de laboratorio.
►Variables de las capacidades específicas del deporte y del rendimiento deportivo, éstas indican
los cambios en el estado de forma deportiva del deportista. Las puede controlar el propio
entrenador en la misma rutina de entrenamiento en el campo.
Todo deportista busca mejorar su rendimiento a lo largo del proceso de entrenamiento deportivo
que puede durar 15-20 años desde que inició sus primeros pasos en el deporte. Los cambios
positivos en el rendimiento son el resultado de los efectos acumulativos que se van sumando
entrenamiento tras entrenamiento. O sea, que cada sesión servirá de base para edificar sucesivos
aumentos progresivos.
Lo ideal sería poder establecer criterios válidos para controlar los efectos acumulativos del
entrenamiento dentro de determinado período o ciclo. Esto se hace más sencillo en los deportes
de tiempo y marca, aquellos que el rendimiento depende de menos variables y que son
mensurables; por ejemplo, las pruebas de pista y campo del atletismo o los levantamientos en
halterofilia donde el rendimiento depende de cubrir una distancia en el menor tiempo posible
(carreras), lanzar más lejos (lanzamientos), saltar más alto o largo (salto en alto, en largo, triple y
garrocha o pértiga) y levantar más peso (levantamiento olímpico y levantamiento de potencia). En
estos casos se puede controlar y evaluar los efectos logrados en el entrenamiento al observar las
marcas del deportista en su competencia. En cambio, en los deportes de situación (boxeo,
13
taekwondo, fútbol, tenis, ect.) no es tan fácil controlar y evaluar de manera tan precisa y objetiva
las respuestas a las cargas del entrenamiento; además correr más o más rápido, tener mayor
capacidad de salto o ser más fuerte no aseguran el éxito por ser deportes que dependen de
múltiples factores (técnica, táctica, experiencia, entre otros más).
Las mejoras en el rendimiento proporcionan información importante para el control y evaluación
de los efectos acumulativos del entrenamiento. Pero este control y evaluación encuentra grandes
limitaciones en aquellos deportes en los cuales la resistencia no puede medirse de manera
objetiva o en deportistas que alcanzaron su techo biológico. En estos casos, se deben controlar las
variables fisiológicas y las capacidades físico-motrices específicas del deporte y del rendimiento
deportivo.
Respetar el principio de continuidad es uno de los principios del entrenamiento deportivo que
todo deportista debe respetar para lograr los efectos acumulativos. Para alcanzar los efectos
propuestos por la sistematización de la metodología del entrenamiento y por la fisiología del
ejercicio, es necesario que no se produzcan interrupciones en la aplicación de las sesiones. Las
únicas interrupciones que deberían permitirse son aquellas que están pautadas dentro de la
periodización del entrenamiento, que no son demasiado prolongadas ni totalmente pasivas,
normalmente en el período de transición entre el final de un período competitivo y el período
preparatorio del siguiente macrociclo o los microciclos de descarga luego de sucesivos microciclos
de corriente y de choque con el objetivo de evitar el sobreentrenamiento y saturación del
deportista. Por supuesto que hay interrupciones obligadas que no podemos manejar debido a
lesiones o enfermedad, pero lo que si podemos controlar son aquellas producto a la falta de
motivación y voluntad para entrenar del deportista. Esto puede suceder cuando el deportista
fracasa en adaptarse a las cargas del entrenamiento, cosa que no sucedería si se controlan los
efectos que producen las tareas de entrenamiento en el deportista, durante el artículo se
brindaron algunas pautas: ejercicios acordes al nivel del deportista, mantener una constante
evolución progresiva, variabilidad de los trabajos respetando los criterios para desarrollar las
distintas capacidades según sus sistemas energéticos, periodizar las cargas de manera de alcanzar
el máximo estado de forma deportiva en el momento indicado y, como mencioné en este mismo
punto, la importancia de los períodos de recuperación programados para permitir la
supercompensación (exaltación del rendimiento) y evitar saturación o sobreentrenamiento.
EFECTO RETARDADO
Son los cambios en el estado orgánico-corporal y del nivel de las habilidades condicionales y
técnicas obtenidas que se van a manifestar con un incremento, luego de un lapso de tiempo
concreto (dependiendo del nivel de cada individuo y capacidades a desarrollar), como respuesta a
un programa de entrenamiento específico. Por lo tanto, está dentro del ámbito del efecto
acumulativo del entrenamiento.
Cuando se lleva a cabo una sesión de ejercicios, es esperable obtener ganancias en el estado físico-
deportivo, o sea que esperamos que el efecto del entrenamiento esté sincronizado con el período
en el cual estamos. En cada sesión se adquieren nuevos logros, ya sea condicional o técnico-
táctico, y seguido a ello una mejora con aumento del rendimiento. Después de todo, para esto uno
se entrena. Pero aquí es donde debemos conocer el proceso de supercompensación para
entender la importancia de la recuperación en la manifestación de rendimientos superiores. Todo
estimulo de entrenamiento intenso o desgastante provoca una disminución momentánea en el
rendimiento y pone al deportista en un estado de fatiga causado por pérdidas a nivel celular
(deplección de depósitos de elementos energéticos como el glucógeno, por ejemplo) y micro-
roturas tisulares; aquí entra en juego la recuperación, donde en un primer momento se recuperan
los elementos celulares consumidos y reparan los tejidos musculares dañados, de manera que se
disipa la fatiga y se llega al nivel de rendimiento que se poseía previo a la sesión. Pero con esto no
alcanza, nadie entrena tanto para estar siempre en el mismo nivel, por esto la recuperación
continua para lograr el punto de exaltación, momento en el cual el nivel de rendimiento es
superior gracias a mejoras a nivel celular o tisular (mayores depósitos energéticos, hipertrofia
miofibrilar o sarcoplasmática, ect.), esto significa que se completo la supercompensación y el
deportista está preparado para afrontar nuevos desafíos y competir de mejor forma.
Cuando las sesiones causan cambios fisiológicos y morfológicos pronunciados en el deportista,
estos necesitarán un período en el que aparezcan las adaptaciones biológicas de larga duración
que permiten el salto hacia un nuevo nivel cualitativo.
El nivel pico alcanzado en las variables fisiológicas y motrices específicas de la disciplina deportiva
para la cual se está entrenando no siempre coinciden con la fase final de la preparación y en el
momento en que se va a competir; ciertas capacidades van a expresar sus ganancias, gracias al
trabajo realizado en la preparación, un tiempo después y no inmediatamente a posteriori de la
sesión o sesiones realizadas. El efecto retardado se manifiesta fundamentalmente en las
capacidades motrices, que son más sensibles a la acumulación de fatiga y cuyos rendimientos
máximos exigen patrones de movimiento neuromuscular muy precisos. Es el caso de las
capacidades que requieren esfuerzos de máxima intensidad, potencia, explosividad, como la
velocidad máxima, la fuerza máxima y explosiva que requieren de un retraso temporal para
manifestar su máximo potencial de rendimiento al poder usufructuar las ganancias de las tareas
realizadas anteriormente a la fase de puesta a punto o tapering.
Entonces queda claro que las ganancias en el nivel de rendimiento se producen luego de un
determinado tiempo, un período de transformación retardada. Si dicho tiempo determinado es
relativamente corto, no mayor a 3-4 de días, se considera efecto acumulativo normal; pero si la
transformación retardada para manifestar sus ganancias o efectos positivos es mayor a 5 días, se
15
fase de carga, y por el otro, el lapso de tiempo requerido para la adaptación biológica de las cargas
de trabajo de la fase de carga.
EFECTO RESIDUAL
Son las retenciones de los cambios en el estado orgánico-corporal y en las capacidades motoras y
condicionales después del cese de un entrenamiento tras un ciclo de tiempo de entrenamiento
concreto. Estos efectos perduran durante cierto tiempo más allá de finalizado el entrenamiento;
es decir que el aumento de la capacidad física o motora se mantiene cerca del nivel conseguido
por el entrenamiento específico. El lapso de tiempo durante el cual el nivel se mantiene cercano al
nivel máximo alcanzado con el entrenamiento dependerá de cada una de las diferentes
cualidades.
Recordemos que este tipo de efecto (al igual que el efecto retardado) se consigue a causa de una
acumulación de tareas, por lo tanto pertenece al ámbito del efecto acumulativo.
La adaptación a largo plazo, producto de la homeostasis (el equilibrio entre el medio interno y el
externo, al asimilar el organismo las cargas externas de trabajo), provoca modificaciones positivas
a nivel tanto orgánico-funcional como somato-estructural o morfológico.
El efecto residual es el menos conocido de los tipos de efectos vistos por ser relativamente nuevo
y, en un inicio, se centró en los aspectos a largo plazo de la adaptación biológica, es decir en los
efectos residuales luego de un tiempo largo al cese del proceso de entrenamiento. Estos efectos
en el largo plazo son muy importantes desde el punto de vista de la adaptación general y la
preparación física-deportiva a largo plazo, porque determinan el biotipo de cada disciplina
deportiva: velocistas, fondistas, saltadores, lanzadores, nadadores, basquetbolistas, judocas, ect.
La estructura corporal (tamaño de huesos y músculos) estará condicionada por los efectos
residuales del entrenamiento a largo plazo.
Si bien es indiscutible el valor que tienen los efectos residuales a largo plazo, tenemos que saber
que también existen y, que son importantes de manejar, efectos residuales a mediano y a corto
plazo. Entonces, tendríamos que clasificarlos en tres tipos diferentes: a largo plazo, a mediano
plazo y a corto plazo.
Empezaré explicando las diferencias en los residuos dejados según las diferentes capacidades bio-
motrices. El índice de pérdida no es igual entre las capacidades; algunos sistemas fisiológicos
17
mantienen niveles de adaptación más elevados durante un tiempo mayor en comparación con
otros. Las principales razones de esto tienen que ver con el nivel de los cambios morfológicos
producidos por el ejercicio, la disponibilidad de las reservas energéticas (fosfocreatina o CP,
glucógeno muscular y hepático), la cantidad y calidad de las enzimas encargadas de acelerar y
desacelerar las reacciones bioquímicas. Por ejemplo, las mejoras a nivel aeróbico se deben al
aumento del número de enzimas aeróbicas y a su mejor funcionamiento en la regulación de las
reacciones del sistema oxidativo; al incremento de vasos sanguíneos, o sea, mayor capilarización o
densidad capilar; mayores depósitos de glucógeno musculares y hepáticos. En el caso de las
enzimas, los deportistas de esfuerzos que implican un gran desarrollo de la potencia aeróbica
aumentan en cantidad un porcentaje mayor al 100%, además de adquirir una gran eficiencia en el
funcionamiento de las mismas comparados con sedentarios. Las importantes modificaciones
fisiológicas, morfológicos y bioquímicas mencionadas, permiten mantener efectos residuales
cercanos al nivel máximo para los esfuerzos aeróbicos en deportistas avanzados durante varias
semanas (algunos de los parámetros pueden mantener efectos más tiempo).
No sucede lo mismo a nivel anaeróbico, donde los cambios son de menor magnitud y el índice de
pérdida se produce más rápidamente. Las reservas de fosfocreatina (CP) alcanzan incrementos
que no llegan al 50%, mientras que las enzimas especializadas del sistema de fosfágeno (ATP-CP)
aumentan hasta un 30%. Los esfuerzos anaeróbicos, especialmente los anaeróbicos alácticos,
están condicionadas por cambios fisiológicos, morfológicos y bioquímicos relativamente pequeños
y el efecto residual se mantendrá cerca del nivel máximo sólo varios días hasta un mes. La
velocidad máxima, es una cualidad que es poco susceptible de mejora con el entrenamiento y
también disminuye menos en el desentrenamiento. El máximo potencial o pico de nivel que se
puede alcanzar para la velocidad máxima depende de interacciones neuromusculares de
muchísima precisión que son bastante inestables y sólo pueden mantenerse con entrenamientos
de máxima intensidad.
En lo referente a la fuerza máxima, el entrenamiento de esta cualidad física básica tiene efectos
residuales prolongados. La fuerza máxima mejora mediante el aumento de la sección transversal
del músculo y por factores neuromusculares. Ambos factores poseen efectos duraderos, por lo
tanto la fuerza máxima tendrá un índice de pérdida lento. Pero la fuerza-resistencia tiene un índice
de pérdida más rápido al cese del entrenamiento, se mantiene cerca de dos semanas cercano a los
niveles alcanzados con el entrenamiento.
Los cambios que presentan efectos a largo plazo más perdurables en el tiempo se observan en la
densidad mineral ósea, cuyos efectos positivos quedan de por vida. Realizar actividades de
impacto y de fuerza son los indicados antes de llegar a los 15 años de edad para tener huesos más
fuertes en la edad adulta. Los niños deben realizar todo tipo de actividades para obtener un bagaje
motor más amplio, pero priorizar las carreras antes que la natación y andar en bicicleta; con esto
no quiere decir que no tienen que practicar natación ni ciclismo, por supuesto que deben hacerlo
para no llegar a una edad en que será muy difícil que se metan al agua por temor o que se caigan
de una bicicleta por no dominar el equilibrio sobre la misma. Sólo me refiero al beneficio que la
carrera tiene en el aspecto óseo, por el impacto de los pies contra el piso donde los huesos de
miembros inferiores reciben una carga óptima para fortalecerse, por supuesto si esos niños no
tienen un sobrepeso importante. En cuanto a las pesas, tan defenestradas para los niños, si se
18
En la tabla a continuación se pueden ver los índices de pérdida de los efectos residuales según los
diferentes sistemas, capacidades y cambios fisiológicos, morfológicos y bioquímicos (tomado de V.
Issurin)
Tipo de efecto Sistema Cambios del estado de los deportistas Índice de pérdida
Metabolismo aeróbico Aumento del VO2máx y umbral anaeróbico, aumento Varias semanas
máximo de enzimas aeróbicas y reservas de glucógeno
musculares y hepático
Efectos residuales
a corto plazo Sistema neuromuscular Aumento de la fuerza máxima, la fuerza Varias semanas
explosiva/potencia y el tamaño muscular
El factor de la edad y nivel de los deportistas, si bien es uno de los que afectan a corto plazo,
también afecta a largo plazo.
19
Los deportistas adultos, avanzados y de mayor experiencia pasaron por todo tipo de tareas de
entrenamiento, simplemente por la cantidad de tiempo que llevan en la práctica sistemática del
deporte; esto hace que a esta altura tengan respuestas de menor magnitud y mejoras más
pequeñas que en sus inicios, pero un índice de pérdida de capacidad más lento por haber
alcanzado un mayor nivel de adaptación a largo plazo. Entonces los efectos residuales de los
deportistas experimentados son de mayor duración, manteniendo un alto rendimiento aún
realizando un menor volumen de entrenamiento. Esto se puede ver en el deporte de alto
rendimiento, donde los deportistas nóveles entrenan con volúmenes más altos que los
“veteranos”, de todas maneras cabe mencionar que hay deportistas longevos en los que pareciera
que el paso del tiempo no los afectó.
Otro factor que afecta tanto a corto como a largo plazo es el del tiempo que se lleva de manera
continua en el proceso de entrenamiento. Los deportistas que se encuentran en los estadíos de
iniciación deportiva y especialización deportiva o aquellos de niveles bajo y medios, al tener
capacidades menos desarrolladas son capaces de mejorarlas con mayor magnitud y en tiempos
más cortos, pero pierden los efectos residuales a corto plazo más rápido que los deportistas
avanzados o en el estadío de alto rendimiento. Esto es debido a que no llevan el tiempo para
alcanzar niveles suficientes de adaptación fisiológica, morfológica y bioquímica, como sí lo
consiguieron los de años de entrenamiento. Esa acumulación de entrenamiento sistemático y
continuo los lleva a estar aptos para mantener durante más tiempo los efectos logrados.
Claramente, no es lo mismo haber entrenado durante años que dos semanas; si bien en ambos
casos se va perder el nivel alcanzado, en el primer caso tendrá que pasar un período de
desentrenamiento mayor y mucho más largo para volver al nivel previo que se tenía antes de
haber iniciado el proceso. En cambio, el que sólo entrenó dos semanas, en poco tiempo perderá
todo lo que hizo y vuelve a su nivel inicial.
La aplicación de los distintos tipos de carga es otro factor a tener en cuenta por su influencia en
mantener efectos residuales de mayor o menor duración. Tenemos tres tipos de carga: regulares,
acentuadas y concentradas.
Las primeras se aplican a lo largo de toda la temporada con mayor o menor énfasis en función de
las características de las fases o períodos del ciclo, coincidiendo con la aplicación de otras cargas
de diferente orientación. La integración entre los distintos tipos de cargas puede afectar el
rendimiento, éste mejora progresivamente hasta un punto en el cual la continuidad en la
aplicación de las cargas puede afectar al rendimiento. Se suelen emplear en mayor medida donde
las capacidades determinantes de rendimiento son pocas y están estrechamente relacionadas.
Este tipo de cargas es más aplicable con deportistas nóveles.
Las acentuadas se aplican en espacios cortos de tiempo, con más intensidad y siguiendo una
secuencia metodológica precisa en la orientación de las cargas. El rendimiento competitivo
aumenta tras las adaptaciones sucesivas obtenidas con la aplicación de las cargas de diferente
orientación. Se deben ajustar las duraciones de las fases de este tipo de cargas según la
orientación de entrenamiento. Si durara demasiado, provocaría un agotamiento de las reservas de
adaptación del deportista impidiendo la evolución del rendimiento; si dura poco tiempo, impediría
20
alcanzar el máximo potencial de adaptación del deportista al limitar la integración entre las
adaptaciones sucesivas y necesarias para alcanzar el máximo rendimiento deportivo en su
disciplina. Este tipo de cargas es más recomendable con deportistas experimentados.
Por último, las concentradas se aplican en espacios iguales o más cortos aún que las cargas
acentuadas. Concentran el volumen y la intensidad, en mayor medida, sobre una orientación
definida. La secuencia metodológica debe ser muy bien controlada en la aplicación de cargas con
diversas orientaciones. La elevada estimulación que ejerce sobre el organismo este tipo de cargas,
hace que se produzca un descenso de los índices funcionales de deportistas, para luego responder
con una fuerte exaltación del nivel de rendimiento que debería coincidir con el momento de la
competencia principal; o sea lo que vimos antes: el efecto retardado. Este tipo de cargas es
recomendable especialmente en deportes de fuerza explosiva y debe aplicarse con deportistas de
élite.
Explicados los tipos de pausa, volvamos a la relación que tienen con los efectos residuales. Esta
relación es más importante cuando se aplican las cargas concentradas, las que van dirigidas a un
número limitado de capacidades, con alta concentración hacia una orientación definida y
reservada a deportistas de elite. Las cargas concentradas permiten mayores ganancias en lapsos
de tiempo más cortos, pero al cesar este entrenamiento se produce un descenso de las
capacidades desarrolladas anteriormente. Por lo tanto, el entrenamiento de alta concentración
deja efectos residuales de menor duración comparado con los efectos de un entrenamiento
complejo o con cargas regulares.
Como último factor que influye en la duración de los efectos tenemos las actividades realizadas
luego del cese del entrenamiento. Lo que hagamos luego de interrumpir una fase de
entrenamiento concentrado va a influir en la duración del efecto residual. Si se realizan cargas
apropiadas se puede prolongar su efecto, de manera que el desentrenamiento no sea abrupto.
RESUMEN
Cada uno de los efectos desarrollados en este artículo se producen como resultado de todas las
tareas que el deportista fue realizando de manera continua y sistemática siguiendo una
planificación periodizada y programada a lo largo de cada una de las sesiones, microciclos,
mesociclos, macrociclos y temporadas.
Entender el concepto y el alcance de cada tipo de efecto es crucial para planificar y obtener los
resultados deseados del entrenamiento.
El efecto agudo refleja los cambios en el estado del cuerpo producidos durante el ejercicio.
Algunos de estos cambios en el organismo son el incremento de la frecuencia cardíaca, la
acumulación de lactato en sangre o la reducción de la fuerza durante la ejecución del ejercicio
debido a la fatiga. La sumatoria de efectos agudos da como resultado el efecto inmediato.
El efecto inmediato refleja los cambios en el estado del cuerpo producidos por las cargas de una
sesión o día de entrenamiento. Una vez finalizada la sesión/día de entrenamiento observaremos
alteraciones en el estado del organismo como resultado del trabajo realizado. La sumatoria de
21
BIBLIOGRAFÍA
-Aagaard, P.; Andersen, J. L. (2010). “Effects of strength training on endurance capacity in
top-level endurance athletes”. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 20, 39-
47.
-Anselmi, H. (2009).“Claves para el desarrollo de la potencia”. Bs. As.
-Bompa, T. (2006). “Periodización del entrenamiento deportivo”. Editorial Paidotribo,
Barcelona.
-Bangsbo, J. (1997). “Entrenamiento de la condición física en el fútbol”. Traducción: Josep
Padró Umbert, Ed. Paidotribo, Barcelona.
-Bosco, C. (1994). “Aspectos fisiológicos de la preparación física del futbolista”. Ed.
Paidotribo, Barcelona.
-Bosco, C. (2000). “La fuerza muscular. Aspectos metodológicos”. Ed. Inde, Barcelona.
-Bosco, C.; Colli, R.; Bonomi, R.; von Duvillard, S.; Viru, A. (2000). “Efectos de una sesión de
entrenamiento de fuerza sobre el comportamiento neuromuscular y hormonal en deportistas
de ambos sexos”.
-Cappa, D. (2000). “Entrenamiento de la potencia muscular”. Ed. Paidotribo, Barcelona.
-Chu, D. (1993). “Ejercicios pliométricos”. Ed. Paidotribo, Barcelona.
-Cometti, G. (1990). “La pliometría”. Ed. Inde, Barcelona.
-Cometti, G. (2005). “Los métodos modernos de musculación”. 4ª edición. Ed. Paidotribo,
Barcelona.
-Coutts, A.; Kelly, V. (2007). “Planificación y monitoreo de las cargas de entrenamiento
durante la fase de competición en deportes de conjunto”. PubliCE Standard.
-De Hegedüs, J. (2008). “Teoría y práctica del entrenamiento deportivo”. Ed. Stadium, Bs As.
-De Hegedüs, J. (1984). “La ciencia del entrenamiento deportivo”. Ed. Stadium, Bs. As.
-Forteza de la Rosa, A. (2004). “Planificación por Direcciones del Entrenamiento Deportivo
con el diseño de las campanas estructurales”. PubliCE Standard.
-González, A. (1985). “Bases y principios del entrenamiento deportivo”. Ed. Stadium, Bs. As.
-González-Badillo, J.; Gorostiaga-Ayestarán, E. (2002). “Fundamentos del entrenamiento
deportivo. Aplicación al alto rendimiento”. Ed. Inde, Barcelona.
-González-Badillo, J.; Ribas Serna, J. (2002). “Bases de la Programación del entrenamiento de
fuerza". Ed. Inde. Barcelona.
-González-Badillo, J.; Izquierdo, M. (2008). “Fuerza muscular: propiedades biomecánicas del
músculo". Ed. Panamericana, Madrid.
-Gorostiaga, E.; Izquierdo, M.; Ruesta, M.; Iribarren, J.; González-Badillo, J.; Ibañez, J. (2004).
“Strength training effects on physical performance and serum hormones in young soccer
player”. Eur. J. Appl. Physiol.
-Granell, J.; Ortiz Cervera, V. (2011). “Teoría y planificación del entrenamiento deportivo”.
Ed. Paidotribo.
-Grosser, M. (1992). “Entrenamiento de la velocidad”. Ed. Martinez Roca, Barcelona.
-Grosser, M.; Zintl, F.; Brüggemann, P. (1989). “Alto rendimiento deportivo. Planificación y
desarrollo”. Ed. Martinez Roca, Barcelona.
23
-Häkkinen, K.; Pakarinen, A. (1994). “Serum hormones and strength development during
strength training in middle-aged and elderly males and females”. Ac. Physiol Scand.
-Häkkinen, K.; Pakarinen, A.; Kyrolainen H.; Cheng, S.; Kim, D.; Komi, P. (1990).
“Neuromuscular adaptations and serum hormones in females during prolonged power
training”. Int. J. Sports Med.
-Häkkinen, K. (1986). “Training and detraining adaption’s electromyography. Muscle fiber
and force productions characteristics of human leg extensor muscle with special reference to
prolonged heavy resistance and explosive type strength training”. Studies in Sport, Physical
Education and Health Nº 20. Jyväskyla, Finland: University of Jyväskyla.
-Häkkinen, K.; Komi, P. (1983). “Electromyography changes during strength training and
detraining”. Medicine and Science in Sports and exercise.
-Hansen, S.; Kvorning, T.; Kjaer, M.; Sjogaard, G. (2001). “The effect of short-term strength
training on human skeletal muscle: the importance of physiologically elevated hormone
levels”. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports.
-Harre, D. (1987). “Teoría del entrenamiento deportivo”. Ed. Stadium, Bs As.
-Issurin, V. (2015). “Entrenamiento deportivo. Periodización en bloques”. Ed. Paidotribo,
Barcelona.
-Izquierdo Redín, M.; González-Badillo, J.; Ibáñez Santos, J.; Alonso Martínez, A.; Gorostiaga
Ayestarán, E. (2014). “Entrenamiento de fuerza: adaptaciones neuromusculares y
hormonales”.
-Izquierdo, M.; Ibañez, J.; González-Badillo, J.; Ratamess, N.; Kraemer, W.; Hakkinen, K., et
al. (2007). “Detraining and tapering effects on hormonal responses and strength
performance”. J. Strength Cond. Res.
-Kraemer, W. (2007). “Respuestas endocrinas al entrenamiento con pesas”. Ed.
Panamericana, Madrid.
-Kraemer, W.; Ratamess, N. (2005). “Hormonal responses and adaptations to resistance
exercise and training”. Sports Medicine.
-Kraemer, W.; Spiering, B. (2008). “Crecimiento muscular”. Ed. Panamericana, Madrid.
-Kraemer, W.; Ratamess, N. (2004). “Fundamentals of resistance training: Progression and
exercise prescription”. Medicine and Science in Sports and Exercise.
-Lambert, C.; Flynn, M. (2002). “Fatigue during high-intensity intermittent exercise:
application to bodybuilding”. Sports Med.
-Kuznetsov, V. (1984). “Metodología del entrenamiento de la fuerza para deportistas de alto
nivel”. Ed Stadium, Bs. As.
-Lambert, C. “El entrenamiento deportivo preguntas y respuestas”. Ed. Paidotribo,
Barcelona.
-Lévesque, D. “El entrenamiento en los deportes”. Ed. Paidotribo, Barcelona.
-Manno, R. (1991). “Fundamentos del entrenamiento deportivo”. Ed. Paidotribo, Barcelona.
-Matveiev, L. (1982). “El proceso del entrenamiento deportivo”. Ed. Stadium, Bs As.
-Mirella, R. (2011). “Las nuevas metodologías del entrenamiento de la fuerza, la resistencia,
la velocidad y la flexibilidad”. Ed Paidotribo, Barcelona.
-Mujika, I.; Padilla, S. (2003). “Scientific bases for precompetition tapering strategies”. Med.
24